29 ene 2015

Rienda corta para los espías argentinos

En su edición de ayer, el diario estadounidense The New York Times publicó una nota sobre el caso Nisman escrita por Horacio Verbitsky. Aquí se reproduce el texto completo.



 Por Horacio Verbitsky

El 14 de enero el fiscal Alberto Nisman acusó a la presidente Cristina Fernández de Kirchner y a su ministro de Relaciones Exteriores Héctor Timerman de encubrir la denunciada participación de Irán en un ataque terrorista de 1994.
Nisman fue hallado muerto cuatro días después, horas antes de su programada presentación para exponer sobre sus hallazgos ante el Congreso. Los títulos de los diarios en todo el mundo sugirieron que el gobierno tenía alguna responsabilidad en una de esas tragedias, o en ambas. Yo no lo creo.
Antes de que lo encontraran con una bala en la cabeza, Nisman había investigado durante casi una década el peor ataque terrorista en la historia argentina, la voladura del centro comunitario judío de Buenos Aires, que mató a 85 personas en julio de 1994. Su muerte conmovió al país y distrajo la atención de su escrito acusatorio de 290 fojas. La oposición veía la audiencia en el Congreso como un arma contra el gobierno mientras el partido gobernante se preparaba para señalar los puntos más débiles del escrito.
Los medios están filtrando fragmentos de 5.000 horas de grabaciones telefónicas de Inteligencia, en las cuales no se escucha a la presidente ni a su canciller. Además sobran los rumores acerca de si Nisman fue asesinado o se suicidó. La señora Kirchner osciló entre suponer que fue un suicido y sugerir que no lo fue. En un año electoral, aunque ella no puede postularse para un nuevo mandato, estas vacilaciones no favorecen a su partido.
Especulaciones a un lado, es importante cuestionar la exactitud de los cargos contenidos en la denuncia, que señala en dirección a Irán. El documento, que fue publicado on line, es autocontradictorio.
Primero, acusa a Timerman (quien es judío y fue víctima de la dictadura antisemita que secuestró y torturó a su padre) de buscar la anulación de las Alertas Rojas u órdenes de captura de INTERPOL contra los iraníes acusados. Luego cita una grabación en la que un presunto agente iraní denuncia a Timerman con un insulto antisemita, por no anular las alertas rojas.
Nisman fue criticado por el mismo hombre a quien elogiaba, el ex secretario general de INTERPOL, Ronald K. Noble. La acusación repite 96 veces que Kirchner y Timerman trataron de conseguir que INTERPOL levantara las alertas rojas contra los acusados iraníes. Pero Noble, que era el responsable de las alertas rojas, lo negó y dijo que los gobernantes argentinos fueron consistentes en el sentido contrario.
En una entrevista publicada el 18 de enero, Noble declaró que “lo que Nisman dice es falso”. El mismo día Nisman fue hallado muerto.
Es extraño que un fiscal con la experiencia de Nisman haya preparado un documento tan débil para formular tan serios cargos contra la presidente y el canciller. De las 290 fojas del documento, sólo dos dicen qué delitos se habrían cometido, sin mención alguna ni a doctrina ni a jurisprudencia. Por esto mucha gente cree que el documento no fue escrito por un abogado y que Nisman fue engañado y usado.
Es más posible encontrar la clave de esta historia en el gobierno del ex presidente Carlos Menem que en el actual. Menem es de origen sirio y antes de las elecciones presidenciales de 1989 se reunió en Damasco con el presidente Hafez al Assad, que le brindó apoyo financiero. La participación argentina en la Operación Tormenta en el Desierto contra el aliado de Siria, Irak, en 1991, arruinó ese romance. En 1992 fue demolida la embajada de Israel en la Argentina y en 1994 voló la mutual judía.
Documentos secretos desclasificados en 2003 revelaron que el primer ministro israelí Yitzhak Rabin mandó a la Argentina un enviado personal apenas horas después del ataque de 1994 con el propósito de concertar una versión común de los hechos para comunicar a la prensa. En ese momento, Rabin enfrentaba la presión política de los opositores a las conversaciones de paz con los palestinos en Oslo, que por primera vez contaban con la aprobación siria.
Después de reunirse con Menem, el enviado de Rabin acusó por el ataque a Irán. La misma semana, un vocero del Departamento de Estado de Washington fue más allá y excluyó a Siria de la lista de sospechosos.
A Menem también le pareció políticamente conveniente apartar la mirada de Siria e hizo todo lo posible para impedir que se investigara la pista siria, debido a su relación previa con el gobierno de Assad y sus promesas incumplidas de apoyo diplomático y cooperación en tecnología nuclear y misilística.
Hoy Menem está procesado junto con algunos miembros de su gabinete, con el juez y con dos de los fiscales, acusados de obstruir la justicia y encubrir evidencias sobre el atentado de 1994.
La organización que presido, el Centro de Estudios Legales y Sociales, representa a un grupo de víctimas del atentado. En 2005, el entonces presidente Néstor Kirchner reconoció la responsabilidad del Estado por no haber prevenido el atentado ni resolverlo después.
Se firmó un acuerdo en el que el Estado se comprometió a modificar la ley de inteligencia para impedir cualquier interferencia con la justicia. Llevó casi una década que la viuda de Kirchner, que ahora conduce el país, comenzara a cumplir ese compromiso.
En diciembre, la señora de Kirchner pareció actuar sobre la promesa de su difunto marido al descabezar la conducción superior de la Secretaría de Inteligencia en un retrasado intento de limpiar la casa.
La muerte de Nisman puede haber sido un gol en contra; muchos creen que el destituido jefe de operaciones de inteligencia, Antonio Stiuso, alimentó el escrito de Nisman y podría estar involucrado en su muerte.
De acuerdo con la denuncia, el Memorando de Entendimiento que la Argentina e Irán firmaron en enero de 2013 facilitó el encubrimiento, cuyo objetivo secreto era permitir la adquisición de petróleo iraní, algo altamente improbable debido a su alto contenido de azufre, seis veces mayor al que admiten las refinerías argentinas. Pero el propósito explícito del Memorando era permitir que el juez interrogara a los acusados iraníes y que se estableciera una Comisión Internacional de la Verdad, formada por prestigiosos juristas de otros países.
Firmar un memorandum con la ingenua ilusión de que algún día permitiera llevar a los acusados ante un tribunal, como ocurrió con los acusados libios por el avión derribado sobre Lockerbie en 1988, no constituye delito. El gobierno argentino ignora quiénes son los culpables pero quiere permitir que la justicia los descubra.
La muerte de Nisman y la incertidumbre que se prolonga sobre el atentado de 1994 pusieron en evidencia las fallas del sistema judicial argentino y su relación promiscua con los servicios de inteligencia.
Las prometidas reformas no pueden postergarse. La Argentina necesita más transparencia, más control sobre los servicios de Inteligencia y la interrupción de los lazos inapropiados entre espías, jueces y fiscales.
La señora de Kirchner anunció esta semana la disolución de la Secretaría de Inteligencia y la creación de una Agencia Federal de Inteligencia. Este es sólo el primer paso para conseguir justicia para las víctimas del atentado de 1994 y la familia de Nisman.

