Por Elena Llorente
28 de septiembre de 2020
Imagen: AFP
El gobierno ha impuesto la obligación de tapabocas en lugares cerrados. Siguen sin abrir estadios de fútbol y discotecas, y los amontonamientos están prohibidos. Hay un respeto en general a las reglas de cuidado.
En los tiempos que corren, mientras en varios países europeos el número de contagiados cotidianos de covid-19 ha aumentado considerablemente pero en Italia se mantiene a niveles contenidos, muchos se preguntan por qué existen estas diferencias cuando Italia fue uno de los primeros países en sufrir la pandemia a principios de año. Y las autoridades y expertos coinciden en que la aplicación de las medidas de prevención es la clave.
Si se trata de cifras, el peor país por número de contagiados cotidianos resulta ser Francia que el 25 de septiembre tuvo 16.132 nuevos casos en un día, según datos oficiales. Le sigue España con 12.272 y Gran Bretaña con 6.878. Italia es cuarta en este orden con 1.879 casos siempre el 25 de septiembre, seguida de Alemania con 1.314 nuevos casos en esa fecha.
“La situación es preocupante. En algunos países de la Unión Europea los aumentos son mayores que en marzo. Esto significa que las medidas de control adoptadas no fueron suficientemente eficaces o no son aplicadas o no son seguidas como se debe”, dijo la Comisaria Europea para la Salud, Stella Kyriakides.
Hablando con un grupo de periodistas extranjeros, el viceministro de Salud de Italia, Pierpaolo Sileri, médico cirujano y profesor universitario, dijo: “Estamos mucho mejor porque las reglas que Italia ha impuesto son muy rígidas”. “Hemos empezado el lock down (bloqueo de todas las actividades) antes que otros países porque el virus llegó antes a Italia. Pero esa aplicación y su duración ha ayudado a contener la difusión del virus. También el hecho de que las actividades (comerciales, industriales, educativas, etc) se han retomado lentamente. Otro factor importante es la reacción de los italianos, ya que han aplicado las reglas: mascarillas, distancia personal y lavado de manos”, además de no descuidar los síntomas y consultar el médico, añadió el viceministro. Una investigación realizada por el Imperial College de Londres en efecto, reveló, entre otras cosas, que el 84% de los italianos están “bastante dispuestos a usar las mascarillas” mientras en Gran Bretaña sólo el 76%.
El viceministro contó además que el gobierno italiano ha invertido 5.000 millones de Euros en la salud en el período del covid y piensa destinarle otros 20-25.000 millones en los próximos 3-6 años para tecnologías, personal y formación, y evitar así que los jóvenes médicos y enfermeras se vayan a trabajar a otros países .
Estimular la responsabilidad y evitar las aglomeraciones
Fortunato Paolo D'Ancona, médico epidemiólogo que trabaja para el Centro Nacional de Epidemiología, Vigilancia y Promoción de la Salud del Instituto Superior de Sanidad de Italia y que ha seguido de cerca la marcha del coronavirus, habló con PáginaI12 sobre este tema.
-Según usted, ¿por qué en Italia hay menos casos de covid-19 que en otros países europeos en este momento?
-Aún no habiendo un respeto total de las reglas, incluso habiendo “movida” (así llamado en España y en Italia el amplio movimiento de jóvenes que van a locales y discotecas, ndr), aún habiendo aglomeraciones de gente en las zonas turísticas por ejemplo, de todas maneras Italia se ha empeñando muchísimo en respetar las reglas. El gobierno italiano ha impuesto la obligación de la mascarillas en lugares cerrados. No lo ha jamás eliminado como obligación. Los estadios de fútbol están cerrados, las discotecas están cerradas, los amontonamientos están prohibidos. Existen de todas maneras, pero están prohibidos. Las escuelas están reabriendo sus puertas con una grandísima atención. El gobierno cree mucho en las medidas de prevención. Yo veo con mucha satisfacción el empeño del gobierno en escuchar a los técnicos y especialistas en el tema y a invertir recursos económicos en la prevención. Sólo por dar un ejemplo, cada día se destinan 10 millones de mascarillas para los estudiantes.
-Pero dado que Italia tiene una población más anciana que muchos otros países de Europa (según datos oficiales, el 23% de la población italiana tiene más de 65 años mientras en España poco más del 19% tiene más de 64), ¿no podría haber influido eso en el menor número de contagios cotidianos ya que los ancianos no salen tanto, no van a bailar, no van a los bares y son más prudentes porque fue uno de los sectores más afectados al principio de la pandemia?
- Es posible que los ancianos tengan en este momento una actitud mucho mas prudente. De hecho a fines de agosto y primeras semanas de setiembre (pleno verano europeo, ndr), vimos bajar mucho la edad promedio de los contagiados (en torno a los 35 años). Ahora la edad media esta aumentando porque claramente los contagios trasmitidos por los jóvenes comienzan a tener un efecto sobre los familiares. Quien no ha tomado precauciones en el momento de la diversión, ha llevado la covid al seno de la comunidad y de sus familiares. Esperamos que la situación siga estable. Y que se detecten los casos para hacer las investigaciones epidemiológicas correspondientes y poner en cuarentena los contactos cercanos al contagiado.
-¿Existe la posibilidad de que el virus que circula en Italia sea diferente del que circula en otros países y esto influya en los contagios?
-Este no es un argumento sostenido a nivel científico por ahora.
-El verano ha sido un momento difícil de la pandemia porque toda la gente quería salir, ir a las playas, a las plazas, a los bares y se amontonaban por todas partes. En Argentina se está acercando al verano. ¿Según usted cuáles son las normas de protección que no se deben evitar de ninguna manera?
-Distanciamiento y uso de mascarilla en primer lugar. Esto ayuda muchísimo. El riesgo mayor está en bares, restaurantes, lugares de diversión. Por una parte se requiere la responsabilidad de cada individuo, es decir que cada uno sea consciente de que hay que respetar esas normas. Pero además hay que tomar medidas para evitar los amontonamientos. Se requiere toda una estrategia de los gobiernos en ese sentido. No se puede dejar todo sólo a la responsabilidad de las personas. Tener 10.000 o más nuevos casos por día es bastante como para mover las consciencias. Pero a veces es necesario tomar otras decisiones. En Italia, por ejemplo, están haciendo algunos lock down en zonas de mayor riesgo, donde cada municipio está tomando medidas que apuntan a evitar las aglomeraciones.