14 jul 2014

Un balance de los 30 años del MST

“De que lado você samba?”. Artículo de la socióloga brasileña María Orlanda Pinassi en el que analiza la historia del Movimiento Sin Tierra, como así también el lugar que viene ocupando dicho movimiento en la sociedad brasileña en las últimas tres décadas

En primer lugar quiero agradecer la invitación y la oportunidad de participar en la mesa de apertura del VI Congreso del MST que, en este 2014, conmemora 30 años de historia de mucha lucha y conquistas, fenómeno que despertó el respeto y la admiración de los luchadores sociales del mundo entero. Tan importante como destacar y comprender lo que ya ocurrió, es aprovechar este gran encuentro, que reúne 15 mil militantes de todos los rincones del país, para hacer juntos una reflexión sobre qué hacer en el próximo período.
Como tal vez algunos de ustedes saben, el punto de vista que defiendo es el de la lucha de clases. Desde éste punto de vista, me atrevo a hacer un análisis del MST recurriendo a cuatro grandes maestros, cuatro fuentes permanentes de inspiración e iluminación: Marx, Engels, Florestan y Mészáros.
Con Marx y Engels
De Marx y Engels extraigo dos definiciones especialmente importantes. Para ellos: 1) las revoluciones de 1848 dejaron en evidencia los reales intereses que dinamizan la lucha de clases en el capitalismo, en la que sólo existen dos clases enfrentadas –la burguesía y el proletariado. Eso significa que, desde mediados del siglo XIX hasta el día de hoy, en la sociedad cuya esencia es la lógica de la propiedad privada y de la explotación del trabajo, no puede haber términos medios ideológicos; y 2) el proceso de desarrollo capitalista crea y reproduce permanentemente contradicciones sociales que se potencian por el simple hecho de que, en la medida que las fuerzas sociales puestas en movimiento por el gran capital generan una riqueza gigantesca y cada vez más concentrada, imponen a la aplastante mayoría de la humanidad una miseria creciente.[i]
(…) cada día es más evidente que las relaciones de producción en que la burguesía se desenvuelve no tienen un carácter uniforme y simple, sino un doble carácter, que dentro de las mismas relaciones en que se produce la riqueza, se genera también la miseria; que dentro de las mismas relaciones en que se realiza el desarrollo de las fuerzas productivas, existe asimismo una fuerza que da origen a la opresión, que estas relaciones no crean la riqueza burguesa, es decir, la riqueza de la clase burguesa, sino destruyendo continuamente la  riqueza de los miembros integrantes de esta clase y formando un proletariado que crece sin cesar. (Marx, 1987: 97).
Con Florestan Fernandes
Florestan Fernandes inspira por su coherencia de vida, su rectitud ideológica y los aportes fundamentales que elaboró con el propósito de que comprendiéramos las particularidades más notables de las formas de objetivación del capitalismo en Brasil y en América Latina, los límites de la revolución burguesa y las potencialidades de la transición socialista en este rincón del mundo tan golpeado por la expansión capitalista y sus impulsos al desarrollo. En ese sentido, afirma que
El desarrollo desigual y combinado puede manifestarse dentro de un ilusorio juego de apariencias. Sin embargo, los “polos insatisfechos” tenderán a escapar de la huella buscando su propia trayectoria. Los que buscan el consenso mediante la cooptación y la falsificación de l realidad terminarán confrontándose con la cruda realidad: una era de lucha de clases, que pondrá la violencia organizada al servicio de las clases trabajadoras del campo y las ciudades. (Fernandes, 1981: 97)
Con István Mészáros
István Mészáros, además de sus incuestionables cualidades humanas, es un pensador marxista imprescindible por la crítica radical que descarga contra el sistema socio-metabólico del capital que, desde los años 1970, materializa el agotamiento de todas sus posibilidades civilizatorias y expone sus límites más absolutos, imponiendo al planeta un patrón de desarrollo y de acumulación absolutamente destructivo, sobre todo para la clase trabajadora que ante una compleja y trágica fragilización económica adopta posturas cada vez más defensivas, la llamada línea de menor resistencia. Por eso mismo, según Mészáros, cualquier salida desarrollista en términos convenientes a la reproducción del capital, es hoy humanamente indefendible. O sea,
Hoy en día no se puede plantear “un desarrollo general de la producción” ligado a la expansión de las necesidades humanas.  De modo que, dada la forma en que se ha concretado –y continúa imponiéndose- la aberrante tendencia globalizadora del capital, sería suicida concebir la destructiva realidad del capital como la presuposición del tan necesario nuevo modo de reproducir las condiciones sustentables de existencia humana. (Mészáros, 2003: 17)
La función social del MST
Utilizando estas herramienta, pregunto: ¿cuál es la función social que el MST viene desempeñando en estos sus 30 años de historia y cuál es la función social que pretende desempeñar de aquí en adelante?
En la dinámica capitalista, tres décadas es mucho tiempo. Ahora, el MST debe reflexionar, actuar y responder con decisión a problemas creados a lo largo de un proceso que abarca el programa de desarrollo del régimen civil-militar (años 70-80), el recetario neoliberal de FHC[ii] y el llamado neodesarrollismo de los gobiernos petistas (años 2000) que, en mi opinión, es un neoliberalismo sin vueltas.
Sus orígenes estuvieron tensionados por las graves consecuencias sociales generadas por la “Revolución Verde”, la colonización de la Amazonía y la ampliación de las fronteras agrícolas –la contrarreforma agraria, según Octávio Ianni-, las políticas del trágico desarrollo (64-78) impuesto por el régimen civil-militar. Hablamos del exterminio y la esclavización silenciosa de miles de indígenas en la región amazónica, hablamos de la masiva expulsión de productores rurales hacia las ciudades y de la equivalente proletarización con vistas a la industrialización impuesta en el país durante la dictadura.
En este marco, el MST reintrodujo en la escena político-ideológica la lucha por la Reforma Agraria, violentamente interrumpida en 1964. Desde entonces, hasta la hegemonía del capital financiero y transnacionalizado en el campo, el MST debió enfrentar además del viejo antagonista –el latifundio improductivo- la imperativa expansión de la cuestión hidráulica, del agronegocio y de la minería. En cada uno de estos momentos, la cuestión agraria se reconfigura en términos de la modernización conservadora y sigue siendo eje central de la particular objetivación del capitalismo brasilero.
La realidad mutante y adversa en la que el MST actúa, exige, pues, reconstruir los vectores de su crítica y enfrentar una siempre dolorosa autocrítica. Subrayo, sin embargo, que esto debe ser hecho sin perjuicio de su perspectiva de clase, muy presente desde su mismo nombre: Movimiento de Trabajadores Rurales Sin-Tierra. Para esto, leí atentamente el último Programa Agrario del MST (febrero del 2014) en el que, para adoptar una postura innovadora se argumenta que en el actual marco histórico ya no cabe la lucha por la “reforma agraria clásica”. Entendemos que “reforma agraria clásica” debe ser aquella que se convirtió en una de nuestras más antiguas deudas históricas, la misma que en el siglo XX movilizó a las más importantes organizaciones sociales en el campo, entre las cuales descolló el MST. En ese entonces los blancos eran el latifundio improductivo y la retrógrada elite agraria del país; la prioridad era promover un desarrollo pleno de las fuerzas productivas en el campo, fomentar sobre tales bases una pequeña producción dirigida hacia el mercado interno en expansión, exigir la definición de políticas públicas sólidas para el sector y, en consequiencia, ser un significativo protagonista del proceso de democratización de las instituciones burguesas en un país de raigambre colonial y tradición autocrática.
Con toda razón, el MST  afirma que nuestros tiempos son otros y que en éstos la modernización de la agricultura prescindió de la reforma agraria para las masas. El desarrollo viene siendo capitaneado por el agronegocio que, basado en un poderoso consorcio entre las burguesías interna y externa debidamente transnacionalizadas, reformula nuestra “vocación agrícola” por medio del monocultivo renovado, la producción de commodities para la exportación y un modelo tecnológico agresivo pautado por la gran utilización de venenos, los transgénicos y la maquinaria pesada. Frente a esta situación, propone que hoy se debe “luchar por la construcción de la Reforma Agraria popular”. Pero ¿qué significa esto exactamente?
Lo popular y la igualdad sustantiva
No quiero extenderme sobre el tema, pero para presentar lo que pienso sobre los objetivos del MST en éste su nuevo momento, me parece importante un breve comentario sobre el significado histórico del término popular. Sus orígenes se remontan al período de las grandes revoluciones burguesas y ayudan a revelar los nexos causales de las diversas clases sociales y el desarrollo desigual y combinado entre todos los países involucrados en el proceso. En la Francia del siglo XVIII, por ejemplo, los iluministas, sobre todo Rousseau y Diderot, consagraron la democracia y la ciudadanía como principios universales de la emergente sociedad burguesa. Alemania, que en ese mismo momento no vivía una revolución, no tenía Estado liberal, ciudadanos, ni otros protagonista para la famosa modernización “desde arriba”, filosofaba (con Herder y Fichte) sobre el concepto de pueblo (volk), la comunidad popular, en busca de un ideal nacional mítico.
Los brillantes estudios de los jóvenes Marx y Engels sobre aquellas circunstancias demostraron que los principios liberales fueron tomados, arrancados de su universalidad abstracta y desmitificados en la calle por el radicalismo jacobino, imprimiendo a la revolución un sentido legítimamente democrático-popular. El concepto de ciudadanía no servía demasiado porque no aclaraba el sentido de democracia burguesa. Con la explosión de la lucha de clases –y el fin de las posibilidades revolucionarias de la burguesía en 1848-, los conceptos adquieren un doble sentido, pues en la medida misma en que dejaban de ser mera abstracción filosófica para los antagonistas del capital –pertenecientes a las clases trabajadoras-, serían incesantemente vulgarizados por los apologistas de la igualdad formal en una sociedad que sólo consigue reproducirse mediante la desigualdad sustantiva.
La radicalización del MST
Vuelvo ahora al MST que, como dije, surge como un movimiento de masas con objetivos desarrollistas y progresistas ante un país de capitalismo atrasado. Su génesis no es revolucionaria y, en gran medida, apuntaba a ofrecer una alternativa que minimizara los efectos sociales de la expulsión de los campesinos hacia las ciudades y el consiguiente proceso de proletarización que estaba en curso. Las condiciones concretas de la historia brasilera, intolerante a cualquier perspectiva mínimamente democrática, fueron las impusieron la radicalización de sus luchas y formas de enfrentamiento, ya sea con las milicias oficiales como con las fuerzas paramilitares. Y la militancia, pese a toda la violencia sufrida en estos 30 años –en la que se destacan las masacres de Corumbiara y Eldorado dos Carajás en los años 1990-, jamás se desalentó ni dejó de dar la respuesta adecuada. No hay ni un solo palmo de tierra en la historia del MST que no haya sido conquistado, que no haya sido resultado de mucha lucha y mucho sufrimiento.
