Un evasor de Costa a Costa
Por SEBASTIÁN PREMICI
Las maniobras delictivas de Eduardo Raúl Costa, uno de los legisladores más ricos de Argentina, en la segunda parte de una investigación exclusiva de Nuestras Voces. Evadió casi 11 millones de pesos, se autobenefició votando el blanqueo y la amnistía fiscal y es investigado por usar facturas apócrifas, evadir impuestos y cargas patronales. El Senador de Santa Cruz por Cambiemos, empresario y marido de Mariana Zuvic –aliada política de Elisa Carrió– también contaba con “prestanombres”y sociedades offshores uruguayas.
El Senador Eduardo Costa (Alianza Cambiemos en Santa Cruz) evadió casi 11 millones de pesos en diez años. En 2016, luego de votar a favor del “sinceramiento fiscal” propuesto por Mauricio Macri, ingresó al blanqueo con el objetivo de hacer caducar una acción penal en su contra. Pero no lo logró. El empresario -dueño de El Tehuelche SA- y marido de Mariana Zuvic -aliada política de Elisa Carrió- es investigado en la justicia por evasión tributaria a partir del uso de facturas apócrifas y lavado de activos. Nuestras Voces sigue revelando la trama oculta de la maniobra. ¿Quienes son los prestanombres detrás de la sociedad fantasma utilizada por Costa para lavar dinero? Gustavo Larriera Mendivil, denunciado en la justicia por sus vínculos con Silvia Majdalani, la número 2 de la AFI, es uno.
Truchos, allanados e investigados por lavado
Este abultada estafa al fisco -al mismo tiempo en que declamaba por los medios de comunicación hegemónicos una transparencia de la que carece- surge de cotejar las distintas causas penales en las que se lo investigó durante los últimos años: lavado de dinero, utilización de facturas apócrifas y evasión de aportes patronales.
| 2 de febrero de 2018
Las maniobras delictivas de Eduardo Raúl Costa, uno de los legisladores más ricos de Argentina, en la segunda parte de una investigación exclusiva de Nuestras Voces. Evadió casi 11 millones de pesos, se autobenefició votando el blanqueo y la amnistía fiscal y es investigado por usar facturas apócrifas, evadir impuestos y cargas patronales. El Senador de Santa Cruz por Cambiemos, empresario y marido de Mariana Zuvic –aliada política de Elisa Carrió– también contaba con “prestanombres”y sociedades offshores uruguayas.
El Senador Eduardo Costa (Alianza Cambiemos en Santa Cruz) evadió casi 11 millones de pesos en diez años. En 2016, luego de votar a favor del “sinceramiento fiscal” propuesto por Mauricio Macri, ingresó al blanqueo con el objetivo de hacer caducar una acción penal en su contra. Pero no lo logró. El empresario -dueño de El Tehuelche SA- y marido de Mariana Zuvic -aliada política de Elisa Carrió- es investigado en la justicia por evasión tributaria a partir del uso de facturas apócrifas y lavado de activos. Nuestras Voces sigue revelando la trama oculta de la maniobra. ¿Quienes son los prestanombres detrás de la sociedad fantasma utilizada por Costa para lavar dinero? Gustavo Larriera Mendivil, denunciado en la justicia por sus vínculos con Silvia Majdalani, la número 2 de la AFI, es uno.
Truchos, allanados e investigados por lavado
Este abultada estafa al fisco -al mismo tiempo en que declamaba por los medios de comunicación hegemónicos una transparencia de la que carece- surge de cotejar las distintas causas penales en las que se lo investigó durante los últimos años: lavado de dinero, utilización de facturas apócrifas y evasión de aportes patronales.
De este conjunto de maniobras delictivas hay dos que podrían estar vinculadas: el lavado de dinero a través de una sociedad fantasma radicada en Uruguay (como lo reveló Nuestras Voces el pasado 25 de enero) y el uso de facturas apócrifas.
Evadir, lavar y despedir a toda Costa
En 2016, el senador, pareja de Mariana Zuvic, otra adalid de la transparencia junto a Elisa Carrió, ingresó al plan de “sinceramiento fiscal” ideado por Mauricio Macri con el único objetivo de conseguir el sobreseimiento en una causa penal por evasión tributaria radicada en Santa Cruz. Como legislador -en aquel entonces era Diputado de la Nación- votó a favor del blanqueo y luego como empresario ingresó en el beneficio. Sin embargo, el juez federal subrogante Javier Leal de Ibarra (camarista en Comodoro Rivadavia con jurisdicción en Santa Cruz) resolvió que a pesar de haber pagado más de un millón y medio de pesos evadido, no debería cerrarse la causa penal en su contra ya que existe otra investigación en curso por lavado de dinero, tal cual contó este medio, que podría tener vinculación con el uso de las facturas apócrifas.
