Grupo Angelini: El principal afectado si Chile pierde en La Haya
14 de enero de 2014
Por: Nicolás Sepúlveda
El triangulo marítimo que se disputan Chile y Perú representa el 30% del negocio de Corpesca, empresa de los Angelini que controla la industria pesquera. Para defender sus intereses, el grupo multimillonario ha asesorado a la Cancillería y aportado antecedentes para la defensa territorial de Chile.
El grupo Angelini está nervioso. Cuando el próximo 27 de enero el Tribunal Internacional de La Haya de a conocer el resultado del fallo por la demanda marítima que Perú interpuso contra Chile, los controladores de Corpesca sabrán si el suyo continúa siendo un negocio rentable, o si deberán reformular su apuesta y buscar otros horizontes de donde extraer anchoveta y jurel, los principales recursos que explotan en la zona en litigio, y que representan el 30% del negocio total de la pesquera.
Si La Haya determina que el límite marítimo reclamado por Perú es el correcto, Corpesca verá fuertemente afectados sus intereses. En conversación con el cuerpo Negocios de La Tercera, el gerente general de la compañía, Arturo Natho, señaló estar pendiente de la decisión, aunque no quiso adelantar, ni medir, el daño que podría sufrir la firma: “Sin duda, la zona en controversia es importante. Faltan pocos días y nuestra posición es esperar el fallo y en ese momento entender bien cuál será la condición de captura que tendremos”.
El director de la ONG Ecocéanos, Juan Carlos Figueroa, ratifica la importancia que el fallo tiene para los negocios que el grupo Angelini mantiene en la industria pesquera: “Este es un típico caso en que el amor a la patria está muy vinculado con los intereses del bolsillo. Hoy Corpesca opera en esa zona con cinco plantas procesadoras: dos en Arica, dos en Iquique, una en Mejillones, y acaba de traer un gran barco con capacidad de captura desde el sur a la zona norte. La zona norte para ellos es clave, ya que le permite tener cuota estable de anchoveta. Recientemente se entregó una cuota global de casi 800 mil toneladas para el 2014. Corpesca controla casi el 90% de las cuotas de captura de la zona norte”, asegura el ambientalista.
Los negocios de los Angelini en la industria pesquera -donde controlan más del 51% del mercado, a través de Corpesca en el norte y Orizon en la zona centro sur- podrían multiplicar por diez sus ingresos, gracias a al nuevo valor agregado que le están dando al aceite de pescado, su producto estrella. Según indicó el propio Arturo Natho a La Tercera: “El aceite de pescado puede variar entre US$ 1.800 y US$ 2.600 la tonelada, dependiendo de la calidad. Pero con el concentrado que estamos haciendo en la planta Golden Omega, ese valor sube a US$ 20 mil y US$ 22 mil por tonelada. Son saltos muy significativos”.
El potencial comercial de las innovaciones que Corpesca busca para sus productos es reconocido como relevante por Juan Carlos Figueroa, quien, sin embargo, explica que las ganancias proyectadas ayudan a entender el rol que ha jugado el clan Angelini en el conflicto en La Haya: ”Corpesca está generando un concentrado de Omega 3, a partir de aceite de pescado, que está teniendo un valor en el mercado de hasta 22 mil dólares la tonelada. Si eso lo multiplicas por 600 mil toneladas al año (cuota de pesca del grupo durante 2013), te da una cifra astronómica. Eso explica el papel de Corpesca en este conflicto”.
El grupo controlador de Corpesca -AntarChile- es el holding que maneja las empresas del grupo, que tiene presencia en todos los sectores importantes de la economía chilena, a través de empresas como Copec, Metrogas, Abastible, Arauco y Guacolda. Su director, Roberto Angelini Rossi, aparece en la lista de multimillonarios del mundo de Forbes, ocupando el lugar 1.175, con un patrimonio estimado en 1.200 millones de dólares.
