19 abr 2018

TODOS CONTRA EL AJUSTE

ARGENTINA
Masiva "Marcha de las velas" contra el tarifazo
Martín Piqué @MartinPique

Jueves 19 de Abril de 2018



Diego Martínez

La caravana que ocupó todo el Congreso y luego recorrió con las 12 cuadras que separan la Plaza de los Dos Congresos mostraba una diversidad de siglas, de colores, de extracción social, de modos de ocupar el espacio público. 
Se había prometido una caravana indignada de velas encendidas y la promesa se cumplió. Una multitud se movilizó este jueves desde el Congreso hasta el Obelisco para reclamar por la ola de aumentos de tarifas y exigir que se implementen medidas concretas para frenar y retrotraer el tarifazo. La protesta tuvo una particularidad: en el marco de una impronta visiblemente sindical, tuvo participación de vecinos de la ciudad y el conurbano.

En la cabecera de la columna, que circuló varias cuadras por Avenida de Mayo y llegó a extenderse desde Cerrito hasta Paraná, marchaban los organizadores: el núcleo central estaba conformado por las dos CTA, la Corriente Federal de los Trabajadores y el sindicato de Camioneros, el mismo polo gremial que confluyó sobre la 9 de Julio en el acto del 21F que, hace dos meses, encabezó Hugo Moyano.

Aunque el secretario general de Camioneros no estuvo en la marcha de las velas, sí lo hizo su hijo Pablo. Estuvo flanqueado –otra vez- por los secretarios generales Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores) y Pablo Micheli (CTA Autónoma). En esa misma cabecera caminaron los gremialistas Omar Plaini (canillitas), Daniel “Tano” Catalano (ATE Capital), Roberto Baradel (Suteba), Walter Correa (sindicato de curtidores de cuero) y Vanesa Siley (Sitraju). En ese lugar también se pudo ver a la actriz Lola Berthet (secretaria de organización de la Asociación de Actores), al matancero Luis D’Elía (FTV-Miles), al dirigente Marcelo Frondizi (agrupación Envar El Kadri) y al ex legislador porteño Gustavo Vera, muy cercano a los Moyano y referente de La Alameda.

La caravana que ocupó todo el Congreso y luego recorrió con las 12 cuadras que separan la Plaza de los Dos Congresos mostraba una diversidad de siglas, de colores, de extracción social, de modos de ocupar el espacio público. Había grupos de vecinos de clase media porteña que cargaban en sus manos con vasos de plástico con las velas encendidas. Algunos hacían flamear banderitas argentinas. Entre los exponentes de ese componente “ciudadano” estaba, por ejemplo, la jubilada Dora Mazzitelli, ex vendedora y psicóloga social, quien llegó hasta el Parlamento desde la calle Humberto Primo y Solís. La acompañaba su hermana, que también cobra la jubilación.

“¿Cómo no participar de esta movilización? Tengo dos préstamos de tarjeta Argenta, un crédito en el banco, 39 años de aportes y no recibo ningún subsidio. Mi jubilación es de 11 mil pesos. Todavía me alcanza porque no tengo que pagar alquiler, pero si tuviera que pagar alquiler no podría pagar los servicios”, contó Dora ante la consulta de Tiempo. Contundente, describió de modo lapidario la acción de las empresas prestatarias de luz y gas: “el servicio es una mierda.”

Entre los manifestantes también caminaban representantes del sector empresario. Vocero de ese sector, Ariel Aguilar es una de las autoridades de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CEGERA). Ese rol lo llevó a varios programas de actualidad en la TV. Aguilar también es titular de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines.

“A algunos sectores productivos los aumentos de tarifas los dejan fuera de competencia: los electro-intensivos, los electromecánicos, parte del sector metalúrgico y del plástico. A otros sectores, como calzado, textil y marroquinería, los afecta más el deterioro del bolsillo de la sociedad: porque más aumentan los servicios, menos poder de compra hay. Y más se achica el mercado. Esto explica las 50 fábricas que cerraron en nuestro sector y los 9000 despidos de toda nuestra cadena de valor”, describió en diálogo con este diario.