Cuartos cerrados, preguntas abiertas

La muerte de Nisman


La muerte del fiscal Alberto Nisman, más allá de las olas, tipo tsunami, en el campo político, ha despertado al Sherlock Holmes que muchos llevan adentro. El descubrimiento de su cadáver obstruyendo por dentro la puerta del baño se acerca mucho a las características básicas de lo que tradicionalmente se conoce como “crimen de cuarto cerrado”. Esa categoría nació con la narración de Edgar Allan Poe “Los crímenes de la calle Morgue”, que Gastón Leroux reforzó con su relato “El misterio del cuarto amarillo”. Un espacio cerrado, donde nadie ha podido entrar normalmente y donde se produce una muerte o se ha manifestado la intención de asesinar a alguien.
Haciendo la autopsia de esos “cuartos cerrados” se produce, inevitablemente, el descubrimiento de que se trata de un juego de engaño, una charada, resuelta siempre por uno de dos caminos, o el muerto, por alguna razón, disfrazó el hecho de intento de asesinato, o la solución llega por lo inverosímil, como el mono con navaja que ingresa por un ventanuco en “Los crímenes de la calle Morgue”; algo que se nos hace creíble sólo gracias al talento gótico de Poe. Es que la literatura policial es un juego de sobremesa y el detective el avatar del lector en ese juego. De modo que analizar la muerte de Nisman desde un cuarto cerrado no conduce a nada. A nada que no sea un mero juego.
Lo que no quiere decir que no se pueda especular o, si se quiere, “jugar”, pero con otras reglas, las reglas de un modo narrativo que se aparta sustancialmente de la ficción policíaca para navegar en aguas de una sociedad en que las reglas son otras: la novela negra. Para dejar claro el desde dónde cabe citar a Jorge Luis Borges, admirador de la novela policíaca y detractor de la novela negra. Decía que la diferencia estaba en que en la novela policial, producido el crimen, alterado el orden, introducido el caos, el investigador daba con la solución y restauraba el orden. En cambio, en la novela negra, todo intento de investigar, de destapar las razones del caos, conduce a mayor caos y al cuestionamiento del orden.
Para reducirlo a lo esencial, en la novela policial se busca quién fue al autor de la muerte, ya sea la propia o la de un tercero, en tanto que en la novela negra la pregunta es por qué lo hizo. Qué razones, qué presiones, qué circunstancias llevaron a que alguien se mate o mate a un tercero. Y esa pregunta, en tanto que los humanos son entes sociales, lleva al entorno, a la sociedad y a los grupos de poder que compiten por el control, desde reglas de juego que no son las del acertijo ni las del marqués de Queensberry, que reglamentan el boxeo y prohíben pegar por debajo del cinturón, morder o patear los testículos del adversario.
Por estas cuestiones, que ponen en tela de juicio las imparcialidades, resulta sensato, utilitario y más en contacto con la realidad, no jugar a los cuartos cerrados, sino a las preguntas abiertas. ¿Durante los diez años de la investigación en torno al atentado a la AMIA nadie reparó en que no había avances? ¿La permanencia, en el circuito oficial, de agentes de inteligencia ligados a la última dictadura, es producto de la desidia y la falta de control? ¿La inconsistencia de las denuncias del fiscal, previas a su muerte, indican que alguien lo usó como torpedo? Si es así, ¿con qué lo apretaron para que diera ese paso, si él, por su profesión, sabía que era un disparo de humo? ¿Cuál fue su rol en un juego de poderes que lo puso en el rubro “use y tire”, de propia mano o de mano ajena?
De todas maneras, cualquiera que sea el punto de partida para ver el caso Nisman, y hacerse preguntas, conviene recordar que las sociedades que conocemos y habitamos son pirámides discontinuas, y esto vale tanto para la economía como para la aplicación de la justicia y las leyes. En términos económicos, una gran base tiene poco, mientras el vértice de la pirámide, mucho más pequeño, tiene tanto o más que toda la base en su conjunto. En términos de justicia, a cierta altura, cerca del vértice, la pirámide se corta, se discontinua, hay un vacío. Desde abajo hasta el corte, todos estamos sujetos a las leyes y todos somos investigables y procesables; todos estamos al alcance de la policía y los jueces. Del corte hacia arriba las reglas son otras, y se modifican, atenúan o ignoran en relación con el poder real –político y económico– de quien o quienes son sospechados de cometer el delito.
Algunos casos internacionales corroboran esa realidad. Por ejemplo, que las mentiras del general Colin Powell sobre armas de destrucción masiva que justificaron la invasión de Irak, nunca lo llevaron ante un tribunal. Por ejemplo, el suicidio, luego caratulado como homicidio, de Roberto Calvi, “el banquero de Dios”, que apareció colgado de un puente en Londres. Detrás y en torno al personaje, se movían el Banco Ambrosiano, el Banco del Vaticano y la logia Propaganda Due, de la que son aún parte Licio Gelli, conocido en Argentina por sus relaciones con Emilio Eduardo Massera, protagonista del golpe genocida de 1976, y el muy conocido Silvio Berlusconi. O, por ejemplo, las operaciones de entidades de inteligencia que actúan por sus propios intereses, o los de sus mandantes, que no siempre son los gobiernos de sus países. Un caso que lleva a esa franja de hechos fue la invasión de Cuba por Bahía de los Cochinos. Una jugada inconsulta de la CIA, ligada en ese tiempo a sectores del petróleo, para colocar entre la espada y la pared al presidente John F. Kennedy. El mismo Kennedy que reaccionó cuestionando la dirección de la CIA, para ser poco más tarde asesinado en Dallas, supuestamente por un desequilibrado Lee Oswald, que fue convenientemente silenciado con la muerte, como también lo sería luego su asesino, Jack Ruby.
El caso de Kennedy, a quien no mataron en un cuarto cerrado sino en una plaza de Dallas, a pleno sol, aún espera una respuesta que niegue la multiplicidad de datos que conducen a un asesinato programado. La sospecha, una vez que instalada, es muy difícil de erradicar. Desde la muerte de John F. Kennedy hasta hoy han pasado 52 años.

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Los griegos sacan su dinero de los bancos por temor a un ‘corralito’

Antes incluso de que el nuevo Gobierno de Grecia llegue a sentarse a renegociar las condiciones de su rescate, como es su intención, el Ejecutivo de Alexis Tsipras puede tener que hacer frente a una crisis aún más grave. Los bancos griegos están sufriendo una fuga de depósitos mayor incluso que la que vivieron las entidades en lo peor de la crisis de deuda europea en 2012, lo que pone en riesgo la liquidez del sistema.

