“El capitalismo salvaje ha destruido Estados e individuos”
05.01.2014
BRUSELAS (Uypress) - El presidente del parlamento Europeo es un socialdemócrata y europeísta convencido, alarmado y militante.
Aspirante en las próximas elecciones a presidir de la Comisión, observa con temor el ascenso del antieuropeísmo, pero comprende que los ciudadanos dejados a la intemperie se rebelen.
Martin Schulz (Hehlrath, Alemania, 1955), presidente del Parlamento Europeo desde 2012 y candidato de los socialistas para presidir la Comisión desde noviembre, es un político bastante insólito. Por su franqueza en discursos y declaraciones, que le ha granjeado fama de sincero, pero también de duro. Y por la forma en que llegó a la política: no estudió ninguna carrera, fue aprendiz de librero y luego fundó su propia librería, en la que trabajó más de una década y sigue abierta. Pasó de la política local a la europea y, poco a poco, se fue haciendo un nombre en la Eurocámara.
Con la crisis, no se ha quedado callado. Su constante denuncia de las penurias que la clase media y los más desfavorecidos están sufriendo a causa de la austeridad; su discurso, centrado en que un recorte de la Europa social significa un recorte de las libertades, y su idea de que no se puede renunciar al concepto de la Unión como un lugar cuyos dirigentes deben defender la justicia social le han granjeado un prestigio creciente en la izquierda del continente. Son muchos los que creen que esta beligerancia ha sido fundamental en su designación como el primer candidato socialdemócrata para presidir la Comisión -por primera vez, a partir de las elecciones europeas de mayo, el Parlamento tendrá un papel fundamental en ese nombramiento-. Pero su forma de hacer campaña es hablar, alto y claro, sobre los peligros que padecen Europa y sus ciudadanos. Quizá lo más insólito de Schulz, visto desde España, es que se trata de un político que no tiene miedo a decir lo que él cree que es la verdad y a asumir su parte de culpa.
Cuando la UE recibió el Premio Nobel de la Paz, usted utilizó en su discurso 'Los Buddenbrook', la gran novela de Thomas Mann, como metáfora de la Europa actual. ¿Por qué? Utilicé este libro como imagen porque narra una historia a través de tres generaciones: la de los fundadores, la de los administradores y la que se juega la herencia. Hemos pasado por la primera, también por la que tuvo que administrar la herencia, y no quiero pertenecer a la generación que la destruye. Es el sentimiento que tengo: en Europa hay gente que está jugando con lo que hemos heredado.
Martin Schulz
Desde niño, este político nacido en Hehlrath en 1955 quiso ser futbolista. Pero una lesión de rodilla, aparte de deprimirle, le impidió jugar en el equipo que él quería: el Colonia. Después se hizo librero, oficio que ejerció entre 1982 y 1994 compatibilizándolo con la política, ya que también en esos años se convirtió, a los 31, en el alcalde más joven de la ciudad en la que vivía, Würselen. De ahí emprendió una más que digna carrera dentro del socialdemócrata SPD de su país, donde había ingresado en 1974 en sus juventudes. Dentro de esa trayectoria se decantó por Europa y en 1994 fue elegido parlamentario de la Unión, un cargo que le ha aupado en 2012 a presidente de la institución. Ahora es candidato.
En muchos de sus discursos y entrevistas recientes, usted insiste en que la UE, tal y como la conocemos, está en peligro, que lo que creemos irreversible, la Europa unida, puede ser reversible. ¿Piensa realmente que puede ser así, que es posible un salto hacia atrás tan grande? No quiero ser alarmista ni apocalíptico, pero tengo la obligación de describir la realidad, y eso solo se puede hacer desde las propias experiencias. Un privilegio de mi puesto es que me encuentro con gente por todas partes en Europa. La UE es extremadamente impopular, y cada experiencia democrática de la historia nos muestra que cuando los ciudadanos retiran el apoyo a un proyecto está condenado. Es una mala noticia para todos los dictadores del mundo, porque tarde o temprano las tiranías caen porque la gente está harta, pero es también una alerta para la democracia. Si los ciudadanos creen que la democracia ya no sirve a sus intereses, es posible que le retiren el apoyo. Tenemos que ser realistas: la gente está abandonando la idea de que apoyar a Europa sirve para algo. Porque la UE como la vemos no se corresponde con los deseos, los sueños, las proyecciones positivas que compartían la inmensa mayoría de los ciudadanos cuando pensaban en ella. Si los ciudadanos abandonan a Europa, está perdida.
¿Cree usted que en las elecciones europeas de mayo de 2014puede producirse una sorpresa desagradable en forma de auge del populismo en toda la UE? Mi propuesta es que la gente que se ocupa de Europa, en los Estados miembros o en las instituciones, lance un debate. ¿Qué continente queremos? Los populistas actuales están ganando terreno en todas partes con su mensaje claro de rechazo, pero nosotros les permitimos que puedan decir que todo va mal sin obligarles a presentar su propia alternativa porque saben que no la tienen. Para no permitir que esa gente ocupe el terreno político, necesitamos poner sobre la mesa ideas sobre la organización. Por eso estoy convencido de que esta idea introducida en el Tratado de Lisboa, que el Parlamento Europeo vote al presidente de la Comisión, da un nuevo sentido a las elecciones.
¿Cree usted que su nacionalidad alemana puede ser un problema en su carrera hacia la presidencia de la Comisión en un momento en el que muchos europeos perciben a Alemania como un Estado demasiado fuerte, aunque no comparta ni partido ni ideas con la canciller Angela Merkel? El debate se está produciendo y demuestra el lugar en el que nos encontramos. Cuando fui elegido para el Parlamento Europeo hace 19 años, nadie hubiese debatido si un alemán podía liderar la UE, porque la nacionalidad no desempeñaba ningún papel. Ahora la nacionalidad desempeña de nuevo un papel, y eso demuestra el lugar en el que nos encontramos. Es también una respuesta a su primera pregunta, la comparación con Los Buddenbrook. ¿Cuál era nuestra herencia? Las naciones, más allá de las fronteras, trabajan juntas dentro del respeto mutuo. Un maltés podría dirigir la UE, como un finlandés o un portugués. Lo que cuenta es el interés común hacia Europa, porque una UE fuerte es buena para todos. Y hoy debatimos sobre un alemán porque es alemán, no porque sea de derechas o izquierdas, con experiencia, inteligente o no. Me encuentro entre esos alemanes que siempre han luchado por una Unión en la que eso no tenga ningún papel. Muchos europeos desconfían de Alemania. Pero eso me anima aún más a demostrar que la nacionalidad no tiene importancia, que lo esencial son las políticas, que para mí se componen de tres elementos: justicia social entre naciones y pueblos; respeto mutuo, que los grandes no den lecciones a los pequeños; y una Europa unida y fuerte para defenderse en una competencia mundial con nuestros valores democráticos. Estas son las tres claves, y por eso me presento como europeo que viene de Alemania, no como alemán.
Pertenece a una generación cuyo abuelo combatió en una guerra mundial y su padre en otra. Ha visto cómo se asentaba la paz, desapareciendo las fronteras, cómo los pasaportes se quedaban en el cajón y cómo se llegaba a una moneda única. ¿Cree que hemos sabido explicar estos logros a quienes no los han vivido y se los han encontrado hechos? En todos los lugares donde discuto esta cuestión con los jóvenes constato que la idea que hay detrás, la idea misma de Europa, es incontestable. Usted la ha descrito en su pregunta.
Seamos realistas: la gente está abandonando la idea de que apoyar a Europa sirve para algo
¿La paz? No es solo la paz. Indudablemente es así, pero hay más cosas. La idea de Europa es que se unan diferentes naciones y Estados; hago a menudo esta diferencia porque todo se basa en la colaboración entre Estados y pueblos más allá de las fronteras. Cuando hablo de las fronteras no me refiero a las fronteras físicas, sino culturales, lingüísticas, económicas, políticas, más allá de lo que nos ha separado en el pasado. Los Estados colaboran porque saben que el respeto mutuo es la base estable y duradera para la paz. Y el respeto de los derechos de cada ciudadano de esa comunidad es un valor en sí. Sabemos que juntos en el siglo XXI somos más fuertes que separados. Esa idea no la discute nadie. Sobre todo los jóvenes la comparten. Pero hay un problema, y por eso considero que estamos amenazados: cada vez más, la gente no identifica lo que acabo de describir con la UE. Esta idea es una herencia histórica, porque su realización es lo contrario de lo que Europa ha practicado durante la primera mitad del siglo XX. Es la razón por la que digo, como alemán, que esta UE es un regalo histórico que nos obliga, sobre todo a los alemanes, a luchar por esta Unión, porque ha permitido a los alemanes entrar con la cabeza alta en la democracia. Añado una pregunta: ¿abandonamos la idea o cambiamos Europa? Yo creo que hay que llevar a cabo un cambio integral en la UE.
¿En qué dirección? Más transparencia, mayor justicia social, y no se pueden separar las dos. Somos el continente más rico del mundo, tenemos empresas que producen beneficios incluso en medio de la crisis económica más profunda, beneficios enormes... bancos, fondos especulativos. No propongo la existencia de un Ministerio de Hacienda europeo, pero sí una regla muy simple: pagas los impuestos allí donde tienes beneficios. Muy simple: eso aumentaría los ingresos del Estado en vez de discutir solamente cómo reducir los gastos. La tasa sobre las transacciones financieras. ¿Cómo resolvemos el bloqueo de los créditos? Los bancos que reciben préstamos del Banco Central Europeo al 0,5% rechazan inyectar el dinero en la economía real. Cada empresa pequeña y mediana en España se queja de que no tiene acceso al crédito. Hay medidas muy concretas que podrían cambiar todo inmediatamente. No creo en los grandes debates sobre la estructura. Eso le da igual al joven parado andaluz. Lo que quiere es que le ayudemos, es primordial. Tenemos que defender los salarios dignos: que alguien que trabaje ocho horas al día reciba un sueldo que le permita vivir con dignidad. Eso es lo esencial. Son promesas que Europa siempre ha hecho y que ahora no se respetan. Son cambios a corto plazo y que se pueden realizar. Acciones concretas a favor de la justicia social y, repito, entre los pueblos y entre los ciudadanos.
¿Cree que la austeridad puede matar la idea de Europa en países como Portugal, España, Grecia? Es un mensaje ideológico: hay que reducir los gastos e inmediatamente volverá la confianza de los inversores y el empleo. Esa es la propaganda desde hace cinco años, y desde hace cinco años vemos que cada vez más países caen en la recesión. Necesitamos una combinación: esa es la idea del Parlamento Europeo. La disciplina presupuestaria es necesaria, sin duda. Resulta ilógico que los Estados dediquen un tercio de su presupuesto a pagar intereses. Disciplina presupuestaria, sin duda. Pero el efecto es que invirtamos en el crecimiento y, sobre todo, en el empleo de los jóvenes, en las infraestructuras, investigación, desarrollo, lucha contra el desempleo juvenil, sobre todo con ayudas a las pymes. La austeridad sola no sirve para nada.
No es la primera vez que circulan ideas que ponen en peligro el sentido del Estado de bienestar. ¿No ocurrió ya esto en los años de Thatcher? Seamos honestos: comparada con los neoliberales, Margaret Thatcher era una mujer socialmente responsable. Nos han dicho que una economía social, nuestros valores democráticos, sociales, ya no son competitivos con otras regiones del mundo; han defendido que cuanto más se trabaje por menos dinero es mejor, con un mínimo de derechos democráticos en la empresa, sin derecho a la huelga, sin sindicatos. Esta propaganda ha gobernado Europa durante dos décadas y el resultado es visible: la enorme riqueza de una minoría sin precedentes; un crecimiento de la pobreza, incluso de las clases medias, sin precedentes, y una crisis institucional sin precedentes. Este sistema ha fracasado: Europa es el continente más rico del mundo, pero tiene una distribución de la riqueza muy injusta.
¿No le preocupa que los italianos sigan votando a Berlusconi, que casi gana las últimas elecciones parlamentarias, o los franceses a Marine Le Pen, que siga creciendo el apoyo a esas fuerzas oscuras? Es muy inquietante, pero hay que analizarlo con mucho cuidado. Tomemos al electorado de Silvio Berlusconi, la gente que vota a Forza Italia. Se trata de trabajadores, pequeños y medianos empresarios, y cuando se discute con ellos se ve rápidamente por qué le votan: tienen miedo, miedo de perder lo que han conseguido en sus vidas: un trabajo, una casa, unos ahorros. Se sienten amenazados por ese mundo globalizado en el que el Estado no protege a sus ciudadanos y buscan a alguien que creen que los protege. En parte tienen razón: lo ocurrido en los últimos 10 años demuestra que están amenazados. El capitalismo salvaje que hemos vivido durante esta década ha sido capaz de destruir Estados e individuos. La pérdida de la protección social y legal de la gente normal es una auténtica amenaza. Lo paradójico es que Berlusconi pertenece políticamente al grupo que promueve ese capitalismo, pero, gracias a su fuerza mediática, es capaz de contar lo contrario. En Francia ocurre lo mismo en otras circunstancias. La gente que vota al Frente Nacional tiene miedo. ¿Cuál es nuestra conclusión? Europa era una promesa: más seguridad, más crecimiento, más trabajo, más paz, más libertad. Hay algunas promesas que se mantienen, pero hay muchas que tenemos la impresión de que a Europa ya no le interesa mantener; al contrario, la mayoría que había en las instituciones europeas y en los Estados miembros ha permitido una política que era lo contrario de esas promesas.
La Unión Europea ha permitido a los alemanes entrar con la cabeza alta en la democracia
Hace dos años, en una entrevista en este mismo periódico, le preguntaron sobre el libro que mejor describe la situación actual en la UE y respondió que 'El último verano de Europa', de David Fromkin, un ensayo sobre los orígenes de la I Guerra Mundial. ¿Por qué? No nos encontramos en las puertas de ninguna guerra. Dicho esto, lo que Fromkin describe es un proceso que pusieron en marcha Gobiernos, pero que acabó por ser incontrolable para las mismas personas que lo empezaron. Se puso en marcha un proceso en el que, como nadie decía la verdad, al final estalló una catástrofe. Lo que ocurre ahora es que tenemos a personas en todas las instituciones que te dicen una cosa, pero detrás tienen otra táctica. Es la razón por la que recomiendo ese libro. No ayudamos a los griegos porque los griegos deben resolver ellos sus problemas, pero en realidad lo que ocurre es que ayudar a los griegos no es muy popular y tengo elecciones en casa. Pones en marcha un proceso que tiene consecuencias incontrolables. Además es un ensayo histórico muy bien escrito.
En una época de su vida, usted fue futbolista, y creo que le sigue gustando mucho ese deporte. ¿Cree que es una buena metáfora del continente? Porque en los clubes hay jugadores de todas las nacionalidades, y hay fans del Real Madrid o del Barcelona en cualquier rincón con independencia de su nacionalidad. El fútbol desempeña un papel muy importante hoy. Soy diputado europeo desde hace 19 años y he comprendido que la nacionalidad, que el sentimiento de adhesión a un grupo, etnia, nación, pueblo, da identidad: una palabra sinónimo de no estar solo. Estar orgulloso de una nación o un grupo representa el orgullo hacia uno mismo. Pero ese sentimiento en una Europa en la que la nación no es el único punto de referencia disminuye. En una época, la gente estaba orgullosa de ser católica o protestante, o socialista, o sindicalista, o conservadora. Todo eso se disuelve en nuestra sociedad moderna. Ese vacío es reemplazado por el fútbol, por eso creo que tiene un papel social tan importante. Tenemos que tener cuidado, eso sí, de que no se descontrole.
Ha sido librero durante muchos años. Ahora se habla mucho de la crisis del sector. ¿Imagina una Europa sin librerías? No. Qué pobreza. No tengo nada con los libros electrónicos, contra las grandes cadenas, pero no puedo imaginarlo.
¿Compra libros a través de Internet? No. Una de mis empleadas compró mi librería cuando me hicieron diputado. La librería existe todavía en Würselen y compro ahí todo. Es un local pequeño en el centro. Combina la literatura con libros de arte, y todo esto funciona porque vende para niños. Es la clave para que sobrevivan. Desde que das a un niño un libro, tendrá una identificación con él. Creo que todos sabemos cuáles fueron nuestros primeros libros. Mis hijos me hablan del olor del papel y me dicen que cuando entran en una librería vuelven a su infancia. Es un sentimiento único y por eso estoy convencido de que sobrevivirán.
Roberto Savio / utopie@ips.org / www.robertosavio.info
9 ene 2014
Al Qaeda se apodera de Faluya en Irak y sigue avanzando
Al Qaeda se apodera de Faluya en Irak y sigue avanzando
Publicado el 1/06/14
Luego de varios días de combates, fuerzas de la red terrorista al Qaeda arrebataron al gobierno de Irak el control de la ciudad de Faluya, según reportes de prensa.
Según dijo un funcionario del ministerio del Interior francés a la agencia AFP, la ciudad ha quedado bajo control del grupo Milicianos del Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), brazo armado de al Qaeda en ese país.Testigos citados por los reportes indicaron que no queda presencia de fuerzas gubernamentales en Faluya, a solo unos 60 kilómetros al oeste de Bagdad.
La víspera combatientes de al Qaeda izaron su bandera sobre los edificios oficiales en la ciudad, en la provincia de Anbar, y la declararon un estado islámico independiente.
Un periodista iraquí dijo al diario The Washington Post que la policía y otros efectivos del gobierno abandonaron Faluya, mientras un líder tribal de Anbar dio cuenta de combates también en Ramadi, cabecera provincial.
De acuerdo con la fuente, el jefe regional del ISIL, Abdul Rahman al Baghdadi, figura entre los atacantes muertos en combate.
La provincia de Anbar fue centro de la rebelión sunita durante los ochos años de presencia militar estadounidense en el país hasta diciembre de 2011. Más de mil 300 soldados de EE.UU. resultaron muertos en la región.
Al Qaeda renueva su poderío
La fuerzas afiliadas a Al Qaeda en Irak habían perdido buena parte de su influencia a partir de fines de 2006 cuando miles de sunitas horrorizados por la brutalidad de la red decidieron tomar las armas contra esta organización, brindando así un valioso apoyo a Estados Unidos.
Sin embargo, la red creada por el difunto saudita Osama Bin Laden ha vuelto con energía renovada de la mano de su último avatar, el Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL), fogueado en el conflicto que sacude a la vecina Siria desde 2011.
La organización se ha convertido en una importante fuerza en la guerra civil siria, y en Irak ha demostrado lo que es capaz, perpetrando atentados con bomba contra civiles y tomando prisioneros.
“El EIIL ha sabido aprovechar sus redes y sus capacidades en Irak para cimentar una fuerte presencia en Siria. Y al mismo tiempo se ha servido de su presencia en Siria para mejorar su posición en Irak”, explica Daniel Byman, del Brookings Institution.
El grupo islamista “ha recuperado la capacidad de realizar una guerra de guerrillas limitada, y una campaña terrorista sostenida”, afirma.
El EIIL ha subido de nivel con la toma de parte de Ramadi y de la totalidad de Faluya, dos importantes ciudades de la provincia iraquí de Al Anbar, en el oeste del país. Las dos fueron el epicentro de la insurgencia que siguió a la invasión estadounidense de Irak en 2003. Los insurgentes declararon que ahora “Faluya es un Estado islámico”.
Objetivos más allá de Irak
“La fuerza, el control territorial y la influencia del EIIL han venido creciendo en Al Anbar desde hace un tiempo”, recuerda Charles Lister, del Brookings Doha Center.
“Sus objetivos van mucho más allá de Irak, pero el objetivo transnacional de establecer un estado islámico en el Levante solo puede lograrse una vez que se creen miniestados” como el proclamado en Faluya, añade Lister.
“En el contexto iraquí, Al Anbar y la provincia de Nínive son de una importancia crucial, dado su contacto directo con el este de Siria”, agrega el experto.
El portavoz del ministerio iraquí de Defensa, Mohamed al Askari, también destaca la importancia de la conexión con Siria.
Según él, las fotografías aéreas y otras informaciones recabadas apuntan a “la llegada de armas y equipamiento avanzado desde Siria al desierto de Al Anbar y la frontera de la provincia de Nínive”, lo que ayudaría a los islamistas a reestablecer sus campamentos de entrenamiento, eliminados recientemente por las fuerzas de seguridad.
John Drake, experto en seguridad en la compañía de gestión de riesgos AKE Group, afirma que la situación en la provincia de Al Anbar “es comparable a los días malos del apogeo de la insurgencia”.
Pero si bien la toma de Faluya puede darle credibilidad a EIIL, mantener el control sobre los territorios puede resultarle complicado. “Le dará más credibilidad al grupo, pero a largo plazo tendrá que andarse con mucho cuidado para no granjearse otra vez la cólera de la población local”, apunta Drake, refiriéndose a la brutalidad que indignó a los sunitas de Al Anbar y los llevó a movilizarse contra Al Qaeda en 2006.
“El EIIL ha demostrado que puede golpear con rapidez y dureza”, señala Michael Knights, del Washington Institute for Near East Policy.
Pero, paradójicamente, “la fuerza creciente del EIIL podría hacerle daño a la organización, porque en las batallas abiertas por terrenos urbanos le va bien al gobierno”, añade Knights
Publicado el 1/06/14
Luego de varios días de combates, fuerzas de la red terrorista al Qaeda arrebataron al gobierno de Irak el control de la ciudad de Faluya, según reportes de prensa.
Según dijo un funcionario del ministerio del Interior francés a la agencia AFP, la ciudad ha quedado bajo control del grupo Milicianos del Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), brazo armado de al Qaeda en ese país.Testigos citados por los reportes indicaron que no queda presencia de fuerzas gubernamentales en Faluya, a solo unos 60 kilómetros al oeste de Bagdad.
