14 jul 2014

Shevardnadze, un actor de la guerra fria

Shevardnadze, el bueno y el malo de una Era

El 13 de Julio de 2014 fue enterrado en Tiflis el ex presidente de Georgia y ex ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Eduard Shevardnadze.
12:00 13/07/2014
Miguel Bas


Como hace casi tres decenios en pleno apogeo de las luchas de la perestroika, una valoración tranquila y sopesada de la obra de Shevardnadze es imposible en Rusia y la antigua URSS. “Shevy” sigue siendo admirado por unos y odiado por otros con tanta fuerza y pasión que hacen incuestionable la magnitud de su papel personal en aquellos turbulentos años que cambiaron el mundo.
No puedo ser imparcial. No solo porque en aquellos años, los más agitados e interesantes de mi carrera profesional, Shevardnadze fue una fuente inagotable de primicias, sorpresas, emociones.

© AP Shakh Alivazov
Personalmente le debo mucho más. No sé qué pasaría con mi madre si en el lejano 1993 le dijeran que su hijo había muerto. Aquel  día de septiembre dos agencias internacionales se disputaron la noticia de mi muerte, único pasajero extranjero en un avión georgiano derribado a escasos metros de la costa de la asediada Sujumi.
Una dio el flash de mi muerte, otra, para no ser menos, un urgente de que mi cuerpo había sido recogido en el mar, pero, mientras callaba la agencia EFE, la noticia no llegó a mi madre en Madrid.
El presidente de Georgia en persona se puso al teléfono para responder rotundo a mis compañeros: “Es muy probable. Pero hasta que no lo veamos, Miguel sigue vivo”. Y luego, cuando acudí a él para pedirle el único teléfono satelital de la ciudad para llamar a la agencia, dijo: “Llama primero a tu madre y a tu mujer”.
Fue entonces, en medio de una Sujumi asediada y no años después, cuando derrocado por la “revolución de las rosas” abandonó la presidencia de su Georgia natal, cuando el presidente de Georgia bebió de lleno el cáliz de la derrota.

© Getty Images\Fotobank.ru
Shevardnadze y Georgia es, en general, una historia dramática. Es la historia de un virrey soviético al que su propio pueblo reclamó como salvador tras la caída de la URSS y el comunismo y la huida de su primer presidente elegido democráticamente y derrocado  en unos meses por una sublevación popular. Es también la historia de un presidente que prefirió la renuncia al empleo de la fuerza, derrocado por la “revolución de las rosas” que encabezaban los jóvenes reformistas que él mismo llevó al Gobierno e hizo famosos.
El sombrero de tres picos
Su historia anterior, la historia que él, en calidad de jefe de la diplomacia soviética, fraguó junto a los presidentes Mijaíl Gorbachov, Ronald Reagan y George Bush padre, aún no puede tener un enfoque objetivo, al igual que tampoco puede tener una valoración unívoca el mundo en que vivimos y que nació de las negociaciones que el canciller soviético mantuvo con sus colegas norteamericanos Alexander Haig, George Schultz y James Backer.
Es casi imposible rememorar los acontecimientos de aquella era crucial. Sería bueno poder evitar cualquier valoración, pues siempre habrá al menos dos enfoques encontrados y un sinfín de matices de indudable importancia.
¿Cómo un político provinciano, con una carrera en el odiado y legendario KGB, se transformó en el ministro que le dio la vuelta a la diplomacia soviética, que después del canciller Andréi Gromiko, apodado "Míster NO" por sus habituales negativas, vino a ser el "Míster YES", protagonista principal de la apertura soviética al exterior?

© RIA Novosti. Yuri Somov
A partir de 1985 la política exterior fue la clave del cambio protagonizado dentro y fuera de la URSS. El gran cambio tuvo tres cabezas: el líder, Mijaíl Gorbachov, que encarnó en sí el proceso de transformación, o “perestroika”, el encargado de ideología, Alexandr Yákovev, y el jefe de la diplomacia, Eduard Shevardnadze.
Quizás la tragedia de la Unión Soviética, que pocos años después dejaría de existir, consistió en la falta de una cuarta cabeza, equiparable a esas tres, que abocara el cambio de la economía.
Muchos critican la política exterior de Shevardnadze, otros hasta lo tildan de traidor por sus concesiones territoriales al delimitar con EEUU las fronteras en el mar de Barents, en el norte, y con China, en el Extremo Oriente de la URSS, la pérdida del Pacto de Varsovia y el “campo socialista”, la reunificación de Alemania, la retirada de Afganistán, etc. Olvidan, a la vez, que fue esa política la que permitió conseguir la distensión, los tratados de desarme y el fin de la guerra más impopular de toda la historia soviética.
Olvidan que la distensión y el desarme permitieron descargar un pesado fardo de la agonizante economía soviética, agobiada por la carrera armamentista, desangrada por los bajísimos precios del petróleo y desmotivada por la falta de incentivos en una sociedad desesperada por conseguir bienes esenciales como alimentos, ropa y hasta papel higiénico.
Pero también es cierto que el romanticismo de la diplomacia gorbachoviana se estrelló contra el pragmatismo occidental. Ni Gorbachov ni su canciller Shevardnadze podían imaginarse las consecuencias de la reunificación de Alemania, la disolución del Pacto de Varsovia y la retirada de las tropas soviéticas de los países del “bloque socialista” servirían para el avance de la OTAN hacia el Este, hacia Moscú.

© RIA Novosti. Yuri Abramochkin
Dice la historia que a sus protagonistas hay que valorarlos en el contexto de los tiempos que ellos protagonizaron. Los tiempos de “Gorby” y “Shevy” eran tiempos de esperanza, de diálogo y de confianza, que se plasman en las sonrisas de esos dos hombres, en aquellos años quizás los más queridos y aclamados en el mundo entero.
Entonces y después, Shevardnadze logró mantener su don de gentes, su legendaria sonrisa tanto en un baño de agradecidas fervorosas multitudes en la Alemania unificada como ante manifestantes iracundos o soldados amotinados, a los que jamás dudó en plantar cara.
La última vez que vi a “Shevy”, su avanzada edad solo saltaba a la vista cuando mostraba, por enésima vez, el trozo del muro de Berlín que adornaba su despacho, o al no contener las lágrimas al recordar a su difunta esposa. Pero de inmediato demostraba su gentileza georgiana y también su lucidez, preguntando por mis padres, mujer, hija. No ocultaba su descontento por el mar de críticas que sigue suscitando su labor en el territorio de aquella URSS que él contribuyó a destruir.
Pero cerró el disgusto con su famosa sonrisa: “Si hasta el día de hoy siguen discutiendo, será la historia nuestro último juez”.
Luego, guiñó el ojo y añadió: “Como dijo Fidel (Castro),´La historia me absolverá´”.
El guiño aquel fue para la historia que, si a alguien absuelve, será a sus lazarillos.