La praxis del enfrentamiento sumada al proceso pedagógico interno, algo que va desde la aprensión formal de la crítica teórica hasta la educación informal permanente, surgida de las formas de organizar la vida en los acampes y las ocupaciones, tuvo la valentía de forjar una sociabilidad diferente de la socialidad burguesa. Con esto, considero que el MST dio un paso importantísimo en la construcción de sujetos y de sujetos conscientes de su papel socio-histórico en cuanto movimiento efectivamente popular. A través de la militancia, de su base social, de sus frentes de masas, el MST, durante mucho tiempo, trascendió la génesis pequeñoburguesa constituyéndose en un movimiento con potencial emancipatorio. Sostengo, por lo tanto, que el MST, incluso reivindicando la “reforma agraria clásica” construyó, mediante la necesaria lucha, un movimiento con alma social y popular.
Destaco ahora tres grandes momentos en tal dirección:
  1.      Las ya clásicas –y polémicas- ocupaciones de tierras improductivas y de tierras públicas que, especialmente en la región Norte del país, pero no sólo, pusieron a cada uno de los sin-tierra en la mira de las armas de los jagunços(matones) al servicio de los capitalistas, la mayoría de los cuales estaban apoltronados en bellos y distinguidos escritorios de la Avenida Paulista.
  2.       Las embestidas urbanas que el MST  ensayó en los años 1990, con destaque para su rol activo en el origen del Parque Oziel y del MTST (Movimiento de Trabajadores Sin-Techo), en Campinas, en la ocupación y fundación de barrios populares en otras muchas grandes ciudades brasileras, como San Pablo, Rio de Janeiro, Fortaleza. Un gran paso en la construcción de verdadero poder popular basado en el campo y la ciudad.
  3.       La ofensiva protagonizada por las mujeres, en acciones que comenzaron mucho antes pero explotaron en el año 2006 en Aracruz (actualmente Fibria), en Rio Grande del Sur, seguidas por acciones en los trenes e instalaciones de Vale, en Pará y Maranhao, en las tierras de Kátia Abreu, en Tocantins, en Monsanto, San Pablo, en las acciones que asumen el sufrimiento de los indígenas y quilombolas, en el Centro-Oeste y Nordeste de Brasil. Estas no son, como las anteriores, acciones reivindicativas –aquellas mujeres conscientes no podían querer reproducir la lógica nefasta de las empresas que atacaban-, sino acciones de denuncia contra el gran capital, contra el modelo de agricultura criminal practicado en Brasil, contra el modelo de desarrollo destructivo, de lesa humanidad.
Considero, por ello, que este es el auge de la conciencia de clase alcanzado por el movimiento, sobre todo porque las mujeres en lucha expusieron a plena luz los dilemas más profundos del MST: ¿cumplir la agenda de su génesis –la Reforma Agraria desarrollista e institucional- o escuchar el clamor de su base, sobre todo acampada, que con la voz de las mujeres reclama la radicalización del movimiento contra el capital?
Preocupaciones
En un artículo publicado en 2005 manifestaba ya mis preocupaciones con los rumbos entonces tomados por el MST, a la vista de la realidad brasilera ante la crisis estructural del capital, el neodesarrollismo y los vínculos ideológicos que históricamente el MST mantuvo con la CUT (Central Unitaria de Trabajadores) y el PT (Partido de los Trabajadores), partido que a pesar de una super e hiper-tardía política de consenso, viene consiguiendo un éxito enorme e incuestionable, antes incluso de asumir el planalto en 2003, lugar que ocupa hasta hoy. Allí se montaba, en el mejor de los casos, el marco de institucionalización de la agricultura familiar, pero el problema es que el paquete preveía una reforma agraria de mercado, peligrosamente controlada por el Banco Mundial mediante una imperativa política de crédito e ideología empresarial, lo que significa neutralizar el carácter clasista de la Reforma Agraria clásica y estimular acuerdos entre asentamientos rurales y el mundo del agronegocio.
Para provocar el debate, formulé las siguientes preguntas:
1)     Para el MST, ¿la lucha por la tierra constituye un fin o una mediación, una continuidad o una ruptura con el orden establecido por el capital? O sea, el MST, por el carácter de la lucha más inmediata que sostiene, ¿está históricamente condenado a la regresividad o es un movimiento potencialmente revolucionario?
2)     ¿En qué medida el MST, un movimiento social de masas centrado en la lucha por la tierra, que carga todo un lastre histórico reformista, específico del capitalismo brasilero, podría ser una alternativa más universal y concreta para la actual necesidades de una actuación política ofensiva de la clase trabajadora frente al complejo destructivo del capital?
3)     ¿Hasta qué punto el MST, mediante su organización interna, estaría esbozando una sociabilidad capaz de provocar rupturas con la relación-capital?
Concluyendo
Me parece que tales cuestiones son ahora más actuales, porque desde 1984 -fecha de creación del MST- hasta hoy, las circunstancias económicas y políticas complejizaron exponencialmente su base social, agudizando el dilema característico de su representatividad de clase. La actual conformación social del movimiento está constituida por acampados, asentados, asentados prósperos, asentados precarizados, asalariados y semi-asalariados en el campo y la ciudad, arrendatarios y rentistas, proveedores de materia prima, etcétera. Y debido a la dependencia creciente del crédito, de las políticas públicas y las exigencias draconianas para cumplir con el patrón de producción dictado por el mercado dominado por el agronegocio, reproduce una problemática diversidad interna de intereses, en la cual todos sin excepción parecen afectados por la pérdida progresiva del control sobre su propio funcionamiento y por la subsunción real del trabajo al capital.
A lo largo de toda su historia, el MST se movió entra el radicalismo de sus prácticas de ocupación y la lucha institucional para viabilizar los asentamientos y acomodar a las familias trabajadoras en sus lotes. La contradicción de la reforma agraria de mercado golpeó las puertas del movimiento, exigiendo una incómoda definición entre atender las contingencias del mercado con campesinos-emprendedores integrados al capitalismo agrario y fomentar una indigesta lucha de clases intestina operseverar en la formación de trabajadores conscientes de su papel histórico en la construcción del socialismo.
Esta es su más profunda contradicción interna: mantener en la memoria las conquistas del pasado, defender su “vocación campesina”, apostar al emprendimiento de algunos asentamientos, retroceder en las luchas e institucionalizarse. O denunciar los límites cada vez más estrechos que el capital, a través de instrumentos privados y estatales, impone a su existencia como alternativa societaria –casi siempre problemática- en el interior del orden. Además, enfrentar, con la positividad que la lucha de clases exige, la proletarización de su base social convertida en enorme sementera de fuerza de trabajo disponible para el capital en el campo y la ciudad.
Los caminos de la “revolución en orden” se agotaron. Las actuales condiciones de la realidad objetiva están definidas por un patrón de acumulación esencialmente destructivo, por lo que es imperioso criticar duramente a cualquier vía de desarrollo –incluido el neodesarrollismo- formulado en función de la reproducción del sistema socio-metabólico del capital. Esto, obviamente, alcanza al sentido histórico y la función social de la Reforma Agraria que sea asumida por la base social del MST, cuya historia revela con nitidez creciente lo contradictorio de pretender seguir los dos caminos al mismo tiempo.
En esta medida, considero modestas las propuestas de éste congreso: 1) de canalizar su lucha en función de la agroecología y la soberanía alimentaria en un mundo que democratiza las pestes del agrotóxico y los transfénicos; 2) de canalizar la energía de su base hacia la reforma política propuesta por el gobierno de Dilma e 3) de proponer “la construcción de una reforma agraria popular”, siendo que la misma ya fue construida, en la lucha, por su valiente militancia en todo el Brasil.
Pienso que es absolutamente necesario que el MST entienda cuál es su base social hoy, pero para eso es necesario oírla, decidir con ella el sentido y el reinicio de las luchas que deberán articularse con los otros sectores de la clase afectada por el capital, sectores organizados y no organizados del campo, de la ciudad, exigiendo medidas inmediatas –reforma agraria y reforma urbana- y construyendo el verdadero poder popular que, desde 1848, se hace  realiza en las calles, nunca por decreto.
Argumenté con la compañía de Marx, Engels, Florestan y Mészáros. Termino con el poeta popular pernambucano Chico Science: ¿De que lado você samba?
Faminto e calmo o samba chegou
Domingo de todos os lados
Daqui pra ali de lá pra cá
Pode se escutar o som daqui do Brasil
Lembro quase tudo que sei
E organizando as idéias
Lembro que esqueci de tudo
Mas, eu escuto o samba!
E você samba de que lado
De que lado você samba
Você samba de que lado
De que lado você samba
De que lado, de que lado
De que lado, de que lado
Você vai sambar?
O problema são problemas demais
Se não correr atrás da maneira certa de solucionar
Olha o samba do teu lado
do teu lado olha o samba
olha o samba do teu lado
Do lado olha o samba do teu lado, do teu lado
O samba chegar
Olha o zambo do teu lado
do lado olha o zambo
Olha o zambo do teu lado
do lado olha o zambo
Olha o zambo , Olha o zambo
O problema são problemas demais
E não correr atrás da maneira certa de solucionar
Lembro quase tudo que sei
E organizando as idéias
Lembro que esqueci de tudo
Mais…
Eu escuto o samba
E você samba de que lado
De lado você samba
Você samba de que lado
De que lado você samba
De que lado, de que lado
De que lado você vai sambar???
Bibliografía
Fernandes, Florestan: Poder e contrapoder na América Latina, Rio de Janeiro, Zahar, 1981.
Marx, Karl: Miseria de la filosofía, Buenos Aires, Editorial Cartago, 1987.
Mészáros, István: El siglo XXI ¿Socialismo o Barbarie?, Buenos Aires, Ediciones Herramienta, 2003.
Intervención en el Panel de apertura del VI Congreso del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) de Brasil, el 10 de febrero de 2014.
Enviado por la autora para Herramienta.
Traducción al castellano de Aldo Casas. Los subtítulos son responsabilidad de la revista.
[i] Prueba de esto es que “1% de la población adulta detenta 40% de la riqueza mundial, (o sea) dos quintos de la riqueza mundial están concentrados en las manos de 37 millones de individuos, según indica un estudio de la Universidad de las Naciones Unidas difundido en Londres este martes. Si se considera a al 10% más rico del mundo, la proporción de la riqueza mundial en manos de tal grupo es el 85,2%. En el otro extremo, el 50% más pobre del mundo apenas son dueños del 1% de la riqueza global. El estudio, compilado en el libro Personal Wealth From a Global Perspective es la mayor iniciativa para investigar el tamaño de la desigualdad en la distribución de la riqueza en el mundo. ” Ver al respecto: http://www.bbc.co.uk/portuguese/noticias/2009/03/090324_desigualdadeestudo_rw.shtml
[ii] Siglas que identifican al ex presidente Fernando Henrique Cardoso. Nota del Traductor.

