Quinto día de manifestaciones contra la violencia policial
Sep 14, 2020
Colombianos se movilizaron en rechazo al abuso policial
Organizaciones sociales en Colombia y en el exterior, continuaron por quinto día consecutivo las movilizaciones en rechazo a la represión policial, así como al cambio de la doctrina de las autoridades y respeto a la vida.
Las protestas, que provocaron la muerte de diez personas y otros 75 resultaron heridos por arma de fuego en el país, tuvieron lugar en el país luego de la muerte a manos de la policía del joven abogado Javier Ordóñez.
En Cartagena, el alcalde William Dau, en compañía del Secretario del Interior, David Múnera, y otros funcionarios del Distrito estuvieron presentes en la marcha convocada en rechazo a los abusos policiales que se vienen presentando en el país.
El alto consejero para las Víctimas, La Paz y La Reconciliación, Vladimir Rodríguez, realizó un llamado a una reforma estructural de la policía y a recuperar la ciudadanía y la Constitución como bandera de derechos humanos para las y los bogotanos.
Las movilizaciones también se reportaron en otras ciudades del mundo como Toronto, Vancouver, Lyon, Zurich, Barcelona, Londres, París, donde los ciudadanos se unieron a la marcha por la vida.
Este domingo también tuvo lugar el acto en Bogotá para honrar a las víctimas de la violencia en los últimos días, donde se notó la ausencia del mandatario Iván Duque, cuya silla quedó vacía en la Plaza de Bolívar.
El acto es considerado el primer paso para la reconciliación y reconocer la gravedad de los abusos policiales cometidos en la semana que recién concluyó.
Pese a la invitación, el presidente Iván Duque no asistió a la jornada en pro de la reconciliación de la violencia en el país.
TeleSur
Una jornada en la que se pidió perdón y se exigió justicia
“Soy la esposa de Jaider Fonseca y la madre del niño de siete meses al que la Policía dejó sin padre. Lo que ellos hicieron fue asesinato: no fue una bala perdida, fueron cuatro tiros, lo acribillaron”. Estas fueron las palabras de Mayra Páez, pareja de Jaider Alexander Fonseca, el joven 17 años que falleció por impactos de arma de fuego en la noche del 9 de septiembre en el barrio Verbenal (Usaquén), en medio de las protestas por la muerte Javier Ordóñez, en una acción irregular de policías.
Como Mayra, otros cuatro familiares de víctimas hablaron en el llamado Acto de Perdón y Reconciliación, convocado por la Alcaldía. Se trataba de Bryan Baquero, hermano de Angie Baquero(fallecido); Flor Peralta, madre de Ferney Peralta (fallecido); Constanza Chaparro, familiar de Brayan Rodríguez (herida); Lunior Manuel Montalvo, primo de Felipe Rodríguez (fallecido).
Todos tuvieron un espacio para hablar de su dolor y pedir al Distrito, al Gobierno Nacional y a la Policía Nacional verdad sobre los hechos y justicia.
“Pedimos justicia, porque hay muchos actos que han quedado impunes. Queremos que esto no genere más violencia”, dijo Baquero, recordando a su hermana, de 19 años, que fue impactada en el abdomen por una bala durante los disturbios de la semana pasada. La voz de Baquero sonó en la Plaza de Bolívar, donde se ubicaron víctimas, funcionarios del Distrito, invitados del Gobierno Nacional y líderes religiosos que presidieron una celebración ecuménica, el primero de los tres actos de la jornada.
“Hoy estamos aquí para reconocer la verdad de lo ocurrido, el dolor de las familias, lo injustificado de los hechos de violencia. Es función de las autoridades evitar que estos hechos ocurran. Pedimos perdón porque esto ocurrió a pesar de las instrucciones impartidas por la Alcaldía Mayor para que nunca se manejen armas letales y de fuego en la protesta ciudadana”, dijo la alcaldesa Claudia López en el discurso inicial del acto.
En la mañana, también intervinieron monseñor Jaime Alberto Mancera, de la Arquidiócesis de Bogotá; el pastor Emiro Roa, de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional; y el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad.
“Que la historia de las víctimas no sea una historia de fracaso, sino de vida, de reconciliación y la paz”, dijo monseñor Mancera durante una pequeña homilía en medio del acto.
Durante el acto, un ciudadano subió a la tarima y puso un papel con el nombre del presidente Iván Duque en una silla que estaba vacía. En representación del Gobierno asistieron Nancy Patricia Gutiérrez, consejera Presidencial para los Derechos Humanos y Asuntos Internacionales, y Miguel Ceballos, alto Comisionado para la Paz.
Perdón en el barrio
El segundo acto se trasladó a uno de los escenarios del caos, el barrio Verbenal, donde ocurrió el asesinato de tres de los al menos 10 fallecidos en Bogotá: Andrés Rodríguez, Cristian Hernández y Jaider Fonseca.
