21 ene 2015

La inteligencia argentina, niño prodigio


El Estado es también la gestión de los secretos. Argumentos para la resolución de internas de palacio, estrategas de la diplomacia internacional, operadores de tapas de diarios, disparadores de la represión. Las capas de la inteligencia militar y civil son un agujero negro de la política. No sólo por la oscuridad de su funcionamiento sino porque descose lo público con su potencia absorvente.

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Foto: Santiago Haffor­d

Piso seis. Oficina 602. Edificio Alfredo Palacios, ex Caja Nacional de Ahorro y Seguro, actual anexo del Senado Nacional. Detrás de sus puertas blindadas trabajan siete empleados que según la ley deben reportar a los catorce senadores y diputados que integran la Comisión Bicameral Permanente de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia. El ente más importante de todo el Congreso Nacional. La ventanilla que más denuncias recibe por los abusos de los espías argentinos, lleva trece años sin funcionamiento formal y es la última frontera constitucional entre el poder civil y la autonomía del espionaje repartido en una decena de organismos policiales y militares de inteligencia que nadie logra controlar.
Según el presupuesto votado para este año por el Congreso, la Secretaría de Inteligencia (SI), ex SIDE, considerada la zona más visible de todas las áreas de espionaje interior y exterior de la Argentina, tiene un presupuesto de 1.874 millones de pesos, con 1.492 millones destinados a pagar los salarios de un número desconocido de agentes. Las planillas oficiales de esos gastos reservados solo mencionan a dos empleados: al jefe y subjefe de la SI. El resto, tal como lo convalida la Ley de Inteligencia Nacional, es secreto y no puede ser revelado. Sin embargo, la cueva de la calle 25 de Mayo yace desde hace medio siglo en el viejo edificio Martínez de Hoz, frente a la Casa Rosada y dicen que cuenta con unos dos mil empleados, en su mayoría reclutados a partir de recomendaciones y vínculos familiares de los antiguos habitantes de ese mundo recóndito. Otros casos son por designaciones políticas de cada gobierno. Pero en ese mundo ningún número es concreto, gracias a la ley secreta 17.112, que establece el estatuto “para el personal civil de la secretaría de informaciones de estado y de los servicios de inteligencia de las fuerzas armadas”. Su artículo 14 define que solo cuatro categorías del “personal civil de inteligencia” de la SI y del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea cobrarán su salario “por partida pública del presupuesto”, aunque otras tres lo harán “por partida secreta, en planillas aparte, y utilizará nombre de encubrimiento”. Es decir, que una parte del presupuesto nacional tendrá todos los años una parte oculta, con nombre ficticio, para pagar los salarios de una cantidad desconocida y sin control de agentes en cuatro organismos del Estado.
Sin embargo para los conocedores solo se trata de una norma básica de cualquier organismo similar en el mundo. En algunos pocos casos, no en Argentina, los controles constitucionales echan luz sobre esa ausencia de contornos entre lo público y lo secreto, pero por encima de esa norma fundacional, transcurre un sistema basado en lo oculto, estructuras verticales, compartimentadas, extremadamente autoritarias, pero también sofisticadas y perfeccionadas al cobijo de la tecnología. Desde las transmisiones secretas por radio de la Segunda Guerra Mundial, pasando por los códigos de CIA que descifró el periodista Rodolfo Walsh para evitar la invasión de Bahía de Cochinos en Cuba, hasta la nueva guerra fría que provocó la filtración de documentos secretos del Departamento de Estado, a manos de la organización Wikileaks. En ese contexto navega la poco explorada relación actual de la democracia argentina con sus catacumbas secretas.
lista negra
El actual jefe de la SI es el santacruceño Héctor Icazuriaga. El “vasco” es el vigésimo “señor Cinco” de la historia de ese organismo, desde que Juan Domingo Perón lo creó como Coordinación de Informaciones de la Presidencia (CIPE), bajo la batuta del agente nazi Rodolfo Ludovico Freude. Poco después pasó a llamarse Coordinación de Informaciones del Estado (CIDE) y funcionó con ese nombre hasta 1966. La dictadura del general Juan Carlos Onganía la bautizó como Secretaría (SIDE), un nombre que duró hasta la sanción de la nueva Ley de Inteligencia Nacional (25.520), aprobada por el Congreso el 27 de noviembre de 2001 y promulgada 17 días antes de que su impulsor, el radical Fernando De la Rúa, huyera en helicóptero de la Casa Rosada.
En medio de esa tragedia nació el nuevo ordenamiento del aparato nacional de espionaje que finalmente fue reglamentado por el decreto 950/2002. Firmado por el mandatario interino Eduardo Duhalde el 6 de junio, tres semanas antes del operativo conjunto que protagonizaron la Bonaerense, la Federal y la Prefectura para reprimir la protesta que cortó el Puente Pueyrredón y terminó con las vidas de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. El operativo contó con la sibilina intervención del entonces titular de la SI, Carlos Soria, quien según la versión del periodista Ricardo Ragendorfer habría alertado al gobierno nacional sobre la elaboración por parte de los movimientos sociales de un “plan insurreccional que ya estaba en marcha y que tenía prevista la toma del poder el 9 de julio”. El comisario Alfredo Fanchiotti, actualmente preso por el asesinato de ambos jóvenes, cumplía las funciones de enlace con “La Casa” de la calle 25 de mayo a través de la Jefatura Departamental del distrito.
Según esa norma vigente, la “secretaría” nunca dejó de depender en forma directa del presidente, bajo la sigla SI, pero desde entonces es la cabeza del “Sistema de Inteligencia Nacional”, compuesto también por la “Dirección Nacional de Inteligencia Criminal”, que depende de la Secretaría de Seguridad Interior, y por la “Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar”, bajo la órbita del Ministerio de Defensa. La lista de entes secretos no termina ahí. Hay otros tres, que reportan a Defensa, y por su intermedio, al menos en la letra de la ley, a la SI: la Armada cuenta con su Servicio de Inteligencia Naval (SIN), la Fuerza Aérea con el SIFA y el Ejército con su viejo servicio secreto militar, que se llamó Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) desde el 45 hasta el 69. Por entonces, la dictadura de Onganía lo reinauguró para la Doctrina de Seguridad Nacional y lo bautizó Batallón 601. Funcionó hasta el 31 de diciembre del 86. Desde comienzos del 87 se llamó Centro de Reunión de Inteligencia Militar, bajo la órbita de la Jefatura II del Ejército, hasta el año pasado conducida por el General César Milani, quien también tuvo bajo su órbita a la División de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa J-2, la Compañía de Comandos 601 y el desmantelado Batallón 601.
A esa red del secreto castrense se suman los aparatos de espionaje criminal de la Gendarmería Nacional, de la Prefectura y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, y las tristemente célebres superintendencias de Seguridad Federal y de Interior de la Policía Federal Argentina, dos áreas que contienen los restos de Coordinación Federal, organismo creado en 1944 y originalmente diseñado por la Escuela de Informaciones del Ejército para perseguir al espionaje extranjero. Al principio quedó dividida en antinazis y pronazis, pero después del fin de la Segunda Guerra Mundial y con el gobierno de Juan Domingo Perón se transformó en una estructura de espionaje interior, la temida “Sección Especial”.
Si entre 1946 y el 55 la Policía Federal fue la mayor fuerza civil armada que tuvo Perón, a partir de su derrocamiento fue el brazo ejecutor de la nueva dictadura, esta vez, bajo el comando del temible SIN de la Libertadora del Almirante Isaac Rojas. A partir de 1966 pasó a llamarse Superintendencia de Coordinación Federal y tuvo a su cargo toda la persecución política, gremial y estudiantil en el área metropolitana, y en las delegaciones del interior del país. La dimensión de su letalidad pasa inadvertida por las intrigas que rodean a la ex SIDE y a la corrupción de la inteligencia militar, pero la Federal cuenta con un cuerpo de espías bajo órdenes de sus jefes y sin intervención de ningún juez, desde la misma época en que Juan Perón potenció a la fuerza. Son las “plumas” del gallo que simboliza a la Federal. Esos agentes, según reflejó con precisión la periodista de Página 12 Adriana Meyer, pasaron a formar parte del Cuerpo de Informaciones de la PFA, mediante el decreto ley 9.021 de 1963. “Un verdadero servicio paraestatal de informaciones e inteligencia no sujeto a ningún tipo de contralor administrativo, judicial y parlamentario más allá que el ejercido por algunos pocos miembros del comisariato superior de la fuerza”, detalló Marcelo Saín sobre el organismo que, desde 1970 gracias a la ley 18.895, también cuenta con el Cuerpo de Auxiliares de Investigaciones, el cual incluye un estatuto secreto propio para los plumas y que les permite tener cualquier empleo público en forma paralela a las funciones de espía interior estatal.
a desalambrar, a desalambrar