Las entidades han perdido más de un 8% de los depósitos en el último mes

Imagen del parqué de la Bolsa de Atenas. EFE/Archivo



Los datos no dejan lugar a dudas. En diciembre pasado, los ciudadanos griegos retiraron 3.000 millones de euros en depósitos, una cifra que se ha disparado hasta los 11.000 millones este mes, dato todavía provisional. Según Bloomberg, la retirada de fondos de los bancos entre el 19 y el 23 de enero “fue incluso mayor que la que sufrió el país en mayo de 2012”,cuando se especulaba con la salida de Grecia del euro. Ante situaciones similares, los Gobiernos de otros países han optado por implantar restricciones de movimientos de capital, lo que se conoce como uncorralito financiero.
En noviembre pasado, el sistema financiero tenía 164.000 millones de euros en depósitos. Eso supone que entre diciembre y enero, la banca griega ha perdido el 8,5% del total de sus fondos, por debajo de los niveles más bajos registrados en 2012 de 151.000 millones.
“La fuga de depósitos refleja el temor a un impuesto sobre los depósitos y a controles de capital al estilo de los implantados en Chipre”, sostienen los analistas de Citigroup, que esta semana ha mandado a un equipo al país, que envía un informe de situación diario a sus clientes. A juicio de estos expertos, sin embargo, no parece existir temor entre los clientes a una salida de Grecia del euro.
La tesis del miedo a un corralito financiero pero sin abandonar la unión monetaria se confirmaría con el destino que los griegos dan al dinero que sacan de los bancos. Según JP Morgan, la mayoría lo guarda debajo del colchón, ya que los billetes en circulación en el país aumentaron “significativamente” en diciembre, en concreto en 2.200 millones de euros. “Eso sugiere que el 70% de los depósitos retirados van a parar bajo el colchón”, sostiene el banco en una nota. Tampoco falta quien está sacando su dinero del país. Por ejemplo, las compras de fondos monetarios con sede en Luxemburgo se han acelerado esta semana, un indicador de referencia según JP Morgan, hasta los 206 millones de euros, frente a los 91 millones de la semana anterior o los 107 millones registrados en todo el mes de diciembre.
Los expertos creen que el 70% del dinero retirado se guarda bajo el colchón
En esas circunstancias no es de extrañar que el sector financiero sufriera este miércoles en Atenas la peor jornada bursátil de su historia. Las acciones del Alpha Bank, el Banco Nacional de Grecia, el Pireus Bank y el Eurobank Ergasias cayeron entre un 25% y un 30% y hacían perder un 9,24% al índice general, hasta su nivel más bajo en dos años. Solo en esta semana los bancos han perdido más de 11.000 millones de euros de capital en los mercados, la misma cuantía que lograron atraer en todo 2014 y que se había convertido en una de las mayores de su historia. También han sufrido fuertes pérdidas las compañías eléctricas, cuya privatización ha sido paralizada por el nuevo Gobierno. La empresa eléctrica DEI perdía un 14,51%, mientras que el puerto de El Pireo retrocedía un 8,34% y el de Salónica un 12,50%.
El mercado augura que la tensión no va a desaparecer fácilmente y eso ha disparado la rentabilidad que exigen a la deuda griega. Los bonos a 10 años han pasado del 9,4% al 10,4% en una sola jornada y el rendimiento de la deuda que vence en julio de 2017 ha pasado del 10,9% del viernes pasado a superar el 16%. El Banco de Grecia asegura no tener problemas de fondos hasta el mes de marzo

Periodista alemán: "Mentimos para convencer de la necesidad de guerra contra Rusia"

El experiodista y exasesor del Gobierno federal de Alemania, Udo Ulfkotte, ha revelado su participación en el llamado 'periodismo negro', confesando que tuvo que mentir en reiteradas ocasiones. El destacado experiodista pone de manifiesto la campaña antirrusa en la prensa occidental.



26 ene 2015


WIKIPEDIA


"Mentía, traicionaba, recibía sobornos y ocultaba la verdad a la opinión pública", confiesa el periodista en su libro 'Gekaufte Journalisten' ('Periodistas comprados') enfatizando que "lo que estaba haciendo no era periodismo, sino propaganda". Para Ulfkotte, el colmo era la campaña antirrusa desatada en la prensa occidental, que comenzó hace un año bajo el liderazgo de la CIA, según recoge el portal Sputnikbig.


A su juicio, la cobertura de la prensa occidental de los acontecimientos en Ucrania es un claro ejemplo de manipulación de la opinión pública. "¡Es repugnante!", exclama Udo. "Si observamos desde fuera el trabajo de las redacciones de los principales medios, como 'Frankfurter Rundschau', 'Der Spiegel', a uno le da la sensación de que los editores y periodistas se han puesto cascos virtuales impermeables al sonido y repiten sin cesar '¡La guerra contra Rusia! ¡La guerra contra Rusia!'".

Ulfkotte no tiene dudas de que bajo el dictado de los servicios especiales 'Der Spiegel' publicó la información de que el Boeing malasio fue derribado sobre Ucrania por un misil ruso sin presentar ninguna prueba. Recuerda que esta información falsa fue un pretexto para la imposición de las sanciones occidentales contra Rusia, que de hecho, "ha sido una declaración de guerra económica a gran escala, que luego se complementó con precios del petróleo reducidos artificialmente y una depreciación del rublo orquestada".

El propósito principal del libro era la explicación del hecho de que "los periodistas mintieron a sus lectores a fin de convencerles de la necesidad de la guerra contra Rusia". Udo dice estar harto de este nivel de mentiras sólo propio de las 'repúblicas bananeras'. El experiodista denuncia que todos los noticieros de televisión y los principales periódicos y revistas que fomentan la opinión en Occidente, están siendo manipulados y distorsionados por Estados Unidos.

28 ene 2015

Las conexiones del fiscal Alberto Nisman con Estados Unidos que revela Wikileaks


A lo largo de los años, el fiscal Alberto Nisman no hizo más que dejar rastros de su alineamiento con Estados Unidos. En la colección de cables de la embajada norteamericana en Buenos Aires, dados a conocer por Wikileaks, hay decenas de informes de visitas de Nisman a la delegación diplomática donde discutía la orientación de la causa, pedía disculpas por no avisar de tal o cual medida que tomó y les enviaba textos que recién después presentaría a la Justicia.


Como transcribió Página 12 el 27 de febrero de 2011, los norteamericanos se mostraron muy enojados: “No hay que orientarse a la pista siria ni a la conexión local. Seguir esas pistas podría debilitar el caso internacional en contra de los acusados iraníes”. Las instrucciones al fiscal se las daban desde la Oficina Legal, nombre de fantasía usado en lugar de FBI. Desde ahí le marcaban la cancha.

Cuando terminó el juicio oral por el caso AMIA, con Carlos Telleldín y los policías bonaerenses declarados inocentes, el mismo tribunal ordenó que se investigara a los que sembraron pistas falsas en la investigación que consideraron “un armado al servicio de políticos inescrupulosos”. Esto derivó después en el procesamiento, confirmado, del ex juez Juan José Galeano, los ex fiscales, el comisario retirado Jorge “El Fino” Palacios, el titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy, varios agentes de la misma secretaría y hasta el titular de la DAIA, Rubén Beraja. Pese a que existía orden del tribunal de investigar, la embajada le insistía a Nisman que no fuera para ese lado, ni para la pista siria, ni para la conexión local. “Eso le da argumentos a los iraníes”, escribían en los cables publicados por Wikileaks.

