15 nov 2014

Narcopolítica: “Ya no se puede diferenciar quién trabaja para quién”

La periodista mexicana Marcela Turati lleva varios años reportando los efectos de la narcoviolencia en México, esa guerra interna que en la última década ya lleva 100 mil muertos y más de 27 mil desaparecidos. Desde uno de los cortes de carretera en el estado de Guerrero este miércoles, habló con Brecha.

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Foto: AFP, Yuri Cortez
Turati piensa que el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala significa un “punto de quiebre”, porque ha dejado en evidencia como nunca antes “el rostro más descarnado de la narcopolítica”. Pero lo más importante, dice, es que se le hizo una grieta a la impunidad y ahora el gobierno tendrá que enfrentar, bajo la lupa internacional, las denuncias de otras desapariciones “la efervescencia de otros papás, que ahora rompieron el silencio y salen a denunciar que a sus hijos nunca nadie los buscó”.
—El caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala ha despertado la indignación en un México acostumbrado a la violencia extrema. Hubo manifestaciones en 29 ciudades, marchas de decenas de miles de personas, protestas internacionales… ¿Qué tiene este caso de diferente al resto de las matanzas y desapariciones que se han denunciado en estos años?
—Llevamos desde el año 2006 viendo cómo se deteriora el país y cómo se vuelve más violento. Ya era violento en algunas zonas, pero se generaliza la violencia a partir de la declaratoria de “guerra contra las drogas” del ex presidente Felipe Calderón, que ha tenido un costo humano muy alto. Se calculan 100 mil personas asesinadas y más de 27 mil desa­parecidas. Ya habíamos visto hechos que nos habían impactado. En 2010 la masacre de unos estudiantes en Ciudad Juárez a manos de unos sicarios que los confundieron, luego la de los 72 migrantes de Tamaulipas; en 2011 en la misma zona se encontraron fosas con casi 200 cadáveres. El hallazgo de fosas comunes ha sido constante y es algo que incluso perdió notoriedad en la prensa, porque se normalizó. Pero en este caso sentimos que ha habido un punto de quiebre. Por muchas razones. El gobierno siempre dice: “Son narcotraficantes, se matan entre ellos”. Pero estos son estudiantes, son 43, es muy alto el número de víctimas. Hubo además otros tres asesinados. Iguala es de los lugares más pobres del país. Estudiaban en escuela normal rural de Guerrero. Estas escuelas defienden la educación pública contra las privatizaciones, son de ascendencia más socialista y sus alumnos son siempre los que están en las manifestaciones oponiéndose a las políticas privatizadoras. Fue a la vista de todos: los policías municipales los detienen, los torturan y se los entregan a los narcotraficantes. Había periodistas presentes. Fueron cuatro horas de balacera donde murieron seis personas, tres de ellos estudiantes. Al otro día apareció otro estudiante del grupo desollado y tirado en la calle. Estamos viendo el rostro más descarnado de la narcopolítica, vemos por primera vez en directo lo que ya sabíamos: hay muchas autoridades que trabajan al lado del narcotráfico o para el narco, o son lo mismo. Ya no se puede diferenciar quién trabaja para quién y quién infiltró a quién. En este caso la orden la dio un presidente municipal, del partido de izquierda. Y lo vimos casi en vivo.
Agrava lo que veníamos viviendo en el país, una fuerte crisis de los derechos humanos, sobre todo con las desapariciones de personas. Se ha intentado mostrar al mundo un México moderno y ocultar bajo el tapete a las víctimas. Con este caso, que es una desaparición forzada (porque actuaron funcionarios públicos y es masiva), se destapó el tema de las desapariciones. Ya lo sabíamos, pero ahora lo vimos casi en vivo.
—En esa lógica de la narcopolítica ¿qué interés puede tener el narco en asesinar o hacer desaparecer estudiantes que se manifiestan en una protesta? El trasfondo parece netamente político, ¿cómo se articulan?
—Muchas veces los narcotraficantes se alquilan, están al servicio del gobierno, de civiles o de empresas. Se alquilan para lo que se los necesite. Muchas veces están en la nómina de la policía, o por lo menos pueden usar sus uniformes y tienen permitido todo.
—¿Se podría decir que es el brazo criminal de la política?
—Sí, por un lado, y por otro intervienen de distinta manera en las campañas políticas. Llega un grupo de narcotraficantes y pone su candidato, porque los partidos están tan corrompidos que ofrecen las candidaturas a quien pueda pagarles la campaña. Otras veces pagan la campaña y piden a cambio el manejo de las policías municipales. O nomás llegan a algún municipio y les dicen que los van a dejar trabajar si les dejan controlar a la policía. En este caso quedaron claras muchas cosas. El presidente municipal tenía vínculos con esta pareja vinculada al narcotráfico, la señora tiene tres hermanos narcotraficantes. Dos de ellos fueron asesinados y uno de ellos era el jefe del cártel de Guerreros Unidos. Ella tenía contactos estrechísimos con ese cártel.
