Eloy Osvaldo Proaño
On Nov 15, 2024
Deslucida por protestas ciudadanas y con una reunión de cancilleres, muchos llegados a Cuenca en sustitución de presidentes que decidieron no estar presentes y, en definitiva, reflejó el declive de la Cumbre Iberoamericana, mientras varios cientos de personas convocadas por sectores sociales abarrotaron una importante vía de esa ciudad colonial para protestar contra el gobierno del presidente derechista ecuatoriano, Daniel Noboa.
La 29 Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado, en la colonial ciudad de Cuenca, Ecuador recibió sólo a una figura presidencial de 22 integrantes. La noche del 13 de noviembre arribaron a Ecuador el rey Felipe VI de España y los presidentes de Portugal y Andorra, Marcelo Rebelo de Sousa y Xavier Espot Zamora. A última hora, el mandatario de Paraguay, Santiago Peña, también canceló su presencia. Pocos quieren fotografiarse en una cumbre fracasada.
Esta edición de la Cumbre Iberoamericana está ensombrecida por la celebración de otras citas internacionales: el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Perú ( a la que asisten los presidentes de Chile y Perú, Gabriel Boric y Dina Boluarte) y la del G20 en Brasil. Asimismo, revela la caída del concepto de “iberoamericanismo” que lleva a tiempos de la conquista española y portuguesa de América.
La canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, defendió la cita como «un pilar fundamental para impulsar la cooperación iberoamericana y dar seguimiento a los programas, iniciativas y proyectos que están en marcha». Uno de los objetivos de la cumbre será adoptar «medidas para el desarrollo sostenible», así como «iniciativas para el combate a la delincuencia organizada trasnacional”.
Una de las ausentes es la presidenta mexicana, la izquierdista Claudia Sheinbaum, cuyo país rompió relaciones diplomáticas y demandó a Ecuador luego del asalto en abril a su embajada en Quito para capturar al asilado exvicepresidente Jorge Glas. Tampoco participa el libertario presidente argentino Javier Milei, urgido de rendir pleitesía a Donald Trump.
La canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, defendió la cita como «un pilar fundamental para impulsar la cooperación iberoamericana y dar seguimiento a los programas, iniciativas y proyectos que están en marcha». Uno de los objetivos de la cumbre será adoptar «medidas para el desarrollo sostenible», así como «iniciativas para el combate a la delincuencia organizada trasnacional”.
Una de las ausentes es la presidenta mexicana, la izquierdista Claudia Sheinbaum, cuyo país rompió relaciones diplomáticas y demandó a Ecuador luego del asalto en abril a su embajada en Quito para capturar al asilado exvicepresidente Jorge Glas. Tampoco participa el libertario presidente argentino Javier Milei, urgido de rendir pleitesía a Donald Trump.
No sorprende la ausencia de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, que se puede sentir más cercano ideológicamente a Noboa, pero que Noboa, que en breve dimitirá para hacer campaña a las elecciones presidenciales que se celebrarán en febrero, calificara de “arrogante”..
Bajo el lema «Innovación, inclusión y sostenibilidad», la cita de Cuenca es una prueba para el gobierno de Noboa, cuyo país acoge por primera vez el encuentro agobiado por el racionamiento de la electricidad para paliar una sequía histórica y la violencia criminal.
El chileno Andrés Allamand, el secretario general iberoamericano, dijo en el discurso inaugural de la cumbre que el evento había sido un “éxito” y agradeció la organización a Noboa y Sommerfeld en una ciudad como Cuenca, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
“La idea del encuentro entre pueblos hermanos es, quizás, en estos tiempos de fragmentación y antagonismos más importante que nunca. El encuentro iberoamericano permite distinguirnos en un mundo en que explotan los conflictos, se ciernen amenazas, se perpetúan injusticias. El encuentro iberoamericano es el que permite la solidaridad y la cooperación entre nuestras naciones emplazadas en ambas riveras del Atlántico”, dijo Allamand.
“La inseguridad se ha instalado como la principal preocupación en muchos países, minando la confianza de las y los ciudadanos en la democracia y el Estado, y lo que es peor, entre ellos mismos. El crecimiento económico no va a alcanzar, según las proyecciones, un ritmo que permita crear oportunidades, sacar a la gente de la pobreza y ofrecer perspectivas de un futuro mejor. América Latina se enfrenta a una nueva década perdida”, añadió
Bajo el lema «Innovación, inclusión y sostenibilidad», la cita de Cuenca es una prueba para el gobierno de Noboa, cuyo país acoge por primera vez el encuentro agobiado por el racionamiento de la electricidad para paliar una sequía histórica y la violencia criminal.