Toda la arquitectura legal que sostiene a la vieja osamenta de los espías argentinos se mantuvo en secreto hasta 2003, cuando Kirchner comenzó un lento proceso de desclasificación de archivos. Fue el paso previo a la ley 26.134 que desde agosto de 2006 dejó sin efecto el carácter secreto de todas las leyes reservadas. Esa decisión abrió la puerta para la desclasificación a partir de 2008 de los nombres del Personal Civil de Inteligencia que se desempeñó en los tres servicios secretos de las fuerzas armadas entre 1976 y 1983. Los que siguieron trabajando para la misma estructura desde 1984 siguen siendo un secreto bien guardado. La revelación ocupó tres veces la primera plana de la revista Veintitrés. Primero con los empleados del Batallón 601, luego con los miembros del SIFA y finalmente con la nómina de 1265 agentes del SIN. La caída del secreto sobre la identidad de unos 7 mil espías civiles de las tres fuerzas, solo permitió conocer la estructura del personal asalariado que cumplió tareas criminales, y también servicios generales durante la dictadura. Entre ellos zafó el actual secretario general de la UOCRA Gerardo Martínez. Pero hubo algunos mandos militares y policiales que siempre zafaron de la desclasificación y fueron descubiertos por periodistas y organismos de derechos humanos, como el ex miembro del Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA, Ricardo Miguel Cavallo, descubierto cuando llevaba años como titular del Registro Nacional de Vehículos, con una identidad similar. El capitán de navío Jorge Raúl Vildoza tuvo una suerte aún mayor: jamás cayó preso, su mujer cumple reclusión, pero sostiene que ya murió. En rigor, gozó de una compleja protección en el exterior hasta hace pocos años. Otro espía con éxito e impunidad en el exterior es Mario Alfredo Sandoval, ex oficial de Coordinación Federal que, según indagó la periodista Nora Veiras en 2008, llegó a trabajar como asesor del presidente francés Nicolás Sarkozy hasta que el juez federal Sergio Torres pidió su detención en la causa que investiga la desapariciones cometidas por “Coordina”, regidora de un centro clandestino propio en el 1417 de la calle Moreno.
letra chica
La desclasificación permitió la publicación de normas y documentos que muy pocos miran, como los informes diarios sobre actividades políticas que producía Coordinación. En los archivos del Congreso Nacional yacen, desde hace diez años, las listas diarias que realizaba la Federal, hora por hora, de lunes a lunes, sobre lo que ocurrió en cada punto del país entre 1973 y 1976, cuando parte de su estructura, en forma orgánica, integró la Alianza Anticomunista Argentina. Esa valiosa pieza de documentación revela un funcionamiento informativo que nunca dejó de realizarse, pero que fue cambiando de formatos con el correr del tiempo y la tecnología. El destape hace un año del mayor de inteligencia de la Federal Américo Balbuena, que infiltró a la agencia alternativa Rodolfo Walsh, es la muestra viva de esa presencia secreta en la vida política argentina desde hace por lo menos medio siglo. Actualmente esa red de informantes secretos y auxiliares de investigaciones de la Federal superaría los mil agentes. Sus tareas de vigilancia ideológica se han mantenido en el tiempo, pero fueron acompañadas desde fines de los noventa por la inteligencia interior de la Gendarmería Nacional. A pesar de su bajo perfil, comenzó intervenir activamente en la represión del conflicto social a partir de la represión de los cortes de ruta en Tartagal y Cutral Có en 1997.
Las tareas de seguimiento político del viejo organismo de control de fronteras, que tiene servicio propio de inteligencia desde fines de los 30, fueron conocidas en su real dimensión con las denuncias que revelaron la existencia del Proyecto X.
La lista de organismos secretos se completaría con el Servicio de Inteligencia Penitenciario Federal, creado el 18 de mayo de 1973, cinco días antes de la partida de la dictadura de Lanusse, que sigue vigente y cuenta con 16 escalafones de agentes. Una norma que, al igual que los demás estatutos de los otros servicios, establece presupuestos y nóminas ocultas. Los memoriosos recuerdan que su inauguración “técnica” estuvo en manos de dos viejos torturadores del batallón 601 y de la ex SIDE: el criminal común Aníbal Gordon y el espía Eduardo Alfredo Ruffo. El primero murió en los ochenta y el segundo está preso en el penal de Marcos Paz por crímenes de Lesa Humanidad. Luego de asesinar y torturar para la Triple A desde una patota promovida por el Batallón 601, ambos fueron designados en uno de los primeros centros clandestinos de detención del Plan Cóndor: Automotores Orletti. Tan activa fue la participación de Ruffo que, como inorgánico del aparato de espionaje, siguió manteniendo contactos con las redes activas de 25 de mayo para negociar la entrega de información sobre el paradero de hijos de desaparecidos a cambio de protección. La maniobra duró hasta el 25 de octubre de 2006, cuando se entregó en la coqueta calle Juez Tedín al 2600, en Barrio Parque, muy cerca de los calabozos que tiene la División Antiterrorista de la Federal en la calle Cavia.
el ojo de la patria
Los aparatos de inteligencia deben ser auxiliares de la justicia para las investigaciones que requieran los magistrados y para las intervenciones que consideren necesarias. Esos pedidos van a parar a la Dirección de Observaciones Judiciales, históricamente conocida como la Ojota.
Antes de tener un Gran Hermano con acceso a todos los cableados telefónicos del país, “La Casa” mandaba agentes a cada una de las centrales e instalaba grabadores en las terrazas. Los datos surgen de la escasa literatura sobre el espionaje nacional y de SIDE, la Argentina Secreta, un libro publicado por Planeta en 2006, que llegó a las tres ediciones, y se agotó con la velocidad de quien manda a comprar todos los ejemplares. Su autor, Gerardo Young, ex redactor de Clarín, sacó del secreto a Antonio Horacio Stiusso, alias Jaime, o Aldo Stiles, y contó parte de su pasado. Actual Director de Contrainteligencia del organismo y dueño de la tecnología dedicada a la intercepción de comunicaciones, a un paso de cumplir los 61, es considerado uno de los jefes más “viejos” de 25 de Mayo.
Según Young está en el organismo desde 1972 y pertenece a la casta de espías de carrera. Trabajó para dos dictaduras, el radicalismo, el menemismo, y también para el kirchnerismo, hasta el último cisma ocurrido hace pocos años por el cambio de enfoque respecto al atentado de la AMIA, que puso en tela de juicio la tesis del coche bomba, construida bajo la persistencia de los servicios de inteligencia norteamericanos e israelíes, poseedores de una excelente relación con la SI y con Stiuso, quienes suelen realizar espionaje a pedido de ambas centrales extranjeras. Esa práctica se ha mantenido durante décadas, en dictadura o democracia, pero entró en una compleja inflexión a partir de los atentados contra la Embajada de Israel, que dejó 29 muertos y 300 heridos el 17 de marzo de 1992, y contra la AMIA, el 18 de Julio de 1994 que mató a 85 personas e hirió a otras 300. A pesar de la intervención de toda la autodenominada “comunidad de inteligencia”, nadie cayó preso en forma definitiva, mientras que la interpretación sobre ambos ataques siempre evolucionó bajo la tutela de Washington y de Tel Aviv. La investigación tuvo dos pistas principales: una adjudicó la autoría del atentado a la organización islámica Hezbollah, presuntamente apoyada por Irán; y otra, la llamada pista siria, apunta a los vínculos entre el ex presidente Carlos Menem y el traficante de armas sirio Monzer Al Kassar. El caso sigue abierto y algunas indagatorias centrales dependen del “Memorandum de entendimiento” firmado por Argentina con Irán para que declaren en Teherán.
Pero no fue la única puja que “Stiles” libró con el kirchnerismo. La primera estalló el 25 de julio de 2004, en el programa Hora Clave, conducido por Mariano Grondona. El invitado especial era Gustavo Béliz que había cumplido más de un año en el Ministerio del Interior cuando Néstor Kirchner le aceptó la renuncia. Tras el portazo Béliz guardó silencio, hasta sentarse ante las cámaras para vengarse del hombre al que sindicó como jefe en las sombras del organismo secreto. “Me echaron por nombrar la palabra maldita de la política argentina: SIDE”, dijo y mostró el rostro de Antonio Horacio Stiusso a la televisión. Nervioso pero seguro, Beliz buscó resumir el papel de ese organismo: “Es una especie de agujero negro, se manejan fondos sin rendición de cuentas. Constituye un Estado paralelo, una policía secreta sin ningún tipo de control: la maneja un señor al que todo el mundo le tiene miedo porque dicen que es peligroso y te puede mandar a matar. Ese hombre participó de todos los gobiernos y se llama Jaime Stiusso”. Y terminó la denuncia con una despedida: “Dejo la política, estoy desilusionado”. Se fue con su familia a Estados Unidos y desde entonces afronta una causa penal por “revelar secretos políticos o militares concernientes a la seguridad”.
La ferretería técnica, controlada desde una base ubicada en el 4100 de la calle Estados Unidos, prosperó con los años. Con la llegada de Internet y los celulares, sumó nuevas generaciones de espías. También nuevos equipos. Una de las mayores inflexiones sucedió a comienzos de los noventa, cuando Menem privatizó ENTel y la vendió a France Telecom y a Telefónica de España. Ambas multinacionales tuvieron que garantizarle al Estado el monopolio de las escuchas legales (e ilegales) que realizaba la SIDE por medio de la Dirección de Observaciones Judiciales. Ambas acordaron financiar y equipar un edificio para las orejas del Estado. Desde entonces un inmueble ubicado al 3832 de Avenida de Los Incas, en pleno barrio de Belgrano, es la sede de la Ojota. Desde la existencia de los celulares, Stiusso fue comprando una enorme cantidad de valijas interceptoras. Esa tecnología contó con la creciente presencia de competidores privados. Hace dos años, los dos gerentes de las telefónicas confiaron a la Comisión Investigadora de la Legislatura Porteña que intervienen “un promedio de 250 líneas por mes a pedido de la SI”. El promedio real superaría las seis mil líneas pinchadas por año con el escuálido control de algunos jueces. Un rastrillaje telemático que también promueven los “grandes” del fisgoneo corporativo como Kroll, Stratfor y The Ackerman Group, tres multinacionales del espionaje con sucursal en Buenos Aires que cuentan con el gerenciamiento de ex agentes de la CIA y el FBI.
El rompecabezas siempre será incompleto para comprender el nivel del acecho estatal en la política argentina. Pero es muy posible que algo entenderíamos si pudiéramos acceder a las 20 mil carpetas rebosantes de información secreta que la SI poseería en los subsuelos de su sede principal.