—Y esa práctica sucede también en otros estados…
—En algunas partes a los policías no les dicen policías, les dicen “polizetas”: porque están al servicio del cártel de Los Zetas. Estamos tratando de entender quién corrompe a quién. Ya no nos cabe que los pobres políticos sean víctimas de estos grupos. Más bien está pareciendo que los políticos son los que mandan y protegen. Vemos indicios cada vez más frecuentes de eso.
—¿Qué papel jugó el gobernador (renunciante) de Guerrero, Aguirre Rivero, del Prd, un partido de izquierda llamado a ser la alternativa al Pri?
—Era amigo y cómplice de esta pareja. Los dejó escapar y tenían negocios entre ellos.
—Los padres de las víctimas no creen en las versiones oficiales, de hecho este miércoles el grupo argentino de forenses que estudiaba los restos hallados en una fosa común descartó que fueran de los estudiantes desaparecidos. Muchos manifestantes aseguran que “fue el Estado” el responsable.
—El gobierno mexicano exhibe su incapacidad de responder. Se están sumando día a día exigencias de organismos internaciones pidiéndole que resuelva este conflicto. Las marchas en las calles no ceden, en todo México. Hay mucho enojo también por cómo se ha manejado este caso. No es nomás que no hicieron nada. Es el manejo político que se le ha dado, hubo declaraciones muy irresponsables, se ven algunas perversiones. Un día declaran que hay una fosa y que podrían ser, un día dicen que la fosa no tenía cuerpos y luego que sí, un día avisan a los medios que los quemaron… y los papás están pasando por emociones muy fuertes.
—¿Y qué está pasando hoy en Guerrero? ¿Estás ahí en este momento?
—Sí, estoy aquí en Guerrero. Hay unos 20 municipios ocupados por pobladores, apoyados por maestros y policías comunitarios. No hay ayuntamientos funcionando hasta que no aparezcan los jóvenes. Hay tomas de rutas, quemas de oficinas del gobierno y de sedes de partidos políticos. Recién venimos de una toma de casetas (peajes), que dejan pasar a los automovilistas gratis, la Autopista del Sol –la que conecta México con Acapulco– está cortada, hay manifestaciones en el aeropuerto internacional… Está muy movido…, y esto seguirá subiendo de tono. Los enfrentamientos son cada vez más constantes y violentos.
—Quedó en evidencia que existe una fuerte crisis institucional, ¿hasta dónde está en juego el cargo del presidente Peña Nieto?
—Creo que estamos lejos de eso, aunque todo puede pasar. Son 45 días y las manifestaciones no bajan. Todos esperamos que se detenga esta violencia. Se está manifestando gente de todas las clases, gente que no es la que sale siempre a manifestar, ha salido gente distinta que se siente muy indignada o que está descubriendo la violencia, que ya es inocultable. Ya lo sabíamos, pero ahora fue evidente. Llevamos años diciendo: “esto pasa, esto pasa”. Era muy efectiva la campaña de simulación del gobierno, de decir que aquí no pasaba nada. Pero ahora se destapó. Human Rights Watch declaró que México había tenido un retroceso de 30 años, que desde hace 30 años no se tenía una noticia como esta en Latinoamérica. El Pri es experto en simulación, vendiendo una imagen de que en México ya no había violencia, que estaba todo bajo control, que se trataba de casos aislados. Ahora eso cayó.
—Hace 30 años en Latinoamérica se daban este tipo de episodios, pero eran prácticas de las dictaduras, que pasaban por arriba de todas las garantías institucionales, pero el mexicano es un gobierno formalmente democrático.
—Eso es lo que decimos, esto no es una dictadura, pero esto pasa en la democracia mexicana, en el país moderno, y se trató de ocultar. Y un hecho importante que está sucediendo ahora es que luego de la desaparición de los estudiantes, muchos papás, que también tienen hijos desaparecidos, han salido por primera vez a las calles. Ayer mismo, gente que no se había atrevido a decir que era víctima de desaparición, rompió el silencio. Hubo una reunión de 70 familiares que llegaron a una iglesia a denunciar que ellos también son víctimas. En todo el país está la efervescencia de los familiares que salen a denunciar y dicen que a sus hijos nunca nadie los buscó. Y a pesar de que el gobierno ahora dice que tiene toda la fuerza del Estado buscando a los normalistas, es ridículo. Porque si esta es toda la fuerza del Estado ¿entonces qué Estado tenemos? Con toda la presión que hay ahora y con la lupa internacional encima, igual no han podido dar resultados. Es que nunca les importó el tema de las desapariciones de personas, llevamos años denunciándolas, cada vez más masivas y más frecuentes. Eran horrorosas las investigaciones, descubrir cómo las queman, cómo las torturan, cómo las echan en ácido… y cómo políticos, policías y militares están metidos en eso. Ahora se abrió esa grieta y quedó todo en evidencia.