13 jul 2014

Putin confía en que empresas rusas ayuden a modernizar el sector energético de Argentina

ARGENTINA Y RUSIA RENUEVAN SU ACUERDO NUCLEAR
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, confía en que compañías rusas ayuden a la Argentina en la modernización de su sector energético, según él mismo manifestó el sábado en Buenos Aires.
“Confiamos mucho en que nuestras empresas participen activamente en el programa de modernización de las capacidades generadoras y en la construcción de nuevas centrales eléctricas en la República de Argentina”, declaró el mandatario ruso tras reunirse con su homóloga,Cristina Kirchner.
El grupo ruso Power Machines, según Putin, está dispuesto a participar en la modernización de la central hidroeléctrica argentino-uruguaya de Salto Grande; y la empresa de electricidad Inter RAO planea implicarse en el proyecto de represa Chihuido 1, de 637 MW, evaluado en dos mil millones de dólares.
El presidente recordó que la Argentina produce más del 20% de su energía hidroeléctrica con maquinaria rusa.
La compañía Power Machines, dijo, suministra turbinas por valor de 19.000 millones de dólares para la represa Punta Negra, en la provincia argentina de San Juan, se ofrece para modernizar la represa binacional de Salto Grande y estudia participar en la construcción de un complejo hidroeléctrico en la Patagonia argentina.
Durante la visita de Putin a Buenos Aires, las partes suscribieron un nuevo acuerdo intergubernamental sobre el uso pacífico de la energía nuclear, en sustitución del anterior acuerdo que expiró en diciembre de 2012.
“Confiamos en que sentará una base sólida para colaborar estrechamente en este ámbito”, señaló el presidente ruso.
El documento, en el que estamparon sus firmas el ministro de Planificación Federal de Argentina, Julio De Vido, y el director general de la corporación estatal rusa Rosatom, Serguéi Kirienko, apunta a fomentar la cooperación en las más diversas materias, como la construcción de centrales nucleares, los proyectos de investigación conjuntos o la producción de isótopos de uso industrial y medicinal.
Putin destacó que Rusia posee en materia nuclear avanzadas tecnologías que responden a los más rigurosos estándares de seguridad y medioambientales. También recordó que Rosatom participa en licitaciones para construir la central nuclear argentina Atucha III.
El presidente ruso realiza desde el viernes una gira por Latinoamérica que incluye visitas a Cuba, Nicaragua, Argentina y Brasil.

