Por Telma Luzzani
19 de enero de 2020
El miércoles 15, en su discurso anual ante las dos cámaras legislativas, el presidente de Rusia Vladimir Putin propuso una serie de cambios lo suficientemente medulares como para despertar la suspicacia global. Los más importantes (aunque todavía no se conocen los detalles) apuntan a una nueva distribución de fuerzas entre los poderes Legislativo y Ejecutivo a favor del primero. Aunque los futuros presidentes van a conservar el control sobre las Fuerzas Armadas y de Seguridad, el proyecto que el jefe del Kremlin piensa someter a consulta popular impulsa una participación mayor del parlamento en la elección del primer ministro, de los vices así como de los demás miembros del Ejecutivo y de las gobernaciones, atribución que hasta ahora, según la Constitución de 1993, es prerrogativa del presidente.
19 de enero de 2020
El miércoles 15, en su discurso anual ante las dos cámaras legislativas, el presidente de Rusia Vladimir Putin propuso una serie de cambios lo suficientemente medulares como para despertar la suspicacia global. Los más importantes (aunque todavía no se conocen los detalles) apuntan a una nueva distribución de fuerzas entre los poderes Legislativo y Ejecutivo a favor del primero. Aunque los futuros presidentes van a conservar el control sobre las Fuerzas Armadas y de Seguridad, el proyecto que el jefe del Kremlin piensa someter a consulta popular impulsa una participación mayor del parlamento en la elección del primer ministro, de los vices así como de los demás miembros del Ejecutivo y de las gobernaciones, atribución que hasta ahora, según la Constitución de 1993, es prerrogativa del presidente.