Allí, la vida trata de seguir después del temor. Este domingo, los vecinos abrían sus negocios, los niños jugaban en el parque y un grupo de compadres jugaba dominó junto al CAI, del que ya no queda nada, solo un cascarón quemado y un afiche de la Virgen colgado en su interior. Mientras eso sucedía, hacia las 3 p. m., la alcaldesa recorría las calles y entraba a las casas, viendo de primera mano cómo las balas habían atravesado ventanas, rasgado paredes y dejado heridos esa noche.
Colombianos se movilizaron en rechazo al abuso policial
Organizaciones sociales en Colombia y en el exterior, continuaron por quinto día consecutivo las movilizaciones en rechazo a la represión policial, así como al cambio de la doctrina de las autoridades y respeto a la vida.
Las protestas, que provocaron la muerte de diez personas y otros 75 resultaron heridos por arma de fuego en el país, tuvieron lugar en el país luego de la muerte a manos de la policía del joven abogado Javier Ordóñez.
En Cartagena, el alcalde William Dau, en compañía del Secretario del Interior, David Múnera, y otros funcionarios del Distrito estuvieron presentes en la marcha convocada en rechazo a los abusos policiales que se vienen presentando en el país.
El alto consejero para las Víctimas, La Paz y La Reconciliación, Vladimir Rodríguez, realizó un llamado a una reforma estructural de la policía y a recuperar la ciudadanía y la Constitución como bandera de derechos humanos para las y los bogotanos.
Las movilizaciones también se reportaron en otras ciudades del mundo como Toronto, Vancouver, Lyon, Zurich, Barcelona, Londres, París, donde los ciudadanos se unieron a la marcha por la vida.
Este domingo también tuvo lugar el acto en Bogotá para honrar a las víctimas de la violencia en los últimos días, donde se notó la ausencia del mandatario Iván Duque, cuya silla quedó vacía en la Plaza de Bolívar.
El acto es considerado el primer paso para la reconciliación y reconocer la gravedad de los abusos policiales cometidos en la semana que recién concluyó.
Pese a la invitación, el presidente Iván Duque no asistió a la jornada en pro de la reconciliación de la violencia en el país.
TeleSur
Una jornada en la que se pidió perdón y se exigió justicia
“Soy la esposa de Jaider Fonseca y la madre del niño de siete meses al que la Policía dejó sin padre. Lo que ellos hicieron fue asesinato: no fue una bala perdida, fueron cuatro tiros, lo acribillaron”. Estas fueron las palabras de Mayra Páez, pareja de Jaider Alexander Fonseca, el joven 17 años que falleció por impactos de arma de fuego en la noche del 9 de septiembre en el barrio Verbenal (Usaquén), en medio de las protestas por la muerte Javier Ordóñez, en una acción irregular de policías.
Como Mayra, otros cuatro familiares de víctimas hablaron en el llamado Acto de Perdón y Reconciliación, convocado por la Alcaldía. Se trataba de Bryan Baquero, hermano de Angie Baquero(fallecido); Flor Peralta, madre de Ferney Peralta (fallecido); Constanza Chaparro, familiar de Brayan Rodríguez (herida); Lunior Manuel Montalvo, primo de Felipe Rodríguez (fallecido).
Todos tuvieron un espacio para hablar de su dolor y pedir al Distrito, al Gobierno Nacional y a la Policía Nacional verdad sobre los hechos y justicia.
“Pedimos justicia, porque hay muchos actos que han quedado impunes. Queremos que esto no genere más violencia”, dijo Baquero, recordando a su hermana, de 19 años, que fue impactada en el abdomen por una bala durante los disturbios de la semana pasada. La voz de Baquero sonó en la Plaza de Bolívar, donde se ubicaron víctimas, funcionarios del Distrito, invitados del Gobierno Nacional y líderes religiosos que presidieron una celebración ecuménica, el primero de los tres actos de la jornada.
“Hoy estamos aquí para reconocer la verdad de lo ocurrido, el dolor de las familias, lo injustificado de los hechos de violencia. Es función de las autoridades evitar que estos hechos ocurran. Pedimos perdón porque esto ocurrió a pesar de las instrucciones impartidas por la Alcaldía Mayor para que nunca se manejen armas letales y de fuego en la protesta ciudadana”, dijo la alcaldesa Claudia López en el discurso inicial del acto.
En la mañana, también intervinieron monseñor Jaime Alberto Mancera, de la Arquidiócesis de Bogotá; el pastor Emiro Roa, de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional; y el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad.
“Que la historia de las víctimas no sea una historia de fracaso, sino de vida, de reconciliación y la paz”, dijo monseñor Mancera durante una pequeña homilía en medio del acto.
Durante el acto, un ciudadano subió a la tarima y puso un papel con el nombre del presidente Iván Duque en una silla que estaba vacía. En representación del Gobierno asistieron Nancy Patricia Gutiérrez, consejera Presidencial para los Derechos Humanos y Asuntos Internacionales, y Miguel Ceballos, alto Comisionado para la Paz.
