27 abr 2015

Surar Pharma: La verdadera historia detrás de la intervención del Posadas

Inhibida, clausurada y sancionada múltiples veces, la empresa -que está intervenida por la Justicia debido a un pleito entre sus socios- es investigada por la Anmat por "deficiencias críticas" en la producción de los medicamentos que distribuye a los hospitales públicos
Por Fabiola Czubaj | LA NACION



Planta clausurada. En Espinosa 1439/41 funciona una de las tres sedes de Surar Pharma que fueron clausuradas el viernes 17. Allí el personal sigue trabajando normalmente.


"La clausura se levanta la semana que viene." Así intentaron llevar tranquilidad a empleados y clientes los responsables de Surar Pharma, el laboratorio que la Anmat (máxima autoridad nacional en medicamentos) clausuró por "deficiencias críticas" el mismo día que el Gobiernoanunció la intervención del hospital Posadas. Médicos del Servicio de Neonatología de ese centro de salud habían informado en febrero que el antibiótico vancomicina, producido por ese laboratorio, no era eficaz y había provocado efectos adversos en tres bebes de terapia intensiva. A mediados de esta semana podrían estar los resultados de los análisis de las muestras de esa droga.

La empresa aseguró que presentó "espontáneamente" muestras a las autoridades regulatorias. Lo hizo luego de "enterarse por los diarios de que había habido un problema con el producto", dijo Javier Lucchetta, administrador de Surar Pharma designado por la Justicia debido a un conflicto entre los integrantes de la empresa propietaria. "En dos años inyectamos al mercado de genéricos hospitalarios no menos de 50 o 60 millones de ampollas y no menos de 6 millones de sachets de medicamentos. Si estuviéramos haciendo las cosas mal... ¿cuántas alertas de farmacovigilancia tendríamos que haber recibido? Si una empresa como Surar tiene un inconveniente técnico, saltaría instantáneamente por el volumen que produce", agregó Lucchetta. Además, dijo que lo citaron para mañana a una reunión con las autoridades del Instituto Nacional de Medicamentos (Iname/Anmat). Irá con Fabián Drunday, director de operaciones técnicas y gerente de producción del laboratorio. Drunday también trabajó en el Iname.

La clausura de dos plantas y un depósito de Surar Pharma se conoció el mismo día de la intervención del Posadas
"Presentamos un recurso de alzada por la clausura porque hubo errores de procedimiento. Las irregularidades existieron, pero los inspectores se tomaron unos días para presentarnos el informe de la inspección. Tuvimos cinco días para estudiarlo y no estuvimos muy de acuerdo, más con las cuestiones técnico-legales y administrativas que con las de producto. Pero nos hicieron el acta y dispusieron la clausura -agregó-. En el expediente no incluyeron nuestros descargos (presentados entre el 6 y el 15 de este mes). No pasaba por nuestra cabeza que cerrarían el laboratorio."

Ayer, profesionales que trabajan en los centros de atención primaria del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) de Tucumán informaron que el miércoles, a las 23, los directores recibieron por WhatsApp la orden de "decomisar y guardar los productos de Surar Pharma hasta que se pasen a retirar". Eran productos que estaban hacía más de seis meses en esos centros, según pudo conocer LA NACION.

La semana pasada, tras la clausura, los empleados de Surar Pharma trabajaron como siempre en las instalaciones de Luis Viale 961/63/65 y Espinosa 1439/41. Anteayer a la mañana, vecinos de la planta de Espinosa 1439 observaban con sorpresa, a pocos metros, sobre la misma vereda, cómo el personal limpiaba con afán y buen humor el ingreso de vehículos que conecta directamente con el pasillo donde están las salas con las llenadoras de ampollas y sachets. Lucchetta dijo que aprovecharon estos días para hacer arreglos pendientes y pintar.

"Adentro hay malestar, pero están todos tranquilos porque dicen que la clausura se levantaría la semana que viene. No es la primera vez que se clausura el laboratorio y lo vuelven a habilitar sin que los dueños cambien nada. Sólo maquillan los detalles que observó la autoridad sanitaria. Sabemos que una semana o diez días de suspensión no son tiempo suficiente para subsanar tantas fallas en los procedimientos", detalló a LA NACION una fuente que pidió reserva de su nombre y podía describir, con su teléfono celular en mano, lo que hasta el jueves pasado sucedía puertas adentro.

Falencias. A la izquierda, en un pasillo, los contenedores con ampollas que deberían estar almacenadas en un lugar con más cuidado; a la derecha, trajes y guantes, cubiertos de polvo.

"En la semana, en el sector se comentó que la clausura se levantará pronto, que es cuestión de días. Pienso que lo están haciendo trascender para evitar que les reclamen los cheques. Porque si llega a ser cierto y la semana que viene vuelven a funcionar, con todas las irregularidades que se detectaron tendríamos que ir todos juntos a quejarnos a la Anmat", dijo la vocera de uno de los principales laboratorios de genéricos del país. "Sería muy grave si eso ocurre. En 2011 hubo una denuncia que se silenció porque nunca vimos que retiraran sus productos del mercado ni se hicieran mejoras en las plantas", continuó.

El mercado de producción de genéricos, donde opera Surar Pharma, tuvo un crecimiento exponencial en los últimos años. El Estado fue el que más aprovechó la diferencia de sus costos con los de los medicamentos de marca. La Cámara Argentina de Productores de Medicamentos Genéricos y de Uso Hospitalario (Capgen) estima que más del 80% del consumo estatal de medicamentos se cubre con genéricos, que son los que otros laboratorios pueden empezar a producir cuando se vence la patente del de marca. Esto ocurre desde hace más de 20 años en el país y la condición es que sea tan efectivo y seguro como la versión original.

La diferencia de precios entre ambas versiones puede ser de hasta un 50%. Surar Pharma ofrece listas de precios para la venta a hospitales en grandes volúmenes de hasta un 30% más bajas en algunos productos que los laboratorios de genéricos más conocidos.

Ese crecimiento de la disponibilidad de genéricos, que en muchos casos son copias sin control de calidad de acuerdo con la queja de los laboratorios del mercado de marcas, llevó de la mano la expansión de otro escalón de la cadena, la distribución. Sólo entre 2010 y lo que va del año, se habilitaron en el país unas 500 droguerías, que son las intermediarias entre los laboratorios y los consumidores previos al usuario final. Gobiernos, farmacias, obras sociales y prepagas están entre sus clientes. Algunas de esas empresas fueron dadas de baja o recibieron algún tipo de sanción por incumplimientos de distinta gravedad, de acuerdo con los registros de la Anmat a los que tuvo acceso LA NACION. Otras formaron parte de causas por falsificación de medicamentos, como Lenity SA, relacionada con Pablo Schoklender. Ahí fue cuando el mercado de los remedios se volvió especialmente atractivo para la política.

Las sanciones que pueden recibir los laboratorios y las droguerías se describen en diferentes guías del Iname y la Anmat. Están las que utilizan los inspectores sobre las buenas prácticas de almacenamiento, distribución y transporte de medicamentos, así como la clasificación de deficiencias de cumplimiento de esas prácticas en cada una de esas etapas. La sanción más grave es la clausura, que ocurre cuando se detecta, por ejemplo, la adulteración de un producto.

El laboratorio Surar Pharma está habilitado para producir genéricos "en las formas farmacéuticas de inyectables y polvos estériles". No vende al circuito de farmacias, sino sólo a droguerías y a las provincias y la ciudad de Buenos Aires para sus hospitales.

El mercado de genéricos, donde opera esta firma, tuvo un crecimiento exponencial desde 2010; desde ese año, se habilitaron 500 droguerías especializadas
La clausura que Anmat dispuso el miércoles 15 de este mes, pero comunicó a las 48 horas cuando el Gobierno anunció sorpresivamente la intervención del Posadas, alcanzó también la prohibición de sus productos. "La Anmat recuerda a los profesionales de la salud y al público en general que la prohibición de uso y comercialización se extiende a todo el territorio del país y a todos los lotes de los productos que se encuentran en el mercado", indicó el organismo en un segundo comunicado el jueves pasado. Explicó que "la clausura preventiva se adoptó ante los incumplimientos de las buenas prácticas de manufactura constatados en la inspección realizada".

Esas faltas, de acuerdo con la disposición 2823 de la Anmat, incluyeron la salida al mercado entre enero y febrero "de por lo menos 12 lotes" del antibiótico colistina (ampollas de 100 mg), elaborados en la planta de Luis Viale 961/63/65 sin habilitación. Ese fármaco sirve para tratar la neumonía asociada con el uso del respirador en terapia intensiva. O que en la misma planta se elaboraba otro antibiótico, rifamicina, en forma de spray cuando la empresa aprobada para hacerlo era otra (Tetrafarm SA).

Además, en "la recorrida de la planta en la calle Espinosa 1439/41", según consta en la disposición, se fraccionaban ampollas cuando el lugar estaba habilitado para fraccionar solamente polvos, además de elaborar soluciones parenterales de 100 ml sin tener la autorización para hacerlo. También se detectaron "irregularidades en el sector de control de calidad", que incluyó hasta "una cucaracha muerta al lado de la mesada donde se encuentra la balanza analítica", de acuerdo con el relato de los inspectores del Iname.

