Julian Assange lleva tres años, dos meses, tres semanas, un día, 21 horas y varios minutos asilado en un departamentito que ocupa una parte de la Embajada de Ecuador en Londres, cuando aparece en la pantalla gigante del Teatro Cervantes de esta ciudad para contestar preguntas vía videoconferencia. Se lo ve más cansado, más débil, más golpeado que un año atrás, cuando se entusiasmaba con la posibilidad de salir de su encierro antes de que termine el gobierno de Obama. Pero se mantiene activo. Su sitio, Wikileaks sigue filtrando nuevos documentos. En lo que va del año ha publicado un plan militar de la Unión Europea para hundir botes de refugiados antes de que salgan de Africa, un instructivo de la NSA para espías estadounidenses acerca de cómo evitar ser detectados en aeropuertos europeos, cláusulas secretas de dos megatratados comerciales que Estados Unidos negocia con Europa y la cuenca del Pacífico y las confesiones de un ingeniero tripulante de submarinos nucleares británicos que alerta sobre una catástrofe inminente porque no se respetan los protocolos de seguridad. Además, esta semana salió en Gran Bretaña el nuevo libro de Assange, Los archivos Wikileaks, sobre el impacto que ha tenido el sitio de filtraciones en distintos rincones del mundo. Invitado su abogado Baltazar Garzón a participar en el Congreso de Justicia Universal que esta semana se llevó a cabo en el Teatro Cervantes de esta ciudad, con Garzón escuchando atentamente desde el escenario, Assange habló con Página/12 del doble impacto que la guerra al terrorismo y la revolución tecnológica han tenido sobre las libertades individuales en general, y la libertad de expresión en particular.
–Quisiera preguntarle por la foto del niño Aylan Kurdi que sacudió al mundo. ¿Qué dice de la crisis migratoria, el surgimiento de partidos antiinmigrante en Europa y su correlato en Estados Unidos con la candidatura de Donald Trump? ¿Cómo todo esto se relaciona con su propia situación de asilo en la Embajada de Ecuador en Gran Bretaña?
–Hubo un cambio muy importante en los flujos migratorios a Europa en los últimos diez años. Hemos publicado algunos documentos al respecto. De hecho el documento que publicamos sobre plan de la Unión Europea para destruir barcos viniendo de Libia antes de salir de los puertos muestra una militarización muy interesante de la Unión Europa. Yo sé que ésta es una conferencia sobre Justicia Universal, pero debo decir que el derecho a la protección universal invocado por muchos abogados de derechos humanos ha sido utilizado como excusa en los últimos años para bombardear a Serbia en Belgrado, bombardear a Trípoli e introducir armamentos significativos en Libia y, más recientemente, desestabilizar a Siria a tal punto que ahora vemos el surgimiento del Estado Islámico, que es el que empuja a estos refugiados provocando una catástrofe humanitaria. Esta catástrofe es causada, a nivel de inteligencia y a nivel geopolítico, por las distintas facciones y propagandistas de los servicios de inteligencia europeos, que necesitan siempre justificar sus presupuestos y quieren llevar adelante sus ambiciones geopolíticas de noquear a Siria, de hacer que Israel consolide su posición en la Alturas de Golán, de marginalizar a Hezbolá, y hasta meterse en el ombligo de Irán para influir en decisiones clave sobre su programa energético y su futuro.