Guerra sucia en Guerrero

“Guerrero es el Estado más afectado por las desapariciones de la guerra sucia de los setenta. Aquí es una zona guerrillera, aquí surgieron varias guerrillas (algunas todavía activas), es una zona movida popularmente, es la zona más pobre del país, con mucha movida social y manifestaciones. En los setenta nunca se investigaron las desapariciones, siempre hubo impunidad. Entonces cada vez que escarban buscando a estos estudiantes, hallan restos de otros años. Hay quien dice que ya no se quiere seguir buscando porque quién sabe todo lo que va a salir. Es un territorio muy golpeado desde los setenta por las desapariciones. No es casual que sea aquí, en esta zona tan dolida, que hayan desaparecido a los 43 estudiantes.”

Ficha

En sus crónicas y en su libro Fuego cruzado, Turati ha narrado la historia de las víctimas del narcotráfico en México. Buscando dar voz a aquellos que no tienen poder y acceso a los medios, ha sido colaboradora de periódicos y revistas de Perú, Chile, Colombia, Argentina, Uruguay, Ecuador y Estados Unidos. Ha sido premiada por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos y por la Fundación Nieman, de la Universidad de Harvard; este año recibió el Reconocimiento a la Excelencia Periodística que otorga la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo (Fnpi).
En 2007, junto a otros periodistas mexicanos, Turati creó la organización Periodistas de a Pie, grupo que se encarga de capacitar a profesionales mexicanos de la información en técnicas de seguridad digital y física, así como de darles herramientas de periodismo investigativo para cubrir temas de violencia.
http://brecha.com.uy/

La partera de la historia

El marqués de Olinda había zarpado rumbo a Corumbá en las primeras horas de la mañana. La orden de López debía llegar rápido. Así comenzaba la guerra que después se llamaría de la Triple Alianza, la guerra que cumple 150 años.

40 - Asalto de la primera columna brasileña a Curupaytí - Cándido López
Detalle de la pintura de Cándido López “Asalto de la primera columna brasileña a Curupaytí”
Hace siglo y medio la vía más segura para llegar desde Rio de Janeiro hasta la capital de la provincia de Mato Grosso era larga y acuática: había que bajar por el ­Atlántico hasta el Río de la Plata, después subir por el Paraná hasta el Paraguay y seguir su curso hasta desembarcar en Corumbá. Esa ruta venía haciendo el marqués de Olinda durante la primavera de 1864.
El navío era un vapor de casco de madera, de esos que tenían dos grandes ruedas a los costados. A bordo venía el coronel Federico Carneiro de Campos, nombrado presidente de aquella provincia. Dicen que traía 200 mosquetes, dinero del gobierno y un ingeniero, y que en las primeras horas del 11 de noviembre recaló en el puerto de Asunción donde el barco se detuvo hasta el otro día, se abasteció de carbón y descargó la correspondencia que traía.
Dicen también que una de esas cartas, escrita por un oriental, viajó hasta el campamento de Cerro León, donde Francisco Solano López, dictador de Paraguay, asistía al entrenamiento de 26 mil reclutas (“Muchos de los hombres no tienen más de 14 años de edad, y hablando en general, son extremadamente ignorantes, tanto en instrucción militar como en toda otra clase de instrucción”, escribía al Foreign Office el ministro británico en Buenos Aires Edward Thornton).
El motivo de las líneas que López recibió era anunciarle que finalmente los brasileños habían invadido el territorio oriental. El 12 de octubre habían tomado la villa de Melo y, desde el 26, la flota comandada por el barón de Tamandaré había bloqueado los puertos de Salto y Paysandú. Paraguay consideraría “cualquier ocupación del territorio oriental por fuerzas imperiales (…) como un atentado contra el equilibrio de los estados del Plata”, había advertido dos meses antes el canciller paraguayo, José Bergés, al embajador brasileño.
Hacía más tiempo todavía que los orientales intentaban convencer a los paraguayos de que ese riesgo existía y que sería conveniente sellar una alianza entre los dos países para frenar las ambiciones del imperio (y también de Argentina).
Montevideo tenía por qué temer. Los brasileños residentes en Uruguay eran muchos pero además poseían casi la tercera parte de las tierras del país. Los tratados de 1851, con los que terminó la Guerra Grande, les permitían llevarse el ganado a los saladeros de Río Grande del Sur sin pagar impuestos. Además traían esclavos a trabajar en sus estancias, lo que no sólo era aberrante e ilegal sino una forma desleal de competir con los hacendados uruguayos que no conseguían quien les trabajase por sueldos menores a diez pesos (cifra que equivalía al valor de un novillo).
Para eludir la disposición de 1851, el presidente Bernardo Berro había resuelto cobrar impuestos al traslado de ganado entre departamentos, con lo que sólo los que poseían sus estancias en la frontera disfrutarían de la exoneración dispuesta en los tratados. Para combatir la esclavitud ordenó a los jefes políticos de los departamentos (algo así como los intendentes) que para admitir el trabajo de “colonos de color introducidos del Brasil” exigieran que éstos se presentasen personalmente, exhibieran su carta de libertad, y les hicieran saber “que en la República no hay esclavos y que ellos como los demás habitantes son completamente libres sin otra obligación para con su patrón que las que se imponen por el contrato”, pacto que además no podría exceder los seis años.
El peligro se agravó cuando el 19 de abril de 1863 el caudillo colorado Venancio Flores, mentando muertos ajenos (los conservadores fusilados en Quinteros) e invocando al crucificado (pues Berro había estatizado los cementerios que hasta entonces estaban en manos de la Iglesia), inició su  “cruzada libertadora”. Flores tenía muchos amigos entre los hacendados del sur de Brasil y disfrutaba también “de la cálida simpatía del partido gobernante argentino” (para usar los términos de Thornton) porque había peleado de su lado contra los federales.
Pero terminó el gobierno de Berro sin que el dictador paraguayo se decidiese a nada. Atanasio Aguirre, blanco de la fracción Amapola (que había bloqueado los intentos de Berro por entenderse con Flores), fue el sucesor, y a pesar de haber sido informado por Thornton de que Brasil y Argentina venían planeando una intervención conjunta en Uruguay, no pudo o no quiso llegar a la paz con Flores, ni derrotarlo tampoco.
Argentina y Brasil tenían pendientes varias discusiones fronterizas con Asunción. Buenos Aires siempre había visto en ese país un probable aliado de los federales, y Rio necesitaba asegurarse la libre navegación del Paraguay para acceder a su provincia de Mato Grosso. A los dos les convenía también tener un gobierno encabezado por Flores en la orilla norte del Plata.
Y en Cerro León, el 12 de noviembre de 1864, López parecía sentirse  preparado para liberar la poderosa máquina militar en que había invertido tantos recursos (incluidos los necesarios para traerse unos 200 técnicos ingleses). Parece que el paraguayo admiraba a Napoleón III y –enterado de la invasión brasileña– decidió cumplir su palabra y seguir su destino.
El marqués de Olinda había zarpado rumbo a Corumbá en las primeras horas de la mañana. La orden de López debía llegar rápido. Asunción dista 57 quilómetros de Cerro León, pero el tren llegaba casi hasta el campamento. Había anochecido cuando el Tacuary, buque insignia de la armada guaraní, alcanzó al marqués de Olinda, intimándolo a rendirse.
Fue la primera acción de la guerra que después se llamaría de la Triple Alianza, la más cruel que haya sucedido en este continente, la nodriza de los ejércitos que destrozarían a Paraguay pero también darían la victoria a Buenos Aires sobre Argentina, a Rio sobre Brasil y a Montevideo sobre esta banda, garantizando las fronteras de unos estados donde –muy pronto– se compondrían leyendas patrias invocando orígenes más remotos.