Ésta no es la primera sanción que recibe la empresa, que funciona en la misma dirección de otro laboratorio que fue proveedor del Estado: Biocrom SA, según figura en los registros de Argentina Compra. Su entonces presidente, Hugo Edrosa, y su directora suplente, Cecilia Fernández, también abrieron los laboratorios Baires Pharma (2000) y Novax Pharma (2011).

En 2010, se publicó el cierre del proceso de quiebra de Biocrom. En su sucesora de actividades, Surar Pharma, que está habilitada desde 2007, existiría un litigio entre los socios: la familia Edrosa por un lado y la familia de Jorge Canossa por otro. Jorge y Cintia Canossa fueron los únicos accionistas que figuraron en el acta de 2009 de remoción de los entonces directores, Pablo Frasca y Diego Valero.

En octubre de 2010, la Anmat inhibió preventivamente a Surar Pharma hasta una nueva inspección que compruebe que en sus plantas se cumplen las buenas prácticas de fabricación. En noviembre se levantó esa medida. Al año siguiente, se informó en el Boletín Oficial un retiro preventivo del mercado de un lote de ranitidina de Surar Pharma (N° 130-173, con vto. 01-2014, 50 mg/5 ml inyectable) tras recibir reportes de "fiebre y escalofríos" en pacientes tratados, como ocurrió en hospitales de Corrientes y de Misiones. La investigación microbiológica en el hospital correntino de los productos que habían utilizado los pacientes infectados por la bacteriaBurkholderia cepacia rastreó el origen hasta las ampollas de ranitidina. Ese mismo año, se prohibió el uso y la comercialización de un lote del anticonvulsivante fenitoína. En 2012, ocurrió lo mismo con un lote de gluconato de calcio inyectable, un suplemento mineral con múltiples aplicaciones, luego de que el Hospital Universitario Austral elevara un reporte al Departamento de Farmacovigilancia de la Anmat. El análisis microbiológico de las muestras en el Iname reveló que las ampollas no cumplían con los ensayos de esterilidad. En 2013, el Iname sugirió el retiro del mercado de cinco lotes del mismo producto por tener "partículas en suspensión". En noviembre de ese año, la Anmat autorizó la reinscripción del antihipertensivo clonidina clorhidrato de Surar Pharma.

 
Ampollas. Fotografías a las que accedió la nacion muestran partículas y hongos en dosis de gluconato de calcio, un complejo de minerales muy utilizado en los hospitales, elaboradas por Surar Pharma.

Lucchetta dijo que el laboratorio no tuvo ninguna clausura desde 2012, año que coincide con la última inspección que recuerdan en la empresa. Las siguientes las recibieron en diciembre pasado "por el cambio de estructura en un área de polvos" y en marzo de este año. Esta última dio lugar a la medida de hace poco más de una semana. "La clausura de Surar Pharma no tiene nada que ver con la vancomicina del Posadas -insistió Lucchetta-. Nos enteramos de la decisión por el Boletín Oficial al día siguiente. Nadie de la Anmat nos informó tampoco lo del reporte de los médicos del Posadas."

Una coincidencia en las respuestas que se obtienen dentro y fuera de la empresa es sobre el tiempo que los empleados trabajan en el lugar. Que habría mucha rotación y, en promedio, no serían más de dos años. "Surar Pharma fue inhabilitada por el Iname en septiembre de 2010 y rehabilitada en noviembre del mismo año, aunque las numerosas deficiencias en la producción y el control de los medicamentos no fue reparada, sólo maquillada para pasar inspecciones no profundas", dijo una ex empleada.

"Desde entonces -continuó-, las irregularidades siguen y la empresa continúa funcionando. Claramente, es más económico y fácil fingir ante las autoridades que quieren hacer las cosas bien que asumir la responsabilidad de elaborar productos para las personas enfermas y cumplir con las normativas vigentes. Durante todo este tiempo, la Anmat prohibió la comercialización y el uso de numerosos lotes de fenitoína, ranitidina, gluconato de calcio, metronidazol y otros más, pero aun así la empresa sigue produciendo en las condiciones en las que se encuentra. Como se declara en la disposición de la Anmat N° 7548 del 27 de diciembre de 2012, ya existieron pacientes con infecciones rastreadas directamente hasta un producto."

En el recurso de alzada que presentó la empresa a la Anmat y el Ministerio de Salud el lunes pasado, según consta en el sello de Mesa de Entradas, Lucchetta solicitó como interventor judicial la "impugnación por nulidad absoluta" de la clausura y "la inmediata suspensión de los efectos y alcances" de la disposición. Reclama, también, que no se unificaron las actuaciones.

"En la teoría de sus dichos -se lee en ese escrito-, han tenido la potestad de clausura en sus manos desde el día 16 de marzo los inspectores, desde el 23 de marzo la jefatura del Departamento de Inspecciones, desde el 9 de abril la directora de Fiscalización y Gestión de Recursos y la directora de la Anmat, y desde el 10 del corriente el administrador nacional, y ninguno de ellos ha resuelto hasta el día 15 de abril ninguna medida precautoria. Como se ve, es absolutamente falsa la argumentación de la urgencia. Han contado con toda nuestra colaboración y nos hemos puesto y ofrecido al control químico de los productos."

Mientras, una de las fuentes, que pidió no ser identificada, sostuvo: "Es una responsabilidad moral denunciar este tipo de hechos hasta que alguien responsable escuche, investigue y tome medidas en el asunto. La vida de todos está en juego. Se trata de productos que llegan a los hospitales".

Pasado mañana, Capgen publicará una solicitada para informar a las autoridades sanitarias y la población que los laboratorios que integran esa cámara tienen la capacidad de aumentar la producción ante un posible desabastecimiento de medicamentos que pudiera causar el retiro de los productos de Surar Pharma

26 abr 2015

Se cumplen 78 años del bombardeo fascista sobre Guernica

Este 26 de abril se cumplieron 78 años del bombardeo llevado a cabo en 1937 por la legión Condor alemana y la Aviación Legionaria italiana sobre el pueblo de Guernica en el marco de la llamada “Operación Rügen”, un ataque aéreo que buscaba apoyar al bando fascista que combatía contra el gobierno democrático y constitucional de la Segunda República Española.
abril 26, 2015,





La repercusión internacional que alcanzó este bombardeo ha hecho que sea una masacre mundialmente conocida y considerada como un icono antifascista, la masacre de Guernica.

En un principio los sublevados atribuyeron la destrucción de la ciudad a los republicanos, pero pronto se reveló al mundo la realidad de los hechos debido a la presencia en Bilbao de varios periodistas ingleses de importancia como George Steer (The Times). El gobierno de Juan Negrín utilizó el bombardeo como insignia del antifascismo, adaptando Pablo Picasso uno de sus cuadros para la Exposición Internacional de París de 1937. Esta obra se convertiría en uno de los iconos más sobresalientes de la pintura del siglo XX y del antibelicismo.
El bombardeo

Guernica, capital cultural e histórica vasca, tenía antes del ataque una población de unas 5.000 personas, a las que habría que añadir un gran número de tropas, que se retiraban para preparar la defensa de Bilbao, y refugiados que huían del avance de las tropas fascistas. En ese momento no tenía ningún tipo de defensa antiaérea, aunque sí tenía tres fábricas de armas, una de ellas de bombas de aviación.

El 70% de los edificios de la ciudad fue totalmente destruido por el incendio, que no se pudo apagar hasta el día siguiente, y el 20% gravemente dañados (el arquitecto general de Regiones Devastadas contabilizó 271 edificios demolidos, lo que suponía el 74,4 por ciento de los existentes en la villa de Guernica y el barrio de Rentería).

El jefe del estado mayor de la Legión Cóndor Von Richthofen escribió lo siguiente tras su visita a Guernica:

“Guernica, villa de 5.000 habitantes, ha sido literalmente asolada. (…) Las bombas de 250 kilos derribaron buen número de casas y destruyeron las cañerías. Las bombas incendiarias tenían ahora tiempo para desplegar su eficacia. Las casas estaban construidas con cubiertas de teja, galerías de madera y entramado del mismo material, por lo que fueron completamente aniquiladas. (…) Aún se ven hoyos de bombas totalmente increíbles. (…) Así pues, sólo un completo éxito técnico de nuestras bombas”.