En 2013, el legislador de Cambiemos votó en contra de un proyecto sobre blanqueo de capitales, sólo por el hecho de que era una iniciativa del kirchnerismo. Pero en 2016 no tuvo inconveniente de dar su voto positivo al sinceramiento fiscal propuesto por el macrismo. El representante de Cambiemos en Santa Cruz votó siempre en contra de las normas que buscaron agravar las penas para los delitos económicos, como el lavado de activos o la evasión agravada. Sin embargo, cuando el macrismo propuso una amnistía para sus socios, acompañó y ejerció derecho de uso.
La causa que aun enfrenta por el uso de facturas apócrifas fue un desprendimiento de la pesquisa 49637/2010-395/98, que tramitaba ante el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional de Tres de Febrero. En aquella jurisdicción se investigaba una organización delictiva dedicada a la creación de empresas ficticias de actividad comercial inexistente a nombre de terceras personas, destinadas a ofrecer a la venta facturación apócrifa a diversos contribuyentes, con el objetivo de incrementar, fraudulentamente, su crédito fiscal y de esa manera evadir el pago del Impuesto a las Ganancias e IVA. La empresa de Costa, El Tehuelche SA, la misma que está involucrada en la maniobra de lavado de activos, utilizó estas facturas truchas para “omitir” el pago de Ganancias (2008), Impuesto a las Salidas No Documentadas (2009) e IVA (2009).
El total evadido por estos conceptos fue de 1,048 millón de pesos. Por entonces (2013) estaba vigente una de las modificaciones a la ley penal cambiaria que indicaba que si una causa penal se había iniciado antes del pago voluntario de las sumas evadidas, la acción penal no caducaba. Ese era el caso de Costa. Pero en 2016, el sinceramiento fiscal de Mauricio Macri buscó resolverle los problemas a varios de sus socios adictos a la evasión tributaria.
“En fecha 22/08/2016 y con motivo de la entrada en vigencia de la ley 27.260, el mencionado plan de pagos fue reformulado en los términos de la citada norma, procediendo la contribuyente (El Tehuelche) a la cancelación de los saldos pendientes. Ello mediante el pago contado por un total de 1.780.333 pesos”. Este texto forma parte del escrito que presentó el estudio de abogados de Ricardo Gil Lavedra. Es decir, Costa, con la ley de blanqueo macrista en la mano, solicitó la eximición de la pena tal como había sido ideado por Macri para favorecer a familiares, amigos y socios (políticos y empresariales).
Sin embargo, ni el legislador santacruceño ni Gil Lavedra tuvieron en cuenta un elemento: la misma norma votada por el Congreso de la Nación sostiene que la eximición de las causas penales no cuenta para aquellos casos donde los imputados estén procesados por delitos “contra el orden económico y financiero previsto en el artículo 303 (lavado de activo)”.
El doctor Gil Cambiemos
El análisis que efectuó el fiscal Gonzalo Mirando, que actúa tanto en la causa por facturas apócrifas como en la pesquisa por lavado de activos, es que podría existir una vinculación entre ambos procesos.
El pasado 18 de diciembre, es decir 8 días luego de asumir su banca como Senador, Costa recibió un revés de la justicia. El magistrado Javier Leal de Ibarra, integrante de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia con jurisdicción de subrogante de primera instancia en Santa Cruz, falló en contra del senador macrista al sostener que la acción penal por evasión tributaria debía permanecer abierta hasta tanto no se resuelva la pesquisa por lavado de activos.
Si se tiene en cuenta la suma evadida de Ganancias e IVA (1,7 millón de pesos), la suma involucrada en el lavado de activos (8 millones de pesos) y la evasión de aportes patronales (823.000 pesos), el legislador de la Alianza Cambiemos evadió en diez casi 11 millones de pesos.
Los suplentes Supremos de Macri
Lavado en progreso
La evasión tributaria a gran escala no es algo sencillo de realizar. Requiere de una infraestructura especializada. El que “adquiere” y paga el precio de dicho “expertise”, sabe para qué lo hace. No hay improvisados ni ingenuidades. Tampoco es un delito menor, como pretenden justificar muchos para expulsar sus culpas. Cuando la evasión es sistemática y planificada, los derechos de las mayorías son cercenados.
