Los investigadores sitúan al nuevo imán de Ripoll al frente del grupo terrorista
Pedro Águeda / José Precedo / Marcos Pinheiro
19/08/2017
Momento del registro ayer de un domicilio en la calle Pont d'Olot de Ripoll (Girona). EFE
Abdelbaki Essati llegó hace meses a la mezquita para resolver las discrepancias entre dos grupos de fieles y pudo haber muerto antes de los atentados. El imán lideró el proceso de radicalización de los jóvenes muertos y detenidos de la célula que atentó en Barcelona y Cambrils. Los Mossos intentan verificar si Essati es la segunda víctima mortal cuyos restos han aparecido entre los escombros de la casa de Alcanar
El enfrentamiento entre dos grupos en la mezquita de Ripoll que frecuentaban los jóvenes autores de los atentados de Barcelona y Cambrils provocó hace meses la llegada de un nuevo imán para, en principio, poner orden y apaciguar el ambiente.
A la postre, las consecuencias fueron nefastas. Según manejan los investigadores, el imán Albdelbaki Essati es un salafista responsable de que el grupo de jóvenes en proceso de radicalización se convirtiera en un comando yihadista dispuesto a perpetrar una masacre. Es o era, porque los Mossos tratan de determinar si falleció en la explosión de Alcanar y si pertenecen a él los restos de un segundo cuerpo hallado entre los escombros.
El trabajo sobre el terreno de los Mossos d'Esquadra en las últimas horas ha incluido recabar testimonios que permiten empezar a dibujar qué ocurrió en las vidas de la docena de jóvenes implicados en los atentados de Catalunya, hasta dar con el nombre de Aldelbaki Essati, han informado a eldiario.es fuentes de la lucha antiterrorista.
La Policía autonómica ha informado esta mañana de que registra la casa de un imán en la calle Sant Pere de la localidad de Ripoll.
Algunos de los identificados como miembros del comando terrorista son muy jóvenes. El menor, Moussa Oukabir, de 17 años, es uno de los fallecidos en el atentado de Cambrils por la actuación de los Mossos. Otros dos de los que viajaban en ese Audi A3 con el que intentaron provocar otra masacre tenían 19 años. Se trata de Said Allá y El Houssaine Abouyaaqoub. Este es hermano de la persona más buscada ahora mismo por las fuerzas de seguridad, Younes Abouyaaqoub, junto al iman Essati uno de los dos identificados aún por localizar.
Los otros dos fallecidos en Cambrils, radicalizados por Essati, también eran muy jóvenes: Omar Hichami, de 21 años, y su hermano Mohamed, de 24. Entre los detenidos, Mohamed Houli, de 20 años. El resto de los arrestados ya son más mayores: Driss Oukabir (28), Mohamed Aala (26) y Salh El Karim (34).
La actuación de los Mossos y la impericia de la célula han impedido más atentados y víctimas mortales. La explosión de Alcanar desbarató un plan de atentados con bombas en furgonetas, previsiblemente en Catalunya, y activó lo que en este momento parece un plan improvisado, el atropello masivo en Las Ramblas, y después en Cambrils, con el acuchillamiento en este último caso de una mujer de 67 años vecina de Zaragoza.
Fuentes de la lucha antiterrorista han explicado a eldiario.es que otro de los vehículos alquilados por los terroristas y localizados posteriormente, una furgoneta Renault Kangoo, fue abandonada en el kilómetro 265 de la AP-7 después de que sus ocupantes sufrieran un accidente. Había sido alquilada el mismo día de la masacre a las 13.00 horas en una empresa de Parets del Valles.