8 dic 2018
Las protestas fueron provocadas originalmente por el aumento planificado del impuesto sobre el combustible, pero desde entonces se han convertido en un movimiento más amplio en contra de las políticas oficiales y reformas económicas.
Para este sábado se ha convocado en París, una nueva jornada de manifestaciones de los llamados 'chalecos amarillos' bajo el lema 'Todos al Eliseo'.
Las fuerzas de seguridad de la capital francesa ya han detenido a más de 300 activistas. Medios locales reportan que las detenciones se debieron principalmente a que se preparaban "actos violentos o destrucción".
Desde la madrugada de este sábado, miles de policías han sido desplegados en las calles que convergen la céntrica plaza Charles de Gaulle, donde se encuentra el Arco de Triunfo.
La Gendarmería Nacional, responsable de las misiones de policía, ha desplazado a París varios vehículos blindados. El 6 de diciembre el primer ministro, Édouard Philippe, anunció "una movilización excepcional" de 89.000 agentes de las fuerzas del orden en todo el país, 8.000 de ellos en la capital.
Debido a esta convocatoria de los 'chalecos amarillos', decenas de museos y sitios culturales han decidido cerrar durante el fin de semana, entre ellos la emblemática Torre Eiffel y el Museo del Louvre.
Las protestas del movimiento 'chalecos amarillos' comenzaron el 17 de noviembre, provocadas originalmente por el aumento planificado del impuesto sobre el combustible. Sin embargo, pese a que el Gobierno de Emmanuel Macron anuló ese aumento de impuestos, las protestas se han convertido en un movimiento más amplio en contra de las políticas oficiales y sus reformas económicas.
Las manifestaciones del 1 de diciembre reunieron a 75.000 personas por toda Francia y tuvieron un saldo de 133 heridos y 412 arrestados. Las protestas ocurridas en el centro de Francia se volvieron violentas y hubo enfrentamientos con la Policía.
Las protestas fueron provocadas originalmente por el aumento planificado del impuesto sobre el combustible, pero desde entonces se han convertido en un movimiento más amplio en contra de las políticas oficiales y reformas económicas.
Para este sábado se ha convocado en París, una nueva jornada de manifestaciones de los llamados 'chalecos amarillos' bajo el lema 'Todos al Eliseo'.
Las fuerzas de seguridad de la capital francesa ya han detenido a más de 300 activistas. Medios locales reportan que las detenciones se debieron principalmente a que se preparaban "actos violentos o destrucción".
Desde la madrugada de este sábado, miles de policías han sido desplegados en las calles que convergen la céntrica plaza Charles de Gaulle, donde se encuentra el Arco de Triunfo.
La Gendarmería Nacional, responsable de las misiones de policía, ha desplazado a París varios vehículos blindados. El 6 de diciembre el primer ministro, Édouard Philippe, anunció "una movilización excepcional" de 89.000 agentes de las fuerzas del orden en todo el país, 8.000 de ellos en la capital.
Debido a esta convocatoria de los 'chalecos amarillos', decenas de museos y sitios culturales han decidido cerrar durante el fin de semana, entre ellos la emblemática Torre Eiffel y el Museo del Louvre.
Las protestas del movimiento 'chalecos amarillos' comenzaron el 17 de noviembre, provocadas originalmente por el aumento planificado del impuesto sobre el combustible. Sin embargo, pese a que el Gobierno de Emmanuel Macron anuló ese aumento de impuestos, las protestas se han convertido en un movimiento más amplio en contra de las políticas oficiales y sus reformas económicas.
Las manifestaciones del 1 de diciembre reunieron a 75.000 personas por toda Francia y tuvieron un saldo de 133 heridos y 412 arrestados. Las protestas ocurridas en el centro de Francia se volvieron violentas y hubo enfrentamientos con la Policía.
El pasado 17 de noviembre, una manifestante murió tras ser atropellada durante una protesta de los 'chalecos amarillos'. Asimismo, ese día se registraron al menos 227 heridos, mientras que 117 personas fueron detenidas por la Policía.
El pasado 24 de noviembre se registró una nueva protesta que dejó al menos 30 heridos y 130 manifestantes detenidos, convirtiendo a París en un auténtico campo de batalla. A consecuencia de la violencia, se cerraron de manera temporal siete estaciones de metro.