“NO SOY OPTIMISTA”
Premio Nobel de economía critica «utopías» de Milei y anticipa el «caos» de EEUU con Trump
MONTEVIDEO (Mesa Américas/Sputnik/por Lucía Barrios)
13.11.2024
Imagen: Sputnik
El premio Nobel de economía James Robinson advirtió, en entrevista exclusiva con la Agencia Sputnik, que las políticas «utópicas» del presidente Javier Milei conducirán a un «desastre» en Argentina, y anticipó un futuro de «caos» en EEUU bajo la futura administración de Donald Trump. «(Las medidas de Milei) son utópicas. Él mismo usa esa palabra. Terminará en un desastre. Sus políticas son irreales y completamente desincronizadas con la sociedad», indicó el profesor Robinson, director del Instituto Pearson para el Estudio y la Resolución de Conflictos Globales de la Universidad de Chicago, EEUU.
En el caso de EEUU, indicó que Trump «entiende mejor que los demócratas muchas de las quejas políticas, por eso ganó. Pero no tiene políticas para resolver los problemas».
Asimismo, el premio Nobel advirtió que en EEUU ha comenzado a surgir un «populismo de tipo latinoamericano».
La Agencia Sputnik entrevistó Robinson en el marco de la visita del premio nobel a Montevideo, sede del congreso de economía más prestigioso de la región, que se realizará del 14 al 16 de noviembre en la Universidad de la República.
El trabajo de investigación de Robinson muestra que la pobreza y la desigualdad en América Latina están profundamente arraigadas en el colonialismo.
En su investigación, Robinson explica que las dinámicas de América Latina desde principios del siglo XIX pueden entenderse dentro del marco de las «economías extractivas», caracterizadas por derechos de propiedad y rentas derivadas de la explotación de recursos naturales, concentradas en una élite económica.
El investigador británico tiene un interés particular en el África subsahariana y en América Latina, y ha realizado trabajo de campo y recopilado datos en Bolivia, Colombia, Haití, República Democrática del Congo, Nigeria, Sierra Leona, Sudáfrica y Zimbabue.
Entre 1994 y 2022 impartió cursos en la Universidad de los Andes en Bogotá y publicó varios libros, como Orígenes económicos de la dictadura y la democracia y Por qué fracasan las naciones: los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza.
Pregunta: Usted ha mencionado que, aunque se han observado mejoras en los niveles de pobreza en algunas partes del mundo, esto no ha sido el caso en América Latina. ¿Por qué ha empeorado la situación de la pobreza y la desigualdad en la región?
Respuesta: Creo que ha habido una mejora en la pobreza, incluso en la desigualdad en América Latina, al menos según algunas mediciones. Sin embargo, la región sigue siendo la más desigual del mundo. Creo que esto se debe principalmente a la persistencia de instituciones económicas extractivas que todavía concentran las oportunidades económicas y los incentivos de manera muy estrecha, dejando a los ciudadanos promedio bastante marginados. Esto está profundamente arraigado en la historia.
P: Según su investigación, una sociedad tiene mejores posibilidades de escapar de la pobreza con instituciones políticas y económicas más inclusivas, pero puede caer más profundamente en la pobreza cuando está gobernada por una élite extractiva, cerrada y autoritaria que concentra los recursos entre unos pocos. ¿Cree que las élites extractivas son particularmente fuertes en América Latina?
R: Sí, absolutamente. Esto explica la desigualdad y la pobreza relativa del subcontinente. Las instituciones políticas han cambiado mucho en las últimas décadas y se han vuelto más democráticas, pero el tipo de democracia que se ha creado ha sido muy clientelista y muy personalista, y no ha llevado al tipo de construcción institucional que se necesita.
P: ¿Cuáles cree que son los principales obstáculos que enfrenta América Latina para reducir la pobreza y la desigualdad?
R: Las instituciones políticas y económicas extractivas. En nuestra teoría, la política es primaria. Diría que de particular importancia es el Estado y la construcción de instituciones estatales que sean capaces de trabajar con la democracia para hacerla más transformadora. Desafortunadamente, los políticos latinoamericanos, salvo quizás en Chile, Costa Rica y Uruguay, realmente no entienden la necesidad de implementación ni de construir instituciones. El presidente (Andrés Manuel) López Obrador, por ejemplo, está destruyendo instituciones en México para personalizar la autoridad.