Como relató en este diario el periodista Santiago O’Donnell el 17 de febrero de 2013, hubo 196 cables emitidos por la embajada en los que figuraba la sigla AMIA. O’Donnell transcribe de Wikileaks que en noviembre de 2006 Nisman le adelantó a la embajada que el juez Canicoba Corral procesaría a los sospechosos iraníes. En diciembre 2007, Nisman les presentó un borrador de una orden de captura de dos carillas, pero no les satisfizo a los funcionarios norteamericanos. Dos meses después llevó otro borrador de nueve páginas que sí fue aceptado.

En los cables se deja constancia que Nisman siempre estuvo dispuesto a colaborar, que les anticipaba sus decisiones y que incluso les pidió disculpas varias veces –figura en tres cables– porque en una ocasión no les adelantó una medida que iba a adoptar. Esto ocurrió en mayo de 2008. Los textos dejan en claro que es Nisman el que pide tomar contacto. En noviembre de ese mismo año, le anticipa a la embajada que accionará civilmente contra los iraníes. En mayo de 2009, Nisman llamó a la delegación diplomática para anticiparles que iba a pedir la captura de Samuel Salman El Reda, como una especie de coordinador del atentado.

Mucho antes de eso, en 2005, se produjo un curioso episodio del expediente. Nisman informó que ya tenía el nombre del conductor suicida que se estrelló en la AMIA, Ibrahim Hussein Berro, un joven libanés de 21 años. En uno de sus decenas de viajes a Estados Unidos, Nisman entrevistó a dos hermanos de Berro que vivían en Detroit. Al regreso, el fiscal –asistido por funcionarios norteamericanos– sostuvo que Abbas y Hassan Berro habían declarado que efectivamente Ibrahim fue el suicida. Pero una lectura de la declaración de los hermanos lleva a la conclusión contraria: dijeron que estaban convencidos que Ibrahim murió en el sur del Líbano. Los hermanos repitieron esto en varias radios argentinas, poniendo en duda lo armado por Nisman y funcionarios norteamericanos. Por supuesto que tampoco se encontró ningún rastro en Migraciones o en cualquier otra instancia de que Ibrahim haya estado por este lado del planeta.

En mayo de 2008 se dio el momento de mayor desazón del entonces embajador Earl Anthony Wayne. En un cable emitido a las 23 horas del 22 de mayo, el representante norteamericano se quejó por el pedido de detención de Carlos Menem y los demás funcionarios por desviar la investigación. “Cuando la oficina de Legales (en verdad el FBI) le hizo notar a Nisman que su anuncio podía llevar otra vez a que el gobierno iraní cuestionase la credibilidad o imparcialidad de la investigación, Nisman dijo que no debería, aunque luego concedió que no había considerado las implicancias que el pedido de detención podría tener en la investigación internacional.” Otra cosa que molestaba al embajador: que los medios consideraban a Alberto Kanoore Edul como la punta de la llamada pista siria. Una de las vertientes de la causa del encubrimiento fue que el ciudadano argentino de origen siriolibanés Kanoore Edul le había hecho un llamado a Carlos Telleldín una semana antes del atentado. Telleldín fue quien armó la Trafic, con partes robadas, que estalló en la AMIA. Kanoore Edul nunca pudo explicar esa llamada, por lo que se ordenaron allanamientos en sus domicilios. La medida se demoró a raíz de que el padre de Kanoore Edul, viejo amigo de Carlos Menem, fue a la Casa Rosada a hablar con Munir Menem. Eso retrasó los allanamientos varias horas. Nisman puso en marcha una investigación sobre esos hechos, pero a los norteamericanos no les gustó nada: no querían ni que se acuse a Menem ni a los sirios ni que se buscara la conexión local. Su objetivo eran los iraníes.

En su vínculo con la embajada, Nisman no estaba solo. Su referente en la SI, Jaime Stiuso, representaba a quienes dentro de la secretaría se alineaban con los servicios de inteligencia norteamericanos. Los hombres cercanos a Daniel Scioli sostienen que fueron agentes de Estados Unidos los que filmaron al gobernador en el último viaje a Miami, cuando estuvo con Bill Clinton, y que desde allá le hicieron llegar las imágenes al sector alineado con ellos en la SI. De ese grupo, la filmación pasó a un candidato opositor.

Semejantes maniobras y las operaciones desde la SI, a través de jueces de Comodoro Py, contra el Memorandum también fueron características de los últimos tiempos. Eso puso en marcha la decisión de la Presidenta de hacer un fuerte recambio de toda la cúpula de la SI.

Herido por la pérdida de su referente en la Inteligencia y los fondos que eso significaba, con pocas chances de llevar algo a la embajada, el fiscal pateó ayer el tablero. Tal vez busca convertirse en una víctima y tiene la esperanza de sacarse de encima una causa de cuyos magros avances –como dicen los familiares– es uno de los responsables.

Raúl Kollmann

Página 12

El Gobierno mexicano da por asesinados e incinerados a los 43 normalistas

“Encargué que mataran a los estudiantes y destruyeran todo”

Uno de los padres de los normalistas, ante el basurero de Cocula / SAÚL RUIZ

Los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa han dejado el mundo de los desaparecidos y entrado oficialmente en el de los muertos. Desde este martes, las autoridades mexicanas les consideran fallecidos y sostienen, ya sin asomo de duda, que fueron detenidos, asesinados e incinerados. Y todo por una terrible confusión: los sicarios de Guerreros Unidos les tomaron por integrantes de un cartel rival, Los Rojos. Esta conclusión, rechazada de plano por las familias, abre el camino al cierre de un caso que ha convulsionado al país como pocos en la historia reciente y cuya persistencia en las primeras planas, alimentada por las dudas sobre la investigación oficial, lo había transformado en un huésped incómodo para el Ejecutivo. Un foco de erosión y protesta ante el que el presidente, cuyo nivel de aceptación popular toca mínimos históricos, ha decidido pasar página: “Estoy convencido de que este instante, este momento de la historia de México, de pena, tragedia y dolor, no puede dejarnos atrapados; no podemos quedarnos ahí”.
En este nuevo capítulo de la tragedia de Iguala ha jugado un papel fundamental la reciente detención de Felipe Rodríguez Salgado, alias El Cepillo. Este sicario de Guerreros Unidos, líder de una célula de 10 maleantes, fue el hombre que, según confesión propia, recibió la instrucción de su jefe de liquidar a los estudiantes. El núcleo de su espeluznante declaración habla por sí mismo: “El Chucky [su jefe] me llamó por teléfono y me dijo que me iban a entregar dos paquetes con detenidos y que eran de Los Rojos […] Eran entre 38 y 41, no los conté; algunos venían amarrados con mecate o esposados, y otros golpeados y ensangrentados […]. Al llegar al basurero de Cocula, bajamos a los estudiantes de las camionetas. Me percaté de que algunos, los que estaban abajo, ya habían muerto, creo que por asfixia. Quedaban vivos unos 15 a 18 estudiantes […]. Le encargué a El Pato que se hiciera cargo de todo, de entrevistarles y darles piso y que destruyera todo […]. El Pato ya había acostado a cuatro detenidos y les disparó en la nuca”.
Con esta explosiva confesión en la mano, el Gobierno mexicano decidió salir en tromba y poner punto final a las especulaciones sobre la tragedia de Iguala. Para ello puso delante de las cámaras al procurador general, Jesús Murillo Karam, y al director de la Agencia de Investigación Criminal, Tomas Zerón. Ambos dieron un intenso repaso a las investigaciones efectuadas: 487 informes periciales, 386 declaraciones, 99 detenidos, 95 teléfonos móviles investigados, 14 registros… De esta batería de pruebas destacaron los restos óseos (uno de ellos identificado por el ADN como perteneciente al normalista Alexander Mora Venancio), las trazas de la pira que supuestamente devoró los cadáveres, las confesiones de los sicarios y los agentes municipales, los reconocimientos de los supervivientes, así como las conexiones y ubicaciones de los teléfonos celulares esa noche. Todo ello les permitió ofrecer un cuadro final, “una verdad histórica” de lo ocurrido, y que, en esencia, corresponde con la reconstrucción oficial conocida desde noviembre pasado.