En cuanto a los aspectos legales de mi situación, hay algo interesante y tiene que ver con el derecho al asilo. En el debate en Europa sobre cómo frenar el flujo de refugiados, hay dos perspectivas. Está la perspectiva conservadora, que es eliminar el flujo completamente. Y está la perspectiva humanitaria, que es que hay que disminuir la cantidad de ahogados. La perspectiva conservadora ha llevado al surgimiento, especialmente en Suecia y Finlandia, de partidos antiinmigrantes de extrema derecha. En Suecia están divididos pero está creciendo mucho el partido el partido antiimigrante Demócratas y en Finlandia el partido antiinmigrante forma parte de la coalición del gobierno. Y desde la perspectiva huamanitaria decimos que no queremos que la gente se ahogue como ese famoso niño sirio, entonces vamos a procesar pedidos de asilo en nuestras embajadas en el sur del Mediterráneo, en Libia y en otras partes, para darle a las personas acceso directo al asilo, sin que tengan que arriesgar sus vidas para que sus derechos sean reconocidos, y para facilitar su asilo dentro de la Unión Europea. Pero Suecia, que tiene mi caso, que me tiene detenido desde hace más de cinco años sin presentar ni un solo cargo en mi contra, ahora está en una situación incómoda. Porque aún cuando no hay registros que haya hecho eso (procesar pedidos de asilo en embajadas extranjeras), ahora sabe que ese proceso existe, que es una práctica internacional aceptada y que Ecuador tiene el derecho a hacerlo (conmigo). Por otra parte otros elementos humanitarios dentro de Suecia están diciendo que para cumplir con la cuota de refugiados que ha propuesto la Unión Europea, debería procesar pedidos de asilo en el norte de Africa. El Reino Unido enfrenta el mismo dilema. Si procesa pedido de asilo en embajadas, legitima el argumento de Ecuador que es práctica legal decidir sobre el asilo de una persona, no sólo cuando se llega a un territorio sino cuando se está en una jurisdicción, y esa jurisdicción incluye a las embajadas y barcos de guerra. Para la justicia británica yo no estoy ni detenido ni asilado, no acepta un salvoconducto para que pueda llegar a Ecuador.
–¿Y con respecto a Trump?
–Yo lo miro desde la siguiente perspectiva. He seguido a Hillary Clinton durante años, tú sabes que tengo un tema personal con Hillary porque ella era la secretaria de Estado cuando publicamos los cables diplomáticos y más recientemente los correos electrónicos que se negaba a dar a conocer. Y ella es mucho más guerrera que Obama. Lo que sucedió en Libia, la destrucción de ese país y el colapso de su Estado, fue más que nada una guerra de Hillary. Hillary estuvo detrás de todo. Los generales del Pentágono se oponían a intervenir pero Hillary empujó para que se bombardeara. Entonces ahora entra en escena Donald Trump, que es aún más guerrero que Hillary. Entonces cualquiera que gane va a ser aún más agresivo que Obama. El fenómeno Trump es interesante. En este momento no hay un inundación masiva de latinoamericanos queriendo entrar a Estados Unidos. Entonces es interesante ver de dónde sale este fenómeno. Trump está apelando al mismo nacionalismo grotesco que se puede ver en los debates sobre refugiados en Australia y en Europa. El tema de los inmigrantes realmente no estaba en la agenda de manera significativa hasta que Donald Trump empezó a levantarlo. El resto del Partido Republicano tiene más decoro y más deseos gustarle a los votantes de raíces hispanas.
–Yendo al tema de este congreso, la doctrina de justicia universal, su caso parece ser lo contrario a lo que se discute acá. Porque mientras el doctor Garzón y otros impulsores de la doctrina buscan crear una arquitectura legal que esté por encima de los sistemas jurídicos de cada país, en su caso un país, Estados Unidos, buscaría imponer su propia arquitectura legal por encima del sistema internacional. Y así buscan juzgarlo a usted, que está asilado en la Embajada de Ecuador en Gran Bretaña, a través de un pedido de la justicia sueca para interrogarlo en Suecia y así poder extraditarlo a Estados Unidos desde Suecia, para que pueda se juzgado por terrorismo. Al mismo tiempo, usted y Wikileaks han denunciado que Estados Unidos busca expandir su jurisdicción legal sobre gran parte del resto del mundo a través de tratados comerciales con regiones enteras como Europa y la cuenca del Pacífico y a través del alcance global de sus servidores de Internet.
