7 dic 2024

OTAN: DE LAS ANDANZAS A LA DERROTA

Ucrania, plan de ocupación y negocios

OTHER NEWS (Por Alejandro Marcó del Pont – El Tábano Economista)
07.12.2024



Foto: El Tábano Economista


 La economía ucrania está destruida ¿Quién cargará con el muerto?. La guerra en Ucrania ha puesto en juego mucho más que el control militar de su territorio, ha reactivado intereses históricos y económicos profundamente arraigados en Europa del Este.

Más allá del conflicto bélico, países como Polonia han mostrado un renovado interés en sus antiguas tierras orientales, buscando "borrar" las fronteras con Ucrania y anexionar territorios vecinos bajo una lógica de expansión territorial y económica. Pero Polonia no es el único actor involucrado; en esta disputa por el futuro de Ucrania, participan también potencias como Alemania, Rumania y Gran Bretaña, cada una con intereses geopolíticos y económicos concretos.

Informes especulativos atribuidos a la OTAN han sugerido una posible división administrativa de Ucrania en caso de una ocupación prolongada. Según estos informes, la costa del Mar Negro quedaría bajo influencia de Rumania; el centro y el este del país pasarían al control alemán; mientras que las zonas del norte, incluida Kiev, estarían bajo supervisión británica. Aunque esta división pueda parecer inverosímil, evoca estrategias de reparto territorial utilizadas en conflictos pasados, como la Operación Barbarroja durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Ucrania formaba parte de la Unión Soviética, o la fragmentación de Berlín en cuatro zonas de ocupación bajo el control de las potencias aliadas.

En 2022, The Washington Post publicó un informe que describía la guerra en Ucrania como "una batalla por la riqueza mineral y energética de la nación". Este análisis, basado en datos de la firma canadiense de riesgo geopolítico SecDev, destaca que las vastas reservas minerales de Ucrania representan un activo clave en el conflicto. Algunos líderes políticos en Occidente, como el senador estadounidense Lindsey Graham, han insinuado abiertamente que estas reservas deberían ser utilizadas como pago por la ayuda militar brindada a Ucrania. "Si ayudamos a Ucrania ahora, puede convertirse en el mejor socio comercial que jamás hayamos soñado", afirmó Graham, subrayando el interés económico detrás del apoyo occidental.

El Europa Council on Foreign Relations deja una frase que pinta en cuerpo entero la idea de la disputa por la riqueza de un estado fallido y endeudado, "aunque puede parecer ético dejar que los ucranianos definan los términos de la negociación, el resultado puede chocar con los intereses de seguridad más amplios de la UE".

Aunque Ucrania es reconocida por su importancia agrícola, su verdadero valor estratégico radica en su riqueza mineral y energética. Según el análisis de SecDev publicado por The Washington Post, Ucrania alberga 117 de los 120 minerales más utilizados en la industria global, con un valor estimado de 12,4 billones de dólares. Sin embargo, gran parte de estos recursos están actualmente bajo control ruso: el 63% de los depósitos de carbón, el 11% de los de petróleo, el 20% del gas natural, el 42% de los metales y el 33% de las tierras raras, como el litio. Esta situación no solo debilita la economía ucraniana, sino que también plantea riesgos para la seguridad energética de Europa, que depende de estas materias primas para diversificar sus fuentes de energía.

La ocupación rusa del territorio ucraniano tiene consecuencias directas para «la seguridad energética occidental" en realidad para la europea. A menos que los europeos puedan diversificar rápidamente sus fuentes de petróleo y gas, minerales y carbón seguirán dependiendo en gran medida de los hidrocarburos, americanos cataríes o rusos. 

Si en algún momento existió el riesgo de que el pueblo ucraniano no obtenga los beneficios de la explotación de esos materiales, ahora, entre apropiación rusa, la deuda existente y el accedió americano, las posibilidades son nulas.

Muchos creen que las materias primas como el carbón no son el futuro, son el pasado, y que el problema para el futuro es la pérdida de sus puertos. Pero el carbón tiene los yacimientos más abundantes de las zonas de Ucrania controladas por Rusia, con un valor simbólico como fuente histórica de energía, ya que las metrópolis regionales de Donetsk y Luhansk se construyeron a espaldas de mineros de carbón y trabajadores del acero. El carbón extraído alimenta las plantas de energía y parte de una red energética sobrecargada y debilitada por la guerra.

Pese a que los países participantes en la conferencia del clima de la ONU en Dubái se comprometieron a un abandono progresivo de las energías fósiles, en 2023 se batió el récord en consumo mundial de carbón, en el año más cálido registrado. En 2022 el consumo de carbón en la Unión Europea (UE) aumentó un 2%. Esto se debió a que los países de la UE sustituyeron el gas natural ruso por carbón

Si estas pérdidas fueran permanentes, que lo son, obligarían a lo que queda de Ucrania a realinear su economía, resultando una empresa casi imposible si debe pagar sus deudas. El intento más reciente de modernizar su red energética se vio frustrado por la guerra. Casi la mitad de sus plantas de energías renovables (incluido el 89% de sus parques eólicos) están ubicadas en territorios ocupados o zonas de conflicto.

Los negocios que quedan en disputa tienen que ver no con el país en sí, sino con recuperar los recursos bélicos y créditos invertidos por occidente en Ucrania. Las diversas zonas geológicas de Ucrania la convierten en uno de los 10 principales proveedores mundiales de recursos minerales, con alrededor del 5% del total mundial. Antes de febrero de 2022, Ucrania era un proveedor clave de titanio para el sector militar.

Posee una de las mayores reservas confirmadas de litio de Europa, es el quinto mayor productor de galio del mundo, esencial para semiconductores y LED, suministrando el 90% para la industria de chips de EE. UU. Cuenta con yacimientos berilio, que es crucial para las industrias de energía nuclear, aeroespacial, militar, acústica y electrónica, así como de uranio, posee importantes reservas de metales no ferrosos, como cobre (cuarto en Europa), plomo (quinto), zinc (sexto) y plata (noveno) entre otros.

La disputa esta entonces centrada en quien se queda con estos recursos, necesarios para Europa, pero son la carta de pago a los créditos americanos. En 2023 se hizo un relevamiento de las 1.000 principales compañías ucranianas. La mayoría de estas empresas están arraigadas en los sectores de los combustibles, la energía y la agricultura, predominantemente en el área metropolitana de Kiev. Los sectores más representados de las grandes empresas incluyen la industria alimentaria (139 empresas), el petróleo y el gas (115), la energía (104) y la agricultura (97).

La distribución geográfica de los recursos y las empresas clave en Ucrania ilustra el núcleo del conflicto. Kiev, por ejemplo, alberga el 52% de los ingresos de las 1.000 principales empresas del país, mientras que muchas de las regiones más ricas en recursos naturales están bajo control ruso. Este escenario refuerza la idea de que el futuro de Ucrania estará marcado por una compleja disputa geopolítica y económica, en la que las potencias involucradas buscarán maximizar sus beneficios. El resultado de esta disputa definirá no solo el destino de Ucrania, sino también el equilibrio de poder en Europa.


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