eldiario.es
19/06/2019
Fotografía de archivo realizada el 25 de octubre de 2018 que muestra a un manifestante que sostiene una fotografía del periodista Jamal Khashoggi. EFE
Un informe de la ONU concluye que Mohamed bin Salmán y otros altos cargos saudíes deberían ser investigados porque hay "pruebas creíbles" de su responsabilidad en el asesinato. El texto de 100 páginas, publicado este miércoles, indica que la muerte del periodista fue un "crimen internacional"
El documento solicita que Arabia Saudí suspenda el juicio a los 11 sospechosos por el secretismo y la falta de credibilidad en el proceso
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, debería ser investigado por el asesinato del periodista Jamal Kashoggi porque hay "pruebas creíbles" de que él y otros altos cargos son los responsables de la ejecución, según ha concluido la ONU en un informe publicado este miércoles.
El informe de 100 páginas sobre el asesinato, redactado por Agnes Callamard, relatora especial de la ONU, indica que la muerte del periodista fue un "crimen internacional".
"La conclusión de la relatora especial es que el señor Khashoggi ha sido víctima de una ejecución extrajudicial deliberada, premeditada y de la que el Estado de Arabia Saudí es responsable bajo la legislación internacional de derechos humanos", señala la autora.
Utilizando grabaciones de audio de dentro del consulado de Estambuldonde Khashoggi fue asesinado, el informe reconstruye sus últimos momentos y cómo se enfrento a agentes saudíes, uno de los cuales dijo: "Vamos a por ti".
"El análisis de las grabaciones de inteligencia de agentes turcos y de otros países sugieren que a Khashoggi le podrían haber inyectado un sedante y después asfixiado con una bolsa de plástico", señala el texto.
El informe también cuestiona la indemnización concedida a los hijos del periodista asesinado: "La relatora especial ha obtenido información relacionada con el paquete económico ofrecido a los hijos de Khashoggi, pero es cuestionable si tal paquete llega a ser una indemnización bajo la legislación internacional de derechos humanos".
La relatora especial concluye que las investigaciones llevadas a cabo por Arabia Saudí y Turquía no cumplieron los estándares internacionales de investigación y solicita que Arabia Saudí suspenda el juicio a los 11 sospechosos por el secretismo y la falta de credibilidad en el proceso.