16 mar 2014

Venezuela, la escalada

ESCRITO POR: DANIEL GATTI

Con uruguayos residentes en Caracas

Es un calco de 2002

Son padre e hijo, llegados a Caracas hace casi 40 años. Viven en una “urbanización”, un barrio de clase media, de la capital que “en 75 u 80 por ciento vota por la oposición”. Se dicen indignados por las manipulaciones de los medios de comunicación, que cargan sobre el chavismo, o a lo sumo sobre “los dos bandos por igual”, la responsabilidad de las muertes ocurridas desde hace un mes en Venezuela. “Estamos viviendo un escenario igualito al de 2002, cuando el golpe contra Chávez”, aseguran. A continuación lo esencial de su charla telefónica con Brecha.
—Todo comenzó en los barrios de clase media, en estas urbanizaciones. Y no ha salido de allí. Es falso que haya manifestaciones en las zonas populares, en los “barrios”, como les llaman aquí a las favelas, a los cantegriles, al menos aquí en Caracas. Venezuela tiene 335 municipios, y los desmanes, los “enfrentamientos”, han tenido lugar apenas en ocho de ellos, casualmente todos gobernados por la oposición. Aquí los alcaldes tienen la responsabilidad de la seguridad en sus áreas de influencia, y no se ha visto que la policía municipal de las zonas levantadas haya hecho algo. Al contrario, han dejado hacer a sus anchas a los “manifestantes”. Los que están en las calles son los estudiantes de las universidades privadas, y gente de los sectores acomodados, que han mascado un odio indecible en todos estos años de chavismo. Se nos hace difícil hacer entender en Uruguay el odio de clase que se manifiesta aquí porque les tocaron sus privilegios.

Gran parte de los medios “internacionales” y los canales privados de televisión o los diarios de mayor tiraje de aquí, en su mayoría opositores, aseguran que la policía chavista tortura en las cárceles, que las muertes que han ocurrido son responsabilidad de “motorizados” chavistas o de agentes policiales, y no hay nada más falaz.
Para apoyar una cosa y otra han recurrido abundantemente a las redes sociales, a Facebook, a Twitter, para difundir fotos o videos supuestamente acusadores. Se ha comprobado, negro sobre blanco, el trucaje a gran escala al que han procedido, mostrando como si ocurrieran en Venezuela escenas de represión correspondientes a Ucrania, Chile, Egipto, Honduras.
Pero lo que es particularmente indignante es lo de los muertos. Están usando las mismas tácticas que en 2002: colocan francotiradores en techos, azoteas, puentes para disparar indistintamente sobre chavistas u opositores y luego poder acusar a policías, o a “civiles adeptos al régimen”. O si no aparecen por ahí, sin que nadie sepa de dónde vienen, tipos vestidos con muy visibles camisas rojas (el distintivo del chavismo) que disparan a mansalva. Lo que quieren es crear una sensación de caos, de guerra civil, de descontrol, mostrar que el gobierno no puede controlar la situación y recurre a la violencia, y generar un marco propicio a una intervención extranjera.

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¿Qué hubiera pasado en cualquier otro país si sucedieran destrozos, quema de camiones transportadores de comida, cortes permanentes de calles y avenidas, destrucción de plazas, de edificios públicos, incendios de patrulleros, como los que están ocurriendo acá? Seguramente el gobierno del país en cuestión hubiera reaccionado para restaurar el orden. Lo hubiera hecho cualquiera de los gobiernos que están intentando intervenir ahora en Venezuela, y en primer lugar el de Estados Unidos.
Pues bien, aquí el gobierno esperó tres días antes de mandar a la Guardia Nacional a desmontar barricadas. No tiene tradición de reprimir manifestaciones –y mirá que aquí ha habido marchas de todo tipo– pero llegó un momento en que las cosas fueron de mal en peor, y ante la pasividad de los gobiernos locales, de las alcaldías donde sucedían estas cosas, el Ejecutivo ya no pudo quedarse de brazos cruzados...

http://brecha.com.uy/index.php/mundo/3411-venezuela-la-escalada