19 dic 2025

LA LOGICA DEL SISTEMA

ARGENTINA
La dama del gas pimienta y unos tipos podridos de dinero


Por José Luis Lanao

19 de diciembre de 2025 - 0:01


Patricia Bullrich denunció a la AFA ante el Comité de Etica de la Conmebol. (Archivo -)


Si algo se le debe reconocer a este Gobierno es su habilidad para conseguir que los voten los pobres para defender los intereses de los ricos. Usar a los descontentos para mejorar la situación de los contentos es un truco muy viejo y, por eso, cada cierto tiempo cambia el sponsor: ahora se llama extrema derecha cuando debería llamarse la “derecha de siempre”, el gobierno tradicional de los poderosos de toda la vida.

Argentina resiste, pero cada cierto tiempo los mastines neoliberales empiezan a ladrar. Solo desnudando el brillo de las ruinas podemos soñar. Soñar es otra manera de vivir, más libre, más bella, más auténtica. Soñemos buscando una idea donde descansar para domesticar los demonios que nos habitan, recordando el fútbol humilde, pordiosero, alejados de la estridencia ronca del fanatismo del mercado y sus disfunciones del alma.


Para este Gobierno no hay diferencia entre realidad y relato. Consiste en enmascarar la realidad para vaciarla de los hechos mismos. Se trata del impune despojamiento en el que vivimos, de la desposesión sistemática que nos merma, del imperio de la información mendaz y el conocimiento sesgado por narrativas emocionales. ¿Cabe preguntarse, en tiempos de tanto desamparo, si es necesario convertir en Sociedades Anónimas Deportivas a los clubes de fútbol? No, pero lo dice el mercado. La lógica de un sistema que convierte en necesario lo innecesario. 

Esa panoplia de delirios neoliberales de un modelo dominante que exige una economía de libre comercio, de libre mercado desregulado, consagrado al equilibrio presupuestario y la estabilidad monetaria, de privatización del Estado social, de flexibilización laboral, de amable fiscalidad en las Caimán, donde el capital halla su imagen mas testorescente y deviene en el paraíso de la desregulación, y en una visión del individuo propietario renuente a toda imposición social.

El modelo está en el fondo de la persecusión sistemática del Gobierno a la estructura institucional del fútbol argentino. Es la privatización, amigo. Es evidente el virulento hostigamiento que se viene produciendo desde ejecutivo sobre la AFA y sus dirigentes. El lunes, Patricia Bullrich se encargó de presentar varias denuncias ante el Comité de Ética de la Conmebol. ¿Ética y Bullrich juntos? Qué simbiosis para el desconcierto. Cómo si la dama del gas pimienta no tuviera problemas más acuciantes con los que entretenerse. La denuncia ante la Conmebol no tiene recorrido, no es competente y será rechazada, pero el “ruido” causado compensa la frivolidad.

Como si en el privatizar se les fuera la vida nos quieren imponer nuevas innovaciones financieras: los productos derivados, los fondos de inversión de alto riesgo, y los instrumentos opacos en el deporte. Esa forma de nihilismo de un turbocapitalismo que no emana de un sentimiento de cólera ante la injusticia del mundo, sino de la obscena abundancia de tipos podridos de dinero.

Sabemos que el dinero no escucha, sabemos que por lo general razona desde los genitales. Su redención es inútil, no se reencarnan los ricos, se reencarna su dinero; y todo se puede interrumpir en este mundo, incluida la circulación de personas, excepto la circulación del capital.

Se abre un tiempo quieto, vacío, inhabitado. Un poderoso estrato de violencia ideológica subyace bajo el lomo del fútbol argentino. Un vendaval de furia privatizadora, de pesadilla febril y recurrente que tiñe el futuro de malsanos colores. Cuanto se esfuerzan en que olvidemos lo que somos para parecernos a lo que ellos quieran que seamos.

(*) Periodista, ex jugador de Vélez, clubes de España y campeón del Mundo 79