La víspera combatientes de al Qaeda izaron su bandera sobre los edificios oficiales en la ciudad, en la provincia de Anbar, y la declararon un estado islámico independiente.
Un periodista iraquí dijo al diario The Washington Post que la policía y otros efectivos del gobierno abandonaron Faluya, mientras un líder tribal de Anbar dio cuenta de combates también en Ramadi, cabecera provincial.
De acuerdo con la fuente, el jefe regional del ISIL, Abdul Rahman al Baghdadi, figura entre los atacantes muertos en combate.
La provincia de Anbar fue centro de la rebelión sunita durante los ochos años de presencia militar estadounidense en el país hasta diciembre de 2011. Más de mil 300 soldados de EE.UU. resultaron muertos en la región.
Al Qaeda renueva su poderío
La fuerzas afiliadas a Al Qaeda en Irak habían perdido buena parte de su influencia a partir de fines de 2006 cuando miles de sunitas horrorizados por la brutalidad de la red decidieron tomar las armas contra esta organización, brindando así un valioso apoyo a Estados Unidos.
Sin embargo, la red creada por el difunto saudita Osama Bin Laden ha vuelto con energía renovada de la mano de su último avatar, el Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL), fogueado en el conflicto que sacude a la vecina Siria desde 2011.
La organización se ha convertido en una importante fuerza en la guerra civil siria, y en Irak ha demostrado lo que es capaz, perpetrando atentados con bomba contra civiles y tomando prisioneros.
“El EIIL ha sabido aprovechar sus redes y sus capacidades en Irak para cimentar una fuerte presencia en Siria. Y al mismo tiempo se ha servido de su presencia en Siria para mejorar su posición en Irak”, explica Daniel Byman, del Brookings Institution.
El grupo islamista “ha recuperado la capacidad de realizar una guerra de guerrillas limitada, y una campaña terrorista sostenida”, afirma.
El EIIL ha subido de nivel con la toma de parte de Ramadi y de la totalidad de Faluya, dos importantes ciudades de la provincia iraquí de Al Anbar, en el oeste del país. Las dos fueron el epicentro de la insurgencia que siguió a la invasión estadounidense de Irak en 2003. Los insurgentes declararon que ahora “Faluya es un Estado islámico”.
Objetivos más allá de Irak
“La fuerza, el control territorial y la influencia del EIIL han venido creciendo en Al Anbar desde hace un tiempo”, recuerda Charles Lister, del Brookings Doha Center.
“Sus objetivos van mucho más allá de Irak, pero el objetivo transnacional de establecer un estado islámico en el Levante solo puede lograrse una vez que se creen miniestados” como el proclamado en Faluya, añade Lister.
“En el contexto iraquí, Al Anbar y la provincia de Nínive son de una importancia crucial, dado su contacto directo con el este de Siria”, agrega el experto.
El portavoz del ministerio iraquí de Defensa, Mohamed al Askari, también destaca la importancia de la conexión con Siria.
Según él, las fotografías aéreas y otras informaciones recabadas apuntan a “la llegada de armas y equipamiento avanzado desde Siria al desierto de Al Anbar y la frontera de la provincia de Nínive”, lo que ayudaría a los islamistas a reestablecer sus campamentos de entrenamiento, eliminados recientemente por las fuerzas de seguridad.
John Drake, experto en seguridad en la compañía de gestión de riesgos AKE Group, afirma que la situación en la provincia de Al Anbar “es comparable a los días malos del apogeo de la insurgencia”.
Pero si bien la toma de Faluya puede darle credibilidad a EIIL, mantener el control sobre los territorios puede resultarle complicado. “Le dará más credibilidad al grupo, pero a largo plazo tendrá que andarse con mucho cuidado para no granjearse otra vez la cólera de la población local”, apunta Drake, refiriéndose a la brutalidad que indignó a los sunitas de Al Anbar y los llevó a movilizarse contra Al Qaeda en 2006.
“El EIIL ha demostrado que puede golpear con rapidez y dureza”, señala Michael Knights, del Washington Institute for Near East Policy.
Pero, paradójicamente, “la fuerza creciente del EIIL podría hacerle daño a la organización, porque en las batallas abiertas por terrenos urbanos le va bien al gobierno”, añade Knights
8 ene 2014
R. Centroafricana: las razones ocultas de la intervención francesa
R. Centroafricana: las razones ocultas de la intervención francesa
Publicado el 5/01/14
OLIVIER A. NENDKOF – Contrariamente al «imperativo humanitario» que esgrime el presidente francés Francois Hollande, la «Operación Sanguiris», dirigida por 1.200 soldados franceses apunta en contra de la llegada de los chinos y sobre todo para controlar las reservas de oro, diamantes y uranio que presenta el subsuelo de la República Centroafricana. Un pais más grande que Francia y Bélgica juntos, y donde Areva, Total, Bollore, France Telecom… ya dictan su ley a pesar de las atrocidades cometidas.
Después de hacerlo en Costa de Marfil de Gbagbo, Libia de Gadafi y Mali (Operación Serval), Francia ha decidido intervenir militarmente en la República Centroafricana el 3 de diciembre 2013. François Hollande y sus oficiales dieron a esta operación militar el nombre de una mariposa de alas rojo sangre, la “Sanguiris”. Esta ”Operación Sanguiris” entró en su fase operativa el 8 de diciembre 2013, fecha en la cual 800 soldados salieron de los cuarteles del hexágono 72 horas antes, y se reunieron con sus colegas en Bangui, la capital de la República centroafricana. Esta adhesión aumenta a 1600 el número de militares franceses a ese país de una extensión de 622.089 km2, y habitado por 5 millones de almas condenadas por medio siglo de guerras y de miseria generalizada. Antes de la “operación Sanguiris”, el ejército francés disponía ya de tropas sobrequipadas en Centroáfrica. Están estacionadas en el aeropuerto de Bangui-Mpoko. Oficialmente la “operación Sanguiris” es la respuesta a una ”situación catastrófica”. Una reacción ”humanitaria” para salvar un “pueblo que sufre y que nos llama” ha declarado François Hollande el 6 de diciembre durante la Cumbre África-Francia en el Eliseo (Palacio del Eliseo de Paris) “Los franceses deben estar orgullosos de intervenir en cualquier lugar desinteresadamente” agregó el ”socialista” Hollande. El mismo día y en el mismo lugar el Secretario General de la ONU se reunió con el Presidente francés de alma generosa para saludar la decisión así tomada por el sucesor de Nicolás Sarkozy. Ban Ki Moon había hecho personalmente el viaje a Paris para participar en la gran misa franco-africana organizada y precedida por el señor Hollande con el tema oficial ”Paz y Seguridad en África”. Antes que Ban Ki Moon, unos tras otros, los funcionarios de la ONU, como Navi Pillay y Jan Eliasson, agitaron el fantasma de un “conflicto étnico y religioso” que “estaría paralizando Centroáfrica”. Finalmente la ONU votó la resolución2127, que autoriza una intervención militar africana con el apoyo de las fuerzas francesas. ¡Que conclusión más lógica, no!
Francia no tiene intereses en la República Centroafricana: ¿Verdadero o falso?
Sería un contrasentido que Francia, que no tiene una larga tradición filantrópica, intervenga en Centroáfrica simplemente “para salvar un pueblo que sufre y que nos llama”. ¡Sobre todo que el sufrimiento de los centroafricanos no ha empezado en 2013! Este pueblo sufre desde 1960 por culpa de las torpezas de sus 6 sucesivos presidentes David Dacko, Bokassa 1º, André Kolingba, Ange F. Patasse, Francois Bozizé, Michel Djotodia. Todos ellos llegaron al poder después de un golpe de Estado. Y la mano de Francia, potencia colonizadora, siempre fue vista o anunciada detrás de los diferentes golpes de estado. Francia tiene intereses en Centroáfrica. Hoy en día controla la economía centroafricana o lo que por así se llama por ese nombre. Bolloré tiene el monopolio de la logística y del transporte fluvial. Castel reina sobre el mundo del mercado de las bebidas y sobre el azúcar. CFAO controla el comercio de vehículos. A partir de 2007, France Telecom entró en el baile. AREVA está presente en Centroáfrica aunque, oficialmente, el gigante nuclear no está sino en la fase de exploración. TOTAL refuerza su hegemonía en el almacenamiento y en la comercialización del petróleo, pero debe transigir con Tradex, una empresa de Camerún especializada en el trading de los productos petroleros.
Desde la llegada de Michel Djotodia al poder en marzo de 2013, todo un ballet de hombres de negocios y de lobistas franceses de observa en Bangui. Jean Christophe Mitterrand, Richard Attias, Claude Gueant, Laurent Foucher se ilustran en un activismo de negocios en Centroáfrica, nuevas relaciones de negocios nacen y se consolidan en la violación de leyes y a veces de la ética. Al final del decenio de los 70, por ejemplo, un escabroso asunto fue revelado por un periódico francés, Le Canard Enchainé, que presento a los ojos del mundo el tipo de relaciones que existe entre algunos presidentes franceses y esos nuevos dictadores que son puestos al mando de las neo-colonias.
Efectivamente, abandonado por Francia a la que había cedido la explotación de su país sin preocuparse por los intereses de la población, Bokassa 1º ( se hizo entronizar emperador durante su mandato) había revelado la existencia de los diamantes que ofrecía como regalo a su homologo francés. El 10 de octubre de 1979, el periódico satírico Le Canard enchaîné llevo este “asunto” a la plaza pública. La clase política se sobrecogió. El asunto le dio un fuerte golpe a la carrera política del presidente. Mancillado, Giscard D´Etaing fue derrotado en las elecciones de 1981 por el “socialista François Mitterrand… ¡Digamos que no es en Centroáfrica que Francia irá a dar lecciones de moral!
En búsqueda del paraíso perdido
Tras sus múltiples “operaciones” guerreras, Francia trata, mal que bien, de retomar posiciones económicas en África. El 4 de diciembre, mientras que las tropas francesas tomaban la dirección de Bangui, Pierre Moscovici precedía un Fórum económico franco-africano en Bercy. El Ministro francés de economía había reunido 560 empresarios franceses y africanos, Ministros y Jefes de Estado para tratar de salvar la posición de Francia en África. Durante la reunión, Hubert Vedrine, antiguo ministro francés de Relaciones Exteriores le lanzó algo así como un salvavidas al Ministro Moscovici en su búsqueda ¡de los cuatro puntos cardinales! Se trataba de un informe titulado “Una sociedad para el futuro: quince propuestas para una nueva dinámica económica entre Francia y África”.
Desde el primer punto el Informe Vedrine propone revisar “la política francesa de las visas económicas con el fin de facilitar la circulación de los actores económicos entre Francia y África” Lo que es ya una verdadera revolución. Hasta ese día los empresarios africanos que solicitaban una visa para Francia estaban sometidos a las mismas condiciones draconianas que un adolescente deseoso de continuar sus estudios en el Hexágono. Como si un africano capitán de industrias prósperas en su país representara un riesgo migratorio para Europa! Los tiempos han cambiado. Y para “afianzar la influencia de Francia en África” ( 15ª propuesta del Informe Verdine) las autoridades francesas hacen concesiones… ¿Cómo podrá ser de otro modo? «En 10 años Francia perdió la mitad de sus partes de mercado en África Subsahariana” reconoció Pierre Moscovici.
Frente a los 26 Jefes de Estado que participaron en la Cumbre del Eliseo, el presidente francés multiplicó las operaciones de seducción. Anunció un Fondo de Inversiones de 20 mil millones. El huésped de los Presidentes africanos tomó también el compromiso de ofrecer mil millones de euros a la Agencia francesa de desarrollo (AFD) para el apoyo a Green Business, la innovación y nuevas tecnologías en favor de Africa.Inscribiéndose en la lógica de su Ministro de Finanzas quien terminó confesando que “África es una oportunidad para Francia”. El señor Hollande quiere conquistar el corazón de los africanos, hoy en día muy atentos a Pekín y a Nueva Delhi. Last but not least, el presidente francés anunció la creación de una Fundación franco-africana en el seno de la cual inversores privados franceses y africanos unirán sus recursos para un mayor valor agregado. ¡Ha hecho falta que pasaran tres siglos para que a Francia se le pasase por la cabeza algo así!
China, verdadera amenaza para el Eliseo
El Imperio del Medio es inevitablemente citado en el Informe Vedrine como el principal responsable del retroceso de Francia en los intercambios con África. Lo cual es cierto. En la República Centroafricana, China hizo una entrada estruendosa en el sector petrolero. Para gran perjuicio de Paris y de su satélite neocolonial en la sub-región: Idriss Derby. Efectivamente, llegado al poder por golpe de estado en 2003 con la ayuda manifiesta de Paris y de N´Djamena, François Bozizé, quien tuvo el tiempo de hacerse elegir presidente en 2005, no resistió las proposiciones de China, que multiplica las ayudas, y aumenta sus inversiones en todo el continente con menos condicionamientos. Lo cual contrasta con la arrogancia y el paternalismo de los “socios tradicionales” de África.
Me tumbaron por culpa del petróleo.
Los resultados de este acercamiento con el Imperio del Medio no se hicieron esperar. En 2008, China acordó a Centroafrica ayudas y un crédito por una suma global de 3,25 mil millones de francos CFA es decir 4.4 millones de euros. Lo que permitió construir escuelas y hospitales en ese océano de pobreza que es Centroáfrica. Algunos meses después, el presidente Bozizé fue a Asia, donde fue recibido el 10 de setiembre 2009, en el Palacio del Pueblo del por el entonces presidente Hu Jin Tao de la República Popular de China. Lo cual no tranquilizó ni a Paris ni a N´Djamena. Además, porque no todo se limitó al apretón de manos entre el Presidente Centroafricano y su homólogo chino. En los hechos, el acercamiento entre Bozizé y Hu Jin Tao permitió a la compañía china CNPC retomar un permiso de búsqueda, desarrollo y explotación del petróleo de Boromata en el Noroeste de Centroáfrica. No es inútil recordar, que para esa reserva, Ange Felix Patassé, predecesor de Bozizé, había acordado una autorización similar al petrolero estadounidense Gryberg RSM. El industrial de Denver, invocando inseguridad, no pudo conducir las búsquedas y el permiso expiró en 2004. ¿La cesión del sésamo a los chinos podía gustar a losque permitieron a François Bozizé el acceso al poder? Recientemente depuesto de sus funciones en marzo 2013, el actual presidenteBozizé afirmó en las ondas de Radio Francia Internacional ( R.F.I.) que “me tumbaron por culpa del petróleo”. Sin más detalles.
Tres meses antes (27 diciembre 2012) el presidente François Bozizé había pronunciado un discurso en el cual afirmó claramente que lo que se escondía detrás de la crisis que sacudía a su país entonces no era otra cosa que la oposición francesa emitida antes contra la concesión de los contratos de explotación de petróleo otorgada a los chinos. “Di el petróleo a los chinos y esto se volvió un problema”, insistía Bozizé, apoyado por los rebeldes.
Las maniobras de Washington
El hecho de que el presidente Bozizé haya tomado la costumbre de mostrarse con los dirigentes chinos también provocó la cólera de Washington. Y los cables diplomáticos a ese sujeto lo demuestran suficientemente. El 17 de julio de 2009, el embajador estadunidense Frederick Cook, en RCA había enviado un cable a Washington en el que afirmaba que las “relaciones Francia-Republica Centroafricana seriamente bajo tensión (…) Bozizé parece creer haber tenido éxito al ser un mal menor en el paisaje político de Centroafrica. El se imagina, pues, ser indispensable para sus vecinos y para los franceses, una suposición que la Embajada americana en Bangui cree ser un craso error”, escribió entonces el diplomático estadounidense.
Otro cable enviado 5 meses después tenía valor de alerta: ” la influencia china agrandándose en Centroáfrica es evidente” El cable precisaba en que medida tanto los intereses americanos como los franceses estaban cediendo terreno a Beijing que no cesaba de acrecentar su cooperación militar, su diplomacia pública y sus esfuerzos en el desarrollo” El Embajador subrayaba que era para preocuparse que contrariamente a los 4 agentes diplomáticos residentes en la Embajada americana de Bangui, la Embajada china contaba con unos 40 empleados. Frederick Cook agregaba que alrededor de 40 oficiales de la Armada de RCA eran formados cada año en China, con los 3 o 4 oficiales que iban a los Estados Unidos y los 10 o 15 que van a Francia. Y para no arreglar las cosas, Bozizé ha confiado la reserva petrolera de Boromata a los chinos, en prejuicio de Francia y de su aliado, los USA. Teniendo en cuenta que esas dos potencias han erigido el petróleo al rango de divinidades, Bozizé se sabía desde ya colocado en el puesto eyectable. Y fue efectivamente eyectado en 24 de marzo del 2013.
Francia finge combatir para reforzar su influencia en Centroáfrica
Acuérdense del jueves 21 de noviembre, durante la entrega del Premio de la Fundación Chirac para la prevención de conflictos al doctor congolés Denis Mukwege y a Mujeres África Solidaridad, cuando Francois Hollande había indicado que ” se producen en Centroáfrica actos abominables. Es el caos, y hay exacciones extraordinariamente graves ” Frente a la urgencia y a las 400.000 personas desplazadas en Centroáfrica, “debemos actuar” agregó el presidente francés. El mismo día, esta vez por France 2, su Ministro de Asuntos Extranjeros agregó que “el país está al borde del genocidio”. 48 horas antes, ante una Comisión del Congreso, el Director de la oficina de África del Departamento de Estado, Robert Jackson, había invocado “una situación próxima al genocidio” en Centroáfrica. Vemos, pues, que el guion es el mismo. El Presidente francés anuncia la crisis. Un miembro de su gobierno salta a las antenas para describir la catástrofe por venir. Una voz “exterior”, de preferencia estadounidense o de la ONU viene a acreditar la tesis alarmista insistiendo sobre la violación de los derechos humanos. La opinión Internacional sometida a un bombardeo mediático y por lo tanto psicológico, de una gran intensidad, saluda el envío de tropas sobre el terreno. Ya que, efectivamente, una resolución ha sido tomada por el Consejo de Seguridad de la ONU el 5 de diciembre de 2013, para autorizar a las tropas francesas a actuar en apoyo a las fuerzas africanas de la MISCA.
¿Qué hay detrás de la Seleka?
En Centroáfrica las poblaciones son víctimas, en parte de las exacciones de los elementos de la Seleka (Coalición en sango, lengua nacional) ¿Pero quiénes componen esta famosa Seleka? La Seleka es una Coalición de facciones rebeldes disidentes, resultado de varios movimientos político/militares. En ella encontramos la Convención de patriotas para la Justicia y la Paz (CPJP) La Unión de Fuerzas democráticas para el reencuentro ( UFDR) El Frente Democrático del pueblo centroafricano (FDPC).
En el momento más fuerte de la contestación del poder del señor Bozizé, dos otros grupos armados nacieron, o desvelaron el rostro a plena luz del día, y se unieron a la Seleka. Se trata de la Convención Patriótica de Salud del Kodro (Kodro significa país, en sango) y de la Alianza para el Renacimiento y la Refundación (AZR). Sin olvidar las hordas venidas del Chad y del Sudan.
Todos estos componentes de los grupos hicieron una “alianza” circunstancial para alcanzar sus objetivos precisos: tumbar al presidente Bozizé. Misión cumplida en marzo 2013. Pero, problema, solo había un único sillón presidencial. Fue finalmente ocupado por Michel Djotodía, un antiguo funcionario del ministerio del Plan que conoció la prisión bajo Bozizé, y quien retenía al grueso de las tropas. Las hordas del Chad y de Sudan obedecían a su comando. ¿No fue él presentado por la prensa ,sin desmentidos, como el mejor interlocutor de Francia y del Chad, que querían acabar con Bozizé “el insumiso”? Inmediatamente instalado en el Palacio de Bangui, Michel Djotodia dictó un decreto para disolver la Seleka, y anunciar el “toque de queda y acuartelamiento”. No reconociéndose todos en él, varios elementos venidos de otros grupos armados no respetaron las órdenes de un jefe, que en todo caso, no era el de ellos. En la Seleka, el “contingente” de macarras chadianos y sudaneses se encontró también frente a un dilema.
Fueron utilizados para instalar a Djotodia al poder. Este anuncia “el toque de queda y acuartelamiento “, y la integración de las Fuerzas Armadas Centroafricanas (FACA). Ahora bien, al no ser centroafricanos, ¿qué va a ser de ellos? El nuevo presidente, aparentemente, no parece haber satisfecho a sus aliados de ayer sobre esta cuestión.
Las incomprensiones entre los diferentes grupos rebeldes por una parte, y entre ciertos jefes y sus elementos, por otro lado, desembocaron en atrocidades generalizadas en el país. Pillajes, violaciones y asesinatos en serie se han convertido en la actividad cotidiana de estos hombres, ¡a quienes se les ha enseñado la brutalidad y la matanza! Al estar rota la cadena de mando, y al no cumplir varias promesas, ¡nadie ya controla nada! El país se encuentra en la misma situación de “ingobernabilidad ” que Libia, invadida por los yijadistas después del asesinato del Guía Muammar Gadafi por las tropas de la OTAN con la Francia de Sarkozy y de Bernard Henri Levy a la cabeza. La situación centroafricana recuerda extrañamente la que prevaleció en Abidjan después de la caída de Gbagbo, con los rebeldes pro-Outtara apoyados por Francia. En efecto, después de la caída del Jefe del Estado de Costa de Marfil, los elementos de las “Fuerzas Nuevas” (rebelión dirigida entonces por Guillaume Soro, actual presidente de la Asamblea Nacional) fueron engañados. El dinero y las demás ventajas prometidas no llegaron. Outtara se convirtió en presidente de la República. En represalia, esas “Fuerzas Nuevas” saquearon la capital de Costa de Marfil. Y de paso, asesinaron a algunos comerciantes inocentes.