Banco vaticano en plena reforma

BLOQUEÓ CUENTAS, ELIMINÓ CLIENTES Y BAJÓ SU GANANCIA (???)


jul 9 2014


El banco vaticano bloqueó las cuentas de más de 2.000 clientes y puso fin a unas 3.000 "relaciones con clientes" como parte de un proceso de limpieza que prácticamente anuló sus ganancias, según mostró ayer su balance económico para 2013.

VATICANO REUTERS, ANSA Y AFP  


El Instituto para las Obras de la Religión (IOR), conocido como el "banco vaticano", se ha visto afectado por años de escándalos y está a punto de ser reestructurado con un nuevo presidente y un nuevo consejo de administración.

Todas salvo unas 400 de las 3.000 cuentas cerradas estaban "inactivas" con balances pequeños y habían estado así durante años.

Otras 359 relaciones con clientes se van a finalizar después de que empleados y expertos externos determinaran que no cumplían con los criterios para tener cuentas en el banco, que tiene unos 15.500 clientes, algunos con más de una cuenta.

El propósito expresado por el banco es gestionar el dinero para la Iglesia, órdenes religiosas, entidades benéficas y empleados del Vaticano.

El balance mostró que el proceso de limpieza que está en marcha, iniciado por su presidente Ernst von Freyberg por orden del papa Francisco, ha implicado un alto costo financiero, sobre todo por librar al IOR de algunas inversiones dudosas.

Las ganancias en 2013 cayeron hasta 2,9 millones de euros (4 millones de dólares) desde los 86,6 millones de euros (119 millones de dólares) en 2012.



El Vaticano había anticipado que las cifras de 2013 serían malas. Freyberg dijo en un comunicado que había "procedido con tolerancia cero ante cualquier actividad sospechosa" y que el "doloroso pero muy necesario proceso había abierto la puerta a un futuro nuevo y descargado del IOR".

La segunda fase de renovación del instituto, que será anunciada formalmente hoy, se basará en las prácticas de transparencia en la gestión.

La reforma de la controvertida gestión de las finanzas del Vaticano es uno de los mayores desafíos para el Papa, que prometió tras su elección en marzo de 2013 poner orden en el IOR, instaurando controles más estrictos en esta institución conocida por su opacidad y su implicación en varios escándalos de blanqueo de dinero.

Golpe de estado en Honduras y neoliberalismo

Golpe de estado en Honduras y neoliberalismo

Por Ricardo Arturo Salgado
8 julio 2014 |
entenares de militantes y simpatizantes del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y del partido Libertad y Refundación (LIBRE) colmaron este sábado la Plaza Francisco Morazán para conmemorar 5 años del fatídico golpe de Estado que rompió el orden constitucional en Honduras el 28 de junio de 2009. Foto: AP (Archivo).
Centenares de militantes y simpatizantes del Frente Nacional de Resistencia Popular y del partido Libertad y Refundación colmaron la Plaza Francisco Morazán para conmemorar 5 años del fatídico golpe de Estado que rompió el orden constitucional en Honduras el 28 de junio de 2009. Foto: AP (Archivo).
Han transcurrido cinco años desde que los militares hondureños perpetraran, en complicidad con las elites poderosas de Honduras, un nuevo Golpe de Estado. Bajo, al menos, la mirada complaciente, y la dirección activa de los conspiradores norteamericanos, se llevó adelante una acción violenta que, además de terminar con un gobierno constitucional legítimo, electo por las mayorías, marco el inicio de una nueva era en nuestro continente, y marco de forma dramática la vida de este pequeño país centroamericano. Hablamos mucho a lo largo de estos años, y no son pocas las voces que esgrimen la frase fatal “olvidemos ese golpe, ya pasó”; palabras terribles que buscan inyectarnos amnesia, y con ello doblar una página que, desde cualquier punto de vista, merece mucho estudio, muchos debates, y, sobre todo, entendimiento cabal de que sucedió y porque sucedió. Renunciar a esa verdad histórica tendrá, más temprano que tarde, consecuencias aún más devastadoras y a una escala aún mayor. Por esa razón, es imperativo abrir el debate, plantear nuestras ideas sobre las posibles causas y quiénes son los beneficiados.
Antes de avanzar debemos reconsiderar algunas cosas que damos por sentadas; una de las más peligrosas es creer que los golpes de estado son “anomalías” que se dan al interior de la democracia burguesa, de manera más o menos coyuntural. Por otro lado, hemos creado un molde en el que se brindan rasgos que caracterizan un Golpe de Estado. En cualquier caso, la tendencia a conceptualizarlos, nos ha llevado a una generalización peligrosa, que nos bloquea muchas opciones de análisis, ignorando de esta forma el desarrollo histórico que se produce en cada momento. Así, los Golpes de Estado de los años sesenta mostraron particularidades que ya no existían en los setenta, y dentro de la ola de retorno a la democracia electoral burguesa en Latinoamérica en los ochenta, también se presentaron actos muy propios de estos fenómenos.
Si analizamos un poco, los golpes de estado vienen siempre cargados con dos aspectos fundamentales, altos niveles de violencia y cambios económicos radicales dentro del sistema capitalista mismo. A medida, se readecuan las fuerzas, la “normalidad” nunca retorna a su estado previo, y cambios mayores se han producido, generalmente en contra de las sociedades afectadas. Puesto que la institucionalidad burguesa no responde per se a la sociedad misma, sino a los intereses de una clase dominante específica, así como de empresas transnacionales, debemos sería conveniente discutir si realmente la acción golpista se produce contra una institucionalidad que, a todas luces, le resulta favorable sin necesidad de cambiar nada.
De este modo, los golpes de estado se producen contra la sociedad que cargará con el peso de los cambios que serán impuestos, y pueden producirse con niveles variables de violencia y represión, pero tienden siempre a transformar radicalmente la economía del país afectado.
Otro asunto vital radica en el contexto internacional en que se produce un golpe de estado; en general parece evidente que la ejecución en un país de una acción de este tipo altera drásticamente las condiciones y la correlación de fuerzas en el ámbito de las relaciones entre países. También debe tomarse en consideración que una vez desencadenada la ejecución de esta acción, no existe la marcha atrás como variable posible. Ahora estos actos virulentos tienen un beneficiario permanente cuyo control hegemónico no está en discusión, por ahora: el sistema capitalista, la ideología neoliberal y el dogma del libre mercado.
El Golpe de Estado en Honduras, puso, sin duda, en estado de desconcierto y alarma a la mayoría de la comunidad internacional, pero a nivel interno, los resultados fueron catastróficos, pues la violencia cumplió su propósito de crear las condiciones de conmoción necesarias para dar lugar a la profundización de medidas neoliberales, en un país en el que el modelo avanzaba sin tropiezos. Además, las consecuencias a nivel de la discusión dejaron muchos cabos sueltos, y no fuimos capaces hasta ahora, de elaborar una tesis que nos permita entender lo que nos hicieron.
Uno de los problemas siempre es encontrar ejemplos útiles para entender lo propio; al fin y al cabo, tuvimos varios intentos de golpe de estado en América Latina en la primera década del siglo XXI. Uno de ellos, el de Venezuela en el año 2002, podría tener más explicaciones que lo que en primera instancia percibimos. Eso se debe principalmente a que todo se consumó, y luego, en horas, fue derrotado. Basta ver los videos y leer los testimonios de aquel momento, especialmente la declaración de medidas a tomarse de forma inmediata por Pedro Carmona y sus secuaces, las que no iban destinadas solamente a desmontar todos los avances alcanzados durante la gestión del presidente Hugo Chávez, sino también a imponer medidas económicas más terribles que las que existían antes de 1998. En ese intento fallido se forjo una escuela de perfeccionamiento de Golpes de Estado en América Latina, los que dejaron de ser “anomalías” sistémicas para siempre.
Es posible que ahora mismo, debamos considerar que los Golpes de Estado, duros o blandos, sean parte del libreto para la imposición del dogma de Libre Mercado, gracias a los largos periodos de conmoción que pueden causar entre la población y sus sectores académicos e intelectuales muchos de los que, aunque están comprometidos con las luchas de las mayorías, no mantienen un nivel orgánico adecuado, situación agravada por la falta de estudio o el dogmatismo extremo de grupos llamados a ser consecuentes con el proceso revolucionario. En ese sentido, la lógica del pragmatismo nos orilla a análisis muy precarios de la realidad, y a grandes dificultades para entender lo que hace el enemigo.
El abordaje de este tema nos llevará a plantear muchas ideas, que no son necesariamente correctas, pero pretenden plantear un debate sobre el accionar del enemigo, así como el análisis preciso de las coyunturas en nuestros países. En Honduras, hemos pasado mucho tiempo en la discusión sobre si tuvimos un golpe de estado o una sucesión constitucional (figura inexistente en las leyes del país), mientras discurría este debate estéril se aplicaban las medidas económicas más atroces de nuestra historia. Hoy las heridas se multiplican mucho más rápido que nuestra propia capacidad de asimilación de las mismas.