La maniobra de lavado de dinero llevada adelante por el socio político de Mauricio Macri en Santa Cruz comenzó en 2003. Para ello fue clave la utilización de una empresa fantasma creada en Uruguay -Holmen SA- que de un día para el otro apareció en Argentina invirtiendo 2,5 millones de dólares en la sociedad madre del Grupo Costa: El Tehuelche SA, un hipermercado de la construcción pero que también tiene negocios hoteleros asociados. La compañía uruguaya fue creada en el estudio contable de Rubén Weiszman, un conocido contador uruguayo que cayó preso por ofrecer sus servicios de lavado de dinero a un cartel del narcotráfico. Esto fue revelado por Nuestras Voces en una nota de este cronista titulada “Evadir, lavar y despedir a toda Costa”, publicada el 25 de enero.
Holmen SA sigue formando parte del directorio de El Tehuelche. Si bien las maniobras de lavado de dinero investigadas en la Justicia de Santa Cruz corresponden a dos operaciones de ingreso de dinero de origen desconocido, los investigadores sospechan que podrían existir más maniobras de lavado de activos a partir de la persistencia de la estructura de Holmen SA dentro de la sociedad madre del Grupo Costa.
El primo de Macri que lava
Como sociedad fantasma, Holmen SA tuvo varios prestanombres en Uruguay. El último titular registrado se llama Gustavo Federico Larriera Mendivil, con un frondoso currículum como testaferro y prestanombres de empresas radicadas en Panamá y otro paraísos fiscales.
Este personaje fue denunciado por el ex legislador de la Ciudad de Buenos Aires, Gustavo Vera, como parte de una red de empresas vinculadas a Silvia Cristina Majdalani, la número dos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Según la denuncia formulada en su momento por el ex legislador, Majdalani y Larriera Mendivil estarían vinculados a través de la sociedad “CFC Group Sociedad Extranjera”, con sede en la ciudad Miami y registrada a nombre de Larriera Mendivil.
Por su parte, el fiscal Federico Delgado apuntó lo siguiente sobre el socio fantasma de Eduardo Costa y Majdalani: “Larriera Mendivil era miembro de cincuenta y siete (57) empresas en diferentes países, cincuenta y cuatro (54) de ellas radicadas en la República de Panamá, Nueva Zelanda, República Oriental del Uruguay y Gran Bretaña.”
Según la documentación a la que accedió este periodista, Mendivil fue presidente de Holmen SA entre diciembre de 2012 y enero de 2016 (último dato consolidado disponible). En este caso, Costa no podía desconocer el raid offshore y delictivo de quien, al menos en los papeles, era “inversor” en su empresa. Y si no lo sabía, eligió no saber (esto se llama ceguera intencional, figura jurídica utilizada en la causa penal que puso al contador Weiszman detrás de las rejas).
Por ejemplo, otro dato que no podía desconocer el Senador macrista es que Larriera Mendivil conformó distintas sociedades con Daniel Gonzalo García Belhot, el rostro visible de Dusbel SA, la sociedad que adquirió el 50 por ciento de The Old Fund SA, y de ese modo, el control de Ciccone Calcográfica.
Cuando la estructura utilizada por Costa para lavar dinero desde Holmen SA empezó a desmoronarse producto de la prisión del contador Weiszman, la sociedad fantasma uruguaya empezó a cambiar de “titulares”.
La “asunción” de Larriera Mendivil al frente de Holmen SA estuvo certificada por el escribano Gabriel Clouzet, el mismo que había certificado la creación de la sociedad uruguaya en 1999. Clouzet era uno de los escribanos de Weiszman. Costa llegó a Weiszman a través del estudio contable local gerenciado por Horacio Harkatz, ubicado en Florida 439. Cuando el contador uruguayo cayó preso por lavado de dinero, los investigadores encontraron que tenía desperdigadas extensiones de tarjetas de créditos por distintos países. Uno de los que manejaba el dinero de Weiszman era Harkatz.
En el submundo de las offshore no hay casualidades. El senador Eduardo Costa utilizó una estructura ideada para evadir impuestos y lavar dinero de origen espurio, al menos desde 2003, lo que se conoce como planificación fiscal nociva.
Evadir, lavar y despedir a toda Costa
En 2016, el senador, pareja de Mariana Zuvic, otra adalid de la transparencia junto a Elisa Carrió, ingresó al plan de “sinceramiento fiscal” ideado por Mauricio Macri con el único objetivo de conseguir el sobreseimiento en una causa penal por evasión tributaria radicada en Santa Cruz. Como legislador -en aquel entonces era Diputado de la Nación- votó a favor del blanqueo y luego como empresario ingresó en el beneficio. Sin embargo, el juez federal subrogante Javier Leal de Ibarra (camarista en Comodoro Rivadavia con jurisdicción en Santa Cruz) resolvió que a pesar de haber pagado más de un millón y medio de pesos evadido, no debería cerrarse la causa penal en su contra ya que existe otra investigación en curso por lavado de dinero, tal cual contó este medio, que podría tener vinculación con el uso de las facturas apócrifas.
