El saludo entre Obama y Raúl: las preguntas que faltan
Por Iroel Sánchez Espinosa
12 diciembre, 2013 Opinión
Prácticamente todos los medios de comunicación del mundo se han hecho eco del saludo entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el líder cubano Raúl Castro en el funeral de Nelson Mandela. Algunos se han remitido al saludo casual entre Fidel y Bill Clinton durante la Cumbre del Milenio del año 2000 en la ONU, pero esta vez no ha habido casualidad y, sin embargo, los medios no han hecho las preguntas pertinentes y mucho menos buscado las respuestas correctas.
¿Por qué el presidente de Cuba ocupó un lugar tan prominente en la ceremonia, ya que entre las más de cien importantes personalidades extranjeras presentes que asistieron sólo hablaron seis: potencias o grandes economías como Estados Unidos, China, India y Brasil y el vecino más ligado históricamente a Sudáfrica, Namibia?
¿Por qué estaba Raúl Castro ubicado exactamente frente al lugar por el que entró el presidente Obama, de modo que era inevitable un encuentro entre ambos?
¿Por qué el presidente de Estados Unidos, que en otros escenarios se ha negado a aceptar la presencia del líder cubano, no pudo hacerlo esta vez, ni tampoco logró evitar la preminencia otorgada al presidente de Cuba?
Una cuarta pregunta que sí ha intentado responder alguna prensa: ¿Qué consecuencias, si las tiene, traerá lo ocurrido en las relaciones entre ambos países?
Para comenzar a responder hay que remitirse al apoyo prolongado y decisivo de Cuba a la lucha contra el Apartheid y por la liberación de los pueblos africanos del colonialismo. El propio Nelson Mandela resumió así los orígenes de la relación de Cuba con el Congreso Nacional Africano (ANC):
“¿Dónde hay un país que haya solicitado la ayuda de Cuba y que le haya sido negada? ¿Cuántos países amenazados por el imperialismo o que luchan por su liberación nacional han podido contar con el apoyo de Cuba? Debo decir que cuando quisimos alzarnos en armas nos acercamos a numerosos gobiernos occidentales en busca de ayuda y solo obtuvimos audiencia con ministros de muy bajo rango. Cuando visitamos Cuba fuimos recibidos por los más altos funcionarios, quienes de inmediato nos ofrecieron todo lo que queríamos y necesitábamos. Esa fue nuestra primera experiencia con el internacionalismo de Cuba”.
El líder al que se honró en el estadio de Soweto estableció claramente la relación entre la victoria de las tropas cubanas en la batalla de Cuito Cuanavale y el fin del Apartheid en Sudáfrica:
“¡La decisiva derrota de las fuerzas agresoras del apartheid destruyó el mito de la invencibilidad del opresor blanco! ¡La derrota del ejército del apartheid sirvió de inspiración al pueblo combatiente de Sudáfrica! ¡Sin la derrota infligida en Cuito Cuanavale nuestras organizaciones no habrían sido legalizadas! ¡La derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale hizo posible que hoy yo pueda estar aquí con ustedes! ¡Cuito Cuanavale marca un hito en la historia de la lucha por la liberación del África austral! ¡Cuito Cuanavale marca el viraje en la lucha para librar al continente y a nuestro país del azote del apartheid! La decisiva derrota infligida en Cuito Cuanavale alteró la correlación de fuerzas en la región y redujo considerablemente la capacidad del régimen de Pretoria de desestabilizar a sus vecinos. Este hecho, conjuntamente con la lucha de nuestro pueblo dentro del país, fue crucial para hacer entender a Pretoria que tenía que sentarse a la mesa de negociaciones”.
Por esa razón, el presidente de Cuba fue el orador que cerró el homenaje internacional a Nelson Mandela. Raúl Castro fue presentado por la coordinadora nacional del ANC, Bapela Mbete, que como reseña el diario Granma: “al invitar al Presidente cubano a hacer uso de la palabra, recordó, visiblemente emocionada, que representaba al país que había contribuido a liberar a Sudáfrica; al país vencedor en la batalla de Cuito Cuanavale, que tanto impacto tuvo para la lucha contra el apartheid”. Las palabras de Mbete, como las referencias de Mandela a Cuba, que permitirían entender el por qué del papel de Raúl Castro en la ceremonia, han sido absolutamente silenciadas por los grandes medios de comunicación pero Obama tuvo que escucharlas, al igual que las del vicepresidente del ANC, Ciryl Ramaphosa, en el mismo sentido, al concluir el discurso de Raúl .
Tomando en cuenta esa historia y la gratitud de Mandela hacia Cuba, expresada particularmente en su amistad con Fidel, los organizadores del acto decidieron otorgar al presidente cubano un espacio de honor e hicieron más, colocaron a Raúl Castro en un lugar en que al presidente de Estados Unidos le era inevitable encontrarlo de frente al entrar al escenario. Como es obvio, el gobierno estadounidense conoció con anterioridad el protocolo del homenaje y no tuvo más remedio que aceptarlo.
Sudáfrica no es Colombia, el país en que se organizó la más reciente Cumbre de las Américas, al que EE.UU. impuso la exclusión de Cuba de ese cónclave, ni tampoco es Panamá, la sede del próximo evento de ese tipo en 2015. La nación refundada por Mandela pertenece al mundo nuevo que obligó a Barack Obama a replantearse su decisión de invadir Siria y el presidente norteamericano no está en condiciones de imponerle protocolos, negarle invitados o cancelarle oradores, un escenario al que deberá adaparse EE.UU. de manera creciente en buena parte del planeta. Su cambio del guerrerismo bushista hacia el soft power obamista es un intento de responder a esa necesidad, aunque Obama preserve su papel de tribunal y verdugo en las ejecuciones de los drones.
Respondiendo a esa realidad, en el funeral de Mandela, Obama aceptó lo que los sudafricanos organizaron, no tenía otro camino para aprovechar ese escenario y lanzar su discurso demagógico. Tampoco podía negarse a saludar al líder cubano en un contexto como ese, sería una torpeza colosal que mancharía el homenaje en contradicción con el propio legado de Nelson Mandela que el presidente norteamericano trata de mostrar como propio. De algún modo, el Secretario de Estado John Kerry, lo reconoció ante la congresista cubanoamericana Ileana Ross Lehtinen que lo increpó durante una audiencia legislativa en el Capitolio de Washington: “Hoy era un día para homenajear a Nelson Mandela. El presidente estuvo en un funeral internacional y no eligió quién asistía”.
El gobierno de Estados Unidos está cada vez más cuestionado por su cerco contra Cuba, lo sucedido en Soweto es una gota en un vaso cada vez más lleno y empuja en la dirección del cambio. El ex canciller británico David Owen, interrogado al respecto por la BBC, expresó: “Esto abre el camino para que mejoren las relaciones entre ambos, algo que se necesita desde hace mucho tiempo”.
Y sí, si el gobierno de Barack Obama quisiera aparentar un mínimo de coherencia con el legado de Nelson Mandela, aprovecharía la positiva acogida mundial de este encuentro para avanzar en la relación con Cuba. Lo ocurrido este diez de diciembre se inscribe en el reclamo universal para que Estados Unidos cambie su política hacia la Isla. El propio Obama y su Secretario de Estado, reconocieron semanas atrás el carácter obsoleto de la misma, incluso para cumplir los objetivos de “cambio de régimen” que Washington preconiza desde hace más de cinco décadas hacia la Isla y que este gobierno continúa enarbolando. La repercusión de este saludo guarda estrecha relación con eso y si no fuera así, una representante de los interesados en mantener el status quo con Cuba, como Ros-Lehtinen, no hubiera reaccionado del modo en que lo hizo.
La mayoría de los oradores extranjeros en el funeral de Nelson Mandela representaban grandes potencias, Cuba es la potencia moral que Estados Unidos no ha logrado doblegar. Su política exterior de principios es una de las causas por la que Washington se ha empeñado en derrocar la Revolución de Fidel y Raúl Castro, y es también la que ha hecho posible un escenario en que el jefe del imperio se incline —a los ojos del mundo— ante el presidente de una Isla con once millones de habitantes cuya economía bloquea y cuyo gobierno intenta derrocar. Demasiado subversivo para que el periodismo de superficie que se practica en los grandes medios, ese que no se hace preguntas, intente buscar respuestas.
http://www.cubahora.cu/politica/el-saludo-entre-barack-obama-y-raul-castro-las-preguntas-que-faltan#.Uql63dLuIl8
14 dic 2013
ARGENTINA A 30 AÑOS : RETROSPECTIVA
Por Eduardo Aliverti
Estamos cumpliendo 30 años trascendentales y es una buena oportunidad para hacer algunas reflexiones conducentes, tal vez, a comprender las coyunturas desde un lugar distinto. Más universal. Menos apretado.
Hay una fórmula descriptiva, usada chiquicientas veces, cuyo impacto suele ser seguro. Consiste, tratándose de períodos extensos, en comparar a lo mucho o puntual que en el presente se toma con toda la naturalidad del mundo. El resto es confiar en el cimbronazo que eso provoca, sobre todo respecto de quienes viven en un vértigo permanente, imparable, ya sea en la visión de la política como de los aspectos sociales y personales, sin reparar jamás en que inevitablemente se viene desde algún lugar siempre complejizable. Situadas en diciembre de 1983, y por más deterioradas que estuviesen, había tribus militares con poder de coacción sobre una civilidad que no terminaba de confiar por completo en lo firme de las urnas reaparecidas (o peor: esa misma sociedad civil era la que había respaldado el golpe del ’76, y la misma que continuó sustentándolo hasta que en marzo del ’80 cayó el primer gran banco privado, el BIR, y empezaron a esfumarse las fantasías del país con clase media satisfecha). Internet y celulares eran idioma desconocido, cuando ahora regulan nuestra cotidianidad. Circulaban casi clandestinos, o de contraseña, los cassettes de Silvio y Pablo. No había ley de divorcio, existía la Unión Soviética, la Iglesia Católica seguía mostrándose oronda en su dictamen público de lo que sí y lo que no. Cantábamos que sólo le pedíamos a Dios, volvía del exilio la Negra Sosa y retornaba el código Serrat, pero el liberalismo sexual seguía viviéndose con culpa. Los gays andaban escondidos, los peronistas decían que Alfonsín era el líder de la Coca-Cola, los radicales advertían que significaban la paz contra la rabia de Perón, el PC y su complejo de culpa venían de apoyar a Luder y Herminio, y los liberales se aprestaban a que Alsogaray fuese un icono de que la democracia pro-mercado era movida única, como si no se hubiera provenido de idéntica movida pero bajo horror milico. Decir “ecología” era como recitar en ruso al revés; nos creíamos o decíamos que la patota del doctor Oscar Alende era revolucionaria; el porro no era el romanticismo lisérgico de sesenta y setenta sino una transgresión que mejor esconder. No había troscos ni militantes del verdor capaces de creer que está a la vuelta de la esquina la revolución proletaria, o la de las ONG, que por algo cuentan con tanto financiamiento a la hora de confiar más en el individualismo de las redes sociales, y en la lucha contra la caza de ballenas, y contra el fracking, y contra la explotación petrolífera en el Artico, que en un Estado progre construido desde la política. Como sea, para estar de acuerdo o no, consideraciones como éstas deberían llamar la atención sobre lo cerca que queda lo antagónico de lo que pasaba hace, apenas, 30 años. O sea: sobre la necesidad de que seamos mucho menos expeditivos en nuestros análisis de entrecasa.
Para quien firma esta nota, y como ya lo expresó en otros muchos artículos que trataban de balances o repasos, los “arqueos” políticos deben incluir el análisis –o la cita, aunque más no fuere– de los comportamientos populares y sectoriales. E incluso, el de la actuación individual. En general, los periodistas de opinión no tendemos hacia allí. Los recuentos suelen posarse con exclusividad sobre el objeto de estudio “clase política” y, más aún, específicamente en torno de la actuación de los gobiernos de turno: nunca alrededor del papel de las dirigencias opositoras. Ni qué hablar del ejercicio de la autocrítica profesional. Para el caso de estos 30 años, el más largo período de vigencia democrática conocido por la corta historia argentina, un esquema cerrado de esa naturaleza significa que Alfonsín cayó solamente por la impericia propia de un partido como el suyo, que jamás demostró una valentía contundente en el dictado del poder. Que al menemato lo parió el sexo de los ángeles y que su ratificación en las urnas, en 1995, fue producto de un país que mal que mal se había modernizado y estabilizado. Que la Alianza entre los radicales y las viudas peronistas, cuatro años después, ganó porque la corruptela del sultanato ya no se aguantaba. Que el estallido de 2001/2002 subrayó la ineficacia de cualquier experiencia que no sea pejotista. Que el surgimiento de la “anomalía” kirchnerista fue casi nada más que la obra de una casualidad, o de un descarte, tras los fracasos de Duhalde con sus dos grandes esperanzas blancas: Reutemann y De la Sota. Y que la base de apoyo popular a los K, capaz de sostenerse con por lo menos un tercio del electorado tras diez años de gestión y más de la mitad después de ocho, es análoga a la fiebre consumista clasemediera que sostuvo al riojano y que liquidará al kirchnerismo en 2015. Todo eso, sin necesidad de abundar, es “solamente”. Es decir, no existe que a Alfonsín terminó de tumbarlo un golpe de mercado fenomenal; ni que Menem berreó en un parto populista por izquierda para terminar ratificado por derecha con el voto-licuadora; ni que la esperanza del mayor grueso social resultó pobrísima al suponer que bastaba con derruir la corrupción; ni que el comienzo de siglo fue un fin de fiesta mediático de los gerentes ideológicos que hablaban de modernización y estabilidad, y que lograron una transferencia de ingresos bíblica favor de los privilegiados; ni que los Kirchner fueron el vector de una lectura acertada respecto de que no había salida por medio de otro ajuste, así lo perpetraran Reutemann, De la Sota o Mandinga.