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La Pax Americana

EMIR SADER / 

La revista The Economist anuncia que el próximo “Estado fallido” seria Libia. ¿Próximo? Si ellos mismos confiesan que no hay Estado en el país, hay dos gobiernos, dos parlamentos, disputa para ver quien dirige el banco central, la compañía de petróleo, ni hay policía, ni ejército nacional, varios grupos de milicias disputan el territorio nacional, la infraestructura del país está en ruinas, los pozos de petróleo, disputados por distintas milicias, están siempre en riesgo inminente de explotar, torturas y ejecuciones proliferan, por todo lo cual ya fue llamado un país bajo el nombre de Licia. Turquía, Qatar y Sudán apoyan a un bando, mientras Emiratos Árabes Unidos y Egipto apoyan al otro. Si esto no es un Estado fallido, ¿que más es necesario para que lo sea?

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EMIR SADER / ALAINET / REBELION – 
¿Quién es responsable por la destrucción de un país más en la región? ¿Ya no basta lo que pasa en Afganistán, en Irak, en Siria, en Yemen?
Hay que recordar que los bombardeos que tuvieron como resultado la destrucción de Libia fueron autorizados por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, para “proteger a la población civil”, cuando ya se habían desatados combates generalizados por el poder en el país. Valiéndose de esa decisión e interpretándole a su manera, la OTAN bombardeó sistemáticamente al país, no para dar algún tipo de protección a la población civil – ¿quién puede estar protegido de los bombardeos de la OTAN?-, sino para derrumbar el gobierno de Gadafi. Tanto es así, que tan pronto como cayó el régimen y fue asesinado de forma vergonzosa el hasta entonces jefe del Estado, masacrado públicamente en manos de milicias, la OTAN dio por cumplida su misión de “protección de la población civil” de Libia, suspendió los bombardeos, al parecer Naciones Unidas pensó lo mismo, y Libia fue entregada a una brutal guerra civil entre milicias armadas. A la vez que otros bandos se valían de los armamentos en manos de esas milicias, para perpetrar atentados en otros países –como los realizados en Argelia y en Yemen– y organizar nuevos grupos fundamentalistas en toda la región. Libia no solo no se ha estabilizado, sino que se ha vuelo un foco activo de desestabilización de varios países de la región.
En el período de “guerra fría” había zonas de influencia de las dos superpotencias, aun cuando había conflictos graves –como la sangrienta guerra entre Irak e Irán-, el conflicto no se generalizaba al conjunto de la región, como sería el caso de hoy en día, en caso de que ocurriera un enfrentamiento entre dos potencias entonces fuertísimas en la región. Terminada la guerra fría, con la victoria del campo occidental bajo el liderazgo de los Estados Unidos, se dieron las condiciones para que se impusiera la Pax Americana, ya sin límites. Pasábamos de un mundo bipolar a un mundo unipolar, bajo hegemonía imperial norteamericana.
Desde entonces pasó a existir una modalidad de invasión y destrucción de países, de la que Afganistán e Irak son casos iniciales, pero cuyo efecto destructor se ha diseminado a países como Libia, Siria, Yemen, con potencial de extenderse hacia el conjunto de la región. Nunca el panorama fue tan desalentador y sin control en toda la región, con perspectivas de empeoramiento, conforme la acción militar y política de EUA se intensifica, arrastrando a sus aliados – europeos, de América del Norte, de Oceanía – hacia nuevas aventuras militares.
Como consecuencia de las desastrosas y belicistas intervenciones lideradas por los EUA, el Talibán se ha fortalecido como nunca en Afganistán, Al Qaeda retorna con fuerza, el Estado Islámico avanza en Irak y en Siria. Como respuesta, EUA lleva a sus aliados a comprometerse con una nueva ofensiva militar, que tiene como uno de sus efectos, atentados terroristas en Canadá, en Australia, ahora en Francia, haciendo que se extienda como rastrillo de pólvora los riesgos por todo el mundo.
Esa es la Pax Americana, el mundo prometido por EUA victorioso en la guerra fría, a su imagen y semejanza. Un mundo, como nunca antes, tan víctima de los tentáculos imperialistas y tan en riesgo por la multiplicación de los epicentros de guerra.
Emir Sader, sociólogo y cientista político brasileño, es coordinador del Laboratório de Políticas Públicas de la Universidade Estadual do Rio de Janeiro (Uerj).

Correa denuncia la traición de coronel “infiltrado de la CIA”

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha asegurado este domingo que existen pruebas sobre la infiltración de la CIA en el país a través del coronel Mario Pazmiño, que habría ejercido de enlace con los servicios de Inteligencia estadounidense, según ha informado el diario ‘Ecuador Inmediato’.

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El mandatario ha recalcado que Pazmiño estuvo relacionado con la ‘Operación Fénix’, llevada a cabo en 2008 por el Ejército colombiano en Angostura, que se saldó con la muerte de 22 milicianos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre ellos el ‘número dos’ del grupo, Edgar Devia, alias ‘Raúl Reyes’.
Correa ha advertido de que las pruebas facilitadas por el antiguo jefe del Comando Conjunto, Ernesto González, podrían tener implicaciones legales para Pazmiño. “Esto es gravísimo, esto confirma el país que encontramos. Totalmente infiltrado por la CIA, por traidores a la patria que vendían información”, ha dicho.
González ha relatado que el Ejército del país recibía apoyo de la CIA a cambio de información. “Después de la firma de la paz, las Fuerzas Armadas, por falta de recurso y de atención de los diferentes gobiernos, nos vimos obligados a pedir ayuda al grupo militar de Estados Unidos.”
“Ahí entra el coronel Pazmiño. Él era quien tenía contacto con ellos y era la persona que tenía que compartir información, porque los norteamericanos no nos van a dar lanchas, medios de comunicación por nada. Ellos también exigían algo a cambio”, ha agregado, antes de asegurar que los infiltrados compartían información que no estaba siquiera en manos de la Presidencia.

Europa: zona de riesgo global



SEGÚN LA OCDE





A la feroz crisis económica que se prolonga desde 2007, producida por la megaespeculación inmobiliaria de grandes bancos y agravada por la “austeridad” de Angela Merkel y sus socios, se suman la falta de liderazgo y respuestas políticas, las consecuencias de un desempleo promedio de 11,6%, con picos de 26%, y, ahora, la explosión de una tensión largamente incubada que, en el acierto o en el error, replantea el tema del “choque de civilizaciones”.

Por Carlos Luppi

19 de enero, 2015

Al temor a lo que vendrá se suman confusiones varias: la marcha de repudio del domingo 11 fue “fotográficamente” encabezada por varios de los peores líderes políticos de la región. Asistimos a fenómenos insólitos como que Mariano Rajoy haya pedido a mediados de diciembre a Mario Draghi que el Banco Central Europeo, BCE (violando su “sacrosanta” independencia técnica, una de las mayores mentiras de la historia), proceda, además de mantener las tasas cercanas a 0%, a comprar masivamente deuda pública y aumentar la inflación en la eurozona. Es decir, el injustificable mandatario español, que sigue exigiendo ajustes dolorosos en su sufrida patria (donde el desempleo llega a 24,9% y a 53,5% entre los menores de 25 años), pide que se aplique el heterodoxo programa keynesiano llamado Quantitative Easing (QE, compra masiva de bonos soberanos), ideado por Ben Bernanke y aplicado con éxito por Barack Obama en Estados Unidos, y que luego se extendió a Japón y a Reino Unido. Se espera que Draghi lo aplique masivamente a partir de la reunión del consejo directivo del BCE del 22 de enero. Los “sospechosos de siempre”, como los llama Paul Krugman, señalan que Estados Unidos había abandonado a Europa a sus depredadores internos como Angela Merkel y compañía, pero el conflicto con Rusia por Ucrania, la irresistible ascensión de China y el surgimiento del movimiento Estado Islámico hacen necesario que el principal aliado retome su fuerza.

Es que la recuperación europea es débil –o, directamente, no existe-, el riesgo de deflación es creciente y contra ese peligro alertan nada menos que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), los organismos ejecutores del G 20. La inflación está situada en -0,2% (tomando la tasa interanual, siendo el rango objetivo 2%) y los precios continúan cayendo por falta de demanda, o sea, de consumidores, ya que estos no tienen trabajo y las empresas siguen cerrando. Ahora se recuerda más que nunca la frase que dice que “el único lugar donde no hay inflación son los cementerios”. Las cifras del desempleo (“un error económico y un crimen social”, según John Maynard Keynes), luego de siete años de crisis devastadora, siguen siendo intolerables.



