TEL AVIV (ANSA/por Silvana Logrozzo)
12.08.2024
Imagen: ANSA/EPA
Fuentes de seguridad israelíes dijeron que es posible que los negociadores finalicen un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes durante las conversaciones del próximo jueves, en El Cairo o Doha, y que el acuerdo puede llegar a implementarse en los días siguientes.
Así lo informó el Canal 12 y añadió que Hamás estará representado en la cumbre (por otros negociadores) y, por lo tanto, los mediadores podrán viajar entre las dos partes.
Por la tarde, Hamás anunció que no enviaría a sus negociadores directos a las conversaciones del 15 de agosto.
Los países negociadores, directos e indirectos, Israel y Hamás están literalmente presionados para lograr un buen resultado en las conversaciones de Ferragosto (por el día festivo italiano, NDR) que decidirán sobre la tregua temporal en Gaza y la liberación de los rehenes.
Un acuerdo "todavía es posible", insistió el presidente estadounidense, Joe Biden.
En tanto, el flamante líder de Hamás, Yahya Sinwar, reveló que está "interesado" en llegar a un acuerdo, la mayoría de las indiscreciones de Washington, y de Jerusalén, dan a entender que los esfuerzos del jefe de la Casa Blanca están dirigidos especialmente al premier israelí, Benjamin Netanyahu, quien, a pesar de estar dispuesto a enviar su equipo de negociación, a Doha o a El Cairo, mantiene un silencio obstinado sobre sus verdaderas intenciones.
Un comportamiento que acrecentó las tensiones, hasta el punto de que la Casa Blanca está pensando en acusar públicamente a Netanyahu de haber perjudicado las conversaciones e impedido la liberación de los rehenes si todo sale mal, según informaron a Haaretz fuentes diplomáticas.
El acuerdo para un alto el fuego en Gaza "todavía es posible", dijo Biden en una entrevista con CBS, "el plan que elaboré, aprobado por el G7 y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, todavía es factible. Estoy trabajando literalmente en cada uno de ellos diariamente con todo mi equipo para que esto suceda y evitar una escalada hacia una guerra regional".
La declaración llegó el día en que los medios árabes anunciaron que el nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian, había convencido a Ali Jamenei de posponer el ataque planeado contra Israel hasta después de la formación del nuevo gobierno: Israel, sin embargo, continúa preparándose para todo, comprendido un eventual ataque conjunto de Irán, Hezbolá y sus aliados, llamado "la nube negra".
Mientras tanto, se supo que desde hace unos días Israel fue informado por Egipto y Qatar de las indicaciones procedentes de los túneles de Gaza: el líder de Hamás, Yahya Sinwar, está interesado en el acuerdo. Pero en Israel los analistas coinciden en que, por el contrario, "nadie puede entender cuáles son las verdaderas intenciones de Netanyahu".
Es decir, si pretende seguir manteniendo al país en el atolladero mortal de la guerra, manteniendo la coalición con los ministros de la derecha religiosa sionista Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich. O si quiere aprovechar la última oportunidad para llegar a un acuerdo con las milicias islámicas.
El comentarista israelí Israel Ziv resumió el estado de la cuestión: "La situación es la de una espera embarazosa para el país, mientras es bombardeado desde el norte y el sur después de diez meses de combates. Y demuestra que no hay disuasión. Continuar por este camino no conducirá a nada", explicó a Ynet.
Según los medios de comunicación, para el 15 de agosto están previstas "conversaciones de proximidad", en las que los dos equipos se sentarán en salas adyacentes y un mediador irá rápidamente entre las delegaciones.
Se espera que el equipo de funcionarios estadounidenses llegue a Medio Oriente en las próximas horas. Ya el sábado se filtró que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, también podría volar a la región.
Fuentes cercanas al expediente dijeron que sobre la mesa está la lista de rehenes aún vivos que Hamás podría liberar, la proporción numérica entre rehenes y detenidos palestinos que Hamás pidió ser liberados en el intercambio, y sus identidades. Elementos muy delicados en los que se concentran los mil temores por el plan de Ferragosto.
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