© REUTERS David Mdzinarishvili/Files

La historia oculta de Gaza que los israelíes no están contando

FISK / La historia oculta de Gaza que los israelíes no están contando


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ROBERT FISK – OK, así pues hasta esta tarde el balance de dos jornadas de intercambio letal se eleva a 40-0 a favor de Israel. Veamos ahora la historia de Gaza que no oirá contar a nadie en las próximas horas.
Se trata de la tierra. Los israelíes de Sderot sufren el fuego de cohetes lanzados por los palestinos de Gaza y ahora los palestinos están recibiendo su merecido. Claro. Pero, un momento: ¿cómo es que todos esos palestinos —millón y medio en total— han acabado hacinados en Gaza? Bueno, pues resulta que sus familias vivieron una vez en lo que ahora se llama Israel. Y que fueron expulsados —o huyeron para salvar la vida— cuando se creó el Estado de Israel.
Y resulta también que —se aconseja aquí tomar aire con una profunda inspiración— las personas que vivían en Sderot a principios de 1948 no eran israelíes sino árabes palestinos. Su aldea se llamaba Huj. Tampoco eran enemigos de Israel. Dos años antes, esos mismos árabes habían escondido del ejército británico a combatientes de la Haganah judía. Sin embargo, cuando el 31 de mayo de 1948 el ejército israelí se plantó en Huj expulsó a todos los habitantes árabes de la población, ¡a la Franja de Gaza! Y se convirtieron en refugiados. David Ben Gurion (el primer Primer Ministro de Israel) lo llamó una “acción injusta e injustificada”. Una pena. A los palestinos de Huj nunca se les permitió regresar a sus hogares.
Y hoy, más de 6.000 descendientes de los palestinos de Huj —ahora Sederot— viven en la misérrima Gaza entre los “terroristas” que Israel proclama querer destruir y que disparan cohetes contra lo que otrora fue Huj. Interesante historia.
Y lo mismo cabe decir por lo que respecta al derecho de autodefensa de Israel. Lo hemos vuelto a oír hoy mismo. ¿Qué pasaría si los ciudadanos de Londres fueran bombardeados como lo son los ciudadanos israelíes? ¿Acaso no devolverían el golpe? Bueno, sí, pero los británicos no tenemos a más de un millón de antiguos habitantes del Reino Unido encerrados en campos de refugiados en unos pocos kilómetros cuadrados alrededor de Hastings.
La última vez que se utilizó este argumento falaz fue en 2008, cuando Israel invadió Gaza y mató al menos a 1.100 palestinos (tipo de cambio: 1.100 contra 13). ¿Qué pasaría si a Dublín la atacaran con cohetes?, preguntó entonces el embajador de Israel. Ahora bien, en la década de 1970 la ciudad británica de Crossmaglen, en Irlanda del Norte, sufrió el ataque de cohetes lanzados desde la República de Irlanda pero no por ello la RAF se vengó bombardeando Dublín y matando a mujeres y niños irlandeses. En Canadá, en 2008, los partidarios de Israel blandieron el mismo argumento falaz. ¿Qué pasaría si a la gente de Vancouver o Toronto o Montreal la atacasen con cohetes disparados desde sus propios suburbios? ¿Cómo se sentirían? Sin embargo, los canadienses no han empujado a campos de refugiados a los habitantes originales del territorio canadiense.
Y ahora vámonos a Cisjordania. Al principio Benjamin Netanyahu dijo que no podía hablar con el “Presidente” palestino Mahmoud Abbas porque no representaba también a Hamas. Luego, cuando Abbas formó un gobierno de unidad [con Hamas], Netanyahu dijo que no podía hablar con Abbas porque se había aliado con la “terrorista” Hamas. Ahora dice que sólo se puede hablar con Abbas si rompe con Hamas, aunque si lo hace dejará de representar a Hamas.
Mientras tanto, el gran filósofo israelí de izquierdas Uri Avnery —90 años de edad y por fortuna tan recio como siempre—, ha llamado la atención sobre la última obsesión de su país: el peligro de que Isis lance un asalto hacia el oeste desde su “califato” sirio-irakí y llegue hasta la ribera oriental del río Jordán.
“Y Netanyahu dijo”, según Avnery, que “si no son detenidos por una guarnición israelí permanente estacionada allí (en el río Jordán), llegarán hasta las mismas puertas de Tel Aviv”. La verdad, por supuesto, es que la aviación israelí aplastaría a Isis en el mismo instante en que osara cruzar la frontera con Jordania desde Irak o Siria.
La importancia de eso, sin embargo, es que si Israel mantiene su ejército en el Jordán (para proteger a Israel de Isis), un futuro Estado “Palestino” no tendrá fronteras y será un enclave dentro de Israel rodeado por todas partes por territorio controlado por los israelíes.
“Igual que un bantustán sudafricano”, dice Avnery. En otras palabras, jamás existirá un Estado palestino “viable”. Después de todo, ¿acaso no es Isis lo mismo que Hamas? Por supuesto que no.
Pero no es eso lo que le oímos decir a Mark Regev, portavoz de Netanyahu. No, lo que le dijo a Al Jazeera fue que Hamas era “una organización terrorista extremista no muy diferente de Isis en Irak, Hezbollah en el Líbano, Boko Haram …” Basura. Hezbolá es una milicia chií que en Siria combate a muerte contra los musulmanes sunitas de Isis. Y Boko Haram —a miles de kilómetros de Israel— no es una amenaza para Tel Aviv.
Pero usted ya ha captado el concepto. Los palestinos de Gaza —y, por favor, olviden para siempre a los 6.000 palestinos cuyas familias son oriundas de Sederot— están aliados con las decenas de miles de islamistas que amenazan a Maliki en Bagdad, a Assad de Damasco o al presidente Goodluck Jonathan en Abuja. Más interesante aún: si Isis se dirige hacia las lindes de Cisjordania, ¿por qué el gobierno israelí sigue construyendo allí colonias para los civiles israelíes de forma ilegal y en tierras árabes?
Todo esto no tiene que ver solamente con el vil asesinato de tres israelíes en la Cisjordania ocupada o con el vil asesinato de un palestino en la Jerusalén Este ocupada. Tampoco con la detención de numerosos militantes y políticos de Hamas en Cisjordania. Tampoco con los cohetes. Como de costumbre, el meollo del asunto es la tierra.

¿Por qué Uruguay solicitó integrarse al TISA?

Publicado en el Semanario “Voces”, Montevideo, el 10 de julio de 2014 
Por Antonio Elías


El 2 de mayo la Agencia EFE informó, desde Bruselas, que el comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht manifestó que "La Unión Europea celebra el interés de Uruguay por unirse a las negociaciones del TISA y respalda firmemente su participación de ahora en adelante". Afirmó, además, que el ministro uruguayo de Exteriores, Almagro Lemes, ha garantizado que su país "comparte los objetivos de las negociaciones del TISA" y que "respetará los resultados de la negociación logrados por otros participantes si se une" a ellas. Y continuó De Gucht "La Unión Europea y Uruguay esperan trabajar juntos para lograr un acuerdo ambicioso y abierto". 


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En el mismo informe de EFE se señala que Uruguay en septiembre del año pasado envió su solicitud para participar, algo que la Unión Europea espera que se concrete "rápidamente". 