LibreRed

http://www.librered.net/?p=38395

La irresponsabilidad de Europa

“Europa debería hacer memoria antes de despachar con expedientes burocráticos las demandas que plantea el hecho de la inmigración”, afirma el autor.
 25 Apr 2015 
José Antonio Pérez Tapias – 
Miembro del Comité Federal del PSOE⎮Zona Crítica – El Diario⎮25/04/2015
A falta de otros lutos, las aguas del Mediterráneo cambiarán el azul por el negro a causa del dolor por tanta muerte. Se suceden los naufragios, se cuentan por miles los muertos, son cientos y cientos los ahogados… De vez en cuando, la magnitud de la tragedia la hace saltar más allá de las noticias ya desgraciadamente habituales, para ser revulsivo de una conciencia europea paralizada ante el final de tantos y tantos inmigrantes cuyo destino es esa gigantesca fosa común en la que se ha convertido el Mare Nostrum.
¿De qué hablamos, sin embargo, cuando decimos “nuestro mar”? ¿De quién? ¿De una Europa apostada en sus orillas que, ante la interpelación de tantas víctimas, parece sufrir el “síndrome de Pilatos” lavándose las manos? O peor, ¿de una Europa que mira para otro lado para no ver tanta muerte en sus puertas, la cual, como si tuviera el “síndrome de Caín”, parece decir: “es que soy yo acaso quien ha de velar por la vida de mis hermanos, los inmigrantes”? Una Europa que tiene blindada su conciencia moral y bloqueada su capacidad de decisión política es la que observa impávida tanta tragedia. Como si ella, inocente, no tuviera ninguna responsabilidad ante una cifra de muertos tan escandalosa como para poner en tela de juicio la construcción de un proyecto europeo para el que la inmigración es fenómeno periférico que no llega a alterar los designios que mueven su política. Es más, en la política europea no ha tenido cabida hasta ahora una verdadera política de inmigración; de suyo, ha habido despliegue de políticas de seguridad, de vigilancia de fronteras y, más allá de éstas, política internacional para que otros países, los de la orilla sur del Mediterráneo, hicieran el trabajo sucio no sólo del control, sino de la contención de los movimientos migratorios que tienen su meta en una Europa imaginada con tonos excesivamente paradisíacos. En verdad, una Europa mitificada en contraste con los países de origen de quienes de ellos emigran, asolados por guerras o empobrecidos hasta la extenuación. Ésos son los motores de la emigración que espolean los movimientos de personas que nos llegan como inmigrantes.
Cuando ocurre una desgracia como la que ha situado en torno a 900 las víctimas del hundimiento de una embarcación tan atestada como precaria, con la que el castigado pasaje de tan fatídico viaje trataba de alcanzar costas italianas, entonces se reacciona, por fin, desde los Estados ribereños y desde las mismas instancias de la Unión Europea, balbuceando con torpes palabras alguna propuesta política para al menos hacerse eco de tan terrible hecho. Italia, muchos de cuyos ciudadanos se ofrecen voluntariamente para atender a las personas inmigrantes que arriban a sus costas, denuncia por boca de su primer ministro que en verdad Europa la deja sola para hacer frente a tal situación de crisis humanitaria, desentendiéndose de eficaces y justas soluciones políticas a la cuestión migratoria que tiene planteada. Grecia, desde el sureste europeo también alza su voz en ese sentido, y el gobierno español aprovecha para decir su palabra, aunque no en el mejor sentido, entre otras cosas por su enfoque sobre la inmigración fundamentalmente en términos de seguridad y con más connotaciones represivas que abiertas a la acogida e integración. Más al norte, los países que para muchos inmigrantes son meta de su arriesgada aventura, ajenos a las urgencias humanitarias y a las medidas de inmediato freno a la inmigración ilegal, ponen el acento en medidas de control fronterizo y, en el mejor de los casos, en el obvio lugar común consistente en decir que hay que actuar sobre los lugares de origen de quienes de ellos emigran, aunque sin precisar en verdad cómo. Poco cabe esperar de reuniones de alto nivel, como el Consejo europeo de jefes de Estado y de gobierno, ante una tragedia de enormes dimensiones frente a la cual no se pasa de alicortas políticas de seguridad y extranjería. Europa, así, no sale de la irresponsabilidad en la que se halla instalada.
De suyo, si Europa quisiera dar adecuada respuesta a la cuestión migratoria, además de hacer frente a los perversos prejuicios que maneja sobre ella la demagogia populista, y de plantear con realismo crítico y voluntad de inclusión democrática cómo acoger a la población inmigrante, tendría que hacer un honesto ejercicio de memoria para abordar con rigor la inmigración que le llega, tanto del mundo árabe-musulmán como del África subsahariana. Europa debería hacer memoria antes de despachar con expedientes burocráticos las demandas que plantea el hecho de la inmigración.
Si de África salen a miles es porque el dominio, la pobreza, el hambre y las guerras, como jinetes apocalípticos, provocan que se trate de alcanzar al otro lado del Mediterráneo, cruzándolo, el horizonte de una vida distinta y mejor. Y, en el fondo de la realidad histórica, esos jinetes apocalípticos son los que dejó cabalgando el colonialismo destructor de las estructuras sociales y expoliador de las riquezas de esos países, el cual fue el que Europa practicó en nombre de una cultura occidental que en aras de la modernidad hasta negó la modernización allá donde llegó con su imperialismo. Respecto a culturas arrasadas y pueblos empobrecidos Europa debía hacer el ejercicio de memoria relativo a su propia responsabilidad, como premisa para hacer un planteamiento justo respecto a las migraciones que desde África emprenden el camino hacia el norte. No exige menor ejercicio de memoria, aunque relativo a hechos más recientes, la responsabilidad occidental, por acción u omisión, respecto a lo que sucede actualmente en el maltrecho Irak, en la torturada Siria o en el abandonado territorio de Libia, de donde salen a miles los que buscan asilo en los países que destruyeron a los suyos o que dejaron que se hundieran en el caos tras acabar con sus regímenes –despóticos, sí, pero destruidos en nombre de banderas democráticas a la postre reveladas como falsas–.
Así, pues, sólo recordando cómo se ha llegado a este presente puede empezarse a hablar con decencia acerca de cómo afrontar por parte de Europa una realidad de inmigración que, sin demagogias populistas, reclama un trato justo. Si en la Conferencia de Berlín de 1885 siete potencias coloniales se repartieron África para llevar a cabo un pillaje sistemático, al que tuvieron la capacidad cínica de llamar “misión civilizadora”, en este tiempo del siglo XXI han de promoverse acciones de signo contrario para, sin paternalismos, promover el verdadero desarrollo de pueblos que tienen el mismo derecho que los europeos a una vida digna.

La Comisión Europea cede a las presiones de EEUU en el TTIP y agiliza la entrada de transgénicos en Europa

La nueva propuesta de Reglamento sobre importación de organismos modificados genéticamente (OMG) de la Comisión Europea desmiente sus afirmaciones de que no se plegará a las presiones de EEUU sacrificando preocupaciones ambientales y de salud en aras del libre comercio.
Posted: 26 Apr 2015 01:07 AM PDT
Rebelión⎮25/04/2015
La Comisión Europea ha afirmado reiteradamente que los transgénicos quedarían fuera de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TTIP), y que este acuerdo en ningún caso pondría en peligro la seguridad de los alimentos en la Unión Europea [1]. Sin embargo, la propuesta de normativa de la Comisión de 22 abril 2015 constituye un claro intento de agilizar la entrada de OMG en la Unión Europea, y elimina de un plumazo la posibilidad de que los gobiernos puedan prohibir la entrada de este tipo de productos en su territorio por razones ambientales o de seguridad alimentaria. La propuesta de Reglamento de la Comisión se presenta como un avance en la “democratización” de las decisiones europeas sobre importación de OMG, pero en realidad supone un claro retroceso encaminado a agilizar el proceso europeo de autorización. Lo más grave, no obstante, es que elimina la posibilidad de que los países se acojan a la cláusula de salvaguardia que ha permitido a los gobiernos hasta ahora responder a las legítimas preocupaciones ciudadanas por cuestiones de salud y medio ambiente.
El proceso de autorización de OMG en la Unión Europea permite a la Comisión dar luz verde a un producto modificado genéticamente en caso de falta de acuerdo del Consejo. La Comisión ha utilizado de forma sistemática esta prerrogativa, aprobando nuevos OMG sin tener en cuenta las objeciones de los gobiernos y de la ciudadanía europea [2]. La propuesta de Reglamento de la Comisión reconoce este déficit democrático y propone cambiar las normas existentes, eliminando de la regulación comunitaria la citada cláusula de salvaguardia y permitiendo en cambio a los países prohibir el uso de OMG con fines alimentarios. Todo ello con la excusa de devolver a los países su capacidad decisoria.
A primera vista, esto parecería positivo. Pero no es así cuando se analiza la letra pequeña. La nueva normativa ni siquiera menciona el principio de precaución y no permitirá en ningún caso a los gobiernos alegar razones ambientales ni de salud para prohibir un OMG en su territorio. Además, establece claramente que toda prohibición estará supeditada a unas normas internacionales comerciales (sobre no discriminación a las importaciones, por ejemplo), que en la práctica dificultarán enormemente cualquier decisión en este sentido. De aprobarse, de hecho, la propuesta de Reglamento consolidaría un proceso de autorización cuya decisión última se sustrae al control democrático, y que otorgaría mayor peso decisorio a los dictámenes de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), cuyos conflictos de interés han sido criticados duramente por el Parlamento Europeo [3].
Paralelamente, la Comisión está contemplando la posibilidad de aprobar en los próximos días la entrada en la Unión Europea de 17 nuevos OMG para consumo humano o animal. Los nuevos OMG incluyen variedades de maíz y de soja tolerantes a distintos herbicidas, incluido el glifosato, clasificado recientemente por la Organización Mundial de la Salud como probable cancerígeno [4]. También está previsto renovar la autorización del NK-603, un maíz transgénico cuya aprobación en 2007 fue muy controvertida, al revelarse la existencia de datos que sugerían su posible toxicidad [5]. La Comisión podría dar luz verde asimismo en los próximos días a la entrada en Europa de varios OMG de los denominados de rasgos “combinados”, que incorporan varios caracteres transgénicos. Estos OMG han sido desarrollados por la industria en respuesta a la proliferación de super-plagas y de malas hierbas resistentes a los pesticidas utilizados en los cultivos transgénicos, y acrecientan la dependencia agrícola de agroquímicos tóxicos y su acumulación en los alimentos.
Por otra parte, en la evaluación de estos productos no se han tenido en cuenta los efectos sinérgicos que podrían producirse al combinarse varios de estos rasgos en una misma variedad. Todas estas propuestas vienen siendo consideradas en Bruselas desde hace algún tiempo. Pero resulta significativo el hecho de que la Comisión agilice su tramitación justamente coincidiendo con el inicio de la 9ª ronda de negociaciones del TTIP en Nueva York, y seguramente esta coincidencia no es casual.
Hasta ahora, un proceso más riguroso y lento de autorización en la Unión Europea ha supuesto la pérdida de un importante mercado para las exportaciones agrícolas más importantes de EEUU (la soja y el maíz), por lo que abrir los mercados europeos a las exportaciones estadounidenses de transgénicos es uno de los objetivos de las negociaciones del TTIP. Se trataría, ni más de menos, de una muestra de buena voluntad por parte de la Comisión Europea, que se pliega a las demandas de Estados Unidos -y de la propia agroindustria europea- en lo que respecta a regulación y aprobación de OMG.
La propuesta de Reglamento deberá someterse todavía a un largo proceso de debate y aprobación por parte del Parlamento y del Consejo Europeo. Por todo ello, las organizaciones firmantes reclaman la retirada de la propuesta de normativa sobre autorización de transgénicos con destino alimentario (y piensos), y exigen a la Comisión que cumpla sus promesas de democratización y no sacrifique la soberanía alimentaria, la salud de los ciudadanos y el medio ambiente a las exigencias del libre comercio [6].
Notas:
[1] Diario Público. Los transgénicos quedarán fuera del tratado comercial entre UE y EEUU. Disponible en: http://www.publico.es/internacional/transgenicos-quedaran-fuera-del-tratado.html
[2] Un claro ejemplo de ello es el maíz insecticida Bt 176 cultivado en España durante 7 años, autorizado por la Comisión Europea con 13 votos del Consejo en contra, ninguno a favor y la oposición rotunda del Parlamento Europeo, que criticó que “las consideraciones de tipo comercial hayan dominado tan obviamente el proceso de toma de decisiones”.
[3] Corporate Europe Observatory. The European Parliament demands stricter regulation of conflicts of interest at EU’s food safety authority. 3rd. April 2014. Disponible en:
[4] International Agency Research on Cancer. IARC Monographs Volume 112: evaluation of five organophosphate insecticides and herbicides. Publicado el 20 de marzo de 2015. Disponible en inglés: http://www.iarc.fr/en/media-centre/iarcnews/pdf/MonographVolume112.pdf
[5] De Vendomois JS, Roullier F, Cellier D, Séralini GE. A comparison of the effects of three MG corn varieties on mammalian health. Int J Biol Sci. 2009; 5:706–26.
Organizaciones, grupos y colectivos firmantes:
Plataforma Rural
ACSUR-Las Segovias; Amigos de la Tierra;Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI); ColectivoTierra de Campos; Colectivos de Acción Solidaria (CAS); Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU); Coordinadora de Organizaciones deAgricultores y Ganaderos (COAG); Ecologistas en Acción; Emaús Fundación Social;Entrepueblos; Fundación Global Nature; GRAIN; Movimiento de Jóvenes Rurales Cristianos; Movimiento Rural Cristiano; Mundubat; Perifèries; Sindicato deObreros del Campo (SOC-SAT); Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE);SODePAZ; Universidad Rural Paulo Freire (URPF); Justicia AlimentariaGlobal-VSF; Xarxa de Consum Solidari
Aragón sin Transgénicos y hacia la Soberanía Alimentaria
ASAP-Cat
Plataforma per la Sobirania Alimentària del País Valencià
Les Reperes Motivades
Plataforma Andalucía Libre de Transgénicos
Red de Semillas