La participación sindical fue otro de los rasgos de la protesta por el tarifazo. Quizá haya sido el elemento más visible, pero también más audible. Responsables de la seguridad de la marcha, los camioneros estrenaron un cantito nuevo: “Hay que estar todos juntos/ vamos Camioneros/ somos el gremio más grande/ no hay comparación/ gracias a Hugo Moyano/ hoy todos sabemos/ que la única lucha que se pierde es la que se abandonó/ no hay olvido ni hay perdón/ al que traiciona al trabajador/ la lucha fuerte hace a la unión.”

Entre las banderas y pancartas sindicales se hicieron notar la UTE (docentes porteños), UDOCBA (docentes bonaerenses), ATE Capital, Asociación Personal Jerárquico del Gas (APJ-Gas), Sindicato de Trabajadores de Peajes (SUTPA), entre otros gremios. Convivían con los estandartes de agrupaciones políticas y sociales como el MTL, la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), la Túpac Amaru, el Frente Trabajo y Dignidad Milagro Sala, Barrios de Pie, La Cámpora, Militancia Popular, Patria Grande, Partido Obrero, PTS, Partido Piquetero, Sindicato de Trabajadores de Peajes (SUTPA), FTV, Peronismo Militante y hasta la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA).

Identificada con un gorrito de su gremio, que agrupa a los técnicos, supervisores y profesionales de la industria del gas, Ximena Rattoni hizo un diagnóstico preciso y lleno de datos sobre la situación del sector. “Desde hace mucho tiempo nosotros venimos pidiendo que se considere al gas como un servicio público. Y ahora, para colmo, se suma el tarifazo, que hace al servicio impagable para cada vez más cantidad de usuarios. El servicio no mejora, las multinacionales hacen enormes negocios y cada vez producen menos energía”, denunció Ximena, que aparte es secretaria adjunta del sindicato APJ-Gas.

Desde el sector de los comerciantes, Adrián Palacios, responsable de la autodenominada Unión de Kioskeros de la República Argentina, trazó un panorama de la realidad de su actividad. “Los kioscos están cerrando porque no se pueden pagar facturas de 27 mil pesos hasta 60 mil pesos. Los kiosqueros ya no aguantan el tarifazo que impulsa el gobierno de Macri. Por eso estamos acompañando esta marcha junto a la CTA, a Pablo Moyano y a las organizaciones sociales. Que frenen con los tarifazos y que no cierren más kioscos en el país”, planteó Adrián en un breve intercambio con Tiempo.

La caravana, que fusionaba de velitas y banderas argentinas con bocinas de camión, cantitos futboleros y bombos, se detuvo al llegar a Cerrito. La Policía de la Ciudad no había cortado el tránsito y los autos, con sus ocupantes entre impacientes y resignados, se acumulaban en dirección norte. Los dirigentes más conocidos eligieron ese momento para hablar ante las cámaras.

“Hoy, con los clubes de fútbol, sociedades de fomento, gremios, más gente que se está movilizando sola, le estamos diciendo ‘no a los tarifazos’ junto a una multitud de trabajadores. Y esto no sucede sólo en Buenos Aires, sino en todo el país”, señaló Pablo Moyano. Luego cuestionó la alternativa que está evaluando el macrismo, de promover el pago de servicios en 3 cuotas, pero con intereses. “Es una vergüenza. Tienen que congelar por seis meses las tarifas”, replicó.

Diputado del FpV por la provincia de Buenos Aires, el radical Leopoldo Moreau vaticinó un crecimiento del movimiento anti-tarifazo. “A diferencia de lo que ocurrió con la ley de saqueo a los jubilados, esto es más transversal. Abarca a trabajadores, comerciantes, profesionales, industriales. La movilización va a crecer. Y en el Congreso, aunque no significa que los podamos derrotar numéricamente, la cuestión está siendo cada vez más peleada: en la Reforma Previsional logramos reunir 117 votos en contra y ayer (por el miércoles) logramos reunir 128 diputados. Esto va creciendo. Al gobierno esto le va a provocar, como con la Reforma Previsional, una derrota política muy profunda”, pronosticó en diálogo con Tiempo.