En esos análisis incompletos, ordinarios, que no tienen en cuenta el rol que juega la conciencia de las masas y la diferencia entre sus necesidades y sus intereses, ni la posibilidad de que una franja social significativa recupere con gusto el valor de la política como único instrumento de cambio, se pierde la chance de profundizar. De asumir contradicciones. De asimilar que la política, surcada invariablemente por medidas que van para acá o para allá, es y debe ser conflicto inevitable. La democracia debe serlo. Hace pocos días, con el cientista político Edgardo Mocca, recordábamos el principio de Maquiavelo que tan bien harían en tener presente, y aceptar, los consensualistas extremos: la grandeza de Roma se debe al conflicto entre el Senado y la plebe. Uno no les pediría a los cultores de la frivolidad que se inoculen con ese concepto elemental. No tienen cómo, o sencillamente no quieren. Esa gente que juzga las cosas a través de shows televisivos disfrazados de periodismo, que se caga de risa con chistes fáciles presumidos de osadía, y que hasta se cree que mediante ese solo recurso ya porta información suficiente. Pero las variantes grasamente coloreadas del otrora profesor Mariano Grondona, así como los “republicanistas” circunspectos, deberían admitir que ese principio maquiavelesco es terminante: sin conflicto no hay política, y si no hay política que no choque con éstos o aquéllos no hay nada que no sea masturbación. Como señaló recientemente Horacio González, hace falta algo de retorno al patio griego. Lo dijo con referencia al nivel de debate paupérrimo que sufre la vida universitaria, pero al firmante le parece que es un concepto extensible más allá de esos muros. Si el ágora ateniense es hoy una puteada atrás de otra, como toda acción de pensamiento crítico, estamos puestos.
Los 30 años de democracia ininterrumpida que se cumplen mañana son los de las virtudes y deméritos de las gestiones oficiales. Pero lo son igualmente de lo que los “balances” invisibilizan por eso del extremismo consensual, cómodo, no interpelante. Estamos a 30 años de venir sufriendo políticos de mierda, como lo estamos en un durante que tiene a Germán Abdala, a Jorge Rivas y a tantos otros. Tres décadas del Alfonsín aldeano de Chascomús y del gordito de bigotes que como pudo se la bancó contra las mafias sindicales del PJ, contra un partido militar decadente pero presionante, contra la propia inexperiencia de gobernar, contra los eternos patrones del campo y contra la curia. Estamos a 30 años que incluyen un vendepatria como Menem, y un matrimonio presidencial tan millonario y contradictorio como restituyente de que la política no está vencida frente a los barones de la exclusión social. A 30 años de un pueblo que se demostraría más avanzado que ningún otro en el juzgamiento de sus asesinos, en sus Madres, en sus Abuelas, en su movilidad intelectual y movilizadora. Y simultáneamente, una sociedad que sucumbiría en el egoísmo estúpido de su clase media, cuando reprodujo, dos veces, en Domingo Cavallo, en democracia, la ensoñación del dólar 1 a 1 que Martínez de Hoz dejó imponer a sangre y fuego. Esa sociedad que se reproduce en tanto desconcientizado que insiste en reclamar mano dura, en tantos triviales que vuelven a creer que todo se arregla si no hay corrupción oficial, en tantos racistas contra la Asignación Universal por Hijo. Y somos periodistas que debimos rendirnos, en los ’90, a ser empresarios de nosotros mismos, porque se trataba de subsistir en el cable o en la radio con auspicios de empresas privadas que nos condicionaban el discurso. Periodistas que pujamos por una ley de medios de la democracia, hasta que salió esa ley pero contrariando a nuestras patronales. Periodistas que estábamos bárbaro cuando Menem se caía, y bastaba con hacerse el compadrito denunciando corruptelas mientras no fueran sistémicas. Periodistas de izquierda que no contábamos con que un gobierno peruca nos viniera a correr por ahí, por izquierda, y con éxito, con argumentos. Somos todo eso, los argentinos, y tantísimo más, en la suma neta de estos 30 años.
Lo que no deberíamos ser es la suma bruta. Y como quiera que fuere, felicidades.
Estamos cumpliendo 30 años trascendentales y es una buena oportunidad para hacer algunas reflexiones conducentes, tal vez, a comprender las coyunturas desde un lugar distinto. Más universal. Menos apretado.
Hay una fórmula descriptiva, usada chiquicientas veces, cuyo impacto suele ser seguro. Consiste, tratándose de períodos extensos, en comparar a lo mucho o puntual que en el presente se toma con toda la naturalidad del mundo. El resto es confiar en el cimbronazo que eso provoca, sobre todo respecto de quienes viven en un vértigo permanente, imparable, ya sea en la visión de la política como de los aspectos sociales y personales, sin reparar jamás en que inevitablemente se viene desde algún lugar siempre complejizable. Situadas en diciembre de 1983, y por más deterioradas que estuviesen, había tribus militares con poder de coacción sobre una civilidad que no terminaba de confiar por completo en lo firme de las urnas reaparecidas (o peor: esa misma sociedad civil era la que había respaldado el golpe del ’76, y la misma que continuó sustentándolo hasta que en marzo del ’80 cayó el primer gran banco privado, el BIR, y empezaron a esfumarse las fantasías del país con clase media satisfecha). Internet y celulares eran idioma desconocido, cuando ahora regulan nuestra cotidianidad. Circulaban casi clandestinos, o de contraseña, los cassettes de Silvio y Pablo. No había ley de divorcio, existía la Unión Soviética, la Iglesia Católica seguía mostrándose oronda en su dictamen público de lo que sí y lo que no. Cantábamos que sólo le pedíamos a Dios, volvía del exilio la Negra Sosa y retornaba el código Serrat, pero el liberalismo sexual seguía viviéndose con culpa. Los gays andaban escondidos, los peronistas decían que Alfonsín era el líder de la Coca-Cola, los radicales advertían que significaban la paz contra la rabia de Perón, el PC y su complejo de culpa venían de apoyar a Luder y Herminio, y los liberales se aprestaban a que Alsogaray fuese un icono de que la democracia pro-mercado era movida única, como si no se hubiera provenido de idéntica movida pero bajo horror milico. Decir “ecología” era como recitar en ruso al revés; nos creíamos o decíamos que la patota del doctor Oscar Alende era revolucionaria; el porro no era el romanticismo lisérgico de sesenta y setenta sino una transgresión que mejor esconder. No había troscos ni militantes del verdor capaces de creer que está a la vuelta de la esquina la revolución proletaria, o la de las ONG, que por algo cuentan con tanto financiamiento a la hora de confiar más en el individualismo de las redes sociales, y en la lucha contra la caza de ballenas, y contra el fracking, y contra la explotación petrolífera en el Artico, que en un Estado progre construido desde la política. Como sea, para estar de acuerdo o no, consideraciones como éstas deberían llamar la atención sobre lo cerca que queda lo antagónico de lo que pasaba hace, apenas, 30 años. O sea: sobre la necesidad de que seamos mucho menos expeditivos en nuestros análisis de entrecasa.
Para quien firma esta nota, y como ya lo expresó en otros muchos artículos que trataban de balances o repasos, los “arqueos” políticos deben incluir el análisis –o la cita, aunque más no fuere– de los comportamientos populares y sectoriales. E incluso, el de la actuación individual. En general, los periodistas de opinión no tendemos hacia allí. Los recuentos suelen posarse con exclusividad sobre el objeto de estudio “clase política” y, más aún, específicamente en torno de la actuación de los gobiernos de turno: nunca alrededor del papel de las dirigencias opositoras. Ni qué hablar del ejercicio de la autocrítica profesional. Para el caso de estos 30 años, el más largo período de vigencia democrática conocido por la corta historia argentina, un esquema cerrado de esa naturaleza significa que Alfonsín cayó solamente por la impericia propia de un partido como el suyo, que jamás demostró una valentía contundente en el dictado del poder. Que al menemato lo parió el sexo de los ángeles y que su ratificación en las urnas, en 1995, fue producto de un país que mal que mal se había modernizado y estabilizado. Que la Alianza entre los radicales y las viudas peronistas, cuatro años después, ganó porque la corruptela del sultanato ya no se aguantaba. Que el estallido de 2001/2002 subrayó la ineficacia de cualquier experiencia que no sea pejotista. Que el surgimiento de la “anomalía” kirchnerista fue casi nada más que la obra de una casualidad, o de un descarte, tras los fracasos de Duhalde con sus dos grandes esperanzas blancas: Reutemann y De la Sota. Y que la base de apoyo popular a los K, capaz de sostenerse con por lo menos un tercio del electorado tras diez años de gestión y más de la mitad después de ocho, es análoga a la fiebre consumista clasemediera que sostuvo al riojano y que liquidará al kirchnerismo en 2015. Todo eso, sin necesidad de abundar, es “solamente”. Es decir, no existe que a Alfonsín terminó de tumbarlo un golpe de mercado fenomenal; ni que Menem berreó en un parto populista por izquierda para terminar ratificado por derecha con el voto-licuadora; ni que la esperanza del mayor grueso social resultó pobrísima al suponer que bastaba con derruir la corrupción; ni que el comienzo de siglo fue un fin de fiesta mediático de los gerentes ideológicos que hablaban de modernización y estabilidad, y que lograron una transferencia de ingresos bíblica favor de los privilegiados; ni que los Kirchner fueron el vector de una lectura acertada respecto de que no había salida por medio de otro ajuste, así lo perpetraran Reutemann, De la Sota o Mandinga.
En esos análisis incompletos, ordinarios, que no tienen en cuenta el rol que juega la conciencia de las masas y la diferencia entre sus necesidades y sus intereses, ni la posibilidad de que una franja social significativa recupere con gusto el valor de la política como único instrumento de cambio, se pierde la chance de profundizar. De asumir contradicciones. De asimilar que la política, surcada invariablemente por medidas que van para acá o para allá, es y debe ser conflicto inevitable. La democracia debe serlo. Hace pocos días, con el cientista político Edgardo Mocca, recordábamos el principio de Maquiavelo que tan bien harían en tener presente, y aceptar, los consensualistas extremos: la grandeza de Roma se debe al conflicto entre el Senado y la plebe. Uno no les pediría a los cultores de la frivolidad que se inoculen con ese concepto elemental. No tienen cómo, o sencillamente no quieren. Esa gente que juzga las cosas a través de shows televisivos disfrazados de periodismo, que se caga de risa con chistes fáciles presumidos de osadía, y que hasta se cree que mediante ese solo recurso ya porta información suficiente. Pero las variantes grasamente coloreadas del otrora profesor Mariano Grondona, así como los “republicanistas” circunspectos, deberían admitir que ese principio maquiavelesco es terminante: sin conflicto no hay política, y si no hay política que no choque con éstos o aquéllos no hay nada que no sea masturbación. Como señaló recientemente Horacio González, hace falta algo de retorno al patio griego. Lo dijo con referencia al nivel de debate paupérrimo que sufre la vida universitaria, pero al firmante le parece que es un concepto extensible más allá de esos muros. Si el ágora ateniense es hoy una puteada atrás de otra, como toda acción de pensamiento crítico, estamos puestos.
Los 30 años de democracia ininterrumpida que se cumplen mañana son los de las virtudes y deméritos de las gestiones oficiales. Pero lo son igualmente de lo que los “balances” invisibilizan por eso del extremismo consensual, cómodo, no interpelante. Estamos a 30 años de venir sufriendo políticos de mierda, como lo estamos en un durante que tiene a Germán Abdala, a Jorge Rivas y a tantos otros. Tres décadas del Alfonsín aldeano de Chascomús y del gordito de bigotes que como pudo se la bancó contra las mafias sindicales del PJ, contra un partido militar decadente pero presionante, contra la propia inexperiencia de gobernar, contra los eternos patrones del campo y contra la curia. Estamos a 30 años que incluyen un vendepatria como Menem, y un matrimonio presidencial tan millonario y contradictorio como restituyente de que la política no está vencida frente a los barones de la exclusión social. A 30 años de un pueblo que se demostraría más avanzado que ningún otro en el juzgamiento de sus asesinos, en sus Madres, en sus Abuelas, en su movilidad intelectual y movilizadora. Y simultáneamente, una sociedad que sucumbiría en el egoísmo estúpido de su clase media, cuando reprodujo, dos veces, en Domingo Cavallo, en democracia, la ensoñación del dólar 1 a 1 que Martínez de Hoz dejó imponer a sangre y fuego. Esa sociedad que se reproduce en tanto desconcientizado que insiste en reclamar mano dura, en tantos triviales que vuelven a creer que todo se arregla si no hay corrupción oficial, en tantos racistas contra la Asignación Universal por Hijo. Y somos periodistas que debimos rendirnos, en los ’90, a ser empresarios de nosotros mismos, porque se trataba de subsistir en el cable o en la radio con auspicios de empresas privadas que nos condicionaban el discurso. Periodistas que pujamos por una ley de medios de la democracia, hasta que salió esa ley pero contrariando a nuestras patronales. Periodistas que estábamos bárbaro cuando Menem se caía, y bastaba con hacerse el compadrito denunciando corruptelas mientras no fueran sistémicas. Periodistas de izquierda que no contábamos con que un gobierno peruca nos viniera a correr por ahí, por izquierda, y con éxito, con argumentos. Somos todo eso, los argentinos, y tantísimo más, en la suma neta de estos 30 años.
Lo que no deberíamos ser es la suma bruta. Y como quiera que fuere, felicidades.
13 dic 2013
¿Por qué todos hablan bien de Mandela?
CLARISIMO
¿Por qué todos hablan bien de Mandela?
8/12/2013 Santiago Alba Rico *
Poco se puede añadir a lo ya dicho en estos días sobre Nelson Mandela: pocas veces se ha rendido un homenaje tan unánime a la memoria de un hombre. Ahora bien, quizás sí cabe decir algo precisamente sobre esta estrepitosa unanimidad.
De entrada puede producir alguna extrañeza que los mismos gobernantes que cierran las fronteras a los emigrantes o los deportan a golpes o pagan a dictadores para que se deshagan de ellos con discreción en los desiertos, los que mandan drones a bombardear otros países y soldados a invadirlos, los que apoyan dictaduras en las que los extranjeros trabajan en condiciones de esclavitud, los que persiguen y encarcelan a jóvenes por soñar la autodeterminación de sus pueblos, los que promulgan leyes liberticidas, los que apoyaron en otro tiempo el apartheid en Sudáfrica y lo apoyan hoy en Palestina; que los mismos periodistas e intelectuales que piden a gritos la cadena perpetua y hasta la pena de muerte, los que arremeten contra Cuba o contra Venezuela, los que legitiman golpes de Estado en Honduras y criminalizan a Correa o Morales, los que defienden la privatización de los recursos, la educación y la cultura, los que en estos días rend= 3�an también homenaje a Kennedy y un poco antes a Thatcher y Reagan, produce sin duda extrañeza -digo- que estos gobernantes y estos periodistas sientan de pronto ese arrebatado fervor por un expreso político que luchó toda su vida contra ellos y lo que representan.