Proyectos del Banco Mundial desalojaron a 3,4 millones de personas

IPS


20.04.2015

NACIONES UNIDAS (IPS/Kanya D'Almeida) - Entre 2003 y 2013, proyectos financiados por el Banco Mundial desalojaron de sus hogares, alejaron de sus tierras o desplazaron de otras formas a 3,4 millones de personas, reveló el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

imagen del contenido Proyectos del Banco Mundial desalojaron a 3,4 millones de personas
Foto: Abdurrahman Warsameh/IPS


Más de 50 periodistas de 21 países trabajaron durante casi 12 meses para analizar sistemáticamente el cumplimiento por la institución financiera multilateral de su promesa de proteger a las poblaciones locales de las consecuencias negativas de sus propios proyectos.
Periodistas de Ghana, Guatemala, Kenia, Serbia y Sudán del Sur, entre otros países, analizaron miles de páginas de registros del Banco Mundial, entrevistaron a decenas de personas, entre ellas exempleados de la institución, y documentaron meticulosamente más de 10 años de fallas en sus prácticas, que dejaron a agricultores pobres, residentes de tugurios urbanos, comunidades indígenas y pescadores indigentes sin empleo, sin hogar y sin tierra.
En varios casos, los periodistas del ICIJ encontraron que poblaciones enteras que vivían donde iba a localizarse un proyecto financiado por el Banco Mundial fueron sacadas a la fuerza de sus hogares, mediante el uso de la violencia o la intimidación.
Estos desplazamientos violan los Objetivos Gemelos del Banco Mundial, con sede en Washington, adoptados hace décadas.
Esas metas estaban destinadas a acabar con “la pobreza extrema mediante la reducción de la proporción de personas que viven con menos de 1,25 dólares al día a menos del tres por ciento de la población mundial para el año 2030”, y al mismo tiempo a “promover la prosperidad compartida mediante la mejora de los niveles de vida del 40 por ciento más pobre de la población en cada país”.
El Banco Mundial se comprometió a cumplir esos objetivos por vías “que de forma sostenible aseguren el futuro del planeta y sus recursos, promuevan la inclusión social y limiten las cargas económicas que heredarán las generaciones futuras”.
Lejos de hallar formas sostenibles de terminar con la enorme disparidad de la riqueza existente en el mundo, entre 2009 y 2013 los “prestamistas del Grupo del Banco Mundial inyectaron 50.000 millones de dólares a proyectos calificados con el mayor riesgo de generar impactos sociales o ambientales 'irreversibles o sin precedentes', más del doble que en el quinquenio previo”, aseguró la investigación del ICIJ.
“El Banco Mundial y su agencia encargada de los préstamos al sector privado, la Corporación Financiera Internacional (CFI), financiaron a gobiernos y empresas acusadas de violar los derechos humanos, como violaciones, asesinatos y torturas. En algunos casos, los prestamistas siguieron financiando a estos prestatarios luego de que saliera a la luz la evidencia de sus abusos”, añadió.
Casi 50 por ciento de los 3,4 millones de personas que fueron desplazadas física o económicamente por proyectos de gran escala, supuestamente dirigidos a mejorar el suministro de agua y electricidad o a reforzar las redes de transporte o energía en sus países, viven en África o en tres países asiáticos, China, India y Vietnam.
Entre 2004 y 2013, el Banco Mundial y la IFC prometieron 455.000 millones de dólares para la realización de 7.200 proyectos en el Sur en desarrollo. En ese lapso numerosas poblaciones afectadas en todo el mundo denunciaron que tanto los prestamistas como los prestatarios estaban violando sus propias garantías.
En Etiopía, por ejemplo, el equipo del ICIJ concluyó que funcionarios del gobierno desviaron millones de dólares de los 2.000 millones que el Banco Mundial dio para una iniciativa de salud y educación, y usaron el dinero para financiar una campaña con el fin de desalojar por la fuerza a dos millones de personas pobres de sus tierras.
Los proyectos financiados por el Banco Mundial desplazaron a más de 95.000 personas en ese país africano.
Intermediarios financieros
Un informe publicado a principios de este mes por la organización humanitaria Oxfam afirma que la CFI “ejerce escasa responsabilidad sobre los miles de millones de dólares en inversiones realizadas en bancos, fondos de cobertura y otros intermediarios financieros, lo que da lugar a proyectos que causan abusos contra los derechos humanos en todo el mundo”.
Entre 2009 y 2013, Oxfam halló que la CFI invirtió 36.000 millones de dólares en los intermediarios financieros, 50 por ciento más que la suma que gastó en salud y tres veces más de lo que el Banco Mundial destinó a la educación en ese lapso.
El nuevo modelo, por el cual se inyecta dinero a una cartera de inversiones de intermediarios financieros, representa 62 por ciento de las inversiones de la CFI, pero la “dolorosa verdad es que la CFI no sabe dónde va a parar gran parte de su dinero. y ni siquiera si está ayudando o perjudicando”, denunció Nicolas Mombrial, jefe de la oficina de Oxfam en Washington, en un comunicado.
Las inversiones en lo que el Banco Mundial clasifica como intermediarios de “alto riesgo” provocaron conflictos y dificultades para miles de personas afectadas por plantaciones de aceite de palma, caña de azúcar y caucho en Honduras, Laos y Camboya, una represa en Guatemala, una planta de energía en India y una mina en Vietnam, según un estudio de Oxfam.
En respuesta a las críticas generalizadas sobre esas fallas, el Banco Mundial está en proceso de modificar su política de garantías, pero sus propios funcionarios aseguran que, en lugar de reforzar la seguridad de las poblaciones vulnerables, la nueva política solo aumentará el riesgo de su desplazamiento.
El “último borrador de la nueva política, divulgado en julio de 2014, daría a los gobiernos más espacio para eludir las normas del Banco y tomar decisiones acerca de si las poblaciones locales necesitan protección”, señala la investigación del ICIJ en base a declaraciones de funcionarios y exempleados de la institución financiera.
“Los resultados del ICIJ reflejan lo que ha dicho Oxfam durante mucho tiempo, que el Grupo del Banco Mundial, y en particular. la CFI, en ocasiones le fallan a aquella gente que pretenden beneficiar, los más pobres y marginados”, comentó a IPS la integrante de la asociación humanitaria Kate Geary.
“No solo Oxfam y el ICIJ dicen esto. Estas conclusiones inquietantes tienen el respaldo de las propias auditorías internas del Banco, que encontraron, asombrosamente, que el Banco simplemente perdió el rastro de las personas que debieron 'reasentarse' debido a sus proyectos”, destacó.
“El propio presidente” del Banco Mundial, Jim Yonk “Kim reconoció eso como un fracaso, y tiene razón. La situación es simplemente insostenible e inadmisible. Ya basta”, exclamó.
El Banco debe “ofrecer reparación mediante subvenciones a las personas que desplazó., promulgar reformas urgentes y fundamentales para garantizar que estas tragedias no se repitan y revisar su 'Plan de Acción para el Reasentamiento', publicado el mes pasado por Kim en respuesta a las auditorías críticas”, subrayó.

Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga

Eduardo sigue por allí

 Luis Britto García 


Eduardo sigue por allí
Foto: EFE  

23 abril 2015

Eduardo revive en el fracaso de todos esos muchachos que sueñan ser futbolistas o beisbolistas y que de tanto perder las esperanzas terminan en ídolos. Dicto una conferencia en la Academia de Medios de Comunicación de la Universidad de Bratislava y me interrumpen los medios con la noticia de la partida de Eduardo. Exagerados como siempre, ignoran que mientras nuestra Historia sea un cumulo de olvidos estará Galeano presente en cada llamarada de las Memorias del Fuego.
Eduardo revive en el fracaso de todos esos muchachos que sueñan ser futbolistas o beisbolistas y que de tanto perder las esperanzas terminan en ídolos. 
Allá va Galeano en las academias de los autodidactas, en las galeras del ejercicio ilegal de la profesión, en las muchedumbres de quienes jamás tuvieron un título, ni siquiera de manejar. En tanto el bloqueo perdure extendiéndose más allá de la pesadilla del medio siglo, allí estará Eduardo en la desvencijada oficina habanera de Prensa Latina arrojando con su honda los guijarros de la verdad que derriban mentiras gigantes. 
No es difícil reencontrar a Galeano en la cola de los exiliados a quienes nunca renuevan la visa, en la fila de los deportados, en el tumulto de los expatriados que mueren de nostalgia. A Eduardo se lo ve después de medianoche en las imprentas de las publicaciones críticas que van a ser clausuradas y de las revistas que las juntas golpistas no dejaran sobrevivir. 
No busquen a Galeano en las rumbosas exequias. A lo mejor anda de nuevo metido en la selva venezolana con los buscadores de oro, tratando de encontrar el paludismo fulminante que en una ocasión casi se lo lleva. 
Galeano estará allí mientras los presidentes del Imperio asistan a las cumbres con temor de que algún Hugo Rafael les regale un libro de Eduardo. 
Mientras las torrenciales venas abiertas de América Latina sigan sangrando dividendos para las transnacionales y miserias para los nacionales, habrá siempre un Eduardo que intente suturarlas. 
Galeano perdura cada vez que a fuerza de tachaduras se simplifica un párrafo y gracias a una laboriosa paciencia se logra que una frase parezca espontánea. 
Eduardo flota en la tristeza de las ciudades puerto que exportan riquezas e importan Cartas de Intención y modas culturales. 
Galeano anda en la ruta de los Nadies, en el sendero de los Ningunos, en el calendario de los Nuncas, en el catastro de los Nadas. 
Eduardo madruga para chapotear en el mar de Macuto antes de tomar el autobús que lo amanece en Caracas o el tranvía que lo deja en Machu Picchu. Cuál vía de América no se habrá hecho Nuestra gracias a Galeano, que injusticia no habrá denunciado, que Judas no habrá quemado con el resplandor de la palabra. 
En cual línea de escritor que asume el compromiso no quedara algo de la mirada celeste de Eduardo. De cual escrutinio sobre América Latina y el Caribe podrán proclamarse ausentes las cavilaciones de Galeano. 
No desecha el peregrino ningún sendero, ni descarta Eduardo las vías del cuento, de la novela, del reportaje, de la Historia, de la poesía, del ensayo, para tejer la red infinita que abarque la dimensión continental de sus pasiones. 
No permite Galeano que la gravedad y la densidad de esas pasiones lo alejen del capricho del futbol, recordatorio de que la vida es juego, de que la trivialidad de la patada no excluye la gracia del cabezazo ni la plenitud del gol. 
Nació Eduardo con un defecto congénito que no le permite voltear hacia el pasado sino para vislumbrar el futuro ni aislarse más que para sentir la compañía de la innumerable humanidad. Una nefasta tarde de martes llueve y caigo en un pesado sopor. Despierto y en el correo electrónico Eduardo que nunca duerme me envía un abrazo solidario porque se entera antes que yo de que Hugo Rafael ya no nos acompaña. 
Galeano sigue con nosotros mientras deseemos la Utopía. Cada quien es tan imperecedero como el proyecto que asume. La patria de Eduardo y de todos los latinoamericanos y caribeños es el futuro: allí nos encontramos y nos reencontraremos, por los signos de los signos, en el titánico símbolo que por fin nos exprese y nos una.



http://www.aporrea.org/actualidad/a206491.html


http://www.telesurtv.net/opinion/Eduardo-sigue-por-alli-20150423-0078.html

“Me daban mucho dinero por hallar pruebas de la vinculación de Chávez y Podemos”

“¿Por qué todo ha de ser blanco o negro?”, pregunta un fotoperiodista español que lleva tres años trabajando en Caracas, comentando el enfoque con el que se suele presentar a Venezuela en medios españoles.

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RT – 
“Cuando se habla sobre Venezuela en España, todo ha de ser blanco o negro”, ha contado Santiago Donaire, un fotoperiodista español que lleva tres años trabajando en Caracas, informa el portal infoLibre. Ha confesado que su trabajo para algunos medios españoles y europeos es “una batalla constante por no aceptar hablar de lo que te piden, sino intentar contar lo que realmente pasa “.
El fotoperiodista ha añadido que en medio de esta batalla ha recibido unas ofertas que ponían en duda el compromiso informativo y la ética de algunos medios españoles. “Me han ofrecido muchísimo dinero por hacer reportajes medio construidos o medio manipulados, por establecer una relación directa entre el Gobierno venezolano y Podemos a partir de pruebas que no existen”, ha revelado Donaire.
“Me pusieron cuatro cifras por delante diciendo que si conseguía, rebuscaba -literalmente me lo dijeron así- el papel que demuestra la financiación ilegal de Podemos por el Gobierno de Venezuela, me daban muchísimo dinero. Es la falta de ética, el infantilismo de pensar que hay un documento que diga: ‘Yo, Hugo Chávez, pago tanto a Podemos'”, ha añadido el fotoperiodista.
Asimismo, Donaire ha contado que la crisis económica fue lo que lo empujó fuera de su país. Dada la situación actual, considera que para él y sus compañeros de profesión, trabajar en España se ha convertido en un objetivo imposible. “No es una conclusión pesimista, es realista”, comenta.
Con respecto a la situación en Venezuela, afirma que requiere un análisis más profundo y no se puede “juzgar tan fácilmente una realidad que está a 8.000 kilómetros de distancia”. Al mismo tiempo, añade que evita posicionarse en alguno de los extremos desde los que se mira a Venezuela. “¿Por qué todo ha de ser blanco o negro?”, pregunta.

Las mafias se lucran con la indolencia de Europa

El fiscal de Palermo alerta: “La red funciona como una agencia de viajes”

La ausencia de una política eficaz de acogida deja a los inmigrantes africanos a merced de redes de traficantes cada vez más poderosas

Inmigrantes en el centro de internamiento de Lampedusa (Italia). / JULIAN ROJAS

Unas horas después de llegar al puerto siciliano de Catania, sintiéndose por primera vez seguro en mucho tiempo, el menor somalí —casi un niño— confía su historia: “Salí el pasado verano de Somalia. Mis padres pagaron mucho dinero a una persona de Sudán para que, junto a otros niños, me llevara a Noruega, donde viven mis tíos, pero al llegar a Libia me encerraron en una casa grande porque querían más dinero. Allí pasé nueve meses hasta que mis padres lograron pagar el rescate y nos embarcaron hacia Italia. Lo pasé muy mal. Me pegaban y a veces me dejaban varios días sin comer. Me he puesto enfermo y he visto morir a mucha gente”.