En 2013, el legislador de Cambiemos votó en contra de un proyecto sobre blanqueo de capitales, sólo por el hecho de que era una iniciativa del kirchnerismo. Pero en 2016 no tuvo inconveniente de dar su voto positivo al sinceramiento fiscal propuesto por el macrismo. El representante de Cambiemos en Santa Cruz votó siempre en contra de las normas que buscaron agravar las penas para los delitos económicos, como el lavado de activos o la evasión agravada. Sin embargo, cuando el macrismo propuso una amnistía para sus socios, acompañó y ejerció derecho de uso.
La causa que aun enfrenta por el uso de facturas apócrifas fue un desprendimiento de la pesquisa 49637/2010-395/98, que tramitaba ante el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional de Tres de Febrero. En aquella jurisdicción se investigaba una organización delictiva dedicada a la creación de empresas ficticias de actividad comercial inexistente a nombre de terceras personas, destinadas a ofrecer a la venta facturación apócrifa a diversos contribuyentes, con el objetivo de incrementar, fraudulentamente, su crédito fiscal y de esa manera evadir el pago del Impuesto a las Ganancias e IVA. La empresa de Costa, El Tehuelche SA, la misma que está involucrada en la maniobra de lavado de activos, utilizó estas facturas truchas para “omitir” el pago de Ganancias (2008), Impuesto a las Salidas No Documentadas (2009) e IVA (2009).
El total evadido por estos conceptos fue de 1,048 millón de pesos. Por entonces (2013) estaba vigente una de las modificaciones a la ley penal cambiaria que indicaba que si una causa penal se había iniciado antes del pago voluntario de las sumas evadidas, la acción penal no caducaba. Ese era el caso de Costa. Pero en 2016, el sinceramiento fiscal de Mauricio Macri buscó resolverle los problemas a varios de sus socios adictos a la evasión tributaria.
“En fecha 22/08/2016 y con motivo de la entrada en vigencia de la ley 27.260, el mencionado plan de pagos fue reformulado en los términos de la citada norma, procediendo la contribuyente (El Tehuelche) a la cancelación de los saldos pendientes. Ello mediante el pago contado por un total de 1.780.333 pesos”. Este texto forma parte del escrito que presentó el estudio de abogados de Ricardo Gil Lavedra. Es decir, Costa, con la ley de blanqueo macrista en la mano, solicitó la eximición de la pena tal como había sido ideado por Macri para favorecer a familiares, amigos y socios (políticos y empresariales).
Sin embargo, ni el legislador santacruceño ni Gil Lavedra tuvieron en cuenta un elemento: la misma norma votada por el Congreso de la Nación sostiene que la eximición de las causas penales no cuenta para aquellos casos donde los imputados estén procesados por delitos “contra el orden económico y financiero previsto en el artículo 303 (lavado de activo)”.
El doctor Gil Cambiemos
El análisis que efectuó el fiscal Gonzalo Mirando, que actúa tanto en la causa por facturas apócrifas como en la pesquisa por lavado de activos, es que podría existir una vinculación entre ambos procesos.
El pasado 18 de diciembre, es decir 8 días luego de asumir su banca como Senador, Costa recibió un revés de la justicia. El magistrado Javier Leal de Ibarra, integrante de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia con jurisdicción de subrogante de primera instancia en Santa Cruz, falló en contra del senador macrista al sostener que la acción penal por evasión tributaria debía permanecer abierta hasta tanto no se resuelva la pesquisa por lavado de activos.
Si se tiene en cuenta la suma evadida de Ganancias e IVA (1,7 millón de pesos), la suma involucrada en el lavado de activos (8 millones de pesos) y la evasión de aportes patronales (823.000 pesos), el legislador de la Alianza Cambiemos evadió en diez casi 11 millones de pesos.
Los suplentes Supremos de Macri
Lavado en progreso
La evasión tributaria a gran escala no es algo sencillo de realizar. Requiere de una infraestructura especializada. El que “adquiere” y paga el precio de dicho “expertise”, sabe para qué lo hace. No hay improvisados ni ingenuidades. Tampoco es un delito menor, como pretenden justificar muchos para expulsar sus culpas. Cuando la evasión es sistemática y planificada, los derechos de las mayorías son cercenados.