Inmediatamente surgen varias preguntas: ¿Qué es el TISA? ¿Quiénes lo integran? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Qué instrumento se han acordado hasta ahora? ¿Qué beneficios puede tener para el país este acuerdo? ¿En qué ámbito del Frente Amplio se resolvió la solicitud de integración al TISA? ¿Por qué este tema no es de conocimiento público?

1.- Saber que es el TISA (Trade in Services Agreement) no es una cosa fácil en la medida que lo que se está discutiendo entre los países que participan es secreto aunque existen, al menos, dos fuentes de información importantes que se utilizan en esta nota. El primero, es un informe especial de la Internacional de Servicios Públicos (ISP), difundido el 28 de abril, titulado “El Acuerdo sobre el Comercio de Servicios y la agenda corporativa” (1); el segundo, que fue divulgado por WikiLeaks el 19 de junio, es el proyecto de anexo correspondiente al sector de servicios financieros (2). 



A partir de esos documentos podemos decir que las conversaciones secretas para constituir este acuerdo comenzaron a principio de 2012, se oficializaron en marzo de 2013 pero lo que se está negociando sigue siendo secreto y que actualmente van en la séptima ronda de negociaciones. Si bien cualquier miembro de la Organización Mundial de Comercio (OMC) puede integrar el TISA, el mismo se negocia al margen de la OMC evitando así que se discutan los reclamos históricos de los países más pobres, entre otros, la eliminación de los subsidios agrícolas que utilizan como política proteccionista los países centrales.

Los estados que actualmente elaboran el acuerdo son Australia, Canadá, Hong Kong, Islandia, Israel, Japón, Liechtenstein, Nueva Zelanda, Noruega, Paquistán, Corea del Sur, Suiza, Taiwán, Turquía, Estados Unidos, los 28 miembros de la Unión Europea y siete países de América Latina: Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Paraguay y Perú. En 2013 solicitaron participar de las negociaciones China y Uruguay. 

No es menor señalar que cuatro de los países latinoamericanos que integran actualmente el TISA confluyen en la “Alianza del Pacífico”, estos son Chile, Colombia, México y Perú, los cuales, al igual que Costa Rica, tienen tratados de libre comercio con Estados Unidos. 

Queda claro, entonces, que en el marco de la crisis económica mundial continúa el proceso de eliminación de fronteras y de regulaciones. A pesar de que en 2005 se rechazó el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA), el proceso impulsado por los Estados Unidos sigue avanzando de múltiples maneras, sea tanto a través de tratados bilaterales de libre comercio y de protección de inversiones, como en nuevas iniciativas regionales. Cabe preguntarse, entonces, por qué el gobierno uruguayo recorre el camino de los países más comprometidos con los intereses del capital y no el de los gobiernos progresistas que luchan por construir caminos alternativos.

2.- El objetivo de este acuerdo es liberalizar el comercio y la inversión en servicios, y aplicar normas regulatorias favorables al capital en todos los sectores, incluyendo servicios públicos. Con este nuevo acuerdo las Empresas Transnacionales buscan superar las limitaciones del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) firmados en 1995, como parte de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

El acuerdo incluye todos los sectores relacionados con los servicios, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la logística y el transporte, construcción, suministro de energía, distribución del agua, contabilidad, marketing, publicidad, el sector bancario y de seguros, educación, salud y mucho más. 

Las negociaciones del TISA son parte del proceso de cambios institucionales impulsados por los países centrales para reducir al mínimo las fronteras económicas, los sistemas de regulación que protegen el desarrollo productivo nacional, los derechos de los trabajadores y la existencia de empresas públicas, todo lo cual facilita la penetración de las Empresas Transnacionales, principales beneficiarias de los tratados de libre comercio y de protección recíproca de inversiones. 

El TISA es el resultado de la presión sistemática de las corporaciones de servicios a través de grupos de presión como, principalmente, la “Coalición de Industrias de Servicios” de Estados Unidos y el “Foro de Servicios Europeo”. 

A título de ejemplo véase la posición de la “Coalición de Industrias de Servicios”, la cual sostiene que “Algunas barreras al comercio de servicios incluyen: movimiento limitado de información a través de las fronteras, competencia injusta de empresas estatales, falta de transparencia y debido proceso además de derechos de propiedad y discriminación en la obtención de licencias y permisos que favorecen a las empresas locales. Por lo cual un acuerdo de servicios internacionales tiene el potencial de crear condiciones de comercio que permitan a las industrias de servicio alcanzar su máximo potencial. El TISA puede ser una de las más importantes contribuciones económicas de este siglo para los Estados Unidos y el mundo.”(3) La Unión Europea, interpretando los intereses del “Foro de Servicios Europeos”, ha defendido que las negociaciones vayan más allá de la mera apertura de sus mercados de servicios y que sirvan asimismo para desarrollar nuevas normas comerciales en esta área. Considera el comercio de servicios de una "importancia estratégica", dado que el sector acumula unos tres cuartos del PIB y de los empleos de la Unión Europea. 

Estas normas tienen como objetivo conceder a los proveedores extranjeros acceso libre en condiciones no menos favorables que las de los nacionales y restringir la capacidad de los gobiernos para mantener o adoptar normas proteccionistas. Lo cual podría cambiar en forma drástica la regulación de los servicios públicos que sustituirían las “regulaciones estatales” por las “leyes del mercado”. El interés de lucro de las corporaciones privadas extranjeras se impondría sobre el interés social.

3.- Los principales instrumentos del TISA buscan promover la inversión privada en todos los sectores, así como perpetuar y tornar irreversibles las privatizaciones ya realizadas. A esos efectos se propician fusiones y, adquisiciones de empresas locales y la eliminación de aquellas regulaciones que ponen límites a la penetración transnacional, asegurando a estas empresas un mayor control y extracción de ganancias de las economías nacionales y la economía mundial. 

Reseñando nuevamente, los principales objetivos que buscan los países centrales con este acuerdo son: a) Libre acceso a los mercados para sus empresas, sin limitaciones de ningún tipo; b) Trato nacional, sus empresas tendrían un trato igual que las empresas nacionales sin ninguna forma de discriminación; c) Trato de nación más favorecida, el máximo beneficio que se otorgue a cualquier nación se le debe otorgar a los miembros de este acuerdo. 

Para lograr que esos objetivos se cumplan y no retrocedan tienen tres “blindajes”: 

- uno, el “statu quo”, que “congelaría los actuales niveles de liberalización de la economía en todos los ámbitos” (4). Esto bloquearía la posibilidad de que un gobierno presente o futuro pueda volver atrás lo ya liberalizado. 

- dos, las “disposiciones de trinquete”, que implica que “cualquier cambio o enmienda a una medida nacional relacionada con los servicios que en la actualidad no se ajusta a las obligaciones del acuerdo se realice en una dirección a una mayor conformidad con el acuerdo, no menos” (5). Esto significa que solo se pueden hacer cambios en dirección a mayores niveles de liberalización reduciendo cada vez más la soberanía nacional. Si un gobierno favorable al capital toma medidas que eliminan regulaciones y liberan mercados, un gobierno posterior que defienda los intereses de los trabajadores, un desarrollo económico con fuerte participación del Estado y la protección de empresas nacionales medianas o pequeñas no podría modificarlo. 

