SHENZHEN (Xinhua)
19.12.2025

Imagen: Un robot humanoide realiza un entrenamiento de transporte de cajas en un centro de preentrenamiento de recopilación de datos para robots humanoides en Hefei, provincia de Anhui, este de China, el 4 de diciembre de 2025. (Xinhua/Zhang Duan)
En el corazón de Shenzhen, la sala de máquinas del auge tecnológico del sur de China, un laboratorio impecable tras un cristal carece del típico zumbido de tornos o cintas transportadoras en movimiento.
En su lugar, un puñado de técnicos con batas blancas supervisan discretamente la producción en lotes pequeños de componentes esenciales para ordenadores cuánticos fotónicos, dispositivos que la mayoría de los países aún mantienen encerrados en laboratorios de simulación.
Este híbrido entre laboratorio y fábrica, lanzado el mes pasado, se perfila como la última apuesta del país por combinar avances innovadores con la escala de la cadena de montaje, forjando lo que los ingenieros promocionan como la "fábrica del futuro".La instalación de 5.000 metros cuadrados -la primera planta dedicada a la computación cuántica fotónica de China- fusiona investigación, fabricación y pruebas bajo un mismo techo.
Diseñada para completar más de 200 pasos de fabricación ultraprecisos, su objetivo es impulsar la tecnología cuántica hacia el descubrimiento de fármacos, la inteligencia artificial y más allá."La planta de producción va más allá de una línea de producción; es un 'puente' que conecta la ciencia fundamental con el despliegue industrial", afirmó Jia Jinfeng, director ejecutivo del Centro de Ciencias Cuánticas del Área de la Gran Bahía de Guangdong-Hong Kong-Macao.
AVANZANDO A LA INTELIGENCIA
El sector manufacturero chino, líder mundial durante 15 años, era reconocido por su capacidad sistémica de escalamiento. Sin embargo, el cambio en curso no se limita al volumen de producción, sino que comienza con sistemas de fabricación flexibles que pueden adaptarse a demandas diversas y personalizadas dentro de la línea de producción.
Dentro de la fábrica inteligente de Ipason en la ciudad de Wuhan, en el centro de China, las líneas de producción flexibles ensamblan PC de alto rendimiento bajo pedido. Simplemente realice un pedido en línea y su computadora personalizada se enviará en 24 horas, haciendo realidad la personalización masiva el mismo día.Otro pilar de la futura transformación de las fábricas chinas es la integración de la IA y la robótica. En todo el país, un número creciente de fábricas están implementando sistemas inteligentes capaces de pensar, adaptarse y optimizar en tiempo real.
En agosto, las autoridades chinas publicaron una directriz para profundizar la iniciativa "AI Plus", que describe una hoja de ruta integral para la integración profunda de la IA en la economía real. Esta política busca alcanzar una tasa de penetración superior al 70 % para aplicaciones de próxima generación, como terminales inteligentes y agentes de IA, para 2027.
En la ciudad de Taizhou, en el este de China, la superfábrica de satélites del fabricante de automóviles Geely se asemeja más a una línea de montaje de automóviles que a una planta aeroespacial tradicional. Los robots AGV se desplazan entre las estaciones de trabajo, transportando módulos satelitales en un proceso silencioso y fluido, un enfoque que redujo drásticamente el ciclo de fabricación a 28 días.
En el parque industrial de Rokae en Shandong, al este de China, los robots colaborativos equipados con sensores de fuerza y ??visión han sido dotados de percepción táctil y visual similar a la humana, lo que les permite ajustar dinámicamente su ángulo y presión para completar tareas de alta precisión, como ensamblar un puerto USB de computadora, con precisión a nivel de micras.
China ha implementado un sistema de cultivo escalonado para fábricas inteligentes, categorizándolas en cuatro niveles: básico, avanzado, excelencia y pionero.Los últimos datos muestran que el país ahora opera 35,000 fábricas inteligentes de nivel básico, 7,000 de nivel avanzado, más de 230 de nivel de excelencia y al menos 15 fábricas inteligentes emblemáticas. En promedio, estas instalaciones han acortado los ciclos de I+D en un 29 por ciento, aumentado la eficiencia de producción en un 22 por ciento y reducido las emisiones de carbono en un 20 por ciento. CIERRE
En las últimas semanas, un video de robots humanoides UBTECH marchando al unísono fuera de un almacén chino se ha vuelto viral en línea. Esta escena no solo refleja un atisbo del futuro, sino que también señala el impulso del fabricante de robots para integrar máquinas en plantas de producción reales.La planta inteligente de UBTECH en la ciudad de Liuzhou, al sur de China, se encuentra cerca de las naves de ensamblaje del fabricante de automóviles chino Dongfeng, uno de los primeros lugares donde sus robots ingresan. La agrupación de proveedores y clientes está conectando la cadena de nuevas tecnologías del país en un circuito cerrado.
Shanghái ha establecido una incubadora de tecnología de interfaz cerebro-computadora (BCI) a poca distancia del Hospital Huashan, una de las principales clínicas neurológicas de China, convirtiendo a científicos, emprendedores y neurólogos en vecinos.Con aproximadamente 20.000 procedimientos neuroquirúrgicos al año, el hospital brinda apoyo clínico crucial para acelerar la transición de los dispositivos BCI del laboratorio a aplicaciones médicas reales.
"El ecosistema BCI de Shanghái integra toda la cadena de suministro; es el terreno ideal para una rápida expansión", afirmó Peng Lei, fundador de Gestalt Life Technology, al explicar por qué su startup de BCI basada en ultrasonidos eligió establecerse en el parque industrial.En un parque aeroespacial en Wenchang, provincia insular de Hainan, al sur de China, se está construyendo otra superfábrica de satélites con un modelo de "satélite listo para lanzar".
La instalación, diseñada para producir 1.000 satélites al año, forma parte de un ecosistema integral que abarca el desarrollo de cohetes, la fabricación de satélites y el control de lanzamiento, todo dentro del mismo clúster industrial.Wenchang alberga el primer centro de lanzamiento aeroespacial comercial de China y ha atraído a más de 20 empresas de toda la cadena industrial, desde el desarrollo de cohetes y la fabricación de satélites hasta la monitorización y el control de lanzamientos, para establecer operaciones en su parque industrial.
Estas fábricas que se están formando son más que simples instalaciones de producción, sino ecosistemas que permiten la creación rápida de prototipos y el escalado, superando la barrera de la muerte entre los avances de laboratorio y los productos comerciales con mayor rapidez que sus competidores.China ya ha lanzado más de 60 zonas piloto de industrias del futuro a nivel provincial y planea añadir más clústeres de tecnología de vanguardia en los próximos cinco años, construyendo no solo fábricas, sino cadenas industriales completamente nuevas.
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