Solo hacen falta cinco días en Sicilia. Ni siquiera una semana es necesaria para confirmar que Cáritas, o la Cruz Roja, o Amnistía Internacional, o Save the Children, o tantas otras organizaciones humanitarias tienen razón cuando, perdida la paciencia después de asistir a tantos naufragios en el Mediterráneo, acusan a los países europeos —decir Europa se convierte en subterfugio para eludir las propias responsabilidades— de haber declarado la guerra a los inmigrantes. “Es indignante”, se enfurece Francesco Rocca, presidente de Cruz Roja en Italia, “que se siga llamando emergencia a una tragedia que se repite, como una hemorragia continua, desde hace más de 20 años. No se quiere ver que se trata de personas que están escapando de la guerra y del hambre. Se sigue mirando para otro lado”.
Un lavarse las manos cuyas terribles consecuencias son muy fáciles de comprobar: donde las autoridades no protegen a los más débiles, las mafias los explotan. Basta asistir en el puerto de Catania a la llegada de los supervivientes del último gran naufragio. O ir al día siguiente a la localidad de Mineo para conocer las historias terribles de algunos de los miles de extranjeros confinados en el mayor centro de internamiento de Europa. O atender a las explicaciones que Francesco Lo Voi, el fiscal jefe de Palermo, ofrece en su despacho sobre las redes mafiosas que trafican con personas. O, por si aún quedara alguna duda, escuchar el calvario del niño somalí capturado en Libia por los traficantes de personas. En cualquiera de esos escenarios se llega a la conclusión —siempre que no se insista en mirar para otro lado— de que una red cada vez más tupida de mafias ofrece a los migrantes, a precio de oro y de muerte, aquello que los Estados europeos se siguen negando a concederles: un corredor seguro para huir de la guerra o del hambre y un derecho de asilo que, una vez en Europa, no los obligue a convertirse en fantasmas o en clandestinos.
Un menor somalí llegado a Sicilia relata su travesía: “Vi morir a muchos”
El primer escenario es tal vez el más grotesco. Sobre el muelle de Catania sucede lo mismo que hace año y medio sobre el de Lampedusa. Las autoridades —en este caso un ministro del Gobierno de Matteo Renzi, Graziano Delrio, y el presidente de la región de Sicilia, Rosario Crocetta, convenientemente inmortalizados por decenas de camarógrafos— esperan a los supervivientes del naufragio que durante la madrugada del domingo costó la vida a más de 800 personas. Tras darles la bienvenida oficial, son enviados inmediatamente al centro de internamiento de Mineo, junto a más de 3.200 inmigrantes que esperan —a veces durante más de un año— a que Italia les conceda el asilo o los devuelva a sus países. En Lampedusa fue aún peor. Se concedió la ciudadanía de honor a los cientos de fallecidos al tiempo que se incoaba expediente de expulsión al puñado de supervivientes. El siguiente paso —el de su internamiento en un centro de acogida— no es menos chocante.
“Pasé nueve meses en Libia hasta que mis padres pagaron el rescate”, afirma
Italia, que con razón alega sentirse sola ante el fenómeno de la inmigración —más de 240.000 personas han logrado cruzar el canal de Sicilia en los últimos 15 meses y 5.300 han perdido la vida en el intento—, se venga de Europa por la vía de los hechos. Aunque, según el Tratado de Dublín, el inmigrante o refugiado político tiene que tramitar la petición de asilo en el país europeo al que llegue, y esta petición deba incluir la digitalización de la huella en un periodo no demasiado superior a los tres días, los datos reales son bien elocuentes: de las 170.000 personas que llegaron a Italia el año pasado, unas 100.000 desaparecieron a los pocos meses sin dejar rastro.
Una vez superado el peligroso trámite del Mediterráneo, la gran mayoría de los migrantes, bien por sus propios medios o confiándose de nuevo a las mafias, sigue su camino hacia el norte de Europa. De hecho, durante la reciente operación dirigida por la fiscalía de Palermo contra una mafia de tráfico de personas, algunos componentes de la red vivían en el centro de acogida de Mineo, pared con pared con sus víctimas. “Se trata de una organización”, explica el fiscal Francesco Lo Voi, “muy bien organizada. Los jefes principales están en Libia, tienen contactos sólidos en Sicilia y puntos de referencia en el resto de Italia y en otros países europeos. Se mueven como si fueran agencias de viajes, esto es, poniendo a disposición de los inmigrantes los billetes de autobús, o incluso autobuses enteros para viajar por Europa. Tienen la capacidad de albergar a los inmigrantes en Libia mientras sus familiares completan el pago”.
Un alto porcentaje de los migrantes que alcanzan Italia no piden asilo
El fiscal Lo Voi, más acostumbrado a enfrentarse a la vieja Cosa Nostra que a las nuevas redes internacionales, dice que, por el momento, no ha hallado ningún vínculo entre “los esclavistas del siglo XXI” —así los definió Renzi— y el terrorismo yihadista. Sobre si la mafia siciliana se ha apuntado ya a un negocio que supone “entre 80.000 y 100.000 euros de ganancia por cada barco”, su respuesta es enigmática: “Prefiero no responder a esa pregunta todavía”.
Hay otra pregunta que tampoco tiene respuesta aún. El menor somalí y tantos otros supervivientes del Mediterráneo han traído, junto a sus terribles vivencias, un espejo donde la sociedad europea en general, y la italiana muy en particular, no tienen más remedio que mirarse: ¿somos o no racistas? En Italia, algunas formaciones —sobre todo la Liga Norte y ciertos ramalazos del partido de Silvio Berlusconi— están intentando pescar votos en el miedo al extranjero. Matteo Ianniti, de la Red Antiracista de Catania, asegura que la gente es más sensata que sus políticos: “Los políticos hablan de ir a Libia a bombardear los barcos mientras que la gente corriente dice que hay que acogerlos. Si los dejamos ahogarse, nuestra conciencia se ahogará con ellos”.

Hambre oculta tras el milagro británico


La demanda de lotes de comida se ha multiplicado por 27 desde 2010
Los recortes en el Estado de bienestar han disparado el uso de bancos de alimentos en esta legislatura

PABLO GUIMÓN Londres 26 ABR 2015 -



Un voluntario del banco de alimentos de Tower Hamlets carga comida en una furgoneta bajo los rascacielos de Canary Wharf. / LIONEL DERIMAISE
Sobre este meandro que dibuja el Támesis en el centro de Londres, conviven a codazos las dos narrativas sobre la economía británica que se enfrentan en estas elecciones. Canary Wharf y Tower Hamlets. El lujo y el hambre. La pujanza de una economía que crea empleo y deja atrás la recesión a un ritmo de crecimiento del 2,8% anual, y su miserable reverso. La caprichosa lógica del urbanismo de la capital quiso que estos rascacielos se levantaran precisamente en Tower Hamlets, el barrio con más hambre infantil del país, donde más de la mitad de los niños vive por debajo del umbral de la pobreza.

Ocho de la mañana. Ejecutivos trajeados circulan por las aceras de Canary Wharf, el centro financiero que ha superado a la City como el mayor empleador de banqueros de Europa. Los habitantes de los rascacielos cobran 95.000 libras (unos 133.000 euros) de media al año. Los de abajo, 11.400. No es fácil mantener a una familia en Londres con eso.

A la sombra de los rascacielos, entre las viviendas sociales, los voluntarios del banco de alimentos de Tower Hamlets ordenan la comida en cajas. Este centro abrió en 2010, al mismo tiempo queDavid Cameron llegaba al 10 de Downing Street, para atender a lo que su directora, Amy Kimbangi, llama “el hambre escondida”. “Desde 2010 la demanda de este servicio aumenta cada año”, explica. “Hemos pasado de alimentar a cuatro o cinco familias cada semana a 35. Es gente que paga sus alquileres, tiene trabajo, pero no es capaz de llevar comida a sus mesas. Londres es una ciudad extraordinariamente cara, y vivir con el salario mínimo aquí es prácticamente imposible”.

Un país, dos caras

La economía británica creció un 2,8% en 2014, más que la de ningún otro país del G7. La tasa de paro está por debajo del 6%.

Solo Portugal y Grecia, entre los 15 miembros iniciales de la UE, tienen sueldos medios más bajos que Reino Unido.

El Gobierno de Cameron ha convertido en su prioridad reducir el déficit (5,4% del PIB en 2014) a base de recortar el gasto público.

Los bancos de alimentos de Trussell Trust (445 repartidos por todo el país, frente a 29 en 2009) distribuyeron en los últimos 12 meses 1.084.604 paquetes de ayuda alimentaria, un 19% más que el ejercicio pasado y 27 veces más que hace cinco años.

2,3 millones de niños en Reino Unido están clasificados en la pobreza relativa: viven en hogares con ingresos más bajos que el 60% de la media nacional.

El banco de alimentos de Tower Hamlets pertenece al Trussell Trust, el mayor conglomerado de dispensación de comida de emergencia de Reino Unido. En 2009 apenas contaba con 29 bancos de alimentos y hoy agrupa a 445. Esta semana ha publicado los datos actualizados de su actividad. En los últimos 12 meses distribuyó 1,1 millones de lotes de comida de emergencia, cada uno suficiente para alimentar a una familia durante tres días. Son casi 200.000 más que en el ejercicio pasado, 27 veces más que hace cinco años.

A estos datos habría que sumar los de otros centenares de bancos de alimentos independientes que operan por todo el país. Colectivos de médicos hablan de un auténtico problema de salud pública.

Son los profesionales de la sanidad y los asistentes sociales quienes identifican a las personas necesitadas y les entregan un vale para acudir al banco de alimentos. El 44% de los usuarios de los bancos de Trussell Trust acude por problemas con las ayudas públicas. Las políticas de austeridad han afectado a la seguridad social británica, uno de los pilares del Estado de bienestar construido por los Gobiernos laboristas de la posguerra. Las ayudas llegaron a funcionar como un complemento en el presupuesto de las familias, que permitía a las empresas mantener su productividad pagando unos sueldos medios que están entre los más bajos de toda Europa. Los recortes en el sistema han quebrado el delicado equilibrio.