- tres, en el artículo X.20: Arreglo de diferencias, la Unión Europea y los Estados Unidos, proponen que “el tribunal (panel) debe tener la necesaria formación y solvencia referida a los servicios financieros en controversia” (6). Lo que implica que las condiciones que se establecen serán reguladas y arbitradas, como en todos los acuerdos internacionales por tribunales propios, excluyendo así las competencias y las legislaciones de cada país y librando los resultados de las controversias al interés de los sectores dominantes. Existen múltiples experiencias que demuestran que estos tribunales, tales como el CIADI, favorecen los intereses de las Empresas Transnacionales en detrimento de los Estados que reciben las inversiones. 

Además el TISA establece por definición que todos los mercados existentes son parte del mismo, salvo que sean excluidos del tratado a texto expreso por una “lista negativa”, lo que implica que todo nuevo mercado que se genere por avances tecnológicos o por cualquier otra razón queda bajo las reglas del TISA. En contraste con el Acuerdo General de Comercio y Servicios, aprobado en 1995, que les permite a los países elegir cuáles servicios quiere liberalizar en lo que se denomina “lista positiva”. 

4.-Este acuerdo que libera el comercio de servicios reducirá la soberanía nacional, porque se perderá control de la economía y se afectará la democracia, porque los acuerdos adquieren carácter supra constitucional. Los inversores extranjeros obtendrán de esta forma protección respecto a las reglamentaciones restrictivas del “libre” comercio, no importa si las mismas estén diseñadas para proteger el medioambiente, la salud, seguridad pública, estabilidad financiera o para garantizar el acceso universal a los servicios. Los derechos laborales y los ingresos de los trabajadores, activos y pasivos, también podrán ser puestos en cuestión generando un deterioro significativo los mismos. 

El TISA, además, debilita la posibilidad de mantener y ampliar un sistema de empresas públicas, que actualmente se caracteriza por: preservar la soberanía nacional en importantes ámbitos económicos; ser democrático en tanto depende plenamente de la legislación nacional; mantener en manos del estado servicios que atienden las necesidades sociales; prestar servicios universales de alta calidad para la población. 

Téngase en cuenta que si bien “el texto básico del TISA excluye los servicios suministrados ‘en ejercicio de facultades gubernamentales’ del ámbito de aplicación del acuerdo. (…) los servicios prestados en el ejercicio de dichas facultades están estrictamente definidos como ‘todo servicio que no se suministre en condiciones comerciales ni en competencia con uno o varios proveedores de servicios”. (7) Lo que implica que la mayor parte de los servicios públicos que presta el estado uruguayo quedarían incluíos en la liberalización del TISA. 

Con la información de la que se dispone hasta el momento cabe preguntarle al Frente Amplio, al gobierno y, en particular, al Ministro Luis Almagro: ¿Qué es lo que motiva a Uruguay a vincularse a este engendro que es el TISA y cuáles serían las ventajas para el país, los trabajadores, su gente en general si se limitan en forma dramática las potestades de decidir del gobierno y la soberanía del país todo? 

Antonio Elías

Docente universitario, asesor sindical y miembro de la REDIU. 

(1) Elaborado por Scott Sinclair del Centro Canadiense de Alternativas Políticas y Hadrian Mertins-Kirkwood del Instituto de Economía Política de la Universidad de Carleton. 
http://www.world-psi.org/es/informe-especial-de-la-isp-el-tisa-frente-los-servicios-publicos
(2) https://wikileaks.org/tisa-financial/. Publicado el 19 de junio de 2014. 
(3)  https://servicescoalition.org/negotiations/trade-in-services-agreement
(4) “El Acuerdo sobre el Comercio de Servicios y la agenda corporativa”, p.14. 
(5) Idem, p. 14. 
(6) Trade in Services Agreement (TISA),Financial Services Annex, WikiLeaks release: June 19, 2014, p. 16. 
(7)“El Acuerdo sobre el Comercio de Servicios y la agenda corporativa”, p.6. 

Publicado en el Semanario “Voces”, Montevideo, el 10 de julio de 2014.

Lecturas recomendadas: 
 http://elsemanario.com/38187/la-globalizacion-y-el-lado-equivocado-de-la-historia/

SIGUE LA MASACRE

Expira el plazo dado por Israel a palestinos del norte de Gaza para abandonar sus casas

Cientos de familias palestinas han abandonado sus casas en el norte de la franja de Gaza para buscar refugio en instalaciones de la UNRWA, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados de Palestina en Oriente Próximo.
El éxodo se produce después de que Israel haya dado a los palestinos del norte de Gaza un plazo de varias horas para evacuar sus viviendas, advirtiendo que va a lanzar una operación militar en la zona.
El plazo para evacuar el norte de Gaza ha expirado a las 12:00 horas del mediodía, sin embargo muchas familias palestinas han optado por continuar en sus casas aun a riesgo de poner sus vidas en peligro.
La organización islamista Hamás, que mantiene un pulso con el ejército israelí desde el pasado lunes, ha pedido a los civiles que ignoren las advertencias de Israel y que no abandonen sus hogares.
El sexto día de la operación Margen Defensivo no ha visto muchos cambios con respecto a los días anteriores.
Las milicias palestinas continúan disparando cohetes contra las ciudades israelíes y la aviación israelí sigue bombardeando “objetivos” en la franja de Gaza que causan la muerte de decenas de palestinos, en su inmensa mayoría civiles.
El número de muertos desde el pasado lunes se eleva a 165 palestinos, mientras que el número de heridos supera el millar.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que Israel es una “democracia” y que el ejército seguirá atacando a los terroristas. La operación en marcha “puede necesitar mucho tiempo”, ha dicho Netanyahu, quien ha añadido que Hamás está utilizando a los civiles como “escudos humanos”.

