Efecto tasa: fondos discriminarán más entre los emergentes
JORGE G. HERRERA19 de Febrero de 2018
De los fronterizos, los más vulnerables a los shocks son Túnez, Pakistán, Vietnam y Bahrein. Pero la Argentina y Turquía lideran en emergentes. La reciente fuga de los fondos de inversión internacionales de los mercados emergentes guarda cierta relación, por su intensidad, con episodios como el "taper tantrum" (cuando en mayo 2013 la Fed anunció una posible reducción anticipada de sus compras de bonos) o como en la última elección presidencial en EE.UU.
Pero pasados los días, ahora los inversores internacionales parecen estar digiriendo los recientes movimientos de la tasa de interés de largo en EE.UU. y del dólar. Según el IIF, "los datos de alta frecuencia disponibles para los principales mercados emergentes muestran que después del fuerte incremento inicial que comenzó el 30 de enero pasado (u$s7.500 millones para acciones y u$s1.800 millones para bonos hasta la fecha) las salidas parecen estar disminuyendo".
A pesar de que los analistas siguen siendo, cautelosamente, optimistas sobre los flujos de capitales de no residentes hacia los emergentes (estiman un aumento de u$s100.000 millones a niveles de u$s1,3 billones este año), será clave ver cómo se acomodará la tasa a 10 años en EE.UU. y el dólar porque tendrán efectos directos tanto en el monto, como en la composición de los flujos hacia dichos países.
Lo cierto es que los mercados crediticios están mostrando signos modestos de mayor tensión. "Aunque los spreads permanecen históricamente ajustados, los mayores rendimientos de los bonos soberanos se traducirán en mayores costos de financiamiento, lo que presionará a los tomadores apalancados en particular (lo que guarda relación con la reciente advertencia de S&P de que los defaults corporativos globales aumentarán)", señala un informe de los economistas del IIF, Lucas Martin y Sonja Gibbs. Esto se potencia al contemplar la probabilidad (implícita en el mercado) de cuatro subas en las tasas de la Fed este año.
Mientras que por el lado del dólar, al seguir la divisa bajo presión se modera el ajuste en las condiciones financieras y brinda así cierto alivio a los mercados emergentes. Claro que tras haber superado el escollo legislativo para ampliar el déficit fiscal de EE.UU., ahora el foco se centra en las consecuencias de financiar un creciente déficit de la cuenta corriente. Al respecto, un combo de tasas más altas y un dólar más débil puede ayudar al rojo comercial a la vez que se elevan los rendimientos esperados para los inversores extranjeros. Sin embargo, tasas más altas puede que respalden una recuperación del dólar, por lo que sigue habiendo un importante nivel de incertidumbre sobre la dicotomía entre las tasas más altas y el dólar más débil.
En tal sentido, los expertos del IIF anticipan un mayor grado de discriminación de los inversores en sus apuestas en los mercados emergentes. Si bien las correlaciones de capital han vuelto a los niveles promedio de largo plazo tras la caída de enero, siguen estando muy por debajo de los niveles asociados con euforia o estrés, como los observados tras las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016. "Las tendencias en los flujos de alta frecuencia también reflejan un enfoque más considerado para la inversión en emergentes: entre las salidas de los mercados emergentes de fines de enero y principios de febrero, hubo un notable repunte reciente en las entradas a las acciones sudafricanas, impulsado por la reducción de la incertidumbre política", destaca el IIF.
Por eso, de cara al futuro, es probable que un enfoque de riesgo más discriminatorio conduzca a un mayor escrutinio de los países emergentes, particularmente los más vulnerables. Así el IIF recuerda que sus economistas destacaron recientemente entre los emergentes a la Argentina y a Turquía como los países que enfrentan riesgos elevados debido a los desequilibrios de la cuenta corriente y la posibilidad de una mayor debilidad de sus monedas.
Con respecto a los mercados considerados más fronterizos, sobre los cuales se ha sentado la mirada de los inversores (el más grande emitió u$s67.000 millones en bonos corporativos y soberanos en moneda extranjera el año pasado), el IIF evaluó 25 de estos mercados fronterizos para identificar cuáles parecen más vulnerables a los cambios en el apetito de los fondos. "El Frontier Markets Scorecard, que considera las necesidades de financiación, nivel de reservas, valoración de activos, solidez institucional, entorno empresarial y transparencia de datos, concluye que Túnez, Pakistán, Vietnam y Bahrein son actualmente los más vulnerables a los shocks". Ocurre que gran parte de estos países han aumentado en casi 20 puntos el porcentaje de deuda sobre PBI desde 2012, por lo que el riesgo de refinanciamiento para muchos de ellos puede complicarse más debido a los vencimientos de préstamos y bonos en moneda extranjera por casi u$s45.000 millones que vencerán este año.