10 nov 2018

MERCOSUR DEVALUADO

Brasil aprobó exenciones impositivas que impactarán en la Argentina
9 de Noviembre de 2018




Temer promulgó el plan Rota 2030 que otorgará créditos fiscales a automotrices locales durante los próximos cinco años estimados en un total de u$s 560 millones. La iniciativa es seguida de cerca por la industria automotriz argentina a la espera de acciones coordinadas con el país vecino.


Finalmente, Michel Temer promulgó una ley que otorga cientos de millones de dólares en incentivos para automotrices para que produzcan localmente y continúen desarrollando motores que funcionen a gasolina y etanol. La puesta en marcha de este plan, conocido como Rota 2030, impactará en la industria automotriz argentina, íntimamente ligada a lo que sucede en el país

La iniciativa reemplaza a Innova Auto, que había expirado a finales de 2017, y dará incentivos para mejorar la eficiencia en el combustible y la seguridad de los vehículos, además para inversión en investigación y desarrollo.

Las alternativas de la puesta en marcha de Rota 2030 son seguidas de cerca por la industria automotriz local sobre todo teniendo en cuenta los próximos pasos que dará el flamante presidente electo, Jair Bolsonaro. Lo cierto es que desde el sector automotriz nacional aguardan que se aborde una estrategia coordinada entre ambos países para aprovechar la nueva normativa adoptada por Brasil.

El país vecino supo ser uno de los cinco mayores productores mundiales de vehículos, pero ahora se recupera de una recesión de dos años que hundió las ventas de autos. Al ser el principal socio comercial de la Argentina, lo que sucede en Brasil impacta en nuestro país.

En Brasil la mayoría de las grandes automotrices cuentan con plantas de fabricación, beneficiándose de los aranceles que mantienen contenidas las importaciones. Según la ley, Rota 2030 tendrá una duración de 15 años y otorgará créditos fiscales durante los próximos cinco años estimados en un total de u$s 560 millones.

La mayoría de los autos en Brasil tienen motores flexibles que utilizan gasolina y etanol, un combustible producido con azúcar local. En ese punto, Rota 2030 reduce en al menos 3 puntos porcentuales el impuesto a los productos industriales aplicados a dichos motores. La ley también renueva incentivos para que la industria automotriz cuente con plantas de ensamblaje en la región más pobre del noreste de Brasil, donde Ford y Fiat tienen fábricas.

Si bien el proyecto de ley inicial de Rota 2030 contemplaba incentivos fiscales tanto para la industria local como para las importaciones de automóviles, el Congreso excluyó los incentivos para las importaciones, lo que plantea la posibilidad de que el programa sea cuestionado en un futuro no muy lejano.