Ayotzinapa y la nueva insurgencia cívica

Por Luis Hernández Navarro

ayotzinapa

El fuego devora un vehículo frente al palacio de gobierno de Chil­pancingo. En el chasis de otro derribado, sobre uno de sus costados, manos rabiosas pintaron: Justicia. Guerrero está en llamas. La lumbre que devora edificios públicos y automotores expresa la rabia y la indignación crecientes de cada vez más jóvenes en la entidad.
Es el termómetro de una insurgencia cívica y popular de largo aliento que sacude todo su territorio, y se extiende a más municipios y sectores. Es la evidencia de una ira que cada día que transcurre se radicaliza más y más.
En un primer momento las protestas se centraron a las autoridades locales y el Partido de la Revolución Democrática. Edificios municipales y las oficinas del sol azteca fueron incendiadas. Las flamas de la cólera se extendieron después contra el gobernador con licencia Ángel Aguirre. Hoy han alcanzado al presidente Enrique Peña Nieto. La exigencia de su renuncia es un clamor a lo largo y lo ancho de la entidad y del país.
Alrededor de 22 de los 81 municipios del estado están tomados. La cuenta crece cada día. Los plantones surgen como hongos en las plazas públicas. La revuelta no sólo obstaculiza el buen funcionamiento de los cabildos. La multitud analiza echar a andar gobiernos paralelos.
Como resultado del alzamiento cívico, la economía local funciona a trompicones. Los hoteles se han vaciado. Los interminables bloqueos carreteros estrangulan el transporte de carga y de pasajeros. El cerco a los grandes centros comerciales frena las transacciones comerciales.
Esta nueva insurgencia cívica y popular recuerda la vivida en la entidad entre 1957 y 1962, en contra del despótico gobernador Raúl Caballero Aburto y en favor de la democratización, a la que el gobierno federal respondió con dos masacres (Chilpancingo, en 1960, e Iguala, en 1962), y que culminó, años después, con la formación de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), conducida por el profesor Genaro Vázquez Rojas.
La revuelta actual tiene en normalistas, maestros, policías comunitarias y organizaciones campesinas su columna vertebral. Su larga tradición de lucha y su experiencia organizativa son el sustrato que sostiene la movilización. Sin embargo, el levantamiento va mucho más allá de ellas. En algunas regiones participan hasta empresarios.mex protesta en el zocalo.
En Guerrero existen desde hace 45 años organizaciones insurgentes. Según un recuento periodístico, desde 1994 se han manifestado públicamente 23 de ellas. Hay evidencias serias de la presencia y actuación de, al menos, cinco. Tienen implantación social en varias regiones, capacidad de fuego y experiencia en la acción. Varias han acordado formas de entendimiento y coordinación.
La expansión de la insurgencia cívico popular guerrerense ha sido acompañada y cobijada por un amplísimo y creciente movimiento nacional de solidaridad. El mundo universitario está en ebullición. Al menos 82 escuelas y centros de educación superior pararon exigiendo la presentación con vida de los 43 normalistas rurales desaparecidos. En las redes sociales son apabullantes las muestras de descontento contra Enrique Peña Nieto.
La estrategia gubernamental para enfrentar la crisis ha sido desastrosa. Error tras error, cada paso que las autoridades dan las acercan irremediablemente al borde del abismo. Incapaces de comprender la naturaleza de la insurgencia cívica que tienen frente a sí, han respondido echando mano de politiquería barata y maniobras burdas. Su apuesta de ganar tiempo y esperar un milagro tiene saldos cada vez más negativos.
Así aconteció con su último ardid. La versión de que los alumnos de Ayotzinapa habrían sido ejecutados, calcinados en un basurero de Cocula y sus cenizas arrojadas al río, de acuerdo con testimonios de presuntos integrantes del cártel Guerreros unidos, difundida por la Procuraduría General de la República (PGR), ha propiciado que los ánimos se exacerben aún más. Lejos de ofrecer una explicación convincente de los hechos, la conferencia de Jesús Murillo Karam causó más dudas y malestar. La arrogancia de su respuesta a las preguntas de los reporteros generó más indignación.
El gobierno federal pretende establecer un relato oficial de la masacre y una verdad jurídica para evadir su negligencia y responsabilidad en los hechos y librar posibles demandas internacionales en su contra. Busca ocultar que se trató de un crimen de Estado y de delitos de lesa humanidad. Sin embargo, su explicación está llena de omisiones, inconsistencias y contradicciones. No es creíble.
De frente, Felipe de la Cruz Sandoval, vocero de los padres de los normalistas desaparecidos, dijo al presidente Peña Nieto en el encuentro sostenido en Los Pinos el pasado 29 de octubre: Creo yo que si usted no tiene la capacidad para darnos la respuesta, ya también debe de estar pensando lo mismo que el gobernador de Guerrero.
No es el único que lo piensa. Una y otra vez, en las distintas movilizaciones que se producen en el país, la multitud corea dos consignas que sintetizan no sólo un estado de ánimo pasajero, sino las convicciones profundas de quienes las vocean. Al gritar ¡Fue el Estado!, señalan a quien consideran responsable de la barbarie. Al exigir ¡Fuera Peña! expresan lo que ven como vía de salida del conflicto. La insurgencia cívica y popular ha entrado a una nueva etapa.