El relato se inicia la tarde del 26 de septiembre, cuando los normalistas entraron en Iguala (Guerrero) con la intención de recaudar fondos para sus actividades y de tomar a la fuerza cuatro autobuses para asistir a la conmemoración de la matanza de Tlatelolco en la Ciudad de México. Su llegada a una localidad sometida al imperio del cartel de Guerreros Unidos no pasó inadvertida. Los halcones alertaron a sus jefes, entre ellos, al propio alcalde y su esposa, dos importantes integrantes de la organización criminal. La orden de pararles devino en locura. La Policía Municipal de Iguala, una terminal del narco, inició una feroz persecución que dejó sobre el asfalto seis muertos y permitió la captura de 43 aterrados estudiantes. Para borrar huellas, se les puso en manos de los agentes del vecino municipio de Cocula, igualmente corruptos. Los sicarios estaban convencidos de que entre los estudiantes había miembros del cartel rival, Los Rojos. Y de la captura se pasó al exterminio. Los normalistas fueron entregados a los sicarios en el paraje de Lomas del Coyote. Subidos en dos camionetas, fueron trasladados hasta un recóndito basurero de Cocula. Apilados como bestias, uno encima del otro, la mayoría llegó muerta por asfixia. A los supervivientes, una vez en el vertedero, les mataron de un tiro en la nuca. Sus cadáveres fueron incinerados en una inmensa pira y los restos, siempre según esta versión, arrojados en bolsas de basura al río San Juan.
Pese a la abundancia de testimonios aportados, la intención gubernamental de pasar página va a ser difícil del cumplir. El propio procurador general reconoció que mientras no se detenga a todos los implicados la investigación seguirá abierta. Entre los prófugos se encuentran los jefes policiales de Iguala y Cocula y también los lugartenientes de Guerreros Unidos que dieron la orden de matar a los estudiantes. Sus testimonios son claves para despejar las últimas dudas. Entre ellas, la fundamental: por qué los sicarios tomaron a los estudiantes por un cartel rival. Murillo Karam señaló que no hay ninguna prueba que indiqué que hubiera infiltrados del narco entre los estudiantes. Y si esto es así, ¿qué ocasionó esa terrible confusión?
Tampoco le resultará fácil al Gobierno, en pleno año electoral, restaurar la confianza. Las familias de los fallecidos se han distanciado de las tesis oficiales. Para muchos de ellos, el Ejecutivo carece de credibilidad y se niega a llegar al final de la trama. “Repudiamos la forma de actuar el Gobierno, pretenden cerrar de forma descarada el caso y no les importa el daño que causen a las familias. No bastan las declaraciones de los asesinos, queremos una demostración científica. Los padres seguimos en la lucha”, señaló el portavoz de las familias, Felipe de la Cruz. “Falta de mascada información no podemos permitir que este caso se cierre de un día para otro”, afirmó el representante de los normalistas, David Flores.
Bajo esta borrasca, algunos medios que han llegado a apuntar a la responsabilidad del Ejército y de la Policía Federal en la matanza. Una imputación que desmienten las autoridades mexicanas. Pero la hoguera difícilmente se apagará. Las protestas por la tragedia de Iguala siguen convocando a miles de personas y, en un país que se ha visto sacudido en pocos meses por una sucesión de escándalos en las más altas esferas, cualquier chispa puede ahondar la crisis.

Nisman y los desaparecidos(1) de La Tablada

La carrera judicial del fallecido fiscal Alberto Nisman pegó un salto con la investigación sobre las desapariciones de dos militantes del MTP que en 1989 asaltaron el cuartel de La Tablada. Su tarea, solicitada especialmente por el juez Gerardo Larrambebere, convalidó la versión del Ejército: Iván Ruíz y José Díaz habían logrado escapar desarmados y heridos, después de combatir durante ocho horas, de un cuartel rodeado de policías y militares