Desde la izquierda, este desmayo místico de los políticos y los medios de comunicación produce, más que extrañeza, indignación y en las redes y en los periódicos más comprometidos muchos comentaristas han denunciado con razón su hipocresía y su cinismo, recordando que Mandela fue considerado durante años “terrorista”, que defendió la lucha armada y que su proyecto de liberación para Sudáfrica se medía en el espejo de Argelia y de Cuba. Hay, sí, una tentativa de “asimilación” o de “recuperación” de Mandela por parte del “sistema”, tentativa que inspira una inevitable repugnancia. Pero conviene ir un poco más allá de esta repugnancia instintiva para no quedar atrapados en el horizonte de nuestras desdichas placenteras e incontaminadas.
Nos quieren robar a Mandela, quieren robar a Mandela a ese pueblo damné que luchó a su lado. ¿Eso es necesariamente malo? En general, desde la izquierda tendemos a juzgar a los personajes históricos por su resistencia a la “recuperación”. Si un personaje histórico es susceptible de recuperación por parte del “sistema”, si el “sistema” muestra una decidida voluntad de recuperarlo, si habla elogiosamente de un revolucionario muerto, eso se debe bien a que en realidad fue derrotado, bien a que han conseguido arrebatarnos su legado. En el caso de Mandela las dos cosas son en parte ciertas y la desconfianza de la izquierda está bastante justificada. Si leemos el capítulo que Naomí Klein dedicó a Sudáfrica en su obra La doctrina del shock o atendemos a los datos relativos a desigualdad económica y violencia racial en ese país, podemos decir que el combate de Mandela fracasó o al menos no triunfó enteramente. Asimismo podemos decir que convertir a Mandela en un “antirracista abstracto” y homenajearlo por ello supone una manipulación que busca volverlo “inservible” para las causas populares. A menudo los capitalistas, los racistas, los machistas premian u homenajean a los anticapitalistas, a los antirracistas y a los antimachistas no tanto para sobornarlos y ablandarlos -que también- sino para contaminarlos e inutilizarlos en sus propias filas. Y lo hacen porque a menudo también desde la izquierda caemos en la trampa.
Pero la izquierda somos c uatro gatos y no deberíamos perder mucho tiempo en recordarnos los unos a los otros lo que ya sabemos. La unanimidad del homenaje a Mandela, ¿qué significa? ¿Es una tentativa de recuperación que indicaría una derrota? No estoy seguro. Hay que pensar en la gente normal. Mandela es un personaje de ficción. Es un personaje de ficción porque la realidad produce sobre todo personajes de ficción. En este sentido, Mandela o Ghandi o el Che Guevara son personajes de ficción a igual título que Rambo, que defendió “la causa de la libertad” en Afganistán junto a Ben Laden, otro personaje de ficción. Pero para la gente normal unos y otros no son lo mismo; y no lo son porque cuando la gente normal, acosada por la dictadura o el FMI, sale a las plazas a reclamar libertad se pone una camiseta del Che y no una de Rambo. Claro que sí: desde la izquierda puede resultarnos indignante que hayan convertido al Che en el icono de l a rebeldía abstracta, a Ghandi en el icono del pacifismo abstracto y a Mandela en el icono del antirracismo abstracto. Pero esos iconos, a veces hasta económicamente rentables, no son una victoria del mercado. Cuando un pueblo deja su pasividad para luchar por buenas razones (la justicia, la igual dad, la democracia, la autodeterminación) es una excelente cosa que recuerde e invoque la rebeldía abstracta, el pacifismo abstracto y el antirracismo abstracto, pues la propia lucha vuelve estos conceptos inevitablemente concretos. Cuando un pueblo, en cambio, acepta o reivindica malas causas (como el neoliberalismo o el franquismo) no será jamás rebelde ni pacifista ni antirracista: nunca a nadie se le ha ocurrido salir a la calle a apoyar a Franco, a Thatcher o a Pinochet en nombre del Che, de Ghandi o de Mandela. Digamos que los iconos esperan desactivados, o activados en otra parte, a que los pueblos tomen las plazas. Entonces no hay ninguna duda acerca de c uáles son utilizables y cuáles no. Ningún neonazi se pondrá jamás una camiseta del Che o de Ghandi o de Mandela para dar una paliza a un inmigrante. El Che, Ghandi y Mandela son “inrobables” incluso como personajes de ficción.
Porque incluso esta tentativa de robo indica que, de hecho, al menos de manera parcial, y a pesar de los datos económicos de Sudáfrica, Mandela ha triunfado sobre los mismos que lo nombran. Vivo, doblegó el brazo del apartheid que apoyaban muchos de los que ahora lo alaban. Muerto, reprime el racismo de los que antaño apoy aron la discriminación y que hoy no tienen arrestos para decir lo que realmente piensan. ¿Quién se lo impide? El personaje de ficción Mandela y los millones de personas en todo el mundo que lo lloran sinceramente. Mandela los obliga, sí, a ser “políticamente correctos”. No debemos desdeñar este pequeño logro en nombre de un falso radicalismo. El mundo en el que vivimos es atroz, pero sabemos por experiencia que podría ser aún peor si los discursos confinados en minorías subterráneas ascendieran desde las profundidades y hablaran desde las instituciones “sin complejos”. Es bueno que las instituciones del capitalismo sean hip� �ritas; es bueno que un Mandela de ficción -con millones de personas detrás- los obligue a ser hipócritas. Ni la derrota del apartheid ni el establecimiento de un antirracismo abstracto -que no deben impedirnos seguir luchando contra el racismo concreto- son victorias pequeñas.
Como sabemos, la alta cultura se entretiene en establecer, por ejemplo, “cánones” literarios con listas más o menos arbitrarias de obras y autores. Más allá de diferencias ideológicas o nacionales, todas coinciden al menos en las exclusiones: habrá listas en las que estarán Flaubert, Manzoni y Cervantes y otras en las que no estarán, pero no hay ninguna lista en las que estén Paul de Cock o Campoamor.
La gente normal también “canoniza” sus modelos y referentes políticos. Tiene sus panteones populares, reservas de resistencia encarnada para los días de revuelta. En todos esos panteones, sin duda, están el Che, Ghandi y Mandela, Espartaco y José Martí. En muchos de ellos están Chávez, Shankara, Abdelkrim. En algunos Fidel Castro y Simón Bolívar. En ninguno están -no sé- Hitler, Stalin, Thatcher u Obama. No es que no haya diferencias entre estos últimos cuatro nombres, pero tienen en común que ninguno de ellos sirve para rebelarse en nombre de la justicia.
Queda en pie la pregunta, dirigida a la izquierda, de por qué siempre nos roban o intentan robarnos los nuestros mientras que nosotros nunca tratamos de robarles los suyos. Una respuesta es que la derecha es mucho más promiscua y mucho menos puritana que la izquierda. El capitalismo convierte al Che en una camiseta y a Mandela en un “hombre bueno” mientras que nosotros somos incapaces de apropiarnos de lo que hay nuestro en ciertos católicos, en ciertos liberales , en ciertos ilustrados: cierto Chesterton, cierto Locke, cierto Kant o incluso cierto Roosvelt y cierto Papa Francisco.
La otra respuesta tiene que ver con la victoria de los buenos personajes de ficción. Es que son realmente buenos. Nunca se verá a nuestros gobernantes y a nuestros medios de comunicación “recuperar” a Stalin. ¿Por qué? Porque es un perdedor universal. Dejan ese trabajo de recuperación a un pequeño sector de la izquierda que de esa manera, mediante ese esfuerzo insensato, se derrota a sí misma sin necesidad de intervenciones exteriores. La derecha es muy lista. ¿Por qué recupera al Che, a Ghandi, a Mandela? La derecha “recupera” a los nuestros porque son más populares, porque forman parte del canon resistente de la gente normal, porque representan una victoria de esa “decencia común” sin la cual toda legitimidad es imposible. Su recuperación es el triunfo de los pueblos. Gloria al victorioso Mandela que, tras obligar a los “malos” a abolir el sistema de apartheid, les obliga ahora a hablar bien de él.
(*) Santiago Alba Rico es filósofo y columnista.
¿Por qué todos hablan bien de Mandela?
8/12/2013 Santiago Alba Rico *
Poco se puede añadir a lo ya dicho en estos días sobre Nelson Mandela: pocas veces se ha rendido un homenaje tan unánime a la memoria de un hombre. Ahora bien, quizás sí cabe decir algo precisamente sobre esta estrepitosa unanimidad.
De entrada puede producir alguna extrañeza que los mismos gobernantes que cierran las fronteras a los emigrantes o los deportan a golpes o pagan a dictadores para que se deshagan de ellos con discreción en los desiertos, los que mandan drones a bombardear otros países y soldados a invadirlos, los que apoyan dictaduras en las que los extranjeros trabajan en condiciones de esclavitud, los que persiguen y encarcelan a jóvenes por soñar la autodeterminación de sus pueblos, los que promulgan leyes liberticidas, los que apoyaron en otro tiempo el apartheid en Sudáfrica y lo apoyan hoy en Palestina; que los mismos periodistas e intelectuales que piden a gritos la cadena perpetua y hasta la pena de muerte, los que arremeten contra Cuba o contra Venezuela, los que legitiman golpes de Estado en Honduras y criminalizan a Correa o Morales, los que defienden la privatización de los recursos, la educación y la cultura, los que en estos días rend= 3�an también homenaje a Kennedy y un poco antes a Thatcher y Reagan, produce sin duda extrañeza -digo- que estos gobernantes y estos periodistas sientan de pronto ese arrebatado fervor por un expreso político que luchó toda su vida contra ellos y lo que representan.
Desde la izquierda, este desmayo místico de los políticos y los medios de comunicación produce, más que extrañeza, indignación y en las redes y en los periódicos más comprometidos muchos comentaristas han denunciado con razón su hipocresía y su cinismo, recordando que Mandela fue considerado durante años “terrorista”, que defendió la lucha armada y que su proyecto de liberación para Sudáfrica se medía en el espejo de Argelia y de Cuba. Hay, sí, una tentativa de “asimilación” o de “recuperación” de Mandela por parte del “sistema”, tentativa que inspira una inevitable repugnancia. Pero conviene ir un poco más allá de esta repugnancia instintiva para no quedar atrapados en el horizonte de nuestras desdichas placenteras e incontaminadas.
Nos quieren robar a Mandela, quieren robar a Mandela a ese pueblo damné que luchó a su lado. ¿Eso es necesariamente malo? En general, desde la izquierda tendemos a juzgar a los personajes históricos por su resistencia a la “recuperación”. Si un personaje histórico es susceptible de recuperación por parte del “sistema”, si el “sistema” muestra una decidida voluntad de recuperarlo, si habla elogiosamente de un revolucionario muerto, eso se debe bien a que en realidad fue derrotado, bien a que han conseguido arrebatarnos su legado. En el caso de Mandela las dos cosas son en parte ciertas y la desconfianza de la izquierda está bastante justificada. Si leemos el capítulo que Naomí Klein dedicó a Sudáfrica en su obra La doctrina del shock o atendemos a los datos relativos a desigualdad económica y violencia racial en ese país, podemos decir que el combate de Mandela fracasó o al menos no triunfó enteramente. Asimismo podemos decir que convertir a Mandela en un “antirracista abstracto” y homenajearlo por ello supone una manipulación que busca volverlo “inservible” para las causas populares. A menudo los capitalistas, los racistas, los machistas premian u homenajean a los anticapitalistas, a los antirracistas y a los antimachistas no tanto para sobornarlos y ablandarlos -que también- sino para contaminarlos e inutilizarlos en sus propias filas. Y lo hacen porque a menudo también desde la izquierda caemos en la trampa.
Pero la izquierda somos c uatro gatos y no deberíamos perder mucho tiempo en recordarnos los unos a los otros lo que ya sabemos. La unanimidad del homenaje a Mandela, ¿qué significa? ¿Es una tentativa de recuperación que indicaría una derrota? No estoy seguro. Hay que pensar en la gente normal. Mandela es un personaje de ficción. Es un personaje de ficción porque la realidad produce sobre todo personajes de ficción. En este sentido, Mandela o Ghandi o el Che Guevara son personajes de ficción a igual título que Rambo, que defendió “la causa de la libertad” en Afganistán junto a Ben Laden, otro personaje de ficción. Pero para la gente normal unos y otros no son lo mismo; y no lo son porque cuando la gente normal, acosada por la dictadura o el FMI, sale a las plazas a reclamar libertad se pone una camiseta del Che y no una de Rambo. Claro que sí: desde la izquierda puede resultarnos indignante que hayan convertido al Che en el icono de l a rebeldía abstracta, a Ghandi en el icono del pacifismo abstracto y a Mandela en el icono del antirracismo abstracto. Pero esos iconos, a veces hasta económicamente rentables, no son una victoria del mercado. Cuando un pueblo deja su pasividad para luchar por buenas razones (la justicia, la igual dad, la democracia, la autodeterminación) es una excelente cosa que recuerde e invoque la rebeldía abstracta, el pacifismo abstracto y el antirracismo abstracto, pues la propia lucha vuelve estos conceptos inevitablemente concretos. Cuando un pueblo, en cambio, acepta o reivindica malas causas (como el neoliberalismo o el franquismo) no será jamás rebelde ni pacifista ni antirracista: nunca a nadie se le ha ocurrido salir a la calle a apoyar a Franco, a Thatcher o a Pinochet en nombre del Che, de Ghandi o de Mandela. Digamos que los iconos esperan desactivados, o activados en otra parte, a que los pueblos tomen las plazas. Entonces no hay ninguna duda acerca de c uáles son utilizables y cuáles no. Ningún neonazi se pondrá jamás una camiseta del Che o de Ghandi o de Mandela para dar una paliza a un inmigrante. El Che, Ghandi y Mandela son “inrobables” incluso como personajes de ficción.
