Mientras endeudó al país, Caputo y sus socios se llevaron $1.500 millones
Por LAURA MANFREDI
4 de abril de 2018
A la fecha, el ministro de la deuda se encuentra imputado por omisión maliciosa, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, tráfico de influencias, uso de información privilegiada y lavado de activos. “Lo recontra banco”, dijo Marcos Peña algunos días atrás. El Poder Ejecutivo lo respalda y, mientras tanto, lo envía a clases de coaching discursivo dentro de la Casa Rosada para sortear las explicaciones que hoy deberá brindar ante el parlamento.
Un ministro offshore
Su vínculo con fondos de inversión radicados en Caimán – reconocido como el paraíso fiscal más secreto del mundo – , Miami y Delaware salió a la luz gracias a la filtración conocida como Paradise Papers y fue confirmada por fuentes oficiales estadounidenses a partir de un pedido de información realizado por periodistas de los diarios Perfil y La Nación.
Luis Caputo manejó el fondo de inversión Alto Global Fund, un fondo registrado para comprar bonos de alto riesgo en países emergentes, y fue administrador de Noctua Partners LLC, una gerenciadora de fondos de inversión con la que el ministro adquirió bonos de deuda argentina. De Noctua se desprende la firma Axis Sociedad Gerente De Fondos de Inversión S.A.: inversora creada por el propio Luis Caputo en el año 2012 y utilizada para apostar a un dólar futuro al que él mismo le pondría el precio.
Hasta julio de 2015, Caputo también fue dueño de por lo menos el 75 por ciento de las acciones de la sociedad Princess International Group, parte de una cadena de compañías en donde todo termina por vincularse: Princess era dueña Affinis Partners II, que a su vez era dueña de Noctua.
Su participación en Alto Global Fund y Noctua Partners LLC y sus acciones sobre Princess International Group debían figurar en las declaraciones juradas presentadas por Caputo ante la Oficina Anticorrupción, en donde el funcionario tenía la obligación de presentar su situación patrimonial correspondiente al año 2015. Sin embargo, ninguna de ellas fue declarada.
Las primeras respuestas oficiales por parte del ministro aseguraban que no debía incluirlo en sus DDJJ debido a que su participación no había sido ni como propietario ni como accionista. Sin embargo, la empresa Noctua informó a las autoridades de los Estados Unidos que Caputo fue su “dueño indirecto”, su “accionista indirecto” y que tuvo “control” sobre la compañía hasta el 25 de noviembre de 2015, diez días antes de asumir como funcionario. Esta información fue revelada por el equipo argentino de Paradise Papers gracias a un pedido de información realizado a la Securities and Exchange Commission (SEC), la comisión de Bolsa y Valores estadounidense.
La SEC es un organismo de control del país del norte que obliga a las empresas dedicadas al asesoramiento financiero a presentar brochures en donde se desarrolle quiénes son sus dueños y a qué se dedican. En los brochures correspondientes a los años 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015, Noctua declaró: “Luis Caputo, nacido en 1965, es fundador del Asesor (es decir, de Noctua) y realiza ciertos servicios de gestión y consultoría de cartera para nosotros”. Además, en el mismo documento Noctua presentaba a Luis Caputo como un especialista en finanzas dedicado full time administrar los fondos de inversión: “El señor Caputo no está relacionado a ninguna otra inversión, negocios u otra actividad excepto trabajar con nosotros. No obstante, el señor Caputo es actualmente miembro de distintos directorios en América del Sur”.
Desde que ingresó al Poder Ejecutivo, el ministro de Finanzas logró ganancias de más de 1.500 millones de pesos para sus empresas y amigos. La compra de dólar futuro, la presidencia en Axis S.A. y el lucrativo negocio de encontrarse de ambos lados del mostrador.
A la fecha, el ministro de la deuda se encuentra imputado por omisión maliciosa, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, tráfico de influencias, uso de información privilegiada y lavado de activos. “Lo recontra banco”, dijo Marcos Peña algunos días atrás. El Poder Ejecutivo lo respalda y, mientras tanto, lo envía a clases de coaching discursivo dentro de la Casa Rosada para sortear las explicaciones que hoy deberá brindar ante el parlamento.
Un ministro offshore
Su vínculo con fondos de inversión radicados en Caimán – reconocido como el paraíso fiscal más secreto del mundo – , Miami y Delaware salió a la luz gracias a la filtración conocida como Paradise Papers y fue confirmada por fuentes oficiales estadounidenses a partir de un pedido de información realizado por periodistas de los diarios Perfil y La Nación.