Los números de la infamia y “el huevo de la serpiente”

Cuando van a conmemorarse setenta años del triunfo aliado en la Segunda Guerra Mundial y de la victoria definitiva sobre la Gran Depresión de 1929 con la creación del Welfare State en Estados Unidos y Europa y la aplicación del Plan Marshall (para que nunca más volvieran totalitarismos como los vencidos, traídos por las miserias del Tratado de Versalles), la eurozona y toda la Unión Europea tienen a sus trabajadores sumidos en “el valle de la desesperación”. Veamos las tasas del desempleo a noviembre de 2014, según la oficina de estadísticas oficiales europea Eurostat: Alemania, 5%; Austria, 4,9%, Bélgica, 8,5%; Chipre, 16,8%; Eslovenia, 9,6%; España, 24,9%; Finlandia, 8,9%; Francia, 10,3%; Grecia, 26,4%; Holanda, 6,5%; Irlanda, 10,7%; Italia, 13,4%; Luxemburgo, 5,9%; Malta, 5,8%, Portugal, 13,9%; Eslovaquia, 12,6%; Estonia, 7,7%; Letonia, 10,8%; República Checa, 5,8%; Dinamarca, 6,4%; Hungría, 7,6%; Lituania, 11,3%; Polonia, 8,2%; Rumania, 6,5%; Bulgaria, 11,1%; Reino Unido, 6%; Suecia, 7,8%, Croacia, 16,6%; promedio de la eurozona: 11,6%; promedio de la Unión Europea: 10,1%. Estos terribles números (detrás de los cuales están la desesperanza y la violencia), que en los casos de por lo menos Grecia y España (donde mucha gente ha muerto de enfermedades psicosomáticas, se ha suicidado o, simplemente, ha dejado de buscar trabajo, por lo que no figura en las estadísticas) se duplican en el caso de los menores de 25 años, es decir, la gente con más habilidades, necesidad y ganas de trabajar. Europa incuba otra vez el “huevo de la serpiente”, como en 1929, y no lo ve el que no lo quiere ver. Con estas cifras y esta gente, en 2016 Marine Le Pen (cuyo simpático padre, fundador del Frente Nacional, dijo que para resolver “el problema africano” había que propagar a “Monsieur Ebola”) ganará holgadamente la presidencia de Francia porque, contra lo que predice Sumisión, la última novela del archifamoso Michel Houellebecq, los franceses no votarán a un musulmán contra la ultraderecha, sino que volverán a apoyar a la ultraderecha como lo hizo no sólo gran parte del pueblo galo, sino también los más ilustres artistas y pensadores franceses de derecha y de izquierda cuando los nazis entraron en París.



La verdad, por fin

El informe Perspectivas económicas publicado el 25 de noviembre por la OCDE (organismo creado por los 34 países más industrializados, luego coordinador del G 20) en París señala que la eurozona se ha convertido “en un gran riesgo para el crecimiento mundial”. El documento consigna que en 2014 el Producto Interno Bruto (PIB) de la región crecerá 0,8% y en 2015 apenas 1,1%, en tanto que a nivel mundial la OCDE prevé 3,3% y 3,7% de crecimiento económico, respectivamente. Alemania crecerá 1,5% en 2014 y 1,1% en 2015, lo que es corroborado por informes de coyuntura recientes. La Francia de Hollande apenas 0,4% y 0,8% en los años de referencia, y, lo que es más importante para esta “gente seria”, el objetivo del déficit fiscal de 3% no se obtendrá hasta 2017. España crecería 1,3% y 1,7%, pero sólo se trata de un rebote tras años de caída. La insoportable tasa de desempleo de 24,9% (que más que se duplica entre los menores de 25 años) caería a 24,5% y 23,1% en 2015. China crecerá 7,1%, India 6,4% y Estados Unidos 3,0%, mientras que Rusia apenas lo hará 0,3% en 2015. En otro fenómeno que parece surrealista, el texto de la OCDE pide que se suavicen los ajustes fiscales en todos los países de la eurozona y que el BCE aplique estímulos económicos mediante la compra de bonos soberanos por los países miembros, en principio, por un monto de 700.000 millones de euros, es decir, apoya el método QE de Bernanke y Obama, al que se opone el Bundesbank de Angela Merkel. El informe de otoño afirma: “La continua debilidad de la actividad económica y la inflación pueden llevar a nuevas caídas en las expectativas de inflación y golpear la confianza de los inversores”. Agrega que con base en las experiencias de la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra, “el BCE tendría que hacer una compra de bonos equivalente a 7% del PIB de la zona euro”, o sea unos 700.000 millones de euros.

Esta es la situación económica y social de Europa manejada por la “austeridad” neoliberal: una debacle tan arrasadora, incluyendo a Alemania, que la OCDE y el FMI prescriben instrumentos heterodoxos. Mientras tanto, el desempleo sigue haciendo su obra de destrucción en la sociedad europea.



El “choque de civilizaciones” y los oportunistas de derecha

El asesinato de doce dibujantes y periodistas vinculados a la izquierda francesa a manos de terroristas provocó una exposición aumentada de las diversas fracturas y heridas que perforan la realidad de Europa, en particular de la eurozona. La recesión, el desempleo, la desesperanza, la resistencia a poderes opresores, el aumento de la xenofobia, el racismo y los extremismos de izquierda y de derecha son realidades que Caras y Caretas ha señalado como consecuencias lógicas de una política económica equivocada desde antes del célebre Foro de Davos de enero de 2010, cuando se responsabilizó de todos los males del continente (que, en realidad, sufría la crisis provocada por la megaespeculación financiera con inmuebles) a los PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España) y se dejó todo el poder de la eurozona en manos de la “austeridad” alemana, causante de ajustes fiscales, contracción económica y recesión. Como ha dicho el Premio Nobel 2008 Paul Krugman, son las políticas alemanas, impuestas al resto de Europa y aceptadas por mandatarios conservadores como Mariano Rajoy y François Hollande, las que provocan la deflación y todos los fenómenos económicos y sociales conexos.

Es claro que la tragedia de Charlie Hebdo, crimen contra la vida humana, contra la libertad y contra la república, que culmina en 16 muertos y cuyos efectos colaterales desconocemos, tiene muchas otras causas. Pero hay que recordar con Spinoza: “en política no se debe llorar ni reír, hay que comprender”. ¿A quién beneficia este crimen que ha conmovido a toda la opinión pública mundial? A gente como Samuel P. Huntington, que en 1996 escribió su libro Choque de civilizaciones, con antecedentes en Oswald Spengler y Arnold J. Toynbee, para conformar una teoría de las relaciones internacionales basada en el enfrentamiento, culminado en victoria o derrota, de distintos bloques de la humanidad. En un artículo de 1993, antecedente de su libro, Huntington afirma que en el siglo XXI “los estados-nación seguirán siendo los actores más poderosos del panorama internacional, pero los principales conflictos de la política global ocurrirán entre naciones y grupos de naciones pertenecientes a diferentes civilizaciones. El choque de civilizaciones dominará la política global. Las fallas entre las civilizaciones serán los frentes de batalla del futuro”. Las líneas divisorias que estableció tienen un marcado carácter religioso, ya que habla de una “Cultura Occidental” formada por Europa y América; el mundo musulmán de Oriente Medio hasta Indonesia; el pueblo judío que incluye a Israel y su diáspora; la civilización hindú; la civilización sínica (China, Vietnam, Singapur, Taiwán y sus diásporas); la japonesa y las áreas budistas de Nepal, Mongolia, Tailandia, Camboya, Laos y Tíbet. El autor afirma que los conflictos son inevitables dados los diferentes sistemas de valores (democracia, libre comercio, etcétera) y señala que el progreso de Asia enfrentará a la civilización sínica con Occidente y lo mismo ocurrirá con el Islam. Las tesis de Huntington fueron ampliamente discutidas y se le señaló el avance universal de valores como la democracia y la economía de mercado, pero los atentados del 11 de setiembre de 2001 y las guerras de Irak y Afganistán parecieron confirmarlas. La Unión Europea no absorbe a Turquía y la tensión con Israel permanece intacta o en aumento.

Los argumentos de Huntington sirvieron obviamente al movimiento neoconservador, que fue el poder detrás del trono durante los gobiernos de George W. Bush. Basta recordar a William Kristol, Robert Kagan, Donald Rumsfeld, Condoleezza Rice, Jeanne Kirkpatrick, Robert Perle, Francis Fukuyama y Paul Wolfowitz. Ellos tuvieron, gracias al 11 de setiembre de 2001, vía libre para avanzar sobre Oriente y depredarlo. Hay que preguntarse qué puertas abre el atentado criminal contra Charlie Hebdo, golpe dirigido nada menos que al cuarto poder de la república, que, desde la Revolución Francesa, ha representado las libertades en el mundo.



Los peores, a la cabeza de la impostura

La marcha que millones de franceses realizaron el domingo contra el terrorismo y a favor de la vida humana, la libertad y la libertad de expresión (esos fueron los lemas dominantes) fue aprovechada por líderes regionales que tienen gran parte de responsabilidad en el actual sufrimiento económico y social de Europa. Pero no se animaron a encabezarla, sino que se tomaron fotos a unos doscientos metros de la multitud y luego caminaron apenas algunos metros detrás de los familiares de las víctimas, antes de refugiarse en el Palacio del Elíseo. Al frente del fotogénico conjunto estuvieron el inútil y contraproducente socialdemócrata François Hollande tomado del brazo con la austera Angela Merkel, dictadora de las políticas que hacen la miseria de Europa según el Premio Nobel 2008 Paul Krugman. En la misma foto salieron, flanqueando a los primeros mandatarios, dos lacayos de Merkel: Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, y Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo. En primera plana estuvieron el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu; el ex presidente de Francia Nicolás Sarkozy; el presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita; los ya mencionados Hollande y Merkel; el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y los primeros ministros de Gran Bretaña, David Cameron; de Italia, Matteo Renzi, y de España, Mariano Rajoy. Europa aportó, pues, lo peor de su liderazgo, que se dio el gusto de “darse un baño de multitud” en una manifestación por una causa que no le pertenece. Lástima que el pueblo francés –y estaban representadas todas sus minorías– no se dio el gusto de decirles que no podían desfilar en esa marcha, y echarlos. Hubiera sido un notable doble ejemplo para toda la humanidad.



*Publicada en Caras y Caretas el viernes 16 de enero de 2015

Rebeldes a punto de derrocar al presidente de Yemen

La ministra de Información de Yemen, Nadia al Saqqaf, ha denunciado hace unas horas que la residencia del presidente del país, Abd Rabu Mansur Hadi, está siendo atacada por “milicias que buscan derrocar al sistema gobernante”.