Corpesca ha estado en la polémica durante los últimos años por entregarle dinero a la diputada independiente Marta Isasi, en medio de la tramitación de la nueva Ley de Pesca -también conocida como Ley Longueira-, y por tener en su directorio a un hermano del senador DC Andrés Zaldivar, Felipe Zaldivar Larraín, lo que también ha generado ruido durante la discusión en el Senado de los proyectos que afectan los intereses de la pesquera.
Tomando en cuenta esos antecedentes, no es difícil presumir que Roberto Angelini no se ha quedado en su casa mirando como se resuelve la controversia.
Carpetas a la Cancillería
“En este mar hemos hecho soberanía por todos estos años. Estamos frente a un riesgo que no solo puede atentar contra la soberanía de nuestro país, sino también perjudicar a la industria pesquera de esta zona de Arica, un área de pesca muy gravitante”, aseguró en noviembre del 2012 Roberto Angelini, durante la inauguración de la planta de Omega 3 que Corpesca instaló en Arica.
En esa misma ocasión, el empresario detalló lo afectada que podría verse su compañía si Chile pierde en el Tribunal Internacional. Según él, el volumen de captura de la zona de Arica podría disminuir entre un 70% o un 80%, lo que equivaldría a cerca de un 40% del total de pesca del Norte Grande, y el 30% del negocio de la empresa. Corpesca es dueña del 80% de los recursos destinados a la industria -75% del total- que se extraen en el norte de Chile.
Por ello, desde el 2010 que el grupo Angelini viene colaborando con la Cancillería chilena para robustecer la defensa del país frente al Tribunal. Durante un seminario organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores -realizado después que Perú presentara su demanda en La Haya el 2008- el ex gerente general de Corpesca, Francisco Mujica, ofreció su colaboración: “La soberanía se hace de hecho, no solamente de derecho, y ahí podemos aportar bastante. Tenemos datos y, si nos dan tiempo, los reunimos”. Así lo hicieron.
Según consignó en diciembre del 2012 la periodista Carla Alonso Bertaggia en La Tercera: ”Corpesca reunió permisos de pesca, permisos de plantas y zonas de operación de las naves”. “Entregamos una vasta información que ayudara a demostrar de hecho que en esa zona de litigio, durante 50 ó 60 años, nosotros habíamos hecho la soberanía real”, aseguró Mujica en esa ocasión.
Desde la década del 50 que la familia Angelini tiene presencia en el negocio pesquero, por ello, conservan en su poder una serie de permisos de pesca que le entregaron a la Cancillería para demostrar cómo en la práctica los privados de Chile han administrado por más de 50 años la zona actualmente en disputa.
Bertaggia agregó en su reportaje que la contramemoria presentada por Chile a La Haya, incluye parte de la documentación entregada por el grupo Angelini: “La contramemoria presentada por Chile ante La Haya expone uno de esos varios documentos: un texto de 1961 de la Gobernación Marítima de Arica dirigido a las pesqueras Indo y Eperva (en ese momento propiedad de grupo)”.
La recolección de los datos corrió por cuenta de María Teresa Infante, co agente de Chile ante La Haya. Incluso, en ocasiones Infante llegó hasta las oficinas de Corpesca a pedir más antecedentes. Al menos así lo señaló en su minuto Francisco Mujica: “Siempre iba saliendo algo nuevo. Esto es un trabajo grupal, lo cual está muy bien. Nosotros tenemos que aportar toda la información necesaria”.
Para Juan Carlos Figueroa, el activo rol de la empresa en el conflicto tiene que ver con los beneficios que ésta ha tenido en los últimos años: ”Esto es explicado porque la familia Angelini fue el grupo más beneficiado con la reciente privatización pesquera del 2013. Esto significó que hoy Corpesca sea el segundo productor mundial de harina de pescado, y que el 2013 tuviera acceso a, aproximadamente, 600 mil toneladas de recursos pesqueros”, explica.
