Por Iramís Rosique Cárdenas
En 10/11/2022
En 10/11/2022
Hace un año un compañero nos preguntaba por qué la gente en Cuba asumía posturas reaccionarias. Intentó evadir todos los tópicos groseros que simplifican el modo en que se constituyen las subjetividades colectivas: ya fuera el economicismo ramplón, que resuelve con facilidad que los asalariados piensan «como obreros», y son de izquierdas, y los dueños de dulcerías piensan «como burgueses», y son de derechas; también desechó esa suerte de idealismo que entiende que las ideas se alojan en las mentes por contagio de los centros de (re)producción ideológica del imperialismo, que profanan nuestras vírgenes mentes y nos vuelven contrarrevolucionarios, como suele explicar la teoría de la «penetración» cultural.