20 enero 2015 |
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A través de su cuenta en Twitter, la ministra ha confirmado que el palacio presidencial ha sido atacado con artillería por elementos armados apostados en viviendas cercanas. La ministra no ha citado específicamente a los huthis, que el lunes mantuvieron combates de artillería con las fuerzas gubernamentales en la capital.
Un responsable del Gobierno yemení ha confirmado a Reuters que se están produciendo enfrentamientos en estos momentos en el palacio presidencial y ha asegurado que el presidente “está bien”.

Asalto a Palacio

Previamente, testigos y fuentes de seguridad habían informado de que un grupo de rebeldes huthis ha irrumpido este martes en el palacio presidencial de Yemen después de enfrentarse con las fuerzas que custodiaban las instalaciones.
Los rebeldes han logrado tomar el complejo, que alberga la principal oficina del presidente yemení. Los huthis, que piden más derechos para la secta zaidí y hacen campaña contra la corrupción en el Gobierno, se hicieron con el control de la capital del país, Saná, en septiembre de 2014 y avanzaron posiciones en el centro y en la zona occidental del país.
El mes pasado, los partidos llegaron a un acuerdo y los huthis reclamaron la formación de un Gobierno de unidad nacional para retirarse de la capital yemení, algo que todavía no han hecho a pesar de que el Ejecutivo se ha constituido.
El lunes, los rebeldes atacaron el convoy en el que viajaba el primer ministro, Jalid Mahfuz Bahá, y posteriormente cercaron su residencia. La ministra de Información alertó de un intento de golpe de Estado por un supuesto plan para tomar el palacio presidencial.
(Con información de Europa Press)

Obama pide al Congreso terminar con el bloqueo a Cuba y cerrar Guantánamo

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió en la noche de este martes al Congreso, con mayoría del Partido Republicano, poner fin al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, vigente desde hace más de cinco décadas.


20 enero 2015 
Obama en el estado de la unión 2015
En su Mensaje sobre el Estado de la Unión, el primer presidente afroamericano de la historia de esa nación, defendió su política de acercamiento a La Habana: “Nuestro cambio de política en relación con Cuba tiene el potencial de poner punto final a un legado de falta de confianza en nuestro hemisferio”, dijo Obama-
Proclamando que el bloqueo “debería haber terminado hace tiempo” porque “no funciona”, Obama anunció que “es hora de probar algo nuevo”.
“Y este año, el Congreso debería iniciar el trabajo de poner fin al embargo”, remató Obama en una sesión solemne de la Cámara de Representantes y del Senado, a donde asistió con su gabinete y miembros de la Suprema Corte de Justicia.
Cuba fue la única mención de Barack Obama a Latinoamérica en su discurso del Estado de la Unión

Cierre de Guantánamo

El mandatario también prometió que “no desistirá” hasta cumplir su promesa de cerrar el penal de Guantánamo (Cuba), donde aún quedan 122 detenidos.
“Desde que asumí el cargo de presidente, hemos trabajado de forma responsable para reducir la población de Guantánamo a la mitad. Y ha llegado la hora de finalizar el trabajo. Estoy decidido y no desistiré hasta que cerremos la prisión. Nosotros no somos así”, dijo Obama en su alocución, según el texto preparado distribuido a los periodistas.
El cierre de Guantánamo es una de las grandes promesas electorales de Obama aún pendientes desde su primera campaña en 2008.
Su Administración trabaja a contrarreloj para cerrar el centro de detención en los escasos dos años que le quedan en la Casa Blanca, pero se topa con la férrea oposición de los republicanos, con el control absoluto del Congreso tras las legislativas de noviembre.
En el último mes Obama ha transferido a 20 presos: 4 a Omán, 1 a Estonia, 6 acogidos por Uruguay, 4 repatriados a Afganistán y otros 5 enviados a Kazajistán.
(Con información de EFE y Notimex)

Detrás de Nisman

Por Santiago O’Donnell, autor del libro Argenleaks

Allá por enero del 2011, cuando Julian Assange, editor del sitio Wikileaks, me entregara un pen drive con más de 2500 cables diplomáticos estadounidenses referidos a la Argentina, lo que más me llamó la atención fue la información referida al atentado en contra de la AMIA y al fiscal de la causa, Alberto Nisman.