Porque incluso esta tentativa de robo indica que, de hecho, al menos de manera parcial, y a pesar de los datos económicos de Sudáfrica, Mandela ha triunfado sobre los mismos que lo nombran. Vivo, doblegó el brazo del apartheid que apoyaban muchos de los que ahora lo alaban. Muerto, reprime el racismo de los que antaño apoy aron la discriminación y que hoy no tienen arrestos para decir lo que realmente piensan. ¿Quién se lo impide? El personaje de ficción Mandela y los millones de personas en todo el mundo que lo lloran sinceramente. Mandela los obliga, sí, a ser “políticamente correctos”. No debemos desdeñar este pequeño logro en nombre de un falso radicalismo. El mundo en el que vivimos es atroz, pero sabemos por experiencia que podría ser aún peor si los discursos confinados en minorías subterráneas ascendieran desde las profundidades y hablaran desde las instituciones “sin complejos”. Es bueno que las instituciones del capitalismo sean hip� �ritas; es bueno que un Mandela de ficción -con millones de personas detrás- los obligue a ser hipócritas. Ni la derrota del apartheid ni el establecimiento de un antirracismo abstracto -que no deben impedirnos seguir luchando contra el racismo concreto- son victorias pequeñas.
Como sabemos, la alta cultura se entretiene en establecer, por ejemplo, “cánones” literarios con listas más o menos arbitrarias de obras y autores. Más allá de diferencias ideológicas o nacionales, todas coinciden al menos en las exclusiones: habrá listas en las que estarán Flaubert, Manzoni y Cervantes y otras en las que no estarán, pero no hay ninguna lista en las que estén Paul de Cock o Campoamor.
La gente normal también “canoniza” sus modelos y referentes políticos. Tiene sus panteones populares, reservas de resistencia encarnada para los días de revuelta. En todos esos panteones, sin duda, están el Che, Ghandi y Mandela, Espartaco y José Martí. En muchos de ellos están Chávez, Shankara, Abdelkrim. En algunos Fidel Castro y Simón Bolívar. En ninguno están -no sé- Hitler, Stalin, Thatcher u Obama. No es que no haya diferencias entre estos últimos cuatro nombres, pero tienen en común que ninguno de ellos sirve para rebelarse en nombre de la justicia.
Queda en pie la pregunta, dirigida a la izquierda, de por qué siempre nos roban o intentan robarnos los nuestros mientras que nosotros nunca tratamos de robarles los suyos. Una respuesta es que la derecha es mucho más promiscua y mucho menos puritana que la izquierda. El capitalismo convierte al Che en una camiseta y a Mandela en un “hombre bueno” mientras que nosotros somos incapaces de apropiarnos de lo que hay nuestro en ciertos católicos, en ciertos liberales , en ciertos ilustrados: cierto Chesterton, cierto Locke, cierto Kant o incluso cierto Roosvelt y cierto Papa Francisco.
La otra respuesta tiene que ver con la victoria de los buenos personajes de ficción. Es que son realmente buenos. Nunca se verá a nuestros gobernantes y a nuestros medios de comunicación “recuperar” a Stalin. ¿Por qué? Porque es un perdedor universal. Dejan ese trabajo de recuperación a un pequeño sector de la izquierda que de esa manera, mediante ese esfuerzo insensato, se derrota a sí misma sin necesidad de intervenciones exteriores. La derecha es muy lista. ¿Por qué recupera al Che, a Ghandi, a Mandela? La derecha “recupera” a los nuestros porque son más populares, porque forman parte del canon resistente de la gente normal, porque representan una victoria de esa “decencia común” sin la cual toda legitimidad es imposible. Su recuperación es el triunfo de los pueblos. Gloria al victorioso Mandela que, tras obligar a los “malos” a abolir el sistema de apartheid, les obliga ahora a hablar bien de él.
(*) Santiago Alba Rico es filósofo y columnista.
Información es poder
Información es poder
11 diciembre 2013 Haga un comentario
Por Frei Betto
La presidenta Dilma no hubiera sido tomada por sorpresa por las revelaciones de Edward Snowden -de que el Planalto es espiado por el gobierno de los EE.UU.- si sus asesores estuvieran más atentos a las nuevas estrategias de la Casa Blanca después de la caida del muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética.
Joseph S. Nye y William A. Owen escribieron en la revista Foreing Affairs de marzo-abril de 1996 un intrigante artículo titulado “La ventaja informativa de los Estados Unidos”. Nye dirigió el Consejo Nacional de Inteligencia y fue subsecretario adjunto de Defensa para Asuntos Internacionales en el gobierno de Clinton; luego dirigió la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la universidad de Harvard. Owen fue subjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas en el gobierno de Clinton.
Estos autores resaltan que, a pesar de la superioridad estadounidense en las esferas militar y económica, “su mayor ventaja comparativa es la habilidad para recoger, procesar, manipular y diseminar información”. Para ellos la información ejerce ahora el papel de “poder suave”, gracias al cual los EE.UU. pueden influenciar la política internacional, sustituyendo la coerción por la seducción.
Las transmisiones por satélite reducen nuestro planeta a las dimensiones de una pequeña aldea. Ese ojo instantáneo que nos permite ver, desde el sur de América, el instante preciso en que sucede una inundación en China, produce profundas modificaciones en la estrategia militar, que ahora utiliza drones -aeronaves no tripuladas- para bombardear a supuestos terroristas.
Todos sabemos que las guerras son sucias. Lo complicado es cuando los telespectadores de todos los rincones del mundo asisten al criminal procedimiento de las fuerzas militares de los países que se precian de no actuar como Hitler, pero que hacen exactamente como los nazis: segregación étnica, secuestros, torturas, confinamiento territorial, invasión de propiedades, etc.
Durante la Guerra Fría la frágil estabilidad internacional dependía del arsenal nuclear de los países antagónicos. Según Nye y Owen, en la era de la globalización todo depende de la capacidad estadounidense de mantener informados a sus aliados. Y aliados no son solamente los gobiernos sino también amplios sectores de la población de países cuyos gobiernos son contrarios a la Casa Blanca.
En Irán, China o Cuba hay personas convencidas de que el símbolo de la democracia es un McDonald’s en cada esquina y que por tanto son susceptibles de ser movilizadas por el poder informativo de los EE.UU. Entiéndase: por la versión estadounidense de los hechos.
Nye y Owen no dudan en afirmar que “a medida que su capacidad de proveer este tipo de información crezca, los EE.UU. serán vistos, cada vez más, como el lider natural de la coalición, no sólo por ser el más fuerte sino porque puede producir el insumo más importante para las buenas (sic) decisiones y para la acción efectiva sobre otros miembros de la coalición”. Por tanto, “así como el dominio nuclear fue la llave para el liderazgo en el pasado, el dominio de la información será la llave en esta era informativa“.
Lo que encanta a los autores es constatar que la información generada desde los EE.UU. ha ampliado los espacios del libre mercado y restringido la esfera de acción de los poderes centralizados. Citan como ejemplo el papel de los ordenadores y de las máquinas xerox en el gobierno de Gorbachov, cuando “las tecnologías pudieron esparcer también diversas ideas políticas”.
Ahora, con la proliferación de redes sociales y la conexión facilitada por la internet, se dilatan los espacios democráticos en China. “Lo hermoso de la información, como recurso de poder -dicen dichos autores- es que, en tanto refuerza la efectividad del poder militar, paralelamente democratiza las sociedades”.
A través del “poder suave” los EE.UU. pueden proyectar en todo el orbe terrestre (como día un papa) su ideología, su cultura, su modelo de democracia, sus instituciones sociales y políticas, “liderando las redes de negocios internacionales y las telecomunicaciones”.
Ese “poder suave” atañe a cuatro objetivos prioritarios: 1) Favorecer las transiciones democráticas de los actuales Estados considerados autoritarios y dictatoriales. 2) Prevenir el retroceso de las democracias frágiles. 3) Prever y resolver los conflictos regionales. 4) Enfrentar la amenaza del terrorismo, del crimen internacional y de la proliferación de armas, sobre todo atómicas (que los EE.UU. e Israel tienen pero no admiten el derecho de otros países a tenerlas).
La internet es otra arma nada despreciable. “Dejada a su arbitrio, el mercado probablemente continuará la tendencia de concentrar desproporcionadamente el acceso a la internet”. Por eso, la Agencia de Información de los EE.UU. (USIA) y la AID “deben trabajar por mejorar el acceso global a internet”.
Por tanto, información globalizada es eso: una versión que se impone como la única y se juzga como la verdadera. Y es precedida de un inescrupuloso espionaje electrónico, le duela a quien le duela.
11 diciembre 2013 Haga un comentario
Por Frei Betto
La presidenta Dilma no hubiera sido tomada por sorpresa por las revelaciones de Edward Snowden -de que el Planalto es espiado por el gobierno de los EE.UU.- si sus asesores estuvieran más atentos a las nuevas estrategias de la Casa Blanca después de la caida del muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética.
Joseph S. Nye y William A. Owen escribieron en la revista Foreing Affairs de marzo-abril de 1996 un intrigante artículo titulado “La ventaja informativa de los Estados Unidos”. Nye dirigió el Consejo Nacional de Inteligencia y fue subsecretario adjunto de Defensa para Asuntos Internacionales en el gobierno de Clinton; luego dirigió la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la universidad de Harvard. Owen fue subjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas en el gobierno de Clinton.
Estos autores resaltan que, a pesar de la superioridad estadounidense en las esferas militar y económica, “su mayor ventaja comparativa es la habilidad para recoger, procesar, manipular y diseminar información”. Para ellos la información ejerce ahora el papel de “poder suave”, gracias al cual los EE.UU. pueden influenciar la política internacional, sustituyendo la coerción por la seducción.
Las transmisiones por satélite reducen nuestro planeta a las dimensiones de una pequeña aldea. Ese ojo instantáneo que nos permite ver, desde el sur de América, el instante preciso en que sucede una inundación en China, produce profundas modificaciones en la estrategia militar, que ahora utiliza drones -aeronaves no tripuladas- para bombardear a supuestos terroristas.
Todos sabemos que las guerras son sucias. Lo complicado es cuando los telespectadores de todos los rincones del mundo asisten al criminal procedimiento de las fuerzas militares de los países que se precian de no actuar como Hitler, pero que hacen exactamente como los nazis: segregación étnica, secuestros, torturas, confinamiento territorial, invasión de propiedades, etc.
Durante la Guerra Fría la frágil estabilidad internacional dependía del arsenal nuclear de los países antagónicos. Según Nye y Owen, en la era de la globalización todo depende de la capacidad estadounidense de mantener informados a sus aliados. Y aliados no son solamente los gobiernos sino también amplios sectores de la población de países cuyos gobiernos son contrarios a la Casa Blanca.
En Irán, China o Cuba hay personas convencidas de que el símbolo de la democracia es un McDonald’s en cada esquina y que por tanto son susceptibles de ser movilizadas por el poder informativo de los EE.UU. Entiéndase: por la versión estadounidense de los hechos.
Nye y Owen no dudan en afirmar que “a medida que su capacidad de proveer este tipo de información crezca, los EE.UU. serán vistos, cada vez más, como el lider natural de la coalición, no sólo por ser el más fuerte sino porque puede producir el insumo más importante para las buenas (sic) decisiones y para la acción efectiva sobre otros miembros de la coalición”. Por tanto, “así como el dominio nuclear fue la llave para el liderazgo en el pasado, el dominio de la información será la llave en esta era informativa“.
Lo que encanta a los autores es constatar que la información generada desde los EE.UU. ha ampliado los espacios del libre mercado y restringido la esfera de acción de los poderes centralizados. Citan como ejemplo el papel de los ordenadores y de las máquinas xerox en el gobierno de Gorbachov, cuando “las tecnologías pudieron esparcer también diversas ideas políticas”.
Ahora, con la proliferación de redes sociales y la conexión facilitada por la internet, se dilatan los espacios democráticos en China. “Lo hermoso de la información, como recurso de poder -dicen dichos autores- es que, en tanto refuerza la efectividad del poder militar, paralelamente democratiza las sociedades”.
A través del “poder suave” los EE.UU. pueden proyectar en todo el orbe terrestre (como día un papa) su ideología, su cultura, su modelo de democracia, sus instituciones sociales y políticas, “liderando las redes de negocios internacionales y las telecomunicaciones”.
Ese “poder suave” atañe a cuatro objetivos prioritarios: 1) Favorecer las transiciones democráticas de los actuales Estados considerados autoritarios y dictatoriales. 2) Prevenir el retroceso de las democracias frágiles. 3) Prever y resolver los conflictos regionales. 4) Enfrentar la amenaza del terrorismo, del crimen internacional y de la proliferación de armas, sobre todo atómicas (que los EE.UU. e Israel tienen pero no admiten el derecho de otros países a tenerlas).
La internet es otra arma nada despreciable. “Dejada a su arbitrio, el mercado probablemente continuará la tendencia de concentrar desproporcionadamente el acceso a la internet”. Por eso, la Agencia de Información de los EE.UU. (USIA) y la AID “deben trabajar por mejorar el acceso global a internet”.
Por tanto, información globalizada es eso: una versión que se impone como la única y se juzga como la verdadera. Y es precedida de un inescrupuloso espionaje electrónico, le duela a quien le duela.
12 dic 2013
Opinion:La degradación y la esperanza del FA
La degradación y la esperanza del FA
Julio A. Louis - Voces - 12/13
Muchos de los que hemos participado en varios Congresos del FA, coincidimos en que éste ha sido el peor.
Si bien son erróneas las apreciaciones unilaterales (“todo es negro”, o “todo es blanco”) es evidente que en este Congreso ha predominado lo negativo, trasuntado en criterios antidemocráticos y pésima organización retroalimentados entre sí, y notorio retroceso ideológico
Lo positivo es que ante el acentuado proceso de derechización, de social-liberalización (más que de social-democratización), las grandes corrientes se han agrupado básicamente en tres: la defensora del sistema -molesta ante cualquier definición antiimperialista o contraria al gran capital- expresada en el Frente Líber Seregni y en la mayoría del Partido Socialista; las fuerzas centristas, encabezadas por el Partido Comunista y el MPP, empujando sin convicción a perfumar el documento central, pero a la vez promotoras del Dr. Vázquez, adalid del conservadurismo ideológico y de la alianza con el imperialismo norteamericano; y una renacida izquierda, plural, proveniente del “abajo que se mueve” en los Comités de Base, sindicatos, movimiento cooperativista, etc., en derredor de Constanza.
