Lula anuncia un aumento salarial e invita al jefe del Banco Central a recorrer las favelas
En 17/02/2023
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este jueves el aumento del salario mínimo, la elevación del piso de ganancias para los trabajadores más pobres, una actualización de hasta el 200% en las becas universitarias para todos los niveles y desafió al presidente del Banco Central, el bolsonarista Roberto Campos Neto, a acompañarlo por el país a visitar al pueblo que sufre la miseria por causa de las políticas macroeconómicas.
En torno a estos anuncios, al cumplirse un mes y medio de mandato, que incluyó un intento de golpe de Estado el 8 de enero, el presidente brasileño protagonizó un nuevo capítulo en la puja con el titular del Banco Central heredado de la gestión Bolsonaro y con mandato hasta 2024 por una ley del Congreso, a quien fustiga por buscar enfriar la economía al haber mantenido en 13,75% la tasa de interés básica.
En una entrevista con la CNN Brasil, Lula evitó pronunciar el nombre de Campos Neto y lo llamó “este ciudadano”, como viene ocurriendo desde que el Banco Central se transformó en una trinchera del bolsonarismo y el mercado financiero que le reclama a Lula un plan fiscal para luego determinar si se relajan los controles inflacionarios.
“No me interesa pelear con un ciudadano que es presidente del Banco Central y que conozco poco. Ya lo vi una vez. Si el acepta, lo voy a llevar con mi gabinete a visitar los lugares más miserables de este país, lo voy a llevar a ver eso. Él tiene que saber que tenemos que gobernar para quienes más lo necesitan”, aseguró.
La declaración de Lula ocurre luego de que calificara de “vergonzosa” la tasa de interés básica de la economía de 13,75 % determinada por el Banco Central con el argumento de cumplir el 3,25% de inflación prevista para este año.
Campos Neto fue designado por el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) y tiene un mandato legal hasta fines de 2024.
Más tarde, en un acto en el Palacio del Planalto, Lula se refirió a la puja con el Banco Central y el mercado financiero: “Hay que cambiar el lenguaje: educación, salud, empleo, ciencia no es gasto, es inversión, cuidar la salud de un brasileño no es gasto, es inversión. Ellos creen que pagar intereses a los tenedores de bonos es inversión y consideran a la salud y educación un gasto”.
Campos Neto había defendido la independencia del Banco Central de los gobiernos electos y dijo el lunes que se oponía a cambiar la meta de inflación pero que esto puede ser discutido en el Consejo Monetario Nacional, del que forman parte el ministro de Economía, Fernando Haddad, y la de Planificación, Simone Tebet.
La Central Unica de Trabajadores inició una campaña para pedir la renuncia de Campos Neto acusándolo de favorecer al “rentismo” mientras que una encuesta de Quaest indicó el miércoles que el 76% de la población apoya la presión de Lula al jefe del Central para reducir la tasa de interés.
Allí, en el canal de cable que suele ser uno de los lugares por donde envía sus mensajes el expresidente Bolsonaro, desde Estados Unidos, anunció el aumento del salario mínimo a 1.320 reales (252 dólares) a partir de mayo y la elevación del mínimo no imponible de impuesto a las ganancias para quienes ganen más de 2.640 reales (505 dólares).
Lula afirmó que el piso del mínimo no imponible y el salario mínimo estaban congelados desde 2016, cuando fue destituida Dilma Rousseff, tras lo cual gobernaron Michel Temer y Jair Bolsonaro.
El aumento del salario mínimo pasará de los 1.302 reales actuales a 1.320. El salario mínimo había sido actualizado en enero pero ahora estos 18 reales de diferencia lo dejarán por encima de la inflación de 2022.
“Vamos a establecer el aumento a partir de mayo y la nueva regla que había sido aplicada en mi anterior mandato (2003-2010). Además de reposición inflacionaria el salario mínimo tendrá incorporado el crecimiento económico, es la forma más justa de distribuir cuando se crece”, aseguró Lula.
“De nada sirve que el PBI crezca 14% y no distribuirlo. Es importante que crezca 5, 6, 7 por ciento o lo que sea y luego distribuirlo a la sociedad”, aseguró el exsindicalista.
Lula también hizo hincapié en cumplir la promesa de campaña de subir el mínimo no imponible de los actuales 1.900 reales a los 2.640 en la tabla del impuesto a la renta.
La política será progresiva hasta que la exención impositiva llegue a los 5.000 reales, unos 1.000 dólares.
El Gobierno organizó una fiesta con estudiantes universitarios en el Palacio del Planalto para llevar adelante uno de los más ambiciosos planes de la organización económica que Lula diseñó para el objetivo de reindustrializar al país en cuatro años: actualizó con aumentos de hasta el 220%.