–Como resultado de tener más de 400 bases militares en más de 120 países en todo el mundo Estados Unidos es el imperio militar más grande del planeta. Por lo tanto tiene mucha influencia en muchos países. Pero mientras hablamos de jurisdicción universal formal en este congreso, Estados Unidos ha estado haciendo otra cosa, ha creado una jurisdicción universal unilateral, que sólo se aplica desde los Estados Unidos hacia los demás países, y ese es mi caso. En los últimos cinco años Estados Unidos me ha sometido a una investigación de Gran Jurado muy agresiva, investigación que sigue abierta, donde se me acusa de espionaje, hackeo de computadoras, destrucción de documentos públicos y conspiración. Pero yo no soy estadounidense. WikiLeaks no está registrado en Estados Unidos. No publicamos en Estados Unidos y no hemos publicado en Estados Unidos durante el período que cubre nuestra investigación judicial. El gobierno de Estados Unidos reclama para sí jurisdicción universal en cualquier tema que tenga que ver con el gobierno de Estados Unidos. Entonces reclaman que si alguien publica información relacionada a la defensa nacional, ellos tienen jurisdicción, aunque los documentos no sean del gobierno, alcanza con que se refieren al gobierno o se refieran al aparato de defensa estadounidense. Entonces Estados Unidos reclama jurisdicción universal completa y por eso ha podido seguir este caso en mi contra y mi organización tanto tiempo, a tal punto que es la investigación más larga de la historia estadounidense en contra de una publicación. También es el caso legal más grande que ha llevado el Pentágono, lo cual ha sido admitido hace un par de meses por el fiscal que lleva adelante un aspecto del caso que tiene que ver con Chelsea Manning, mi presunto co-conspirador que ha sido sentenciada a 35 años en una cárcel militar. Pero no se trata solamente de mí o de WikiLeaks. Estados Unidos ha hecho lo mismo con muchas otras publicaciones a las que considera una amenaza, cuando considera que el costo político de perseguirlas es menor que los beneficios. Entonces los islámicos que han publicado textos en favor del talibán, aunque no estuvieran directamente vinculados con el terrorismo, fueron acusados por dar apoyo ideológico al derecho a resistir las tropas estadounidenses que invaden de Afganistán.
El centro del intento de Estados Unidos de imponer su jurisdicción en otros países del mundo está en Alexandria, Virginia, un elegante suburbio de Washington D.C. Allí se reúne el Gran Jurado una vez por mes para avanzar con el caso en contra de Wikileaks. Ya llevan cinco años haciendo eso. Alexandria tiene la densidad más alta de empleados del gobierno de todo el país, entonces los jurados son elegidos entre empleados del Departamento de Seguridad Interna, la CIA, la Fuerza Aérea, la Agencia de Seguridad Nacional, y otras agencias estatales, todas ellas con base cerca de esta localidad. Entonces, ¿cómo hacen para justificar su jurisdicción sobre mi caso? Bueno, recurren a una serie de enjuagues jurídicos para asegurarse que un Gran Jurado de seguridad nacional tome el caso. Un ejemplo es el caso reciente del topo de la CIA (Jeffrey) Sterling, que fue quien supuestamente filtró información a un periodista del New York Times (James Risen) sobre un programa de la agencia (Operación Merlín). El no vivía en Virginia, vivía en otro estado. Entonces el gobierno de Estados Unidos, encargó a Amazon el envío del libro que el periodista del New York Times había escrito, que contenía la información de Sterling acerca de la CIA, para ser enviado a una dirección en Alexandria. Cuando el libro llegó a Alexandria el gobierno reclamó que el envío constituía un fraude postal, porque Sterling había firmado un contrato que decía que no iba a revelar ninguna información de la CIA. Entonces usan todo tipo de trucos para llevar los casos allí. Así es que tienen a personas de 67 nacionalidades distintas siendo juzgadas en Alexandria. Es la política explícita de los fiscales de Alexandria intentar ganar jurisdicción de una u otra manera, con respecto a la mayor cantidad posible de países y hasta alardean públicamente de haber podido meter a 67 países dentro de su jurisdicción. Está el caso de Kim Dotcom, director Megaupload, a quien las discográficas no querían porque la gente subía a música a su sitio. ¿Quién la subía? No era Kim Dotcom, pero eso poco le importó a las autoridades y los mismo hicieron con muchos otros caso de supuesta piratería en distintos países.