Los cinco mitos que sustentan a Monsanto y los transgénicos

Los cinco mitos que sustentan a Monsanto y los transgénicos

 – Por Carlos Vicente

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Cuando hace 20 años se inició la publicación de la Revista Biodiversidad, sustento y culturas; allí se decía en relación al desarrollo de las nuevas biotecnologías: “Prometen un mejoramiento de las condiciones de la agricultura, con la creación de una nueva generación de semillas milagrosas. Sin embargo, las mayores inversiones en investigación en este campo, se están realizando en la creación de plantas resistentes a los herbicidas, no a las enfermedades. El acceso a los recursos genéticos está siendo monopolizado por unas pocas empresas multinacionales, a partir de la creación de patentes para semillas modificadas genéticamente y para las tecnologías asociadas.”
Todos estos temores se vieron confirmados en las últimas dos décadas y las consecuencias socioambientales superaron las peores previsiones y la dependencia de las corporaciones, el avance del monocultivo de soja ocupando el 60% de la superficie agrícola y los impactos en las comunidades ampliamente denunciados, son hoy una realidad incuestionable.
Sin embargo las campañas mediáticas para ocultar esta realidad se valen de todos los medios posibles para enmascarar los hechos y “vendernos” aquello que quieren imponer. Parte de esta batalla la libran utilizando a supuestos “arrepentidos” que luego de ser parte de movimientos ambientalistas tuvieron la “iluminación” y hoy día son defensores de los transgénicos. Mark Lynas es el más emblemático de ellos y en estos días lo hemos tenido en la Argentina haciendo campaña y asegurando que los transgénicos utilizan menos agrotóxicos y que son quienes alimentarán a la humanidad.
Vale la pena hacer un recorrido por los cinco mitos que hoy siguen sustentando el impulso de los transgénicos a pesar de estar ampliamente demostrada su falacia:
1- Los cultivos transgénicos eliminarán el hambre en el mundo: Los datos de la FAO muestran claramente, año tras año, que a nivel mundial se producen alimentos más que suficientes para alimentar a todo el mundo. El hambre no es meramente una cuestión de productividad, es una cuestión de acceso a la tierra y al resto de recursos necesarios para producir alimentos. ¡El hambre, en definitiva, es consecuencia de la pobreza y la exclusión!
2- Los cultivos transgénicos producen más: esto, más que un mito, es de nuevo una mentira. Genéticamente hablando, la productividad de un cultivo es demasiado compleja para poder manipularla tan fácilmente, se trata de seres vivos y complejos, no jugamos con piezas de ‘lego’. Depende de muchos factores genéticos pero también de muchos otros elementos. E incluso si ‘todo estuviera en los genes’, la clase científica nunca ha logrado transferir y hacer funcionar más de dos o tres genes a la vez. ¡El gen de la productividad no existe!
3- Los cultivos transgénicos eliminarán los agroquímicos: más bien lo contrario. La principal ‘innovación’ que nos han traído las corporaciones transgénicas son plantas que incorporan un gen que permite fumigarlas con altas dosis de herbicidas sin que se vean afectadas, ya que son ‘tolerantes’ a determinadas sustancias químicas. Esto permite por ejemplo fumigar las plantaciones a gran escala con avionetas desde el aire año tras año en el mismo sitio, lo que ha facilitado la tremenda expansión del cultivo de soja a nivel mundial.
4- Se respeta el derecho a decidir, pues los transgénicos coexisten pacíficamente con los demás cultivos: otro argumento esgrimido por quienes promueven los transgénicos es la libertad de decisión –que cada agricultor o agricultora decida por sí mismo usar o no transgénicos, no hay ninguna imposición. Pero este argumento pasa por alto una ley fundamental de la biología: las plantas de la misma especie se cruzan entre ellas, y más temprano que tarde los genes insertados artificialmente en los cultivos transgénicos acaban apareciendo en los cultivos convencionales.
5- Los transgénicos son seguros para la salud y el medio ambiente: aquí la base de sustento de los cultivos transgénicos hace agua a partir de las investigaciones más recientes: el mito de la “equivalencia sustancial” de los transgénicos, que sin sustento científico pretendió igualarlos a los cultivos convencionales, ha sido desmontado en múltiples investigaciones. En cuanto al impacto ambiental, la contaminación con transgenes de cultivos no transgénicos es algo que hoy está ocurriendo en todo el mundo y los impactos del paquete tecnológico han trascendido las fronteras de las denuncias locales para ser asumidas por ámbitos internacionales como por ejemplo el Relator de las Naciones Unidas por el Derecho a la Alimentación
La soberanía alimentaria pasa indudablemente por que sea la población quien ejerza el control de lo que come y esa es una deuda que todavía en Argentina y América Latina debemos asumir. No hay ninguna posibilidad de que las mentiras de los mercenarios del poder frenen este camino de los pueblos.
[Carlos Vicente es miembro da Acción por la Biodiversidad (GRAIN) e da Red Nacional se Acción Ecologista de la Argentina (RENACE)/ www.renace.net]

Un balance de los 30 años del MST

“De que lado você samba?”. Artículo de la socióloga brasileña María Orlanda Pinassi en el que analiza la historia del Movimiento Sin Tierra, como así también el lugar que viene ocupando dicho movimiento en la sociedad brasileña en las últimas tres décadas

