Marcos Salgado
On Sep 2, 2024
La cadena estadounidense CNN confirmó el lunes que Estados Unidos confiscó en República Dominicana un avión del gobierno venezolano y lo trasladó a Miami, donde fue exhibido convenientemente a medios de comunicación, en lo que constituye una nueva provocación que complica el difícil camino de la negociación entre Caracas y Washington.
“Esto envía un mensaje a la cúpula”, dijo un funcionarios estadounidense a CNN. “Incautar el avión de un jefe de Estado extranjero es un hito en asuntos criminales. Estamos enviando un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley, nadie está fuera del alcance de las sanciones estadounidenses”,
“Esto envía un mensaje a la cúpula”, dijo un funcionarios estadounidense a CNN. “Incautar el avión de un jefe de Estado extranjero es un hito en asuntos criminales. Estamos enviando un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley, nadie está fuera del alcance de las sanciones estadounidenses”,
Los medios de comunicación adscriptos compraron rápidamente la operación y tildaron la aeronave secuestrada como “el avión oficial” del presidente Maduro. Según CNN, sus “fuentes” describieron el avión como “el equivalente venezolano del Air Force One”, en referencia al avión presidencial estadounidense. Esto claramente no es cierto, pero suma al pan y circo y más cuando decenas y decenas de medios se suman al coro bobo y acrítico.
Un avión usado por el gobierno, pero no oficial
El avión de fabricación francesa Dassault Falcon 900EX que volaba con la matrícula T7-ESPRT fue, efectivamente, utilizado en algunas ocasiones por el presidente Nicolás Maduro. En este arribó, por caso, a la reunión en el aeropuerto de San Vicente y las Granadinas con el presidente de Guyana, Irfaan Ali, en diciembre del año pasado. La misma aeronave realizó el mismo viaje pocos días después, en la operación de intercambio de prisioneros por la que el empresario y diplomático Alex Saab regresó a Venezuela luego de su secuestro en Estados Unidos y Cabo Verde.
El avion Falcon en San Vicente y las Granadinas. (Captura video)
Pero no se trata de un avión oficial del Estado venezolano. El avión oficial del presidente de Venezuela es un Airbus 319, que durante algunos años voló con la matrícula FV-0001 y luego pasó a la flota de la estatal Conviasa, con el registro YV2984. Para algunos viajes de largo alcance, el presidente venezolano ha utilizado aviones Airbus 340 de Conviasa, y alguna vez, también, un Ilyushin 96 de Cubana de Aviación, de fabricación soviética.
Las medidas coercitivas unilaterales de los Estados Unidos contra Venezuela convirtieron en un dolor de cabeza los traslados del presidente Maduro y en general las operaciones de los aviones de Conviasa. Tal como sucedió en Buenos Aires con el avión carguero de carga de EMTRASUR, que el gobierno de Javier Milei entregó a los US Marshals estadounidenses, que lo desguazaron en La Florida.
Además, por las mismas medidas, los aviones de Conviasa no obtienen permiso para operar en aeropuertos de varios aeropuertos de Latinoamérica, lo que dificulta la expansión comercial de la empresa. Hoy por hoy, Conviasa vuela con sus aviones solo a México, Nicaragua, Bolivia, San Vicente y las Granadinas, Barbados y Cuba, además de un vuelo a Manaos, en Brasil.
Pero no se trata de un avión oficial del Estado venezolano. El avión oficial del presidente de Venezuela es un Airbus 319, que durante algunos años voló con la matrícula FV-0001 y luego pasó a la flota de la estatal Conviasa, con el registro YV2984. Para algunos viajes de largo alcance, el presidente venezolano ha utilizado aviones Airbus 340 de Conviasa, y alguna vez, también, un Ilyushin 96 de Cubana de Aviación, de fabricación soviética.
