LA REFORMA JUDICIAL QUE APLICO GERARDO MORALES APENAS ASUMIO COMO GOBERNADOR DE JUJUY
La independencia se quedó en el discurso
Llevó el número de integrantes del Superior Tribunal de cinco a nueve y designó a dos diputados radicales que acababan de votar la ampliación y a un tercero que también fue legislador de la UCR. La hermana del vicegobernador fue designada en la Defensoría General.
Gerardo Morales denunció al fiscal Daniel Osinaga por no perseguir a Milagro Sala ni imputar a los dirigentes que mantienen la protesta.
Imagen: Prensa Gobernación
Por Irina Hauser
A contramano de sus abundantes discursos en defensa de la “independencia judicial”, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, consiguió en cuestión de días la aprobación de un paquete de reformas que le permitieron nombrar a dirigentes radicales y otros aliados en puestos clave del Poder Judicial local. En el caso más flagrante, logró llevar el número de integrantes del Superior Tribunal provincial de cinco a nueve y en la misma semana designó entre sus nuevos miembros a dos de los diputados radicales que acababan de votar la ley de ampliación, Pablo Baca y Beatriz Altamirano, y a un tercero que también había sido legislador de la UCR, Federico Otaola. La legislatura creó a su vez un sistema acusatorio para las investigaciones penales y al frente del Ministerio Público Fiscal quedó un funcionario judicial también de origen radical, en el de la Defensa una de las hermanas del vicegobernador Carlos Haquim, mientras que la otra hermana está en la Secretaría de Derechos Humanos, sin experiencia en el tema. Uno de los dos jueces que ordenaron ayer el desalojo del acampe de la Tupac Amaru, Matías Ustares Carrillo, le debe su flamante cargo a Morales, que lo incluyó entre los más recientes elegidos. Con la lógica de disciplinar y aleccionar que implica de por sí la detención de Milagro Sala, el mandatario denunció al fiscal Daniel Osinaga por no perseguirla ni imputar a los dirigentes que mantienen la protesta.