Luis Caputo manejó el fondo de inversión Alto Global Fund, un fondo registrado para comprar bonos de alto riesgo en países emergentes, y fue administrador de Noctua Partners LLC, una gerenciadora de fondos de inversión con la que el ministro adquirió bonos de deuda argentina. De Noctua se desprende la firma Axis Sociedad Gerente De Fondos de Inversión S.A.: inversora creada por el propio Luis Caputo en el año 2012 y utilizada para apostar a un dólar futuro al que él mismo le pondría el precio.
Hasta julio de 2015, Caputo también fue dueño de por lo menos el 75 por ciento de las acciones de la sociedad Princess International Group, parte de una cadena de compañías en donde todo termina por vincularse: Princess era dueña Affinis Partners II, que a su vez era dueña de Noctua.
Su participación en Alto Global Fund y Noctua Partners LLC y sus acciones sobre Princess International Group debían figurar en las declaraciones juradas presentadas por Caputo ante la Oficina Anticorrupción, en donde el funcionario tenía la obligación de presentar su situación patrimonial correspondiente al año 2015. Sin embargo, ninguna de ellas fue declarada.
Las primeras respuestas oficiales por parte del ministro aseguraban que no debía incluirlo en sus DDJJ debido a que su participación no había sido ni como propietario ni como accionista. Sin embargo, la empresa Noctua informó a las autoridades de los Estados Unidos que Caputo fue su “dueño indirecto”, su “accionista indirecto” y que tuvo “control” sobre la compañía hasta el 25 de noviembre de 2015, diez días antes de asumir como funcionario. Esta información fue revelada por el equipo argentino de Paradise Papers gracias a un pedido de información realizado a la Securities and Exchange Commission (SEC), la comisión de Bolsa y Valores estadounidense.
La SEC es un organismo de control del país del norte que obliga a las empresas dedicadas al asesoramiento financiero a presentar brochures en donde se desarrolle quiénes son sus dueños y a qué se dedican. En los brochures correspondientes a los años 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015, Noctua declaró: “Luis Caputo, nacido en 1965, es fundador del Asesor (es decir, de Noctua) y realiza ciertos servicios de gestión y consultoría de cartera para nosotros”. Además, en el mismo documento Noctua presentaba a Luis Caputo como un especialista en finanzas dedicado full time administrar los fondos de inversión: “El señor Caputo no está relacionado a ninguna otra inversión, negocios u otra actividad excepto trabajar con nosotros. No obstante, el señor Caputo es actualmente miembro de distintos directorios en América del Sur”.
Caputo, con una ganancia neta de 173 millones
El ya mencionado fondo Axis Sociedad Gerente de Fondos Comunes de Inversión, creado por el ministro, logró ganancias siderales gracias a la apuesta a un dólar futuro al que él mismo, al asumir, le fijó el precio.
Aquellas maniobras fueron, por supuesto, de la mano del termómetro electoral. A principios de 2015, mientras se encontraba a cargo de la compañía, Luis Caputo apostaba al dólar futuro como vendedor. Fue a partir de abril de aquel año, mientras la campaña de Cambiemos iba viento en popa, que el primo del mejor amigo presidencial decidió cambiarse de bando y apostar a la compra: apostó por tres millones de dólares para el dólar futuro de diciembre 2015, un millón para enero de 2016 y otro millón para el mes de febrero.
El resultado de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) aumentaron su confianza, y con la boleta del frente delimitada, Caputo apostó otros tres millones para los meses de abril, mayo y junio de 2016. Se trataba de cifras menores, considerando que para octubre de 2015 – mes electoral – el futuro ministro de Finanzas había decidido aumentar sus inversiones en más de un 500 por ciento: A los seis millones apostados hasta el momento le sumó la compra de 27 millones de dólares, logrando una apuesta total al dólar futuro de 43 millones.
Según informa el periodista Javier Llorens, y tomando los precios de la última cotización informada a la Comisión Nacional de Valores (CNV) por Luis Caputo, su compañía Axis habría reportado 173 millones de pesos de ganancia neta: “Ante el encarecimiento de las garantías para concretar las apuestas al dólar futuro en el mes de noviembre, no es posible determinar con exactitud las ganancias de Axis – Toto, pero ella habría estado en torno de un 250 %, teniendo en cuenta que el grueso de las operaciones que pactó fueron antes del encarecimiento de las garantías”.