No solo 200 millas
El experto en relaciones internacionales de la Universidad Mayor, Samuel Fernández, descarta que la concentración de recursos que presenta Corpesca en la zona en litigio pueda afectar la pretensión de Chile, ya que este no sería un factor considerado por el Tribunal, y si esto fuera así, Perú presentaría una realidad parecida: ”En Perú es muy similar a lo que pasa en Chile, con algunas zonas donde se le dan facilidades a los industriales. No hay tantas diferencias”.
Eso si, Fernández asume que la pesquera de los Angelini puede verse afectada por la perdida de soberanía del país. Y no solo si Chile fracasa estrepitosamente en su defensa. Incluso, asegura que Corpesca puede sufrir perjuicios si La Haya reconoce el derecho de Chile sobre los 38.617 kilómetros cuadrados que se disputan con el país vecino: “Pensemos en algo simple. Si las 200 millas que ha tenido Chile hasta ahora se mantienen igual, imaginemos que la corte nos da la razón. Si eso es así, puede que el triángulo exterior se lo de a Perú. Eso significaría que los peces y todas las riquezas que están más allá de esas 200 millas no podrían ser explotadas por pesqueras chilenas”, asevera el analista.
Hoy los buques pueden pescar en altamar, ya que no hay un dominio sobre esas aguas. El tratado internacional al respecto establece la libertad total de pesca en igualdad de condiciones para todos los países. Pero si La Haya reconoce parte de la demanda peruana, podría ser que las pesqueras solo puedan explotar recursos en las 200 millas de exclusividad económica de Chile.
El presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales de Arica, Sergio Guerrero, cuenta que no han mantenido conversaciones con Corpesca por el litigio con Perú, aunque dice que si el fallo es desfavorable para Chile, es probable que la industrial arranque de la zona: “Con Corpesca no nos hemos juntado, porque somos independientes. Si el fallo llega a ser adverso a Chile, me da la impresión que ellos cerrarían”.
Guerrero cuenta que el perjuicio para los artesanales sería del orden del 60% de la cuota que capturan hoy, y que están preocupados: “A los pescadores artesanales, los que trabajamos para la alimentación de las comunidades pesqueras, nos afecta en algunas pesquerías: como bacalao, palometa, albacora… eso nos afectaría entre un 60% a un 70%, porque en los paralelos 70, 71 y 72, evidentemente nosotros podemos cambiar, porque son pescas migratorias, pero dejaría de ser rentable por la distancia que habría que recorrer”.
Eso sí, el dirigente agrega que los más perjudicados, por lejos -si es que el fallo no favorece a Chile-, serán los pequeños pescadores industriales, aquellos que tienen el porte de un artesanal, pero venden su producto a la industria.
Según Juan Carlos Figueroa, de Ecocéanos, el daño que se produciría a los pequeños pescadores industriales es real, y obedece a la concentración que hoy existe en la industria. Ya que no solo afectaría a los que venden sus pescados a Corpesca, sino que a los artesanales que desaparecieron luego que entregaron sus cuotas: ”Hay un proceso muy activo de concentración económica, y a consecuencia de la crisis de las pesquerías por sobre explotación, los pescadores artesanales están vendiendo sus cuotas de captura a la industria. Por tanto, esta situación se da en un contexto de alta concentración económica en el sector pesquero”.
A diferencia de lo que ha ocurrido con Corpesca, los artesanales no han participado en la defensa de Chile en La Haya. Guerrero cuenta que solo se han reunido una vez con el canciller, Alfredo Moreno: ”En marzo del año pasado nos reunimos con el Canciller, quien nos dio a conocer cual sería la defensa del país. Pero no nos hemos vuelto a encontrar. Hace una semana nos reunimos con Sernapesca, y estuvimos conversando sobre el daño que se podría producir”.
No hay claridad sobre que ocurriría si Chile tiene un resultado desfavorable el próximo 27 de enero. Por ejemplo, no hay respuestas a la pregunta de qué pasaría con las cuotas de pesca ya asignadas en la zona, y que tienen una duración definida. En la Cancillería no respondieron los mensajes de El Dínamo para contar con su versión respecto a estos temas.