Cecilia González
19 oct 2020
El pueblo boliviano, al final, no estaba cansado del Movimiento al Socialismo, como muchos nos quisieron hacer creer durante un año. Las elecciones de ayer confirmaron que el MAS es una fuerza política sólida y duradera que logró imponerse en el poder otra vez a fuerza de votos. Que es, sobre todo, el partido con mayor respaldo popular en un país que tuvo que padecer una dictadura que fue apoyada por organismos internacionales, gobiernos, políticos, intelectuales y medios de comunicación a los que no les importó avalar un golpe de Estado. Hoy, son los grandes perdedores.