WASHINGTON (ANSA/por Benedetta Guerra)
09.09.2024
Imagen: ANSA
La tensión aumenta ante el primer, y quizás único, enfrentamiento directo antes del próximo 5 de noviembre entre Kamala Harris y Donald Trump: las últimas encuestas los muestran prácticamente empatados y los gurús de la previsión electoral se dividen a partes iguales entre los dos candidatos.
A menos de 48 horas del debate en ABC News, la demócrata y el republicano intensificaron la preparación con sus respectivos equipos para afrontar las preguntas de los periodistas, el juicio del público y los ataques del oponente.
Encerrada en su hotel de Pittsburgh, Pensilvania, donde permanecerá hasta el momento del desafío, la vicepresidenta se ha rodeado solo de los asesores de mayor confianza y de los mejores preparadores: Philippe Reines, ex consejero de Hillary Clinton cuando esta era secretaria de Estado, que interpreta la parte de Trump; la veterana en duelo Karen Dunn y Rohini Kosoglu, ex asesor de política interna y jefe de gabinete del Senado.
La puesta en juego es altísima, especialmente para la demócrata si es cierto, como encontró la última encuesta del New York Times/Siena College, que el 28% de los votantes indecisos piensan que "no la conocen lo suficiente y "necesitan saber más" sobre ella.
La campaña de la demócrata se quejó ante ABC News por haber elegido el formato de micrófonos apagados, el mismo utilizado por CNN en el infame duelo entre Trump y Joe Biden, argumentando que pondrá en desventaja a la candidata, al tiempo que protegerá al republicano de una confrontación directa.
Si bien es precisamente en el intercambio cara a cara donde la vicepresidenta pretende descubrir al magnate, como también le aconsejó Hillary Clinton.
"No debe hacerse arrastrar hacia la red" del magnate. El se pone nervioso fácilmente, muerde el anzuelo. Y no sabe cómo responder a ataques sustanciales y dirigidos", explicó la excandidata presidencial en una entrevista con el New York Times, citando un momento del duelo televisivo de 2016 en el que definió a Trump como "un títere de (el presidente ruso, Vladimir) Putin".
"El empezó a tartamudear y se puso nervioso", recordó Clinton.
El magnate también se está preparando para el debate, al parecer de forma más suave, pero, según sus allegados, nunca antes tanto, y continúa de gira por los estados federados.
"Harris es peor que (el presidente, Joe) Biden", atacó durante un mitin el fin de semana en Wisconsin, donde Trump y su rival están prácticamente emparejados, como en el resto de los otros "estados indecisos" cruciales de Pensilvania y Michigan.
Los dos candidatos también están cabeza a cabeza a nivel nacional, con un 48% para Donald y un 47% para Kamala, según la encuesta del NYT/Siena.
En general, todos los últimos hallazgos, aunque con algunas diferencias, hicieron que los demócratas vuelvan a la tierra después de la embriaguez de la convención de Chicago.
Para la vicepresidenta, el debate del martes será fundamental para presentarse especialmente ante los votantes hispanos varones a los que aún no lograron convencer y que son relevantes para ganar la Casa Blanca y para encarnar la idea de cambio que dice representar.
De hecho, más del 60% de los votantes cree que el próximo comandante en jefe tendrá que ser un avance en relación con Biden, pero solo el 25% cree que Harris lo está contra el 53% de Trump.
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