Las ganancias que el fondo del ministro obtuvo gracias a esta maniobra fueron declaradas por la misma compañía. Para marzo de 2016, Axis explicaba a la CNV que durante el 2015 había logrado un “excelente desempeño” por “capitalizar” la devaluación decretada por el ex dueño de la compañía, a cargo de la Secretaría de Finanzas.
Lo curioso es que la maniobra no fue realizada directamente por Axis, sino que se llevó adelante a través del Deutsche Bank Argentina, entidad que el actual ministro de Finanzas integró hasta 2008 como presidente. La entidad bancaria fue otra de las grandes beneficiadas, con apuestas diarias al dólar futuro que llegaron a los cuarenta millones durante los meses de enero y febrero de 2016, logró ganancias por más de 300 mil millones de pesos para él y para todas las compañías que se encontraban detrás, como la del ministro Caputo, Axis S.A.
A la familia también
Ximena Agustina Ruiz Hanglin, mujer de Luis Caputo, también incurrió a título personal en la compra de dólar futuro. Con la compra de seis millones para los meses de febrero y marzo de 2016, Agustina logró para la familia una ganancia de 31 millones de pesos.
Con la misma suerte corrieron los primos del ministro. Nicolás Caputo, el amigo del alma del presidente, apostó un millón y medio de dólares al dólar futuro de marzo, abril, mayo y junio de 2016 y, luego de las elecciones del 25 de octubre, sumó dos millones de dólares para febrero, marzo y abril de 2016, logrando una ganancia neta de más de trece millones de pesos. Por su parte, Flavio Luis Nicolás Caputo, otro primo de Niky y Toto, apostó 250 mil dólares al dólar futuro de marzo de 2016 y, en vísperas de las elecciones, otros 500 mil dólares para febrero de 2016. Estos montos le representaron una ganancia neta de tres millones y medio de pesos.
De esta forma, las auspiciosas encuestas y el adelanto de lo que serían sus políticas públicas a cargo de la Secretaría de Finanzas primero y del Ministerio después, permitieron que los Caputo aumentaran considerablemente sus ganancias y conocieran de fondo el negocio que implicaría la compra de dólar futuro luego de la devaluación que planeaban.
Con la plata de los jubilados
Una denuncia anónima ante la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos relativos a la Seguridad Social (UFISES), a cargo de las investigaciones relativas a la ANSES, fue la que dio lugar a descubrir otra de las maniobras por las que el ministro debería brindar explicaciones.
Luis Caputo, en su momento como Secretario de Finanzas y por tanto integrante del Comité Ejecutivo del FGS, contrató a la que supo ser su compañía, Axis, como intermediaria para la compra de Lebacs cobrando un 0,7% del valor invertido en calidad de honorarios por administración. Además, el Deutsche Bank S.A – que había sido precedido por Caputo – se encargaría de actuar como sociedad depositaria del fondo, cobrando por ello el 0,16 por ciento del valor invertido.
Según publicó el periodista Ari Lijalad en este mismo portal, el fiscal general de seguridad social Gabriel De Vedia declaró: “Un obrar diligente y conforme a derecho debería haber obligado al Lic. Caputo a excusarse de participar en la operación aquí cuestionada. Sin embargo, el susodicho optó por dejar asentada su aprobación y su firma, teniendo pleno conocimiento de que la negociación realizada resultaba absolutamente incompatible con su cargo de funcionario público”. La Ley de Ética Pública determina que el funcionario sólo puede intervenir si su vínculo con las empresas participantes finalizó, por lo menos, tres años atrás y Luis Caputo se desprendió de la dirección de Axis recién a fines de noviembre de 2015.
Vale aclarar que la inversión podía llevarse adelante sin intermediarios y por tanto sin el abono de escandalosas comisiones. Sin embargo, aquella innecesaria maniobra permitió que el ministro desvíe más de 500 millones de pesos de los jubilados provenientes de ANSES y del FGS.
Endeudar para crecer
Lo que el endeudamiento sistemático le ha permitido el ministro de Finanzas de Cambiemos es hacer crecer sus propios negocios. Fue Luis Caputo quien decidió emitir bonos de deuda argentina a 100 años a una altísima tasa de interés y fue Luis Caputo también quien decidió comprarlo.
