Europa: El gas aumenta 25% por la baja de la producción eólica, el frío inesperado y los atrasos en proyectos de GNL
BRUSELAS (Uypress)28.11.2024
Foto: businessnews.com
Los precios del gas están subiendo en Europa y, aunque están muy lejos de los disparados por la guerra de Ucrania y el impactante giro en el suministro energético del continente, las subidas son reseñables: en lo que va de noviembre, los precios del contrato de referencia en el continente (TTF holandés) suben más de 25%, un 55% en 2024, permitiendo que alcance los 48,2 euros por megavatio hora, según informa El Economista de España.
Los mercados ya esperaban una plaza más estrecho en el viejo continente debido al posible corte del último gasoducto ruso a la UE (que pasa por Ucrania) y cuyo contrato expira con el último día de este 2024. También un invierno más frío que los últimos años ha ejercido una presión añadida a un mercado que se ha encontrado con más problemas de lo esperado. Sin embargo, la realidad está resultando peor que las previsiones.
Si bien hasta ahora las palabras Rusia y gas eran indisociables para hablar de la 'factura' del gas, finalmente otros factores están emergiendo e imponiéndose para un continente que ya ha alcanzado un relativo equilibrio frente a su vecino. A pesar de que supone un elemento clave, pues representa el 8% de las exportaciones del continente, esto está lejos del 40% que poseía antes de que Putin lanzase su ofensiva contra Ucrania. En ese sentido están emergiendo otros factores como los responsables de un aumento de las dudas en el mercado energético europeo.
Y no es solo que se haya producido un incremento estacional de precios. Las reservas de gas de la región están bajando más rápido de lo esperado. El Aggregated Gas Storage Inventory muestra que los tanques de gas ya están al 87%, una cifra que, aunque elevada, es la más baja en noviembre desde 2021, cuando la guerra de Ucrania provocó una auténtica disrupción del suministro. Para encontrar una cifra tan baja a estas alturas del año hay que irse a 2018, con el gas ruso fluyendo a toda velocidad por los gasoductos y garantizando, entonces, un suministro seguro sin esa necesidad tan imperiosa de tener las alforjas llenas.
Esta situación y las perspectivas de que puede ir a más los próximos días han provocado dos consecuencias, la primera, que los analistas están saliendo para actualizar al alza sus perspectivas del gas europeo para los próximos meses. Por otro lado, las empresas del sector, viendo en Europa el 'mercado premium' del gas están redirigiendo todos sus pedidos hacia el viejo continente, convirtiéndolo en la 'Meca' de los cargueros de GNL, que antes estaban yendo a Asia.
Así lo explican desde Energy Intelligence, la consultora energética, que comenta que "los precios medios de entrega de GNL hacia el sureste de Europa para dentro de cuatro a ocho semanas han saltado hasta los 14,3 dólares, lo que le ha dado, de golpe 50 centavos de ventaja sobre los pedidos a Asia". Para entender el "dramático cambio" que se ha producido, la firma comenta que solo un mes antes los pedidos a Asia superaban en dos dólares a los del viejo continente.
En consecuencia, Energy Intelligence comenta que "ya son seis cargamentos desde EEUU que se han desviado". Preguntando a los operadores el motivo de que embarcaciones norteamericanas como el Flex Vigilant, el Myrina o el Gaslog Windsor hayan cambiado su destino estos explican que "creemos que los precios del gas en Europa se mantendrán elevados hasta finales de año mientras que Asia esperamos un periodo más relajado". Una empresa asiática consultada en su último informe comentaba que "vemos que algunas grandes compañías han mantenido sus cargamentos del Atlántico en Europa y han rellenado sus posiciones cortas de cargamentos en Asia durante las últimas semanas y es posible que esto continúe durante un tiempo".
Goldman Sachs coincidía la semana pasada en su último informe con estas perspectivas y hablaba de unos precios volando por encima de los 77 euros por megavatio hora en el corto plazo en el peor de los escenarios. Mientras que para 2025, a medio plazo, revisaron al alza el precio medio hasta los 40 euros frente a los 34 que se habían marcado.
La firma recordaba que unos precios más altos afectarán a los hogares e industrias con unos costes más elevados "socavando los esfuerzos de recuperación económica y reavivando las presiones inflacionarias". Pero, ¿qué ha pasado? Aunque Rusia sigue teniendo un papel importante en lo que está sucediendo con los precios, la realidad es que esta vez se ha mezclado con otros problemas que se han dado prácticamente al mismo tiempo.