Eso es lo que concluye un estudio de noviembre del año pasado, encargado por la Iglesia de Inglaterra, Trussell Trust y Oxfam, que relacionaba directamente los recortes en el sistema de la seguridad social con el aumento en el uso de bancos de alimentos. El informe, el más exhaustivo realizado hasta la fecha, solicitaba cambios urgentes en el “complicado, remoto y en ocasiones intimidatorio” sistema, para evitar que la gente caiga en la pobreza. El Gobierno desautorizó el estudio al considerarlo “no concluyente”.

La mañana de Matti Letsie empieza en la puerta de atrás de un hipermercado. Es su rutina desde que el año pasado abrió el banco de alimentos independiente Connect 25 en Newcastle, al norte del país. Aquí recoge las provisiones que el establecimiento les dona. “Es comida que, de otra manera, acabaría en la basura”, explica.

Con la furgoneta cargada, regresa al local junto a la iglesia King’s Castle que le sirve de almacén. “Empecé a trabajar en asistencia social en 2008”, explica. “El uso de bancos de alimentos entonces era marginal, pero ahora cada vez más gente los usa. Creo que, de la misma manera que el Gobierno trata de arreglar la deuda y llevar al país a una buena situación financiera, debe buscar un equilibrio. Tienen que mirar cómo afectan las cosas que hacen al hombre corriente. Hay gente que vive muy por debajo del modo de vida humano”.

La furgoneta aparca junto a una casa compartida por 11 exreclusos que tratan de rehacer su vida. Es el caso de John, que cumplió cinco años por robo. Al salir de la cárcel le entregaron 30 libras y una cama en esta casa. Pero le cuesta despegar. “Salí de prisión hace seis meses”, explica. “No recibes ayudas inmediatamente, así que no tienes dinero para sobrevivir. Los bancos de alimentos han sido una bendición. Si no fuera por ellos, básicamente, me habría muerto de hambre”.

“El secreto crea la impunidad”

EL INGENIERO INFORMATICO HERVE FALCIANI CUENTA LAS CLAVES DE SU INVESTIGACION SOBRE EL HSBC

Sus revelaciones sobre el sistema financiero internacional conmovieron al mundo y desataron investigaciones judiciales en varios países, incluida la Argentina, donde además se conformó una comisión parlamentaria para estudiar los mecanismos de lavado de dinero y fuga de capitales. Falciani acaba de publicar un libro donde cuenta su aventura en “el corazón del escándalo HSBC”, y propone medidas para aumentar el control sobre los bancos. De todo ello habla con Página/12.



 Por Eduardo Febbro

Desde París
La isla Bouvet es un paraíso para focas, pingüinos, leones de mar, pájaros de ensueño y plantas. En este lugar inhabitado del planeta, situado entre el Antártico y Africa, no hay ni una sola casa, ni la sombra de un alma humana. Sin embargo, existe un habitante con domicilio declarado en esta isla cuya superficie está cubierta de hielo la mayor parte del año: es uno de los más de 130.000 ciudadanos evasores fiscales que abrieron una cuenta en uno de los bancos más grandes del mundo, el HSBC. Este improbable habitante de la isla Bouvet forma parte de la trama planetaria de fraude y evasión fiscal montada por el HSBC y denunciada, con nombres completos, montos y países de donde provienen, por el ingeniero en sistemas informático franco italiano Hervé Falciani. Ex empleado de la sucursal ginebrina del HSBC entre 2001 y 2008, Falciani facilitó a varios países la lista de los evasores fiscales y los métodos diseñados por este banco para facilitar esta operación ilícita de alcance prácticamente planetario. A la Argentina, a través del Estado francés y del jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, Falciani le entregó información sobre la fuga de los 3500 millones de dólares que se volatilizan cada año así como la lista de los 4000 argentinos con cuentas en el HSBC. Su historia es una novela policial y con ese pulso la cuenta en el libro que acaba de publicar en Francia: Terremoto en el planeta financiero. En el corazón del escándalo HSBC.
Hervé Falciani vive entre varios mundos. Se ha convertido en una suerte de nómada perseguido por la Justicia suiza y alabado por otras. Poder encontrarse cara a cara con él es ya toda otra novela. Nadie diría que este joven esbelto que ahora conversa con soltura, impecablemente vestido, con modales delicados y cara de galán de cine es uno de los hombres que hizo temblar los cimientos de uno de los bancos más poderosos de la tierra. Su libro narra desde las entrañas los montajes fabulosos del HSBC y otros bancos para evadir impuestos, el papel destructor de las multinacionales, los sistemas judiciales y los funcionarios corruptos, los policías a sueldo del sistema financiero, la telaraña de los intermediarios, la guerra interna en la profundidad de los Estados entre corrompidos y honestos, la ceguera voluntaria de los controladores y la frondosa gama de herramientas que la informática brinda para robar con total impunidad. Es el relato policial de un sistema compuesto por ladrones y el de un hombre controvertido que lo puso al desnudo. Hervé Falciani es más que el Edward Snowden del HSBC. Es el hombre que le dio identidad a la sombra de la sospecha.
Varias versiones circulan sobre su actuación. Su ex compañera, la franco libanesa Georgina Mikhael, asegura que Falciani “no es un Robin Hood sino un ladrón que robó datos y luego quiso negociarlos”. No hay pruebas de esa acusación. Lo cierto es que Falciani viajó al Líbano para hacer circular su lista, luego a Francia, donde fue arrestado, al fin a España, donde también fue arrestado. Sobre él se dice de todo, pero lo trascendente es que Falciani reveló la información más importante sobre evasión fiscal que se conozca hasta hoy, así como la metodología bancaria con que se organiza. España, Estados Unidos, Portugal, Argentina, México, Francia, Venezuela, Luxemburgo, Bélgica, no hay país que no tenga su club de evasores patentados y su agente local, el HSBC. Los españoles de la lista Falciani tenían, por ejemplo, 1800 millones de dólares atesorados en Suiza. En esta entrevista exclusiva con Página/12, realizada en París, Hervé Falciani vuelve sobre este camino sembrado de estafadores, mentirosos y ladrones internacionales impunes.

Argentina y el mundo

–Usted trató con varios sistemas judiciales, con muchos jueces y policías. ¿Cómo resultó su colaboración con la Argentina?
–En Argentina me encontré con un equipo excepcional, tanto por la rapidez de la acción como por la diversidad de los medios de trabajo que se pusieron en juego. Sé que no será fácil avanzar, hay muchos obstáculos, pero también una gran posibilidad de acción desde la Argentina. En Brasil, México o Venezuela, en suma, en buena parte de América latina, se debe conocer lo que pasa y observar cómo se actúa en la Argentina. Debo señalar que la mayor resistencia se encuentra en Europa, no en América latina. Lo que suceda en América latina y en los Estados Unidos va a darnos un mayor campo de acción. Hay que entender que existen lugares, y entre esos lugares América del Sur, donde, pese a todo, hay menos corrupción y, por consiguiente, son muy prometedores para la acción judicial. Una vez más, incontestablemente, la Argentina es un país que, en cuanto tomó conciencia de lo que estaba en juego, actuó más rápido y con más fuerza.
–Una de las revelaciones de su libro contradice lo que se sabía o se pensaba, e incluso lo que afirma la Justicia suiza. Usted sostiene que no actuó solo en esta trama, que con usted trabajó una red. Si es así ¿cuál fue la meta de esa red y quiénes son sus integrantes?
–Es el caso típico del progreso humano: se empieza por uno y se termina con mil. El caso HSBC fue el elemento que atrajo a unas 150 personas que se pusieron a colaborar juntas. Uno empieza solo y luego termina acompañado. Ese es el sentido de la red. Nada se puede hacer si uno está solo. Hay un momento en que coinciden las voluntades. Lo que constituye la red es la diversidad, la comunidad de la acción para ir en la misma dirección. Para mí ha sido una aventura excepcional porque había muchas cosas en juego.
–¿Cómo consiguió salir con vida, eludir las amenazas, los servicios secretos, el alcance inaudito de los bancos, la calumnia, los intereses de los Estados y de los poderes económicos?
–Es un caso particular, y también está el grupo. Lo importante es también no tener miedo. Yo siempre pedí ayuda y busqué las competencias que me faltaban. No hubo un control único. Si hubiese habido un arquitecto, si hubiese habido un organizador central, esa persona estaría hoy muerta. Pero éramos varios. Yo siempre busqué que el control de la información fuese compartido. Diría que lo que me salvó fue precisamente la pérdida de control. Todas las ramificaciones judiciales o políticas que se desarrollarán serán posibles porque esto no depende de una sola persona. Desde luego, lo que me permitió salir con vida, a mí y a otros, es haber golpeado las puertas allí donde había un elemento sensible, una posibilidad de acción. Cuando viajé al Líbano fue para utilizar el arma del secreto fiscal contra el sistema para que se abra al fin una investigación. Cuando fui a España, eso sirvió para presentar ante la Justicia los elementos de prueba de que disponía. En España me pusieron preso, pero no hay que olvidar que la cárcel también está hecha para proteger. En la cárcel me pude entrevistar con funcionarios y magistrados muy valientes. España cuenta con un sistema jurídico que permite también lanzar una investigación. Esto dio lugar a que Francia nombrara un juez para investigar. En realidad, ese es el método con el que trabajan los bancos para sus clientes: buscan el lugar en el cual pueden saltar por encima del problema. Tal vez dentro de algunas semanas viaje a otro país.