China impulsará el ingreso de Argentina al bloque de los BRICS

China impulsará el ingreso de Argentina al bloque de los BRICS

Argentina-podría-entrar-en-los-BRICS (1)
Horas antes de que una comitiva China del más alto nivel desembarque en el país, funcionarios del país asiático adelantaron que apoyarán el ingreso de la Argentina al grupo de potencias emergentes denominado BRICS. “El BRICS va a favorecer a los países en vías de desarrollo y los de mercados emergentes bajo las actuales circunstancias, para intensificar su unidad y capacidad de colaboración entre sí, aportando a la inclusión, apertura y estabilidad de la economía y financiamiento del mundo”, sostuvo Li Baorong, subdirector general de América Latina y el Caribe de la Cancillería china, según publicó Tiempo Argentino.
En declaraciones a la agencia Télam, el funcionario agregó que “bajo este mecanismo de la unidad a través de consultas, China mantendrá una actitud abierta tanto sobre la cooperación como en el aumento de sus miembros, en este caso Argentina”.
El BRICS es un acrónimo que identifica a Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica, el último país que se sumó al grupo.
Las declaraciones del alto funcionario en Beijing se producen pocos días antes de que el presidente chino, Xi Jinping, llegue a la Argentina en visita oficial acompañado por un centenar de empresarios. Precisamente, en el encuentro que Xi mantendrá con la presidenta Cristina Fernández se trataría la multimillonaria inversión china en dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz (denominadas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic), y la modernización del ferrocarril Belgrano Cargas.
“Las empresas chinas tienen la voluntad de participar en la cooperación de infraestructura en un país como Argentina”, afirmó el funcionario, desde la sede de la Cancillería china.
“Por tal razón, las empresas e instituciones financieras de ambas partes están realizando activas negociaciones para lograr el acuerdo final de cooperación de estos proyectos y así iniciar las obras”, explicó.
Li aseguró que China tiene “mucha experiencia” en infraestructura de represas, ferrocarriles de alta velocidad y carreteras, al tiempo que cuenta “con alta tecnología y capacidad de finalización de obra, así como experiencia en administración”.
“Lo importante –finalizó– es elevar la capacidad de la construcción de la infraestructura en América Latina y el Caribe”, porque en el futuro este será otro punto alto de la cooperación.