En primer lugar quiero agradecer la invitación y la oportunidad de participar en la mesa de apertura del VI Congreso del MST que, en este 2014, conmemora 30 años de historia de mucha lucha y conquistas, fenómeno que despertó el respeto y la admiración de los luchadores sociales del mundo entero. Tan importante como destacar y comprender lo que ya ocurrió, es aprovechar este gran encuentro, que reúne 15 mil militantes de todos los rincones del país, para hacer juntos una reflexión sobre qué hacer en el próximo período.
Como tal vez algunos de ustedes saben, el punto de vista que defiendo es el de la lucha de clases. Desde éste punto de vista, me atrevo a hacer un análisis del MST recurriendo a cuatro grandes maestros, cuatro fuentes permanentes de inspiración e iluminación: Marx, Engels, Florestan y Mészáros.
Con Marx y Engels
De Marx y Engels extraigo dos definiciones especialmente importantes. Para ellos: 1) las revoluciones de 1848 dejaron en evidencia los reales intereses que dinamizan la lucha de clases en el capitalismo, en la que sólo existen dos clases enfrentadas –la burguesía y el proletariado. Eso significa que, desde mediados del siglo XIX hasta el día de hoy, en la sociedad cuya esencia es la lógica de la propiedad privada y de la explotación del trabajo, no puede haber términos medios ideológicos; y 2) el proceso de desarrollo capitalista crea y reproduce permanentemente contradicciones sociales que se potencian por el simple hecho de que, en la medida que las fuerzas sociales puestas en movimiento por el gran capital generan una riqueza gigantesca y cada vez más concentrada, imponen a la aplastante mayoría de la humanidad una miseria creciente.[i]
(…) cada día es más evidente que las relaciones de producción en que la burguesía se desenvuelve no tienen un carácter uniforme y simple, sino un doble carácter, que dentro de las mismas relaciones en que se produce la riqueza, se genera también la miseria; que dentro de las mismas relaciones en que se realiza el desarrollo de las fuerzas productivas, existe asimismo una fuerza que da origen a la opresión, que estas relaciones no crean la riqueza burguesa, es decir, la riqueza de la clase burguesa, sino destruyendo continuamente la  riqueza de los miembros integrantes de esta clase y formando un proletariado que crece sin cesar. (Marx, 1987: 97).
Con Florestan Fernandes
Florestan Fernandes inspira por su coherencia de vida, su rectitud ideológica y los aportes fundamentales que elaboró con el propósito de que comprendiéramos las particularidades más notables de las formas de objetivación del capitalismo en Brasil y en América Latina, los límites de la revolución burguesa y las potencialidades de la transición socialista en este rincón del mundo tan golpeado por la expansión capitalista y sus impulsos al desarrollo. En ese sentido, afirma que
El desarrollo desigual y combinado puede manifestarse dentro de un ilusorio juego de apariencias. Sin embargo, los “polos insatisfechos” tenderán a escapar de la huella buscando su propia trayectoria. Los que buscan el consenso mediante la cooptación y la falsificación de l realidad terminarán confrontándose con la cruda realidad: una era de lucha de clases, que pondrá la violencia organizada al servicio de las clases trabajadoras del campo y las ciudades. (Fernandes, 1981: 97)
Con István Mészáros
István Mészáros, además de sus incuestionables cualidades humanas, es un pensador marxista imprescindible por la crítica radical que descarga contra el sistema socio-metabólico del capital que, desde los años 1970, materializa el agotamiento de todas sus posibilidades civilizatorias y expone sus límites más absolutos, imponiendo al planeta un patrón de desarrollo y de acumulación absolutamente destructivo, sobre todo para la clase trabajadora que ante una compleja y trágica fragilización económica adopta posturas cada vez más defensivas, la llamada línea de menor resistencia. Por eso mismo, según Mészáros, cualquier salida desarrollista en términos convenientes a la reproducción del capital, es hoy humanamente indefendible. O sea,
Hoy en día no se puede plantear “un desarrollo general de la producción” ligado a la expansión de las necesidades humanas.  De modo que, dada la forma en que se ha concretado –y continúa imponiéndose- la aberrante tendencia globalizadora del capital, sería suicida concebir la destructiva realidad del capital como la presuposición del tan necesario nuevo modo de reproducir las condiciones sustentables de existencia humana. (Mészáros, 2003: 17)
La función social del MST
Utilizando estas herramienta, pregunto: ¿cuál es la función social que el MST viene desempeñando en estos sus 30 años de historia y cuál es la función social que pretende desempeñar de aquí en adelante?
En la dinámica capitalista, tres décadas es mucho tiempo. Ahora, el MST debe reflexionar, actuar y responder con decisión a problemas creados a lo largo de un proceso que abarca el programa de desarrollo del régimen civil-militar (años 70-80), el recetario neoliberal de FHC[ii] y el llamado neodesarrollismo de los gobiernos petistas (años 2000) que, en mi opinión, es un neoliberalismo sin vueltas.
Sus orígenes estuvieron tensionados por las graves consecuencias sociales generadas por la “Revolución Verde”, la colonización de la Amazonía y la ampliación de las fronteras agrícolas –la contrarreforma agraria, según Octávio Ianni-, las políticas del trágico desarrollo (64-78) impuesto por el régimen civil-militar. Hablamos del exterminio y la esclavización silenciosa de miles de indígenas en la región amazónica, hablamos de la masiva expulsión de productores rurales hacia las ciudades y de la equivalente proletarización con vistas a la industrialización impuesta en el país durante la dictadura.
En este marco, el MST reintrodujo en la escena político-ideológica la lucha por la Reforma Agraria, violentamente interrumpida en 1964. Desde entonces, hasta la hegemonía del capital financiero y transnacionalizado en el campo, el MST debió enfrentar además del viejo antagonista –el latifundio improductivo- la imperativa expansión de la cuestión hidráulica, del agronegocio y de la minería. En cada uno de estos momentos, la cuestión agraria se reconfigura en términos de la modernización conservadora y sigue siendo eje central de la particular objetivación del capitalismo brasilero.
La realidad mutante y adversa en la que el MST actúa, exige, pues, reconstruir los vectores de su crítica y enfrentar una siempre dolorosa autocrítica. Subrayo, sin embargo, que esto debe ser hecho sin perjuicio de su perspectiva de clase, muy presente desde su mismo nombre: Movimiento de Trabajadores Rurales Sin-Tierra. Para esto, leí atentamente el último Programa Agrario del MST (febrero del 2014) en el que, para adoptar una postura innovadora se argumenta que en el actual marco histórico ya no cabe la lucha por la “reforma agraria clásica”. Entendemos que “reforma agraria clásica” debe ser aquella que se convirtió en una de nuestras más antiguas deudas históricas, la misma que en el siglo XX movilizó a las más importantes organizaciones sociales en el campo, entre las cuales descolló el MST. En ese entonces los blancos eran el latifundio improductivo y la retrógrada elite agraria del país; la prioridad era promover un desarrollo pleno de las fuerzas productivas en el campo, fomentar sobre tales bases una pequeña producción dirigida hacia el mercado interno en expansión, exigir la definición de políticas públicas sólidas para el sector y, en consequiencia, ser un significativo protagonista del proceso de democratización de las instituciones burguesas en un país de raigambre colonial y tradición autocrática.
Con toda razón, el MST  afirma que nuestros tiempos son otros y que en éstos la modernización de la agricultura prescindió de la reforma agraria para las masas. El desarrollo viene siendo capitaneado por el agronegocio que, basado en un poderoso consorcio entre las burguesías interna y externa debidamente transnacionalizadas, reformula nuestra “vocación agrícola” por medio del monocultivo renovado, la producción de commodities para la exportación y un modelo tecnológico agresivo pautado por la gran utilización de venenos, los transgénicos y la maquinaria pesada. Frente a esta situación, propone que hoy se debe “luchar por la construcción de la Reforma Agraria popular”. Pero ¿qué significa esto exactamente?
Lo popular y la igualdad sustantiva
No quiero extenderme sobre el tema, pero para presentar lo que pienso sobre los objetivos del MST en éste su nuevo momento, me parece importante un breve comentario sobre el significado histórico del término popular. Sus orígenes se remontan al período de las grandes revoluciones burguesas y ayudan a revelar los nexos causales de las diversas clases sociales y el desarrollo desigual y combinado entre todos los países involucrados en el proceso. En la Francia del siglo XVIII, por ejemplo, los iluministas, sobre todo Rousseau y Diderot, consagraron la democracia y la ciudadanía como principios universales de la emergente sociedad burguesa. Alemania, que en ese mismo momento no vivía una revolución, no tenía Estado liberal, ciudadanos, ni otros protagonista para la famosa modernización “desde arriba”, filosofaba (con Herder y Fichte) sobre el concepto de pueblo (volk), la comunidad popular, en busca de un ideal nacional mítico.
Los brillantes estudios de los jóvenes Marx y Engels sobre aquellas circunstancias demostraron que los principios liberales fueron tomados, arrancados de su universalidad abstracta y desmitificados en la calle por el radicalismo jacobino, imprimiendo a la revolución un sentido legítimamente democrático-popular. El concepto de ciudadanía no servía demasiado porque no aclaraba el sentido de democracia burguesa. Con la explosión de la lucha de clases –y el fin de las posibilidades revolucionarias de la burguesía en 1848-, los conceptos adquieren un doble sentido, pues en la medida misma en que dejaban de ser mera abstracción filosófica para los antagonistas del capital –pertenecientes a las clases trabajadoras-, serían incesantemente vulgarizados por los apologistas de la igualdad formal en una sociedad que sólo consigue reproducirse mediante la desigualdad sustantiva.
La radicalización del MST
Vuelvo ahora al MST que, como dije, surge como un movimiento de masas con objetivos desarrollistas y progresistas ante un país de capitalismo atrasado. Su génesis no es revolucionaria y, en gran medida, apuntaba a ofrecer una alternativa que minimizara los efectos sociales de la expulsión de los campesinos hacia las ciudades y el consiguiente proceso de proletarización que estaba en curso. Las condiciones concretas de la historia brasilera, intolerante a cualquier perspectiva mínimamente democrática, fueron las impusieron la radicalización de sus luchas y formas de enfrentamiento, ya sea con las milicias oficiales como con las fuerzas paramilitares. Y la militancia, pese a toda la violencia sufrida en estos 30 años –en la que se destacan las masacres de Corumbiara y Eldorado dos Carajás en los años 1990-, jamás se desalentó ni dejó de dar la respuesta adecuada. No hay ni un solo palmo de tierra en la historia del MST que no haya sido conquistado, que no haya sido resultado de mucha lucha y mucho sufrimiento.
