13 jun 2019

LAS MALAS NOTICIAS

La trampa universal de las fake news. De acuerdo con un estudio mundial, el 86 por ciento creyó en una noticia falsa al menos una vez
13 de junio de 2019




Imágenes de los desbordes en 2014 en las Cataratas se difundieron como actuales hace menos de un mes.
La mayoría de los usuarios señaló a las redes sociales como responsables de esa desinformación. Piden que las plataformas y los gobiernos tomen medidas. El 86 por ciento de los usuarios de internet creyó en la veracidad de una noticia falsa al menos una vez, de acuerdo con una encuesta realizada a más de 25 mil usuarios de 25 países de América del Norte, América latina, Europa, Oriente Medio y la región de Asia y el Pacífico. Para el 44 por ciento, eso sucedió más de una vez y en algunos casos, con frecuencia; sólo el 14 por ciento dijo que “nunca” había caído en alguna fake news. La mayoría de los encuestados, además, quiere que los gobiernos y las compañías de medios sociales tomen medidas para evitar la circulación de esas informaciones falsas.

De acuerdo con el estudio, realizado por Ipsos para el Centro para la Innovación de la Gobernanza Internacional (CIGI) de Ontario, Canadá, en colaboración con la Asociación de la Internet Society de los Estados Unidos y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, la fuente principal de noticias falsas para esos usuarios fueron las redes sociales. En el caso de Facebook, el 77 por ciento de sus usuarios dijeron que habían encontrado en las plataforma la no-información, mientras que lo mismo respondió el 62 por ciento de los usuarios de Twitter y el 74 por ciento de los usuarios “de medios sociales en general”.


En el último tiempo, la desconfianza en internet llevó al 49 por ciento de los encuestados a revelar menos información personal online. El 75 por ciento asegura que las responsables de que sientan esa desconfianza son las compañías de medios sociales; el 81 por ciento, en cambio, prefiere preservarse por temor a quienes cometen delitos cibernéticos.

Entre el año pasado y éste, por otra parte, creció la cantidad de usuarios preocupados por su privacidad online: el 78 por ciento de los usuarios se manifestó preocupado por su privacidad en línea, y más de la mitad (el 53 por ciento) está más preocupado que hace un año. El relevamiento advirtió que es el quinto año consecutivo en que los usuarios manifiestan que están más preocupados por su privacidad que el año anterior.

La encuesta también reveló que la mayoría de las personas desconfía de la imparcialidad de los algoritmos, desde los que se usan para vigilancia a los que ordenan las noticias en las redes sociales. Casi todos los encuestados expresaron desconfianza en la imparcialidad de los algoritmos, principalmente en los que se usan para la “vigilancia predictiva” y para las noticias en las redes sociales. En tanto, los más confiables resultaron ser los utilizados para los sistemas de reconocimiento facial (47 por ciento) y los motores de búsqueda (46 por ciento).

Las razones radican en la falta de transparencia de esos procesos, la percepción de que son manipulados desde el diseño y la ausencia de un elemento humano en la toma de decisiones. Este punto marca un contraste con aquellas personas que sí confían en la imparcialidad de los algoritmos, dado que valoran su objetividad, la falta de emoción humana para tomar decisiones en la nube y la ausencia de influencia humana.

Por otro lado, ocho de cada diez personas manifestaron preocupación sobre su privacidad online, mientras que tres de cada cuatro, el 75 por ciento, consideró que las plataformas y redes sociales eran la principal fuente de desconfianza en Internet, solo por detrás de los ciberdelincuentes.

Los resultados de la “Encuesta Mundial sobre Seguridad en Internet” mostraron además que menos de la mitad de los encuestados (48 por ciento) cree que su gobierno hace lo suficiente para proteger sus datos.

De ese 80 por ciento de personas que admitieron estar preocupadas por su privacidad, el 53 por ciento está más preocupada que hace un año, una tendencia que se repite por quinto año consecutivo y que tiene a Facebook y a Twitter como las plataformas que contribuyen a generar falta de confianza en la red.

Ambas redes sociales son percibidas como grandes fuentes de noticias falsas, tanto que el 10 por ciento de los encuestados dijo haber cerrado su cuenta de Twitter por la exposición a ese tipo de contenidos, mientras que el 9 por ciento hizo lo mismo en Facebook.

La encuesta, presentada ayer en Canadá, fue realizada por Ipsos en nombre del Centro para la Innovación en Gobernanza Internacional (CIGI), la Internet Society (ISOC) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).

“El informe de este año sobre las actitudes globales no solo subraya la fragilidad de Internet, sino también la creciente incomodidad de los cibernautas con las redes sociales y el poder que estas corporaciones ejercen sobre su vida diaria”, afirmó en un comunicado Fen Osler Hampson, director de Seguridad de CIGI.

Entre otros puntos destacados, apenas el 48 por ciento de las personas cree que su gobierno hace lo suficiente para proteger sus datos personales online (los niveles más bajos de confianza se ven en Norteamérica –38 por ciento– y los países del G-8 –39 por ciento–). Más aún, la gente ve cada vez más a sus propios gobiernos (y no a los externos) como una amenaza a su privacidad online, una tendencia observada en todas las regiones.

Estados Unidos es percibido al interior de los demás países como el principal responsable por el efecto perturbador de las noticias falsas (35 por ciento), seguido por otras dos potencias de internet: Rusia (12 por ciento) y China (9 por ciento), cada una en un área de influencia determinada.

La encuesta se realizó entre el 21 de diciembre de 2018 y el 10 de febrero de 2019 e involucró a 25,229 internautas en Australia, Brasil, Canadá, China, Egipto, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Hong Kong (China), India, Indonesia, Italia, Japón, Kenia, México, Nigeria, Pakistán, Polonia, Rusia, Sudáfrica, República de Corea, Suecia, Túnez, Turquía y los Estados Unidos.