8 ago 2017

LOS MAXI EVASORES

Francia y Alemania planean atajar la elusión fiscal de los gigantes tecnológicos estadounidenses
07/08/2017 



Bruno Le Maire, ministro de finanzas de Francia. EFE
El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, ha dicho en una entrevsita que no se puede hacer negocio en Europea y no pagar los mismos impuestos que otras empresas europeas Francia está trabajando con Alemania y otros países para eliminar algunos aspectos normativos que han permitido a los gigantes tecnológicos como Google, Apple, Facebook o Amazon minimizar los impuestos que pagan en Europa. En una entrevista con Bloomberg, el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, ha apuntado esta idea. Francia propondrá "normas más simples" para evitar la elusión fiscal y que las empresas paguen impuestos reales en la próxima reunión de la Unión Europea que se celebrará a mediados de septiembre en Tallín (Estonia).

"Europa debe aprender a defender sus intereses económicos mucho más firmemente: China lo hace, Estados Unidos lo hace", ha dicho Le Maire en la entrevista. En ella también ha señalado que no se puede hacer negocio en Francia, o en general en Europa, y no pagar los impuestos que otras empresas –francesas o europeas– están pagando.

Le Maire en la entrevista asegura también que están pidiendo a otros países que se unan en sus esfuerzos.

Respecto a este tema, el portavoz del ministerio de Finanzas alemán, Denis Kolberg, ha dicho a los periodistas en Berlín que los dos países discutieron estas cuestiones fiscales en una reunión conjunta del mes pasado. Añadió que se espera que Alemania pueda discutir medidas específicas después de sus elecciones nacionales que se celebrarán el próximo 24 de septiembre.

La Comisión Europea obligó el año pasado a Apple a devolver 13.000 millonesde euros en ayudas fiscales concedidas por Irlanda. Bruselas considera que los acuerdos fiscales con Irlanda son en realidad ayudas estatales "ilegales". La multinacional lleva beneficiandose desde 1991 de acuerdos fiscales, la CE solo puede remontarse a 2003 en su reclamación, tras haber pedido las cuentas a la compañía en 2013.