17 ene 2019

LA ROSCA SIEMPRE GANA

ARGENTINA
En el 2018, otra vez ganó la banca. Ganancias extraordinarias de las entidades financieras por la devaluación y las tasas elevadísimas
17 de enero de 2019




En el acumulado 2018, los beneficios de las entidades financieras sumaron 153.978 millones de pesos. Imagen: Joaquín Salguero
El Banco Central informó que el sistema financiero casi duplicó las utilidades en once meses del año pasado en relación a igual período de 2017. Es uno de los pocos sectores que no fue afectado por la actual recesión.
Los bancos contabilizaron 10.598 millones de pesos en ganancias en noviembre pasado. Se trata de un incremento del 83,8 por ciento respecto del mismo mes de 2017. En el acumulado 2018, los beneficios sumaron 153.978 millones de pesos, con un avance de 99,1 por ciento. Las entidades financieras fueron favorecidas por la devaluación y el aumento de las tasas de interés a niveles máximos de los últimos años. También obtuvieron ganancias por la inversión en activos que ajustan por inflación. Los datos fueron publicados en el informe sobre bancos del Banco Central, que permiten observar que una de las pocas actividades que no entró en recesión el año pasado fue la financiera. La contracara es el fuerte retroceso de la economía productiva.

El documento del Central detalla los principales elementos que potenciaron las ganancias de la banca. Esta anotó en noviembre un ingreso global de 52.500 millones de pesos por intereses. Fue un avance del 88,4 por ciento interanual. En el rubro diferencia por cotización se anotó otra fuente de ganancias. Los ingresos por tenencia de activos dolarizados sumaron 5995 millones de pesos y marcaron un incremento del 479 por ciento.

Los bancos también incrementaron su patrimonio por las inversiones en Leliq. Estas letras de corto plazo se registran en el balance contable de la banca como títulos valores. El rubro anotó ingresos por 44.554 millones de pesos, con un incremento del 594,7 por ciento en relación con noviembre del 2017. Las Leliq hace meses que se negocian con tasas de interés muy elevadas, las cuales generan un importante negocio para los bancos. Las entidades financieras compran estas letras con los pesos depositados por sus clientes y obtienen ganancias de corto plazo con un rendimiento anualizado de casi el 60 por ciento. El Central apunta con esta política a frenar la emisión monetaria, contener el dólar y bajar la inflación. Las consecuencias están siendo la acumulación de una gran suma de pasivos monetarios (emisión futura) y recesión.

La inflación del 2018 fue la más elevada en 27 años. Los bancos supieron aprovechar la aceleración del proceso inflacionario para hacer negocios. Los activos ajustados por CER (indexados a los precios) generaron ingresos para la banca de 11.431 millones de pesos. Se trata de una suba del 823 por ciento interanual. Las entidades financieras son conocedoras de las crisis financieras de la Argentina y tienen una gimnasia contundente para cubrirse de la volatilidad e incluso generarla.

Las ganancias de los bancos no se detuvieron. El estancamiento del mercado interno, no obstante, se observó en algunos rubros del balance contable de la banca. Los cargos por incobrabilidad generaron pérdidas por 5698 millones de pesos. La cifra fue un 111,6 por ciento mayor respecto de la registrada el año anterior. Este aumento de la incobrabilidad se explicó por las elevadas tasas de interés que pagan los clientes de la banca en los préstamos. En noviembre del año pasado llegaron a ubicarse por arriba del 70 por ciento y dificultaron el repago de las cuotas.

Los individuos y las empresas endeudados enfrentaron un doble problema para cumplir con los créditos. Se encareció el nuevo financiamiento para repagar el crédito viejo, mientras que la mayor inflación restó ingreso disponible para cancelar los préstamos. Las financieras del mercado aprovechan la situación y cobran tasas de más del 100 por ciento por crédito a corto plazo para sectores no bancarizados.
El Central no muestra apuro por acelerar la baja de las tasas de interés y mantiene un esquema que potencia la recesión del mercado interno. Las tasas hace meses que se mantienen cerca del 60 por ciento, pese al fuerte desequilibrio que están generando por el aumento del stock de Leliq.