En Centroáfrica, a la violencia de los elementos de la Seleka (esencialmente musulmanes) los “anti balaka” responden también con la violencia. Un segundo grupo está constituido por elementos esencialmente cristianos y son presentados como los pro-Bozizé. Este último era el líder de una iglesia cristiana.
La prensa occidental se apoya sobre ese hecho para agitar fraudulentamente el espectro de “un conflicto intereligioso”, incluso de un “genocidio” en Centroáfrica. Frente a esta situación caótica, ¿la agitación no está siempre en función de los intereses a proteger o a conquistar?
En Centroáfrica, Francia, ha tomado rápidamente la delantera desde el momento en que la situación sobre el terreno se ha vuelto incontrolable. Mientras que la misión militar africana MISCA comandada por el General de Camerún Tumerito había ya desplegado a 2.500 soldados, Francia juzgó necesario conversar con el Consejo de Seguridad de la ONU para adoptar una resolución que le permitiría enviar tropas tricolores. En verdad, las tropas francesas precedieron la resolución 2127. Esta resolución fue tomada el 5 de diciembre, sin embargo las tropas ya habían salido de Francia, y ya estaban estacionadas en Duata, en el Camerún vecino de Centroáfrica. Pero ¿Había necesidad de tantos militares híper equipados para vencer a algunos macarras armados de machetes y de armas residuales? ¿Las Fuerzas Armadas centroafricanas o lo que queda de la Misca serán incapaces de vencer a estos hambrientos? Es más, estamos ante una guerra asimétrica, con un enemigo que no tiene uniforme identificable a priori…. Y que no conoce el terreno, ni la composición sociológica del pais (algunos llegaron a África por primera vez, según sus propias declaraciones a Radio France Internationale) ¿Contra quienes van a luchar los soldados franceses?
La 15ª propuesta del Informe Vedrine, mencionada más arriba, puede permitirnos responder a estas interrogaciones. Se trata de “profundizar la influencia de Francia en África”, como lo aconsejó el antiguo Ministro de Relaciones Exteriores de François Mitterrand.
“África es una oportunidad para Francia”, reconoce el Ministro de Finanzas francés
Como la mayoría de los países occidentales, Francia está todavía asolada por los contragolpes de la crisis que sacude la economía mundial desde 2007. Llegado al poder en este período agitado, sorprendido por la aparición en escena de actores como China, India y Brasil, Nicolás Sarkozy decide ponerse de nuevo el abrigo colonial. Y en vez de la “ruptura” anunciada cuando Nicolás era candidato, África ha merecido una ”continuidad acelerada” por el presidente Sarkozy, amigo encomiable de los hombres de negocios del grupo de Charles Pasqua, Vincent Bolloré… El liberal Sarkozy bombardeó Costa de Marfil y Libia. Pero no pasa nada. Al final de sus 5 años de mandato, Francia no pudo retomar su puesto de primer socioeconómico en el África francófona…¡a pesar de la sangre derramada!
El “nuevo socialista” François Hollande, que no había hecho de África su prioridad para su mandato, parece haber olvidado todas las otras partes del mundo -Francia comprendida – para girarse hacia África. Y como el comandante del barco anegado de agua, multiplica sus visitas a África.
Después del funeral y de los honores rendidos a Nelson Mandela, en los que tomó parte el martes 10 de diciembre, François Hollande fue al teatro de la guerra en Centroáfrica para enardecer a sus soldados, que ya han perdido a dos hermanos de armas, ¡después de tan solo una semana de acción!
Traducción: Colectivo Investig’Action
Publicado el 5/01/14
OLIVIER A. NENDKOF – Contrariamente al «imperativo humanitario» que esgrime el presidente francés Francois Hollande, la «Operación Sanguiris», dirigida por 1.200 soldados franceses apunta en contra de la llegada de los chinos y sobre todo para controlar las reservas de oro, diamantes y uranio que presenta el subsuelo de la República Centroafricana. Un pais más grande que Francia y Bélgica juntos, y donde Areva, Total, Bollore, France Telecom… ya dictan su ley a pesar de las atrocidades cometidas.
Después de hacerlo en Costa de Marfil de Gbagbo, Libia de Gadafi y Mali (Operación Serval), Francia ha decidido intervenir militarmente en la República Centroafricana el 3 de diciembre 2013. François Hollande y sus oficiales dieron a esta operación militar el nombre de una mariposa de alas rojo sangre, la “Sanguiris”. Esta ”Operación Sanguiris” entró en su fase operativa el 8 de diciembre 2013, fecha en la cual 800 soldados salieron de los cuarteles del hexágono 72 horas antes, y se reunieron con sus colegas en Bangui, la capital de la República centroafricana. Esta adhesión aumenta a 1600 el número de militares franceses a ese país de una extensión de 622.089 km2, y habitado por 5 millones de almas condenadas por medio siglo de guerras y de miseria generalizada. Antes de la “operación Sanguiris”, el ejército francés disponía ya de tropas sobrequipadas en Centroáfrica. Están estacionadas en el aeropuerto de Bangui-Mpoko. Oficialmente la “operación Sanguiris” es la respuesta a una ”situación catastrófica”. Una reacción ”humanitaria” para salvar un “pueblo que sufre y que nos llama” ha declarado François Hollande el 6 de diciembre durante la Cumbre África-Francia en el Eliseo (Palacio del Eliseo de Paris) “Los franceses deben estar orgullosos de intervenir en cualquier lugar desinteresadamente” agregó el ”socialista” Hollande. El mismo día y en el mismo lugar el Secretario General de la ONU se reunió con el Presidente francés de alma generosa para saludar la decisión así tomada por el sucesor de Nicolás Sarkozy. Ban Ki Moon había hecho personalmente el viaje a Paris para participar en la gran misa franco-africana organizada y precedida por el señor Hollande con el tema oficial ”Paz y Seguridad en África”. Antes que Ban Ki Moon, unos tras otros, los funcionarios de la ONU, como Navi Pillay y Jan Eliasson, agitaron el fantasma de un “conflicto étnico y religioso” que “estaría paralizando Centroáfrica”. Finalmente la ONU votó la resolución2127, que autoriza una intervención militar africana con el apoyo de las fuerzas francesas. ¡Que conclusión más lógica, no!
Francia no tiene intereses en la República Centroafricana: ¿Verdadero o falso?
Sería un contrasentido que Francia, que no tiene una larga tradición filantrópica, intervenga en Centroáfrica simplemente “para salvar un pueblo que sufre y que nos llama”. ¡Sobre todo que el sufrimiento de los centroafricanos no ha empezado en 2013! Este pueblo sufre desde 1960 por culpa de las torpezas de sus 6 sucesivos presidentes David Dacko, Bokassa 1º, André Kolingba, Ange F. Patasse, Francois Bozizé, Michel Djotodia. Todos ellos llegaron al poder después de un golpe de Estado. Y la mano de Francia, potencia colonizadora, siempre fue vista o anunciada detrás de los diferentes golpes de estado. Francia tiene intereses en Centroáfrica. Hoy en día controla la economía centroafricana o lo que por así se llama por ese nombre. Bolloré tiene el monopolio de la logística y del transporte fluvial. Castel reina sobre el mundo del mercado de las bebidas y sobre el azúcar. CFAO controla el comercio de vehículos. A partir de 2007, France Telecom entró en el baile. AREVA está presente en Centroáfrica aunque, oficialmente, el gigante nuclear no está sino en la fase de exploración. TOTAL refuerza su hegemonía en el almacenamiento y en la comercialización del petróleo, pero debe transigir con Tradex, una empresa de Camerún especializada en el trading de los productos petroleros.
Desde la llegada de Michel Djotodia al poder en marzo de 2013, todo un ballet de hombres de negocios y de lobistas franceses de observa en Bangui. Jean Christophe Mitterrand, Richard Attias, Claude Gueant, Laurent Foucher se ilustran en un activismo de negocios en Centroáfrica, nuevas relaciones de negocios nacen y se consolidan en la violación de leyes y a veces de la ética. Al final del decenio de los 70, por ejemplo, un escabroso asunto fue revelado por un periódico francés, Le Canard Enchainé, que presento a los ojos del mundo el tipo de relaciones que existe entre algunos presidentes franceses y esos nuevos dictadores que son puestos al mando de las neo-colonias.
Efectivamente, abandonado por Francia a la que había cedido la explotación de su país sin preocuparse por los intereses de la población, Bokassa 1º ( se hizo entronizar emperador durante su mandato) había revelado la existencia de los diamantes que ofrecía como regalo a su homologo francés. El 10 de octubre de 1979, el periódico satírico Le Canard enchaîné llevo este “asunto” a la plaza pública. La clase política se sobrecogió. El asunto le dio un fuerte golpe a la carrera política del presidente. Mancillado, Giscard D´Etaing fue derrotado en las elecciones de 1981 por el “socialista François Mitterrand… ¡Digamos que no es en Centroáfrica que Francia irá a dar lecciones de moral!
En búsqueda del paraíso perdido
Tras sus múltiples “operaciones” guerreras, Francia trata, mal que bien, de retomar posiciones económicas en África. El 4 de diciembre, mientras que las tropas francesas tomaban la dirección de Bangui, Pierre Moscovici precedía un Fórum económico franco-africano en Bercy. El Ministro francés de economía había reunido 560 empresarios franceses y africanos, Ministros y Jefes de Estado para tratar de salvar la posición de Francia en África. Durante la reunión, Hubert Vedrine, antiguo ministro francés de Relaciones Exteriores le lanzó algo así como un salvavidas al Ministro Moscovici en su búsqueda ¡de los cuatro puntos cardinales! Se trataba de un informe titulado “Una sociedad para el futuro: quince propuestas para una nueva dinámica económica entre Francia y África”.
Desde el primer punto el Informe Vedrine propone revisar “la política francesa de las visas económicas con el fin de facilitar la circulación de los actores económicos entre Francia y África” Lo que es ya una verdadera revolución. Hasta ese día los empresarios africanos que solicitaban una visa para Francia estaban sometidos a las mismas condiciones draconianas que un adolescente deseoso de continuar sus estudios en el Hexágono. Como si un africano capitán de industrias prósperas en su país representara un riesgo migratorio para Europa! Los tiempos han cambiado. Y para “afianzar la influencia de Francia en África” ( 15ª propuesta del Informe Verdine) las autoridades francesas hacen concesiones… ¿Cómo podrá ser de otro modo? «En 10 años Francia perdió la mitad de sus partes de mercado en África Subsahariana” reconoció Pierre Moscovici.
Frente a los 26 Jefes de Estado que participaron en la Cumbre del Eliseo, el presidente francés multiplicó las operaciones de seducción. Anunció un Fondo de Inversiones de 20 mil millones. El huésped de los Presidentes africanos tomó también el compromiso de ofrecer mil millones de euros a la Agencia francesa de desarrollo (AFD) para el apoyo a Green Business, la innovación y nuevas tecnologías en favor de Africa.Inscribiéndose en la lógica de su Ministro de Finanzas quien terminó confesando que “África es una oportunidad para Francia”. El señor Hollande quiere conquistar el corazón de los africanos, hoy en día muy atentos a Pekín y a Nueva Delhi. Last but not least, el presidente francés anunció la creación de una Fundación franco-africana en el seno de la cual inversores privados franceses y africanos unirán sus recursos para un mayor valor agregado. ¡Ha hecho falta que pasaran tres siglos para que a Francia se le pasase por la cabeza algo así!
China, verdadera amenaza para el Eliseo
El Imperio del Medio es inevitablemente citado en el Informe Vedrine como el principal responsable del retroceso de Francia en los intercambios con África. Lo cual es cierto. En la República Centroafricana, China hizo una entrada estruendosa en el sector petrolero. Para gran perjuicio de Paris y de su satélite neocolonial en la sub-región: Idriss Derby. Efectivamente, llegado al poder por golpe de estado en 2003 con la ayuda manifiesta de Paris y de N´Djamena, François Bozizé, quien tuvo el tiempo de hacerse elegir presidente en 2005, no resistió las proposiciones de China, que multiplica las ayudas, y aumenta sus inversiones en todo el continente con menos condicionamientos. Lo cual contrasta con la arrogancia y el paternalismo de los “socios tradicionales” de África.
Me tumbaron por culpa del petróleo.
Los resultados de este acercamiento con el Imperio del Medio no se hicieron esperar. En 2008, China acordó a Centroafrica ayudas y un crédito por una suma global de 3,25 mil millones de francos CFA es decir 4.4 millones de euros. Lo que permitió construir escuelas y hospitales en ese océano de pobreza que es Centroáfrica. Algunos meses después, el presidente Bozizé fue a Asia, donde fue recibido el 10 de setiembre 2009, en el Palacio del Pueblo del por el entonces presidente Hu Jin Tao de la República Popular de China. Lo cual no tranquilizó ni a Paris ni a N´Djamena. Además, porque no todo se limitó al apretón de manos entre el Presidente Centroafricano y su homólogo chino. En los hechos, el acercamiento entre Bozizé y Hu Jin Tao permitió a la compañía china CNPC retomar un permiso de búsqueda, desarrollo y explotación del petróleo de Boromata en el Noroeste de Centroáfrica. No es inútil recordar, que para esa reserva, Ange Felix Patassé, predecesor de Bozizé, había acordado una autorización similar al petrolero estadounidense Gryberg RSM. El industrial de Denver, invocando inseguridad, no pudo conducir las búsquedas y el permiso expiró en 2004. ¿La cesión del sésamo a los chinos podía gustar a losque permitieron a François Bozizé el acceso al poder? Recientemente depuesto de sus funciones en marzo 2013, el actual presidenteBozizé afirmó en las ondas de Radio Francia Internacional ( R.F.I.) que “me tumbaron por culpa del petróleo”. Sin más detalles.
Tres meses antes (27 diciembre 2012) el presidente François Bozizé había pronunciado un discurso en el cual afirmó claramente que lo que se escondía detrás de la crisis que sacudía a su país entonces no era otra cosa que la oposición francesa emitida antes contra la concesión de los contratos de explotación de petróleo otorgada a los chinos. “Di el petróleo a los chinos y esto se volvió un problema”, insistía Bozizé, apoyado por los rebeldes.
Las maniobras de Washington
El hecho de que el presidente Bozizé haya tomado la costumbre de mostrarse con los dirigentes chinos también provocó la cólera de Washington. Y los cables diplomáticos a ese sujeto lo demuestran suficientemente. El 17 de julio de 2009, el embajador estadunidense Frederick Cook, en RCA había enviado un cable a Washington en el que afirmaba que las “relaciones Francia-Republica Centroafricana seriamente bajo tensión (…) Bozizé parece creer haber tenido éxito al ser un mal menor en el paisaje político de Centroafrica. El se imagina, pues, ser indispensable para sus vecinos y para los franceses, una suposición que la Embajada americana en Bangui cree ser un craso error”, escribió entonces el diplomático estadounidense.
Otro cable enviado 5 meses después tenía valor de alerta: ” la influencia china agrandándose en Centroáfrica es evidente” El cable precisaba en que medida tanto los intereses americanos como los franceses estaban cediendo terreno a Beijing que no cesaba de acrecentar su cooperación militar, su diplomacia pública y sus esfuerzos en el desarrollo” El Embajador subrayaba que era para preocuparse que contrariamente a los 4 agentes diplomáticos residentes en la Embajada americana de Bangui, la Embajada china contaba con unos 40 empleados. Frederick Cook agregaba que alrededor de 40 oficiales de la Armada de RCA eran formados cada año en China, con los 3 o 4 oficiales que iban a los Estados Unidos y los 10 o 15 que van a Francia. Y para no arreglar las cosas, Bozizé ha confiado la reserva petrolera de Boromata a los chinos, en prejuicio de Francia y de su aliado, los USA. Teniendo en cuenta que esas dos potencias han erigido el petróleo al rango de divinidades, Bozizé se sabía desde ya colocado en el puesto eyectable. Y fue efectivamente eyectado en 24 de marzo del 2013.
Francia finge combatir para reforzar su influencia en Centroáfrica
Acuérdense del jueves 21 de noviembre, durante la entrega del Premio de la Fundación Chirac para la prevención de conflictos al doctor congolés Denis Mukwege y a Mujeres África Solidaridad, cuando Francois Hollande había indicado que ” se producen en Centroáfrica actos abominables. Es el caos, y hay exacciones extraordinariamente graves ” Frente a la urgencia y a las 400.000 personas desplazadas en Centroáfrica, “debemos actuar” agregó el presidente francés. El mismo día, esta vez por France 2, su Ministro de Asuntos Extranjeros agregó que “el país está al borde del genocidio”. 48 horas antes, ante una Comisión del Congreso, el Director de la oficina de África del Departamento de Estado, Robert Jackson, había invocado “una situación próxima al genocidio” en Centroáfrica. Vemos, pues, que el guion es el mismo. El Presidente francés anuncia la crisis. Un miembro de su gobierno salta a las antenas para describir la catástrofe por venir. Una voz “exterior”, de preferencia estadounidense o de la ONU viene a acreditar la tesis alarmista insistiendo sobre la violación de los derechos humanos. La opinión Internacional sometida a un bombardeo mediático y por lo tanto psicológico, de una gran intensidad, saluda el envío de tropas sobre el terreno. Ya que, efectivamente, una resolución ha sido tomada por el Consejo de Seguridad de la ONU el 5 de diciembre de 2013, para autorizar a las tropas francesas a actuar en apoyo a las fuerzas africanas de la MISCA.
¿Qué hay detrás de la Seleka?
En Centroáfrica las poblaciones son víctimas, en parte de las exacciones de los elementos de la Seleka (Coalición en sango, lengua nacional) ¿Pero quiénes componen esta famosa Seleka? La Seleka es una Coalición de facciones rebeldes disidentes, resultado de varios movimientos político/militares. En ella encontramos la Convención de patriotas para la Justicia y la Paz (CPJP) La Unión de Fuerzas democráticas para el reencuentro ( UFDR) El Frente Democrático del pueblo centroafricano (FDPC).
En el momento más fuerte de la contestación del poder del señor Bozizé, dos otros grupos armados nacieron, o desvelaron el rostro a plena luz del día, y se unieron a la Seleka. Se trata de la Convención Patriótica de Salud del Kodro (Kodro significa país, en sango) y de la Alianza para el Renacimiento y la Refundación (AZR). Sin olvidar las hordas venidas del Chad y del Sudan.
Todos estos componentes de los grupos hicieron una “alianza” circunstancial para alcanzar sus objetivos precisos: tumbar al presidente Bozizé. Misión cumplida en marzo 2013. Pero, problema, solo había un único sillón presidencial. Fue finalmente ocupado por Michel Djotodía, un antiguo funcionario del ministerio del Plan que conoció la prisión bajo Bozizé, y quien retenía al grueso de las tropas. Las hordas del Chad y de Sudan obedecían a su comando. ¿No fue él presentado por la prensa ,sin desmentidos, como el mejor interlocutor de Francia y del Chad, que querían acabar con Bozizé “el insumiso”? Inmediatamente instalado en el Palacio de Bangui, Michel Djotodia dictó un decreto para disolver la Seleka, y anunciar el “toque de queda y acuartelamiento”. No reconociéndose todos en él, varios elementos venidos de otros grupos armados no respetaron las órdenes de un jefe, que en todo caso, no era el de ellos. En la Seleka, el “contingente” de macarras chadianos y sudaneses se encontró también frente a un dilema.
Fueron utilizados para instalar a Djotodia al poder. Este anuncia “el toque de queda y acuartelamiento “, y la integración de las Fuerzas Armadas Centroafricanas (FACA). Ahora bien, al no ser centroafricanos, ¿qué va a ser de ellos? El nuevo presidente, aparentemente, no parece haber satisfecho a sus aliados de ayer sobre esta cuestión.
Las incomprensiones entre los diferentes grupos rebeldes por una parte, y entre ciertos jefes y sus elementos, por otro lado, desembocaron en atrocidades generalizadas en el país. Pillajes, violaciones y asesinatos en serie se han convertido en la actividad cotidiana de estos hombres, ¡a quienes se les ha enseñado la brutalidad y la matanza! Al estar rota la cadena de mando, y al no cumplir varias promesas, ¡nadie ya controla nada! El país se encuentra en la misma situación de “ingobernabilidad ” que Libia, invadida por los yijadistas después del asesinato del Guía Muammar Gadafi por las tropas de la OTAN con la Francia de Sarkozy y de Bernard Henri Levy a la cabeza. La situación centroafricana recuerda extrañamente la que prevaleció en Abidjan después de la caída de Gbagbo, con los rebeldes pro-Outtara apoyados por Francia. En efecto, después de la caída del Jefe del Estado de Costa de Marfil, los elementos de las “Fuerzas Nuevas” (rebelión dirigida entonces por Guillaume Soro, actual presidente de la Asamblea Nacional) fueron engañados. El dinero y las demás ventajas prometidas no llegaron. Outtara se convirtió en presidente de la República. En represalia, esas “Fuerzas Nuevas” saquearon la capital de Costa de Marfil. Y de paso, asesinaron a algunos comerciantes inocentes.
En Centroáfrica, a la violencia de los elementos de la Seleka (esencialmente musulmanes) los “anti balaka” responden también con la violencia. Un segundo grupo está constituido por elementos esencialmente cristianos y son presentados como los pro-Bozizé. Este último era el líder de una iglesia cristiana.
La prensa occidental se apoya sobre ese hecho para agitar fraudulentamente el espectro de “un conflicto intereligioso”, incluso de un “genocidio” en Centroáfrica. Frente a esta situación caótica, ¿la agitación no está siempre en función de los intereses a proteger o a conquistar?
