Recrudece ofensiva
El gobierno de Turquía decidió responder al atentado kamikaze de Estambul con masivos bombardeos contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI, ex ISIS) en Siria e Irak, matando a cerca de 200 yihadistas en el transcurso de 48 horas.
Mientras las investigaciones sobre el ataque del martes en Sultanahmet continúan con el arresto de otros dos sospechosos, el premier, Ahmet Davutoglu, explicó que Ankara decidió actuar a través de la frontera, apenas tuvo la certeza que el atentado fue perpetrado por un afiliado del EI.
"Después del atroz ataque a Estambul, nuestras fuerzas armadas dispararon casi 500 municiones de artillería contra puestos" de Estado Islámico en la frontera con Siria y en el norte de Irak, dijo, prometiendo que "Turquía continuará a sancionar con fuerza cualquier mayor amenaza directa a ellos o a sus huéspedes".
Nuevos interrogantes emergen respecto de la eficacia de los servicios de inteligencia de Ankara. El hermano de Nabli Fadli, el kamikaze sirio de 28 años nacido en Arabia Saudita, se hizo explotar a su vez hace algunos meses en un ataque contra las fuerzas del régimen de Bashar al Assad en un aeropuerto de Siria. Pero el atacante de Estambul ingresó en Turquía sin despertar sospechas.
Las investigaciones quedan bajo la lente del equipo de investigadores enviados desde Berlín, mientras el ministro del Interior alemán, Thomas de Maiziere, habría dicho a los medios en Alemania que la identidad del atacante no fue todavía confirmada.
El número de los sospechosos cómplices detenidos por la policía turca subió en tanto a siete. Cuatro de ellos, que llegaron con Fadli desde Siria, serían los hombres que una semana antes del atentado lo habían acompañado a registrarse como solicitante de asilo en Estambul.
Los otros tres, según hipótesis de la prensa más cercana al gobierno, estarían ligados a los servicios secretos sirios, como otro sospechoso fugado -nombre en código "doctor Sinan" -que las autoridades consideran la "mente del ataque.
En primera persona
A través de una cámara Go Pro, las fuerzas especiales iraquíes documentaron los encarnizados combates que llevan a cabo contra los guerrilleros del Estado Islámico en la ciudad de Ramadí, uno de los bastiones más poderosos del grupo yihadista.
La metrópoli se encontraba en manos de los radicales islámicos hasta hace unas pocas semanas atrás, cuando el gobierno de Irak recuperó el control de esa urbe estratégica asestando un duro golpe a los terroristas.
Al momento de recuperar los edificios públicos de Ramadí, las tropas iraquíes denunciaron la presencia de múltiples explosivos en las diversas estructuras de esa ciudad.
Sin embargo y pese a su derrota parcial, el EI no cesa en su intento por dominar ese conglomerado urbano como parte de su estrategia expansionista en Medio Oriente.
El video fue difundido por el portal de noticias Warleaks, a través de su cuenta de Facebook.