Las medidas coercitivas unilaterales de los Estados Unidos contra Venezuela convirtieron en un dolor de cabeza los traslados del presidente Maduro y en general las operaciones de los aviones de Conviasa. Tal como sucedió en Buenos Aires con el avión carguero de carga de EMTRASUR, que el gobierno de Javier Milei entregó a los US Marshals estadounidenses, que lo desguazaron en La Florida.
Además, por las mismas medidas, los aviones de Conviasa no obtienen permiso para operar en aeropuertos de varios aeropuertos de Latinoamérica, lo que dificulta la expansión comercial de la empresa. Hoy por hoy, Conviasa vuela con sus aviones solo a México, Nicaragua, Bolivia, San Vicente y las Granadinas, Barbados y Cuba, además de un vuelo a Manaos, en Brasil.
Otra provocación
El caso del Falcon 900EX comenzó en mayo, cuando fue retenido en República Dominicana, en el Aeropuerto Internacional de La Isabela. Solo hubo algunas notas en la prensa de ese país, que refirieron que se trataba de una medida ordenada por la Procuraduría General. En ese momento, ni el gobierno de Venezuela ni el de Dominicana comentaron el caso. El bajo perfil terminó este lunes, con la movida de Estados Unidos.
El caso del Falcon 900EX comenzó en mayo, cuando fue retenido en República Dominicana, en el Aeropuerto Internacional de La Isabela. Solo hubo algunas notas en la prensa de ese país, que refirieron que se trataba de una medida ordenada por la Procuraduría General. En ese momento, ni el gobierno de Venezuela ni el de Dominicana comentaron el caso. El bajo perfil terminó este lunes, con la movida de Estados Unidos.
Según Bloomberg, un tribunal de La Florida solicitó el embargo de la aeronave cuando aterrizó en La Isabela, el 22 de mayo. La misma agencia asegura que el Departamento de Justicia estadounidense indicó que el avión fue comprado a través de una empresa fantasma y sacado “de contrabando” de los EE.UU. De cualquier forma, el mismo ente indica que la medida se tomó como parte de la política de “sanciones” contra Venezuela.
Segun CNN, varias agencias federales estuvieron involucradas en la “incautación” del avión, que se realizó en “estrecho” trabajo con la República Dominicana, que notificó a Venezuela sobre la situación, aseguraron.
Relaciones complicadas
A pesar que hasta ahora el gobierno venezolano no fijó posición sobre el nuevo despojo (la agencia estatal AVN se limitó en principio a validar informaciones de la cadena rusa Sputnik sobre el tema), la maniobra busca complicar la ya difícil relación entre los Estados Unidos y Venezuela. Un ir y venir que, de cualquier forma, sigue rindiendo algunos frutos.
Por caso, esta semana se conoció que Venezuela se perfila como jugador clave en el mercado estadounidense de crudo. Según los últimos datos de la U.S. Energy Information Administration (EIA), EEUU consumió un promedio de 6.664.000 barriles por día (bpd) de crudo en junio 2024. De ello, Venezuela representó el 3,4% al exportar unos 226.000 bpd, cifra ligeramente superior a la lograda en mayo cuando envió 224.000 bpd.
Si bien la cifra mensual puede parecer pequeña, la misma EIA confirma que interanualmente las exportaciones de crudo de Venezuela a Estados Unidos registraron un aumento del 79%. Venezuela ya está en el quinto lugar de los exportadores de petróleo a EE.UU. apenas detrás de Arabia Saudí y sobre varios proveedores latinoamericanos, como Brasil, Colombia y Ecuador.
Es apenas un elemento de varios, que indican que más allá de las provocaciones, es difícil imaginar que Estados Unidos rompa lanzas con el gobierno de Nicolás Maduro como intentó Trump en 2019. Aún un eventual regreso del magnate a la Casa Blanca difícilmente signifique un regreso a tácticas fallidas.
Por lo demás, y mientras tanto, queda el circo, como el de hoy en el aeropuerto de La Florida.
* Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTV en Venezuela, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)