Por: Felipe Celesia-Pablo Waisberg* Infojus Noticias 24/1/15
La carrera judicial del fallecido fiscal Alberto Nisman comenzó a pisar sobre firme con la investigación sobre las desapariciones de dos militantes del Movimiento Todos por la Patria (MTP), que el 23 de enero de 1989 asaltaron el Regimiento de Infantería Mecanizada 3, en La Tablada. Su tarea, solicitada especialmente por el juez Gerardo Larrambebere,  convalidó la versión del Ejército: Iván Ruíz y José Díaz habían logrado escapar desarmados y heridos, después de combatir durante ocho horas, de un cuartel rodeado de policías y militares.
Nisman -que fue encontrado muerto el lunes pasado-  trabajaba en el Juzgado en lo Criminal y Correccional 1 de Morón, a cargo de Larrambebere, cuando se produjo el asalto. La investigación les correspondía a ellos. Nisman llevaba otros temas en el juzgado pero Larrambebere se quedó impresionado por algunos de sus escritos y lo sumó al equipo que tuvo en sus manos la causa políticamente más delicada de aquel momento.
Uno de los temas que le encargó fue investigar la desaparición de Ruíz y Díaz. Los dos militantes habían logrado salir de la Guardia de Prevención el 23 de enero por la tarde, después de combatir desde las seis de la mañana hasta pasado el mediodía. Saltaron por una ventana cuando el techo se desplomaba por el fuego que consumía la estructura e inmediatamente los detuvieron los comandos del Ejército que participaban de la recuperación del cuartel, que terminó con 39 muertos –entre civiles, policías y militares- y cuatro asaltantes desaparecidos.
De ese momento existe una serie fotográfica, que tomó Eduardo Longoni, donde aparecen los guerrilleros saltando por la ventana, uno de ellos visiblemente herido. Ambos estaban desarmados y fueron llevados hacia los fondos del cuartel por dos o tres militares. Todo eso se ve en las fotos tomadas por Longoni y publicadas en los diarios de la época.
Con los testimonios de los militares -Larrambebere constituyó el juzgado en el cuartel y le tomó declaración a todos los uniformados-, Nisman empezó a reconstruir el destino de Ruiz y Díaz: el teniente Carlos Alberto Naselli se los entregó al cabo primero Hugo Stegmann; que los dejó a cargo del mayor Jorge Varando; quien los derivó en custodia al sargento ayudante Ricardo Esquivel. Pero Esquivel murió en la batalla.
La versión militar completa sostenía que Ruiz y Díaz se habían fugado y sugería incluso que eran los responsables del balazo en la cabeza que había recibido el santafesino Esquivel. Nisman dio por válida esa versión que habían evaluado en el juzgado, elaboró el escrito, lo firmó y se lo llevó a Larrambebere para que sumara su firma. En esa misma resolución dictaron la captura internacional de los dos guerrilleros, que estuvo vigente hasta 1997, incluso cuando en el registro final de sus vidas se los veía postrados y desarmados ante un militar con un fusil en la mano
El juez y sus colaboradores evaluaron que no había alternativa de “prosecución” de la investigación y que si se seguía adelante era parte de una “convicción” personal pero que no había pruebas.
—¿Entendieron o sintieron que los militares les habían mentido?- le preguntamos en 2013 a un integrante del equipo que analizó el tema durante la investigación para La Tablada. A vencer o morir. La última batalla de la guerrilla argentina.
—En ese momento, no tanto; bastante después, sí, como que en definitiva a esos tipos los habían sacado del cuartel con vida. Estaban los que opinaban que evidentemente los sacaron y los mataron, y los que no creían para nada en eso. Algunos decían que en el fragor del combate, cotejando con otras declaraciones que los militares habían hecho con anterioridad, más o menos cerraba que hubieran muerto en combate. No te digo cincuenta y cincuenta, pero legalmente se llegaba a ese punto. La duda pasaba por un tema de convicción, pero no basado en prueba del expediente.
Quince años después, el sargento retirado del Ejército José Almada presentó ante la Justicia una carta que envió al general de brigada Juan Carlos Willington después del asalto. En la misiva, el sargento precisó que durante el recupero de La Tablada fue testigo de las “brutales” torturas a Ruiz y Díaz a manos de dos oficiales de inteligencia. Almada también aseguró haber visto como Iván y José eran introducidos en un Ford Falcon y sacados del predio por gente de civil, cerca de las tres de la tarde del 23 de enero.
Nisman también investigó las torturas a las que fueron sometidos los trece militantes del MTP que sobrevivieron al asalto en la oficina de Logística, ubicada en los fondos del cuartel. Los guerrilleros denunciaron que fueron golpeados, quemados, vejados, y que se realizaron al menos dos ejecuciones sumarias: las de Berta Calvo y Pablo Ramos. También, que se llevaron con vida a Francisco Provenzano y Carlos Samojedny, aún desaparecidos.
En su evaluación de la denuncia, Nisman desestimó las acusaciones por carecer de “sustento fáctico suficiente” y fundamentó: Juan Carlos Abella fue revisado por médicos legistas cuatro veces, sin que se encontraran heridas; Miguel Faldutti, que denunció haber sido drogado, no tenía rastros de sustancias en la sangre; Dora Molina y Manuel Burgos no habían podido reconocer a sus agresores y Daniel Gabioud no tenía las lesiones que dijo tener.
Con esta sutil mezcla entre que no se podía probar y que no era cierto, el Juzgado Federal 1 de Morón, y sus integrantes, cerraron la vía judicial para investigar y castigar los excesos militares cometidos en el cuartel durante un gobierno democrático. Ruiz, Díaz, Samojedny y Provenzano se convirtieron en los primeros desaparecidos políticos tras el final de la última dictadura
Veinticinco años después, la procuradora Alejandra Gils Carbó, estimó ante un pedido de los familiares de los desaparecidos, que la Justicia argentina no había extremado sus esfuerzos para investigar las violaciones a los derechos humanos en La Tablada y consideró que debía reabrirse el expediente. Pocos meses después, en la última acordada del año, la Corte Suprema de Justicia ratificó este criterio haciendo suyos los fundamentos e instó al aparato judicial a que avance para determinar qué ocurrió con estos cuatro desaparecidos cuyo paradero, y destino, la democracia tiene pendiente.
1 Quieren decir "detenidos-desaparecidos".
Autores de "La Tablada. A vencer o morir. La última batalla de la guerrilla argentina" (Aguilar, 2013).

Fidel: “No confío en EEUU, pero se han dado los pasos pertinentes”

“No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra”, señaló Fidel Castro, en su primer pronunciamiento público sobre el tema.