Luis Hernández Navarro
, escritor y periodista mexicano, coordinador de la sección de Opinión del diario La Jornada. A mediados de los 70 fue organizador de sindicatos independientes. Fue fundador de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y asesor de organizaciones campesinas y cafetaleras. Participó en los Diálogos de San Andrés y fue secretario técnico de la Comisión de Seguimiento y Verificación para los Acuerdos de Paz en Chiapas.Es autor de los libros: Chiapas: la guerra y la paz (1995), Sentido contrario (2007), Siembra de concreto, cosecha de ira, Cero en conducta. Crónicas de la resistencia magisterial,
No habrá recreo. contra-reforma constitucional y desobediencia magisterial.

SACANDOSE LA CARETA

‘Decisiones Difíciles': Hillary Clinton admite su papel en el golpe de Honduras – Por Mark Weisbrot

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En un reciente artículo de opinión en el Washington Post, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton utilizó una reseña del último libro de Henry Kissinger, Orden Mundial, para dar a conocer su visión de “mantener el liderazgo de Estados Unidos en el mundo”. En medio de numerosas crisis a escala mundial, Clinton pidió volver a una política exterior con propósito, estrategia y pragmatismo. También destacó algunas de estas opciones de política en su autobiografía, Decisiones Difíciles, y la manera en que han contribuido a los retos que la Administración de Obama enfrenta ahora.
El capítulo sobre América Latina, en particular la sección sobre Honduras, una de las principales fuentes de los niños y niñas migrantes que están actualmente cruzando la frontera, ha pasado en gran parte desapercibido. En las cartas a Clinton y a su sucesor John Kerry, más de 100 miembros del congreso han advertido en varias ocasiones sobre el deterioro de la situación de seguridad en Honduras, especialmente después del golpe militar en el 2009 que derrocó al presidente democráticamente elegido, Manuel Zelaya.
Dana Frank, experta en Honduras, escribió en ForeignAffairs que el Gobierno posterior al golpe “recompensó a los partidarios del mismo con puestos altos en ministerios. Ellos abrieron la puerta, a su vez, para el agravamiento de la violencia y la anarquía…como las Naciones Unidas, Amnistía Internacional, la Organización de los Estados Americanos, y Human RightsWatch han documentado…”. La tasa de homicidios, ya la más alta del mundo, aumentó en un 50% de 2008 a 2011; la represión política y los asesinatos de los candidatos políticos de la oposición, organizadores campesinos, y activistas LGBT aumentaron y continúan hasta el día de hoy. Los feminicidios se dispararon. La violencia e inseguridad fueron exacerbados por un colapso institucional general. La violencia relacionada con las drogas ha empeorado en medio de denuncias de corrupción en los servicios de la policía y el Gobierno de Honduras. Mientras las pandillas son responsables de gran parte de la violencia, las fuerzas de seguridad en Honduras también han participado en una ola de asesinatos y otros crímenes contra los derechos humanos con impunidad.
Sin embargo, a pesar de esto, tanto bajo el liderazgo de Clinton como el de Kerry, la respuesta del Departamento de Estado respecto a la violencia y a la constante impunidad de la policía y el ejército ha sido en gran medida solo silencio, junto con la ayuda continua de los Estados Unidos a las fuerzas de seguridad de Honduras. En Decisiones Difíciles, Clinton describe su papel en el periodo posterior al golpe de Estado que ha llevado a Honduras a esta situación. Su cuenta de primera mano es significativa no solo porque contiene una confesión verdadera de un hecho importante, pero también porque contiene un falso testimonio crucial. No vamos a acusar a nadie de mentir; al igual que los houyhnhnms en Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift, quienes no tenían una palabra para mentir, solo digamos que ella ha dicho “lo que no es”.
En primer lugar, la confesión: Clinton admite que ella utilizó el poder de su oficina para asegurarse de que Zelaya no volviera a la Presidencia. “En los días siguientes [después del golpe] hablé con mis homólogos de todo el hemisferio, incluida la secretaria [Patricia Espinosa] en México”, escribió Clinton. “Nosotros establecimos las estrategias de un plan para restaurar el orden en Honduras y garantizar que elecciones libres y limpias se celebren rápidamente y de manera legítima, lo que haría que la cuestión de Zelaya sea irrelevante”.
Esto tal vez no sea una sorpresa para aquellos que han seguido de cerca el drama después del golpe (ver mi comentario de 2009 sobre el papel que jugó Washington ayudando a que el golpe tenga éxito aquí, aquí y aquí). Pero la historia oficial, la cual fue debidamente aceptada por la mayoría de los medios de comunicación, era que la Administración de Obama en realidad estaba en contra del golpe y quería que Zelaya retornara a la Presidencia.
La cuestión de Zelaya era cualquier cosa menos irrelevante. Líderes de América Latina, la Asamblea General de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales reclamaron vehementemente su regreso inmediato a la oficina. La posición desafiante y antidemocrática de Clinton provocó un descenso en las relaciones de Estados Unidos con varios países de América Latina, algo que ha continuado hasta la fecha. Se ha erosionado la cálida bienvenida y el beneficio de la duda que incluso los gobiernos izquierdistas de la región le habían ofrecido a la recién instalada Administración de Obama unos meses antes.
Ahora sobre la “cosa que no es”: Clinton informa de que Zelaya fue arrestado en medio de “temores de que se estaba preparando para burlar la Constitución y prorrogar su mandato”. Esto simplemente no es verdad. Como Clinton debe saber, cuando Zelaya fue secuestrado por los militares y fue transportado fuera del país en pijamas el 28 de junio de 2009, él estaba de hecho tratando de poner una votación consultiva en la boleta electoral, no una votación vinculante. La encuesta iba a preguntar a los electores si querían tener un verdadero referéndum sobre una reforma de la Constitución durante las elecciones previstas para noviembre. Es importante tener en cuenta que Zelaya no era elegible para candidatear en esa elección. Incluso si él hubiera conseguido todo lo que quería, era cronológicamente imposible que Zelaya prorrogara su mandato. Pero esto no impidió a la extrema derecha en Honduras y los Estados Unidos utilizar acusaciones falsas de manipulación de la Constitución para justificar el golpe.
Además de su audaz confesión y aceptación de la narrativa de la extrema derecha en el episodio hondureño, el capítulo sobre América Latina está considerablemente a la derecha de su propia trayectoria en la región como secretaria de Estado. Esto parece ser un cálculo político. Clinton corre poco riesgo de perder votos al admitir su papel en hacer que la mayoría de los gobiernos del hemisferio estén indignados frente a los Estados Unidos. Por otro lado, hay grupos de interés influyentes y bastante dinero de campaña para recaudar de grupos de presión derechista con enfoque latinoamericano, como los cubano-americanos de Florida y sus recaudadores de fondos.
Al igual que los 54 años del fallido embargo contra Cuba, la posición de Clinton sobre América Latina en su candidatura a la Presidencia es otro ejemplo de cómo la derecha ejerce una influencia desproporcionada en la política exterior de los Estados Unidos. Como también hemos visto en el caso de la lucha continua de la República Argentina contra los fondos buitre, estas influencias pueden ser sustanciales en ciertos momentos en los cuales incluso la mayoría de la clase política preferiría dejar que prevalezca la razón. Ni que decir del electorado, si es que tuviera una voz en estos asuntos.