Perdón en el barrio
El segundo acto se trasladó a uno de los escenarios del caos, el barrio Verbenal, donde ocurrió el asesinato de tres de los al menos 10 fallecidos en Bogotá: Andrés Rodríguez, Cristian Hernández y Jaider Fonseca.
Allí, la vida trata de seguir después del temor. Este domingo, los vecinos abrían sus negocios, los niños jugaban en el parque y un grupo de compadres jugaba dominó junto al CAI, del que ya no queda nada, solo un cascarón quemado y un afiche de la Virgen colgado en su interior. Mientras eso sucedía, hacia las 3 p. m., la alcaldesa recorría las calles y entraba a las casas, viendo de primera mano cómo las balas habían atravesado ventanas, rasgado paredes y dejado heridos esa noche.
Estuvo en la casa de los Valencia Conto, cuya historia contó EL TIEMPO. Esa familia fue afectada por las balas entre su propia casa: Robert, uno de los hermanos, recibió un proyectil en el pecho, y Henry perdió parte de la nariz por una bala que le rozó el rostro. Henry recibió a la alcaldesa en su casa, le contó su historia y luego fue al acto conmemorativo en el parque del barrio.
Allí también llegó Michael Duván Sánchez, de 18 años, a quien una bala le dio en el pie y otra más le rozó la pierna. López se le acercó, tocó el yeso y lo escuchó. Luego, pasó Luz Mary, su prima, y puso el grito en el cielo. Venía desde San Antonio a acompañar el acto cultural de luto, pero todo se imaginaba menos que uno de sus familiares era uno de los que sobrevivió esa noche.
“Esto es muy difícil. Que hasta la familia de uno esté afectada y que no pase nada. Estamos cansados del abuso”, dijo Luz Mary, al borde de las lágrimas, mientras escuchaba a la Orquesta Filarmónica de Bogotá, que intervino en el acto de luto.
También interpretó otros temas la Sinfónica de la Policía y otros grupos de jóvenes.
Algunos de los vecinos pudieron entrar al acto y sentarse a escuchar. Entre ellos, revoloteaban los ‘hombres colibrí’ de la Secretaría de Cultura, invitando a la gente a un ‘ala de distancia’. Esta tragedia sucede en medio de una pandemia.
Los ‘colibrís’ también revolotearon por el CAI incinerado. Allí, un grupo de jóvenes buscaba al Distrito para coordinar la instalación de una placa conmemorativa en memoria de las víctimas. Otro grupo, en una pared justo al frente pintaba una frase en un mural: ‘La Vida solo la quita Dios’. Del otro lado de la ciudad, en San Diego, en el Centro, había enfrentamientos con el Esmad.
La jornada de reconciliación finalizó en la noche. La alcaldesa prendió una vela en el parque de los Hippies, en Chapinero, acompañada por vecinos del sector que luego hicieron sonar las cacerolas.
“Reconciliarnos no es malo, sabemos que no todos los policías son asesinos”, dijo en uno de los actos Lunior Montalvo, familiar de Andrés Felipe Rodríguez. Sostuvo que la exigencia de que paren los abusos era innegociable.
El Tiempo
Allí también llegó Michael Duván Sánchez, de 18 años, a quien una bala le dio en el pie y otra más le rozó la pierna. López se le acercó, tocó el yeso y lo escuchó. Luego, pasó Luz Mary, su prima, y puso el grito en el cielo. Venía desde San Antonio a acompañar el acto cultural de luto, pero todo se imaginaba menos que uno de sus familiares era uno de los que sobrevivió esa noche.
“Esto es muy difícil. Que hasta la familia de uno esté afectada y que no pase nada. Estamos cansados del abuso”, dijo Luz Mary, al borde de las lágrimas, mientras escuchaba a la Orquesta Filarmónica de Bogotá, que intervino en el acto de luto.
También interpretó otros temas la Sinfónica de la Policía y otros grupos de jóvenes.
Algunos de los vecinos pudieron entrar al acto y sentarse a escuchar. Entre ellos, revoloteaban los ‘hombres colibrí’ de la Secretaría de Cultura, invitando a la gente a un ‘ala de distancia’. Esta tragedia sucede en medio de una pandemia.
Los ‘colibrís’ también revolotearon por el CAI incinerado. Allí, un grupo de jóvenes buscaba al Distrito para coordinar la instalación de una placa conmemorativa en memoria de las víctimas. Otro grupo, en una pared justo al frente pintaba una frase en un mural: ‘La Vida solo la quita Dios’. Del otro lado de la ciudad, en San Diego, en el Centro, había enfrentamientos con el Esmad.
La jornada de reconciliación finalizó en la noche. La alcaldesa prendió una vela en el parque de los Hippies, en Chapinero, acompañada por vecinos del sector que luego hicieron sonar las cacerolas.
“Reconciliarnos no es malo, sabemos que no todos los policías son asesinos”, dijo en uno de los actos Lunior Montalvo, familiar de Andrés Felipe Rodríguez. Sostuvo que la exigencia de que paren los abusos era innegociable.
El Tiempo