En Centroáfrica, Francia, ha tomado rápidamente la delantera desde el momento en que la situación sobre el terreno se ha vuelto incontrolable. Mientras que la misión militar africana MISCA comandada por el General de Camerún Tumerito había ya desplegado a 2.500 soldados, Francia juzgó necesario conversar con el Consejo de Seguridad de la ONU para adoptar una resolución que le permitiría enviar tropas tricolores. En verdad, las tropas francesas precedieron la resolución 2127. Esta resolución fue tomada el 5 de diciembre, sin embargo las tropas ya habían salido de Francia, y ya estaban estacionadas en Duata, en el Camerún vecino de Centroáfrica. Pero ¿Había necesidad de tantos militares híper equipados para vencer a algunos macarras armados de machetes y de armas residuales? ¿Las Fuerzas Armadas centroafricanas o lo que queda de la Misca serán incapaces de vencer a estos hambrientos? Es más, estamos ante una guerra asimétrica, con un enemigo que no tiene uniforme identificable a priori…. Y que no conoce el terreno, ni la composición sociológica del pais (algunos llegaron a África por primera vez, según sus propias declaraciones a Radio France Internationale) ¿Contra quienes van a luchar los soldados franceses?
La 15ª propuesta del Informe Vedrine, mencionada más arriba, puede permitirnos responder a estas interrogaciones. Se trata de “profundizar la influencia de Francia en África”, como lo aconsejó el antiguo Ministro de Relaciones Exteriores de François Mitterrand.
“África es una oportunidad para Francia”, reconoce el Ministro de Finanzas francés
Como la mayoría de los países occidentales, Francia está todavía asolada por los contragolpes de la crisis que sacude la economía mundial desde 2007. Llegado al poder en este período agitado, sorprendido por la aparición en escena de actores como China, India y Brasil, Nicolás Sarkozy decide ponerse de nuevo el abrigo colonial. Y en vez de la “ruptura” anunciada cuando Nicolás era candidato, África ha merecido una ”continuidad acelerada” por el presidente Sarkozy, amigo encomiable de los hombres de negocios del grupo de Charles Pasqua, Vincent Bolloré… El liberal Sarkozy bombardeó Costa de Marfil y Libia. Pero no pasa nada. Al final de sus 5 años de mandato, Francia no pudo retomar su puesto de primer socioeconómico en el África francófona…¡a pesar de la sangre derramada!
El “nuevo socialista” François Hollande, que no había hecho de África su prioridad para su mandato, parece haber olvidado todas las otras partes del mundo -Francia comprendida – para girarse hacia África. Y como el comandante del barco anegado de agua, multiplica sus visitas a África.
Después del funeral y de los honores rendidos a Nelson Mandela, en los que tomó parte el martes 10 de diciembre, François Hollande fue al teatro de la guerra en Centroáfrica para enardecer a sus soldados, que ya han perdido a dos hermanos de armas, ¡después de tan solo una semana de acción!
Traducción: Colectivo Investig’Action
Al-Qaeda, eterno auxiliar de la OTAN
THIERRY MEYSSAN / Al-Qaeda, eterno auxiliar de la OTAN
Publicado el 1/06/14
La revelación de los lazos del primer ministro Recep Tayyip Erdogan con al-Qaeda está provocando un verdadero terremoto político en Turquía. No sólo Ankara respaldaba muy activamente el terrorismo en Siria sino que además lo hacía en el marco de una estrategia de la OTAN. Para Thierry Meyssan, el escándalo muestra también el carácter completamente ficticio de los grupos armados que agreden al Estado y el pueblo sirios.
VOLTAIRENET.ORG – Hasta este momento, las autoridades de los Estados miembros de la OTAN afirman que la corriente yihadista internacional que ellas mismas respaldaron desde el inicio de su formación –durante la guerra contra los soviéticos en Afganistán (en 1979)– se volvió contra ellas en el momento de la liberación de Kuwait (en 1991). Los miembros de la alianza atlántica acusan a al-Qaeda de haber atacado las embajadas de Estados Unidos en Kenya y Somalia (en 1998) y de haber orquestado los atentados del 11 de septiembre (en 2001), pero reconocen que después de la muerte oficial de Osama ben Laden (en 2011) algunos elementos yihadistas colaboraron nuevamente con ellos en Libia y en Siria. Sin embargo, sostienen que Washington puso fin a ese acercamiento en diciembre de 2012.
Los hechos desmienten esa versión. Al-Qaeda luchó siempre contra los mismos enemigos que la OTAN. Así lo revela nuevamente el escándalo que hoy sacude Turquía.
Ahora nos enteramos de que Yasin al-Qadi –el hombre abiertamente señalado como el banquero de al-Qaeda y por lo tanto buscado por Estados Unidos desde los atentados contra las embajadas estadounidenses en Kenya y Tanzania (en 1998)– era amigo personal tanto del ex vicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney como del actual primer ministro de Turquía Recep Tayyib Erdogan. Ahora se descubre también que ese «terrorista» vivía a todo lujo y que incluso viajaba en un jet privado, mofándose así de las sanciones que la ONU había adoptado contra él. Así visitó a Erdogan en Turquía, al menos 4 veces en 2012, llegando a ese país a través del segundo aeropuerto de Estambul, donde –luego de haberse desconectado previamente las cámaras de seguridad de la instalación– este personaje era recibido por el jefe de la guardia personal del primer ministro turco, quien lo introducía en el territorio nacional sin pasar por la aduana.
Según los policías y magistrados turcos que dieron a conocer esos hechos y que detuvieron a los hijos de varios ministros implicados en el escándalo el 17 de diciembre de 2013 antes de verse separados de la investigación e incluso de sus funciones por orden del primer ministro, Yasin al-Qadi y Recep Tayyip Erdogan habían montado un amplio sistema de malversación de fondos para financiar a al-Qaeda en Siria.
En el momento mismo en que salía a la luz este increíble doble juego, la gendarmería turca interceptó cerca de la frontera siria un camión cargado de armas destinadas a al-Qaeda. Una de las tres personas detenidas declaró que transportaba un cargamento de la IHH, la asociación «humanitaria» de la Hermandad Musulmana turca y otra dijo ser un agente secreto en pleno cumplimiento de su misión. En definitiva, el gobernador acabó prohibiendo a la policía que hiciera su trabajo, confirmó que el envío del cargamento de armas era una operación secreta del MIT (los servicios secretos de Turquía) y ordenó que el camión siguiera su camino… con su cargamento de armas.
La investigación muestra también que el financiamiento turco para al-Qaeda transitaba a través de una vía iraní, tanto para disponer así de una excelente cobertura en Siria como para realizar operaciones terroristas en Irán. La OTAN ya tenía cómplices en Teherán en tiempos de la operación «Irán-Contras» [también conocida como «Irángate»], y esos cómplices se movían entre las personas cercanas al ex presidente Rafsandjani, como el actual presidente Hassan Rohani.
Esos hechos se producen en momentos en que la oposición política siria en el exilio trata de probar suerte con una nueva teoría en vísperas de la conferencia Ginebra 2. Según esa teoría, el Frente al-Nusra y el Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL) no serían otra cosa que agentes de los servicios secretos sirios encargados de asustar a la población para que esta se incline a favor del régimen. Así que la única oposición armada válida sería entonces la del Ejército Sirio Libre (ESL), que a su vez reconoce la autoridad de la oposición externa, lo cual resolvería el problema de representatividad que se plantea con vista a la conferencia de paz,
Así que nos van a pedir que nos olvidemos de todos los elogios que la misma oposición siria en el exterior había venido prodigando a al-Qaeda desde hace 3 años. Y también del escandaloso silencio de los Estados miembros de la OTAN sobre la generalización del terrorismo en Siria.
Sin embargo, si es posible admitir que la mayoría de los dirigentes de la alianza atlántica nada sabían del apoyo que esa organización aportaba al terrorismo internacional, habrá que admitir también que la OTAN es el principal responsable mundial del terrorismo.
___________________
* Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008).
Publicado el 1/06/14
La revelación de los lazos del primer ministro Recep Tayyip Erdogan con al-Qaeda está provocando un verdadero terremoto político en Turquía. No sólo Ankara respaldaba muy activamente el terrorismo en Siria sino que además lo hacía en el marco de una estrategia de la OTAN. Para Thierry Meyssan, el escándalo muestra también el carácter completamente ficticio de los grupos armados que agreden al Estado y el pueblo sirios.
VOLTAIRENET.ORG – Hasta este momento, las autoridades de los Estados miembros de la OTAN afirman que la corriente yihadista internacional que ellas mismas respaldaron desde el inicio de su formación –durante la guerra contra los soviéticos en Afganistán (en 1979)– se volvió contra ellas en el momento de la liberación de Kuwait (en 1991). Los miembros de la alianza atlántica acusan a al-Qaeda de haber atacado las embajadas de Estados Unidos en Kenya y Somalia (en 1998) y de haber orquestado los atentados del 11 de septiembre (en 2001), pero reconocen que después de la muerte oficial de Osama ben Laden (en 2011) algunos elementos yihadistas colaboraron nuevamente con ellos en Libia y en Siria. Sin embargo, sostienen que Washington puso fin a ese acercamiento en diciembre de 2012.
Los hechos desmienten esa versión. Al-Qaeda luchó siempre contra los mismos enemigos que la OTAN. Así lo revela nuevamente el escándalo que hoy sacude Turquía.
Ahora nos enteramos de que Yasin al-Qadi –el hombre abiertamente señalado como el banquero de al-Qaeda y por lo tanto buscado por Estados Unidos desde los atentados contra las embajadas estadounidenses en Kenya y Tanzania (en 1998)– era amigo personal tanto del ex vicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney como del actual primer ministro de Turquía Recep Tayyib Erdogan. Ahora se descubre también que ese «terrorista» vivía a todo lujo y que incluso viajaba en un jet privado, mofándose así de las sanciones que la ONU había adoptado contra él. Así visitó a Erdogan en Turquía, al menos 4 veces en 2012, llegando a ese país a través del segundo aeropuerto de Estambul, donde –luego de haberse desconectado previamente las cámaras de seguridad de la instalación– este personaje era recibido por el jefe de la guardia personal del primer ministro turco, quien lo introducía en el territorio nacional sin pasar por la aduana.
Según los policías y magistrados turcos que dieron a conocer esos hechos y que detuvieron a los hijos de varios ministros implicados en el escándalo el 17 de diciembre de 2013 antes de verse separados de la investigación e incluso de sus funciones por orden del primer ministro, Yasin al-Qadi y Recep Tayyip Erdogan habían montado un amplio sistema de malversación de fondos para financiar a al-Qaeda en Siria.
En el momento mismo en que salía a la luz este increíble doble juego, la gendarmería turca interceptó cerca de la frontera siria un camión cargado de armas destinadas a al-Qaeda. Una de las tres personas detenidas declaró que transportaba un cargamento de la IHH, la asociación «humanitaria» de la Hermandad Musulmana turca y otra dijo ser un agente secreto en pleno cumplimiento de su misión. En definitiva, el gobernador acabó prohibiendo a la policía que hiciera su trabajo, confirmó que el envío del cargamento de armas era una operación secreta del MIT (los servicios secretos de Turquía) y ordenó que el camión siguiera su camino… con su cargamento de armas.
La investigación muestra también que el financiamiento turco para al-Qaeda transitaba a través de una vía iraní, tanto para disponer así de una excelente cobertura en Siria como para realizar operaciones terroristas en Irán. La OTAN ya tenía cómplices en Teherán en tiempos de la operación «Irán-Contras» [también conocida como «Irángate»], y esos cómplices se movían entre las personas cercanas al ex presidente Rafsandjani, como el actual presidente Hassan Rohani.
Esos hechos se producen en momentos en que la oposición política siria en el exilio trata de probar suerte con una nueva teoría en vísperas de la conferencia Ginebra 2. Según esa teoría, el Frente al-Nusra y el Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL) no serían otra cosa que agentes de los servicios secretos sirios encargados de asustar a la población para que esta se incline a favor del régimen. Así que la única oposición armada válida sería entonces la del Ejército Sirio Libre (ESL), que a su vez reconoce la autoridad de la oposición externa, lo cual resolvería el problema de representatividad que se plantea con vista a la conferencia de paz,
Así que nos van a pedir que nos olvidemos de todos los elogios que la misma oposición siria en el exterior había venido prodigando a al-Qaeda desde hace 3 años. Y también del escandaloso silencio de los Estados miembros de la OTAN sobre la generalización del terrorismo en Siria.
Sin embargo, si es posible admitir que la mayoría de los dirigentes de la alianza atlántica nada sabían del apoyo que esa organización aportaba al terrorismo internacional, habrá que admitir también que la OTAN es el principal responsable mundial del terrorismo.
___________________
* Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008).
7 ene 2014
Por qué la desigualdad importa
PAUL KRUGMAN | DESDE NUEVA YORK
Por qué la desigualdad es importante
El aumento de la desigualdad no es un problema nuevo. Wall Street, la película de Oliver Stone que retrata a una plutocracia en ascenso empeñada en que la codicia es buena, se estrenó en 1987. Pero los políticos, intimidados por los gritos de "lucha de clases", han evitado dar más importancia a la brecha cada vez mayor entre los ricos y el resto.
Sin embargo, podría ser que las cosas estuviesen cambiando. Podemos hablar de la trascendencia de la victoria de Bill de Blasio en la carrera por la alcaldía de Nueva York o del respaldo de Elizabeth Warren a la ampliación de la Seguridad Social. También habrá que ver si la declaración de Barack Obama de que la desigualdad es "el desafío que caracteriza a nuestra era" se traduce en cambios en la política. En todo caso, el debate se ha animado lo bastante como para provocar una airada reacción de los expertos que afirman que la desigualdad no es para tanto.
Se equivocan.
El mejor argumento para restar importancia a la desigualdad es el estado de depresión de la economía. ¿Acaso no es más importante recuperar el crecimiento económico que preocuparse de cómo se distribuyen sus beneficios?
Pues no. Para empezar, aunque solo se tenga en cuenta el impacto directo de la desigualdad creciente en los estadounidenses de clase media, no cabe duda de que el problema es grande. Además, es probable que la desigualdad haya desempeñado un papel importante a la hora de crear el caos económico en que nos encontramos, y crucial en nuestro fracaso para salir de él.
Empecemos por las cifras. En términos medios, los estadounidenses siguen siendo mucho más pobres ahora que antes de la crisis. Para el 90% de las familias que están en lo más bajo, este empobrecimiento refleja que el pastel económico se está reduciendo y, al mismo tiempo, que la participación en él es cada vez menor. ¿Qué es más importante? Sorprendentemente, la respuesta es que las dos cosas son más o menos comparables. Es decir, la desigualdad está aumentando con tal rapidez que a lo largo de los últimos seis años ha reducido tanto los ingresos del estadounidense medio como pobres han sido los resultados de la economía, si bien el periodo incluye la peor depresión económica después de la década de 1930.
Desde una perspectiva más a largo plazo, el aumento de la desigualdad pasa a ser, por lejos, el factor individual más decisivo para explicar la caída de los ingresos de la clase media.
Aparte de eso, cuando se intenta entender la Gran Recesión y la no tan grande recuperación que siguió, el impacto económico, y sobre todo, político de la desigualdad proyecta una larga sombra.
Ahora hay un amplio acuerdo en que el endeudamiento creciente de las familias contribuyó a preparar el terreno para nuestra crisis económica. La explosión de la deuda coincidió con el aumento de la desigualdad, y es probable que ambas cosas estén relacionadas (aunque no es irrebatible). Después de que estallase la crisis, la transferencia continua de los ingresos de la clase media a una pequeña élite deprimió la demanda de los consumidores, de manera que la desigualdad tiene que ver tanto con la crisis económica como con la debilidad de la recuperación posterior.
Ahora bien, en mi opinión, el papel verdaderamente fundamental de la desigualdad en la catástrofe económica ha sido de carácter político.
En los años que precedieron a la crisis, en Washington existía un notable consenso de ambos partidos a favor de la liberalización financiera, un consenso que no justificaban ni la teoría ni la historia. Al irrumpir la crisis, corrieron a rescatar a los bancos. Pero en cuanto la cosa estuvo hecha, apareció un nuevo consenso que suponía dar la espalda a la creación de empleo y concentrarse en la supuesta amenaza del déficit presupuestal.
¿Qué tienen en común los consensos anterior y posterior a la crisis? Los dos han sido económicamente destructivos: la liberalización contribuyó a hacer posible la crisis, y el giro prematuro hacia la austeridad fiscal ha conseguido sobre todo entorpecer la recuperación. No obstante, los dos corresponden a los intereses y prejuicios de una élite económica cuya influencia política se ha disparado al mismo tiempo que su riqueza.
Esto es especialmente evidente cuando se intenta comprender por qué en medio de una sempiterna crisis de empleo, Washington se obsesionó por algún motivo con la supuesta necesidad de aplicar recortes a la Seguridad Social y al Medicare. Esta obsesión nunca ha tenido sentido económico: en una economía deprimida con las tasas de interés más bajas de la historia, el Gobierno debería estar gastando más, y no menos, y una época de desempleo masivo no es momento para andar fijándose en hipotéticos problemas fiscales a décadas vista. Ni tampoco los ataques contra estos programas reflejan lo que quieren los ciudadanos.
Los sondeos entre los muy ricos, en cambio, muestran que, a diferencia de la mayoría, consideran los déficits presupuestales como un asunto crucial y que están a favor de los grandes recortes en los programas sociales. Y no hay duda de que las prioridades de esas élites han tomado el control del discurso político en nuestro país.
Lo cual me lleva a una última consideración. Creo que tras la reacción en contra del argumento de la desigualdad, se oculta el deseo de algunos expertos de despolitizar el discurso económico y hacerlo tecnocrático y no partidista. Pero eso es una quimera. Hasta en las cuestiones que pueden parecer puramente técnicas, la clase social y la desigualdad terminan por modelar -y distorsionar- el debate.
Así que el presidente tenía razón. La desigualdad es, sin lugar a dudas, el desafío que caracteriza a nuestra era. ¿Vamos a hacer algo para enfrentarnos a él?
Por qué la desigualdad es importante
El aumento de la desigualdad no es un problema nuevo. Wall Street, la película de Oliver Stone que retrata a una plutocracia en ascenso empeñada en que la codicia es buena, se estrenó en 1987. Pero los políticos, intimidados por los gritos de "lucha de clases", han evitado dar más importancia a la brecha cada vez mayor entre los ricos y el resto.
Sin embargo, podría ser que las cosas estuviesen cambiando. Podemos hablar de la trascendencia de la victoria de Bill de Blasio en la carrera por la alcaldía de Nueva York o del respaldo de Elizabeth Warren a la ampliación de la Seguridad Social. También habrá que ver si la declaración de Barack Obama de que la desigualdad es "el desafío que caracteriza a nuestra era" se traduce en cambios en la política. En todo caso, el debate se ha animado lo bastante como para provocar una airada reacción de los expertos que afirman que la desigualdad no es para tanto.
Se equivocan.
El mejor argumento para restar importancia a la desigualdad es el estado de depresión de la economía. ¿Acaso no es más importante recuperar el crecimiento económico que preocuparse de cómo se distribuyen sus beneficios?
Pues no. Para empezar, aunque solo se tenga en cuenta el impacto directo de la desigualdad creciente en los estadounidenses de clase media, no cabe duda de que el problema es grande. Además, es probable que la desigualdad haya desempeñado un papel importante a la hora de crear el caos económico en que nos encontramos, y crucial en nuestro fracaso para salir de él.
Empecemos por las cifras. En términos medios, los estadounidenses siguen siendo mucho más pobres ahora que antes de la crisis. Para el 90% de las familias que están en lo más bajo, este empobrecimiento refleja que el pastel económico se está reduciendo y, al mismo tiempo, que la participación en él es cada vez menor. ¿Qué es más importante? Sorprendentemente, la respuesta es que las dos cosas son más o menos comparables. Es decir, la desigualdad está aumentando con tal rapidez que a lo largo de los últimos seis años ha reducido tanto los ingresos del estadounidense medio como pobres han sido los resultados de la economía, si bien el periodo incluye la peor depresión económica después de la década de 1930.
Desde una perspectiva más a largo plazo, el aumento de la desigualdad pasa a ser, por lejos, el factor individual más decisivo para explicar la caída de los ingresos de la clase media.
Aparte de eso, cuando se intenta entender la Gran Recesión y la no tan grande recuperación que siguió, el impacto económico, y sobre todo, político de la desigualdad proyecta una larga sombra.
Ahora hay un amplio acuerdo en que el endeudamiento creciente de las familias contribuyó a preparar el terreno para nuestra crisis económica. La explosión de la deuda coincidió con el aumento de la desigualdad, y es probable que ambas cosas estén relacionadas (aunque no es irrebatible). Después de que estallase la crisis, la transferencia continua de los ingresos de la clase media a una pequeña élite deprimió la demanda de los consumidores, de manera que la desigualdad tiene que ver tanto con la crisis económica como con la debilidad de la recuperación posterior.
Ahora bien, en mi opinión, el papel verdaderamente fundamental de la desigualdad en la catástrofe económica ha sido de carácter político.
En los años que precedieron a la crisis, en Washington existía un notable consenso de ambos partidos a favor de la liberalización financiera, un consenso que no justificaban ni la teoría ni la historia. Al irrumpir la crisis, corrieron a rescatar a los bancos. Pero en cuanto la cosa estuvo hecha, apareció un nuevo consenso que suponía dar la espalda a la creación de empleo y concentrarse en la supuesta amenaza del déficit presupuestal.