“Nunca pensé que se podría retroceder en todas las áreas. Brasil sufrió un retroceso que nunca había ocurrido. Había gobiernos que no hacían las cosas pero el gobierno pasado se propuso destruir”, dijo Lula en un discurso que pronunció junto a sus ministros de Educación, Camilo Santana, y de Ciencia y Tecnología, Luciana Santos, al poner en marcha una actualización que estaba pendiente de 2013 en las becas universitarias.
Las becas de maestría y doctorado aumentaron un 40%: en el caso de las maestrías, las becas aumentaron del equivalente a 300 mensuales para 420 dólares, mientras que las de doctorado avanzaron de los 430 dólares a 620.
Las becas de iniciación científica en los cursos universitarios las becas federales aumentaron 75%, de 80 dólares a 140 dólares.
La inversión total de la actualización de las becas para las universidades públicas ascendió a 455 millones de dólares anuales.
“Estos días hemos recuperado 186.000 viviendas populares que habían sido abandonadas desde 2016 porque no quisieron entregarlas, vamos a hacer 2 millones de nuevas casas para la población para la franja que gana menos de 2 salarios mínimos (500 dólares) pero también para la clase media”, aseguro Lula.
El mandatario se refirió a la franja de la población que gana entre 1300 y 1900 dólares al cambio actual “que no está contemplada en la planificación del Estado”.
“La clase media no está contemplada en nada, al final se queda huérfana de madre y padre y sufre pagando mucho para acceder a una vivienda”, sostuvo Lula.
En ese marco, fustigó la reforma laboral hecha en 2017 durante el gobierno de Michel Temer tras la destitución de Dilma Rousseff y aseguró: “Trabajo intermitente, changas, no es trabajo, trabajo es salario con seguridad social, garantía del Estado”.
La reforma en la ciencia y tecnología para Lula persigue la idea de reindistrialización, teniendo en cuenta que en 1980 Brasil estaba en aquel año por delante de China y Corea en su parque y producción fabril.
“Queremos exportar conocimiento, inteligencia aplicada y alta tecnología y no apenas hierro, soja o maíz. Para esto hay que invertir en investigación. Esta actualización en las becas es apenas una reparación del desastre que hizo el gobierno anterior”, disparó Lula.
Télam
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este jueves el aumento del salario mínimo, la elevación del piso de ganancias para los trabajadores más pobres, una actualización de hasta el 200% en las becas universitarias para todos los niveles y desafió al presidente del Banco Central, el bolsonarista Roberto Campos Neto, a acompañarlo por el país a visitar al pueblo que sufre la miseria por causa de las políticas macroeconómicas.
En torno a estos anuncios, al cumplirse un mes y medio de mandato, que incluyó un intento de golpe de Estado el 8 de enero, el presidente brasileño protagonizó un nuevo capítulo en la puja con el titular del Banco Central heredado de la gestión Bolsonaro y con mandato hasta 2024 por una ley del Congreso, a quien fustiga por buscar enfriar la economía al haber mantenido en 13,75% la tasa de interés básica.
En una entrevista con la CNN Brasil, Lula evitó pronunciar el nombre de Campos Neto y lo llamó “este ciudadano”, como viene ocurriendo desde que el Banco Central se transformó en una trinchera del bolsonarismo y el mercado financiero que le reclama a Lula un plan fiscal para luego determinar si se relajan los controles inflacionarios.
“No me interesa pelear con un ciudadano que es presidente del Banco Central y que conozco poco. Ya lo vi una vez. Si el acepta, lo voy a llevar con mi gabinete a visitar los lugares más miserables de este país, lo voy a llevar a ver eso. Él tiene que saber que tenemos que gobernar para quienes más lo necesitan”, aseguró.
La declaración de Lula ocurre luego de que calificara de “vergonzosa” la tasa de interés básica de la economía de 13,75 % determinada por el Banco Central con el argumento de cumplir el 3,25% de inflación prevista para este año.
Campos Neto fue designado por el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) y tiene un mandato legal hasta fines de 2024.
Más tarde, en un acto en el Palacio del Planalto, Lula se refirió a la puja con el Banco Central y el mercado financiero: “Hay que cambiar el lenguaje: educación, salud, empleo, ciencia no es gasto, es inversión, cuidar la salud de un brasileño no es gasto, es inversión. Ellos creen que pagar intereses a los tenedores de bonos es inversión y consideran a la salud y educación un gasto”.
