Siria: hallaron fosa común con 200 cuerpos en Raqqa tras la expulsión del Estado Islámico
22 de Abril de 2018
Fueron descubiertos bajo una cancha de fútbol seis meses después de la recuperación de la ciudad por parte de las Fuerzas Democráticas Sirias.
Seis meses después de la expulsión del Estado Islámico de Raqqa, continúan surgiendo rastros de los horrores cometidos en la antigua "capital" del grupo yihadista en Siria, devastada por la violencia y la lucha. Una fosa común que podría contener hasta 200 cuerpos fue descubierta en el área de la última y amarga resistencia opuesta por los yihadistas antes de la derrota, en octubre pasado.
Hasta ahora los restos de 50 personas fueron recuperados, según informó Abdallag al Erian, un miembro del Consejo Civil de Raque que administra la ciudad después del ingreso en octubre pasado de las consideradas Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), predominantemente kurdas, apoyadas por Estados Unidos.
La fosa común fue hallada bajo el terreno de un campo de fútbol situado cerca de un hospital donde los últimos yihadistas que quedaron en la ciudad se atrincheraron antes de deponer las armas.
Aparentemente, dijo Al Erian, era el último lugar donde los milicianos del Estado Islámico pudieron sepultar los cuerpos de sus compañeros soldados y de los civiles muertos. Según lo que trascendió hasta ahora, los combatientes del "Califato", fueron sepultados con señales de reconocimiento que llevaban sus nombres de batalla, los civiles solo con los nombres propios.
No es claro entonces si los cadáveres de los civiles pertenecen a víctimas de las innumerables atrocidades registradas por el Estado Islámico en territorio y lugares controlados en Siria y en Iraq, o a personas muertas durante la ofensiva de las Fuerzas Democráticas Sirias acompañada por duros bombardeos de la Coalición internacional guiada por Estados Unidos que devastaron la ciudad.
Un primer equipo de observadores enviados por la ONU el pasado mes informó que el 70% de los edificios están destruidos, que en las calles permanecen diseminadas bombas sin explotar y que faltan servicios esenciales como agua y electricidad.
El descubrimiento de nuevas fosas comunes, como aquella que en febrero pasado hizo recobrar los cuerpos de 30 personas, vuelven a alimentar la angustia entre los familiares de las tantas personas desaparecidas bajo el reino del terror del Estado Islámico y de las cuales no se supo más nada.
A pesar de haber perdido una gran parte del territorio conquistado en Irak y Siria, el EI continúa controlando focos de territorio, como el sur de Damasco, donde hoy por tercer día consecutivo las fuerzas gubernamentales realizaron fuertes bombardeos aéreos y de artillería.
En particular fue tomado en la mira el barrio de Hajar al Aswad, ocupado durante años por las fuerzas yihadistas junto al vecino campo de refugiados palestinos de Yarmuk. El pasado viernes un acuerdo fue alcanzado entre el gobierno y las fuerzas yihadistas para una evacuación de las milicias a regiones aún controladas por el Estado Islámico. Pero el acuerdo aún no fue aplicado.
Mientras tanto Irak informó que mató a 36 miembros del Estado Islámico en ataques aéreos registrados en territorio sirio el pasado jueves en acuerdo con el gobierno de Damasco.
Desde el año pasado otras incursiones similares fueron conducidas por la aviación iraquí en una franja de territorio sirio cerca de la frontera aún bajo el control del Estado Islámico
Fueron descubiertos bajo una cancha de fútbol seis meses después de la recuperación de la ciudad por parte de las Fuerzas Democráticas Sirias.
Seis meses después de la expulsión del Estado Islámico de Raqqa, continúan surgiendo rastros de los horrores cometidos en la antigua "capital" del grupo yihadista en Siria, devastada por la violencia y la lucha. Una fosa común que podría contener hasta 200 cuerpos fue descubierta en el área de la última y amarga resistencia opuesta por los yihadistas antes de la derrota, en octubre pasado.
Hasta ahora los restos de 50 personas fueron recuperados, según informó Abdallag al Erian, un miembro del Consejo Civil de Raque que administra la ciudad después del ingreso en octubre pasado de las consideradas Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), predominantemente kurdas, apoyadas por Estados Unidos.
La fosa común fue hallada bajo el terreno de un campo de fútbol situado cerca de un hospital donde los últimos yihadistas que quedaron en la ciudad se atrincheraron antes de deponer las armas.
Aparentemente, dijo Al Erian, era el último lugar donde los milicianos del Estado Islámico pudieron sepultar los cuerpos de sus compañeros soldados y de los civiles muertos. Según lo que trascendió hasta ahora, los combatientes del "Califato", fueron sepultados con señales de reconocimiento que llevaban sus nombres de batalla, los civiles solo con los nombres propios.
No es claro entonces si los cadáveres de los civiles pertenecen a víctimas de las innumerables atrocidades registradas por el Estado Islámico en territorio y lugares controlados en Siria y en Iraq, o a personas muertas durante la ofensiva de las Fuerzas Democráticas Sirias acompañada por duros bombardeos de la Coalición internacional guiada por Estados Unidos que devastaron la ciudad.
Un primer equipo de observadores enviados por la ONU el pasado mes informó que el 70% de los edificios están destruidos, que en las calles permanecen diseminadas bombas sin explotar y que faltan servicios esenciales como agua y electricidad.
El descubrimiento de nuevas fosas comunes, como aquella que en febrero pasado hizo recobrar los cuerpos de 30 personas, vuelven a alimentar la angustia entre los familiares de las tantas personas desaparecidas bajo el reino del terror del Estado Islámico y de las cuales no se supo más nada.
A pesar de haber perdido una gran parte del territorio conquistado en Irak y Siria, el EI continúa controlando focos de territorio, como el sur de Damasco, donde hoy por tercer día consecutivo las fuerzas gubernamentales realizaron fuertes bombardeos aéreos y de artillería.
En particular fue tomado en la mira el barrio de Hajar al Aswad, ocupado durante años por las fuerzas yihadistas junto al vecino campo de refugiados palestinos de Yarmuk. El pasado viernes un acuerdo fue alcanzado entre el gobierno y las fuerzas yihadistas para una evacuación de las milicias a regiones aún controladas por el Estado Islámico. Pero el acuerdo aún no fue aplicado.
Mientras tanto Irak informó que mató a 36 miembros del Estado Islámico en ataques aéreos registrados en territorio sirio el pasado jueves en acuerdo con el gobierno de Damasco.
Desde el año pasado otras incursiones similares fueron conducidas por la aviación iraquí en una franja de territorio sirio cerca de la frontera aún bajo el control del Estado Islámico