¿Qué tienen en común los consensos anterior y posterior a la crisis? Los dos han sido económicamente destructivos: la liberalización contribuyó a hacer posible la crisis, y el giro prematuro hacia la austeridad fiscal ha conseguido sobre todo entorpecer la recuperación. No obstante, los dos corresponden a los intereses y prejuicios de una élite económica cuya influencia política se ha disparado al mismo tiempo que su riqueza.
Esto es especialmente evidente cuando se intenta comprender por qué en medio de una sempiterna crisis de empleo, Washington se obsesionó por algún motivo con la supuesta necesidad de aplicar recortes a la Seguridad Social y al Medicare. Esta obsesión nunca ha tenido sentido económico: en una economía deprimida con las tasas de interés más bajas de la historia, el Gobierno debería estar gastando más, y no menos, y una época de desempleo masivo no es momento para andar fijándose en hipotéticos problemas fiscales a décadas vista. Ni tampoco los ataques contra estos programas reflejan lo que quieren los ciudadanos.
Los sondeos entre los muy ricos, en cambio, muestran que, a diferencia de la mayoría, consideran los déficits presupuestales como un asunto crucial y que están a favor de los grandes recortes en los programas sociales. Y no hay duda de que las prioridades de esas élites han tomado el control del discurso político en nuestro país.
Lo cual me lleva a una última consideración. Creo que tras la reacción en contra del argumento de la desigualdad, se oculta el deseo de algunos expertos de despolitizar el discurso económico y hacerlo tecnocrático y no partidista. Pero eso es una quimera. Hasta en las cuestiones que pueden parecer puramente técnicas, la clase social y la desigualdad terminan por modelar -y distorsionar- el debate.
Así que el presidente tenía razón. La desigualdad es, sin lugar a dudas, el desafío que caracteriza a nuestra era. ¿Vamos a hacer algo para enfrentarnos a él?
LEONARDO BOFF / El funesto imperio mundial de las corporaciones
LEONARDO BOFF /
Publicado el 1/05/14
LEONARDO BOFF – Los buenos deseos de un año feliz son rituales. No pasan de ser simples deseos, pues no consiguen cambiar el curso del mundo donde los superpoderosos siguen su estrategia de dominación global. Sobre esto necesitamos pensar y hasta rezar, pues las consecuencias económicas, sociales, culturales, espirituales y para el futuro de la especie y de la naturaleza pueden ser nefastas.
Muchos como J. Stiglitz y P. Krugman esperaban que el legado de la crisis de 2008 sería un gran debate sobre qué tipo de sociedad queremos construir. Se equivocaron de medio a medio. La discusión no se dio. Al contrario, la lógica que provocó la crisis ha sido retomada con más furor. Richard Wilkinson, uno de los mayores especialistas sobre el tema desigualdad, estuvo más atento y dijo hace ya tiempo en una entrevista al periódico Die Zeit de Alemania: “la pregunta fundamental es ésta: ¿queremos o no queremos realmente vivir según el principio de que el más fuerte se apropia de casi todo y el más débil se queda atrás?
Los super-ricos y super-poderosos decidieron que quieren vivir según el principio darwinista del más fuerte, y que los mas débiles se aguanten. Pero comenta Wilkinson: «creo que todos tenemos necesidad de mayor cooperación y reciprocidad, pues la personas desean una mayor igualdad social». Este deseo es negado intencionadamente por esos epulones.
Por lo general, la lógica capitalista es feroz: una empresa se come a otra (eufemísticamente se dice que se fusionaron). Cuando se llega a un punto en que sólo quedan algunas grandes, cambian de lógica: en vez de guerrear, hacen entre sí una alianza de lobos y se comportan mutuamente como corderos. Así articuladas detentan más poder, acumulan con más seguridad para sí y para sus accionistas, sin tener en cuenta para nada el bien de la sociedad.
La influencia política y económica que ejercen sobre los gobiernos, la mayoría de ellos mucho más débiles que ellas, es extremadamente coercitiva, interfiriendo en el precio de las commodities, en la reducción de las inversiones sociales, en la salud, educación, transporte y seguridad. Los miles de personas que ocupan las calles en el mundo y en Brasil intuyeron esa dominación de un nuevo tipo de imperio, cuyo lema es: «la avaricia es buena» (greed is good) y «devoremos lo que podamos devorar».
Hay excelentes estudios sobre la dominación del mundo por parte de las grandes corporaciones multilaterales. Es conocido el de David Korten Cuando las corporaciones rigen el mundo (When the Corporations rule the World) . Pero hacía falta un estudio de síntesis, y éste ha sido realizado por la Escuela Politécnica Federal Suiza (ETH), en Zurich, en 2011, que se cuenta entre los más respetados centros de investigación, compitiendo con el MIT. El documento ha implicado a grandes nombres, es corto, no más de 10 páginas, y otras 26 sobre su metodología, para mostrar la total transparencia de los resultados. Ha sido resumido por el Prof. de economía de la PUC-SP Ladislau Dowbor en su página web (http://dowbor.org). Nos basamos en él.
De entre los 30 millones de corporaciones existentes, el ETH seleccionó 43 mil para estudiar mejor su lógica de funcionamiento. El esquema simplificado se articula así: hay un pequeño núcleo financiero central que tiene dos lados: de un lado están las corporaciones que componen el núcleo y del otro, aquellas que son controladas por él. Tal articulación crea una red de control corporativo global. Ese pequeño núcleo (core) constituye una super-entidad (super entity). De él emanan los controles en red, lo que facilita la reducción de los costos, la protección de los riesgos, el aumento de la confianza y, lo que es principal, la definición de las líneas de la economía global que deben ser fortalecidas y dónde.
Ese pequeño núcleo, fundamentalmente de grandes bancos, detenta la mayor parte de las participaciones en las otras corporaciones. La cúpula controla el 80% de toda la red de corporaciones. Son apenas 737 actores, presentes en 147 grandes empresas. Ahí están el Deutsche Bank, el J.P. Morgan Chase, el UBS, el Santander, el Goldman Sachs, el BNP Paribas (entre otros muchos). Al final menos del 1% de las empresas controla el 40% de toda red.
Este dato nos permite entender ahora la indignación de los Occupies y de otros que acusan al 1% de las empresas de hacer lo que quieren con los recursos procedentes del sudor del 99% de la población. Ellos no trabajan ni producen nada. Solamente hacen más dinero con el dinero lanzado en el mercado de la especulación.
Fue esta absurda voracidad de acumular ilimitadamente la que gestó la crisis sistémica de 2008. Esta lógica profundiza cada vez más la desigualdad y hace más difícil la salida de la crisis. ¿Cuánto de inhumanidad aguanta el estómago de los pueblos? Todo tiene su límite y la economía no lo es todo. Pero ahora nos es dado ver las entrañas del monstruo. Como dice Dowbor: «La verdad es que hemos ignorado al elefante que está en el centro de la sala». Está rompiendo todo, los cristales, la vajilla y pisoteando a las personas. ¿Pero hasta cuándo? El sentido ético mundial nos asegura que una sociedad no puede subsistir por mucho tiempo asentada sobre la sobreexplotación, la mentira y la antivida.
EL PAIS (Costa Rica
Publicado el 1/05/14
LEONARDO BOFF – Los buenos deseos de un año feliz son rituales. No pasan de ser simples deseos, pues no consiguen cambiar el curso del mundo donde los superpoderosos siguen su estrategia de dominación global. Sobre esto necesitamos pensar y hasta rezar, pues las consecuencias económicas, sociales, culturales, espirituales y para el futuro de la especie y de la naturaleza pueden ser nefastas.
Muchos como J. Stiglitz y P. Krugman esperaban que el legado de la crisis de 2008 sería un gran debate sobre qué tipo de sociedad queremos construir. Se equivocaron de medio a medio. La discusión no se dio. Al contrario, la lógica que provocó la crisis ha sido retomada con más furor. Richard Wilkinson, uno de los mayores especialistas sobre el tema desigualdad, estuvo más atento y dijo hace ya tiempo en una entrevista al periódico Die Zeit de Alemania: “la pregunta fundamental es ésta: ¿queremos o no queremos realmente vivir según el principio de que el más fuerte se apropia de casi todo y el más débil se queda atrás?
Los super-ricos y super-poderosos decidieron que quieren vivir según el principio darwinista del más fuerte, y que los mas débiles se aguanten. Pero comenta Wilkinson: «creo que todos tenemos necesidad de mayor cooperación y reciprocidad, pues la personas desean una mayor igualdad social». Este deseo es negado intencionadamente por esos epulones.
Por lo general, la lógica capitalista es feroz: una empresa se come a otra (eufemísticamente se dice que se fusionaron). Cuando se llega a un punto en que sólo quedan algunas grandes, cambian de lógica: en vez de guerrear, hacen entre sí una alianza de lobos y se comportan mutuamente como corderos. Así articuladas detentan más poder, acumulan con más seguridad para sí y para sus accionistas, sin tener en cuenta para nada el bien de la sociedad.
La influencia política y económica que ejercen sobre los gobiernos, la mayoría de ellos mucho más débiles que ellas, es extremadamente coercitiva, interfiriendo en el precio de las commodities, en la reducción de las inversiones sociales, en la salud, educación, transporte y seguridad. Los miles de personas que ocupan las calles en el mundo y en Brasil intuyeron esa dominación de un nuevo tipo de imperio, cuyo lema es: «la avaricia es buena» (greed is good) y «devoremos lo que podamos devorar».
Hay excelentes estudios sobre la dominación del mundo por parte de las grandes corporaciones multilaterales. Es conocido el de David Korten Cuando las corporaciones rigen el mundo (When the Corporations rule the World) . Pero hacía falta un estudio de síntesis, y éste ha sido realizado por la Escuela Politécnica Federal Suiza (ETH), en Zurich, en 2011, que se cuenta entre los más respetados centros de investigación, compitiendo con el MIT. El documento ha implicado a grandes nombres, es corto, no más de 10 páginas, y otras 26 sobre su metodología, para mostrar la total transparencia de los resultados. Ha sido resumido por el Prof. de economía de la PUC-SP Ladislau Dowbor en su página web (http://dowbor.org). Nos basamos en él.
De entre los 30 millones de corporaciones existentes, el ETH seleccionó 43 mil para estudiar mejor su lógica de funcionamiento. El esquema simplificado se articula así: hay un pequeño núcleo financiero central que tiene dos lados: de un lado están las corporaciones que componen el núcleo y del otro, aquellas que son controladas por él. Tal articulación crea una red de control corporativo global. Ese pequeño núcleo (core) constituye una super-entidad (super entity). De él emanan los controles en red, lo que facilita la reducción de los costos, la protección de los riesgos, el aumento de la confianza y, lo que es principal, la definición de las líneas de la economía global que deben ser fortalecidas y dónde.
Ese pequeño núcleo, fundamentalmente de grandes bancos, detenta la mayor parte de las participaciones en las otras corporaciones. La cúpula controla el 80% de toda la red de corporaciones. Son apenas 737 actores, presentes en 147 grandes empresas. Ahí están el Deutsche Bank, el J.P. Morgan Chase, el UBS, el Santander, el Goldman Sachs, el BNP Paribas (entre otros muchos). Al final menos del 1% de las empresas controla el 40% de toda red.
Este dato nos permite entender ahora la indignación de los Occupies y de otros que acusan al 1% de las empresas de hacer lo que quieren con los recursos procedentes del sudor del 99% de la población. Ellos no trabajan ni producen nada. Solamente hacen más dinero con el dinero lanzado en el mercado de la especulación.
Fue esta absurda voracidad de acumular ilimitadamente la que gestó la crisis sistémica de 2008. Esta lógica profundiza cada vez más la desigualdad y hace más difícil la salida de la crisis. ¿Cuánto de inhumanidad aguanta el estómago de los pueblos? Todo tiene su límite y la economía no lo es todo. Pero ahora nos es dado ver las entrañas del monstruo. Como dice Dowbor: «La verdad es que hemos ignorado al elefante que está en el centro de la sala». Está rompiendo todo, los cristales, la vajilla y pisoteando a las personas. ¿Pero hasta cuándo? El sentido ético mundial nos asegura que una sociedad no puede subsistir por mucho tiempo asentada sobre la sobreexplotación, la mentira y la antivida.
EL PAIS (Costa Rica
5 ene 2014
El año en que Brasil rompió con Estados Unidos
El año en que Brasil rompió con Estados Unidos
Ofendida por la violación de la “soberanía nacional” perpetrada por Estados Unidos, Rousseff solicitó una reunión urgente con Obama, en la que éste no pudo brindarle las explicaciones exigidas. Ahí cambió la historia.
› Por Darío Pignotti
Desde Brasilia
Fue el año diplomático menos pensado. El 31 de mayo de 2013, cuando el vicepresidente norteamericano, Joe Biden, desembarcó en Brasilia para definir la letra chica de los acuerdos a ser firmados durante la cumbre entre Dilma Rousseff y Barack Obama, nadie, posiblemente ni la presidenta, imaginaba cuál sería el descenlace de esa aproximación a Washington, sin precedentes en once años de gobiernos del Partido de los Trabajadores.
“No hay obstáculo que no pueda ser superado por nuestros países... estamos ansiosos por recibirla (a Dilma) en octubre en Washington”, aseguraba Joe Biden al dejar el Palacio del Planalto con su sonrisa invicta.
Es inusual que Dilma reciba a vicepresidentes en su despacho y si lo hace es para cumplir algún protocolo rápido: el haberle concedido 90 minutos de su tiempo al número dos de la Casa Blanca alimentó especulaciones fundamentadas sobre el tamaño de los pactos que se estaban gestando. Portavoces anónimos del gobierno, posiblemente alguna fuente militar interesada, dejaron trascender que luego de la conversación con el emisario de Obama, la presidenta había resuelto comprar 36 cazas F-18 Super Hornet fabricados por Boeing, una de las empresas que forman el complejo industrial militar norteamericano, cuyo poderío gigantesco creció aún más desde la declaración de guerra al terror anunciada en 2001 por George Walker Bush, luego de los atentados contra las Torres Gemelas neoyorquinas.
La sonrisa, ahora victoriosa, de Joe Biden al estrechar la mano del siempre contenido canciller Antonio Patriota sellaba el momento más regresivo de la política externa brasileña desde 2003, con el virtual derrumbe de la posición “altiva” ante la Casa Blanca mantenida bajo el mandato de Luiz Inácio Lula da Silva, secundado por su ministro de Exteriores Celso Amorim y el asesor especial Marco Aurélio García, una troika que se completaba con Samuel Pinheiro Guimaraes, el “enfant terrible” de Itamaraty, a quien le cupo la tarea de revisar planes de estudio y sistemas de admisión en la inexpugnable estructura del Servicio Exterior.
Autor de libros a menudo citados por Hugo Chávez, Pinheiro Guimaraes había sido condenado al ostracismo por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso en los ‘90, como escarmiento por haber denunciado el Area de Libre Comercio de las Américas.
Dilma, conocida por sus posiciones nacionalistas de izquierda, no parecía totalmente convencida con el acercamiento abusivo a Estados Unidos, enhebrado desde 2011 por su canciller Antonio Patriota. A fin de establecer comparaciones, podríamos situar a Patriota en las antípodas de Amorim y Pinheiro Guimarães: diplomático sumiso a los poderes establecidos en Itamaraty, muy bien relacionado en Washington, donde se desempeñó como embajador, y uno de los brasileños predilectos de la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, que suele nombrarlo como “mi amigo Antonio”. Afecto que es recíproco.
Rousseff suele pronunciarse a través de gestos y con frecuencia su cara parecía la de una mujer obligada a calzar zapatos dos números menores a los de su horma cada vez que aparecía en público junto a Patriota, eso especialmente luego de la incompetencia con que éste actuó frente al golpe que derrocó al ex mandatario paraguayo Fernando Lugo, en junio de 2012.
En rigor, Patriota fue algo así como el canciller de una nota sola, la de Washington, a despecho de la agenda sudamericana, en la que luego de la gafe paraguaya de 2012 ocurrió el escándalo con Bolivia en agosto de 2013, cuando los responsables de la embajada brasileña facilitaron la fuga de un dirigente opositor acusado de desestabilizar al presidente Evo Morales.
Esa asimetría diplomática a favor de Estados Unidos era lo deseado por las facciones del Palacio Itamaraty (Cancillería) nostálgicas del mandato de Fernando Henrique Cardoso, que debieron soportar con disgusto la heterodoxia y el latinoamericanismo que imperaron durante los 8 años de Lula-Amorim-García.
Lo cierto es que en agosto de 2014, la política externa de Dilma, siguiendo los postulados de la vieja guardia de Itamaraty, era criticada por lo bajo en el PT mientras parecía encaminarse hacia un pacto de subordinación relativa con Washington, a ser rubricado en la visita de Estado a la Casa Blanca prevista para el 23 de octubre.
Fue entonces, entre julio y septiembre, que se conocieron cientos de documentos obtenidos por el ex analista de la NSA Edward Snowden, revelando que bajo el pretexto de dar caza a terroristas imaginarios, esa agencia instaló una central de operaciones clandestinas en Brasilia desde la cual fueron violadas las comunicaciones de Dilma y robados datos, probablemente sensibles, de la petrolera estatal Petrobras.
Ofendida por la violación de la “soberanía nacional” perpetrada por Estados Unidos, Rousseff solicitó una reunión urgente con Obama, en la que éste no pudo brindarle las explicaciones exigidas al tiempo que admitió ser impotente frente al poder de la comunidad de informaciones, prima hermana del complejo industrial militar.
La fracasada conversación con Obama y, en menor medida, la caída de Patriota, hechos ocurridos en el lapso de un mes, certificaron la defunción de la política externa inaugurada en 2011, y señalaron el reencuentro con varias de las tesis acuñadas desde 2003.
A partir de ese corte, inesperado y drástico, Dilma asumió en septiembre del año pasado el comando de las relaciones exteriores, desplegando una batería de movimientos convergentes. Suspendió la visita de Estado a Washington pese a los esfuerzos en contrario realizados por el sonriente Joe Biden y el secretario de Estado John Kerry, también enviado a Brasilia para reparar los daños causados por el dossier Snowden.
Propuso y obtuvo el acuerdo de los países del Mercosur para elaborar de una estrategia conjunta contra el espionaje electrónico, iniciativa que posteriormente formuló, con algunas modificaciones, ante la Asamblea de Naciones Unidas, que el mes pasado la aprobó con el apoyo conjunto de los países emergentes y varias potencias como Alemania, a pesar de las reservas iniciales de Angela Merkel.
Poco después de asumir, el nuevo canciller, Luiz Alberto Figueireido, emprendió en septiembre una gira por varios países en la que calificó al espionaje norteamericano como “inaceptable” y “violatorio de los derechos humanos”. Un simple análisis contrafactual autoriza suponer que si Dilma hubiera realizado la tan anunciada visita a Washington, probablemente las petroleras norteamericanas habrían sido fuertes candidatas en la subasta del megapozo Libra, con 15.000 millones de barriles, y los aviones Super Hornet de la Boeing podrían haber sido escogidos por la Fuerza Aérea para modernizar su flota de guerra.
Como se sabe, ninguna petrolera estadounidense se inscribió para disputar el yacimiento de Libra, en la licitación ganada en octubre por un consorcio encabezado por Petrobras asociada a dos compañías chinas, una francesa y una anglo-holandesa. Y en diciembre, el ahora ministro de Defensa, el diplomático de carrera Celso Amorim, siguiendo instrucciones del Planalto, finalmente optó por comprar 36 cazabombarderos Gripen NG, de fabricación sueca, desechando los norteamericanos F-18, que antes del data-gate parecían imbatibles.
Fueron dos medidas de Estado que trascienden lo coyuntural, en las que se materializa un giro ventajoso para la autonomía nacional y antipático para grupos hegemónicos de las industrias petrolera y militar, lo cual genera resonancias en las grandes empresas mediáticas.
Quien repase la línea editorial de la CNN, The Economist o The Financial Times advertirá cómo ha mutando el tratamiento dado a Rousseff. Dejó de ser aquella estadista de 2011 para tornarse una presidenta “intervencionista y contraria al libre juego de las fuerzas del mercado”, un modelo inconveniente para los demás países latinoamericanos, a los que se recomienda, desde esas usinas de opinión global, desechar el ejemplo de Brasil y seguir el aplicado en México por el presidente Enrique Peña Nieto.
Ofendida por la violación de la “soberanía nacional” perpetrada por Estados Unidos, Rousseff solicitó una reunión urgente con Obama, en la que éste no pudo brindarle las explicaciones exigidas. Ahí cambió la historia.
› Por Darío Pignotti
Desde Brasilia
Fue el año diplomático menos pensado. El 31 de mayo de 2013, cuando el vicepresidente norteamericano, Joe Biden, desembarcó en Brasilia para definir la letra chica de los acuerdos a ser firmados durante la cumbre entre Dilma Rousseff y Barack Obama, nadie, posiblemente ni la presidenta, imaginaba cuál sería el descenlace de esa aproximación a Washington, sin precedentes en once años de gobiernos del Partido de los Trabajadores.
“No hay obstáculo que no pueda ser superado por nuestros países... estamos ansiosos por recibirla (a Dilma) en octubre en Washington”, aseguraba Joe Biden al dejar el Palacio del Planalto con su sonrisa invicta.
Es inusual que Dilma reciba a vicepresidentes en su despacho y si lo hace es para cumplir algún protocolo rápido: el haberle concedido 90 minutos de su tiempo al número dos de la Casa Blanca alimentó especulaciones fundamentadas sobre el tamaño de los pactos que se estaban gestando. Portavoces anónimos del gobierno, posiblemente alguna fuente militar interesada, dejaron trascender que luego de la conversación con el emisario de Obama, la presidenta había resuelto comprar 36 cazas F-18 Super Hornet fabricados por Boeing, una de las empresas que forman el complejo industrial militar norteamericano, cuyo poderío gigantesco creció aún más desde la declaración de guerra al terror anunciada en 2001 por George Walker Bush, luego de los atentados contra las Torres Gemelas neoyorquinas.