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Los cables reflejan una y otra vez la falta de independecia del fiscal respecto de la embajada de Estados Unidos en la investigación del atentado, tal como documenté en mis libros Argenleaks (2011) y Politileaks (2014). Dicha conducta incluye el adelantarle a la embajada medidas judiciales tanto de la fiscalía como del juzgado que entiende la causa AMIA, llevar borradores de resoluciones a la embajada para ser corregidos hasta conseguir la aprobación de la sede diplomática, y disculparse reiteradamente cuando no se dio preaviso de alguna medida judicial del caso a los diplomáticos y agentes de dicha embajada estadounidense. Los cables reflejan también que importantes referentes de las principales organizaciones de la comunidad judía, de la cancillería argentina y hasta de los propios expertos estadounidenses que le daban letra a Nisman expresaban en privado serias dudas acerca de la marcha del expediente, pero que evitaban que esas dudas se hicieran públicas para no debilitar la causa.
Más allá de esta información, de claro interés público, me llamó la atención que el periódico español El País y el diario francés Le Monde, que venían publicando artículos sobre Argentina basados en los cables de Wikileaks desde noviembre del 2010, hasta entonces no habían publicado ni una palabra sobre los 196 cables referidos a la AMIA, muchos de ellos clasificados como “secreto” o “clasificado.”
También me llamó la atención que menos de una semana después de que Assange me confiara los cables de Argentina, El País publicó por primera y única vez un artículo referido a los cables que hablan del atentado a la mutual judía de 1994. Pero lejos de poner al descubierto la connivencia del fiscal con la embajada, el artículo se dedica a ventilar algo que ya era de público conocimiento: la entonces cercanía de Nisman con el gobierno, que había empezado cuando Néstor Kirchner creó una fiscalía especial para investigar el atentado en el 2005 y nombró a Nisman para liderarla.
Titulado “EE.UU. sospechaba que la reapertura del caso AMIA respondía al oportunismo del gobierno argentino”, el artículo arranca así:”La embajada de Estados Unidos en Buenos Aires sospechó que el oportunismo del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y la ambición del fiscal especial Alberto Nisman determinaron, probablemente, la reactivación hace tres años de las investigaciones sobre el atentado terrorista que, en 1994, destruyó la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina en la capital argentina y causó 85 muertos y 300 heridos.”
Esa misma semana redacté el artículo que terminaría siendo un año después, casi palabra por palabra, el capítulo “AMIA” de Argenleaks, con la intención de publicarlo inmediatamente en mi diario, Página/12, del cual sigo siendo jefe de la sección El Mundo, tal como habíamos convenido con Assange y también con Ernesto Tiffenberg, director del diario. Sin embargo, Tiffenberg me comunicó que no publicaría mi texto sobre Nisman y la AMIA, así como los referidos al grupo Clarín, terrorismo en la Triple Frontera y otros que dejaban mal parados a funcionarios del gobierno, incluyendo uno sobre el vicepresidente Amado Boudou. Pero mientras los demás textos fueron suprimidos hasta que salieron mis libros, en el caso de Nisman-AMIA Tiffenberg le entregó uno de mis cables (en ese momento tenía la exclusividad para la Argentina, según un convenio que yo mismo había firmado con Assange, con el aval de Página/12) al periodista Raúl Kollman y me informó que Kollman se encargaría de escribir sobre la AMIA porque era el experto de diario en el tema. Entonces me ofrecí a a trabajar con Kollman, pero Tiffenberg no dio lugar a mi sugerencia.
Poco tiempo después, el 27 de febrero del 2011, bajo la firma de Kollman, Página/12 publicó en su tapa del domingo “Una ayudita a los amigos para acusar a Irán” . El artículo descalifica a las fuentes que aparecen en los cables poniendo en duda la investigación de Nisman y dice que los cuestionamientos a la investigación del fiscal provienen de ex funcionarios judiciales procesados por encubrimiento:
“En los últimos días, el diario El País, seguido luego por La Nación y Clarín, interpretaron que el cable del 27 de mayo señalaba que, según la opinión norteamericana, Nisman, en combinación con Néstor y Cristina Kirchner, pretendieron tapar, con el pedido de detención de Menem y los demás, el problema que por entonces estaba en el centro de la escena: el conflicto con las entidades del campo. En el cable del día 22 queda claro quién sostiene esa hipótesis: los propios Menem y Galeano. Ambos dijeron públicamente que la acusación en su contra era una maniobra política. Sin embargo, todo fue confirmado en las dos instancias judiciales superiores, el juez y la Cámara. Los otros dos que abonan esa teoría del desvío de atención fueron Neuburger y González. Los cables traducen esas opiniones y, sobre el final, Wayne más bien expresa sus dudas.”
También cita al propio Nisman para desmentir su cercanía con el gobierno, relación que por entonces era archiconocida: “Página/12 consultó a Nisman sobre una frase del ‘garganta profunda´ de la Embajada: ‘Nisman está totalmente dominado por el jefe de Gabinete Alberto Fernández. Obedece sus ordenes sin discusión y no descarto que todo sea una maniobra política de Alberto Fernández´. El fiscal respondió brevemente a Página/12. “Vi a Alberto Fernández dos veces en mi vida. Ambas en 2005, cuando se estableció la fiscalía especial para el caso AMIA. En ese momento gestioné ante el jefe de Gabinete la compra del sistema Excalibur de entrecruzamiento de llamadas. El presupuesto dependía de él y por ello lo fui a ver. Nunca más lo vi.”
De obsecuencia, de falta de independencia, de recibir órdenes de la embajada, ni una palabra.
Cuando leí el artículo le dije a Tiffenberg que me llamaba la atención que Página /12 siguiera la misma línea editorial de los grandes medios argentinos y extranjeros de proteger a Nisman y salvoguardar la investigación, pese a las dudas y presuntas inconductas que surgían de los cables de Wikileaks. Me contestó que no, que La Nación y Clarín apoyaban la línea Galeano-Mullen-Barbaccia-Nisman, mientras que Página/12 sólo apoyaba lo que hacía Nisman, que era muy distinto a lo de sus antecesores, (por más que Nisman había trabajado con los fiscales procesados e identificado a los mismos presuntos culpables).
Un mes más tarde, en marzo del 2011, un colaborador de Wikileaks le entregó una copia de los cables de Argentina al periodista de La Nación Hugo Alconada Mon y tres meses más tarde los cables se hicieron públicos. Sin embargo, nada se publicó hasta la salida de Argenleaks sobre la relación entre Nisman y la embajada.
Nobleza obliga, más allá del generoso espacio que me dieron algunos medios radiales para hablar del tema, empezando por Víctor Hugo Morales, el primer medio gráfico que publicó algo referido a mi capítulo de Argenleaks sobre la connivencia entre Nisman y la embajada fue Clarín. Con la firma de Daniel Santoro, el 29 de agosto del 2011, pocos días después de la salida a la venta de Argenleaks, Santoro escribió “Insólito pedido de disculpas de un fiscal a EE.UU.”, referido al profuso pedido de disculpas que Nisman le hicera a distntos funcionarios de la embajada por no anticiparles que pediría la captura de Menem y de otros funcionarios políticos y judiciales por presunto encubrimiento del atentado.
(Nobleza obliga también, esta semana vi a mi estimado y respetado colega Santoro en el canal de noticias del Grupo Clarín defender a capa y espada la acusación de Nisman contra la presidenta Cristina Kirchner, el canciller Héctor Timerman y otras personas, dando por cierta una conspiración que me resulta tan inverosimil como oportunista, políticamente motivada y de difícil comprobación, más allá de la opinión que me merezca el actual gobierno.)
Poco tiempo después Nisman me citó en su despacho a través de su publicista para hablar del libro, invitación que acepté de buena gana como suelo hacer cuando alguien sobre quien escribí quiere comentar lo que dije. En esa reunión Nisman me dijo que si bien puede ser cierto que la embajada le decía esto y aquello, él no siempre le hacía caso y que continuaba investigando pistas alternativas mal que le pesara a la embajada y que la prueba está en el expediente y en que la acusación contra los encubridores de la “conexión local” fue elevado a juicio. (Esta semana el juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral, cercano al gobierno, lo contradijo diciendo que muchas veces le pidió a Nisman que ampliara su investigación más allá de los iraníes pero que el fiscal no le hizo caso.) Nisman también me contó que prácticamente toda su información provenía del agente de la Secretaría de Inteligencia Jamie Stiusso, ya que Stiusso tenía la confianza de los servicios secretos estadounidenses e israelíes. Me comentó que Stiusso le pasaba información en bruto y lo que él podía corroborar lo llevaba al expediente.
Desde entonces la información sobre Nisman y la embajada desapareció de los medios hasta la firma del convenio con Irán para investigar el atentado en enero del 2013. Era como si existiera una política de Estado que atravesaba gobierno y oposición, medios k y anti k, y los principales representantes de la comunidad judía, de que la causa no se toca y el trabajo de Nisman tampoco.
El convenio con Irán rompió el pacto de silencio y reavivó el interés en mi trabajo con los cables de la AMIA. El 17 de febrero del 2013, a horas de que se discutiera el convenio en el Congreso, publiqué en Página/12 la columna “AMIA.doc.” , la que sería la base del capítulo “Nisman” de Politileaks. Más allá de que pensara que el convenio representaba un cambio de política exterior demasiado brusco y arriesgado para el país y la causa AMIA, aún sabiendo que la información sería utilizada por el gobierno para avalar su decisión, me pareció importante compartir con los legisladores lo que decían los cables, a favor y en contra, antes de que tomaran una decisión tan importante. Salvo la parte donde señalo que los cables muestran que durante su presidencia Nestor Kirchner había rechazado un convenio muy similar al que luego firmaría su esposa, que debí negociar con Tiffenberg palabra por palabra, el resto del texto, que documenta la falta de independencia de Nisman con respecto a la embajada, no mereció ningún reparo. Los tiempos habían cambiado
Ahora vuelve todo con la denuncia de Nisman y el interés de los medios k en los cables de Wikileaks sobre el fiscal. Pos supuesto que me llamó la atención que esto ocurriera apenas días después del desplazamiento del poderoso y otrora intocable agente Stiusso. Y sí, claro que puedo estar equivocado, pero la movida de Nisman me huele a carpetazo de los servicios. Aún así, no quiero ser un peón en la batalla política entre el gobierno y la oposición ni avalar conductas de unos u otros que no comparto. Hablé en varias radios pero no quise salir en televisíón por miedo a que mi imagen en determinado canal sea entendida como un apoyo a un lado de la grieta. Sin tomar partido en cuestiones que me exceden largamente y sin ser un experto en el tema AMIA, entre otras razones porque cuando ocurrió yo vivía en Estados Unidos, quería decir que me duelen las manipulaciones políticas a los familiares de las víctimas que se vienen sucediendo desde que ocurrió el atentado, y la falta de Verdad y Justicia en un tema tan sensible y doloroso para todos los argentinos.

20 ene 2015

GOLPES SUAVES Y DIVISION DE LA SOCIEDAD

Nisman, la AMIA y la vergüenza

El fiscal de la causa AMIA decidió investigar a la Presidenta, al canciller y a otras personas, en vez de dedicarse a dilucidar quiénes fueron los ejecutores y responsables del atentado que lleva dos décadas con más sombras que luces.