La maniobra de lavado de dinero llevada adelante por el socio político de Mauricio Macri en Santa Cruz comenzó en 2003. Para ello fue clave la utilización de una empresa fantasma creada en Uruguay -Holmen SA- que de un día para el otro apareció en Argentina invirtiendo 2,5 millones de dólares en la sociedad madre del Grupo Costa: El Tehuelche SA, un hipermercado de la construcción pero que también tiene negocios hoteleros asociados. La compañía uruguaya fue creada en el estudio contable de Rubén Weiszman, un conocido contador uruguayo que cayó preso por ofrecer sus servicios de lavado de dinero a un cartel del narcotráfico. Esto fue revelado por Nuestras Voces en una nota de este cronista titulada “Evadir, lavar y despedir a toda Costa”, publicada el 25 de enero.
Holmen SA sigue formando parte del directorio de El Tehuelche. Si bien las maniobras de lavado de dinero investigadas en la Justicia de Santa Cruz corresponden a dos operaciones de ingreso de dinero de origen desconocido, los investigadores sospechan que podrían existir más maniobras de lavado de activos a partir de la persistencia de la estructura de Holmen SA dentro de la sociedad madre del Grupo Costa.
El primo de Macri que lava
Como sociedad fantasma, Holmen SA tuvo varios prestanombres en Uruguay. El último titular registrado se llama Gustavo Federico Larriera Mendivil, con un frondoso currículum como testaferro y prestanombres de empresas radicadas en Panamá y otro paraísos fiscales.
Este personaje fue denunciado por el ex legislador de la Ciudad de Buenos Aires, Gustavo Vera, como parte de una red de empresas vinculadas a Silvia Cristina Majdalani, la número dos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Según la denuncia formulada en su momento por el ex legislador, Majdalani y Larriera Mendivil estarían vinculados a través de la sociedad “CFC Group Sociedad Extranjera”, con sede en la ciudad Miami y registrada a nombre de Larriera Mendivil.
Por su parte, el fiscal Federico Delgado apuntó lo siguiente sobre el socio fantasma de Eduardo Costa y Majdalani: “Larriera Mendivil era miembro de cincuenta y siete (57) empresas en diferentes países, cincuenta y cuatro (54) de ellas radicadas en la República de Panamá, Nueva Zelanda, República Oriental del Uruguay y Gran Bretaña.”
Según la documentación a la que accedió este periodista, Mendivil fue presidente de Holmen SA entre diciembre de 2012 y enero de 2016 (último dato consolidado disponible). En este caso, Costa no podía desconocer el raid offshore y delictivo de quien, al menos en los papeles, era “inversor” en su empresa. Y si no lo sabía, eligió no saber (esto se llama ceguera intencional, figura jurídica utilizada en la causa penal que puso al contador Weiszman detrás de las rejas).
Por ejemplo, otro dato que no podía desconocer el Senador macrista es que Larriera Mendivil conformó distintas sociedades con Daniel Gonzalo García Belhot, el rostro visible de Dusbel SA, la sociedad que adquirió el 50 por ciento de The Old Fund SA, y de ese modo, el control de Ciccone Calcográfica.
Cuando la estructura utilizada por Costa para lavar dinero desde Holmen SA empezó a desmoronarse producto de la prisión del contador Weiszman, la sociedad fantasma uruguaya empezó a cambiar de “titulares”.
La “asunción” de Larriera Mendivil al frente de Holmen SA estuvo certificada por el escribano Gabriel Clouzet, el mismo que había certificado la creación de la sociedad uruguaya en 1999. Clouzet era uno de los escribanos de Weiszman. Costa llegó a Weiszman a través del estudio contable local gerenciado por Horacio Harkatz, ubicado en Florida 439. Cuando el contador uruguayo cayó preso por lavado de dinero, los investigadores encontraron que tenía desperdigadas extensiones de tarjetas de créditos por distintos países. Uno de los que manejaba el dinero de Weiszman era Harkatz.
En el submundo de las offshore no hay casualidades. El senador Eduardo Costa utilizó una estructura ideada para evadir impuestos y lavar dinero de origen espurio, al menos desde 2003, lo que se conoce como planificación fiscal nociva.
Este engranaje delictivo le permitió engrosar su patrimonio en un 3100 por ciento entre entre 2000 y 2015, ¿nada mal? para alguien que se jacta de su lucha contra la corrupción, al igual que su pareja Mariana Zuvic (la pichón de Carrió santacruceña), denuncia al kirchnerismo como hobby y en el día a día de la provincia es la cara visible (y responsable político) de la ejecución del ajuste económico pergeñado por el Gobierno nacional con un saldo de cientos de miles de de despidos.
@spremici
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