14 jun 2019

LOS CORRUPTOS SE SINCERAN

Nuevas revelaciones sobre el caso Lula del sitio The Intercept Brasil. El Morogate salpica a un juez de la Corte Suprema
14 de junio de 2019




El juez Fux, parte de la campaña para apresar y callar a Lula.

El vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia de Brasil, Luiz Fux, fue salpicado en el “Morogate” luego de que el portal The Intercept Brasil publicara nuevas conversaciones. El material revelado por Leandro Demori, editor ejecutivo del diario web, alumbra sobre mensajes que intercambió el ahora ministro de Justicia, Sergio Moro, con el fiscal encargado de la causa Lava Jato, Deltan Dallagnol.
En estas nuevas conversaciones Moro habría dicho que confiaba en el mencionado juez de la Corte Suprema, con la frase en inglés “In Fux we trust” (Confío en Fux). Tanto estos mensajes como los que fueron difundidos el domingo pasado datan de 2016 cuando Moro, en su calidad de juez responsable en la primera instancia, lideró la causa y posterior condena contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Desde el inicio del Morogate, el ahora ministro está señalado de no haber sido imparcial en el proceso. 
Moro anunció en la víspera que comparecerá ante el Senado el próximo miércoles para esclarecer las acusaciones. Enfrenta un pedido de renuncia.



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Según las nuevas revelaciones, el magistrado Fux habría brindado su apoyo al fiscal Dallagnol y a Moro para el desarrollo de las investigaciones en la causa. No así lo habría hecho el magistrado relator del Lava Jato, Teori Zavascki, quien apercibió a Moro por una escucha telefónica que consideró ilegal.

En una parte de la conversación, el fiscal Dallagnol señala: “Dijo que contáramos con él para lo que necesitemos, una vez más”, a lo que Moro contestó: “Excelente. En Fux we trust”. Con las nuevas revelaciones de las supuestas conversaciones el magistrado Fux entra a formar parte del escándalo en la que ya están inmersos el ministro Moro y algunos fiscales que actuaron a su lado. 

Según The Intercept Brasil, Moro sugirió a sus colegas del Lava Jato cambiar el orden de las fases de la operación y otros procedimientos que según juristas estarían prohibidos por ley. 

La revelación de los mensajes, transmitidos por Telegram y que llegaron a The Intercept gracias a un “hacker” anónimo que intervino los teléfonos de los involucrados, causó un inmediato revuelo en Brasil y llevó a la defensa de Lula a reiterar que el exmandatario fue víctima de una “persecución política” y que el juicio en su contra estaba “viciado” y debería ser declarado nulo.

En una entrevista al periodista Reinaldo Azevedo, el editor del sitio brasileño afirmó que los mensajes son verídicos y forman parte del material que el sitio obtuvo gracias a una fuente no revelada.

Mientras tanto, Moro anunció en la víspera que comparecerá ante el Senado el próximo miércoles para esclarecer las acusaciones. El ministro enfrenta además un pedido de renuncia que hizo la Orden de Abogados de Brasil. Sin embargo insistió, por su parte, en que las conversaciones divulgadas en ningún momento muestran que hubiera intervenido ilegalmente en el proceso. Una visión que comparte con el jefe de estado, el ultraderechista Jair Bolsonaro. 

Así lo explicitó ayer el presidente de Brasil en declaraciones que ofreció a los medios en el Palacio del Planalto donde minimizó los efectos del Morogate. “Lo que hizo Moro no tiene precio. El realmente sacó para afuera y mostró las vísceras del poder y la promiscuidad del poder en temas de corrupción”, dijo ayer el mandatario. En sus declaraciones no sólo cuestionó el intercambio de mensajes sino que también afirmó que si sus conversaciones privadas tomaran estado público, él también sería criticado.

Pero Bolsonaro no sólo ofreció apoyo explícito a su ministro, también se mostró con él. El lunes asistieron juntos a una condecoración que la Orden de la Marina le ofreció a Moro. Y ayer fueron juntos a ver un partido del club Flamengo en el estadio Mané Garrincha de Brasilia.