El sistema HSBC

–Si nos atenemos al corazón del escándalo, o sea, la evasión fiscal organizada por un banco, se puede decir que el HSBC es una lavadora de dinero que debió ir a los impuestos.
–Es más que esto. El HSBC es un sistema para borrar las huellas. Por ejemplo, yo entré a trabajar a ese banco para que este banco cumpla su función. Pero luego interviene otro elemento que se explica por un solo término: la corrupción. Digamos que se trata de “un archivo corrompido”. Y un archivo corrompido es un archivo que no cumple más con su misión. La corrupción consiste entonces en no cumplir con la misión inicial. Y el banco era exactamente eso: cuando el banco dejó de cumplir con su misión de control se volvió una lavadora. Todo lo que, en principio, debe ser impedido mediante los controles internos no lo es, está corrompido. Por ejemplo, quienes hacen las auditorías miran lo que está delante de ellos y no lo que está al costado. Y hay que actuar para que esto cambie. Si no hay voluntad política no habrá una necesidad reglamentaria real. Sólo habrá impunidad. Esos bancos, que ya con lo que es legal pueden actuar de forma amoral, van a actuar también de manera ilegal gracias a la impunidad. Algún día habrá que romper ese círculo. La única manera de hacerlo es rompiendo el secreto.
–¿Cuál es el modelo, el patrón de la evasión fiscal organizada?
–El fraude fiscal es, de hecho, una cuestión de ingeniería judicial o jurídica. Por ejemplo, en lo que atañe a lo judicial, el fraude se realiza cuando se frenan las investigaciones, cuando las comisiones rogatorias y otros pedidos quedan en la nada. Y en lo que toca a lo jurídico, es más simple: basta con desviar o alterar el sentido de las reglamentaciones y, a partir de allí, lanzar un nuevo servicio y comercializarlo. El fraude fiscal se construye gracias a la ausencia de controles, así como a partir de la complejidad de los dispositivos financieros que los bancos inventan. Cuanto más complejo es, más difícil resulta detectar o desmontar el fraude. Hoy tenemos la prueba absoluta de que esa falta de controles fue voluntaria. Por eso escribí este libro, para explicar qué se puede cambiar y cómo. Es un libro de combate, un libro de inteligencia económica para que se pueda ampliar el combate.
–A ver, cito un ejemplo de su libro: usted cuenta que las informaciones sensibles que detenta un banco, en este caso el HSBC, están deslocalizadas. O sea: toda la información comprometedora se manda a la cloud (la nube), al mundo sin fronteras de la red, y a otras zonas del mundo. Es un caso claro de ocultación de la información.
–En el HSBC había un proyecto llamado “Zorro”. Este proyecto consistía en identificar los datos que se podían enviar al extranjero y deslocalizar la información que estaba en Zurich o Ginebra para enviarla a Asia. Por ejemplo, muchos elementos del back office partieron a la India. El banco HSBC posee la red de computadoras privadas más grande del mundo, el HSBC Net. Era muy simple transferir dinero a través del mundo sin que jamás ese dinero saliera del banco y sin que hubiese la más mínima huella de la transacción. Esta se hacía sin recurrir al código Swift, que es el código de 8 cifras que se usa para identificar los giros internacionales. Cuando una administración fiscal le pedía a Suiza información sobre una cuenta bancaria, esta última decía “no”. ¿Qué quiere decir este “no”? Quiere decir que la información estaba en el banco y que la administración fiscal suiza tiene muy poco control sobre lo que pasa en los bancos. También está Bélgica, que es un poco el hermano menor de Suiza. El caso de Bélgica es un tema central para todos los negocios. Por suerte, hay dos jueces capaces de lanzar investigaciones que conciernen a miles de millones de dólares. Hace poco vimos cómo el responsable de las investigaciones sobre el mercado de diamantes en Bélgica fue preso por corrupción.
–En suma, todo apunta a probar que se trata de un sistema orientado a captar el dinero de la corrupción en los diferentes puntos del globo.
–Eso es precisamente lo que muestran las investigaciones en curso. Yo lo viví desde el interior. Hoy hay una enorme porción de la economía financiera que se nos escapa. Miles de millones de dólares pasan por los bancos. Las comisiones sobre las ventas de armas o petróleo, las coimas, el dinero de los mafiosos o de la corrupción política, todo pasa a través de los bancos. Las exigencias a las que responden estas operaciones son cualquier cosa menos morales.

El triángulo en las sombras

–Hay un triángulo: bancos, multinacionales, Estados. Un poder en las sombras, que usted describe paso a paso, que amenaza los principios mismos de la igualdad democrática.
–Este triángulo funciona a la perfección justamente porque cada parte tiene competencias complementarias. El papel de las multinacionales es determinante. Las multinacionales, por ejemplo, pactan acuerdos que se llaman tax ruling. Este dispositivo legal le permite a una empresa conocer por adelantado cuál será su tratamiento fiscal en un Estado determinado. Entonces, cuando una multinacional establece un acuerdo de tax ruling el dinero que no se le paga a los Estados termina en lugares donde no se abonan impuestos. Todo esto funciona mediante el secreto, y el secreto crea la impunidad. Por eso yo hablo de combate. En el medio ambiente mundial, el actor que modela la democracia es el banco, no el elector. Estamos avanzando cada vez más hacia una democracia corrompida. Es un esquema particular, un poco como en esas películas que se hacen ahora para los adolescentes, The Hunger Games por ejemplo, donde se muestran ciudades totalitarias. Vamos hacia eso: no es exactamente una dictadura, no es del todo una democracia, es algo intermedio. En este caso también debemos llevar a cabo acciones operacionales. El hecho de que las multinacionales tengan la posibilidad de sacar el dinero de un país sin pagar impuestos, o sea, de deslocalizar los beneficios, no se puede tolerar. Es preciso actuar. Si una empresa puede evitar la presión fiscal ya no estamos más en democracia. Para mí ha sido esencial luchar contra ese autoritarismo, es decir, contra el secreto. El secreto de las tax ruling, de los acuerdos, el secreto de la tecnocracia.
–Hay un cinismo fundamental de Occidente: los grandes bancos mundiales son occidentales, los países que son auténticas lavadoras de plata sucia, Suiza, Bélgica, Luxemburgo y Gran Bretaña, son grandes democracias de Occidente. Y encima, el actual presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, es el ex primer ministro de Luxemburgo que organizó y defendió con uñas y dientes el fraude fiscal en contra de sus socios europeos.
–Sí, tenemos un poder corrupto, un poder que no cumple con su misión, que no está al servicio de todos sino de ciertos intereses particulares, intereses que pueden ser incluso de los narcotraficantes. Las democracias funcionan con intereses pervertidos, corrompidos. Hay que preguntarse si existe algo que se oponga a esas acciones. En Europa hoy hay alguien que se opone a todo esto: se trata de Grecia. Atenas denuncia en voz alta lo que hicieron otros ministros, como el ministro de Defensa que firmó contratos con Siemens a través de bancos franceses en Suiza. La pregunta más importante es: ¿quién va a apoyar la iniciativa griega en el mundo? Hay que intervenir, hay que votar leyes para contraatacar y desmontar esa tecnocracia que prospera con la complejidad. Debemos comprender que todos estos acontecimientos no son una invitación a resignarse sino a observar cuál es el eslabón débil.
–Usted habla en su libro de “vías alternativas”. ¿Cuáles son?
–Para empezar, está la comprensión del sistema. Cuando se escribe un libro sobre la evasión fiscal, sobre la opacidad financiera, se está mostrando que los flujos financieros no se pueden controlar, que hay una voluntad de no controlarlos. No hay que esperar que cambie por sí solo un sistema tan eficaz. ¿Qué nos queda entonces? Se montó toda una ingeniería para deslocalizar los beneficios. Lo que habría que hacer entonces es terminar de una buena vez con esa estrategia fiscal basada en los beneficios. No somos nosotros quienes nos beneficiamos con las riquezas, sino las empresas. Y fue el impuesto sobre las empresas y los beneficios el que permitió ese robo. Debemos entonces destruir este principio. Los bancos no ganan plata con los beneficios de los clientes sino con las comisiones que cobran por las transacciones. Podríamos inspirarnos en los predadores para ser tan fuertes como ellos. Francia, por ejemplo, es un paraíso fiscal menos eficiente que el modelo suizo. Para los ciudadanos, Francia es un infierno fiscal, para las empresas no. Otra vía alternativa consistiría en que se vote una ley para proteger y compensar a quienes revelan informaciones sobre empresas o prácticas que son desleales con la economía del país. Esto sería un arma eficaz contra la impunidad. La Argentina podría dar un ejemplo mundial con una ley así. Sin embargo, hoy debemos reconocer que nuestros enemigos son más fuertes. El dinero no es un referente moral sino un referente operativo. Insisto en esto: todo el problema que tenemos proviene del secreto. Si no le ponemos fin al secreto todo esto se seguirá desarrollando y nos perjudicará siempre más. No hay alternativa.
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