La sonrisa, ahora victoriosa, de Joe Biden al estrechar la mano del siempre contenido canciller Antonio Patriota sellaba el momento más regresivo de la política externa brasileña desde 2003, con el virtual derrumbe de la posición “altiva” ante la Casa Blanca mantenida bajo el mandato de Luiz Inácio Lula da Silva, secundado por su ministro de Exteriores Celso Amorim y el asesor especial Marco Aurélio García, una troika que se completaba con Samuel Pinheiro Guimaraes, el “enfant terrible” de Itamaraty, a quien le cupo la tarea de revisar planes de estudio y sistemas de admisión en la inexpugnable estructura del Servicio Exterior.
Autor de libros a menudo citados por Hugo Chávez, Pinheiro Guimaraes había sido condenado al ostracismo por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso en los ‘90, como escarmiento por haber denunciado el Area de Libre Comercio de las Américas.
Dilma, conocida por sus posiciones nacionalistas de izquierda, no parecía totalmente convencida con el acercamiento abusivo a Estados Unidos, enhebrado desde 2011 por su canciller Antonio Patriota. A fin de establecer comparaciones, podríamos situar a Patriota en las antípodas de Amorim y Pinheiro Guimarães: diplomático sumiso a los poderes establecidos en Itamaraty, muy bien relacionado en Washington, donde se desempeñó como embajador, y uno de los brasileños predilectos de la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, que suele nombrarlo como “mi amigo Antonio”. Afecto que es recíproco.
Rousseff suele pronunciarse a través de gestos y con frecuencia su cara parecía la de una mujer obligada a calzar zapatos dos números menores a los de su horma cada vez que aparecía en público junto a Patriota, eso especialmente luego de la incompetencia con que éste actuó frente al golpe que derrocó al ex mandatario paraguayo Fernando Lugo, en junio de 2012.
En rigor, Patriota fue algo así como el canciller de una nota sola, la de Washington, a despecho de la agenda sudamericana, en la que luego de la gafe paraguaya de 2012 ocurrió el escándalo con Bolivia en agosto de 2013, cuando los responsables de la embajada brasileña facilitaron la fuga de un dirigente opositor acusado de desestabilizar al presidente Evo Morales.
Esa asimetría diplomática a favor de Estados Unidos era lo deseado por las facciones del Palacio Itamaraty (Cancillería) nostálgicas del mandato de Fernando Henrique Cardoso, que debieron soportar con disgusto la heterodoxia y el latinoamericanismo que imperaron durante los 8 años de Lula-Amorim-García.
Lo cierto es que en agosto de 2014, la política externa de Dilma, siguiendo los postulados de la vieja guardia de Itamaraty, era criticada por lo bajo en el PT mientras parecía encaminarse hacia un pacto de subordinación relativa con Washington, a ser rubricado en la visita de Estado a la Casa Blanca prevista para el 23 de octubre.
Fue entonces, entre julio y septiembre, que se conocieron cientos de documentos obtenidos por el ex analista de la NSA Edward Snowden, revelando que bajo el pretexto de dar caza a terroristas imaginarios, esa agencia instaló una central de operaciones clandestinas en Brasilia desde la cual fueron violadas las comunicaciones de Dilma y robados datos, probablemente sensibles, de la petrolera estatal Petrobras.
Ofendida por la violación de la “soberanía nacional” perpetrada por Estados Unidos, Rousseff solicitó una reunión urgente con Obama, en la que éste no pudo brindarle las explicaciones exigidas al tiempo que admitió ser impotente frente al poder de la comunidad de informaciones, prima hermana del complejo industrial militar.
La fracasada conversación con Obama y, en menor medida, la caída de Patriota, hechos ocurridos en el lapso de un mes, certificaron la defunción de la política externa inaugurada en 2011, y señalaron el reencuentro con varias de las tesis acuñadas desde 2003.
A partir de ese corte, inesperado y drástico, Dilma asumió en septiembre del año pasado el comando de las relaciones exteriores, desplegando una batería de movimientos convergentes. Suspendió la visita de Estado a Washington pese a los esfuerzos en contrario realizados por el sonriente Joe Biden y el secretario de Estado John Kerry, también enviado a Brasilia para reparar los daños causados por el dossier Snowden.
Propuso y obtuvo el acuerdo de los países del Mercosur para elaborar de una estrategia conjunta contra el espionaje electrónico, iniciativa que posteriormente formuló, con algunas modificaciones, ante la Asamblea de Naciones Unidas, que el mes pasado la aprobó con el apoyo conjunto de los países emergentes y varias potencias como Alemania, a pesar de las reservas iniciales de Angela Merkel.
Poco después de asumir, el nuevo canciller, Luiz Alberto Figueireido, emprendió en septiembre una gira por varios países en la que calificó al espionaje norteamericano como “inaceptable” y “violatorio de los derechos humanos”. Un simple análisis contrafactual autoriza suponer que si Dilma hubiera realizado la tan anunciada visita a Washington, probablemente las petroleras norteamericanas habrían sido fuertes candidatas en la subasta del megapozo Libra, con 15.000 millones de barriles, y los aviones Super Hornet de la Boeing podrían haber sido escogidos por la Fuerza Aérea para modernizar su flota de guerra.
Como se sabe, ninguna petrolera estadounidense se inscribió para disputar el yacimiento de Libra, en la licitación ganada en octubre por un consorcio encabezado por Petrobras asociada a dos compañías chinas, una francesa y una anglo-holandesa. Y en diciembre, el ahora ministro de Defensa, el diplomático de carrera Celso Amorim, siguiendo instrucciones del Planalto, finalmente optó por comprar 36 cazabombarderos Gripen NG, de fabricación sueca, desechando los norteamericanos F-18, que antes del data-gate parecían imbatibles.
Fueron dos medidas de Estado que trascienden lo coyuntural, en las que se materializa un giro ventajoso para la autonomía nacional y antipático para grupos hegemónicos de las industrias petrolera y militar, lo cual genera resonancias en las grandes empresas mediáticas.
Quien repase la línea editorial de la CNN, The Economist o The Financial Times advertirá cómo ha mutando el tratamiento dado a Rousseff. Dejó de ser aquella estadista de 2011 para tornarse una presidenta “intervencionista y contraria al libre juego de las fuerzas del mercado”, un modelo inconveniente para los demás países latinoamericanos, a los que se recomienda, desde esas usinas de opinión global, desechar el ejemplo de Brasil y seguir el aplicado en México por el presidente Enrique Peña Nieto.
Perú: Humala plantea debatir monopolio mediático de El Comercio
Perú: Humala plantea debatir monopolio mediático de El Comercio
Publicado el 1/04/14
EL TELEGRAFO – “El tema de la concentración de medios debe ir al Congreso, que es un espacio deliberativo donde está la representación directa del pueblo”, dijo el jueves el presidente peruano, Ollanta Humala, en declaraciones a periodistas en el Palacio de Justicia.
Los comentarios de Humala, en respaldo a unas declaraciones en el mismo sentido del novelista peruano y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, generó una ola de críticas de la oposición, así como del Grupo El Comercio, el gigante de la prensa peruana que controla nueve diarios y dos canales de televisión.
Las críticas vinieron de los expresidentes Alan García y Alberto Fujimori; el escritor Álvaro Vargas Llosa, y también de la excandidata presidencial y conservadora Lourdes Flores, entre otros.
Humala rechazó que su gobierno esté en contra de la libertad de prensa: “Yo preguntaría al país quién amenaza realmente la libertad de expresión, ¿aquel grupo empresarial que compra los medios de comunicación o el Presidente?”, manifestó.
El gobernante peruano ya había calificado en una entrevista, hace unos días, de “peligroso” y hasta de “una vergüenza” que un sólo grupo, en referencia a El Comercio, sea dueño de la mayor parte de los medios en el país tras comprar el año pasado a Epensa, otro importante conglomerado de diarios. Fue la primera vez que el presidente se metió de lleno en la polémica sobre la concentración de medios.
La concreción de una asociación entre estos dos grupos se dio a conocer en agosto pasado. El acuerdo establecía que el Grupo Agois Banchero tenía el derecho mayoritario sobre las acciones de la Empresa Periodística Nacional S.A. (Epensa), nacida a comienzos de 1962, la misma que edita los diarios Correo, Ojo y El Bocón, aparte de una serie de revistas y suplementos especiales.
También editaba el diario Ajá, que el 30 de diciembre publicó su último número, luego de 19 años de existencia. Un informe de la revista Caretas reveló que la directiva del grupo decidió cerrar el diario porque era competidor directo de Trome, periódico popular de El Comercio.
El acuerdo, según se difundió entonces, contemplaba también la separación de los negocios de Epensa en dos empresas: una dedicada a los contenidos periodísticos, en la que la familia Agois Banchero tenía la totalidad de las acciones, y otra dedicada a brindar servicios de impresión y comercialización de los diarios y la publicidad, donde la familia tiene el 46% de las acciones, dejando el otro 56% en manos del Grupo El Comercio, el cual, de acuerdo a expertos comunicacionales, antes de este acuerdo controlaba el 40% de los medios escritos y audiovisuales del país, pudiendo acercarse a un control del 70% una vez ejecutada esta asociación.
Actualmente, el grupo El Comercio encara un litigio por este caso con el grupo La República, otra de las grandes empresas periodísticas, que también intentó comprar el control de Epensa. Éste último asegura que el control del primero es de casi el 80 por ciento.
La operación se encuentra bloqueada a la espera que la justicia peruana se pronuncie luego que ocho periodistas presentaron en noviembre una demanda para impedir la compra, alegando una posición de dominio de El Comercio. Se trata de: Enrique Zileri Gibson, director de Caretas; Luz Helguero Seminario, directora del diario El Tiempo-Piura; Gustavo Mohme Seminario, director del diario La República; Fernando Valencia Osorio, director de Diario 16; y los periodistas Augusto Álvarez Rodrich, Mirko Lauer, Rosa María Palacios y Mario Saavedra-Pinón.
La Constitución de Perú señala que los medios de comunicación no pueden ser objeto de monopolio.
El 24 de octubre pasado, El Comercio publicó un editorial con su posición ante lo que denominó como “campaña en contra de la asociación” con Epensa. “La única manera en que un medio puede alcanzar sosteniblemente un porcentaje dado del mercado de prensa escrita es mediante la elección de las personas que lo leen. Luego, no es posible limitar el derecho de un medio a alcanzar tal o cual porcentaje del mercado sin limitar al mismo tiempo el derecho de los consumidores a elegirlo. Dicho de otra forma: la libertad de crecimiento de los medios no es más que la otra cara del derecho de las personas de elegir sus fuentes de información”, indicaba el editorial.
Ayer, el presidente Humala expresó su disposición a que el tema de la concentración de medios sea discutida por la sociedad, como ha propuesto el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys), una ONG de periodistas, aunque insistió en que el Congreso debe dar la última palabra.
El Ipys propuso el lunes un amplio debate público y que sea la justicia la que decida el tema de la concentración de medios.
Según esa entidad, “la concentración de la propiedad de los medios encierra potenciales amenazas contra la libertad de expresión” por lo que es necesario “medidas que impidan, democráticamente, la concentración de la propiedad de los medios o su monopolio, conforme al mandato constitucional”.
ANTECEDENES
Perú teme monopolio de información
Grupo El Comercio controlaba el 40% de los medios escritos y audiovisuales del país, ahora en un acuerdo realizado junto a Grupo Agois Banchero, su poder podría acercarse a un manejo del 70% de empresas de comunicación, una vez que se ejecute esta asociación
Victor Vimos, corresponsal de Lima de El Telégrafo
Una fuerte ola de críticas ha generado el reciente acuerdo comercial protagonizado por el Grupo El Comercio y el Grupo Agois Banchero, empresas dedicadas a la generación y difusión de información en Perú. Una serie de negociaciones desarrolladas en meses pasados, llegaron a su fin el 22 de agosto cuando, mediante un comunicado, se informó de la concreción de un acuerdo de asociación entre estos dos grupos.
El Grupo Agois Banchero tiene el derecho mayoritario sobre las acciones de la Empresa Periodística Nacional S.A. (EPENSA), nacida a comienzos de 1962, la misma que edita los diarios Correo, Ajá, Ojo y El Bocón, aparte de una serie de revistas y suplementos especiales.
El acuerdo, según el comunicado, contempla la separación de los negocios de EPENSA en dos empresas: una dedicada a los contenidos periodísticos, en la que la familia Agois Banchero tendrá la totalidad de las acciones, y otra dedicada a brindar servicios de impresión y comercialización de los diarios y la publicidad, donde la familia tendrá el 46% de las acciones, dejando el otro 56% en manos del Grupo El Comercio, el cual, de acuerdo a expertos comunicacionales, antes de este acuerdo controlaba el 40% de los medios escritos y audiovisuales del país, pudiendo acercarse a un control del 70% una vez ejecutada esta asociación.
Esa situación preocupa a quienes miran en esas cifras una falta total a la libertad de expresión. De acuerdo al artículo 66 de la Constitución del Perú, el Estado deberá facilitar y vigilar la libre competencia, evitando la formación de monopolios que obstaculicen la misma.
Dice: “(El Estado) combate toda práctica que la limite (a la libertad de expresión) y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas. Ninguna ley ni concertación puede autorizar ni establecer monopolios. La prensa, la radio, la televisión y los demás medios de expresión y comunicación social. Y, en general, las empresas, los bienes y servicios relacionados con la libertad de expresión y de comunicación, no pueden ser objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento, directa ni indirectamente, por parte del Estado ni de particulares”.
Para Rosa María Alfaro, investigadora en el campo de la comunicación, ese tipo de control mayoritario afecta por completo a la democracia. “La democracia supone variedad empresarial. La gente y el periodismo son fuertes cuando critican al gobierno, pero si nadie toca a las empresas, hacen lo que quieren. El negocio pesa más que la ciudadanía. La ciudadanía es crítica, cuestiona, plantea propuestas. Si no hay diversidad de voces, no hay democracia”, indica.
De acuerdo a su visión lo que se pierde con estas acciones es la pluralidad, y se cede el peso total al lado económico de la información. Advirtiendo ese tipo de miradas, la Familia Agoins Banchero anunció que el acuerdo respetará la línea editorial que mantenían en sus publicaciones, y que serviría, en general, para enfocar el crecimiento de EPENSA en las nuevas plataformas.
Gustavo Gorriti director de IDL-Reporteros, mira esto como una evolución negativa frente a la amplitud que debería tener el tema comunicacional dentro del Estado.
“Es una situación en la que se puede decir que la prensa peruana que ya estaba mal, ahora pierde varios peldaños y no creo para nada que sea una evolución positiva”, justificó. La posición de dominio de un grupo sobre el resto es, de acuerdo a su visión, una situación peligrosa, pues se requiere una plataforma adecuada de debate para que un país pueda tener pluralidad de información.
El comunicador recordó que ya en la última campaña presidencial se pusieron en evidencia mecanismos que reflejaban un alto grado de parcialidad en la prensa, buscando afectar los comicios, razón por la que este tipo de asociaciones renuevan esa preocupación.
Para Rosa María Alfaro, el panorama apunta a la disminución de opciones que tiene la gente a la hora de informarse. “No sé con claridad si su posición económica va a ser también una posición política, cultural y educativa. No sabemos. Un medio tiene derecho a tener una opinión frente a lo que pasa, pero el miedo es que esta concentración de medios signifique una cierta unidad al momento de dar las noticias, opinar o debatir”, apunta.
Las voces de reconocidos periodistas del medio se han hecho sentir en el cuestionamiento de esta situación. Foros y publicaciones han contrastado con el silencio oficial que desde las instituciones del Estado se prodiga a esta transacción.
Luis Agois, representante de EPENSA, resaltó, en respuesta a la inconformidad de los periodistas, que “no hay monopolio porque los otros diarios tienen mucha lectoría también, como los regionales que generan mucha mercancía. Hay oferta informativa para todos los gustos”, señaló.
De este modo se ha puesto en evidencia las fracturas profundas que existen en el tema comunicacional peruano, permitiendo que la reflexión señale problemas crónicos, como el monopolio de los medios y la dirección que estos entregan a la información.
Queda por delante esperar la voz de los sectores estatales, que hasta el momento han visto esta contienda desde lejos.
Publicado el 1/04/14
EL TELEGRAFO – “El tema de la concentración de medios debe ir al Congreso, que es un espacio deliberativo donde está la representación directa del pueblo”, dijo el jueves el presidente peruano, Ollanta Humala, en declaraciones a periodistas en el Palacio de Justicia.
Los comentarios de Humala, en respaldo a unas declaraciones en el mismo sentido del novelista peruano y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, generó una ola de críticas de la oposición, así como del Grupo El Comercio, el gigante de la prensa peruana que controla nueve diarios y dos canales de televisión.
Las críticas vinieron de los expresidentes Alan García y Alberto Fujimori; el escritor Álvaro Vargas Llosa, y también de la excandidata presidencial y conservadora Lourdes Flores, entre otros.
Humala rechazó que su gobierno esté en contra de la libertad de prensa: “Yo preguntaría al país quién amenaza realmente la libertad de expresión, ¿aquel grupo empresarial que compra los medios de comunicación o el Presidente?”, manifestó.
El gobernante peruano ya había calificado en una entrevista, hace unos días, de “peligroso” y hasta de “una vergüenza” que un sólo grupo, en referencia a El Comercio, sea dueño de la mayor parte de los medios en el país tras comprar el año pasado a Epensa, otro importante conglomerado de diarios. Fue la primera vez que el presidente se metió de lleno en la polémica sobre la concentración de medios.
La concreción de una asociación entre estos dos grupos se dio a conocer en agosto pasado. El acuerdo establecía que el Grupo Agois Banchero tenía el derecho mayoritario sobre las acciones de la Empresa Periodística Nacional S.A. (Epensa), nacida a comienzos de 1962, la misma que edita los diarios Correo, Ojo y El Bocón, aparte de una serie de revistas y suplementos especiales.
También editaba el diario Ajá, que el 30 de diciembre publicó su último número, luego de 19 años de existencia. Un informe de la revista Caretas reveló que la directiva del grupo decidió cerrar el diario porque era competidor directo de Trome, periódico popular de El Comercio.
El acuerdo, según se difundió entonces, contemplaba también la separación de los negocios de Epensa en dos empresas: una dedicada a los contenidos periodísticos, en la que la familia Agois Banchero tenía la totalidad de las acciones, y otra dedicada a brindar servicios de impresión y comercialización de los diarios y la publicidad, donde la familia tiene el 46% de las acciones, dejando el otro 56% en manos del Grupo El Comercio, el cual, de acuerdo a expertos comunicacionales, antes de este acuerdo controlaba el 40% de los medios escritos y audiovisuales del país, pudiendo acercarse a un control del 70% una vez ejecutada esta asociación.
Actualmente, el grupo El Comercio encara un litigio por este caso con el grupo La República, otra de las grandes empresas periodísticas, que también intentó comprar el control de Epensa. Éste último asegura que el control del primero es de casi el 80 por ciento.
La operación se encuentra bloqueada a la espera que la justicia peruana se pronuncie luego que ocho periodistas presentaron en noviembre una demanda para impedir la compra, alegando una posición de dominio de El Comercio. Se trata de: Enrique Zileri Gibson, director de Caretas; Luz Helguero Seminario, directora del diario El Tiempo-Piura; Gustavo Mohme Seminario, director del diario La República; Fernando Valencia Osorio, director de Diario 16; y los periodistas Augusto Álvarez Rodrich, Mirko Lauer, Rosa María Palacios y Mario Saavedra-Pinón.
La Constitución de Perú señala que los medios de comunicación no pueden ser objeto de monopolio.
El 24 de octubre pasado, El Comercio publicó un editorial con su posición ante lo que denominó como “campaña en contra de la asociación” con Epensa. “La única manera en que un medio puede alcanzar sosteniblemente un porcentaje dado del mercado de prensa escrita es mediante la elección de las personas que lo leen. Luego, no es posible limitar el derecho de un medio a alcanzar tal o cual porcentaje del mercado sin limitar al mismo tiempo el derecho de los consumidores a elegirlo. Dicho de otra forma: la libertad de crecimiento de los medios no es más que la otra cara del derecho de las personas de elegir sus fuentes de información”, indicaba el editorial.
Ayer, el presidente Humala expresó su disposición a que el tema de la concentración de medios sea discutida por la sociedad, como ha propuesto el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys), una ONG de periodistas, aunque insistió en que el Congreso debe dar la última palabra.
El Ipys propuso el lunes un amplio debate público y que sea la justicia la que decida el tema de la concentración de medios.
Según esa entidad, “la concentración de la propiedad de los medios encierra potenciales amenazas contra la libertad de expresión” por lo que es necesario “medidas que impidan, democráticamente, la concentración de la propiedad de los medios o su monopolio, conforme al mandato constitucional”.
ANTECEDENES
Perú teme monopolio de información
Grupo El Comercio controlaba el 40% de los medios escritos y audiovisuales del país, ahora en un acuerdo realizado junto a Grupo Agois Banchero, su poder podría acercarse a un manejo del 70% de empresas de comunicación, una vez que se ejecute esta asociación
Victor Vimos, corresponsal de Lima de El Telégrafo
Una fuerte ola de críticas ha generado el reciente acuerdo comercial protagonizado por el Grupo El Comercio y el Grupo Agois Banchero, empresas dedicadas a la generación y difusión de información en Perú. Una serie de negociaciones desarrolladas en meses pasados, llegaron a su fin el 22 de agosto cuando, mediante un comunicado, se informó de la concreción de un acuerdo de asociación entre estos dos grupos.