Nisman, la AMIA y la vergüenza
Rodolfo Canicoba Corral, el juez que lleva la causa AMIA, se pregunta por qué el fiscal de la causa, Alberto Nisman, dedicó tanto esfuerzo para investigar una supuesta red diplomática paralela, en vez de abocarse a la tarea que tiene encomendada: profundizar las tres pistas que, a dos décadas del atentado en la mutual judía, dejan sin aliento a los familiares de las 85 víctimas fatales y mantienen a la sociedad argentina en un alto nivel de incertidumbre acerca de cómo la trama de espías, fiscales y jueces es eficaz para evitar que se sepa la verdad respecto de lo ocurrido en Pasteur 633 el 18 de julio de 1994. 
Hay, con los pocos datos a disposición, dos hipótesis a seguir. La primera, sostenida por la oposición y por allegados a Nisman que afirman haber visto las 300 páginas de su investigación. Esos sostienen que las grabaciones son múltiples y contundentes y que incluyen diálogos de alguno de los imputados con cuadros de la inteligencia iraní. En todo caso, una vez que tome estado judicial, deberán realizarse las pericias que permitan conjurar una cuidadosa edición de fragmentos de conversaciones y que permitan confirmar que las contrapartes son los supuestos espías iraníes. Una segunda hipótesis es que Nisman disparó fuegos artificiales que tienen como propósito demostrar dos cosas: que el Gobierno, a través del memorándum de entendimiento entre Argentina e Irán de enero de 2013, intentó cambiar granos por petróleo y terminar con el pedido de captura internacional dictada por Interpol sobre cinco funcionarios iraníes. A juzgar por sus profusas declaraciones en el programa A dos voces que se emite por TN, Nisman llevó a cabo una supuesta investigación que le permitiría probar que hasta la propia Presidenta estaría involucrada en esa maniobra. El gran problema parece ser que nunca entró petróleo iraní y que nunca se levantó el llamado “alerta roja internacional” sobre esos cinco ciudadanos iraníes. 
Aquel entendimiento con Irán no sirvió para nada, el Congreso iraní no lo ratificó y la Corte Suprema de Justicia de la Argentina lo declaró inconstitucional en mayo de 2014. Pese a no tener ninguna vigencia, ese acercamiento del gobierno argentino con las autoridades iraníes, iniciado a principios de 2011, fue motivo de un gran debate, básicamente porque representaba una manera de tomar distancia del alineamiento automático con la política del Departamento de Estado de Estados Unidos. Es difícil afirmar si hubo o no aspectos secretos que llevaron a Cristina Fernández de Kirchner a ponerse al frente de ese entendimiento con Irán, pero si existieran sin duda no son los motivos por los cuales el fiscal Nisman cargó contra la Presidenta con tanta determinación y tan poca consistencia. Quien había escrito la teoría del petróleo por granos fue el fallecido periodista José Ricardo Eliaschev en marzo de 2011 a través de un artículo en Perfil. El propio Nisman reconoció en TN que él no abonó esa teoría en aquel momento. 
¿Qué cambió para que ahora sí lo crea? Lo que esgrimió fueron frases aisladas atribuidas a Luis D'Elía y el líder de Quebracho Fernando Esteche, entre otros, en supuestas conversaciones telefónicas con personas de origen iraní en las que ellos allanarían las cosas para mejorar la sintonía con Irán. Humo, pero además un humo surgido de las chimeneas de las pinchaduras telefónicas de los servicios de inteligencia. 
¿Hay algún agente relevante en la generación de ese humo? Lo dijo el propio Nisman en TN cuando reconoció tener una relación estrecha con Aldo Stiles (alias Antonio Stiuso, el Ingeniero), jefe de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia hasta el pasado 20 de diciembre. “¿Y a quien quiere que recurriera para investigar si no a los servicios de inteligencia?”, le preguntó de modo retórico Nisman al periodista Edgardo Alfano para dar por sentado algo que se sabe en los círculos de la Justicia y la información reservada: Nisman llegó a ser fiscal de la causa AMIA por ser un hombre alineado con ese espía a quien muchos consideran el John Edgar Hoover del subdesarrollo.
Otro falso ingeniero. Stiuso fue incorporado al espionaje vernáculo a finales del gobierno de Isabel Perón e hizo su carrera en plena dictadura militar cuando los PCI (Personal Civil de Inteligencia) se incorporaban a los grupos de tareas dirigidos por almirantes y generales. Stiles/Stiuso tuvo (tiene) una red de espías, algunos de los cuales pueden estar en cabarets o casas de cambio y muchos otros están en estrados judiciales o son fiscales. Antes de volver a las inconsistencias del Nismangate, vale la pena recordar que en julio de 2004, al día siguiente del aniversario del atentado a la AMIA precisamente, Néstor Kirchner dio una novedad que podía ayudar a la investigación: habían aparecido 45 de los 66 casetes de escuchas telefónicas que misteriosamente se habían perdido. Pasados diez años y medio, es difícil saber si alguna vez existieron esos casetes, lo que puede confirmarse es que no aparecieron nunca. Presumiblemente, eran conversaciones que permitían profundizar la llamada pista local, que comprometía entre otros a Carlos Telleldín, el hombre que habría vendido la camioneta Trafic que supuestamente se usó para el atentado. Los casetes no aparecieron pero Carlos Telleldín hoy es el titular de un estudio jurídico e inmobiliario al que se puede llamar las 24 horas (011-154-9988662 o Nextel 584*4987), entre otras cosas para gestoría de automotores. 
Pocos días después de la fallida aparición de las escuchas telefónicas, el entonces ministro del Interior Gustavo Beliz se inmolaba al mostrar la foto de Stiuso/Stiles en un programa televisivo. Si Beliz, por su simpatía proverbial o su acercamiento al Opus Dei, se creía capaz de ganarle una pulseada al experimentado espía, la realidad se ocupó de contestarle de inmediato. Kirchner, furioso, lo dejó fuera del cargo. Stiuso, el espía formado en los años de crímenes de lesa humanidad, jamás tuvo que contestar ¿qué hacía usted en esos años señor? Por motivos que algún día quizá se sepan, siguió al frente de la Jefatura de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia de Estado. Sí cambió el nombre de la secretaría, que en febrero de 2011 pasó a llamarse SI a secas: Secretaría de Inteligencia. No cambiaron los encargados de la actividad.
¿Puede un hombre en las sombras concentrar tanto poder? Sin dudas, la causa AMIA es una prueba de que el dolor de la sociedad puede seguir conviviendo con la impunidad. El propio juez Canicoba Corral habla de tres pistas: la siria, la local y la iraní. Gabriel Levinas –otro periodista de origen judío y también opositor al gobierno pero que sí investigó en serio la causa AMIA– relativiza las versiones de que todos los caminos llevan a que Hezbollah (una organización asentada en el sur del Líbano) fue el brazo ejecutor de un plan urdido por la República Islámica de Irán–. De lo que nadie duda es de que la pista iraní es funcional a la Mossad, la CIA y el FBI. La pista iraní sirvió durante años para que Israel y Estados Unidos tuvieran un argumento más contra una nación rica en petróleo y desafiante al poder internacional. Siria, hasta hace unos años, se parecía más a una nación laica en medio del polvorín musulmán. Estos años movieron un poco el tablero. 
Hace casi cuatro años que Siria está en una guerra que algunos llaman civil al tiempo que en Irán soplan vientos más moderados desde que asumió la presidencia Hasán Rouhaní en reemplazo de Mahmud Ahmadineyad, el hombre que había afirmado que el Holocausto era un mito. Aunque el tablero mundial se mueva, Irán, para la derecha latinoamericana y el Departamento de Estado seguirá siendo la bestia negra aliada a la República Bolivariana de Venezuela, a Evo Morales y a cualquier izquierdista que no se sienta identificado con los tratados de libre comercio y la hegemonía de Estados Unidos y su historia de crímenes, golpes de Estado y negocios de las multinacionales. 
Stiuso, en estos años fue uno de los engranajes de la maquinaria de inteligencia aliada a las agencias de espionaje de los países centrales. Nisman cumplió con todos los requisitos formales para estar al frente de la fiscalía de la causa AMIA y lo hizo mientras Stiuso estaba alineado con el Gobierno. Muchos suponían que este espía se mantendría tranquilo por un tiempo tras su salida de la estructura, pero desde el miércoles pasado queda claro que no fue así.
Las formas jurídicas. El juez Canicoba Corral afirma que no hay motivos para que Nisman no le haya aportado las escuchas telefónicas. La única escucha que el magistrado autorizó es la del dirigente islámico Jorge Khalil. El fiscal Nisman sostiene que no son pruebas sobre la investigación del atentado y que en consecuencia no tenía obligación de dárselas a Canicoba Corral. Entonces, ¿cómo es que Nisman se pasó dos años armando esta historia que dio a conocer? ¿Quiénes, qué jueces autorizaron esas escuchas? Lo que dice Nisman es que el material se lo aportó “la Secretaría” y sería ingenuo pensar que un fiscal formado en las leyes y el Derecho incurra en hacer públicas pinchaduras no autorizadas. Será parte de lo que deba responder en su concurrencia al Congreso. Lo concreto es que el fiscal decidió llevarle sus carpetas al juez Ariel Lijo, titular del juzgado federal número 4 de la Capital, subrogado por la jueza María Romilda Servini de Cubría, quien de inmediato decidió no habilitar la feria judicial para tratar la denuncia. Pero, ¿por qué Nisman no siguió el procedimiento natural que es presentar la denuncia y que vaya a sorteo? 
Es sugestivo que una cautelar presentada por el diputado massista Mauricio D’Alessandro haya tenido curso en la Justicia para frenar la designación de 16 fiscales subrogantes y que un fiscal haga una denuncia pública temeraria y que para buena parte de la oposición mediática y política no importen las formas jurídicas. 
Arrancó el año político. En los últimos meses, el Gobierno había logrado instalar la disputa con los fondos buitre en todos los foros internacionales. Una diplomacia que para los sectores opositores era bastarda logró fuertes consensos. Bastó que Héctor Timerman pisara suelo parisino para que no importaran los 17 muertos en Francia ni los 20 muertos en Nigeria. Importaba si el canciller llamó o no llamó por teléfono a la Presidenta. Subidos al dolor y a un complejo entramado de odios raciales, se dio el clima para que Nisman tirase el carpetazo. Más allá de los oportunismos, de la clara maniobra opositora, queda el desafío de saber si hay algo de verdad entre las 300 páginas de su carpeta. Sobre todo, queda una vez más y a dos décadas, la incógnita de si algún día los familiares de las víctimas de la AMIA tendrán Justicia.

Protagonistas
Fiscal. El propio Nisman reconoció su estrecho vínculo con el espía Aldo Stiles (a) antonio stiusso, que fue desplazado hace tres semanas de la Secretaría de inteligencia.
Juez. Canicoba Corral salió a los medios de inmediato para marcar las arbitrariedades del fiscal en su sorprendente denuncia contra las más altas autoridades del gobierno nacional.

Colombia: el Gobierno y las Farc acuerdan agenda y cronograma de trabajo para el fin del conflico

A través de un comunicado conjunto, emitido desde La Habana, las delegaciones del Gobierno y las Farc acordaron lo que será la cronología y metodología del primer ciclo de conversaciones del 2015.



Aseguraron que lo que tiene que ver con el cese bilateral y el desescalamiento del conflictose abordará los primeros días de febrero y transversalmente a las discusiones que ya van adelantadas sobre las víctimas.
“Se acordó que durante el ciclo las delegaciones discutirán el alcance y metodología de trabajo de la sub comisión del Punto 3 “Fin del conflicto”, indicaron.
Gobierno y Farc confirmaron también que el próximo ciclo iniciará el 2 de febrero y  finalizará el 10 de febrero. Los expertos que integran la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas entregarán sus informes y los relatores harán entrega y presentarán el informe síntesis.
“Adicionalmente, se acordó que el 11 de febrero las delegaciones recibirán la segunda delegación de organizaciones, en el marco del trabajo de la sub comisión de género”, puntualizaron.
Por último, las delegaciones de paz reiteraron que esta metodología de trabajo se precisó el pasado 15 y 16 de enero en Cuba.

Comunicado conjunto #49

Entre el 15 y el 18 de enero representantes de las delegaciones del Gobierno de la República de Colombia y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, sostuvieron reuniones para intercambiar visiones iniciales sobre los puntos que faltan por acordar y la metodología de trabajo a seguir en las próximas reuniones.
Se  acordó que el próximo ciclo iniciará el 2 de febrero. El 10 de febrero los expertos que integran la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas entregarán sus informes y los relatores harán entrega y presentarán el informe síntesis.
Adicionalmente, se acordó que el 11 de febrero las delegaciones recibirán la segunda delegación de organizaciones, en el marco del trabajo de la sub comisión de género.
Por último, se acordó que durante el ciclo las delegaciones discutirán el alcance y metodología de trabajo de la sub comisión del punto3 “Fin del conflicto”.