El chileno Andrés Allamand, el secretario general iberoamericano, dijo en el discurso inaugural de la cumbre que el evento había sido un “éxito” y agradeció la organización a Noboa y Sommerfeld en una ciudad como Cuenca, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
“La idea del encuentro entre pueblos hermanos es, quizás, en estos tiempos de fragmentación y antagonismos más importante que nunca. El encuentro iberoamericano permite distinguirnos en un mundo en que explotan los conflictos, se ciernen amenazas, se perpetúan injusticias. El encuentro iberoamericano es el que permite la solidaridad y la cooperación entre nuestras naciones emplazadas en ambas riveras del Atlántico”, dijo Allamand.
“La inseguridad se ha instalado como la principal preocupación en muchos países, minando la confianza de las y los ciudadanos en la democracia y el Estado, y lo que es peor, entre ellos mismos. El crecimiento económico no va a alcanzar, según las proyecciones, un ritmo que permita crear oportunidades, sacar a la gente de la pobreza y ofrecer perspectivas de un futuro mejor. América Latina se enfrenta a una nueva década perdida”, añadió
Ausencias masivas
La razón de la ausencia masiva estaría en tres temas que la cancillería ecuatoriana no consideró: el asalto a la embajada de México en abril pasado, la grave inseguridad que vive la nación anfitriona, acentuada con un incremento inusitado de asesinatos violentos, y la crisis energética, que obliga al gobierno a cortar la corriente eléctrica 12 horas al día en promedio.Verónica Abada y Daniel Noboa
Poco antes de la inauguración de la “cumbre” circuló un comunicado de varios ex presidentes de tendencia conservadora (José María Aznar, Felipe Calderón, Eduardo Frei y Andrés Pastrana), además de tres ex presidentes ecuatorianos, para condenar la suspensión de la vicepresidenta, Verónica Abad, y pedir a la Organización de Estados Americanos monitorear la situación con la Carta Democrática Interamericana.
La cancelación de la delegación paraguaya ocurre por el escenario político y social inestable en Ecuador, mientras que desde la cancillería colombiana también se expresó que, tras las declaraciones de Noboa sobre la supuesta falta de solidaridad de Gustavo Petro con Ecuador, difícilmente se puede ser recíprocos.
Desde 1991 jamás hubo tan poca asistencia a una cumbre iberoamericana. Las de menor concurrencia registradas con 13 jefes de Estado fueron en Panamá en 2013 y en Cartagena 2016. En la anterior Cumbre Iberoamericana, celebrada en República Dominicana, participaron 16 jefes de Estado.
Mientras el rey de España y el presidente de Ecuador participaban de eventos sociales, en las calles de Cuenca se registraron movilizaciones En una «contracumbre», los manifestantes de 70 organizaciones sociales se detuvieron cerca de uno de los edificios que alberga el encuentro en el que los cancilleres iberoamericanos intentan concretar el documento de cierre que se discutirá el viernes en la sesión presidencial.
«Quieren maquillar toda esta crisis, vivimos una grave crisis energética. Aquí los pueblos que se encuentran presentes, sectores campesinos, obreros, estudiantes, colectivos urbanos, están alzando su voz», dijo Abigail Eras, del grupo ecologista Hakuna Kai.
Al grito de ¡Fuera Cumbre!, las organizaciones marcharon desde la Plaza del Herrero hasta el Museo de Chaguarchimbana, sede de la reunión internacional. La denominada Contracumbre comenzó el 13 de noviembre, con diversas actividades en la Universidad de Cuenca. Ahí se desarrollaron conversatorios encaminados a la construcción de un documento en el que, fundamentalmente, señalaban el rechazo a las políticas mineras y sociales de Noboa.
«Quieren maquillar toda esta crisis, vivimos una grave crisis energética. Aquí los pueblos que se encuentran presentes, sectores campesinos, obreros, estudiantes, colectivos urbanos, están alzando su voz», dijo Abigail Eras, del grupo ecologista Hakuna Kai.
Al grito de ¡Fuera Cumbre!, las organizaciones marcharon desde la Plaza del Herrero hasta el Museo de Chaguarchimbana, sede de la reunión internacional. La denominada Contracumbre comenzó el 13 de noviembre, con diversas actividades en la Universidad de Cuenca. Ahí se desarrollaron conversatorios encaminados a la construcción de un documento en el que, fundamentalmente, señalaban el rechazo a las políticas mineras y sociales de Noboa.
España
España, que no estuvo representada por el presidente del gobierno Pedro Sánchez, acudió a la cita de Ecuador cuando su relación es delicada con algunos países latinoamericanos.
El gobierno español se ausentó en la investidura de Sheinbaum el pasado 1 de octubre luego de que México declinara invitar al rey. La anterior administración mexicana, liderada por su mentor Andrés Manuel López Obrador, pidió a Felipe VI que ofrezca disculpas por la conquista sin lograr respuesta formal.
Los vínculos con Argentina también continúan secos, incluso después de que Madrid nombrara a finales de octubre un nuevo embajador en Buenos Aires tras la crisis diplomática desatada cinco meses antes luego de que Milei llamara «mujer corrupta» a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez. Argentina envió a la cita a una delegación de bajo nivel.
*Analista e investigador ecuatoriano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la