Gerardo Rey
24.01.2016
El 2016 presenta enormes desafíos para el Frente Amplio. Aprobado el presupuesto, el gobierno debe desplegar su máxima capacidad para llevar adelante las transformaciones que nos comprometimos ante los ciudadanos en la última campaña electoral.
En un contexto internacional y regional complejo, mucho menos favorable que en la década pasada, tenemos que defender las conquistas, los enormes avances sociales alcanzados en los gobiernos nacionales y departamentales del FA y seguir conquistando más derechos, más oportunidades para todas y todos los uruguayos. Seguir luchando por una sociedad más igualitaria.
El gobierno no puede ni debe impulsar esos cambios sólo. Necesita de un amplio abanico de actores sociales y políticos comprometidos con el rumbo estratégico que ha permitido cambiar significativamente la vida a nuestra gente, en particular a los más desfavorecidos. Y un actor relevante en ese bloque social y político de los cambios es sin dudas el Frente Amplio, nuestra fuerza política.
Los frenteamplistas hemos acordado un calendario que incluye varias cuestiones de capital importancia: la primera de ellas y posiblemente la más importante es la renovación de autoridades. También hemos decidido un Congreso para realizar una actualización ideológica y definir la estrategia hacia una posible Reforma Constitucional.
Convocaremos a todos los frenteamplistas a participar de la elección del Presidente o Presidenta del FA, de todos los integrantes de sus organismos de conducción cotidiana (la Mesa Política y el Secretariado), del Plenario Nacional y también se elegirán los Presidentes de los Plenarios Departamentales. Todas y cada una de estas decisiones son, a mi juicio, relevantes. Emergerá una nueva dirección, un nuevo equipo con enormes desafíos. Me permito enumerar algunos:
1. El nuevo equipo de dirección del FA debe contar con un Presidente o una Presidenta capaz de liderar y articular mucho más la actividad política de su bancada con la estructura y con el Poder Ejecutivo. Y a la vez desarrollar un vínculo permanente con los actores sociales comprometidos con los cambios. Visto la experiencia del 2015 es tremendo desafío.
2. Es necesario construir un relato sobre las principales transformaciones que estamos impulsando. El mismo debe contener y respetar la riqueza de diferentes visiones que se expresan dentro del Frente, pero debe ser una herramienta de trabajo para dar la batalla cultural por los cambios. El relato no es simplemente un documento de consenso, es la construcción permanente de un proyecto colectivo que va alcanzado metas y al mismo tiempo creando nuevos desafíos. Supone rendir cuentas, hacer valoraciones, medir resultados y practicar la autocrítica. Pero supone ante todo, la política de cercanía, la búsqueda permanente por ampliar los espacios de participación a todo nivel.
3. Debemos elegir a un nuevo equipo comprometido con la agenda de la renovación. Este no es un asunto menor. El FA está procesando una transición hacia nuevos liderazgos, hacia nuevas formas de participación, de involucramiento y de compromiso y por supuesto renovando la agenda (nuevos temas, nuevas preocupaciones, nuevas sensibilidades).
4. La nueva dirección del Frente Amplio tendrá que seguir desarrollando diversas formas de comunicación, aprovechando las tecnologías disponibles y de alcance masivo e incorporando distintos espacios de participación que le han aportado mucha frescura al proyecto político como las redes y el espacio de los jóvenes. La compañera Mónica supo promover esos cambios y hoy es preciso darle mayor impulso.
5. El Frente Amplio necesita interlocutores respetados que se vinculen con las diferentes realidades que se dan a nivel territorial. La construcción de mayores igualdades en nuestro país requiere de una mirada que incorpore la dimensión territorial.
6. El Frente Amplio necesita de un equipo que valore la unidad, que promueva el debate fraterno y esté convencido de que la principal disputa es con el proyecto de la derecha, con la restauración.
Así planteado parece un lindo desafío. Podemos llenar de contenido, de ideas y de entusiasmo a estas instancias y también podemos transformarlas en la batalla por cuotas de poder, por "copar" organismos. Depende de nosotros.