14 nov 2014

Las claves y las cifras del escándalo de manipulación del mercado de divisas

LUIS VENTOSO@ABCECONOMIA 

Los organismos de control de Estados Unidos, Gran Bretaña y Suiza han impuesto una sanción de 3.400 millones de euros a seis bancos, entre ellos algunos de los mayores del mundo

Tras 13 meses de investigación, los organismos de control de Estados Unidos, Gran Bretaña y Suiza han impuesto una sanción de 3.400 millones de euros a seis bancos, entre ellos algunos de los mayores del mundo, por manipular los precios de referencia del mercado de divisas, el 40% del cual se mueve en la City de Londres.La nueva controversia llega un año después de los castigos a la banca por distorsionar el Euríbor y el Líbor, que se zanjaron el pasado diciembre con una multa de la Comisión Europea a seis entidades por 1.700 millones, cifra que marcó también un hito en su momento. ABC te explica las claves para comprender el escándalo:
- ¿Qué es el mercado de divisas?
Es el lugar donde se negocia el valor de las monedas. Compañías de todo el mundo e inversores individuales dependen de esos cambios para determinar sus contratos. Es una herramienta clave para el comercio mundial, que mueve 5 billones de dólares al día. El 40% del mercado mundial de divisas se concentra en la City de Londres, le siguen Estados Unidos (19%), Singapur (5,7), Japón (5,6) y Hong Kong (4,1).
¿Qué es el FIX?
Los precios de las divisas fluctúan a lo largo del día en un mercado continuo. Las empresas e inversores internacionales suelen tomar como referencia dos cierres del mercado de Londres, el de las once de la mañana y el London FIX, el cierre de las cuatro de la tarde en Londres, donde se fija un referente global clave basándose en los movimientos que se registran en los 30 segundos antes de las cuatro. Los operadores que manipulaban compraban a la baja y hacían subir el precio en la hora cumbre del FIX, jugando con la diferencia.
¿De qué acusan los reguladores a los bancos?
Autoridades reguladoras del mercado de Estados Unidos, Reino Unido y Suiza han sancionado a seis grandes bancos con una multa de 3.400 millones por permitir o no evitar que sus operadores manipulasen el mercado de divisas. Los sancionados son JP Morgan, Bank of America, Citigroup (estadounidenses); HSBC y RBS (británicos) y el suizo UBS. Las malas prácticas duraron de 2008 a 2013.
¿Qué hacían los operadores?
Se intercambiaban a través de un chat de internet información confidencial sobre compras de clientes, y se ponían de acuerdo para manipular el precio de esa divisa, haciendo caja con las diferencias. Varios han sido despedidos y se estudian posibles acciones penales
¿Cuál es la valoración de los reguladores?
La FCA, el organismo de control británico, afirma que se ha aplicado una multa récord porque «tenemos la convicción de que esos bancos estaban minando la confianza en el sistema financiero británico y poniendo su integridad en riesgo».