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“El presidente de Cuba ha dado los pasos pertinentes de acuerdo a sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea Nacional y el Partido Comunista de Cuba”, añadió Fidel respecto del acercamiento pactado entre su hermano y presidente de la isla, Raúl Castro y el mandatario estadounindense, Barack Obama.
“Cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre EEUU y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique la fuerza o el empleo de la fuerza, deberá ser tratada de acuerdo con los principios y normas internacionales”, indicó el ex presidente en su carta leída en la televisión estatal.
“Defenderemos siempre la cooperación y la amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos”, subrayó.
Fidel Castro no se había pronunciado hasta ahora sobre el acuerdo del pasado 17 de diciembre entre Washington y La Habana para retomar las relaciones diplomáticas rotas en 1961.
Los medios estatales tampoco habían difundido fotos actuales del ex presidente, por ejemplo al lado de los tres espías recién liberados por Estados Unidos como parte del acuerdo entre Obama y Raúl Castro.
El silencio de Fidel causaba desde hace semanas inquietud en la isla, y su ausencia también dio pie a comienzos de mes a una nueva ola de rumores sobre su muerte, en especial en medios del exilio anticastrista afincado en Miami y en Madrid.
Fidel Castro hizo pública su “posición esencial” en una carta dirigida a la Federación Estudiantil Universitaria, que fue leída íntegramente por un estudiante ante un micrófono en un acto transmitido por la televisión estatal.
Castro vive alejado de los focos públicos en su casa en el oeste de La Habana desde que una grave enfermedad intestinal lo forzó a delegar la presidencia en su hermano Raúl, actualmente de 83 años, en 2006.
En los últimos tiempos, las apariciones públicas de Fidel se hicieron cada vez más escasas. La última vez que se le vio fuera de su casa fue en enero de 2014, cuando visitó de forma inesperada una galería de arte habanera.
También la publicación de sus “reflexiones” es cada vez menos habitual. En la isla se especulaba desde hace semanas con el papel que podía haber jugado en el acercamiento diplomático entre Washington y La Habana, pero en tal sentido dijo que no intercambió “ni una palabra con ellos (Estados Unidos)”.
“Defender la paz es un deber de todos. Cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre Estados Unidos y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique el empleo de la fuerza, deberá ser tratada de acuerdo a los principios y normas internacionales”, opinó el estadista.
También apuntó que Cuba defenderá “siempre la cooperación y amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos. Es lo que estamos reclamando para todos”.
El acuerdo de diciembre entre Washington y La Habana se gestó en unos 18 meses de conversaciones secretas con mediación del gobierno de Canadá y el Vaticano, con activo involucramiento del papa Francisco.
Estados Unidos y Cuba iniciaron la semana pasada en La Habana las negociaciones formales para normalizar sus relaciones tras más de 50 años de ruptura y que deben conducir próximamente a la reapertura de embajadas en ambas capitales.
El gobierno de Obama reveló que se había tratado de diálogos “productivos” y “constructivos”, aunque matizó que se tratará de un proceso “largo y complejo”.
Las delegaciones de negociadores lideradas por dos mujeres, la estadounidense Roberta Jacobson y la cubana Josefina Vidal, deben celebrar en las próximas semanas una nueva ronda de negociaciones.
Telam
AQUI EL TEXTO COMPLETO DE LA CARTA DE FIDEL
Para mis compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria
26 enero 2015 
Queridos compañeros:
Desde el año 2006, por cuestiones de salud incompatibles con el tiempo y el esfuerzo necesario para cumplir un deber —que me impuse a mí mismo cuando ingresé en esta Universidad el 4 de septiembre de 1945, hace 70 años—, renuncié a mis cargos.
No era hijo de obrero, ni carente de recursos materiales y sociales para una existencia relativamente cómoda; puedo decir que escapé milagrosamente de la riqueza. Muchos años después, el norteamericano más rico y sin duda muy capaz, con casi 100 mil millones de dólares, declaró ―según publicó una agencia de noticias el pasado jueves 22 de enero—, que el sistema de producción y distribución privilegiada de las riquezas convertiría de generación en generación a los pobres en ricos.
Desde los tiempos de la antigua Grecia, durante casi 3 mil años, los griegos, sin ir más lejos, fueron brillantes en casi todas las actividades: física, matemática, filosofía, arquitectura, arte, ciencia, política, astronomía y otras ramas del conocimiento humano. Grecia, sin embargo, era un territorio de esclavos que realizaban los más duros trabajos en campos y ciudades, mientras una oligarquía se dedicaba a escribir y filosofar. La primera utopía fue escrita precisamente por ellos.
Observen bien las realidades de este conocido, globalizado y muy mal repartido planeta Tierra, donde se conoce cada recurso vital depositado en virtud de factores históricos: algunos con mucho menos de los que necesitan; otros, con tantos que no hayan que hacer con ellos. En medio ahora de grandes amenazas y peligros de guerras reina el caos en la distribución de los recursos financieros y en el reparto de la producción social. La población del mundo ha crecido, entre los años 1800 y 2015, de mil millones a siete mil millones de habitantes. ¿Podrán resolverse de esta forma el incremento de la población en los próximos 100 años y las necesidades de alimento, salud, agua y vivienda que tendrá la población mundial cualquiera que fuesen los avances de la ciencia?
Bien, pero dejando a un lado estos enigmáticos problemas, admira pensar que la Universidad de La Habana, en los días en que yo ingresé a esta querida y prestigiosa institución, hace casi tres cuartos de siglo, era la única que había en Cuba.
Por cierto, compañeros estudiantes y profesores, debemos recordar que no se trata de una, sino que contamos hoy con más de cincuenta centros de Educación Superior repartidos en todo el país.
Cuando me invitaron ustedes a participar en el lanzamiento de la jornada por el 70 aniversario de mi ingreso a la Universidad, lo que supe sorpresivamente, y en días muy atareados por diversos temas en los que tal vez pueda ser todavía relativamente útil, decidí descansar dedicándole algunas horas al recuerdo de aquellos años.
Me abruma descubrir que han pasado 70 años. En realidad, compañeros y compañeras, si matriculara de nuevo a esa edad como algunos me preguntan, le respondería sin vacilar que sería en una carrera científica. Al graduarme, diría como Guayasamín: déjenme una lucecita encendida.
En aquellos años, influido ya por Marx, logré comprender más y mejor el extraño y complejo mundo en que a todos nos ha correspondido vivir. Pude prescindir de las ilusiones burguesas, cuyos tentáculos lograron enredar a muchos estudiantes cuando menos experiencia y más ardor poseían. El tema sería largo e interminable.
Otro genio de la acción revolucionaria, fundador del Partido Comunista, fue Lenin. Por eso no vacilé un segundo cuando en el juicio del Moncada, donde me permitieron asistir, aunque una sola vez, declaré ante jueces y decenas de altos oficiales batistianos que éramos lectores de Lenin.
De Mao Zedong no hablamos porque todavía no había concluido la Revolución Socialista en China, inspirada en idénticos propósitos.
Advierto, sin embargo, que las ideas revolucionarias han de estar siempre en guardia a medida que la humanidad multiplique sus conocimientos.
La naturaleza nos enseña que pueden haber transcurrido decenas de miles de millones de años luz y la vida en cualquiera de sus manifestaciones está siempre sujeta a las más increíbles combinaciones de materia y radiaciones.
El saludo personal de los Presidentes de Cuba y Estados Unidos se produjo en el funeral de Nelson Mandela, insigne y ejemplar combatiente contra el Apartheid, quien tenía amistad con Obama.
Baste señalar que ya en esa fecha, habían trascurrido varios años desde que las tropas cubanas derrotaran de forma aplastante al ejército racista de Sudáfrica, dirigido por una burguesía rica y con enormes recursos económicos. Es la historia de una contienda que está por escribirse. Sudáfrica, el gobierno con más recursos financieros de ese continente, poseía armas nucleares suministradas por el Estado racista de Israel, en virtud de un acuerdo entre este y el presidente Ronald Reagan, quien lo autorizó a entregar los dispositivos para el uso de tales armas con las cuales golpear a las fuerzas cubanas y angolanas que defendían a la República Popular de Angola contra la ocupación de ese país por los racistas. De ese modo se excluía toda negociación de paz mientras Angola era atacada por las fuerzas del Apartheid con el ejército más entrenado y equipado del continente africano.
En tal situación no había posibilidad alguna de una solución pacífica. Los incesantes esfuerzos por liquidar a la República Popular de Angola para desangrarla sistemáticamente con el poder de aquel bien entrenado y equipado ejército, fue lo que determinó la decisión cubana de asestar un golpe contundente contra los racistas en Cuito Cuanavale, antigua base de la OTAN, que Sudáfrica trataba de ocupar a toda costa.
Aquel prepotente país fue obligado a negociar un acuerdo de paz que puso fin a la ocupación militar de Angola y el fin del Apartheid en África.
El continente africano quedó libre de armas nucleares. Cuba tuvo que enfrentar, por segunda vez, el riesgo de un ataque nuclear.
Las tropas internacionalistas cubanas se retiraron con honor de África. Sobrevino entonces el Periodo Especial en tiempo de paz, que ha durado ya más de 20 años sin levantar bandera blanca, algo que no hicimos ni haremos jamás.
Muchos amigos de Cuba conocen la ejemplar conducta de nuestro pueblo, y a ellos les explico mi posición esencial en breves palabras.
No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra. Defender la paz es un deber de todos. Cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre Estados Unidos y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique la fuerza o el empleo de la fuerza, deberá ser tratada de acuerdo a los principios y normas internacionales. Defenderemos siempre la cooperación y la amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos. Es lo que estamos reclamando para todos.
El Presidente de Cuba ha dado los pasos pertinentes de acuerdo a sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea Nacional y el Partido Comunista de Cuba.
Los graves peligros que amenazan hoy a la humanidad tendrían que ceder paso a normas que fuesen compatibles con la dignidad humana. De tales derechos no está excluido ningún país.
Con este espíritu he luchado y continuaré luchando hasta el último aliento.
Fidel Castro Ruz
Enero 26 de 2015
12 y 35 p.m.