Lo hizo a través de la empresa Noctua Asset Managment LLC, subsidiaria de Noctua Partners LLC, creada por Luis Caputo en 2009, empresa con la que suscribió por cinco millones de dólares y con la que logrará un rendimiento de casi el ocho por ciento, según informó el diario El Cronista.
Negar lo innegable
Los negocios realizados a costa del Estado por el ministro, su omisión sobre información fundamental para detectar el conflicto de intereses y el roce constante entre su desarrollo en el sector privado y su rol como funcionario público resultan imposibles de justificar.
La compra de dólar futuro brindó ganancias millonarias a sus empresas y familiares a raíz de una devaluación coordinada por el propio Caputo. La contratación de sus empresas como intermediarias en la compra de Lebacs también llevó su firma obligada. El decreto en el que se lanza la emisión de deuda a 100 años también lleva su nombre.
Según el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala, el país se endeuda a 2.606,85 dólares por segundo. Con la deuda emitida desde diciembre de 2015 a esta parte se podrían haber abonado más de 385 millones de salarios mínimos y casi 480 millones de jubilaciones.
Mientras para la sociedad se espera el sacrificio, el ajuste y la meritocracia, los funcionarios de Cambiemos en general y Luis Caputo en particular, desbordan sus bolsillos con dinero que resulta de la especulación financiera que el único esfuerzo que requiere es el de firmar los decretos necesarios para que sus negocios privados puedan llevarse adelante.
El ya mencionado fondo Axis Sociedad Gerente de Fondos Comunes de Inversión, creado por el ministro, logró ganancias siderales gracias a la apuesta a un dólar futuro al que él mismo, al asumir, le fijó el precio.
Aquellas maniobras fueron, por supuesto, de la mano del termómetro electoral. A principios de 2015, mientras se encontraba a cargo de la compañía, Luis Caputo apostaba al dólar futuro como vendedor. Fue a partir de abril de aquel año, mientras la campaña de Cambiemos iba viento en popa, que el primo del mejor amigo presidencial decidió cambiarse de bando y apostar a la compra: apostó por tres millones de dólares para el dólar futuro de diciembre 2015, un millón para enero de 2016 y otro millón para el mes de febrero.
El resultado de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) aumentaron su confianza, y con la boleta del frente delimitada, Caputo apostó otros tres millones para los meses de abril, mayo y junio de 2016. Se trataba de cifras menores, considerando que para octubre de 2015 – mes electoral – el futuro ministro de Finanzas había decidido aumentar sus inversiones en más de un 500 por ciento: A los seis millones apostados hasta el momento le sumó la compra de 27 millones de dólares, logrando una apuesta total al dólar futuro de 43 millones.
Según informa el periodista Javier Llorens, y tomando los precios de la última cotización informada a la Comisión Nacional de Valores (CNV) por Luis Caputo, su compañía Axis habría reportado 173 millones de pesos de ganancia neta: “Ante el encarecimiento de las garantías para concretar las apuestas al dólar futuro en el mes de noviembre, no es posible determinar con exactitud las ganancias de Axis – Toto, pero ella habría estado en torno de un 250 %, teniendo en cuenta que el grueso de las operaciones que pactó fueron antes del encarecimiento de las garantías”.
Las ganancias que el fondo del ministro obtuvo gracias a esta maniobra fueron declaradas por la misma compañía. Para marzo de 2016, Axis explicaba a la CNV que durante el 2015 había logrado un “excelente desempeño” por “capitalizar” la devaluación decretada por el ex dueño de la compañía, a cargo de la Secretaría de Finanzas.
Lo curioso es que la maniobra no fue realizada directamente por Axis, sino que se llevó adelante a través del Deutsche Bank Argentina, entidad que el actual ministro de Finanzas integró hasta 2008 como presidente. La entidad bancaria fue otra de las grandes beneficiadas, con apuestas diarias al dólar futuro que llegaron a los cuarenta millones durante los meses de enero y febrero de 2016, logró ganancias por más de 300 mil millones de pesos para él y para todas las compañías que se encontraban detrás, como la del ministro Caputo, Axis S.A.
A la familia también
Ximena Agustina Ruiz Hanglin, mujer de Luis Caputo, también incurrió a título personal en la compra de dólar futuro. Con la compra de seis millones para los meses de febrero y marzo de 2016, Agustina logró para la familia una ganancia de 31 millones de pesos.