Los bancos afectados

PARAÍSOS FISCALES

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Juncker plantea una gran reforma fiscal ante el escándalo luxemburgués

El presidente contraataca con cambios impositivos contra la competencia desleal entre países

Juncker promete una revolucion fiscal en la UE / REUTERS-LIVE
Jean-Claude Juncker niega por tierra, mar y aire haber sido el arquitecto del alcantarillado en el que se convirtió durante años el régimen fiscal de Luxemburgo, capaz de atraer a multinacionales de todos los sectores con la promesa de ahorrarles los impuestos que deberían pagar en otros países. Tras casi una semana de atronador silencio, el nuevo presidente de la Comisión Europea se defendió este miércoles de las acusaciones por su presunta participación en un entramado de trajes a medida para reducir la factura fiscal de las grandes empresas durante su largo mandato como primer ministro luxemburgués. “No pido disculpas por lo que hice”, dijo ante la Eurocámara. “No se atrevan a describirme como el amigo del capital”, aseveró desafiante.


No se quedó ahí: pasó al contraataque. En un sensacional golpe de efecto, Juncker se sacó de la manga una ambiciosa reforma de la fiscalidad europea, para cerrar las innumerables rendijas legales que deja a las multinacionales. La gran empresa se permite hacer en Luxemburgo, pero también en Irlanda, Holanda, Malta, Chipre o Austria, ejercicios de contorsionismo financiero para pagar tipos impositivos muy bajos, de hasta el 1%, según las informaciones que han destapado 340 pactos opacos de multinacionales como Pepsi o Ikea con el Gran Ducado.
Juncker no dio una sola prueba creíble para resolver el reguero de dudas que ha dejado ese escándalo, que será objeto de una investigación a fondo por parte de Bruselas. En su comparecencia prefirió atribuir el “exceso de ingeniería fiscal”, en Luxemburgo “y en muchos otros países”, a la gran variedad de reglas fiscales nacionales, que permiten a las empresas pagar muy poco sin necesidad de violar ninguna ley. Y optó por un movimiento de contorsionismo político: a pesar de su extenso currículo luxemburgués, fue capaz de ponerse el sombrero de activista contra la evasión y el fraude fiscal con una batería de medidas de calado para las que necesita el apoyo de los socios europeos, siempre díscolos en estos asuntos.
Bruselas redoblará los esfuerzos para desencallar uno de los proyectos de la Comisión Barroso, la armonización de las bases fiscales del Impuesto de Sociedades para intentar evitar que las Haciendas europeas se hagan competencia desleal. En plena era de la austeridad, ese es uno de los boquetes por el que se escurren miles de millones de euros. El tipo impositivo medio de Sociedades en los países de la OCDE ha pasado del 50% en 1975 al actual 22,9%. Y a eso cabe añadir los trajes a medida que ofrecen hasta 22 países en Europa. Juncker propone hacer públicos esos acuerdos, que permiten a las multinacionales pagar impuestos prácticamente a la carta sin sentir vergüenza: “Estoy orgulloso de nuestra estrategia tributaria; se llama capitalismo”, ha llegado a asegurar el consejero delegado de Google, Eric Schmidt. Google paga un 2,4% de impuestos globalmente.
La fiscalidad es uno de los rompecabezas que debe resolver la UE para garantizarse una salida airosa de esta crisis de nunca acabar. Pero es terreno minado. La Comisión ya propuso armonizar los impuestos de sociedades en 2011, pero la negativa de los Estados miembros ha tenido ese proyecto olvidado en un cajón: la fiscalidad es competencia exclusiva de los países, y los socios solo dan pasos adelante a regañadientes. Ante esa indolencia, Bruselas ha activado una ofensiva por varios frentes. Las ayudas de Estado que investiga Competencia —con casos abiertos a Amazon, Fiat, Starbucks y Facebook en tres de los sospechosos habituales: Luxemburgo, Holanda e Irlanda—, los pactos para poner fin al secreto bancario o para mejorar el intercambio de información y directivas que deben aprobarse en breve y que introducen una cláusula para luchar contra los abusos. Bruselas ha conseguido incluso sortear el vetismo que suponía la regla de la unanimidad con acuerdos de cooperación reforzada, como el que ha permitido a 10 países avanzar para crear la tasa de transacciones financieras.
Con todo, Juncker deja un gran interrogante en el alero: como presidente del Eurogrupo patrocinó draconianos ajustes en la periferia con una mano, mientras con la otra cocinaba suculentos acuerdos fiscales que drenaban la recaudación fiscal de esos países y engordaban las arcas de la Hacienda luxemburguesa. “No todo lo que es legalmente posible tiene que ser necesariamente justo”, le criticó el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
El Gran Ducado es un lugar curioso. Con apenas medio millón de habitantes, aloja a 140 bancos: su sistema financiero multiplica por 12 el PIB del país. Y con Juncker —primer ministro durante casi dos décadas— aprendió a competir de tú a tú con el Double Irish (el sistema irlandés diseñado para captar empresas con competencia fiscal a la baja), el sándwich holandés (su equivalente en los Países Bajos) o cualquiera de los paraísos fiscales del Canal de la Mancha, que consideran a Juncker casi uno de los suyos. Nicholas Shaxon, autor del excelente Treasury Islands, calcula que hay más de 2,5 billones de dólares —el doble de la riqueza que produce España en un año— aparcados en vehículos financieros offshore.
“El gran capital tiene mejores amigos en esta casa que yo”, espetó Juncker a los eurodiputados en un momento de su intervención. Nadie le contradijo.