–Y Kim Dotcom está en Nueva Zelanda.
–Sí, está en Nueva Zelanda, peleando para no ser extraditado. Vive y trabaja en Nueva Zelanda, su sitio está registrado en Hong Kong. no tiene nada que ver con Estados Unidos y menos con Virginia excepto que los dueños de los derechos de reproducción, como Universal, están basados en Estados Unidos.
–Aquí se ha argumentado que la nueva generación de delitos penados por la justicia universal debe incluir delitos ambientales que producen catástrofes y delitos económicos vinculados a los crímenes de lesa humanidad. ¿Piensa que a esta lista habría que agregar cibercrímenes cometidos por países, corporaciones o individuos?
–El tema me interesa porque WikiLeaks ha sido atacada por actores estatales, ha sufrido hackeos, pero me pregunto si se trata de un crimen de guerra porque tenemos una infraestructura importante que es dañada y a veces destruida por estos actores. Es una pregunta interesante pero más que una pregunta legal, me parece que es una pregunta política. Si sos todo para toda la gente terminás siendo nada para nadie. Diluís el concepto a tal punto que deja de ser efectivo. Con esta idea podés llegar hasta un punto en Naciones Unidas y en los países. El concepto de Justicia Universal puede colapsar si lo usás como defensa para todas las violaciones de derechos humanos.
–Quisiera hacerle un par de preguntas vinculadas con la libertad de expresión. A través de los documentos diplomáticos sobre Argentina que usted me entregó desde el lugar de su arresto domiciliario en Londres hace cuatro años aprendí cuán delgada es la línea entre la diplomacia y el espionaje. Siguiendo su caso aprendí también cuán delgada es la línea entre el periodismo y el terrorismo. Mi primera pregunta es la siguiente: la llamada guerra contra el terrorismo, la guerra contra entidades supranacionales como Al Qaida y el Estado Islámico ya lleva catorce años. ¿Cuál ha sido su impacto en la libertad de expresión? Mi segunda pregunta es cómo ha afectado a la libertad de expresión la revolución tecnológica que estamos viviendo.
–Algo muy serio ha ocurrido acá en el Reino Unido en los últimos días porque Gran Bretaña ha lanzado por primera vez ataques de drones en Siria. Y estos ataques son asesinatos selectivos. Y han sido usados en contra de sus propios ciudadanos y como resultado de estos ataques dos o tres ciudadanos británicos han sido asesinados. Existe ahora una lista negra de cinco ciudadanos británicos para ser asesinados. Se argumenta que estos asesinatos están justificados bajo la ley porque estos ciudadanos participan en una variedad de conspiraciones en contra de Gran Bretaña. Pero la realidad es más interesante. Puede ser que participen en El Estado Islámico con la idea de llevar adelante ataques terroristas en el Reino Unido, pero no están en el Reino Unido. Están en Siria y cualquier persona que quiera proyectar su fuerza sobre un país debe llegar a ese país para hacerlo. Ahora si alientan a personas a través de internet, o si participan en una conspiración en contra del Reino Unido a través de internet, lo hacen con gente en el Reino Unido, o con gente que podría ir al Reino Unido. La gente que no está en el Reino Unido puede ser detenida en la frontera y la gente que está adentro puede ser arrestada, siempre y cuando se consiga interceptar sus comunicaciones. Pero si los matás la comunicación se interrumpe, mientras los agentes del Estado Islámico permanecen en el Reino Unido sin ser detectados. Entonces la justificación a nivel policial es bastante débil para asesinar a gente en Siria que podría estar queriendo conspirar para hacer