29 ago 2024

AL AMO NO LE GUSTA

Hundir a México: la estrategia de EEUU y la derecha mexicana

Álvaro Verzi Rangel
On Ago 28, 2024


Injerencia de Ken Salazar es inaceptable, respondió México


El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sostuvo que la relación con la embajada de Estados Unidos en México se encuentra en pausa tras las declaraciones injerencistas del jefe de esa misión diplomática, Ken Salazar, respecto a la reforma al Poder Judicial que se tramita en el Congreso de la Unión.


Salazar aseguró que la iniciativa representa un riesgo para el funcionamiento de la democracia de México, llamó a los legisladores a modificarla e incluso amagó con controversias y acciones por parte de su país si se aprueba en sus términos actuales. AMLO calificó el exabrupto como una burda actitud intervencionista, desafortunada e imprudente, y estimó que no se trata de una opinión personal del embajador, sino de la postura del Departamento de Estado.

Las expresiones injerencistas de Salazar provocaron que López Obrador determinara que las relaciones con esa misión diplomática y la de Canadá están en pausa:. “¿Cómo le vamos a permitir que él opine que está mal lo que estamos haciendo?”. Dos días después, la embajada afirmó que EEUU apoya el concepto de reforma judicial en México, “pero nos preocupa mucho que la elección popular de jueces no aborde la corrupción judicial ni fortalezca el Poder Judicial del gobierno de México”.

Simultáneamente, el Wall Street Journal acusó al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de “coquetear con la dictadura” por la reforma al Poder Judicial, en un artículo donde se exhiben “tres mentiras” como que la reforma al Poder Judicial le permitirá al presidente imponer a los jueces, magistrados y ministros, que el Instituto Nacional Electoral perderá su independencia y AMLO busca “aniquilar la división de poderes”.


La nota del WSJ hablaba de la necesidad de un “diálogo” de López Obrador con el embajador estadounidense en México. La respuesta del presidente fue inmediata: No hay posibilidades de diálogo por el tema de la reforma al Poder Judicial.

“Diálogo siempre debe de haber, el asunto es que los temas relacionados con México, pues nos corresponden a nosotros. No pueden venir extranjeros, ningún gobierno extranjero, a tratar asuntos que sólo corresponden a los mexicanos, es un principio básico de independencia, de soberanía”, señaló López Obrador.

La ofensiva contra el gobierno mexicano incluye comentarios de periodistas mexicanos de derecha como Carlos Loret de Mola, quien señaló, en su programa noticioso en el medio Latinus, que la gran preocupación internacional es que la Reforma Judicial de AMLO y la próxima presidenta Claudia Sheinbaum puede generar una crisis económica.

La periodista estadounidense Mary Anastasia O’Grady escribe “The Americas”, una columna semanal sobre política, economía y negocios en América Latina y Canadá, que se publica todos los lunes en el Journal.


O’Grady también comparó al kirchnerismo con “la peste bíblica”.

“Primero fueron los bancos internacionales, luego el gobierno de EEUU en la voz del embajador Ken Salazar, y este fin de semana fueron tres de los diarios más influyentes del mundo, tres diarios que leen los grandes inversionistas y que están levantando la voz sobre el desastre en el que se está convirtiendo el final del sexenio de López Obrador y el negro panorama para el inicio del de Claudia Sheinbaum”, dice Loret de Mola.

Desde Estados Unidos principalmente, se lanzaron advertencias de que la Reforma Judicial va a “dinamitar” el estado de derecho, y le va a pegar a la economía. Ahora, alertan sobre los riesgos que implica dar continuidad a la política energética de López Obrador, quien supuestamente apuesta a las energías sucias, pone trabas a la competencia, a la inversión, y pretende seguir destinando dinero a la estatal petrolera Pemex.

Pero lo que queda en claro es que la oposición derechista, al no poder cambiar la interpretación constitucional a su favor, busca desestabilizar la economía mexicana para afectar al gobierno.

Loret de Mola, uno de los repetidores mexicanos de la campaña, califica a Pemex como “barril sin fondo”, y dice que, es la empresa petrolera más endeudada del mundo. La campaña tiende a crear una matriz de opinión favorable a la privatización del petróleo mexicano, por la que trabajan desde hace años las trasnacionales estadounidenses.


La estrategia de la oposición –ayudada por los interesados medios estadounidenses- incluye acciones irresponsables que atentan contra la estabilidad del país, especular en contra del peso mexicano para debilitar la economía, en la búsqueda de un clima inestable que les permita acercarse al poder, aunque constitucionalmente deben esperar seis años más.

A sabiendas que la oposición continuará utilizando su influencia financiera para desestabilizar al gobierno, ya que no tienen poder en las urnas, y más allá de lo que pueda decir o hacer al actual mandatario, le corresponde también a su sucesora, Claudia Sheinbaum, redoblar esfuerzos para tranquilizar a los inversionistas y asegurarles que las reformas no llevarán a una dictadura.

