Por Sonia Correa y Juan Elman
En 25/11/2022
El ascenso de Jair Bolsonaro al poder en 2018 fue fugaz y rotundo, y tomó por sorpresa a observadores locales e internacionales. Un exmilitar de bajo rango y por entonces diputado era conocido por sus declaraciones misóginas y homofóbicas, pero no ostentaba mayor capital político. Su ascenso fue facilitado por dinámicas que llevaron a una vertiginosa oposición hacia el gobernante e izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que comenzó con movilizaciones masivas en 2013, motivadas por demandas de mejores servicios públicos mientras el gobierno realizaba masivas inversiones en megaeventos deportivos, la Copa Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
En 25/11/2022
El ascenso de Jair Bolsonaro al poder en 2018 fue fugaz y rotundo, y tomó por sorpresa a observadores locales e internacionales. Un exmilitar de bajo rango y por entonces diputado era conocido por sus declaraciones misóginas y homofóbicas, pero no ostentaba mayor capital político. Su ascenso fue facilitado por dinámicas que llevaron a una vertiginosa oposición hacia el gobernante e izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que comenzó con movilizaciones masivas en 2013, motivadas por demandas de mejores servicios públicos mientras el gobierno realizaba masivas inversiones en megaeventos deportivos, la Copa Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.