Islam y prejuicios

Ali Khamenei estima que la campaña de prensa contra el islam, hoy reactivada después de los atentados registrados en Francia, se basa en falsedades y conduce a la violencia. En este texto, muy alejado de la idea que alguien puede hacerse en Occidente sobre el Guía Supremo de la Revolución Islámica, Ali Khamenei no exhorta los jóvenes de Europa y de Norteamérica a la conversión sino a no dejarse manipular.

Alí Jamenei
Líder Supremo de la Revolución Islámica.
 


¿Ya ha tenido usted conocimiento del mensaje del islam a través de alguna fuente que no sean los medios de prensa?

Los acontecimientos recientemente ocurridos en Francia y otros hechos similares en otros países occidentales me han convencido de la necesidad de escribir este mensaje. Si he optado por dirigirme a ustedes directamente, no es con una voluntad deliberada de ignorar a los padres de ustedes sino porque el futuro de sus países está en manos de ustedes y porque la búsqueda de la verdad está más presente en los corazones de ustedes. Al mismo tiempo, no busco aquí dirigirme a los responsables políticos porque pienso que estos últimos han separado, de manera consciente, los caminos de la política de los caminos de la honestidad y la franqueza.

El tema que aquí quiero abordar con ustedes es el islam, y más específicamente el rostro que de él se les está presentando a ustedes. Desde hace dos decenios, o sea desde el derrumbe de la Unión Soviética, se ha hecho todo lo posible por presentar esta religión como un enemigo al que hay que temer. La estimulación de los sentimientos de miedo y de odio y el uso de estos sentimientos con objetivos poco loables cuentan por desgracia con un extenso pasivo en la historia política de Occidente. No es necesario mencionar aquí las diversas fobias que han podido ser vehiculadas en el seno de las naciones occidentales. Recorriendo rápidamente los estudios históricos actuales, podrán ustedes comprobar por sí mismos que las investigaciones historiográficas recientes hacen una crítica consecuente del papel de los Estados occidentales en la falsificación de la imagen de las demás naciones y culturas. La historia de Europa y de Estados Unidos está marcada por la vergüenza que constituyen los periodos de la esclavitud y –posteriormente– de la colonización, así como por un conjunto de formas de opresión y de injusticias cometidas contra las personas de color o de creencias diferentes. Los investigadores y los historiadores de ustedes han dedicado numerosos estudios críticos a los derramamientos de sangre perpetrados en nombre de la religión durante las disensiones entre católicos y protestantes, y también en nombre de la nación o de la etnia durante la Primera y la Segunda Guerras Mundiales.

El acto mismo de reconocer tales hechos es digno de elogio. Pero no es mi deseo hacer aquí un inventario de esa larga lista de hechos deplorables sino más bien invitarlos a ustedes a que les planteen a sus intelectuales las siguientes preguntas:
¿Por qué en Occidente la conciencia colectiva siempre se despierta con decenios, cuando no con siglos de atraso?
¿Por qué el examen de esa conciencia colectiva debe concentrarse única y exclusivamente hacia las realidades de un pasado lejano y silenciar los problemas actuales?
¿Por qué se trata de impedir la formación de una reflexión general sobre un tema tan importante como la manera de abordar y de tratar la cultura y el pensamiento musulmanes?

Bien saben ustedes que la humillación y el hecho de suscitar sentimientos de odio y de miedo hacia «el otro» constituyen el terreno fértil común al conjunto de las empresas de dominación basadas en la opresión. Quiero que ustedes se pregunten ahora:
¿Por qué la vieja política tendiente a fomentar el miedo y el odio tiene esta vez como blanco el islam y los musulmanes, e incluso con una intensidad sin precedente?
¿Por qué en el mundo actual el sistema del poder quiere marginar el pensamiento islámico y confinarlo a un papel pasivo?
¿Será que el islam incluye pensamientos y valores que contrarían las ambiciones de las grandes potencias?
¿Qué intereses se benefician con la difusión de representaciones erróneas sobre el islam?

Mi primer deseo es por lo tanto que ustedes mismos se interroguen sobre los elementos de esta demonización masiva del islam.

Mi segundo deseo es que, en reacción ante los numerosos a priori y juicios negativos, traten ustedes de conocer mejor esta religión y que lo hagan de manera directa y sin intermediarios. Una lógica sana implica al menos que ustedes sepan en qué consiste exactamente esa realidad de la que alguien quiere que ustedes huyan y que alguien les presenta como algo amenazador.

No los invito a ustedes a aceptar necesariamente mi manera de ver el islam ni tal o más cual concepción particular sobre él sino que les incito a rechazar que esa realidad dinámica e influyente del mundo actual les sea presentada a ustedes a través del filtro de designios políticos poco loables. No permitan ustedes que los terroristas, a menudo surgidos de los mismos poderes que dicen condenarlos, les sean presentados a ustedes como representantes del islam. Traten ustedes de conocer el islam a través de sus fuentes auténticas y de primera mano, a través del Corán y de la vida de su Profeta. Hay preguntas que merecen respuesta:
¿Ya han consultado ustedes directamente el libro sagrado de los musulmanes?
¿Han estudiado ustedes las enseñanzas humanas y morales impartidas por el Profeta del islam?
¿Ya han tenido ustedes conocimiento del mensaje del islam a través de una fuente que no sean los medios de prensa?
¿Ya se han preguntado ustedes sobre qué bases y en función de cuáles valores ese mismo islam que tanto se diaboliza ha sido la fuente de una de las civilizaciones más grandes del mundo y cuna de los más grandes pensadores a lo largo de muchos siglos?

Yo les pido a ustedes que no permitan que las representaciones denigrantes que pueden hacerse de esta gran religión levanten barreras sicológicas entre esa realidad y ustedes, privándolos así a ustedes de toda posibilidad de juzgar de manera imparcial. En un mundo donde los medios de comunicación han echado abajo las barreras geográficas, no permitan que alguien encierre las mentes de ustedes en límites completamente inventados. Si bien nadie puede borrar por sí solo el abismo creado entre esos a priori y la realidad, cada uno de ustedes puede, mediante su propio esfuerzo personal, ser capaz de distinguir lo verdadero de lo falso, de contribuir a crear los puentes que ayuden a remediar la existencia de tales abismos. A pesar de las dificultades inherentes a ese desafío, ese esfuerzo de pensamiento puede contribuir a hacer nacer nuevas interrogantes en los espíritus sedientos de verdad. Y los esfuerzos de ustedes por obtener respuestas a esas preguntas constituyen de por sí una posibilidad de descubrir nuevas verdades. Así que no dejen ustedes pasar esta ocasión de alcanzar una comprensión más justa y desprejuiciada del islam.

Es posible que de esa manera, gracias al sentido que ustedes tienen de la responsabilidad ante la verdad y la justicia, las futuras generaciones logren analizar este periodo de interacciones de Occidente con el islam con una conciencia más serena que antes.
RED VOLTAIRE | TEHERÁN (IRÁN) | 23 DE ENERO DE 2015