04 Septiembre 2020
El sistema que controla el cumplimiento del distanciamiento social también tendría otros objetivos.
Según un informe especializado, la compañía de Jeff Bezos utiliza los últimos adelantos tecnológicos para establecer un estricto sistema de vigilancia. Vigilancia masiva, lucha contra los sindicatos y empleados que pueden ser despedidos sin darse cuenta de que no cumplieron normativas sobre los envíos que ni siquiera conocen. Estas son algunas de las cuestionables políticas internas de Amazon que refleja un informe sobre la compañía de Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo.
De acuerdo al documento del Open Markets Institute, con sede en Washington, Amazon creó una vasta infraestructura de control y vigilancia sobre sus empleados, que examina a cada trabajador en todo momento, recurriendo a métodos "cada vez más invasivos" y "creando condiciones excepcionalmente opresivas" para el trabajo.
En ese ambiente a lo “Black Mirror”, Amazon no solo equipó sus cámaras de seguridad con inteligencia artificial para asegurarse de que los empleados cumplen con las medidas de distanciamiento social impuestas por la pandemia de coronavirus, la cámaras instaladas en los almacenes de la compañía controlan que los empleados se dediquen únicamente a sus funciones.
También se instaló un software de navegación utilizado para recomendar las rutas a los conductores y monitorear su camino para garantizar que sigan la ruta sugerida.
Además verifica que los empleados no se detengan en los descansos que tienen solo tres veces al día: uno de 30 minutos para comer y dos veces por 15 minutos.
Otra norma establece que los empleados no pueden llevar sus pertenencias al trabajo con excepción de una botella de agua y una bolsa de plástico transparente con dinero. Todos ellos, al final del día de trabajo, son sometidos a una revisión obligatoria que puede durar hasta 25 minutos para asegurarse de que no robaron ningún artículo del almacén.
Y la empresa patentó una pulsera ultrasónica que puede rastrear con precisión dónde ponen sus manos los empleados del almacén y vibra para que se dirijan en la dirección necesaria.
Pero además, Amazon controla mediante un sistema electrónico de control y escáneres los segundos que pasan entre el cumplimiento de cada tarea. Si el empleado es más lento de lo establecido, el sistema le manda un aviso que incluso puede llevar el despido.
Según comentó una de las empleadas de Amazon a los autores del informe, los trabajadores no entienden cuánto tiempo se les asigna para completar cada tarea y es algo que solo conocen los directivos de la compañía. "Lo sabrás cuando te llegue un aviso”, les responden cuando consultan.
"No sabes lo que va a pasar. No sé qué tareas terminé esta semana, ni si alcanzo el índice la próxima semana o si este va a cambiar. Te sientes como si alguien te estuviera observando mientras duermes", señaló.
Obviamente, Amazon hace todo lo posible para impedir la aparición de sindicatos. "No puedes hablar con tus colegas. Los managers se acercan a ti y dicen que te enviarán a una estación diferente", comentó otra empleada de la empresa.
En respuesta al informe, un vocero de Amazon comentó al sitio The Register que como la mayoría de las empresas, tiene "expectativas de rendimiento" para cada trabajador y por eso mide la productividad real.
"El rendimiento de los asociados se mide y se evalúa durante un largo período de tiempo, ya que sabemos que una variedad de cosas podría impactar en la capacidad de cumplir con las expectativas cualquier día u hora. Apoyamos a las personas que no están rindiendo al nivel esperado con un entrenamiento dedicado para ayudarles a mejorar", indicó.
El sistema que controla el cumplimiento del distanciamiento social también tendría otros objetivos.
Según un informe especializado, la compañía de Jeff Bezos utiliza los últimos adelantos tecnológicos para establecer un estricto sistema de vigilancia. Vigilancia masiva, lucha contra los sindicatos y empleados que pueden ser despedidos sin darse cuenta de que no cumplieron normativas sobre los envíos que ni siquiera conocen. Estas son algunas de las cuestionables políticas internas de Amazon que refleja un informe sobre la compañía de Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo.
De acuerdo al documento del Open Markets Institute, con sede en Washington, Amazon creó una vasta infraestructura de control y vigilancia sobre sus empleados, que examina a cada trabajador en todo momento, recurriendo a métodos "cada vez más invasivos" y "creando condiciones excepcionalmente opresivas" para el trabajo.
En ese ambiente a lo “Black Mirror”, Amazon no solo equipó sus cámaras de seguridad con inteligencia artificial para asegurarse de que los empleados cumplen con las medidas de distanciamiento social impuestas por la pandemia de coronavirus, la cámaras instaladas en los almacenes de la compañía controlan que los empleados se dediquen únicamente a sus funciones.
También se instaló un software de navegación utilizado para recomendar las rutas a los conductores y monitorear su camino para garantizar que sigan la ruta sugerida.
Además verifica que los empleados no se detengan en los descansos que tienen solo tres veces al día: uno de 30 minutos para comer y dos veces por 15 minutos.
Otra norma establece que los empleados no pueden llevar sus pertenencias al trabajo con excepción de una botella de agua y una bolsa de plástico transparente con dinero. Todos ellos, al final del día de trabajo, son sometidos a una revisión obligatoria que puede durar hasta 25 minutos para asegurarse de que no robaron ningún artículo del almacén.
Y la empresa patentó una pulsera ultrasónica que puede rastrear con precisión dónde ponen sus manos los empleados del almacén y vibra para que se dirijan en la dirección necesaria.
Pero además, Amazon controla mediante un sistema electrónico de control y escáneres los segundos que pasan entre el cumplimiento de cada tarea. Si el empleado es más lento de lo establecido, el sistema le manda un aviso que incluso puede llevar el despido.
Según comentó una de las empleadas de Amazon a los autores del informe, los trabajadores no entienden cuánto tiempo se les asigna para completar cada tarea y es algo que solo conocen los directivos de la compañía. "Lo sabrás cuando te llegue un aviso”, les responden cuando consultan.
"No sabes lo que va a pasar. No sé qué tareas terminé esta semana, ni si alcanzo el índice la próxima semana o si este va a cambiar. Te sientes como si alguien te estuviera observando mientras duermes", señaló.
Obviamente, Amazon hace todo lo posible para impedir la aparición de sindicatos. "No puedes hablar con tus colegas. Los managers se acercan a ti y dicen que te enviarán a una estación diferente", comentó otra empleada de la empresa.
En respuesta al informe, un vocero de Amazon comentó al sitio The Register que como la mayoría de las empresas, tiene "expectativas de rendimiento" para cada trabajador y por eso mide la productividad real.
"El rendimiento de los asociados se mide y se evalúa durante un largo período de tiempo, ya que sabemos que una variedad de cosas podría impactar en la capacidad de cumplir con las expectativas cualquier día u hora. Apoyamos a las personas que no están rindiendo al nivel esperado con un entrenamiento dedicado para ayudarles a mejorar", indicó.