Asimismo, López Obrador descartó los amagos en el sentido de que esa reforma dañaría el T-MEC, “y aun cuando así fuera: México es una patria libre, independiente y soberana, eso está por encima de cualquier tratado”, dijo. Señaló que no hay ningún enojo o enfrentamiento con el embajador Ken Salazar –quien la semana pasada manifestó su abierto rechazo a la mencionada reforma y se dijo dispuesto a diálogo sobre el tema–, pero remarcó que Salazar no puede opinar ni pedir una discusión al respecto.


Ken Salazar y Xóchitl Gálvez, candidata presidencial de la oposición.

“No, si no es pleito, es nada más aclarar que somos países independientes y soberanos, muy respetuosos de nuestra relación de amistad, de cooperación, pero no es posible que un embajador extranjero opine lo que está bien o lo que está mal en nuestro país, esa no es la función de un embajador (…) él es muy buena persona, pero es una política y no siempre vamos a coincidir”, añadió el mandatario

“Es como si yo pido ir a Washington a dialogar sobre la venta de armamentos para hacer la guerra en el mundo. ¿Qué me tengo yo qué meter? (…) Este es un asunto de los mexicanos y se está resolviendo en las instituciones de nuestro país”, señaló.

AMLO dijo que el uso que se ha dado al tema del T-MEC como una especie de amago contra la reforma al Poder Judicial es una forma de tratar de darle la vuelta. “El tratado no es para que nosotros cedamos nuestra soberanía; el tratado es comercial, es para tener una muy buena relación económica-comercial que nos conviene a las dos naciones, pero no es para que México se convierta en un apéndice, en una colonia, en un Estado asociado”, remarcó.

Subrayó que aun en el caso de que hubiese sanciones a México, “nosotros los mexicanos tenemos que poner por delante nuestra soberanía, o sea, no podemos someternos. Es la historia de México, es el sacrificio de mucha gente por lograr una patria libre, independiente, soberana, eso está por encima de cualquier tratado”.

El Presidente sostuvo que el T-MEC conviene a las tres naciones de América del Norte (EEUU, Canadá y México) para convertirse en la zona económica y comercial más fuerte del orbe, para lo que también se debe incluir al resto 
del continente. Citando al “filósofo” Cantinflas (célebre actor cómico mexicano), reafirmó que ahí está el detalle: en que aprendamos a respetarnos, ahí está la clave de todo. Nos necesitamos mutuamente para crecer.




Hundir el barco

Mientras Donald Trump amenaza con hundir a México en una recesión con los aranceles por la inmigración ilegal, ante el fracaso de la oposición para lograr que los consejeros del Instituto Nacional Electoral le quitaran la mayoría calificada a Morena (el partido de gobierno, amplio vencedor de las últimas elecciones) a la mala, es decir, cambiaran la interpretación constitucional a modo de la oposición, su siguiente estrategia es hundir el barco completo. El país completo, señaló la columnista Viri Ríos en Milenio.

La estrategia, bosquejada en su versión más radical por la columnista del Wall Street Journal, consiste en “short Mexico”, es decir, utilizar una agresiva estrategia financiera para especular en contra del peso que suele quebrar economías completas. O’Grady sugirió hundir a la economía mexicana porque, como comentó Ciro Murayama en UnoTV, Morena logró la supermayoría en el Congreso “por medio de un fraude”.

Viri Ríos afirma que ésto evidencia que la escalada retórica de la oposición ya ha llegado a puntos peligrosos: “sus mentiras ya dejaron de ser simples hipérboles repetidas en sus medios afines y Youtube. Ahora, están atentando contra la estabilidad del país completo. Su irresponsabilidad es mayúscula”.


Explica que es muy grande el enojo de los opositores por su derrota que prefieren “echar el país por la borda, infligir un tremendo sufrimiento a los mexicanos y empobrecernos, antes que permitir que Morena siga ganando elecciones. Esto es grave y ante ello, Morena debe reaccionar con mucha inteligencia”.

La tarea de Claudia Sheinbaum, que comenzará su presidencia el primero de octubre, es redoblar su campaña para realizar reuniones uno a uno con inversionistas de alto calado a fin de comunicar los escenarios que vienen después de las reformas y el contenido explícito de ellas.

Debe quedar en claro que el resultado no será una dictadura, como los clarividentes de la catástrofe auguran, dice la columnista. A quien sea que le interese la estabilidad del país, incluídos muchos empresarios, debe dejar de repetir, sin mayor análisis, lo que dicen los opositores catastrofistas, sin interés en la estabilidad, porque no tienen poder en las urnas. Por el contrario, la inestabilidad les ayudaría a ganar elecciones. Su único poder es el dinero y ese poder es suficiente para hundir el barco, alerta Viri Ríos.

*Sociólogo y analista internacional, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)