algo en el Reino Unido. Si hay un complot querés identificar y detener a la gente involucrada. Querés permitir que el coordinador sigan comunicándose para poder identificar quiénes son los que cometerían el acto terrorismo. El servicio de inteligencia británico GCHQ, es muy avanzado, de lo más avanzado en el mundo, y controlan todas las comunicaciones, con muy pocas excepciones, comunicaciones que salen del Reino Unido y deberían poder aprovechar eso para desbaratar los complots. De cualquier manera usan una lista secreta de asesinatos, no hay proceso judicial, no hay manera de saber si uno está en la lista. Es un ejemplo cómo la política de asesinatos selectivos de Barack Obama se ha expandido al Reino Unido, lo cual es preocupante porque muy pronto Nueva Zelanda tendrá su lista, Australia la suya. Otra revelación preocupante de esta semana es que Suecia tiene un representante en el comité de asesinatos selectivos de Estados Unidos, junto con Alemania. Alemania dice que Estados Unidos lo presionó a formar parte del comité para cubrirse geopolíticamente, pero al mismo tiempo está muy preocupado por la legalidad de lo que se está haciendo. En cambio Suecia hasta ahora parece estar contenta con su participación.
También quiero señalar que la Corte Penal Internacional en teoría es un instrumento muy importante, si no para la jurisdicción universal, para algo que se le parece. En mi último libro que salió ayer (The WikiLeaks files) tenemos todo un capítulo sobre cómo Estados Unidos ha intentado marginalizar y socavar a la Corte Penal Internacional. Básicamente lo que ocurrió es que Bill Clinton había aceptado con muchas reservas formar parte de la CPI, para tener cierto control sobre la corte, intentó vender la idea a su consejo de seguridad pero no lo logró, y cuando llegó W. Bush Estados Unidos se fue de la CPI. En ese momento Estados Unidos empezó una fuerte campaña en contra de la CPI, tratando de cerrar acuerdo con una variedad de países, los llamados acuerdos del capítulo 97, para que todo país que estados Unidos pudiera convencer, firmara un acuerdo garantizando que nunca enviaría aún ciudadano estadounidense a la CPI. A través de sanciones y también de incentivos Estados Unidos logró que varios países firmen estos acuerdos secretos del artículo 97. Cuando vino Barack Obama, la política fue más sutil pero se continuó en la misma dirección. El resultado es lo que vemos hoy: sólo ciudadanos de países africanos han sido juzgados por la CPI. Ahora vemos que Palestina se ha unido a la CPI a pesar de una fuerte campaña para que eso no ocurra. Lo interesante es que la campaña fue tan fuerte, lo cual demuestra un verdadero miedo al CPI. Eso quiere decir que aún la remota amenaza de un proceso judicial en la CPI provoca un esfuerzo extraordinario para eliminar esa posibilidad. La amenaza de ser juzgado aún cuando es remota, cambia comportamientos y es importante aprender eso para valorar a la jurisdicción universal.
–¿Y con respecto a la libertad de expresión?
Algunas de nuestras investigaciones han tenido consecuencias legales. hemos demostrado crímenes de guerra en Irak y Afganistán, en relación a la tortura, el asesinato de civiles pero el gobierno de estados Unidos no investigó ninguno de esos casos, investigó a la fuente de información y esa fuente fue condenada a 35 años de prisión. Del mismo modo, con John Kiriakou el ex agente que filtró información la práctica del submarino en los interrogatorios de la CIA, fue juzgado y pasó dos años de prisión. Ya está libre nuevamente, pero es la única persona que fue juzgada, nadie fue juzgado por lo que él denunció.