La praxis del enfrentamiento sumada al proceso pedagógico interno, algo que va desde la aprensión formal de la crítica teórica hasta la educación informal permanente, surgida de las formas de organizar la vida en los acampes y las ocupaciones, tuvo la valentía de forjar una sociabilidad diferente de la socialidad burguesa. Con esto, considero que el MST dio un paso importantísimo en la construcción de sujetos y de sujetos conscientes de su papel socio-histórico en cuanto movimiento efectivamente popular. A través de la militancia, de su base social, de sus frentes de masas, el MST, durante mucho tiempo, trascendió la génesis pequeñoburguesa constituyéndose en un movimiento con potencial emancipatorio. Sostengo, por lo tanto, que el MST, incluso reivindicando la “reforma agraria clásica” construyó, mediante la necesaria lucha, un movimiento con alma social y popular.
Destaco ahora tres grandes momentos en tal dirección:
  1.      Las ya clásicas –y polémicas- ocupaciones de tierras improductivas y de tierras públicas que, especialmente en la región Norte del país, pero no sólo, pusieron a cada uno de los sin-tierra en la mira de las armas de los jagunços(matones) al servicio de los capitalistas, la mayoría de los cuales estaban apoltronados en bellos y distinguidos escritorios de la Avenida Paulista.
  2.       Las embestidas urbanas que el MST  ensayó en los años 1990, con destaque para su rol activo en el origen del Parque Oziel y del MTST (Movimiento de Trabajadores Sin-Techo), en Campinas, en la ocupación y fundación de barrios populares en otras muchas grandes ciudades brasileras, como San Pablo, Rio de Janeiro, Fortaleza. Un gran paso en la construcción de verdadero poder popular basado en el campo y la ciudad.
  3.       La ofensiva protagonizada por las mujeres, en acciones que comenzaron mucho antes pero explotaron en el año 2006 en Aracruz (actualmente Fibria), en Rio Grande del Sur, seguidas por acciones en los trenes e instalaciones de Vale, en Pará y Maranhao, en las tierras de Kátia Abreu, en Tocantins, en Monsanto, San Pablo, en las acciones que asumen el sufrimiento de los indígenas y quilombolas, en el Centro-Oeste y Nordeste de Brasil. Estas no son, como las anteriores, acciones reivindicativas –aquellas mujeres conscientes no podían querer reproducir la lógica nefasta de las empresas que atacaban-, sino acciones de denuncia contra el gran capital, contra el modelo de agricultura criminal practicado en Brasil, contra el modelo de desarrollo destructivo, de lesa humanidad.
Considero, por ello, que este es el auge de la conciencia de clase alcanzado por el movimiento, sobre todo porque las mujeres en lucha expusieron a plena luz los dilemas más profundos del MST: ¿cumplir la agenda de su génesis –la Reforma Agraria desarrollista e institucional- o escuchar el clamor de su base, sobre todo acampada, que con la voz de las mujeres reclama la radicalización del movimiento contra el capital?
Preocupaciones
En un artículo publicado en 2005 manifestaba ya mis preocupaciones con los rumbos entonces tomados por el MST, a la vista de la realidad brasilera ante la crisis estructural del capital, el neodesarrollismo y los vínculos ideológicos que históricamente el MST mantuvo con la CUT (Central Unitaria de Trabajadores) y el PT (Partido de los Trabajadores), partido que a pesar de una super e hiper-tardía política de consenso, viene consiguiendo un éxito enorme e incuestionable, antes incluso de asumir el planalto en 2003, lugar que ocupa hasta hoy. Allí se montaba, en el mejor de los casos, el marco de institucionalización de la agricultura familiar, pero el problema es que el paquete preveía una reforma agraria de mercado, peligrosamente controlada por el Banco Mundial mediante una imperativa política de crédito e ideología empresarial, lo que significa neutralizar el carácter clasista de la Reforma Agraria clásica y estimular acuerdos entre asentamientos rurales y el mundo del agronegocio.
Para provocar el debate, formulé las siguientes preguntas:
1)     Para el MST, ¿la lucha por la tierra constituye un fin o una mediación, una continuidad o una ruptura con el orden establecido por el capital? O sea, el MST, por el carácter de la lucha más inmediata que sostiene, ¿está históricamente condenado a la regresividad o es un movimiento potencialmente revolucionario?
2)     ¿En qué medida el MST, un movimiento social de masas centrado en la lucha por la tierra, que carga todo un lastre histórico reformista, específico del capitalismo brasilero, podría ser una alternativa más universal y concreta para la actual necesidades de una actuación política ofensiva de la clase trabajadora frente al complejo destructivo del capital?
3)     ¿Hasta qué punto el MST, mediante su organización interna, estaría esbozando una sociabilidad capaz de provocar rupturas con la relación-capital?
Concluyendo
Me parece que tales cuestiones son ahora más actuales, porque desde 1984 -fecha de creación del MST- hasta hoy, las circunstancias económicas y políticas complejizaron exponencialmente su base social, agudizando el dilema característico de su representatividad de clase. La actual conformación social del movimiento está constituida por acampados, asentados, asentados prósperos, asentados precarizados, asalariados y semi-asalariados en el campo y la ciudad, arrendatarios y rentistas, proveedores de materia prima, etcétera. Y debido a la dependencia creciente del crédito, de las políticas públicas y las exigencias draconianas para cumplir con el patrón de producción dictado por el mercado dominado por el agronegocio, reproduce una problemática diversidad interna de intereses, en la cual todos sin excepción parecen afectados por la pérdida progresiva del control sobre su propio funcionamiento y por la subsunción real del trabajo al capital.
A lo largo de toda su historia, el MST se movió entra el radicalismo de sus prácticas de ocupación y la lucha institucional para viabilizar los asentamientos y acomodar a las familias trabajadoras en sus lotes. La contradicción de la reforma agraria de mercado golpeó las puertas del movimiento, exigiendo una incómoda definición entre atender las contingencias del mercado con campesinos-emprendedores integrados al capitalismo agrario y fomentar una indigesta lucha de clases intestina operseverar en la formación de trabajadores conscientes de su papel histórico en la construcción del socialismo.
Esta es su más profunda contradicción interna: mantener en la memoria las conquistas del pasado, defender su “vocación campesina”, apostar al emprendimiento de algunos asentamientos, retroceder en las luchas e institucionalizarse. O denunciar los límites cada vez más estrechos que el capital, a través de instrumentos privados y estatales, impone a su existencia como alternativa societaria –casi siempre problemática- en el interior del orden. Además, enfrentar, con la positividad que la lucha de clases exige, la proletarización de su base social convertida en enorme sementera de fuerza de trabajo disponible para el capital en el campo y la ciudad.
Los caminos de la “revolución en orden” se agotaron. Las actuales condiciones de la realidad objetiva están definidas por un patrón de acumulación esencialmente destructivo, por lo que es imperioso criticar duramente a cualquier vía de desarrollo –incluido el neodesarrollismo- formulado en función de la reproducción del sistema socio-metabólico del capital. Esto, obviamente, alcanza al sentido histórico y la función social de la Reforma Agraria que sea asumida por la base social del MST, cuya historia revela con nitidez creciente lo contradictorio de pretender seguir los dos caminos al mismo tiempo.
En esta medida, considero modestas las propuestas de éste congreso: 1) de canalizar su lucha en función de la agroecología y la soberanía alimentaria en un mundo que democratiza las pestes del agrotóxico y los transfénicos; 2) de canalizar la energía de su base hacia la reforma política propuesta por el gobierno de Dilma e 3) de proponer “la construcción de una reforma agraria popular”, siendo que la misma ya fue construida, en la lucha, por su valiente militancia en todo el Brasil.
Pienso que es absolutamente necesario que el MST entienda cuál es su base social hoy, pero para eso es necesario oírla, decidir con ella el sentido y el reinicio de las luchas que deberán articularse con los otros sectores de la clase afectada por el capital, sectores organizados y no organizados del campo, de la ciudad, exigiendo medidas inmediatas –reforma agraria y reforma urbana- y construyendo el verdadero poder popular que, desde 1848, se hace  realiza en las calles, nunca por decreto.
Argumenté con la compañía de Marx, Engels, Florestan y Mészáros. Termino con el poeta popular pernambucano Chico Science: ¿De que lado você samba?
Faminto e calmo o samba chegou
Domingo de todos os lados
Daqui pra ali de lá pra cá
Pode se escutar o som daqui do Brasil
Lembro quase tudo que sei
E organizando as idéias
Lembro que esqueci de tudo
Mas, eu escuto o samba!
E você samba de que lado
De que lado você samba
Você samba de que lado
De que lado você samba
De que lado, de que lado
De que lado, de que lado
Você vai sambar?
O problema são problemas demais
Se não correr atrás da maneira certa de solucionar
Olha o samba do teu lado
do teu lado olha o samba
olha o samba do teu lado
Do lado olha o samba do teu lado, do teu lado
O samba chegar
Olha o zambo do teu lado
do lado olha o zambo
Olha o zambo do teu lado
do lado olha o zambo
Olha o zambo , Olha o zambo
O problema são problemas demais
E não correr atrás da maneira certa de solucionar
Lembro quase tudo que sei
E organizando as idéias
Lembro que esqueci de tudo
Mais…
Eu escuto o samba
E você samba de que lado
De lado você samba
Você samba de que lado
De que lado você samba
De que lado, de que lado
De que lado você vai sambar???
Bibliografía
Fernandes, Florestan: Poder e contrapoder na América Latina, Rio de Janeiro, Zahar, 1981.
Marx, Karl: Miseria de la filosofía, Buenos Aires, Editorial Cartago, 1987.
Mészáros, István: El siglo XXI ¿Socialismo o Barbarie?, Buenos Aires, Ediciones Herramienta, 2003.
Intervención en el Panel de apertura del VI Congreso del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) de Brasil, el 10 de febrero de 2014.
Enviado por la autora para Herramienta.
Traducción al castellano de Aldo Casas. Los subtítulos son responsabilidad de la revista.
[i] Prueba de esto es que “1% de la población adulta detenta 40% de la riqueza mundial, (o sea) dos quintos de la riqueza mundial están concentrados en las manos de 37 millones de individuos, según indica un estudio de la Universidad de las Naciones Unidas difundido en Londres este martes. Si se considera a al 10% más rico del mundo, la proporción de la riqueza mundial en manos de tal grupo es el 85,2%. En el otro extremo, el 50% más pobre del mundo apenas son dueños del 1% de la riqueza global. El estudio, compilado en el libro Personal Wealth From a Global Perspective es la mayor iniciativa para investigar el tamaño de la desigualdad en la distribución de la riqueza en el mundo. ” Ver al respecto: http://www.bbc.co.uk/portuguese/noticias/2009/03/090324_desigualdadeestudo_rw.shtml
[ii] Siglas que identifican al ex presidente Fernando Henrique Cardoso. Nota del Traductor.