12 jul 2014

Sionismo nazi: Las ironías de la historia

Entre los años 2006-2007 la autora de este relato viajó a Israel y a los ‘Territorios Palestinos Ocupados’ como parte de lo que llama “un reporteo personal”. Este texto ha sido extraído del original, más extenso, para este suplemento especial.
Hace ya cuatro años que volví de Palestina y desde entonces, quiero escribir esta carta. Pero es tan grande todo lo vivido, que no he podido sentarme a resumir todo lo que quisiera contarles, para que al menos pudieran dimensionar lo que ahí sucede. Porque eso me pasó a mí. Creí ser conocedora del tema, creí saber y entender algo del “conflicto” y de la “causa”, pero nada se asemeja a vivirlo.
No hay libro que uno lea ni imágenes que uno vea, que puedan graficar lo que sucede. Uno puede ser un “experto”, pero si no se ha pisado ese suelo, si no se ha respirado ese aire, si no se ha palpado esa miseria, es imposible llegar a comprender el lento genocidio que ocurre en esas tierras.
Es imposible, porque quienes lo cometen han sido las grandes víctimas del siglo XX y, entonces, cualquiera que condene alguno de sus actos, corre el riesgo de ser tachado de antisemita. De hecho, eso aprendimos en el curso de “Conflicto en Medio Oriente” al que entré como invitada a unas cuantas horas de Tel Aviv (capital de Israel). A la veintena de periodistas latinoamericanos que estábamos ahí, nos entregaron un riguroso listado de claves conductuales que se titulaba: “Cómo identificar el antisemitismo del siglo XXI”. Y creo que muchos lo leímos y en voz baja pensamos que fácilmente seríamos tachados de antisemitas. Por eso, muchos callan. Porque ser antisemita ante el horror del holocausto, es algo inaceptable hoy, a más de 50 años de esa masacre.
Ahí está el primer gran error. El holocausto judío nos avergüenza como especie. Al recorrer los campos de concentración que quedaron como vestigio, uno se pregunta cómo pudo existir ese infierno, mientras el mundo seguía girando. Cómo no fuimos capaces de detenerlo. Cómo fue posible que millones de seres fueran perseguidos, torturados y asesinados de la forma más cruel, en el completo silencio del resto del planeta. Quizás, luego de la desolación y el horror que uno siente, eso es lo que más sorprende del holocausto: La indolencia y complicidad silente. Hoy, muchas décadas después, lo condenamos y somos cuidadosos al tener el más mínimo acto de aceptación de alguna actitud nazi, ¿verdad?
¿Tendrán que pasar nuevamente décadas para que entonces nos preguntemos cómo fue posible que, en silencio, se masacrara a los palestinos?
¿Entonces seremos capaces de ver las fotos de los moribundos, detrás del muro, esperando comida? ¿A las mujeres pariendo en las fronteras establecidas por el sionismo? ¿A los prisioneros que Israel mantiene en condiciones infrahumanas? ¿Veremos entonces el muro y sus rejas interminables, con un judío hablando detrás de un vidrio mientras te grita que te quites la ropa una y otras vez, solo para atravesar de una lado a otro y poder visitar a tu familia? Y lo que parece más terrible aún ¿Las fotos de los palestinos tatuados con un número en los brazos, como un carnet imborrable, que les autoriza entrar aJerusalén? Sí, tatuados. Igual que esas fotos espantosas de esqueléticos judíos fichados en los Campos de Concentración. Hoy, de palestinos.
¿Tendrán que pasar otros 50 años para que podamos ver todo esto y no sentirnos amenazados de ser antisemitas?
Ahí está el primer error que los judíos sionistas han sabido calarnos profundamente, para entonces amparar las más atroces injusticias que sus propios antepasados sufrieron bajo el yugo de los nazis. No hay que aceptar más este chantaje moral. Sé que esta carta bastará para que mi nombre entre en la lista de los antisemitas. Pero no lo soy. Mi padre, yugoslavo, eslavo y casi gitano, sobrevivió a la limpieza étnica de los nazis y él mismo me enseñó que los nacionalismos enfermizos como el que persiguió a su pueblo en la Segunda Guerra, son la lacra social más terrible que puede existir. ¿Y qué es el sionismo de Israel sino un nacionalismo moderno y enfermo?
Un nacionalismo que, en sus vertientes más colonizadoras cercanas al socialismo, apela a razones bíblicas para demandar un territorio que, además, pretende limpiar de las otras razas que ahí habitan. El sionismo es racista. No porque en sus principios esté escrito o porque la ONU en 1975 lo haya dicho en una resolución, sino simplemente porque no tolera la coexistencia de otros pueblos y actúa en esa dirección.
Como todos, crecí repudiando el holocausto y de cerca, con mi padre y sus historias. Tanto me enamoré de la “causa”, que a los 19 años estuve a punto de irme a un kibutz, embobada en mi adolescencia por la justicia tardía para ese pueblo. Enamorada de “la causa” y de la propuesta socialista de construir patria mancomunada en el desierto.
Veinte años después conocí uno de los kibutz más emblemáticos de la oleada que se creó en los ’70. Y sigo creyendo que es un proyecto precioso, si no fuera por “el alto costo humano que representa”. Supe como se reparte el sueldo de todos para la comunidad, compartí con ellos el Hanukkah, vi los huertos inmensos perfectamente regados y su intimidad. Pero también vi los restos de casas bombardeadas, que se levantan en medio de los verdes sembradíos del kibutz como trofeo a la reconquista de la “tierra prometida”.
A un lado, la lechería con vacas ultra desarrolladas y al otro lado, las ruinas de la que fue el hogar de alguna familia palestina allegada hoy, tras el muro, en esos ghettos árabes que los sionistas parecen haber recreado al más puro estilo de los ghettos judíos de la Alemanianazi.
Recordé entonces esas viejas películas que mostraban el esplendor europeo de algunos pocos en plena década de los ’40, mientras la Segunda Guerra asolaba el continente. Hitleren sus despampanantes juegos olímpicos, y al frente la chimenea humeante de los Campos de Concentración. Recordé, incluso, algún texto que describe la casa de Townley enSantiago, cuando Mariana Callejas celebraba sus rondas literarias en plena dictadura, mientras en el subterráneo de su casa, el servicio de inteligencia torturaba a quienes son hoy algunos de los Detenidos Desaparecidos de Pinochet.
No hay que tener miedo. Condenamos el holocausto judío y hoy condenamos -oportunamente- el holocausto palestino.
La “tierra prometida” es hoy un cuadrillé de pueblos enmarcados en un muro de más de 8 metros de altura que zigzaguea el suelo y forma ghettos palestinos, de donde no hay salida. A puñados, los palestinos quedaron en algunos pueblos sin conexión entre sí muchas veces, sometidos al ímpetu de los israelíes que deciden qué puede entrar y qué puede salir. Esto incluye, obviamente, hasta lo más básico como la comida que, estratégicamente, te permite matar de hambre, lentamente, a quienes están adentro.
Si tu padre quedó en el ghetto de al frente, deberás visitarlo escasamente y previa autorización. Entonces, tendrás que hacer una larga fila entre dos rejas, como las vacas camino al matadero, ingresarás a una pequeña habitación donde sacarás tu ropa, serás humillado sin derecho a pataleo en tu propia casa, y alguien te gritará en hebreo, detrás de un vidrio, si es correcto lo que estás haciendo.
Si la panadería quedó al otro lado del checkpoint, deberás hacer esta rutina de ida y de vuelta, sólo si tienes la suerte de entrar, para luego ver si tienes la otra suerte de encontrar algo para comer.
Belén es uno de los más dolorosos ghettos palestinos, porque buena parte del mundo recuerda ese lugar como un sitio histórico que quisieran visitar sin temor.
La plaza de Belén, enmarca la llegada a la Iglesia de la Natividad. Los habitantes de Belén, que obviamente poco y nada comparten el fervor cristiano, respetan a los escasos turistas y valoran ese espacio como el sitio histórico que indudablemente es. Que distinto, entonces, es ir a Nazareth, hermoso en la pulcritud israelí y prácticamente neutralizado con el fanatismo religioso o ateo -como quieran- de la administración que lo gobierna. Si preguntas por alguien llamado Jesús de Nazareth, entrarás a lista de las personas no gratas, aunque simplemente seas un historiador nada de católico. La intolerancia se respira en Israel.
La plaza de Belén se repleta de hombres enflaquecidos y hasta con el rostro como desfigurado por el dolor, que se pasean en círculo matando el tiempo. No tienen trabajo, no pueden salir a buscarlo tampoco. Tienen hambre. Sus mujeres e hijos esperan en casa por algo para comer y ellos deambulan por la plaza, mirando y compartiendo algún café con cardamomo.
Te paseas en uno de los lugares más emblemáticos para el mundo occidental y entonces decides entrar a un restorán a pocas horas del 25 de diciembre. Un escuálido árbol de navidad parpadea a la entrada, y al menos diez mesoneros, sentados en la barra, te reciben con felicidad, llevarás algunas monedas que sólo podrán transar entre ellos mismos. Eres el único turista que ingresa y el menú es reducido. No hay casi comida, porque la frontera no se ha abierto. Viven en la tierra donde siempre existió su gente, pero hoy no tienen derecho a salir, ni a moverse. Están presos en su propia casa, esperando.
Entonces pides un té y un pan con queso. Esa es la cena de navidad que puedes comer en Belén, mientras afuera un grupo de niños y hombres te mira engullendo el queso que han reservado para el turista, con la esperanza de que se mueva la microeconomía que tienen en ese ghetto donde nació Jesús.
Si puedes permanecer más días en Belén, comenzarás a sentir entonces la angustia de vivir en un ghetto. Comenzarás a sentir la desesperación y entenderás otro poco de la historia: Simplemente, un buen día, el mundo decidió hacer justicia con un pueblo masacrado y en la accidentada división territorial, tu casa quedó al otro lado.
Deberás desocuparla, y partir al ghetto, acarreando las pocas cosas que pudiste sacar, y arrastrando a tus niños entre lágrimas y griteríos. Te instalarás en un campo de refugiados, que se diferencia de los campos de concentración nazis, porque la muerte es más lenta que con el gas. Morirás de locura y hambre. No asfixiado.
Vivirás arriba de varias familias en una habitación, sitiado a pocos metros por el muro que te encañona con tanquetas y fusiles, y esperarás con ansias la llegada de algún valiente grupo de turistas alternativos, que quiera “conocer tu realidad”.
Decidí salir de Belén, angustiada, amargada… aterrorizada, y con una de las tristezas más profundas que he sentido en mi alma, simplemente porque tienes la certeza absoluta de que no hay retorno.
Llegamos a Beit Jala, que tiene conexión directa con Belén, omitiendo el checkpoint. Entramos al mejor hotel de la ciudad, un hermoso edificio de casi 12 pisos, hermosamente decorado, con un salón inmenso en la recepción, un gran comedor, un hermoso bar. Más de 300 habitaciones. Todas vacías.
Pedimos una buena habitación. Estaban todas disponibles. Beit Jala como deshabitada, detenida en el tiempo. Y nosotros, omitiendo un rato el caudal de incomprensiones que teníamos en la cabeza y el corazón. Teníamos hambre. Esa noche podríamos comer bien. Decidimos bajar a comer. A las 9 de la noche, un restorán con más de 100 mesas había sido abierto sólo para nosotros. La mesa repleta de las más exquisitas comidas árabes. Era temporada alta, plena navidad y no habían llegado pasajeros. Comimos lento, pensando en cómo hubieran querido algo de “very tipical food” en el campo de refugiados que habíamos visitado horas antes.
Nos instalamos en el hermoso salón contiguo. Prendieron las luces para nosotros y entonces apareció un hombre alto, canoso, amable. Saludó y se presentó como el dueño del hotel. Comenzó una tonta conversación sobre clima. Él no quería hablar del tema y nosotros tampoco, pero nuestro inglés chapurreado, tan chileno, pronto lo hizo sospechar sobre nuestra procedencia. Como muchos en Beit Jala, él también tenía un familiar en Santiago. Entramos en confianza, y entonces preguntamos y preguntamos.
Cómo sobrevivía, cómo mantenía ese hotel y para qué lo hacía en medio de tanta desolación. La conversa cada vez era más triste. Los escasos 200 dólares que podíamos dejar por nuestra estadía, ni siquiera alcanzaban para pagar la electricidad de un día de funcionamiento del hotel. ¿Por qué no te vas a Chile?, le preguntamos. Uno de sus hermanos vive en Santiago. Sus ojos se llenaron de lágrimas, como si ese tremendo hombre de rasgos tan masculinos, fuera un pequeño muerto de susto. Como un comandante derrotado en su trinchera, moribundo, pero impecable y de corbata, él estaba dispuesto a morir ahí, en el precioso hotel que heredó de su padre y que antaño estaba repleto de turistas, viviendo el esplendor de la cultura árabe mezclada con el rito católico de la navidad.
No puedo hablar, dijo tartamudeando y se despidió de lejos antes de marchar. A la mañana siguiente partimos rumbo a Jordania. No pudimos conseguir un auto palestino que nos llevara a la frontera. No queríamos dejar ni 10 dólares más en manos de Israel. Pero fue imposible. Está prohibido y, aunque los “territorios palestinos” dan con Jordania, la frontera también es de los judíos.
Por Paola Dragnic
36 años, venezolana de ascendencia yugoslava, es licenciada en Comunicación Social de laUniversidad de Chile.
FotografíaOscar GTO/Flickr
El Ciudadano Nº102, segunda quincena mayo 2011