–En los últimos meses Wikileaks viene denunciando y publicando información sobre dos tratados que se están negociando casi en secreto a nivel mundial: el TTP (Acuerdo Estratégico del Trans-Pacífico de Cooperación Económica) y el TPIP (Asociación del Transatlántico par el Comercio y la Inversión.
–Estados Unidos ha decidido abandonar la Organización Mundial del Comercio como herramienta efectiva para regular los intercambios financieros internacionales. Así que se está saliendo, creando distintos mecanismos y lo está haciendo a gran velocidad para rodear geopolíticamente y legalmente a China con un nuevo bloque comercial, un nuevo bloque legal. Ese bloque que está construyendo es el acontecimiento geopolítico más significativo desde la creación de la Unión Europea. Cincuenta y dos países que representan dos tercios del producto bruto mundial, 2600 millones de personas y un nuevo sistema legal que no elimina los sistemas preexistentes pero que es muy intenso y agresivo que cubre los principales temas de la economía, de la propiedad, de internet, de las estructuras corporativas, intrusivo que cubre temas de propiedad, de derechos para corporaciones, del transporte. Pero hay algo que no cubre, y es la idea de los derechos humanos. Sigue un criterio económico como la Unión Europea, pero carece de sus valores iluministas. No contempla una Corte de Derechos Humanos como la de la Unión Europea. Ya no es secreto porque hemos podido obtener y publicar algunos capítulos. A nivel geopolítico es lo más importante que está ocurriendo ahora es la reestructuración más amplia más ambiciosa y más abarcativa de relaciones legales y económicas que jamás se haya intentado. Se trata de un acontecimiento interesante, que quizás ofrezca algunas oportunidades, si se puede juntar suficiente fuerza política para descarrilar algunos de estos acuerdos, a menos que incorporen al sistema los instrumentos de derechos humanos apropiados.
–¿Algún mensaje para Argentina?
–Más que nada tengo un pedido. Me gustaría mucho estar en la Argentina. He escuchado buenas cosas de tu país. La embajadora en Londres, Alicia Castro, me ha manifestado un firme apoyo y quiero agradecerle a Argentina por ese apoyo. Los argentinos ya saben lo difíciles y engañosos que pueden ser y son los británicos en una negociación, y lo que hacen con la ley. Argentina actúa desde el punto de vista legal, y en lo geopolítico el desarrollo de América latina es muy importante, su integración e independencia son importantes, no sólo para Argentina, también para mucha gente que vive en Europa, también para WikiLeaks y para mí. Mi filosofía política básica es que cuando un grupo de personas o una nación no tiene poder de negociación, entonces no tiene libertad para elegir, lo cual te lleva a situaciones injustas. Lo que a mundo más honesto no es la política electoral. Lo que hace al mundo más honesto, lo que hace a las personas más honestas, es que podes ir a otro lado, que podés elegir a otro. A nivel de política electoral, poder elegir entre uno u otro partido. A nivel nacional es la capacidad de decir, “si Estados Unidos se está portando mal en cierto aspecto, tengo la posibilidad de negociar con China, o con Europa o cualquier otro país”. Eso es muy importante. Ha habido una gran explosión de libertad de expresión y han surgido muchos escritos diverso sobre lo que el mundo es y lo que puede ser en la globalización, donde las publicaciones no tiene por qué estar atadas a un solo público, por qué estar sometidas a un solo departamento policial por la jurisdicción que les tocó, sino que pueden comparar y elegir. Pueden elegir a qué Estado prefieren educar. Esta danza interactiva entre Estados, jurisdicciones y grupos de poder es lo que permite a personas que ha sido perjudicadas puedan elegir otro lugar donde estar. Así funciona la ley de la oferta y la demanda y esa libertad es la que hace que el mundo sea más honesto, más allá de cuál sea el sistema político o el sistema legal con el que tengas que lidiar.