21 ago 2024

LA DESTRUCCION NEO AVANZA

Argentina: El 63% de los chicos y adolescentes son pobres y el 16,2% son indigentes, la cifra más alta desde 2010

BUENOS AIRES (Infobae)

15.08.2024








Un estudio realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA) reveló que el 62,9% de los niños y adolescentes vive en situación de pobreza y el 16,2% se encuentra en la indigencia. Estas son las cifras más altas registradas desde 2010, según el informe que desarrolla la entidad educativa.

Tomando en consideración los datos publicados en el último censo oficial (2022), se deduce que hay 7.685.436 niños y adolescentes (de 0 a 17 años) en situación de pobreza y entre ellos, hay 1.979.397 que son indigentes.

Es importante aclarar que el estudio de la UCA presenta una medición de la pobreza multidimensional, basada en cinco aspectos del desarrollo de la infancia y adolescencia, mientras que el Indec elabora el índice de pobreza infantil de acuerdo a su propia metodología, con un rango etario que de los 0 a los 14 años. Por eso es que las cifras pueden ser diferentes entre un estudio y otro. El último dato publicado por el Indec (segundo semestre de 2023), señaló que la pobreza alcanza al 58,4% de los niños del país.

La investigación de la UCA, titulada "Trazando el Camino: Privaciones Estructurales, Avances y Desafíos en los Derechos de la Infancia y Adolescencia. Argentina 2010-2023″, da cuenta de las falencias básicas que tiene la población más joven del país. Se trata de una evaluación y monitoreo de los derechos de niños, niñas y adolescentes de la Argentina urbana durante los últimos trece años.

Desafíos de la pobreza estructural

Desde 2011 hasta 2023, se observó un aumento constante en la proporción de hogares y personas con dificultades para acceder a una canasta básica alimentaria o total, con un incremento más pronunciado en la pobreza. "El esfuerzo de los hogares y la cobertura de las políticas públicas han tenido un papel crucial en la mitigación de la pobreza, pero persisten desafíos estructurales en la economía que requieren atención, y que ejercen un fuerte impacto en las estructuras de oportunidades de los hogares y sus miembros niños, niñas y adolescentes", señalaron desde la UCA

El impacto de la pandemia por Covid-19 fue significativo y regresivo en muchas otras dimensiones como salud, educación, crianza, y socialización, y si bien fue difícil la reversión en los primeros años de la postpandemia, en 2023, se retorna más claramente a situaciones previas que, aunque están lejos de expresar situaciones de bienestar y efectivo cumplimiento de derechos representan mejoras relativas destacadas en algunos casos, aunque en el marco de persistentes desigualdades sociales.

Pobreza multidimensional

En el marco de los estudios, la UCA construyó un índice de pobreza multidimensional que establece un doble umbral de carencias, uno total y otro severo. "Con tal propósito, se seleccionan seis dimensiones de derechos: alimentación, saneamiento, vivienda, salud, información y estimulación/educación", explicaron.

En términos generales, se obtuvo que el 56,3% de los niños y adolescentes fue pobre multidimensional en 2023 según el umbral total. Es decir, más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes del país sufren al menos una privación de los mencionados derechos.

Por otro lado, el 16,1% padece pobreza multidimensional en niveles severos, proporción tan alarmante como la de indigencia monetaria infantil (16,2%). Estos números eran aún más elevados al inicio del periodo analizado (2010). "En este sentido, estamos en presencia de mejoras, particularmente en la pobreza multidimensional medida de acuerdo con el umbral severo. Esto es debido a los avances en indicadores del hábitat como el hacinamiento y la calidad de la vivienda y en materia de escolarización", indicaron.

Derecho a la alimentación

El 32,2% de los niños y adolescentes en la Argentina Urbana actual sufren inseguridad alimentaria. Es decir, no pueden acceder a alimentos nutritivos y variados por limitaciones económicas. Este índice está muy relacionado con el nivel socioeconómico: casi 1 de cada 2 niños y adolescentes pobres lo manifiesta al tiempo que, entre los no pobres, la incidencia no alcanza el 10%.

Entre 2010 y 2017, la inseguridad alimentaria ha permanecido estable en alrededor del 20% y luego ha pegado un salto importante en 2018 para alcanzar el tercio de la población infantil. Desde entonces, no ha bajado de esa cifra y tuvo un pico de 37,2% en 2020 en el contexto de la pandemia Covid-19 y el ASPO.

Los que sufren inseguridad alimentaria en términos severos representan el 13,9% en 2023. Estos declaran haber experimentado "hambre" por problemas económicos.

Derecho a la salud


El 55,8% de la población de niños y adolescentes no cuentan con obra social, mutual ni prepaga por lo que dependen exclusivamente del sistema estatal de salud para recibir atención médica.

De este 55,8%, 90% son del estrato social más bajo, 65,1% son del Conurbano Bonaerense y 65,4% son niños/as y adolescentes que pertenecen a hogares monoparentales. Por otro lado, si bien sigue siendo considerable la proporción de niños/as y adolescentes que no realizaron consultas médicas periódicas (17,3%) ni consultas odontológicas (35,9%) entre los 3 y 17 años, estos déficits se redujeron casi un 50% en comparación al año 2020.

Derecho a un hábitat digno

La vivienda debe brindar protección y servicios esenciales que son cruciales para el desarrollo infantil. Tres servicios básicos relevantes conforman el déficit de saneamiento: el tener acceso a agua corriente, contar con red de cloacas y tener inodoro con descarga. En 2023 un 39,5% padeció ese déficit, porcentaje que se mantiene bastante estable desde 2018.