Los criterios antidemocráticos priman ya con anterioridad a las sesiones del Congreso. Se trabaja con dificultades en las Comisiones, soportando presiones, hasta que informan. Ahí comienzan a operar tres miembros designados centralmente, quienes se abrogan derechos para fijar qué cosas pueden “pasar” a las bases y qué cosas deben impedirse.
Claro está que en nombre de “la unidad”, la que también reclama el Dr. Vázquez, el mismo que gobernó sin atender a su fuerza política, contraviniendo sus principios y programa y hasta vetando una ley emanada de ella.
Hubo pésima organización de las Comisiones del Congreso; en el caso de economía con aportes de “los 8”, abandonados después fruto de “negociaciones” y presiones varias, fundamentados en el “consenso” defendido por V. Turianski, mediando la convocatoria urgente de un Plenario Nacional paralelo al Congreso
Y peor, recuento de votos sin garantías. En una época en que con mínima estructura se puede votar y saber al instante exactamente cuántos son los votantes, el recuento por quienes muchas veces ni explicaron los criterios a los congresales (por ejemplo, que no contaban los votos de quienes estaban de pie) no ha ofrecido garantías.
Si bien el Congreso adoptó el criterio de proclamar como pre-candidatos a Moreira y Vázquez, pasados a expedirse por uno u otro, quedó la duda de si Vázquez llegó a los dos tercios, esto es, el 66.66% por ciento con su 67%, dos tercios que en otras condiciones se erigía en el mínimo para ser proclamado candidato oficial.
Retroceso respecto a definiciones del Congreso del 2008, de un programa “pos-socialdemócrata” según Mujica. Otra vez, se ha “tirado la pelota para adelante” con ambigüedades que sirven a un roto como a un descosido.
Así, ha predominado “la unidad” en base a dejar que el próximo Presidente interprete las resoluciones
Lo positivo ha sido la amplitud de la rebelión de las bases. Pese a la disciplina exigida por las direcciones a sus afiliados –en especial del MPP y del PC- y al intento de despreciar el significado de la pre-candidatura de Constanza, el 43% de los congresales votaron en contra de tener que elegir entre uno y otro, y más de un 23% votaron por ella, con otro 10% de abstención.
La candidatura de Constanza es el nuevo “fitito” del que escribía despectivamente el Senador Michelini acerca de la pre-candidatura de Mujica en 2009. Con algunas diferencias: la solidez intelectual y la firmeza de la que hace gala Moreira, opuesta al bamboleo pequeño-burgués constante del hoy presidente y además, al hecho que su pre-candidatura atenta contra los aparatos partidarios, promovida desde las bases solo con el apoyo de algunos pequeños partidos
Queda planteada una lucha desigual. Entre el septuagenario ex presidente, y la primera aspirante mujer, adalid del cambio generacional; entre el conservadurismo ideológico (expresado en el veto al “aborto”) y el pensamiento de izquierda en proceso de reconstrucción y afirmación; entre el Presidente de la Fundación W. Wilson y aliado de Bush, y una consecuente antiimperialista; entre quien augura el renacimiento de viejos y nuevos problemas con los vecinos y el Mercosur y quien apuesta a la integración de Nuestra América. Y entre las tres corrientes en la interna.
El favoritismo de Vázquez para ganar las elecciones depende de los votos de Constanza.
Pero para su proyecto “unitario” y sin “atajos”, requerirá apartarse de la izquierda y contar con nuevos aliados, entre los cuales ya se apuntan el Partido Independiente y el Intendente Omar Lafluf.
El proyecto histórico del FA llegará a su fin, apostando en tiempos de crisis a las recetas que aplican los social-demócratas y social-liberales en Grecia, España o Francia.
La clase trabajadora y el pueblo o reaccionan rápidamente, o deberán hacer el aprendizaje doloroso de la frustración de un proyecto que nació antiimperialista y opuesto al gran capital.
@PostaPortenia - postaporteñ@ 1077 - 2013-12-09
Julio A. Louis - Voces - 12/13
Muchos de los que hemos participado en varios Congresos del FA, coincidimos en que éste ha sido el peor.
Si bien son erróneas las apreciaciones unilaterales (“todo es negro”, o “todo es blanco”) es evidente que en este Congreso ha predominado lo negativo, trasuntado en criterios antidemocráticos y pésima organización retroalimentados entre sí, y notorio retroceso ideológico
Lo positivo es que ante el acentuado proceso de derechización, de social-liberalización (más que de social-democratización), las grandes corrientes se han agrupado básicamente en tres: la defensora del sistema -molesta ante cualquier definición antiimperialista o contraria al gran capital- expresada en el Frente Líber Seregni y en la mayoría del Partido Socialista; las fuerzas centristas, encabezadas por el Partido Comunista y el MPP, empujando sin convicción a perfumar el documento central, pero a la vez promotoras del Dr. Vázquez, adalid del conservadurismo ideológico y de la alianza con el imperialismo norteamericano; y una renacida izquierda, plural, proveniente del “abajo que se mueve” en los Comités de Base, sindicatos, movimiento cooperativista, etc., en derredor de Constanza.
Los criterios antidemocráticos priman ya con anterioridad a las sesiones del Congreso. Se trabaja con dificultades en las Comisiones, soportando presiones, hasta que informan. Ahí comienzan a operar tres miembros designados centralmente, quienes se abrogan derechos para fijar qué cosas pueden “pasar” a las bases y qué cosas deben impedirse.
Claro está que en nombre de “la unidad”, la que también reclama el Dr. Vázquez, el mismo que gobernó sin atender a su fuerza política, contraviniendo sus principios y programa y hasta vetando una ley emanada de ella.
Hubo pésima organización de las Comisiones del Congreso; en el caso de economía con aportes de “los 8”, abandonados después fruto de “negociaciones” y presiones varias, fundamentados en el “consenso” defendido por V. Turianski, mediando la convocatoria urgente de un Plenario Nacional paralelo al Congreso
Y peor, recuento de votos sin garantías. En una época en que con mínima estructura se puede votar y saber al instante exactamente cuántos son los votantes, el recuento por quienes muchas veces ni explicaron los criterios a los congresales (por ejemplo, que no contaban los votos de quienes estaban de pie) no ha ofrecido garantías.
Si bien el Congreso adoptó el criterio de proclamar como pre-candidatos a Moreira y Vázquez, pasados a expedirse por uno u otro, quedó la duda de si Vázquez llegó a los dos tercios, esto es, el 66.66% por ciento con su 67%, dos tercios que en otras condiciones se erigía en el mínimo para ser proclamado candidato oficial.
Retroceso respecto a definiciones del Congreso del 2008, de un programa “pos-socialdemócrata” según Mujica. Otra vez, se ha “tirado la pelota para adelante” con ambigüedades que sirven a un roto como a un descosido.
Así, ha predominado “la unidad” en base a dejar que el próximo Presidente interprete las resoluciones
Lo positivo ha sido la amplitud de la rebelión de las bases. Pese a la disciplina exigida por las direcciones a sus afiliados –en especial del MPP y del PC- y al intento de despreciar el significado de la pre-candidatura de Constanza, el 43% de los congresales votaron en contra de tener que elegir entre uno y otro, y más de un 23% votaron por ella, con otro 10% de abstención.
La candidatura de Constanza es el nuevo “fitito” del que escribía despectivamente el Senador Michelini acerca de la pre-candidatura de Mujica en 2009. Con algunas diferencias: la solidez intelectual y la firmeza de la que hace gala Moreira, opuesta al bamboleo pequeño-burgués constante del hoy presidente y además, al hecho que su pre-candidatura atenta contra los aparatos partidarios, promovida desde las bases solo con el apoyo de algunos pequeños partidos
Queda planteada una lucha desigual. Entre el septuagenario ex presidente, y la primera aspirante mujer, adalid del cambio generacional; entre el conservadurismo ideológico (expresado en el veto al “aborto”) y el pensamiento de izquierda en proceso de reconstrucción y afirmación; entre el Presidente de la Fundación W. Wilson y aliado de Bush, y una consecuente antiimperialista; entre quien augura el renacimiento de viejos y nuevos problemas con los vecinos y el Mercosur y quien apuesta a la integración de Nuestra América. Y entre las tres corrientes en la interna.
El favoritismo de Vázquez para ganar las elecciones depende de los votos de Constanza.
Pero para su proyecto “unitario” y sin “atajos”, requerirá apartarse de la izquierda y contar con nuevos aliados, entre los cuales ya se apuntan el Partido Independiente y el Intendente Omar Lafluf.
El proyecto histórico del FA llegará a su fin, apostando en tiempos de crisis a las recetas que aplican los social-demócratas y social-liberales en Grecia, España o Francia.
La clase trabajadora y el pueblo o reaccionan rápidamente, o deberán hacer el aprendizaje doloroso de la frustración de un proyecto que nació antiimperialista y opuesto al gran capital.
@PostaPortenia - postaporteñ@ 1077 - 2013-12-09
La batalla de Venezuela
La batalla de Venezuela
Publicado en 9 diciembre
Ángeles Diez*
Hace poco más treinta años Patricio Guzmán filmaba en Chile el triunfo de la Unidad Popular, el apoyo del pueblo chileno a su presidente y la reacción violenta de la burguesía que con sus armas económicas, mediáticas y organizativas emprendió la batalla por el derrocamiento, no sólo de un presidente sino de un proyecto de país soberano y popular. El presidente Allende y su pueblo dieron la batalla pero, en la coyuntura de los años 70, la fortaleza del imperio estadounidense y de las burguesías nacionales consiguió derrotarles. La opción golpista clásica, la de los militares, la de los desaparecidos, la de las torturas y la del exterminio, se impuso a los intentos desestabilizadores que requerían más tiempo y una inversión económica mayor.
El contexto internacional ha cambiado, especialmente el latinoamericano. La resistencia de la revolución cubana que ha mantenido la antorcha de la dignidad encendida ha sido recogida por otros gobiernos y otros pueblos, entre ellos, Venezuela. Los proyectos soberanistas son, en estos momentos, la piedra de toque del capitalismo. No son digeribles por un sistema que se levanta sobre la necesidad de la explotación de clase al interior de los Estados, y de pueblos y territorios más allá de las fronteras nacionales. La acumulación por desposesión que se impone en todo el orbe está encontrando la resistencia más firme en los proyectos progresistas de América Latina.
El imperio estadounidense y sus socios europeos han entrado en declive embarrancados en guerras neocoloniales en oriente y el norte de África y sumidos en una crisis económica cuya única salida es aumentar la explotación de sus clases populares y la destrucción de capital mediante la guerra (a ser posible externa). La experiencia chilena fue un aprendizaje también para el imperio. Los golpes de Estado tienen hoy sonrisa Obama y marca “si se puede”. Mientras, los socios europeos se debaten entre la necesidad de rentabilidad de sus empresas mediante inversiones en el exterior y la presión estadounidense para conseguir gobiernos afines a sus propios intereses.
En este contexto y con esta correlación de fuerzas existen importantes analogías entre el golpe de Estado en Chile de 1973 y el golpe de Estado que se va gestando contra el gobierno bolivariano en Venezuela y que tuvo su primer episodio en el 2002.
La debilidad política, intelectual y de liderazgo de la burguesía autóctona, y la determinación del pueblo venezolano para defender su revolución, hicieron fracasar el golpe contra Chávez y recondujeron la ofensiva imperial hacia los cauces de la desestabilización, el acoso y el aislamiento.
La guerra por las conciencias, primera y decisiva batalla.
En los años 50 Estados Unidos puso en marcha una gran operación de guerra encubierta contra el comunismo. La CIA movilizó recursos económicos y humanos que iban desde la desestabilización económica y golpes de estado hasta la financiación y promoción de intelectuales, revistas, congresos, periodistas. Si en América Latina se utilizó con mayor profusión la vía desestabilizadora y militar en Europa fue la guerra psicológica y cultural quien recibió más recursos económicos y humanos. Intelectuales, académicos, escritores, periodistas, unos conscientes otros sin saberlo, se pusieron al servicio de la causa de la “libertad y la democracia” norteamericana. A menudo desde posiciones de izquierda.
América Latina y Europa en los años 50 y 60 eran un hervidero transformador. Movimientos revolucionarios y liderazgo intelectual actuaban en simbiosis hacia un horizonte compartido. Sin embargo, en estos momentos mientras en América Latina siguen fluyendo las fuentes revolucionarias en Europa parecen haberse secado. Una población europea en estado de shock por las recetas liberales y una intelectualidad sin liderazgo político y embarrancada en el postmodernismo han favorecido que la guerra psicológica se centre en las corporaciones mediáticas que han pasado a ser las principales abanderadas de la guerra contra Venezuela.
Los medios españoles conforman la vanguardia de esta guerra. Encontramos en ellos la ilustración perfecta, la imagen más afinada de la propaganda de guerra en lengua castellana. Sus consignas, su lenguaje, la unicidad de criterio, la combinación de argumentos racionales y emocionales, la ocultación de datos, la interpretación tendenciosa, la sobreadjetivación…. Un catálogo completo de técnicas de manipulación que en los momentos electorales alcanzan su punto culminante.
Algunas de ellas han sido desplegadas recientemente al hilo de las elecciones municipales del 8 de diciembre. Unas elecciones que han sido tratadas por los medios como si fueran elecciones presidenciales, por la única razón de que los procesos electorales han sido, hasta las elecciones del 14 de abril una de las mayores fortalezas del proyecto bolivariano. A pesar de los 19 procesos electorales desde que ganó las elecciones Hugo Chávez no ha habido campaña electoral que no haya contado con el cuestionamiento del sistema electoral y acusaciones sistemáticas y reiteradas de autoritarismo.