Campos Neto había defendido la independencia del Banco Central de los gobiernos electos y dijo el lunes que se oponía a cambiar la meta de inflación pero que esto puede ser discutido en el Consejo Monetario Nacional, del que forman parte el ministro de Economía, Fernando Haddad, y la de Planificación, Simone Tebet.
La Central Unica de Trabajadores inició una campaña para pedir la renuncia de Campos Neto acusándolo de favorecer al “rentismo” mientras que una encuesta de Quaest indicó el miércoles que el 76% de la población apoya la presión de Lula al jefe del Central para reducir la tasa de interés.
Allí, en el canal de cable que suele ser uno de los lugares por donde envía sus mensajes el expresidente Bolsonaro, desde Estados Unidos, anunció el aumento del salario mínimo a 1.320 reales (252 dólares) a partir de mayo y la elevación del mínimo no imponible de impuesto a las ganancias para quienes ganen más de 2.640 reales (505 dólares).
Lula afirmó que el piso del mínimo no imponible y el salario mínimo estaban congelados desde 2016, cuando fue destituida Dilma Rousseff, tras lo cual gobernaron Michel Temer y Jair Bolsonaro.
El aumento del salario mínimo pasará de los 1.302 reales actuales a 1.320. El salario mínimo había sido actualizado en enero pero ahora estos 18 reales de diferencia lo dejarán por encima de la inflación de 2022.
“Vamos a establecer el aumento a partir de mayo y la nueva regla que había sido aplicada en mi anterior mandato (2003-2010). Además de reposición inflacionaria el salario mínimo tendrá incorporado el crecimiento económico, es la forma más justa de distribuir cuando se crece”, aseguró Lula.
“De nada sirve que el PBI crezca 14% y no distribuirlo. Es importante que crezca 5, 6, 7 por ciento o lo que sea y luego distribuirlo a la sociedad”, aseguró el exsindicalista.
Lula también hizo hincapié en cumplir la promesa de campaña de subir el mínimo no imponible de los actuales 1.900 reales a los 2.640 en la tabla del impuesto a la renta.
La política será progresiva hasta que la exención impositiva llegue a los 5.000 reales, unos 1.000 dólares.
El Gobierno organizó una fiesta con estudiantes universitarios en el Palacio del Planalto para llevar adelante uno de los más ambiciosos planes de la organización económica que Lula diseñó para el objetivo de reindustrializar al país en cuatro años: actualizó con aumentos de hasta el 220%.
“Nunca pensé que se podría retroceder en todas las áreas. Brasil sufrió un retroceso que nunca había ocurrido. Había gobiernos que no hacían las cosas pero el gobierno pasado se propuso destruir”, dijo Lula en un discurso que pronunció junto a sus ministros de Educación, Camilo Santana, y de Ciencia y Tecnología, Luciana Santos, al poner en marcha una actualización que estaba pendiente de 2013 en las becas universitarias.
Las becas de maestría y doctorado aumentaron un 40%: en el caso de las maestrías, las becas aumentaron del equivalente a 300 mensuales para 420 dólares, mientras que las de doctorado avanzaron de los 430 dólares a 620.
Las becas de iniciación científica en los cursos universitarios las becas federales aumentaron 75%, de 80 dólares a 140 dólares.
La inversión total de la actualización de las becas para las universidades públicas ascendió a 455 millones de dólares anuales.
“Estos días hemos recuperado 186.000 viviendas populares que habían sido abandonadas desde 2016 porque no quisieron entregarlas, vamos a hacer 2 millones de nuevas casas para la población para la franja que gana menos de 2 salarios mínimos (500 dólares) pero también para la clase media”, aseguro Lula.
El mandatario se refirió a la franja de la población que gana entre 1300 y 1900 dólares al cambio actual “que no está contemplada en la planificación del Estado”.
“La clase media no está contemplada en nada, al final se queda huérfana de madre y padre y sufre pagando mucho para acceder a una vivienda”, sostuvo Lula.
En ese marco, fustigó la reforma laboral hecha en 2017 durante el gobierno de Michel Temer tras la destitución de Dilma Rousseff y aseguró: “Trabajo intermitente, changas, no es trabajo, trabajo es salario con seguridad social, garantía del Estado”.
La reforma en la ciencia y tecnología para Lula persigue la idea de reindistrialización, teniendo en cuenta que en 1980 Brasil estaba en aquel año por delante de China y Corea en su parque y producción fabril.
“Queremos exportar conocimiento, inteligencia aplicada y alta tecnología y no apenas hierro, soja o maíz. Para esto hay que invertir en investigación. Esta actualización en las becas es apenas una reparación del desastre que hizo el gobierno anterior”, disparó Lula.
Télam