P: ¿Qué papel juega la corrupción en obstaculizar el crecimiento económico y mantener la pobreza en América Latina?
R: Veo la corrupción como un síntoma de debilidad institucional. Creo que es mucho mejor centrarse en las instituciones.
P: ¿Existen ejemplos de países en la región que hayan logrado reducir significativamente la desigualdad? Si es así, ¿cuáles son y qué podemos aprender de ellos?
R: Chile en los últimos 30 años es un buen ejemplo. La Concertación (coalición de partidos de izquierda, centroizquierda y centro que gobernó entre 1990 y 2010) asumió el poder incluso en un sistema que había sido manipulado por los militares, con (Augusto) Pinochet (1973-1990). Construyeron instituciones y aprovecharon los precios de los recursos naturales para invertir en el país. Creo que lo que se puede aprender es que, para avanzar un país, se deben enterrar los intereses individuales, trabajar juntos y forjar un proyecto común para construir instituciones.
P: ¿Qué opina sobre la dependencia de muchos países latinoamericanos de las exportaciones de materias primas? ¿Es realista considerar una mayor diversificación económica?
R: La dependencia de los recursos naturales también es un síntoma de debilidad institucional. Creo que si realmente se pueden construir instituciones inclusivas, entonces se logrará la diversificación. Claro, eso puede suceder con las instituciones adecuadas, los latinoamericanos están llenos de ideas y potencial.
P: Dada la actual inestabilidad económica global, ¿qué papel cree que jugará América Latina en la economía mundial en la próxima década?
R: No soy optimista. Veo que el modelo de exportación agrícola y de recursos naturales continuará, pero el comercio global se va a contraer más a medida que China y EEUU luchan con aranceles, lo que reducirá los precios de las materias primas y significará un crecimiento más lento para América Latina.
P: ¿Qué opina de las propuestas económicas de Javier Milei en Argentina?
R: Utópicas. Él mismo usa esa palabra. Terminará en un desastre. Sus políticas son irreales y completamente desincronizadas con la sociedad.
P: ¿Qué medidas estructurales cree que podrían estabilizar la economía de Argentina a largo plazo?
R: No creo que sea un problema estructural, es un problema político. Los argentinos deben dejar de lado esta división entre peronistas y antiperonistas. Tal vez lo harán. El último Gobierno peronista (Alberto Fernández, 2019-2023) fue tan corrupto e incompetente que creo que ya nadie cree en el proyecto.
P: ¿Qué se puede esperar de EEUU en un Gobierno de Trump?
R: Mucho discurso y caos, creo. Trump en realidad entiende mejor que los demócratas muchas de las quejas políticas, por eso ganó. Pero no tiene políticas para resolver los problemas. Por ejemplo, culpar a los inmigrantes. Los inmigrantes no son responsables de los problemas de EEUU, así que perseguirlos no hará más que causar tristeza y dolor a las personas que son victimizadas.
P: Una vez usted dijo que hay una «latinoamericanización general de EEUU» ¿Qué significa eso?
R: Quiero decir que EEUU ahora tiene un populismo de tipo latinoamericano, personalista.
P: ¿Cuáles son tus perspectivas sobre la economía global en los próximos años?
R: Se ralentizará y habrá desglobalización. Es inevitable.
P: ¿Qué opina sobre los esfuerzos de desdolarización a nivel mundial y los sistemas financieros alternativos?
R: No lo veo sucediendo. Hay un enorme problema de coordinación y, ¿qué reemplazaría al dólar? ¿El rublo ruso? ¿Tal vez el euro? Creo que todos esperamos que las instituciones de EEUU puedan sobrevivir los próximos cuatro años y que el Partido Demócrata despierte. EEUU sigue siendo, de lejos, la economía más dinámica del mundo, está impulsando el cambio técnico y la revolución digital. Toda esa innovación sigue ahí. Eso me da esperanza. El problema es que lo que los magnates tecnológicos quieren, lo que está en su interés personal, solo es parcialmente el interés de la sociedad. No sé si podrán resolver eso.
Sputnik