Los sabotajes en el suministro de energía, el acaparamiento y desabastecimiento de bienes de primera necesidad han sido parte de la precampaña en casi todas las elecciones venezolanas. Desde finales del 2002 a principios del 2003 durante el paro empresarial, la cadena de producción y distribución de alimentos más importante, Central Madeirense, se sumó a las acciones de sabotaje, y las Empresas Polar especializadas en productos elaborados –nueve de ellos de la canasta básica- hicieron lo mismo. Desde entonces esta táctica ha sido empleada para minar la voluntad popular en su apoyo a la revolución y para desestabilizar la economía haciendo necesaria una intervención del gobierno que posteriormente es tachada por todos los medios de autoritaria. Así, en las medidas del gobierno venezolano para enfrentar el sabotaje económico, los periodistas han visto las derivas totalitarias del presidente Maduro supuestamente heredadas del presidente Chávez. Ewald Scharfenberg, articulista de El País, nos decía que “La oposición marchaba contra la deriva autoritaria de Maduro”[1]. Poco ha importado si la Ley Habilitante está contemplada en la constitución venezolana, o si impone unos límites legislativos que no están presentes en los famosos Decretos ley con los que lleva gobernando Rajoy desde que llegó al gobierno del reino de España.
Sean cuales sean los resultados el “chavismo” siempre pierde las elecciones.
Cuando se hace campaña por un candidato nunca se reconoce la derrota. Es el primer mandamiento del catecismo mediático. En las elecciones del 14 de abril que dieron la victoria a Nicolás Maduro, la oposición no reconoció los resultados electorales a pesar del reconocimiento internacional y de la fiabilidad del sistema electoral venezolano avalada también internacionalmente. Los medios masivos convirtieron la victoria de Maduro en una derrota en un doble sentido. Dieron más publicidad y por tanto credibilidad a las declaraciones de la oposición que a las autoridades venezolanas (muy diferente a lo que ha ocurrido recientemente con las elecciones en Honduras) cuestionando la limpieza del proceso electoral así como los resultados. Finalmente, cuando fue inviable sostener el discurso de la oposición y las acusaciones de fraude, la noticia no fue la victoria de Maduro sino la “pérdida de votos del chavismo”.
En el caso de las elecciones municipales del 8 de diciembre los medios ya han bombardeado convenientemente a las audiencias garantizando que sean cuales sean los resultados el “chavismo” o el “oficialismo” –términos habituales de los periodistas para descalificar la revolución bolivariana- ha perdido apoyos. Si se pierde alguna de las alcaldías actuales los medios ratificarán su consigna de “la falta de liderazgo de Maduro”, incluso se volverá a insistir con la oposición “que carece de legitimidad” para ser presidente o que y que la revolución no se sostiene sin Chávez. Si se mantienen los resultados actuales significará que el proyecto bolivariano no es capaz de avanzar entre la población y que no tardará en retroceder. Si se ganan más municipios será el resultado de que las medidas económicas “autoritarias de Maduro” han sido un “ardid electoral” que ha funcionado.
Unos malos resultados para la oposición siempre son justificados por los medios: ha sido una campaña desigual, el “chavismo” ha contado con todos los aparatos del estado, se han producido irregularidades, los medios de comunicación no han apoyado suficientemente a la oposición, o se acusa al CNE de “laxitud para sancionar las infracciones”[2]etc. Sorprendentemente en un país donde el 80% de los medios son privados y hacen campaña contra el gobierno se llega a decir que “con los medios masivos plegados a la voluntad del presidente Nicolás Maduro. Todos estos argumentos se manejan antes de las elecciones de forma que cuando se conocen los resultados se puede echar mano de cualquier de ellos para corroborar la propaganda bélica.
A diferencia de lo que ocurre en cualquier país del planeta, en Venezuela, los medios europeos y norteamericanos siempre han hecho campaña con y a favor de los perdedores, es decir, de la oposición venezolana. Periodistas de El País como Alfredo Meza o Miguel Ángel Bastenier se han esforzado constantemente en demostrar que aunque “el chavismo” ganara, en realidad había perdido. En estas elecciones nos ha dicho Meza que aunque la oposición no tenga más alcaldías si hay poca diferencia respecto a los chavistas Maduro se tendrá que enfrentar a un referéndum revocatorio de su mandato[3].
M. A. Bastenier, otro de los habituales opinadores del Grupo Prisa, ha coincidido con las editoriales de El País, las agencias como EFE, AP y medios de ideología más conservadora y se ha centrado en los aspectos económicos. No para denunciar los sabotajes, el acaparamiento, el desabastecimiento etc. no, sus proyectiles han ido dirigidos a la negación de la evidencia.
Frente a los datos económicos de organismos internacionales como la CEPAL o el PNUD que han informado del incremento de los flujos de Inversión Extranjera Directa en un 44% , de la reducción de la pobreza en más de un 50%, de una tasa de desempleo del 7,6%, del crecimiento de la economía venezolana en 5,7% , de ocupar el puesto 47 de los países con índice de Desarrollo Humano alto y de ser el país de América latina que presenta el menor porcentaje de desigualdad y donde la inversión social se ha triplicado desde 1998; frente a estos datos, Bastenier prefiere seleccionar aquellos que mejor se ajustan a la imagen de caos y abismo económico que alimentan la campaña desestabilizadora. Para él sólo existen los datos de la inflación, la evasión de capitales, la corrupción y la violencia, cuatro patas ya clásicas de las campañas electorales contra el proceso bolivariano.
Los mecanismos de percepción de los datos sobre Venezuela están terriblemente alterados, sean los datos positivos o no el público español encontrará su lado negativo. Los periodistas ocultarán los indicadores positivos, magnificarán y difundirán solo los negativos, y si alguno no se puede ocultar será el resultado de la propaganda gubernamental. Como suelen afirmar los sociólogos si uno tortura suficientemente los datos estos acaban por confesar lo que uno quiere. Los periodistas son los grandes torturadores de los datos y de los hechos.
El fantasma cubano sigue recorriendo América Latina
Siguiendo con las analogías del golpe de Estado en Chile los informes desclasificados, nos recuerda Atilio Boron, demuestran que hubo un plan trazado desde la Casa blanca, la CIA y la fiscalía general para desestabilizar el país entre otros medios estrangulando la economía. La excusa entonces era la diseminación de la revolución comunista cubana. Como dice Atilio “es ingenuo pensar que hoy, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, el inverosímil Premio Nobel de la Paz convoque a sus asesores para elaborar estrategias políticas distintas en relación con las resistencias que se alzan en contra del imperialismo”[4]. Lo que resulta realmente sorprendente es que las razones que Nixon se daba para impedir la consolidación de Allende, la expansión del comunismo cubano, sigan siendo hoy los mismos argumentos de la propaganda imperial.
Al frente de este argumento se alistan los periodistas más amarillistas y biliosos como Ludmila Vinogradoff que no duda en detallarnos cómo la “oposición venezolana toma las calles para protestar por la cubanización del país”. Ludmila se hace eco de los manifestantes que ven en la intervención del gobierno en la economía un paso más hacia la conversión de Venezuela en “una colonia de los cubanos” [5].
La amenaza cubana remite a un imaginario de sacrificios y escasez que forma parte ya de la matriz ideológica anticomunista. Actúa como una amenaza hacia los deseos y aspiraciones de justicia social del pueblo venezolano. El miedo a la cubanización es el miedo a los sacrificios y se aliña a menudo con artículos como el de A. Meza hablando de que Maduro conduce a Venezuela hacia “el socialismo real”[6]
En los últimos años, las políticas sociales a través de las Misiones han mejorado la salud, la educación, la alimentación y la vivienda de los venezolanos y han minado la identificación negativa de la trilogía propagandística socialismo-autoritarismo-escasez. Desaparecidos el “socialismo real” sólo Cuba puede ser utilizada para apuntalar el fantasma del comunismo que ha empezado a disiparse.
La Batalla de Chile fue y sigue siendo un legado para nuestra memoria. La prueba de que desde 1917, desde el triunfo de la revolución rusa, el capital no ha descansado en su lucha constante para aniquilar cualquier gobierno popular. Como dijera Nixon hablando de Chile, cualquier medio para impedir que se extienda el comunismo que es como decir cualquier medio para acabar con la voluntad popular. Venezuela ahora, como entonces Chile libra una guerra sin cuartel. La primera batalla, la más decisiva, sigue siendo la que se libra contra nuestras conciencias.
Madrid, 8 de diciembre de 2013
Ángeles Diez es Doctora en CC. Políticas y Sociología y profesora de la Universidad Complutense de Madrid.
[1] http://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/23/actualidad/1385237530_268803.html?rel=rosEP
[2] http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/04/actualidad/1386186413_709721.html?rel=rosEP
[3] http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/04/actualidad/1386186413_709721.html?rel=rosEP
[4] http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-228729-2013-09-11.html
[5] http://www.abc.es/internacional/20131123/abci-oposicion-venezolana-toma-calles-201311232022.html
[6] ttp://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/30/actualidad/1385772161_362268.html?rel=rosEP
Publicado en 9 diciembre
Ángeles Diez*
Hace poco más treinta años Patricio Guzmán filmaba en Chile el triunfo de la Unidad Popular, el apoyo del pueblo chileno a su presidente y la reacción violenta de la burguesía que con sus armas económicas, mediáticas y organizativas emprendió la batalla por el derrocamiento, no sólo de un presidente sino de un proyecto de país soberano y popular. El presidente Allende y su pueblo dieron la batalla pero, en la coyuntura de los años 70, la fortaleza del imperio estadounidense y de las burguesías nacionales consiguió derrotarles. La opción golpista clásica, la de los militares, la de los desaparecidos, la de las torturas y la del exterminio, se impuso a los intentos desestabilizadores que requerían más tiempo y una inversión económica mayor.
El contexto internacional ha cambiado, especialmente el latinoamericano. La resistencia de la revolución cubana que ha mantenido la antorcha de la dignidad encendida ha sido recogida por otros gobiernos y otros pueblos, entre ellos, Venezuela. Los proyectos soberanistas son, en estos momentos, la piedra de toque del capitalismo. No son digeribles por un sistema que se levanta sobre la necesidad de la explotación de clase al interior de los Estados, y de pueblos y territorios más allá de las fronteras nacionales. La acumulación por desposesión que se impone en todo el orbe está encontrando la resistencia más firme en los proyectos progresistas de América Latina.
El imperio estadounidense y sus socios europeos han entrado en declive embarrancados en guerras neocoloniales en oriente y el norte de África y sumidos en una crisis económica cuya única salida es aumentar la explotación de sus clases populares y la destrucción de capital mediante la guerra (a ser posible externa). La experiencia chilena fue un aprendizaje también para el imperio. Los golpes de Estado tienen hoy sonrisa Obama y marca “si se puede”. Mientras, los socios europeos se debaten entre la necesidad de rentabilidad de sus empresas mediante inversiones en el exterior y la presión estadounidense para conseguir gobiernos afines a sus propios intereses.
En este contexto y con esta correlación de fuerzas existen importantes analogías entre el golpe de Estado en Chile de 1973 y el golpe de Estado que se va gestando contra el gobierno bolivariano en Venezuela y que tuvo su primer episodio en el 2002.
La debilidad política, intelectual y de liderazgo de la burguesía autóctona, y la determinación del pueblo venezolano para defender su revolución, hicieron fracasar el golpe contra Chávez y recondujeron la ofensiva imperial hacia los cauces de la desestabilización, el acoso y el aislamiento.
La guerra por las conciencias, primera y decisiva batalla.
En los años 50 Estados Unidos puso en marcha una gran operación de guerra encubierta contra el comunismo. La CIA movilizó recursos económicos y humanos que iban desde la desestabilización económica y golpes de estado hasta la financiación y promoción de intelectuales, revistas, congresos, periodistas. Si en América Latina se utilizó con mayor profusión la vía desestabilizadora y militar en Europa fue la guerra psicológica y cultural quien recibió más recursos económicos y humanos. Intelectuales, académicos, escritores, periodistas, unos conscientes otros sin saberlo, se pusieron al servicio de la causa de la “libertad y la democracia” norteamericana. A menudo desde posiciones de izquierda.
América Latina y Europa en los años 50 y 60 eran un hervidero transformador. Movimientos revolucionarios y liderazgo intelectual actuaban en simbiosis hacia un horizonte compartido. Sin embargo, en estos momentos mientras en América Latina siguen fluyendo las fuentes revolucionarias en Europa parecen haberse secado. Una población europea en estado de shock por las recetas liberales y una intelectualidad sin liderazgo político y embarrancada en el postmodernismo han favorecido que la guerra psicológica se centre en las corporaciones mediáticas que han pasado a ser las principales abanderadas de la guerra contra Venezuela.
Los medios españoles conforman la vanguardia de esta guerra. Encontramos en ellos la ilustración perfecta, la imagen más afinada de la propaganda de guerra en lengua castellana. Sus consignas, su lenguaje, la unicidad de criterio, la combinación de argumentos racionales y emocionales, la ocultación de datos, la interpretación tendenciosa, la sobreadjetivación…. Un catálogo completo de técnicas de manipulación que en los momentos electorales alcanzan su punto culminante.
Algunas de ellas han sido desplegadas recientemente al hilo de las elecciones municipales del 8 de diciembre. Unas elecciones que han sido tratadas por los medios como si fueran elecciones presidenciales, por la única razón de que los procesos electorales han sido, hasta las elecciones del 14 de abril una de las mayores fortalezas del proyecto bolivariano. A pesar de los 19 procesos electorales desde que ganó las elecciones Hugo Chávez no ha habido campaña electoral que no haya contado con el cuestionamiento del sistema electoral y acusaciones sistemáticas y reiteradas de autoritarismo.
Los sabotajes en el suministro de energía, el acaparamiento y desabastecimiento de bienes de primera necesidad han sido parte de la precampaña en casi todas las elecciones venezolanas. Desde finales del 2002 a principios del 2003 durante el paro empresarial, la cadena de producción y distribución de alimentos más importante, Central Madeirense, se sumó a las acciones de sabotaje, y las Empresas Polar especializadas en productos elaborados –nueve de ellos de la canasta básica- hicieron lo mismo. Desde entonces esta táctica ha sido empleada para minar la voluntad popular en su apoyo a la revolución y para desestabilizar la economía haciendo necesaria una intervención del gobierno que posteriormente es tachada por todos los medios de autoritaria. Así, en las medidas del gobierno venezolano para enfrentar el sabotaje económico, los periodistas han visto las derivas totalitarias del presidente Maduro supuestamente heredadas del presidente Chávez. Ewald Scharfenberg, articulista de El País, nos decía que “La oposición marchaba contra la deriva autoritaria de Maduro”[1]. Poco ha importado si la Ley Habilitante está contemplada en la constitución venezolana, o si impone unos límites legislativos que no están presentes en los famosos Decretos ley con los que lleva gobernando Rajoy desde que llegó al gobierno del reino de España.