13 jul 2014

Putin confía en que empresas rusas ayuden a modernizar el sector energético de Argentina

ARGENTINA Y RUSIA RENUEVAN SU ACUERDO NUCLEAR
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, confía en que compañías rusas ayuden a la Argentina en la modernización de su sector energético, según él mismo manifestó el sábado en Buenos Aires.
“Confiamos mucho en que nuestras empresas participen activamente en el programa de modernización de las capacidades generadoras y en la construcción de nuevas centrales eléctricas en la República de Argentina”, declaró el mandatario ruso tras reunirse con su homóloga,Cristina Kirchner.
El grupo ruso Power Machines, según Putin, está dispuesto a participar en la modernización de la central hidroeléctrica argentino-uruguaya de Salto Grande; y la empresa de electricidad Inter RAO planea implicarse en el proyecto de represa Chihuido 1, de 637 MW, evaluado en dos mil millones de dólares.
El presidente recordó que la Argentina produce más del 20% de su energía hidroeléctrica con maquinaria rusa.
La compañía Power Machines, dijo, suministra turbinas por valor de 19.000 millones de dólares para la represa Punta Negra, en la provincia argentina de San Juan, se ofrece para modernizar la represa binacional de Salto Grande y estudia participar en la construcción de un complejo hidroeléctrico en la Patagonia argentina.
Durante la visita de Putin a Buenos Aires, las partes suscribieron un nuevo acuerdo intergubernamental sobre el uso pacífico de la energía nuclear, en sustitución del anterior acuerdo que expiró en diciembre de 2012.
“Confiamos en que sentará una base sólida para colaborar estrechamente en este ámbito”, señaló el presidente ruso.
El documento, en el que estamparon sus firmas el ministro de Planificación Federal de Argentina, Julio De Vido, y el director general de la corporación estatal rusa Rosatom, Serguéi Kirienko, apunta a fomentar la cooperación en las más diversas materias, como la construcción de centrales nucleares, los proyectos de investigación conjuntos o la producción de isótopos de uso industrial y medicinal.
Putin destacó que Rusia posee en materia nuclear avanzadas tecnologías que responden a los más rigurosos estándares de seguridad y medioambientales. También recordó que Rosatom participa en licitaciones para construir la central nuclear argentina Atucha III.
El presidente ruso realiza desde el viernes una gira por Latinoamérica que incluye visitas a Cuba, Nicaragua, Argentina y Brasil.