La dictadura militar brasileña causó 421 muertos y desaparecidos

La Comisión de la Verdad publica las primeras cifras oficiales



Umberto Trigueiros Lima, en la casa donde fue torturado en Río. / F.F (CNV )
Casi 30 años después del fin de la dictadura militar brasileña, comienzan a surgir las primeras cifras oficiales de muertos y desaparecidos. Las primeras conclusiones del informe que la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) presentará el 10 de diciembre indican que los militares fueron responsables de 421 asesinatos y desapariciones de adversarios políticos del régimen que gobernó el país de 1964 a 1985.
La lista de víctimas puede ser mayor ya que, según la comisión, las Fuerzas Armadas apenas han colaborado para esclarecer los hechos. Antes del inicio de las investigaciones, en mayo de 2012, los integrantes de la CNV estimaban que el régimen militar había causado entre 350 y 370 víctimas. La dictadura de Chile, entre 1973 y 1989, causó 3.065 muertos y desaparecidos, y la de Argentina, entre 1976 y 1983, cerca de 30.000.


Antes de la instalación de la CNV, ya se habían encontrado 181 cadáveres. En los últimos años, 32 más fueron localizados por familiares, policías, Ministerio Público y, uno de ellos, por la propia Comisión. Se ignora aún el paradero de 208 desaparecidos. Entre ellos figuran 70 de los que lucharon en la Guerrilla del Araguaia, uno de los principales movimientos contra la dictadura.
En esos dos años de investigaciones, la CNV identificó la existencia de centros ilegales de torturas usados por el régimen y recopiló pruebas del apoyo de los civiles a los militares. La comisión apuntó también que cerca de 80 empresas espiaron a trabajadores y sindicalistas a fin de de colaborar con la dictadura. Entre estas compañías, según un informe de la CNV, están las multinacionales Volkswagen, Chrysler, Ford, General Motors, Toyota, Rolls-Royce, Mercedes Benz, además de las brasileñas Petrobras y Embraer.
La identificación de los muertos y desaparecidos no implica que haya penas para los involucrados. La Ley de Amnistía, promulgada en 1979, perdonó los crímenes cometidos durante la dictadura. Liberó a más de 25.000 presos políticos y garantizó que los militares y sus seguidores no fueran juzgados. El informe final de CNV, en principio, servirá como un documento oficial que afirma que el Estado brasileño cometió violaciones de derechos humanos y crímenes contra sus ciudadanos.

Difunden la carta del FBI a Martin Luther King

"Solo hay una salida para ti, bestia"

Publicado: 13 nov 2014 |
La carta intimidatoria que el FBI envió al activista estadounidense Martin Luther King, en la que lo llama "bestia, anormal" y le insta a suicidarse, ha sido revelada íntegramente.
Con la intención de provocar el suicidio de King, el subdirector del FBI, John Edgar Hoover, escribió la misiva haciéndose pasar por un activista decepcionado y la envió poco antes de que el líder de los derechos civiles de los afroamericanos recibiera el Premio Nobel de la Paz en 1964, informa 'The Independent'.

Según la información, si bien ya se sabía sobre la existencia de este documento, conocido como la 'carta de suicidio', hasta ahora estaban disponibles solo versiones "muy censuradas" de su contenido.

La carta original, publicada en 'The New York Times Magazine', fue encontrada en el Archivo Nacional estadounidense por la historiadora Beverley Gage mientras investigaba sobre Hoover.

"La mayor parte de la carta se centra en la vida sexual de King, que el FBI supuestamente conocía, por lo que al parecer Hoover estaba dispuesto a usar este asunto en un intento por desconcertar a King", explicó Gage.

Además, la historiadora destacó que el documento estaba plagado de errores tipográficos, aparentemente deliberados. "Solo hay una salida para usted, bestia. Mejor que lo tome antes de que su fraudulenta, asquerosa, anormal (vida) quede al descubierto ante la nación", decía el director adjunto del FBI en la misiva.

Además se informa de que las acciones tomadas por el buró federal estadounidense para vigilar y desacreditar a King, asesinado en 1968, se realizaron al amparo del Programa de Contrainteligencia, cuyo propósito era investigar y desestabilizar organizaciones políticas disidentes dentro de EE.UU.

King, quien además participó como activista en numerosas protestas contra la Guerra de Vietnam y la pobreza, también era uno de los principales objetivos de la Agencia de Seguridad Nacional, que hacía seguimiento de sus llamadas telefónicas y telegramas.


Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/146871-difunden-carta-fbi-martin-luther-king