Con la misma suerte corrieron los primos del ministro. Nicolás Caputo, el amigo del alma del presidente, apostó un millón y medio de dólares al dólar futuro de marzo, abril, mayo y junio de 2016 y, luego de las elecciones del 25 de octubre, sumó dos millones de dólares para febrero, marzo y abril de 2016, logrando una ganancia neta de más de trece millones de pesos. Por su parte, Flavio Luis Nicolás Caputo, otro primo de Niky y Toto, apostó 250 mil dólares al dólar futuro de marzo de 2016 y, en vísperas de las elecciones, otros 500 mil dólares para febrero de 2016. Estos montos le representaron una ganancia neta de tres millones y medio de pesos.
De esta forma, las auspiciosas encuestas y el adelanto de lo que serían sus políticas públicas a cargo de la Secretaría de Finanzas primero y del Ministerio después, permitieron que los Caputo aumentaran considerablemente sus ganancias y conocieran de fondo el negocio que implicaría la compra de dólar futuro luego de la devaluación que planeaban.
Con la plata de los jubilados
Una denuncia anónima ante la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos relativos a la Seguridad Social (UFISES), a cargo de las investigaciones relativas a la ANSES, fue la que dio lugar a descubrir otra de las maniobras por las que el ministro debería brindar explicaciones.
Luis Caputo, en su momento como Secretario de Finanzas y por tanto integrante del Comité Ejecutivo del FGS, contrató a la que supo ser su compañía, Axis, como intermediaria para la compra de Lebacs cobrando un 0,7% del valor invertido en calidad de honorarios por administración. Además, el Deutsche Bank S.A – que había sido precedido por Caputo – se encargaría de actuar como sociedad depositaria del fondo, cobrando por ello el 0,16 por ciento del valor invertido.
Según publicó el periodista Ari Lijalad en este mismo portal, el fiscal general de seguridad social Gabriel De Vedia declaró: “Un obrar diligente y conforme a derecho debería haber obligado al Lic. Caputo a excusarse de participar en la operación aquí cuestionada. Sin embargo, el susodicho optó por dejar asentada su aprobación y su firma, teniendo pleno conocimiento de que la negociación realizada resultaba absolutamente incompatible con su cargo de funcionario público”. La Ley de Ética Pública determina que el funcionario sólo puede intervenir si su vínculo con las empresas participantes finalizó, por lo menos, tres años atrás y Luis Caputo se desprendió de la dirección de Axis recién a fines de noviembre de 2015.
Vale aclarar que la inversión podía llevarse adelante sin intermediarios y por tanto sin el abono de escandalosas comisiones. Sin embargo, aquella innecesaria maniobra permitió que el ministro desvíe más de 500 millones de pesos de los jubilados provenientes de ANSES y del FGS.
Endeudar para crecer
Lo que el endeudamiento sistemático le ha permitido el ministro de Finanzas de Cambiemos es hacer crecer sus propios negocios. Fue Luis Caputo quien decidió emitir bonos de deuda argentina a 100 años a una altísima tasa de interés y fue Luis Caputo también quien decidió comprarlo.
Lo hizo a través de la empresa Noctua Asset Managment LLC, subsidiaria de Noctua Partners LLC, creada por Luis Caputo en 2009, empresa con la que suscribió por cinco millones de dólares y con la que logrará un rendimiento de casi el ocho por ciento, según informó el diario El Cronista.
Negar lo innegable
Los negocios realizados a costa del Estado por el ministro, su omisión sobre información fundamental para detectar el conflicto de intereses y el roce constante entre su desarrollo en el sector privado y su rol como funcionario público resultan imposibles de justificar.
La compra de dólar futuro brindó ganancias millonarias a sus empresas y familiares a raíz de una devaluación coordinada por el propio Caputo. La contratación de sus empresas como intermediarias en la compra de Lebacs también llevó su firma obligada. El decreto en el que se lanza la emisión de deuda a 100 años también lleva su nombre.
Según el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala, el país se endeuda a 2.606,85 dólares por segundo. Con la deuda emitida desde diciembre de 2015 a esta parte se podrían haber abonado más de 385 millones de salarios mínimos y casi 480 millones de jubilaciones.
Mientras para la sociedad se espera el sacrificio, el ajuste y la meritocracia, los funcionarios de Cambiemos en general y Luis Caputo en particular, desbordan sus bolsillos con dinero que resulta de la especulación financiera que el único esfuerzo que requiere es el de firmar los decretos necesarios para que sus negocios privados puedan llevarse adelante.