Sobre la postergada “ley de medios”

Cuestiones de oportunidad


La aprobación de la ley de servicios de comunicación audiovisual (sca), también llamada “ley de medios”, parece cada vez menos probable. En la bancada de senadores del Frente Amplio aparentemente triunfó la propuesta de Rafael Michelini y del Frente Liber Seregni de postergarla para después de las elecciones, a pocos días de que Tabaré Vázquez también expresara un pensamiento similar. Hay dos argumentos en contra de aprobar la ley: El primero se basa en la supuesta inconstitucionalidad de los artículos que crean cargos (algo que es discutible, ya que hay precedentes de maniobras para evitar que aquéllos se creen antes de la elección, aun si se aprueba la ley), mientras que el segundo se apoya en que la ley es inoportuna en plena campaña electoral. Voy a referirme a este último, no sólo por mi falta de conocimiento jurídico sino (y especialmente) por la sospecha de que el freno a la ley obedece a razones políticas y no jurídicas.
Pero antes que nada es importante repasar algunas de las cosas que la ley propone y aclarar algunos malentendidos, en primer lugar porque en las discusiones en la elite del Frente Amplio las consideraciones de realpolitik parecen haber sustituido a la discusión sustantiva, y en segundo lugar porque hay razones para pensar que los contenidos de la ley tienen que ver con las dificultades para su aprobación.
En primer lugar, y contra la frase hecha “la mejor ley de medios es la que no existe”, es importante notar que el problema que busca solucionar esta ley no es la ausencia de regulación (hay decretos y decretos-ley, y de hecho las ondas de radio y televisión son propiedad pública, por lo que difícilmente se pueda decir que no existe intervención estatal), sino su mala calidad y falta de sistematicidad.
La ley propone regular la publicidad (tanto el tiempo como el tipo), consagra el derecho de los partidos políticos a obtener gratuitamente espacios publicitarios electorales y prohíbe a los canales discriminar. Además, obliga a las empresas de cable a ofrecer los canales locales de televisión abierta. Esto es fundamental para la viabilidad económica de proyectos como Giro (de las cooperativas La Diaria y Demos) y Tu Canal (del pit-cnt), y tiene que ser regulado porque los dueños de las empresas de cable son los mismos que los de los canales privados que competirían con las nuevas señales. La ley, además, establece procesos transparentes de adjudicación de las señales, exige transparencia sobre la propiedad de los medios, regula la venta de las señales, prohíbe su arrendamiento y consagra límites a la concentración, es decir, a la cantidad de licencias de las que puede ser propietaria una persona, empresa o grupo económico.
Es fundamental aclarar que esta ley no busca censurar ni controlar los contenidos de los medios, y de hecho prohíbe la censura previa y brinda una serie de protecciones para los periodistas ante sus jefes. Por la discusión pública, pareciera que existe una percepción generalizada de que esta ley busca dirigir las líneas editoriales de los medios, tanto de parte de los que la rechazan como “ley mordaza” como de los que la apoyan y exigen “ley de medios ya” cada vez que ven algo que no les gusta en un medio de comunicación.
Está más que claro que esta ley es necesaria. En los últimos años hubo denuncias de censura (como en el caso de una entrevista al periodista Miguel Nogueira que fue censurada por Canal 4), discriminación (cuando Canal 4 y Canal 12 se negaron a emitir la campaña “Un beso es un beso”, del Colectivo Ovejas Negras) y prácticas oligopólicas (por ejemplo cuando Esteban Valenti denunció que el precio del minuto de propaganda electoral era el mismo en los tres canales) por parte de los canales privados, sin contar el procesamiento por estafa del dueño de Telechat y sin entrar en el oscuro mundo de la compraventa de emisoras de radio. Esto también deja más que claro que la ley sca reduce significativamente el margen para hacer negocios con las señales, por lo que es de esperar que despierte resistencias entre los dueños actuales de los canales.
Por lo tanto, hay que pensar qué se está queriendo decir cuando se dice que no es oportuno aprobar la ley durante la campaña electoral. No se trata de una preocupación por las reglas de juego de las elecciones, porque los minutos gratuitos para los partidos políticos comenzarían en la próxima campaña electoral y no en esta. Otra razón posible es que exista el miedo de que un electorado moderado perciba a esta ley como “demasiado izquierdista” y decida no votar al Frente Amplio. Este argumento es difícil de sostener, ya que cuesta imaginarse a un electorado despolitizado y poco informado, como lo es el que se autocalifica “de centro”, priorizando un tema como este.
Claro, existe el riesgo de que los medios de comunicación lancen una campaña contra el Frente Amplio. Y también el riesgo de que el minuto de televisión se le haga más caro de cara a la campaña electoral. Es probable que estas sean las razones por las que es “inoportuno” aprobar la ley en la campaña electoral. En cualquier caso, esta es una situación en la que el Frente Amplio se metió solito. La ley se viene pateando para adelante desde fines de la administración de Vázquez, y fue presentada por el Poder Ejecutivo en mayo de 2013. ¿No se sabía entonces que iba a haber una campaña electoral?
Esta nueva postergación puede ser un golpe fatal para esta necesaria ley: antes que nada, porque no existe un compromiso explícito de parte de las bancadas del Frente Amplio de efectivamente aprobarla después de las elecciones. Vázquez se niega a hablar públicamente de su opinión sobre la ley, por lo que no queda claro si considera inoportuno aprobar la ley en este momento o si está en contra de su aprobación en general. Además, si el Frente Amplio no obtuviera un buen resultado en las elecciones no queda claro con qué capital político va a defender una ley que hoy, en una situación de fortaleza, considera demasiado polémica.
El Frente Amplio apuesta a que postergar la aprobación de la ley le ahorre algunos problemas políticos, pero parece claro que también le va a crear otros, menos ponderados por la elite frenteamplista. Estos riesgos pasan por la pérdida de entusiasmo militante, por la intranquilidad de los frenteamplistas preocupados por la orientación centrista de sus gobiernos, y porque se confirma la imagen de Vázquez que tienen aquellos frenteamplistas que presentan reparos a su liderazgo.
A los militantes de izquierda a menudo se los chantajea advirtiéndoles que están rompiendo la disciplina y que conspiran contra la campaña y contra la unidad. Pero cabe preguntarse quién está yendo contra la unidad en este caso: si quienes quieren cumplir con el programa del Frente Amplio (que tiene un capítulo entero sobre medios de comunicación) o quienes quieren postergar su cumplimiento por razones de oportunidad y sin ofrecer certezas de futura aprobación. Además, si el tema es la oportunidad, el tratamiento de la ley debería ser urgente, ya que la oportunidad de aprobar leyes con las mayorías parlamentarias del Frente Amplio puede desaparecer en unos meses.
La elite política puede tener sus razones (electorales o de otro tipo) para oponerse a la ley sca, pero la política no la hacen sólo las elites. Las razones de las organizaciones, los movimientos, los militantes y los ciudadanos pueden ser más fuertes y más legítimas. De hecho, todas las leyes importantes de este período fueron aprobadas a pesar de fuertes resistencias e intentos de postergación por parte de sectores de la elite frenteamplista.
La tenacidad de las organizaciones contra los vetos, las maniobras y los intentos de encajonar permitió que hoy en Uruguay tengamos leyes de matrimonio igualitario, interrupción voluntaria del embarazo, regulación de la marihuana, derogación de la caducidad, y de responsabilidad penal empresarial. Está por verse si se aprovecha esta oportunidad.