Sean cuales sean los resultados el “chavismo” siempre pierde las elecciones.
Cuando se hace campaña por un candidato nunca se reconoce la derrota. Es el primer mandamiento del catecismo mediático. En las elecciones del 14 de abril que dieron la victoria a Nicolás Maduro, la oposición no reconoció los resultados electorales a pesar del reconocimiento internacional y de la fiabilidad del sistema electoral venezolano avalada también internacionalmente. Los medios masivos convirtieron la victoria de Maduro en una derrota en un doble sentido. Dieron más publicidad y por tanto credibilidad a las declaraciones de la oposición que a las autoridades venezolanas (muy diferente a lo que ha ocurrido recientemente con las elecciones en Honduras) cuestionando la limpieza del proceso electoral así como los resultados. Finalmente, cuando fue inviable sostener el discurso de la oposición y las acusaciones de fraude, la noticia no fue la victoria de Maduro sino la “pérdida de votos del chavismo”.
En el caso de las elecciones municipales del 8 de diciembre los medios ya han bombardeado convenientemente a las audiencias garantizando que sean cuales sean los resultados el “chavismo” o el “oficialismo” –términos habituales de los periodistas para descalificar la revolución bolivariana- ha perdido apoyos. Si se pierde alguna de las alcaldías actuales los medios ratificarán su consigna de “la falta de liderazgo de Maduro”, incluso se volverá a insistir con la oposición “que carece de legitimidad” para ser presidente o que y que la revolución no se sostiene sin Chávez. Si se mantienen los resultados actuales significará que el proyecto bolivariano no es capaz de avanzar entre la población y que no tardará en retroceder. Si se ganan más municipios será el resultado de que las medidas económicas “autoritarias de Maduro” han sido un “ardid electoral” que ha funcionado.
Unos malos resultados para la oposición siempre son justificados por los medios: ha sido una campaña desigual, el “chavismo” ha contado con todos los aparatos del estado, se han producido irregularidades, los medios de comunicación no han apoyado suficientemente a la oposición, o se acusa al CNE de “laxitud para sancionar las infracciones”[2]etc. Sorprendentemente en un país donde el 80% de los medios son privados y hacen campaña contra el gobierno se llega a decir que “con los medios masivos plegados a la voluntad del presidente Nicolás Maduro. Todos estos argumentos se manejan antes de las elecciones de forma que cuando se conocen los resultados se puede echar mano de cualquier de ellos para corroborar la propaganda bélica.
A diferencia de lo que ocurre en cualquier país del planeta, en Venezuela, los medios europeos y norteamericanos siempre han hecho campaña con y a favor de los perdedores, es decir, de la oposición venezolana. Periodistas de El País como Alfredo Meza o Miguel Ángel Bastenier se han esforzado constantemente en demostrar que aunque “el chavismo” ganara, en realidad había perdido. En estas elecciones nos ha dicho Meza que aunque la oposición no tenga más alcaldías si hay poca diferencia respecto a los chavistas Maduro se tendrá que enfrentar a un referéndum revocatorio de su mandato[3].
M. A. Bastenier, otro de los habituales opinadores del Grupo Prisa, ha coincidido con las editoriales de El País, las agencias como EFE, AP y medios de ideología más conservadora y se ha centrado en los aspectos económicos. No para denunciar los sabotajes, el acaparamiento, el desabastecimiento etc. no, sus proyectiles han ido dirigidos a la negación de la evidencia.
Frente a los datos económicos de organismos internacionales como la CEPAL o el PNUD que han informado del incremento de los flujos de Inversión Extranjera Directa en un 44% , de la reducción de la pobreza en más de un 50%, de una tasa de desempleo del 7,6%, del crecimiento de la economía venezolana en 5,7% , de ocupar el puesto 47 de los países con índice de Desarrollo Humano alto y de ser el país de América latina que presenta el menor porcentaje de desigualdad y donde la inversión social se ha triplicado desde 1998; frente a estos datos, Bastenier prefiere seleccionar aquellos que mejor se ajustan a la imagen de caos y abismo económico que alimentan la campaña desestabilizadora. Para él sólo existen los datos de la inflación, la evasión de capitales, la corrupción y la violencia, cuatro patas ya clásicas de las campañas electorales contra el proceso bolivariano.
Los mecanismos de percepción de los datos sobre Venezuela están terriblemente alterados, sean los datos positivos o no el público español encontrará su lado negativo. Los periodistas ocultarán los indicadores positivos, magnificarán y difundirán solo los negativos, y si alguno no se puede ocultar será el resultado de la propaganda gubernamental. Como suelen afirmar los sociólogos si uno tortura suficientemente los datos estos acaban por confesar lo que uno quiere. Los periodistas son los grandes torturadores de los datos y de los hechos.
El fantasma cubano sigue recorriendo América Latina
Siguiendo con las analogías del golpe de Estado en Chile los informes desclasificados, nos recuerda Atilio Boron, demuestran que hubo un plan trazado desde la Casa blanca, la CIA y la fiscalía general para desestabilizar el país entre otros medios estrangulando la economía. La excusa entonces era la diseminación de la revolución comunista cubana. Como dice Atilio “es ingenuo pensar que hoy, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, el inverosímil Premio Nobel de la Paz convoque a sus asesores para elaborar estrategias políticas distintas en relación con las resistencias que se alzan en contra del imperialismo”[4]. Lo que resulta realmente sorprendente es que las razones que Nixon se daba para impedir la consolidación de Allende, la expansión del comunismo cubano, sigan siendo hoy los mismos argumentos de la propaganda imperial.
Al frente de este argumento se alistan los periodistas más amarillistas y biliosos como Ludmila Vinogradoff que no duda en detallarnos cómo la “oposición venezolana toma las calles para protestar por la cubanización del país”. Ludmila se hace eco de los manifestantes que ven en la intervención del gobierno en la economía un paso más hacia la conversión de Venezuela en “una colonia de los cubanos” [5].
La amenaza cubana remite a un imaginario de sacrificios y escasez que forma parte ya de la matriz ideológica anticomunista. Actúa como una amenaza hacia los deseos y aspiraciones de justicia social del pueblo venezolano. El miedo a la cubanización es el miedo a los sacrificios y se aliña a menudo con artículos como el de A. Meza hablando de que Maduro conduce a Venezuela hacia “el socialismo real”[6]
En los últimos años, las políticas sociales a través de las Misiones han mejorado la salud, la educación, la alimentación y la vivienda de los venezolanos y han minado la identificación negativa de la trilogía propagandística socialismo-autoritarismo-escasez. Desaparecidos el “socialismo real” sólo Cuba puede ser utilizada para apuntalar el fantasma del comunismo que ha empezado a disiparse.
La Batalla de Chile fue y sigue siendo un legado para nuestra memoria. La prueba de que desde 1917, desde el triunfo de la revolución rusa, el capital no ha descansado en su lucha constante para aniquilar cualquier gobierno popular. Como dijera Nixon hablando de Chile, cualquier medio para impedir que se extienda el comunismo que es como decir cualquier medio para acabar con la voluntad popular. Venezuela ahora, como entonces Chile libra una guerra sin cuartel. La primera batalla, la más decisiva, sigue siendo la que se libra contra nuestras conciencias.
Madrid, 8 de diciembre de 2013
Ángeles Diez es Doctora en CC. Políticas y Sociología y profesora de la Universidad Complutense de Madrid.
[1] http://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/23/actualidad/1385237530_268803.html?rel=rosEP
[2] http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/04/actualidad/1386186413_709721.html?rel=rosEP
[3] http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/04/actualidad/1386186413_709721.html?rel=rosEP
[4] http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-228729-2013-09-11.html
[5] http://www.abc.es/internacional/20131123/abci-oposicion-venezolana-toma-calles-201311232022.html
[6] ttp://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/30/actualidad/1385772161_362268.html?rel=rosEP
11 dic 2013
Brightest Flashlight Free: la linterna para Android que recababa datos de usuarios sin permiso
Brightest Flashlight Free: la linterna para Android que recababa datos de usuarios sin permiso
Brightest Flashlight Free, una aplicación de linterna para los sistemas Android de celulares, recababa datos de los usuarios sin su consentimiento y los pasaba en secreto a empresas de publicidad. Son más de 50 millones las personas que han descargado la aplicación desde la tienda virtual Google Play.
1Lunes 09 de diciembre de 2013
Celular usado como linterna
La empresa GoldenShores Technologies desarrolló hace meses una simple pero poderosa aplicación para el sistema operativo Android, que permitía que los usuarios utilizasen su Smartphone como linterna.
Bajo el nombre de Brightest Flashlight Free (La más brillante linterna gratis, en español) la app fue descargada más de 50 millones de veces, y contaba con una valoración de 5 estrellas en Google Play, lo que la ubicaba en los primeros puestos del ranking de aplicaciones.
De todas formas, recientemente se pudo comprobar que la aplicación recopilaba datos sobre la ubicación de los equipos celulares al mismo tiempo que copiaba su código único de identificación, sin permiso de los usuarios.
Una vez instalada en el Smartphone, Brightest Flashlight Free le permitía a los usuarios elegir si estos deseaban compartir su información o no, aunque independientemente de la opción que se seleccionara, los datos de los mismos ya habían sido copiados y almacenados en una base de datos que la empresa se encargaba de repartir entre diversas empresas de publicidad.
“Una linterna que dejaba a oscuras”
El caso de Brightest Flashlight Free llegó hasta los oídos de la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) que inmediatamente se puso en campaña para regularizar la situación.
Jessica Rich, directora del Departamento de Protección al Consumidor de la FTC, se pronunció al respecto: “Cuando a los consumidores se les da la oportunidad de tener una verdadera e informada elección, ellos pueden decidir por sí mismos si el beneficio de un servicio merece la información que deben compartir para usarlo. Pero esta aplicación de linterna los dejaba a oscuras al respecto de cómo su información iba a utilizarse”.
A pesar de las numerosas peticiones de los usuarios traicionados, la FTC resolvió no sancionar económicamente a GoldenShores. De ahora en más, la empresa deberá cambiar su política de privacidad, avisando en todos los casos la manera en la que los datos de los usuarios serán utilizados. También, toda la información hasta ahora recopilada por Brightets Flashlight Free deberá ser inmediatamente eliminada.
Actualmente, la aplicación sigue disponible de forma gratuita en Google Play.
Microsoft, Google, Apple, Facebook, LinkedIn, Yahoo!, AOL y Twitter piden a Obama limitar espionaje
INTERNET
Microsoft, Google, Apple, Facebook, LinkedIn, Yahoo!, AOL y Twitter piden a Obama limitar espionaje
Los 8 gigantes de la informática se unieron en una carta abierta dirigida a Barack Obama para pedirle regulaciones sobre la cyber-vigilancia que hace el gobierno norteamericano. Facebook, Google y Twitter son los principales portavoces de esta campaña, orientada a recuperar la confianza de los usuarios y restringir las capacidades de los Estados para pedir información.
Lunes 09 de diciembre de 2013
El mundo de la informática se ha visto sacudido desde el pasado mes de junio, luego de que el ex analítico de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) Edward Snowden haya filtrado datos sobre las formas en las que el gobierno estadounidense se apropiaba de información sobre los ciudadanos, a través de las redes sociales y otras herramientas informáticas.
Si bien la mayoría de las veces esto sucedía de forma clandestina, en muchos casos la NSA contó con el consentimiento de las empresas de la informática, lo que ha producido un gran malestar en los usuarios, que lo vieron como una traición hacia su privacidad.
De esta forma, a través de esta campaña las empresas han decidido actuar en pos de recuperar la confianza de sus usuarios. En los pasados meses ha habido muchas declaraciones con respecto al tema, pero es mediante la publicación de una carta abierta dirigida al Presidente Obama, que se llega al punto más alto de acción.
Necesidad urgente de cambiar
“Las revelaciones de este verano (Caso Snowden) han puesto de relieve la necesidad urgente de reformar las prácticas de supervisión de los gobiernos de todo el mundo” dice la carta dirigida a Obama. La misiva está firmada por las 8 empresas que al día de hoy se consideran las más importantes dentro del mundo informático: Facebook, Google, Twitter, Yahoo, Microsoft, AOL, Apple y LinkedIn.
La carta se ha publicado en varios medios, y entre otras cosas también se puede leer que “el equilibrio en muchos países se ha inclinado demasiado a favor del Estado y en contra de los derechos de los individuos —derechos consagrados en nuestra constitución. Esto erosiona las libertades que tanto apreciamos. Es hora de cambiar”.
Finalmente, las empresas “instan a Estados Unidos a tomar la iniciativa y emprender las reformas para que los esfuerzos de monitorización por parte del Gobierno estén claramente limitados por la ley, proporcionados a los riesgos, transparentes y controlados independientemente”.
Además, se pide al gobierno que se prohíba la captación de datos en masa y se refuerce la transparencia, poniéndole fin a los tribunales secretos que se encargan de aprobar el espionaje digital.
Por su parte, la semana pasada Barack Obama había reconocido que las acciones de la NSA eran más agresivas en el extranjero que dentro de su país, y aseguró que en breve se propondrían reformas que aseguren un mayor “autocontrol” de la agencia
Microsoft, Google, Apple, Facebook, LinkedIn, Yahoo!, AOL y Twitter piden a Obama limitar espionaje
Los 8 gigantes de la informática se unieron en una carta abierta dirigida a Barack Obama para pedirle regulaciones sobre la cyber-vigilancia que hace el gobierno norteamericano. Facebook, Google y Twitter son los principales portavoces de esta campaña, orientada a recuperar la confianza de los usuarios y restringir las capacidades de los Estados para pedir información.
Lunes 09 de diciembre de 2013
El mundo de la informática se ha visto sacudido desde el pasado mes de junio, luego de que el ex analítico de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) Edward Snowden haya filtrado datos sobre las formas en las que el gobierno estadounidense se apropiaba de información sobre los ciudadanos, a través de las redes sociales y otras herramientas informáticas.
Si bien la mayoría de las veces esto sucedía de forma clandestina, en muchos casos la NSA contó con el consentimiento de las empresas de la informática, lo que ha producido un gran malestar en los usuarios, que lo vieron como una traición hacia su privacidad.