Los motivos y los contextos del fiscal

 SOBRE LA ACUSACION DE NISMAN CONTRA CFK Y TIMERMAN, ENTRE OTROS
Las razones detrás de la medida
OPINION
Por Franco Catalani *
El pedido de indagatoria de la Presidenta, el canciller, otros funcionarios y un puñado de militantes sociales por parte del fiscal Nisman revela distintas situaciones que merecen cierto análisis. El primero de ellos es la perversidad de usar a los muertos, los de la AMIA y los de Charlie Hebdo, para atraer la atención pública y manipular la tensión contra las principales figuras del gobierno nacional. Es una actitud inmoral y ofensiva hacia los sentimientos y la inteligencia de las víctimas y sus familiares.
La pregunta que surge es ¿por qué lo hacen y quién lo hace? En primer lugar hay que mencionar al estamento judicial-familiar del fuero federal, que hoy se siente amenazado desde varios frentes (cosa que no sucede en los poderes judiciales de provincia): la actual correlación de fuerzas en el Consejo de la Magistratura Nacional, favorable al oficialismo; la fractura de su propio estamento por la deslegitimación constante que sufre desde hace años y que hoy se manifiesta en el surgimiento de una asociación que le disputa poder (Justicia Legítima); la transparencia concursal emprendida por la Defensoría Pública de la Nación y por la Procuración General de la Nación, que dejan en evidencia el oscurantismo familiar que domina la designación de jueces, funcionarios y empleados de las magistraturas judiciales; la reforma del Código Procesal Penal, que limita la omnipotencia de los jueces penales para la investigación y aumenta las facultades de los fiscales; la sanción del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, que obligará a los jueces a estudiar de nuevo y, último pero no menor, la necesidad de cubrir un cargo en la Corte Suprema de modo inminente, y la citación del juez Carlos Fayt ante el Congreso que se encuentra en curso a fin de evaluar sus condiciones psicofísicas para continuar en el cargo.
En segundo lugar, pero vinculado con lo anterior, influye la reciente limpieza emprendida en la Secretaría de Inteligencia, cuyo “hombre de atrás”, Jaime Stiuso, debió renunciar luego de veinte años de “servicios”, nunca mejor dicho. Como lo ha señalado en reiteradas ocasiones el periodista Horacio Verbitsky, la Secretaría de Inteligencia era (hasta el día de hoy, ojalá) una más de las grandes deudas pendientes de la democracia. Encargada sistemáticamente de toda operación de condicionamiento y desestabilización de los gobiernos democráticos de los últimos treinta años, en línea directa con los “halcones” de Washington y Tel Aviv, y regente de los dolarductos hacia el juez Galeano y sus autores autoincriminados, hacia los ministros y jueces menemistas que cobraban sobresueldos y hacia los senadores de la “Banelco”, sólo para mencionar los que se conocen porque, de tan desprolijos, pasaron del secreto a las tapas de las revistas de chismes. Lo que se dice, ¡una pinturita!
En tercer lugar (o antes que el primero, si se quiere), las corporaciones mediáticas que hoy, como nunca, se ven obligadas a invertir todo su potencial de daño para tratar de esmerilar al gobierno nacional, sólo que mientras antes les bastaban un par de titulares, hoy llevan centenares de tapas, miles de horas de televisión y radio, ejércitos de mercenarios menores, sin el menor resultado. Mal que les pese, Cristina Kirchner termina con el 50 por ciento de imagen positiva en su octavo año consecutivo de gobierno, dato en el que coincide la mayor parte de los encuestadores serios del país. Otro molde roto. Esto es, por supuesto, lo que los hace retorcerse en su nido, ya que sienten que no tienen el poder que tuvieron durante tanto tiempo y han perdido la capacidad de determinar la agenda de los “cargos menores”.
En todo esto, claro, el eje de menor relevancia es la absoluta improcedencia formal de semejante aberración jurídica. Finalmente, la medida de su esfuerzo por lograr lo que ya no pueden lograr es también la medida de su ridículo y de su desesperación. Y es también la señal más evidente de su nueva derrota inminente.
* Abogado, dirigente de Nuevo Encuentro La Pampa
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Charlie Hebdo: Inspector ‘suicidado’ quiso hacer llamada urgente

El comisario de policía francés Helric Fredou, encargado de las investigaciones sobre el atentado contra el semanario Charlie Hebdo y hallado muerto en la Comisaría de Limoges (centro) la misma noche del día del asesinato múltiple, quiso hacer una llamada “muy urgente” momentos antes de morir, ha revelado el periodista independiente local Hicham Hamza.

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“Nos quitaron los ordenadores y su teléfono móvil personal”, relató a Hamza la hermana de Fredou, en una entrevista realizada el día posterior al entierro del comisario, publicada el viernes. “Se llevaron todo. Nos chocó pero nos dijeron que era el procedimiento habitual”, añadió.
Fredou, cuyo nombre ni siquiera ha sido mencionado en varios diarios de referencia franceses (sí en prensa extranjera) debía indagar el entorno familiar de una de las víctimas, no nombrada oficialmente, pero que Hamza identifica con facilidad en su reportaje como Jeanette Bougrab, periodista, alta funcionaria del Estado francés y miembro de la derechista ‘Unión por un Movimiento Popular’ (UMP).
Bougrab se presentó en los días posteriores al atentado en los platós de distintas cadenas televisivas como compañera sentimental del caricaturista asesinado Stéphane Charbonnier, alias ‘Charb’, e hizo una serie de declaraciones emocionales de corte islamófobo.
La relación ha sido desmentida, sin embargo, por el hermano del dibujante, Laurent, de manera categórica y por la consejera municipal parisina Clémentine Autain, allegada a Charb, que llegó a calificar a Bougrab de “usurpadora”.
Hamza señala en su investigación distintos elementos que apoyan las dudas sobre la existencia de la relación, como titubeos en el número de años que supuestamente estuvieron juntos; declaraciones previas de Bougrab, soltera, en las que afirmaba que su hija adoptiva lamentaba “no tener padre”; la soledad de Charbonnier en su última fiesta de cumpleaños y un largo etcétera.
La presunta compañera, cuya familia empuñó las armas contra el Frente de Liberación de Argelia en defensa del colonialismo galo en el país norteafricano, es bien conocida por sus diatribas antislámicas y su integración en las redes sionistas, de gran influencia en los círculos del poder en Francia.
Además, la primera figura pública francesa que avaló la relación de Charbonnier con Bougrab fue la periodista Caroline Fourest, conocida por la divulgación de falsedades de intención difamatoria contra la religión islámica, como la afirmación de que los asesinos de Charlie Hebdo obligaron a una empleada superviviente a recitar el sagrado Corán, fantasía desmentida después por la propia empleada.
Todas estas contradicciones e implicaciones políticas del asesinato de Charbonnier eran por tanto, según Hamza, lo que investigaba el comisario Fredou, cuya muerte apenas ha sido evocada por la prensa francesa, extrañamente dada la importancia para la seguridad nacional francesa, y acaso internacional, de los recientes atentados.
En las pocas horas que duró la investigación, declaró la hermana de Fredou, “el día había sido muy tenso” y policías de la capital se habían desplazado a Limoges, que lo hicieron acudir a la Comisaría hacia las 23.30. Fredou “debía redactar un informe pero hubo fricciones, no sé sobre qué…”, explica la hermana.
Tras esas fricciones, continuó la entrevistada, “les dijo que debía hacer una llamada telefónica con total urgencia y, como vieron que no volvía, un colega fue a buscarlo a su despacho y lo halló muerto”. Al día siguiente, “vino gente de París a explicarnos cómo había sucedido”, detalló.
Informados del fallecimiento a las 5 de la mañana, la familia debió insistir hasta conseguir ver el cadáver “al final del día”. Pese a que Fredou se disparó, según la versión oficial, un disparo en la cabeza, “tenía una venda sobre la frente. En el costado, habían perforado para la autopsia. La parte posterior del cráneo no tenía nada”, relata la hermana.
Helric Fredou había hallado anteriormente los cuerpos de dos personas suicidadas. Tras uno de ellos, recoge la entrevista, “le había dicho a mamá: ‘yo jamás te haré algo así’, o sea matarse y dejarla sola”.
HISPAN TV

Experto: La subida del franco suizo es un presagio de las guerras monetarias que se avecinan

El aumento sin precedentes del valor de la moneda suiza, provocado por la nueva política del Banco Nacional Suizo, según un experto en finanzas, es sólo un presagio de las guerras monetarias que se avecinan.


18 enero 2015 
euros
La vertiginosa subida de valor que ha experimentado el franco suizo, ”es un presagio de una volatilidad aún mayor que está por venir”, opina el especialista Edward Harrison, en su artículo publicado porForeign Policy. “Bienvenidos a las guerras de divisas”, anuncia el autor.
En primer lugar, la desenfrenada subida de la moneda suiza significa que, si bien una moneda fuerte no es nada malo “en un mundo en que el crecimiento de la demanda interna es débil y el crecimiento global también, los países no quieren una moneda fuerte”, porque las exportaciones se hacen menos competitivas a nivel global, explica Harrison.
Asimismo, el especialista cree que ”la confusión del franco suizo ejerce una presión enorme a la Reserva Federal de EE.UU. para que revierta el curso y no endurezca aún más su política subiendo las tasas “de interés”. De lo contrario, según señala Harrison, se podría esperar una caída del “petróleo, bienes y monedas de mercados emergentes”, y aquellas economías y sus mercados de activos se verían bajo presión.
Vivimos “tiempos peligrosos”, expresa el autor. “El mundo está adicto al estímulo monetario. Y los bancos centrales están haciendo todo lo posible para satisfacer esta adicción con la droga del estímulo monetario que quieren los comerciantes y especuladores”, explica Harrison.
No obstante, esta respuesta política indica que “la política monetaria se encuentra en un estado anormal” y se han creado “serios desequilibrios macroeconómicos”. Si la Reserva Federal de EE.UU. normaliza la política, estos desequilibrios pueden augurar problemas para los mercados emergentes y los mercados de activos globales”, concluye el autor.