Putin en Cuba o la nostalgia por la “carne rusa”

Vladimir Putin, presidente de Rusia
Natasha Vázquez
Cuando este viernes aterrice en el aeropuerto José Martí el avión presidencial ruso con Vladimir Putin a bordo, estará reafirmándose la nueva etapa que viven las relaciones entre La Habana y Moscú.
Tras décadas en las que “tovarish” se convirtió en una palabra común en el léxico cubano y todo –política y economía–funcionaba a través del prisma ruso, la perestroika  y la desaparición de la URSS trajeron años de distanciamiento. Cuba siguió por su camino, esta vez sin contar con el Kremlin.
Atrás quedaron entonces los tiempos de la “tubería” soviética en forma de créditos, petróleo y soporte económico. Para el cubano común, se fueron los “bolos”, con sus muñequitos (animados) y su “carne rusa” y llegó una crisis de la cual aún no nos hemos recuperado.
Quedaron aquí las decenas de miles de graduados en la URSS, los matrimonios mixtos y sus retoños “polovina” (mitad), los autos LADA y los camiones KAMAZ en las carreteras cubanas. Permanecieron también las industrias, que de pronto se encontraron con una tecnología obsoleta e irremplazable y la gran parte de la población que no supo qué hacer con sus vastos conocimientos del idioma ruso.
De esa época quedó también una deuda de 35 mil millones de dólares que el gobierno dePutin ha condonado en un 90 %, y la DUMA ha ratificado justo antes de su visita habanera. El 10 % restante (3 mil 520 millones) se irá pagando cada seis meses durante los próximos diez años y se reinvertirán en la propia Isla.
Según los comunicados oficiales y los programas previstos, en las 24 horas que estará el presidente ruso en la nación caribeña tendrá ocasión de reunirse con el líder histórico cubano Fidel Castro y con el actual mandatario, su hermano Raúl Castro “En las consultas la atención especial se prestará al desarrollo de las relaciones económicas y mercantiles, inversiones, realización de los proyectos mixtos en el sector energético, transporte, aviación civil, uso pacífico del espacio y salud”, puntualiza la nota.
Pero, más allá de protocolos,  ¿Qué esperan los cubanos de este encuentro? ¿Cómo ven la historia y el futuro de esos vínculos?
Para alguien como Daisy Gómez, periodista de la Televisión Cubana que lleva más de 40 años especializándose en temas rusos, la llegada del presidente Putin a Cuba es una clara señal del carácter estratégico de estos vínculos para ambos países. “La visita tiene lugar cuando ambos países se esfuerzan por elevar el nivel de las relaciones económicas y comerciales y situarlas a la altura de las políticas, que son catalogadas por Moscú y La Habana como excelentes”, apunta.
Nadie mejor que Luis Felipe Vázquez, ex estudiante y ex diplomático cubano  en Moscú, para valorar esta nueva etapa. “Me alegra que se dé un paso más en el fortalecimiento de las relaciones de amistad entre los pueblos cubano y ruso, que  durante más de 50 años se desarrollaron en el campo científico-técnico, cultural y económico”.
El cineasta Santiago Prado reconoce la “deferencia extraordinaria de haber condonado la deuda”. Y esta visita presidencial le remueve las nostalgias. “Nosotros estuvimos marcados por la influencia rusa, por la cultura, por el cine y al menos mi generación siente a los rusos cercanos desde el punto de vista espiritual”.
Con los pies en la tierra, otros como Mayra Hernández, piensan en las ventajas económicas que esta alianza puede traer. “Mi infancia y juventud transcurrió en la mejor época económica de este país. Espero que si las relaciones se fortalecen sea ventajoso en este sentido”.
“Quienes mejor que ellos para hacer negocios e invertir aquí, si nos condonaron el 90 % de la deuda”, dice el joven Lemay. “Además, han modernizado mucho su industria, ahora los Ladas parecen Audis”, bromea.
Todo parece indicar que Rusia está dispuesta a escalar desde esa novena posición en que se encuentra ahora como socio comercial de Cuba. Difícilmente alcance aquel histórico primer lugar que tuvo durante décadas, pero se puede acercar bastante si se concretan las inversiones y negocios que están previstos. Mientras tanto, el alto nivel de coincidencias en política internacional entre Moscú y La Habana es otro elemento importante en este juego, en el que ojalá todos seamos ganadores, incluidos los millones de cubanos comunes que hoy se las ven negras para poner la mesa y sueñan con aquellas latas de “carne rusa”.

El “oro negro” a debate: Cuba y Rusia en la búsqueda del tesoro

Empresas y gobiernos de todo el orbe se han dado cita en Moscú para debatir sobre uno de los más preciados recursos naturales, en el XXI Congreso Mundial de Petróleo.
Aunque el “oro negro” sigue siendo el rey, en los últimos tiempos ha ido perdiendo terreno entre otras fuentes de energía.  El pasado año, ocupó apenas un 33 % entre los hidrocarburos. Pero lo cierto es que pasarán aún varios decenios antes de que se agoten las reservas mundiales (poco más de medio siglo, según vaticinan los especialistas) y mientras tanto, son muchos los que se interesan en encontrar nuevos yacimientos, en el uso de tecnologías modernas para su extracción, o en ampliar sus mercados.
Rusia –uno de los países líderes del sector, con el 12.9 % de la producción mundial– ha aprovechado este marco del Congreso para reforzar la cooperación bilateral con naciones como Venezuela y Cuba.
Eulogio del Pino, Vicepresidente de Exploración y Producción de Petróleos de Venezuela (PDVSA), quien se encuentra de visita en Moscú, no dudó en calificar de estratégica la colaboración técnica y financiera de Rusia con el país sudamericano, a través de las empresas Gazprom y Rosneft, que tienen inversiones allí. Más de un millón de barriles de petróleo deben ser producidos de forma conjunta en los próximos años.
Cuba, por su parte, sostiene desde hace un tiempo negociaciones con Rosneft y Zarubezhneft para continuar la prospección de las áreas ubicadas frente a las costas de Pinar del Río, donde se estima que  hay más de 6 mil millones de barriles de petróleo, que podrían llegar incluso a 20 mil millones.
Las compañías petroleras rusas firmaron recientemente dos acuerdos de cooperación con su homóloga cubana Cubapetróleo (CUPET), en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, y en presencia del mismo presidente ruso Vladimir Putin.
Unos meses atrás, el presidente cubano Raúl Castro recibió en La Habana al presidente de Rosneft, Igor Ivánovich Sechin, durante su visita de trabajo a Cuba, en la que se sentaron las pautas para la construcción de una base logística en Zona Especial de Desarrollo del Mariel.
Preparando las maletas para el encuentro moscovita, Rafael Tenreyro Pérez, jefe de Grupo de Exploración de la Unión Cubapetróleo (CUPET), anunció que nuevas zonas de exploración se abrirán ahora a la inversión extranjera,  en la parte central y oriental de los mares al norte del país hasta la frontera con Haití. Estas posibilidades han despertado el interés de unos cuantos entre los 5000 participantes procedentes de 80 países que asisten al más importante encuentro de la industria petrolera mundial.
Pero los rusos parecen llevar ventaja, con un camino ya andado en décadas de relaciones con La Habana. Podrían tener a su favor los 3 mil millones de dólares que aún Cuba debe pagar tras la reducción de un 90% de la deuda de la época soviética, cifra  que –según algunas fuentes– debe ser invertida en la Isla, pero a nombre de Rusia.
Aunque de momento las perforaciones realizadas no han arrojado resultados tangibles, si por fin las petroleras rusas encuentran  el “tesoro escondido”, Rusia volvería –de otra manera– a ocupar un lugar preponderante en la economía cubana.