El 'general invierno' y el parón eólico
Las menores temperaturas son la amenaza de cada año, una amenaza que se ha venido dispersando año tras año a medida que unos inviernos templados iban desactivando esta amenaza. Sin embargo, este año parece que va a ser el elegido para que este problema se materialice. "Una ola de frío en el Atlántico ha intensificado la tensión en el mercado, con temperaturas bajo cero afectando al noroeste de Europa y al noreste de Estados Unidos", señaló Quantum Commodity Intelligence en un informe publicado el jueves.
Desde la EIA comentan que, al margen de la ola de frío que se ha experimentado, se espera que haya un cambio más contundente. "Una o más regiones del hemisferio norte podrían experimentar temperaturas invernales más frías este año, ya que los modelos meteorológicos apuntan a un posible cambio de El Niño a La Niña". Este cambio redunda en unas temperaturas más bajas.
"Aún estamos en el comienzo de la temporada de reducción de inventarios, por lo que el impacto del clima puede marcar una gran diferencia en las expectativas de escasez"
Por su parte el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas comenta que esperan un invierno más frío esta vez tras "dos periodos invernales históricamente cálidos". Desde EIA señalan que estos dos años tan cálidos "contribuyeron al consumo relativamente bajo que se dio en el gas natural en Europa, que finalmente terminó materializando en los precios".
"Aún estamos en el comienzo de la temporada de reducción de los inventarios, por lo que el impacto del clima puede marcar una gran diferencia en las expectativas de escasez el próximo año", dijo Sadnan Ali, analista de petróleo y gas de HSBC Holdings. Él espera que Europa salga de la temporada de calefacción con inventarios llenos en un 42%, muy por debajo del 59% del año pasado.
Todo esto se produce mientras la energía eólica ha visto caer su producción de forma realmente relevante, algo que ha tenido que sustituirse por gas. En Alemania, Polonia y Reino Unido las empresas nacionales de suministro eléctrico explicaron durante varios días de noviembre que recurrían a las reservas de gas para producir electricidad ante la menor generación eólica.
Problemas con la producción de GNL
Todo esto se ha mezclado con una ola de retrasos en el suministro de GNL. Esto se ve claramente en el anuncio de Total Energies, que esperaba que varios proyectos llegasen tan pronto como en enero de 2025 o a más tarde en febrero. Sin embargo han anunciado que llegarán en 2027. El motivo es la mala situación de las empresas de EEUU que se encuentran con aumentos de costes y falta de empleados (que ha derivado en incrementos salariales). Todo esto aderezado por el decreto de Biden en enero, que sigue vigente e impide aprobar nuevos proyectos, algo que ha desincentivando aumentos de producción de cara a un futuro de mayor demanda.
El anuncio de Total Energies no es el único caso, desde la EAI (Energy Information Adiministration) comenta que "hay posibles retrasos en los nuevos proyectos afectarían al suministro". Desde S&P Global comentan que "hay preocupaciones sobre el suministro dado que los retrasos en proyectos de GNL están limitando más de lo esperado el crecimiento de la oferta". Desde Kpler redujeron en su último informe el suministro mundial para 2024 en más de 0,7 millones de toneladas, hasta las 416,2 millones. la firma explicó que "esto se debió en gran medida al retraso en el inicio de proyectos".
La 'espada de Damocles' de Rusia sigue pesando
Sin embargo, Rusia sigue ahí como un factor totalmente clave. A falta de un acuerdo, el último gasoducto, el Soyuz, que pasa por Ucrania, dejará de estar operativo. Hasta hace poco había optimismo con la idea de que se pudiera llegar a un consenso, pero en las últimas semanas el pesimismo se ha disparado. Particularmente, después de que la empresa de gas austriaca OMV hablase ya de corte total de suministro tras el fallo contra Gazprom.
Por esta 'autopista' para el gas cruza el 5% del suministro del continente, es decir, unos 140.000 millones de metros cúbicos al año. Al margen de que esto puede suponer poca cantidad, es realmente crítico para países muy dependientes como Austria, Eslovaquia o Hungría. "La incertidumbre respecto al acuerdo con Rusia es un elemento fundamental sobre los precios del gas", comenta Energy Intelligence.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias