"La gente está cansada; y el modelo económico, agotado", afirma la secretaria ejecutiva de CEPAL
MADRID (Uypress) – 06.02.2020
(Foto: Twitter/@aliciabarcena)
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la mexicana Alicia Bárcena, llama la atención sobre el bajo crecimiento del continente en los últimos siete años y pone el foco en la productividad, “muy baja”. A punto de embarcar rumbo a Roma, a una cumbre de economistas convocada por el Papa, la secretaria ejecutiva de la CEPAL concedió una entrevista a Ignacio Fariza, de El País de Madrid.
"Con este año van a ser ya siete de crecimiento muy bajo [de América Latina], y eso debe ser una señal de alerta", afirma la economista.
"El contexto externo no ayuda, pero la región tiene un problema importante de productividad: es muy baja y no ha avanzado. Hay excepciones, claro, como Perú y Colombia, economías que sí crecen", agrega, y complementa diciendo que "a diferencia de muchos países asiáticos, América Latina ha perdido dos trenes: el de la política industrial y el de la innovación, dejando la toma de decisiones a las fuerzas del mercado. Está claro que ese modelo de desarrollo, sin una estrategia productiva, se agotó. Tanto en materia económica, como demuestra el bajo crecimiento, como en materia de distribución: que sigamos siendo la región más desigual del mundo quiere decir que no hemos sido capaces de repartir esa aparente expansión".
Para Bárcena, si bien los aspectos macroeconómicos han estado ordenados y estables, ello no es suficiente. "El problema es que no se ha diversificado la matriz productiva con conocimiento, con contenido nacional y con encadenamientos con pequeñas y medianas empresas. La gran fábrica latinoamericana de desigualdad sigue siendo la brecha entre compañías grandes y pequeñas" afirma esta mexicana nacida en 1952, y lo ejemplifica con un caso de su propio país: "El caso de México es claro: exporta más de 1.000 millones de dólares al día, pero eso no se siente en la sociedad".
También marcó la atención sobre el proceso de reprimarización que se está produciendo en varias economías de la región, especialmente en Sudamérica, destacando que estamos frente a países que dependen de pocos productos y pocos mercados.
Ante la pregunta de "¿por qué la política industrial ha sido, por muchos años, un anatema en Latinoamérica?", su respuesta es clara y contundente: "Por el neoliberalismo puro y duro; por la escuela de Milton Friedman. El consenso de Washington tuvo un gran impacto en países como Chile, y el resultado es una economía desigual y nada diversa. En general, el modelo económico que se ha aplicado en América Latina está agotado: es extractivista, concentra la riqueza en pocas manos y apenas tiene innovación tecnológica. Nadie está en contra del mercado, pero debe estar al servicio de la sociedad y no al revés".
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