El Grupo Agois Banchero tiene el derecho mayoritario sobre las acciones de la Empresa Periodística Nacional S.A. (EPENSA), nacida a comienzos de 1962, la misma que edita los diarios Correo, Ajá, Ojo y El Bocón, aparte de una serie de revistas y suplementos especiales.
El acuerdo, según el comunicado, contempla la separación de los negocios de EPENSA en dos empresas: una dedicada a los contenidos periodísticos, en la que la familia Agois Banchero tendrá la totalidad de las acciones, y otra dedicada a brindar servicios de impresión y comercialización de los diarios y la publicidad, donde la familia tendrá el 46% de las acciones, dejando el otro 56% en manos del Grupo El Comercio, el cual, de acuerdo a expertos comunicacionales, antes de este acuerdo controlaba el 40% de los medios escritos y audiovisuales del país, pudiendo acercarse a un control del 70% una vez ejecutada esta asociación.
Esa situación preocupa a quienes miran en esas cifras una falta total a la libertad de expresión. De acuerdo al artículo 66 de la Constitución del Perú, el Estado deberá facilitar y vigilar la libre competencia, evitando la formación de monopolios que obstaculicen la misma.
Dice: “(El Estado) combate toda práctica que la limite (a la libertad de expresión) y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas. Ninguna ley ni concertación puede autorizar ni establecer monopolios. La prensa, la radio, la televisión y los demás medios de expresión y comunicación social. Y, en general, las empresas, los bienes y servicios relacionados con la libertad de expresión y de comunicación, no pueden ser objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento, directa ni indirectamente, por parte del Estado ni de particulares”.
Para Rosa María Alfaro, investigadora en el campo de la comunicación, ese tipo de control mayoritario afecta por completo a la democracia. “La democracia supone variedad empresarial. La gente y el periodismo son fuertes cuando critican al gobierno, pero si nadie toca a las empresas, hacen lo que quieren. El negocio pesa más que la ciudadanía. La ciudadanía es crítica, cuestiona, plantea propuestas. Si no hay diversidad de voces, no hay democracia”, indica.
De acuerdo a su visión lo que se pierde con estas acciones es la pluralidad, y se cede el peso total al lado económico de la información. Advirtiendo ese tipo de miradas, la Familia Agoins Banchero anunció que el acuerdo respetará la línea editorial que mantenían en sus publicaciones, y que serviría, en general, para enfocar el crecimiento de EPENSA en las nuevas plataformas.
Gustavo Gorriti director de IDL-Reporteros, mira esto como una evolución negativa frente a la amplitud que debería tener el tema comunicacional dentro del Estado.
“Es una situación en la que se puede decir que la prensa peruana que ya estaba mal, ahora pierde varios peldaños y no creo para nada que sea una evolución positiva”, justificó. La posición de dominio de un grupo sobre el resto es, de acuerdo a su visión, una situación peligrosa, pues se requiere una plataforma adecuada de debate para que un país pueda tener pluralidad de información.
El comunicador recordó que ya en la última campaña presidencial se pusieron en evidencia mecanismos que reflejaban un alto grado de parcialidad en la prensa, buscando afectar los comicios, razón por la que este tipo de asociaciones renuevan esa preocupación.
Para Rosa María Alfaro, el panorama apunta a la disminución de opciones que tiene la gente a la hora de informarse. “No sé con claridad si su posición económica va a ser también una posición política, cultural y educativa. No sabemos. Un medio tiene derecho a tener una opinión frente a lo que pasa, pero el miedo es que esta concentración de medios signifique una cierta unidad al momento de dar las noticias, opinar o debatir”, apunta.
Las voces de reconocidos periodistas del medio se han hecho sentir en el cuestionamiento de esta situación. Foros y publicaciones han contrastado con el silencio oficial que desde las instituciones del Estado se prodiga a esta transacción.
Luis Agois, representante de EPENSA, resaltó, en respuesta a la inconformidad de los periodistas, que “no hay monopolio porque los otros diarios tienen mucha lectoría también, como los regionales que generan mucha mercancía. Hay oferta informativa para todos los gustos”, señaló.
De este modo se ha puesto en evidencia las fracturas profundas que existen en el tema comunicacional peruano, permitiendo que la reflexión señale problemas crónicos, como el monopolio de los medios y la dirección que estos entregan a la información.
Queda por delante esperar la voz de los sectores estatales, que hasta el momento han visto esta contienda desde lejos.
La inteligencia española, a la sombra de la NSA yanqui
La inteligencia española, a la sombra de la NSA yanqui
Publicado el 1/03/14
MERCE MOLIST / LA MAREA –
“Todos los gobiernos lo hacen”. Esta fue la primera respuesta del Gobierno norteamericano cuando Edward Snowden reveló que los servicios secretos de aquel país estaban monitorizando las telecomunicaciones de medio mundo. Todos los gobiernos lo hacen, sí, desde los sumerios y mucho antes, pero ninguno tiene ni ha tenido el poder de Estados Unidos a la hora de recolectar, procesar y guardar estos datos.
El nuevo mundo conectado y digitalizado ha convertido a nuestra sociedad en la más transparente y fácilmente espiable de la historia. Todo pasa por las redes: quiénes son nuestros amigos, nuestra familia, dónde vivimos, dónde estudiamos, qué películas nos gustan, nuestras afiliaciones políticas, nuestro estado de salud… Para colmo, la mayor parte de esta información es pública, la ponemos nosotros mismos en las redes sociales, cuyo negocio consiste en vender estos datos a empresas. Y, si un gobierno se los pide, se los dan sin rechistar. De hecho, una de las empresas fundadoras de Facebook pertenece a la CIA.
En cuanto a nuestra información más privada, la que no contamos tan alegremente, también puede ser espiada por terceros, seamos ciudadanía, empresas o gobiernos. No es tan fácil, pero los cables de fibra óptica pueden ser pinchados y los programas y algoritmos de cifrado que se venden como inexpugnables incluyen puertas traseras, desconocidas por los usuarios, que permiten la entrada a los gobiernos. Por no hablar del rizo rizado: hackers a sueldo de los gobiernos robando informaciones de otros gobiernos y empresas.
Ante este panorama, no hay muchos sitios donde el ciudadano y la ciudadana puedan esconderse. Impotentes, se consuelan con la manida frase: “No tengo nada que esconder”. ¿Seguro? ¿Seguro que no les importa que el Gobierno conozca qué tipo de pornografía miran por Internet y deduzca sus pulsiones sexuales? ¿O cuánto dinero tienen y cuánto declaran? En el mundo digital no hay nada que no pueda ser hackeado, escudriñado y descubierto. Los hackers suelen decir: “Lo que ha hecho un hombre, otro puede deshacerlo”. Es sólo cuestión de tiempo y dinero, algo que los gobiernos poderosos tienen a espuertas. En cuanto a los normalitos, tipo España, hacen lo que pueden en su vida doméstica y no olvidan servir a los grandes, dejándoles paso franco y pasándoles los datos que haga falta. Esta es la pequeña historia del espionaje electrónico masivo en España.
Todo empezó con Echelon
En las alcantarillas del espionaje nunca se sabe, quizás fue Echelon la primera red de monitorización masiva, quizás no. Lo seguro y cierto es que la primera vez que el mundo escuchó el concepto electronic surveillance (vigilancia electrónica) fue cuando un periodista británico desveló la existencia de Echelon, en los años 70. Echelon era –y algunos dicen que sigue siendo– una red de espionaje que creó la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) después de la II Guerra Mundial, compartida con los servicios de inteligencia de Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda. La labor de Echelon era interceptar las comunicaciones por radio y satélite de telex, teléfono y fax. Más adelante, cuando el mundo analógico se hizo digital, la red Echelon amplió el abanico de objetivos a espiar, incluyendo las comunicaciones por teléfono móvil e Internet.
En 1998, la oficina del Parlamento Europeo bautizada como Evaluación de las Opciones Científicas y Tecnológicas (STOA, por sus siglas en inglés) presentaba el informe Una aproximación a las tecnologías de control político donde se desvelaba por primera vez y de forma oficial a los gobiernos europeos la existencia de Echelon. Para entonces, la red había evolucionado y tenía múltiples tentáculos, como el uso de inteligencia artificial para procesar los datos capturados o Carnivore, un programa que se instala en los proveedores de Internet para monitorizar a sus usuarios. Europa se llevó las manos a la cabeza cuando supo, a través del informe, que EEUU había usado Echelon para espiar a empresas europeas y hacerles perder contratos frente a las norteamericanas. En la Wikipedia hay algunos ejemplos: “En 1994, el grupo francés Thompson-CSF habría perdido un contrato con Brasil por valor de 1.300 millones de dólares en favor de la estadounidense Raytheon. Ese mismo año, Airbus habría perdido un contrato de 6.000 millones de dólares con Arabia Saudí en favor de las empresas estadounidenses Boeing y McDonnell Douglas, gracias a que las negociaciones entre Airbus y sus interlocutores árabes habrían sido interceptadas por Echelon”.
La sombra de Echelon llega a España desde distintos frentes, siendo el más controvertido el espionaje al que se sometió al ingeniero español José Ignacio López de Arriortúa, que trabajaba en General Motors: la NSA llegó a grabar una videoconferencia de Arriortúa, más conocido como Superlópez, con un directivo de la empresa alemana Volkswagen. General Motors tuvo acceso al contenido de la videoconferencia y acusó al vasco de espionaje industrial y robo de documentos confidenciales. Más adelante, en los 90, cuando José María Aznar y George Bush eran super amigos, Echelon y Carnivore propiciaron la detención de varios comandos de ETA.
La élite del mundo telecomunicado
La respuesta de Europa a estas graves revelaciones fue unirse a la fiesta del espionaje en masa: en 1991, se puso en marcha ENFOPOL, llamado también Sistema EU-FBI para enfatizar que se trataba de una colaboración entre Europa y Estados Unidos. De cara al público, ENFOPOL era un plan de estandarización de los requisitos técnicos que debían cumplir las operadoras de teléfono fijo, móvil e Internet para que sus sistemas fuesen fácilmente “pinchables” por la policía.
Pero, según la oficina STOA, bajo Echelon, ENFOPOL e iniciativas parecidas se escondían “reuniones de las fuerzas operativas de un nuevo estado global de inteligencia militar y policial”. En llano: una élite que tiene el control absoluto del mundo telecomunicado, con Estados Unidos al frente, y Australia y Europa a los lados. Lo nuevo de estas redes de espionaje es que la vigilancia pasa de los targets u objetivos puntuales (disidentes, activistas, gobiernos..) a toda la ciudadanía, al estilo de la KGB, la Gestapo o la Stasi.
Para que esta vigilancia masiva funcione es preciso crear lobbies que presionen a los parlamentos, de forma que las leyes permitan una monitorización impune y fácil. En esta clave deben leerse las normativas que restringen el cifrado, que obligan a los fabricantes de programas informáticos a incluir puertas traseras para las fuerzas de la ley, o que conminan a los proveedores de telefonía e internet a que sus equipos sean fácilmente interceptables y a guardar los datos de las comunicaciones de sus clientes durante meses.
De eso va la Ley de Conservación de Datos relativos a las Comunicaciones Electrónicas aprobada en España en 2007, a partir de una directiva de la Unión Europea. Esta ley, muy discutida por abogados y activistas, tanto en España como en Europa, obliga a las operadoras a guardar los datos telefónicos y de comunicaciones electrónicas de sus clientes entre 6 y 24 meses, de forma que la policía pueda consultarlos, previa autorización judicial.
El hecho de que sea necesaria la autorización de un juez para que las fuerzas de la ley puedan espiar las comunicaciones de la ciudadanía suele acallar las críticas de los defensores de la privacidad. Se sobreentiende que la participación de un juez impedirá que se produzcan abusos. El problema llega cuando nos enteramos de que las autorizaciones para el “pinchazo” se han convertido en una burla.
Según el abogado Gonzalo Boye Tuset, las demandas de intercepciones telefónicas o de Internet han llegado a ser tantas en los juzgados españoles que han escapado a todo control. Según Boye, en estos momentos hay un millón de líneas telefónicas intervenidas con autorización judicial. Esto significa que a cada juez le toca controlar una media de 597 “pinchazos” diarios.
Se supone a los jueces la suficiente inteligencia como para ver que es imposible controlar tanta interceptación. Pero, según Boye, “se sigue actuando así porque cada día la jurisprudencia es más laxa en cuanto a los criterios para autorizar esas intervenciones y, también, para asumir lo que es un control efectivo de las medidas”. Para colmo, denuncia el abogado, la policía lleva a cabo turbias prácticas que desembocan en algo tan curioso como las interceptaciones ilegales dentro de la legalidad.
Estas consisten en pedir al juez que autorice la intervención de diversos números dentro de una investigación. Son números sin nombres, descritos como “usuario desconocido” o “persona de acento extranjero”, que al poco tiempo se retiran “por carecer de relevancia”. Pero, en realidad, se trasladan a otra investigación y así siguen estando intervenidos. De esta forma se van “paseando” los mismos teléfonos de un proceso a otro, consiguiendo que estén “pinchados” durante largo tiempo. Boye asegura que ha habido casos en los que un juicio a seis personas ha requerido la monitorización de más de 100 líneas telefónicas: “Son intervenciones que cuentan con respaldos judiciales pero que, técnicamente, son ilegales”.
Según Boye, los responsables de haber llegado a esta situación son “los jueces y tribunales, especialmente el Tribunal Supremo y las salas de enjuiciamiento, los que no hacen lo que deberían: ser rigurosos con este tipo de irregularidades y no crear tantos espacios para la impunidad de tales prácticas”. Si los jueces fuesen más estrictos a la hora de evaluar las demandas de interceptaciones, y éstas no dependiesen de criterios tan laxos, la policía no podría actuar de esta forma.
El gran hermano SITEL
Pero,¿cómo llevan a cabo los cuerpos de seguridad tal cantidad de intervenciones telefónicas? Estamos en terreno oscuro y pantanoso. El nombre que más suena cuando se habla de estos temas es SITEL, siglas de Sistema Integrado de Interceptación de Telecomunicaciones. Desde 2004, la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI, los servicios secretos españoles) usan este sistema informático que puede interceptar llamadas telefónicas fijas, móviles y SMS.
Se sabe muy poco de SITEL y sólo han trascendido algunas informaciones desveladas por investigadores como el periodista Fernando Rueda, quien explica que la interceptación se hace “pinchando” directamente los sistemas informáticos de las operadoras, que ya están preparadas para ello: “La policía debe presentar la correspondiente orden judicial a la operadora y ésta le da una clave para entrar en SITEL”, explica Rueda. Los datos llegan en tiempo real a la policía, que puede monitorizarlos desde el mismo portátil del agente que está llevando a cabo la investigación. Además, todo va acompañado de metadatos sobre quién inició la comunicación y quién la recibió.
En concreto estos metadatos serían el DNI del interlocutor, su domicilio, su teléfono u ordenador, localización geográfica de emisor y receptor, tráfico de llamadas, SMS y MMS. Ellos fueron la causa de una polémica que en 2009 enfrentó al PP y al PSOE por la legalidad o no del sistema. El Partido Popular denunció entonces que SITEL “aporta mucha más información sobre la persona a la que se investiga que la mera conversación a la que generalmente se refiere el juez cuando autoriza una interceptación”.
Hubo incluso quien denunció a SITEL ante los tribunales pero, como recuerda Rueda, todas las sentencias fueron favorables a este sistema. El PP se comprometió entonces a regular SITEL cuando llegase al poder, mediante una ley que de momento no se ha desarrollado, y que tampoco la oposición ha pedido. Hoy el mutismo es absoluto sobre SITEL. De hecho, todos los gobiernos han participado en la implantación de este sistema, que nació durante la etapa en que era presidente José María Aznar y Mariano Rajoy, ministro de Interior. El sistema se compró a la empresa Ericsson por 10 millones de euros en 2001, pero no se puso en funcionamiento de inmediato por dudas sobre su legalidad. Finalmente, en 2004, bajo el mandato del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, SITEL vio la luz.
Abusos del sistema ‘SIGO’
SITEL es sólo la punta del iceberg, el más conocido de los sistemas de vigilancia ciudadana que utilizan las fuerzas de la ley españolas. Fernando Rueda afirma no tener ninguna duda de que “los cuerpos policiales tienen otros sistemas ahora mismo para monitorizar internet”. La Guardia Civil ha sorprendido más de una vez con programas de este estilo, como “Hispalis”, que rastrea las redes P2P. Otro sistema informático destinado al espionaje usado por este cuerpo policial es el Sistema Integrado de Gestión Operativa, Análisis y Seguridad Ciudadana (SIGO). En concreto, SIGO es una base de datos que guarda y cruza la información capturada por diversas vías. El sindicato Asociación Unificada de Guardias Civiles ha denunciado que en SIGO se almacenan identificaciones indiscriminadas de personas sin antecedentes.
Si con esto no fuese suficiente, las fuerzas de seguridad pueden pedir datos personales directamente a las empresas, con un mandato judicial. Recientemente se ha sabido que España es el tercer país que más peticiones de información ha mandado a la empresa Apple, por detrás de Estados Unidos y Reino Unido. Según estadísticas facilitadas por la propia compañía, sólo en el primer semestre de 2013 España hizo 102 peticiones sobre datos de personas y 308 de dispositivos.
El Ejército español tampoco se queda corto en esta carrera por saber más y tiene sus propios programas dedicados a la monitorización de la población. Trasciende muy poca información de los mismos pero en 2007 se supo que el Ministerio de Defensa trabajaba en OSEMINTI, siglas de Infraestructura de Inteligencia Semántica Operacional, un proyecto de los servicios de Inteligencia Militar españoles, italianos y franceses para identificar frases en las grabaciones telefónicas y textos de Internet.
CESICAT: espías de andar por casa
El 27 de octubre, los activistas de Anonymous desvelaba un escándalo de espías en la Generalitat de Catalunya que le ha costado el puesto al director del Centro de Seguridad de la Información (CESICAT), el convergente Carles Flamerich. Cabe decir que era un espionaje muy de estar por casa, pues el centro trabajaba con fuentes de información públicas: la web y las redes sociales. A partir de las mismas, realizaba seguimientos de activistas como el veterano Isaac Hacksimov, abogados como Carlos Sánchez Almeida, periodistas como Esther Vivas y medios de comunicación como La Directa y Media.cat.
Los informes resultantes y que Anonymous filtró a la opinión pública tenían un evidente tono policial, tanto en el lenguaje como en el seguimiento de algunas cuentas de Twitter, enfatizando quién inventaba las consignas (los trending topics) y quién llamaba a la violencia. Pero en la forma se parecían más a las monitorizaciones de marca que realiza un community manager, con sus estadísticas y gráficos de colorines, que a una investigación seria de espionaje. Aun así, son de gran valor, pues han servido para demostrar por, primera vez, al movimiento activista y hacktivista español que están siendo monitorizados en Internet.
Según las filtraciones de Anonymous, CESICAT montó operativos especiales de seguimiento de personas y grupos activistas a raíz de diferentes eventos como las campañas contra Bankia y La Caixa, la rebelión contra los peajes, el no a EuroVegas, el 15-M y otros. Además, se realizaban informes con todo lujo de detalles sobre personas concretas, como el fotoperiodista Jordi Borràs, quien lo ha denunciado a la Autoritat Catalana de Protecció de Dades. También fueron objeto de un informe especial cuatro adolescentes de un grupo de música ya desaparecido. Su delito: llamar a poner una bomba en La Caixa, desde su cuenta de Twitter.
Días después, a mediados de noviembre, Anonymous llevó a cabo una nueva tanda de filtraciones. En esta ocasión, los documentos liberados mostraban una nueva faceta de la labor de espionaje de CESICAT, esta vez no dirigida al movimiento activista sino a los propios políticos y sus escoltas, a los que se les habrían facilitado teléfonos móviles con programas espía. Por supuesto, las víctimas no habrían sabido que su móvil tenía un programa oculto que monitorizaba no sólo sus llamadas telefónicas, sino que también podía convertirse en un micrófono de ambiente por control remoto, para captar las conversaciones en el entorno físico, usando incluso la webcam para coger imágenes.
Según los documentos filtrados y las fuentes consultadas por El Confidencial, el medio que dio la exclusiva, se habrían repartido 500 teléfonos a miembros de los Mossos d’Esquadra, mandos de este cuerpo y escoltas. Otra tarea del CESICAT, según las filtraciones, era crear programas a medida para ocultarlos en los teléfonos de activistas, aprovechando posiblemente una detención temporal.
A partir de aquí, el escándalo ha llegado a tales dimensiones que, al cierre de esta edición, no parece que haya habido suficiente con la dimisión de Carles Flamerich, y algunos dedos empiezan a apuntar a Felip Puig, conseller d’Interior cuando sucedieron los hechos, según las fechas de los documentos filtrados por Anonymous. Puig es ahora consejero de Empresa i Ocupació, el departamento del cual ahora depende el CESICAT.
El diputado socialista en el Parlament Ferran Pedret pidió recientemente explicaciones públicas a Puig por este escándalo, que el conseller no desmintió, limitándose a decir que no había que creer lo que publicasen “confidenciales de la red”. Ante esta respuesta, el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) ha anunciado que llevará el caso CESICAT ante la Fiscalía del Gobierno catalán.
Mientras esto sucedía, Anonymous filtraba una nueva remesa de documentos donde se mostraban las dificultades económicas por las que pasaba CESICAT en 2012, cuando tuvieron lugar los hechos ahora desvelados; los planes de convertir este organismo en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) catalana, y la propuesta de entrenar a sus trabajadores con expertos en inteligencia y ciberseguridad de Israel. Los documentos muestran también como CESICAT impartía cursos intensivos a los Mossos d’Esquadra, para enseñarles a investigar a personas, grupos y eventos en internet, incluidas estrategias y tácticas, programas específicos para la monitorización o el descubrimiento de metadatos y otros.
