Luis Gonzalo Segura
30.12.2021
Nada se ha salvado de la codicia de Occidente. Según la época y los diferentes intereses existentes, los occidentales se han apoderado de todo cuanto han deseado durante siglos. Y no ha sido poco: oro, plata, petróleo, recursos naturales, tesoros arqueológicos o seres humanos han sido arrancados de sus raíces para lucro y beneficio del mundo Occidental. Un expolio que hoy todavía continúa en forma de explotación laboral.