Por otra parte, el déficit en las condiciones de medio ambiente alude a la presencia cercana al hogar de fábricas contaminantes, basurales, quema de basura y/o plagas. Asciende al 49,4% del total de niños y adolescentes y en los últimos años se ha incrementado a tal punto que se retrotrajo a valores cercanos al inicio del periodo en 2010.

Por último, deben mencionarse dos indicadores que aproximan otros problemas en el espacio de la vivienda. Las condiciones deficientes de construcción de la vivienda afectan al 18,7% de niños/as y adolescentes y el hacinamiento a un 18,7% y 18,4%, respectivamente.

Derecho a la educación

El 23% de los niños de 3 a 5 años se encuentran no escolarizados. La inasistencia a establecimientos de educación inicial es siempre más alta que la no concurrencia a la escuela primaria y secundaria. Sin embargo, desde 2010 se advierte una tendencia positiva en la asistencia a centros educativos en los más pequeños y que tiene la característica de ser común a todos los estratos sociales.

Por otro lado, el 82,6% de los niños y adolescentes entre 6 y 17 años asiste a una escuela de gestión estatal. En 2023, no parecen existir diferencias importantes en la cobertura de la educación primaria en comparación a la secundaria. "Donde sí se observan divergencias es entre estratos sociales. A medida que desciende el nivel socioeconómico, el desafío de cobertura por parte del Estado es mayor", analizaron desde la UCA.

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El costo de vida más caro de toda Latinoamérica
Por la inflación y el retraso del salario mínimo y cambiario desde diciembre


Un estudio de la UBA revela que Argentina es el país más caro de la región, midiendo los costos de una canasta básica en términos de salarios mínimos necesarios para pagarla



La canasta básica cuesta aquí un salario mínimo más que en Brasil. Imagen: Dafne Gentinetta

Argentina posee el costo de vida más caro de la región e incluso superior al de algunos países de la Unión Europea. Así lo revela una investigación del Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, en el que se observa que, incluso con respecto a Brasil, el segundo país más caro de la región, en Argentina se necesita un salario mínimo más para adquirir una canasta de consumo básica y dos salarios mínimos más si se considera en esa canasta el costo del alquiler.


El estudio evidencia, además, los costos elevados de alimentos, vestimenta y combustibles en Argentina, en comparación a otros países de América y Europa. La investigación toma en cuenta la capacidad para adquirir canastas de consumo, y bienes y servicios, con los salarios mínimos medidos en dólares para Argentina (tomado a tipo de cambio paralelo), algunos países de la región y otros de la Unión Europea.

El costo de vida promedio de una persona en Argentina es de casi 5 salarios mínimos, sostiene el trabajo. Si se descuenta el alquiler se reduce a 3 salarios mínimos. Si se evalúa el costo de vida de una familia tipo (pareja con dos hijos) en Argentina, se necesitan más de 14 salarios mínimos para poder adquirir bienes y servicios básicos y pagar el alquiler de un departamento de tres ambientes en la ciudad, de acuerdo a las mediciones para el estudio realizado por el centro de investigación de la UBA.

Al evaluar la posición de Argentina respecto a los países seleccionados de la Unión Europea (Portugal, España, Francia y Alemania), el informe concluye que la diferencia en costo de vida es aun mayor ya que, una persona requiere 2,5 salarios mínimos menos para acceder a una canasta de consumo básica y 3,5 salarios mínimos menos si se considera el alquiler de un monoambiente en la ciudad.

El informe recuerda que a partir del cambio de gobierno el 10 de diciembre del año pasado, se llevaron adelante varias medidas de política cambiaria, entre las que se puede destacar un incremento del 118% del tipo de cambio oficial y el establecimiento de devaluaciones pautadas del 2% mensual. Sin embargo, debido a la dinámica inflacionaria estas devaluaciones quedaron por debajo del ritmo de crecimiento de los precios, generando un encarecimiento de Argentina respecto al mundo (atraso cambiario).

Al observar "el costo de vida familiar, se puede concluir que este es sumamente elevado comparando con los países que siguen a Argentina (Brasil y Perú) necesitando aproximadamente 6 salarios básicos más que dichos países". Respecto a Europa, "una familia tipo argentina requiere, en promedio, 11 salarios mínimos más para comprar bienes y servicios básicos y alquilar".

Alimentos y bienes esenciales

el informe del Centro RA indica que "en Argentina se requiere en promedio del doble de ingreso para adquirir una canasta de alimentos de 2400 calorías diarias respecto a los países de la región, y casi cinco veces más de ingreso en promedio que en los países europeos para la misma canasta de bienes".

Destaca el informe que "Argentina se encuentra entre los 10 mayores productores mundiales de alimentos, por lo que los precios de estos dentro del país deberían ser bajos debido a la alta oferta", lo que está lejos de comprobarse en la comparación realizada con los precios de los alimentos en otros países.

"También la vestimenta es cara en términos relativos, debido a que se necesita casi tres cuartos de un ingreso mínimo para comprar un par de zapatillas mientras que en los países de la región este producto equivale, en promedio, al 23% de un salario mínimo y menos de un 7% de un salario mínimo en los países de Europa", agrega.

El precio del combustible también es incluido en el análisis comparativo del estudio. "En Argentina (0,90 dólar por litro) es menor al precio promedio internacional (U$D 1,32); sin embargo, éste es caro respecto a la región y a países de Europa si se mide en términos de ingreso. En Argentina y Perú se tiene que destinar mayor parte de un ingreso mínimo para adquirir un litro de gasolina (0.55% y 0.54% respectivamente), muy por encima del promedio de la región (0.33%) y de los países europeos (0,11%)".