Un paso por delante
Sin embargo, aunque nos llevemos las manos a la cabeza cuando descubrimos de cuántas formas diferentes y desde cuántos cuerpos policiales pueden controlarnos, lo cierto es que los espías suelen ir un paso por delante. En la actualidad, el problema para ellos no es recopilar la información. El problema es procesar esas cantidades ingentes de datos y poder sacar “inteligencia” de ellos o, lo que es lo mismo: entenderlos. Y a ser posible que no tengan que hacerlo humanos sino máquinas.
Se dice que los ordenadores donde la NSA estadounidense guarda todo lo que monitoriza ocuparían cinco edificios tan grandes como una tienda Ikea. Cantidades astronómicas de información en bruto repleta de oro para quien sepa cribarla. En lo que se refiere a los metadatos, los datos de tráfico, son fácilmente procesables. Pero lo más interesante está en los contenidos de las llamadas y correos electrónicos interceptados… ¿Existe un sistema que pueda leerlos, entenderlos, contextualizarlos, que pueda comprender lo espiado, más allá del simple y burdo reconocimiento de palabras y frases sueltas? Es posible que sí, que ya esté inventado, pero que aún no haya trascendido su nombre ni otros detalles. Por el estado de la cuestión de las ciencias informáticas, el reconocimiento de voz, la inteligencia artificial y la computación semántica, posiblemente no sea aún el sistema perfecto, pero poco le quedará, pues militares, empresas, policías y servicios secretos están trabajando con ahínco en ello.
Una vez llegados a este nivel y cruzando bien los datos recopilados, no sería extraño que viviésemos situaciones como la que inventada recientemente en el blog Security By Default, donde alguien llama para pedir una pizza y le piden que se identifique con su DNI. A partir de este dato, la pizzería tiene todo tipo de información sobre esta persona, su estado de salud, familia, historial penal, últimos pagos realizados con tarjeta bancaria… Cuando encarga dos pizzas especiales y una coca-cola, la pizzería no se lo permite porque sus informes médicos delatan que tiene hipertensión, diabetes y colesterol.
REBELION
Publicado el 1/03/14
MERCE MOLIST / LA MAREA –
“Todos los gobiernos lo hacen”. Esta fue la primera respuesta del Gobierno norteamericano cuando Edward Snowden reveló que los servicios secretos de aquel país estaban monitorizando las telecomunicaciones de medio mundo. Todos los gobiernos lo hacen, sí, desde los sumerios y mucho antes, pero ninguno tiene ni ha tenido el poder de Estados Unidos a la hora de recolectar, procesar y guardar estos datos.
El nuevo mundo conectado y digitalizado ha convertido a nuestra sociedad en la más transparente y fácilmente espiable de la historia. Todo pasa por las redes: quiénes son nuestros amigos, nuestra familia, dónde vivimos, dónde estudiamos, qué películas nos gustan, nuestras afiliaciones políticas, nuestro estado de salud… Para colmo, la mayor parte de esta información es pública, la ponemos nosotros mismos en las redes sociales, cuyo negocio consiste en vender estos datos a empresas. Y, si un gobierno se los pide, se los dan sin rechistar. De hecho, una de las empresas fundadoras de Facebook pertenece a la CIA.
En cuanto a nuestra información más privada, la que no contamos tan alegremente, también puede ser espiada por terceros, seamos ciudadanía, empresas o gobiernos. No es tan fácil, pero los cables de fibra óptica pueden ser pinchados y los programas y algoritmos de cifrado que se venden como inexpugnables incluyen puertas traseras, desconocidas por los usuarios, que permiten la entrada a los gobiernos. Por no hablar del rizo rizado: hackers a sueldo de los gobiernos robando informaciones de otros gobiernos y empresas.
Ante este panorama, no hay muchos sitios donde el ciudadano y la ciudadana puedan esconderse. Impotentes, se consuelan con la manida frase: “No tengo nada que esconder”. ¿Seguro? ¿Seguro que no les importa que el Gobierno conozca qué tipo de pornografía miran por Internet y deduzca sus pulsiones sexuales? ¿O cuánto dinero tienen y cuánto declaran? En el mundo digital no hay nada que no pueda ser hackeado, escudriñado y descubierto. Los hackers suelen decir: “Lo que ha hecho un hombre, otro puede deshacerlo”. Es sólo cuestión de tiempo y dinero, algo que los gobiernos poderosos tienen a espuertas. En cuanto a los normalitos, tipo España, hacen lo que pueden en su vida doméstica y no olvidan servir a los grandes, dejándoles paso franco y pasándoles los datos que haga falta. Esta es la pequeña historia del espionaje electrónico masivo en España.
Todo empezó con Echelon
En las alcantarillas del espionaje nunca se sabe, quizás fue Echelon la primera red de monitorización masiva, quizás no. Lo seguro y cierto es que la primera vez que el mundo escuchó el concepto electronic surveillance (vigilancia electrónica) fue cuando un periodista británico desveló la existencia de Echelon, en los años 70. Echelon era –y algunos dicen que sigue siendo– una red de espionaje que creó la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) después de la II Guerra Mundial, compartida con los servicios de inteligencia de Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda. La labor de Echelon era interceptar las comunicaciones por radio y satélite de telex, teléfono y fax. Más adelante, cuando el mundo analógico se hizo digital, la red Echelon amplió el abanico de objetivos a espiar, incluyendo las comunicaciones por teléfono móvil e Internet.
En 1998, la oficina del Parlamento Europeo bautizada como Evaluación de las Opciones Científicas y Tecnológicas (STOA, por sus siglas en inglés) presentaba el informe Una aproximación a las tecnologías de control político donde se desvelaba por primera vez y de forma oficial a los gobiernos europeos la existencia de Echelon. Para entonces, la red había evolucionado y tenía múltiples tentáculos, como el uso de inteligencia artificial para procesar los datos capturados o Carnivore, un programa que se instala en los proveedores de Internet para monitorizar a sus usuarios. Europa se llevó las manos a la cabeza cuando supo, a través del informe, que EEUU había usado Echelon para espiar a empresas europeas y hacerles perder contratos frente a las norteamericanas. En la Wikipedia hay algunos ejemplos: “En 1994, el grupo francés Thompson-CSF habría perdido un contrato con Brasil por valor de 1.300 millones de dólares en favor de la estadounidense Raytheon. Ese mismo año, Airbus habría perdido un contrato de 6.000 millones de dólares con Arabia Saudí en favor de las empresas estadounidenses Boeing y McDonnell Douglas, gracias a que las negociaciones entre Airbus y sus interlocutores árabes habrían sido interceptadas por Echelon”.
La sombra de Echelon llega a España desde distintos frentes, siendo el más controvertido el espionaje al que se sometió al ingeniero español José Ignacio López de Arriortúa, que trabajaba en General Motors: la NSA llegó a grabar una videoconferencia de Arriortúa, más conocido como Superlópez, con un directivo de la empresa alemana Volkswagen. General Motors tuvo acceso al contenido de la videoconferencia y acusó al vasco de espionaje industrial y robo de documentos confidenciales. Más adelante, en los 90, cuando José María Aznar y George Bush eran super amigos, Echelon y Carnivore propiciaron la detención de varios comandos de ETA.
La élite del mundo telecomunicado
La respuesta de Europa a estas graves revelaciones fue unirse a la fiesta del espionaje en masa: en 1991, se puso en marcha ENFOPOL, llamado también Sistema EU-FBI para enfatizar que se trataba de una colaboración entre Europa y Estados Unidos. De cara al público, ENFOPOL era un plan de estandarización de los requisitos técnicos que debían cumplir las operadoras de teléfono fijo, móvil e Internet para que sus sistemas fuesen fácilmente “pinchables” por la policía.
Pero, según la oficina STOA, bajo Echelon, ENFOPOL e iniciativas parecidas se escondían “reuniones de las fuerzas operativas de un nuevo estado global de inteligencia militar y policial”. En llano: una élite que tiene el control absoluto del mundo telecomunicado, con Estados Unidos al frente, y Australia y Europa a los lados. Lo nuevo de estas redes de espionaje es que la vigilancia pasa de los targets u objetivos puntuales (disidentes, activistas, gobiernos..) a toda la ciudadanía, al estilo de la KGB, la Gestapo o la Stasi.
Para que esta vigilancia masiva funcione es preciso crear lobbies que presionen a los parlamentos, de forma que las leyes permitan una monitorización impune y fácil. En esta clave deben leerse las normativas que restringen el cifrado, que obligan a los fabricantes de programas informáticos a incluir puertas traseras para las fuerzas de la ley, o que conminan a los proveedores de telefonía e internet a que sus equipos sean fácilmente interceptables y a guardar los datos de las comunicaciones de sus clientes durante meses.
De eso va la Ley de Conservación de Datos relativos a las Comunicaciones Electrónicas aprobada en España en 2007, a partir de una directiva de la Unión Europea. Esta ley, muy discutida por abogados y activistas, tanto en España como en Europa, obliga a las operadoras a guardar los datos telefónicos y de comunicaciones electrónicas de sus clientes entre 6 y 24 meses, de forma que la policía pueda consultarlos, previa autorización judicial.
El hecho de que sea necesaria la autorización de un juez para que las fuerzas de la ley puedan espiar las comunicaciones de la ciudadanía suele acallar las críticas de los defensores de la privacidad. Se sobreentiende que la participación de un juez impedirá que se produzcan abusos. El problema llega cuando nos enteramos de que las autorizaciones para el “pinchazo” se han convertido en una burla.
Según el abogado Gonzalo Boye Tuset, las demandas de intercepciones telefónicas o de Internet han llegado a ser tantas en los juzgados españoles que han escapado a todo control. Según Boye, en estos momentos hay un millón de líneas telefónicas intervenidas con autorización judicial. Esto significa que a cada juez le toca controlar una media de 597 “pinchazos” diarios.
Se supone a los jueces la suficiente inteligencia como para ver que es imposible controlar tanta interceptación. Pero, según Boye, “se sigue actuando así porque cada día la jurisprudencia es más laxa en cuanto a los criterios para autorizar esas intervenciones y, también, para asumir lo que es un control efectivo de las medidas”. Para colmo, denuncia el abogado, la policía lleva a cabo turbias prácticas que desembocan en algo tan curioso como las interceptaciones ilegales dentro de la legalidad.
Estas consisten en pedir al juez que autorice la intervención de diversos números dentro de una investigación. Son números sin nombres, descritos como “usuario desconocido” o “persona de acento extranjero”, que al poco tiempo se retiran “por carecer de relevancia”. Pero, en realidad, se trasladan a otra investigación y así siguen estando intervenidos. De esta forma se van “paseando” los mismos teléfonos de un proceso a otro, consiguiendo que estén “pinchados” durante largo tiempo. Boye asegura que ha habido casos en los que un juicio a seis personas ha requerido la monitorización de más de 100 líneas telefónicas: “Son intervenciones que cuentan con respaldos judiciales pero que, técnicamente, son ilegales”.
Según Boye, los responsables de haber llegado a esta situación son “los jueces y tribunales, especialmente el Tribunal Supremo y las salas de enjuiciamiento, los que no hacen lo que deberían: ser rigurosos con este tipo de irregularidades y no crear tantos espacios para la impunidad de tales prácticas”. Si los jueces fuesen más estrictos a la hora de evaluar las demandas de interceptaciones, y éstas no dependiesen de criterios tan laxos, la policía no podría actuar de esta forma.
El gran hermano SITEL
Pero,¿cómo llevan a cabo los cuerpos de seguridad tal cantidad de intervenciones telefónicas? Estamos en terreno oscuro y pantanoso. El nombre que más suena cuando se habla de estos temas es SITEL, siglas de Sistema Integrado de Interceptación de Telecomunicaciones. Desde 2004, la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI, los servicios secretos españoles) usan este sistema informático que puede interceptar llamadas telefónicas fijas, móviles y SMS.
Se sabe muy poco de SITEL y sólo han trascendido algunas informaciones desveladas por investigadores como el periodista Fernando Rueda, quien explica que la interceptación se hace “pinchando” directamente los sistemas informáticos de las operadoras, que ya están preparadas para ello: “La policía debe presentar la correspondiente orden judicial a la operadora y ésta le da una clave para entrar en SITEL”, explica Rueda. Los datos llegan en tiempo real a la policía, que puede monitorizarlos desde el mismo portátil del agente que está llevando a cabo la investigación. Además, todo va acompañado de metadatos sobre quién inició la comunicación y quién la recibió.
En concreto estos metadatos serían el DNI del interlocutor, su domicilio, su teléfono u ordenador, localización geográfica de emisor y receptor, tráfico de llamadas, SMS y MMS. Ellos fueron la causa de una polémica que en 2009 enfrentó al PP y al PSOE por la legalidad o no del sistema. El Partido Popular denunció entonces que SITEL “aporta mucha más información sobre la persona a la que se investiga que la mera conversación a la que generalmente se refiere el juez cuando autoriza una interceptación”.
Hubo incluso quien denunció a SITEL ante los tribunales pero, como recuerda Rueda, todas las sentencias fueron favorables a este sistema. El PP se comprometió entonces a regular SITEL cuando llegase al poder, mediante una ley que de momento no se ha desarrollado, y que tampoco la oposición ha pedido. Hoy el mutismo es absoluto sobre SITEL. De hecho, todos los gobiernos han participado en la implantación de este sistema, que nació durante la etapa en que era presidente José María Aznar y Mariano Rajoy, ministro de Interior. El sistema se compró a la empresa Ericsson por 10 millones de euros en 2001, pero no se puso en funcionamiento de inmediato por dudas sobre su legalidad. Finalmente, en 2004, bajo el mandato del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, SITEL vio la luz.
Abusos del sistema ‘SIGO’
SITEL es sólo la punta del iceberg, el más conocido de los sistemas de vigilancia ciudadana que utilizan las fuerzas de la ley españolas. Fernando Rueda afirma no tener ninguna duda de que “los cuerpos policiales tienen otros sistemas ahora mismo para monitorizar internet”. La Guardia Civil ha sorprendido más de una vez con programas de este estilo, como “Hispalis”, que rastrea las redes P2P. Otro sistema informático destinado al espionaje usado por este cuerpo policial es el Sistema Integrado de Gestión Operativa, Análisis y Seguridad Ciudadana (SIGO). En concreto, SIGO es una base de datos que guarda y cruza la información capturada por diversas vías. El sindicato Asociación Unificada de Guardias Civiles ha denunciado que en SIGO se almacenan identificaciones indiscriminadas de personas sin antecedentes.
Si con esto no fuese suficiente, las fuerzas de seguridad pueden pedir datos personales directamente a las empresas, con un mandato judicial. Recientemente se ha sabido que España es el tercer país que más peticiones de información ha mandado a la empresa Apple, por detrás de Estados Unidos y Reino Unido. Según estadísticas facilitadas por la propia compañía, sólo en el primer semestre de 2013 España hizo 102 peticiones sobre datos de personas y 308 de dispositivos.
El Ejército español tampoco se queda corto en esta carrera por saber más y tiene sus propios programas dedicados a la monitorización de la población. Trasciende muy poca información de los mismos pero en 2007 se supo que el Ministerio de Defensa trabajaba en OSEMINTI, siglas de Infraestructura de Inteligencia Semántica Operacional, un proyecto de los servicios de Inteligencia Militar españoles, italianos y franceses para identificar frases en las grabaciones telefónicas y textos de Internet.
CESICAT: espías de andar por casa
El 27 de octubre, los activistas de Anonymous desvelaba un escándalo de espías en la Generalitat de Catalunya que le ha costado el puesto al director del Centro de Seguridad de la Información (CESICAT), el convergente Carles Flamerich. Cabe decir que era un espionaje muy de estar por casa, pues el centro trabajaba con fuentes de información públicas: la web y las redes sociales. A partir de las mismas, realizaba seguimientos de activistas como el veterano Isaac Hacksimov, abogados como Carlos Sánchez Almeida, periodistas como Esther Vivas y medios de comunicación como La Directa y Media.cat.
Los informes resultantes y que Anonymous filtró a la opinión pública tenían un evidente tono policial, tanto en el lenguaje como en el seguimiento de algunas cuentas de Twitter, enfatizando quién inventaba las consignas (los trending topics) y quién llamaba a la violencia. Pero en la forma se parecían más a las monitorizaciones de marca que realiza un community manager, con sus estadísticas y gráficos de colorines, que a una investigación seria de espionaje. Aun así, son de gran valor, pues han servido para demostrar por, primera vez, al movimiento activista y hacktivista español que están siendo monitorizados en Internet.
Según las filtraciones de Anonymous, CESICAT montó operativos especiales de seguimiento de personas y grupos activistas a raíz de diferentes eventos como las campañas contra Bankia y La Caixa, la rebelión contra los peajes, el no a EuroVegas, el 15-M y otros. Además, se realizaban informes con todo lujo de detalles sobre personas concretas, como el fotoperiodista Jordi Borràs, quien lo ha denunciado a la Autoritat Catalana de Protecció de Dades. También fueron objeto de un informe especial cuatro adolescentes de un grupo de música ya desaparecido. Su delito: llamar a poner una bomba en La Caixa, desde su cuenta de Twitter.
Días después, a mediados de noviembre, Anonymous llevó a cabo una nueva tanda de filtraciones. En esta ocasión, los documentos liberados mostraban una nueva faceta de la labor de espionaje de CESICAT, esta vez no dirigida al movimiento activista sino a los propios políticos y sus escoltas, a los que se les habrían facilitado teléfonos móviles con programas espía. Por supuesto, las víctimas no habrían sabido que su móvil tenía un programa oculto que monitorizaba no sólo sus llamadas telefónicas, sino que también podía convertirse en un micrófono de ambiente por control remoto, para captar las conversaciones en el entorno físico, usando incluso la webcam para coger imágenes.
Según los documentos filtrados y las fuentes consultadas por El Confidencial, el medio que dio la exclusiva, se habrían repartido 500 teléfonos a miembros de los Mossos d’Esquadra, mandos de este cuerpo y escoltas. Otra tarea del CESICAT, según las filtraciones, era crear programas a medida para ocultarlos en los teléfonos de activistas, aprovechando posiblemente una detención temporal.
A partir de aquí, el escándalo ha llegado a tales dimensiones que, al cierre de esta edición, no parece que haya habido suficiente con la dimisión de Carles Flamerich, y algunos dedos empiezan a apuntar a Felip Puig, conseller d’Interior cuando sucedieron los hechos, según las fechas de los documentos filtrados por Anonymous. Puig es ahora consejero de Empresa i Ocupació, el departamento del cual ahora depende el CESICAT.
El diputado socialista en el Parlament Ferran Pedret pidió recientemente explicaciones públicas a Puig por este escándalo, que el conseller no desmintió, limitándose a decir que no había que creer lo que publicasen “confidenciales de la red”. Ante esta respuesta, el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) ha anunciado que llevará el caso CESICAT ante la Fiscalía del Gobierno catalán.
Mientras esto sucedía, Anonymous filtraba una nueva remesa de documentos donde se mostraban las dificultades económicas por las que pasaba CESICAT en 2012, cuando tuvieron lugar los hechos ahora desvelados; los planes de convertir este organismo en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) catalana, y la propuesta de entrenar a sus trabajadores con expertos en inteligencia y ciberseguridad de Israel. Los documentos muestran también como CESICAT impartía cursos intensivos a los Mossos d’Esquadra, para enseñarles a investigar a personas, grupos y eventos en internet, incluidas estrategias y tácticas, programas específicos para la monitorización o el descubrimiento de metadatos y otros.
Un paso por delante
Sin embargo, aunque nos llevemos las manos a la cabeza cuando descubrimos de cuántas formas diferentes y desde cuántos cuerpos policiales pueden controlarnos, lo cierto es que los espías suelen ir un paso por delante. En la actualidad, el problema para ellos no es recopilar la información. El problema es procesar esas cantidades ingentes de datos y poder sacar “inteligencia” de ellos o, lo que es lo mismo: entenderlos. Y a ser posible que no tengan que hacerlo humanos sino máquinas.
Se dice que los ordenadores donde la NSA estadounidense guarda todo lo que monitoriza ocuparían cinco edificios tan grandes como una tienda Ikea. Cantidades astronómicas de información en bruto repleta de oro para quien sepa cribarla. En lo que se refiere a los metadatos, los datos de tráfico, son fácilmente procesables. Pero lo más interesante está en los contenidos de las llamadas y correos electrónicos interceptados… ¿Existe un sistema que pueda leerlos, entenderlos, contextualizarlos, que pueda comprender lo espiado, más allá del simple y burdo reconocimiento de palabras y frases sueltas? Es posible que sí, que ya esté inventado, pero que aún no haya trascendido su nombre ni otros detalles. Por el estado de la cuestión de las ciencias informáticas, el reconocimiento de voz, la inteligencia artificial y la computación semántica, posiblemente no sea aún el sistema perfecto, pero poco le quedará, pues militares, empresas, policías y servicios secretos están trabajando con ahínco en ello.
Una vez llegados a este nivel y cruzando bien los datos recopilados, no sería extraño que viviésemos situaciones como la que inventada recientemente en el blog Security By Default, donde alguien llama para pedir una pizza y le piden que se identifique con su DNI. A partir de este dato, la pizzería tiene todo tipo de información sobre esta persona, su estado de salud, familia, historial penal, últimos pagos realizados con tarjeta bancaria… Cuando encarga dos pizzas especiales y una coca-cola, la pizzería no se lo permite porque sus informes médicos delatan que tiene hipertensión, diabetes y colesterol.
REBELION
Suscribirse a:
Entradas (Atom)