De esta forma, a través de esta campaña las empresas han decidido actuar en pos de recuperar la confianza de sus usuarios. En los pasados meses ha habido muchas declaraciones con respecto al tema, pero es mediante la publicación de una carta abierta dirigida al Presidente Obama, que se llega al punto más alto de acción.
Necesidad urgente de cambiar
“Las revelaciones de este verano (Caso Snowden) han puesto de relieve la necesidad urgente de reformar las prácticas de supervisión de los gobiernos de todo el mundo” dice la carta dirigida a Obama. La misiva está firmada por las 8 empresas que al día de hoy se consideran las más importantes dentro del mundo informático: Facebook, Google, Twitter, Yahoo, Microsoft, AOL, Apple y LinkedIn.
La carta se ha publicado en varios medios, y entre otras cosas también se puede leer que “el equilibrio en muchos países se ha inclinado demasiado a favor del Estado y en contra de los derechos de los individuos —derechos consagrados en nuestra constitución. Esto erosiona las libertades que tanto apreciamos. Es hora de cambiar”.
Finalmente, las empresas “instan a Estados Unidos a tomar la iniciativa y emprender las reformas para que los esfuerzos de monitorización por parte del Gobierno estén claramente limitados por la ley, proporcionados a los riesgos, transparentes y controlados independientemente”.
Además, se pide al gobierno que se prohíba la captación de datos en masa y se refuerce la transparencia, poniéndole fin a los tribunales secretos que se encargan de aprobar el espionaje digital.
Por su parte, la semana pasada Barack Obama había reconocido que las acciones de la NSA eran más agresivas en el extranjero que dentro de su país, y aseguró que en breve se propondrían reformas que aseguren un mayor “autocontrol” de la agencia
10 dic 2013
Aratirí: comenzó la entrega de cedulones para la explotación
Aratirí: comenzó la entrega de cedulones para la explotación
El presidente José Mujica pidió a su gabinete que comience un esfuerzo de difusión de las ventajas de la minería. Ayer se entregaron cedulones de explotación a los productores de la zona de Valentines donde funcionará Aratirí.
J.P. Correa / M. Rivero
El secretario de la Presidencia, Homero Guerrero, dijo que Mujica pidió a los ministerios de Industria, Ganadería y Vivienda, Acondicionamiento Territorial y Medio Ambiente "una campaña en conjunto" para que se explique "con altura, sin agresiones" las virtudes de la explotación minera que realizará Aratirí y del puerto de "aguas profundas" en Rocha. El gobierno reconoce que hay "recelo".
Guerrero no quiso dar detalles del contrato que se negocia con Aratirí, tales como su plazo, porque si bien no será secreto, sí será "reservado" y se está estudiando si se le da difusión.
"Esperamos firmar en el plazo más breve posible. Los términos del contrato, obviamente no estoy autorizado a difundirlos", agregó.
De todas formas, está claro que tras la aprobación del decreto que considera a Aratirí como una minera de "gran porte" se aceleró el proceso. La empresa que había comenzado a entregar cedulones de exploración, comenzó ayer a entregar otros de explotación.
Julio Gómez García, un escribano residente en Cerro Chato, con estudios en Derecho Minero que está asesorando a productores de la zona, explicó a El País que los productores que recibieron los documentos tienen ahora hasta 30 días para presentar recursos. Algunos de los productores que recibieron cedulones para exploración ya habían presentado recursos ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo que están a estudio.
Gómez García agregó que calcula que serán entre 500 y 600 los productores afectados y aseguró que el grupo Aratirí ha ampliado el área que le interesa hasta unas 10.000 hectáreas adicionales solamente en el departamento de Treinta y Tres.
Gómez García adelantó además que antes de fin de año se presentarán las primeras acciones de inconstitucionalidad. A su juicio, no se podrá expropiar a los productores porque no hay una razón de interés general y solamente una de utilidad pública.
Víctor Baccheta, dirigente del movimiento Uruguay Libre, que comenzó la recolección de firmas para lograr que en las elecciones nacionales se vote para prohibir la minería a "cielo abierto", dijo a El País que espera que en el contrato no se establezcan plazos para que Aratirí acceda a las autorizaciones ambientales que necesita.
"Nosotros creemos que falta al menos un año, porque falta la elaboración de la evaluación ambiental y la o las audiencias públicas. La Dirección de Medio Ambiente le hizo 17 solicitudes adicionales de información a Aratirí solamente vinculadas al denominado "distrito minero", explicó. Esas solicitudes no se vinculan al impacto del minerreducto que llevaría el mineral a las costas de Rocha ni al puerto desde el que se embarcaría, recordó. Esos aspectos del proyecto serán evaluados independientemente y quizás motiven pedidos adicionales de información de las autoridades ambientales.
Baccheta sostuvo que la empresa habla de una explotación de 20 años o más para dar la sensación de que su compromiso es a largo plazo pero que en realidad, con el ritmo de extracción que ha anunciado, le alcanzaría con 12 años. La interpretación de los oponentes de la minería es que una reforma constitucional tendría un carácter retroactivo y dejaría sin efecto las concesiones para ese tipo de extracción que se hubiesen hecho.
El fin de semana se realizaron jornadas de recolección de firmas en Colonia y Maldonado y en tres semanas los impulsores de la campaña harán una primera evaluación pública. Los opositores de Aratirí argumentan que afectará de manera irreversible el ecosistema de la zona.
Aratirí, un proyecto cuyo principal impulsor es el grupo indio Zamin Ferrous, dice que podría exportar 18 millones de toneladas anuales de hierro, lo que colocaría a Uruguay entre los ocho principales exportadores del mundo del mineral, muy demandado hoy en China. Planea extraerlo en cinco minas de las cercanías de Cerro Chato.
El grupo Zamin Ferrous compró recientemente a Anglo American, un importante yacimiento en el estado brasileño de Amapá, por el que ya pagó US$ 134 millones. Está presente en Brasil desde 2005.
El presidente José Mujica pidió a su gabinete que comience un esfuerzo de difusión de las ventajas de la minería. Ayer se entregaron cedulones de explotación a los productores de la zona de Valentines donde funcionará Aratirí.
J.P. Correa / M. Rivero
El secretario de la Presidencia, Homero Guerrero, dijo que Mujica pidió a los ministerios de Industria, Ganadería y Vivienda, Acondicionamiento Territorial y Medio Ambiente "una campaña en conjunto" para que se explique "con altura, sin agresiones" las virtudes de la explotación minera que realizará Aratirí y del puerto de "aguas profundas" en Rocha. El gobierno reconoce que hay "recelo".
Guerrero no quiso dar detalles del contrato que se negocia con Aratirí, tales como su plazo, porque si bien no será secreto, sí será "reservado" y se está estudiando si se le da difusión.
"Esperamos firmar en el plazo más breve posible. Los términos del contrato, obviamente no estoy autorizado a difundirlos", agregó.
De todas formas, está claro que tras la aprobación del decreto que considera a Aratirí como una minera de "gran porte" se aceleró el proceso. La empresa que había comenzado a entregar cedulones de exploración, comenzó ayer a entregar otros de explotación.
Julio Gómez García, un escribano residente en Cerro Chato, con estudios en Derecho Minero que está asesorando a productores de la zona, explicó a El País que los productores que recibieron los documentos tienen ahora hasta 30 días para presentar recursos. Algunos de los productores que recibieron cedulones para exploración ya habían presentado recursos ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo que están a estudio.
Gómez García agregó que calcula que serán entre 500 y 600 los productores afectados y aseguró que el grupo Aratirí ha ampliado el área que le interesa hasta unas 10.000 hectáreas adicionales solamente en el departamento de Treinta y Tres.
Gómez García adelantó además que antes de fin de año se presentarán las primeras acciones de inconstitucionalidad. A su juicio, no se podrá expropiar a los productores porque no hay una razón de interés general y solamente una de utilidad pública.
Víctor Baccheta, dirigente del movimiento Uruguay Libre, que comenzó la recolección de firmas para lograr que en las elecciones nacionales se vote para prohibir la minería a "cielo abierto", dijo a El País que espera que en el contrato no se establezcan plazos para que Aratirí acceda a las autorizaciones ambientales que necesita.
"Nosotros creemos que falta al menos un año, porque falta la elaboración de la evaluación ambiental y la o las audiencias públicas. La Dirección de Medio Ambiente le hizo 17 solicitudes adicionales de información a Aratirí solamente vinculadas al denominado "distrito minero", explicó. Esas solicitudes no se vinculan al impacto del minerreducto que llevaría el mineral a las costas de Rocha ni al puerto desde el que se embarcaría, recordó. Esos aspectos del proyecto serán evaluados independientemente y quizás motiven pedidos adicionales de información de las autoridades ambientales.
Baccheta sostuvo que la empresa habla de una explotación de 20 años o más para dar la sensación de que su compromiso es a largo plazo pero que en realidad, con el ritmo de extracción que ha anunciado, le alcanzaría con 12 años. La interpretación de los oponentes de la minería es que una reforma constitucional tendría un carácter retroactivo y dejaría sin efecto las concesiones para ese tipo de extracción que se hubiesen hecho.
El fin de semana se realizaron jornadas de recolección de firmas en Colonia y Maldonado y en tres semanas los impulsores de la campaña harán una primera evaluación pública. Los opositores de Aratirí argumentan que afectará de manera irreversible el ecosistema de la zona.
Aratirí, un proyecto cuyo principal impulsor es el grupo indio Zamin Ferrous, dice que podría exportar 18 millones de toneladas anuales de hierro, lo que colocaría a Uruguay entre los ocho principales exportadores del mundo del mineral, muy demandado hoy en China. Planea extraerlo en cinco minas de las cercanías de Cerro Chato.
El grupo Zamin Ferrous compró recientemente a Anglo American, un importante yacimiento en el estado brasileño de Amapá, por el que ya pagó US$ 134 millones. Está presente en Brasil desde 2005.
PROBLEMAS DE FONDO TRAS LAS CRISIS POLICIALES Y LOS SAQUEOS
El país | Domingo, 8 de diciembre de 2013
PROBLEMAS DE FONDO TRAS LAS CRISIS POLICIALES Y LOS SAQUEOS
Conurbanos
Los conflictos policiales y los saqueos pusieron a la vista una crisis de fondo, motivada por un modelo productivo que sólo fue atenuado en estos años. La brecha producida por el boom sojero en los conurbanos de Córdoba, Rosario y Buenos Aires, y el bang del delito regulado por una policía brava que sabe cómo negociar con los respectivos gobernadores, cualquiera sea su signo político. Sin reforma policial y acceso al suelo urbano no hay remedio contra el narcotráfico y la inseguridad.
Por Horacio Verbitsky
Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires tienen gobiernos de distinto signo. Las disidencias y rivalidades entre ellos y/o con el gobierno nacional monopolizan todos los análisis políticos. Pero estos movimientos de superficie, donde los actores políticos interactúan con consultores, hombres de negocios, eclesiásticos y periodistas, resultan trastornados por eclosiones como la de esta semana en Córdoba, con sus reverberaciones en Santa Fe y Buenos Aires, que se extendieron como un eco a otras provincias cuyas policías reclaman mejoras salariales, como San Juan, Chubut, La Rioja, Catamarca, Neuquén y Río Negro.
Las policías de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires son parte activa de redes de ilegalidad y mantienen una relación de equilibrio inestable con la conducción política. Pero mientras los gobernadores de Córdoba y Santa Fe debieron dejar caer a sus cúpulas policiales, cuyos jefes están detenidos por complicidad con el narcotráfico, el de Buenos Aires prefirió retener a la suya, pese al lapidario informe de la comisión senatorial investigadora que pidió la destitución de medio centenar de oficiales, incluidos el jefe de entonces y el actual. Cuando la negociación con el poder político no les resulta favorable, las policías pueden acudir a un relajamiento del control social, con las consecuencias que están a la vista. Estos estremecimientos se originan en los conurbanos de las provincias fundamentales del modelo productivo implantado desde mediados de la década de 1990, con la tremenda polarización clasista y el desplazamiento de poblaciones, cuyos efectos sólo fueron atenuados por los avances reparadores de la última década. Esto mide la fragilidad del terreno sobre el que está asentada la democracia que esta semana cumple 30 años; también la magnitud y la diversidad de conflictos siempre prestos a manifestarse en cuanto una merma en el crecimiento macroeconómico y la generación de empleo exacerba ánimos y requerimientos. Más aún si se acercan el verano y las fiestas de fin de año, y se repiten las
inundaciones y los cortes de luz y de agua, consecuencia de los temporales con los que cada vez más habrá que convivir debido al cambio climático y la imprevisión urbana de sus consecuencias. El gobernador de Córdoba desdeñó los indicios previos y se fue del país mientras fermentaba el conflicto y, luego de su precipitado regreso, descargó toda responsabilidad en el gobierno nacional, politiquerizando una situación propia y grave. El de Santa Fe detectó a tiempo la convocatoria a un acuartelamiento por parte del sindicato policial Apropol, denunció a sus jefes por instigación a cometer delitos y recurrió en forma discreta al gobierno nacional. Así, la movilización se produjo pero no hubo abandono del servicio como en Córdoba. El de Buenos Aires coordinó acciones desde el primer momento con la Nación y juntos establecieron un comando ubicado cerca del cruce estratégico entre las avenidas Ri-ccheri y Camino de Cintura, como para señalar el corrimiento del eje y el centro de gravedad. Es fácil perderse en las diferencias, pero más importantes son las similitudes de fondo, entre tres provincias de un mismo país, con un único esquema productivo.
Puntos en común
Con alta probabilidad dentro de dos años se medirán en las urnas el Peornismo Opositor, el acuerdo radical-socialista y el Frente para la Victoria, ninguno de los cuales tiene todavía un candidato que sobresalga en forma excluyente sobre el resto, lo cual hace previsible que esta vez funcione a pleno la ley electoral que creó las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. Pero en las provincias gobernadas tanto por el cordobesismo conservador de José de la Sota, el socialismo liberal de Antonio Bonfatti y Hermes
Binner y el peronismo de bajas calorías de Daniel Scioli, los cultivos transgénicos resistentes a su correspondiente herbicida se extendieron hasta la puerta de las ciudades, desplazando población y otras producciones de la agricultura de subsistencia y provisión para el consumo y encareciendo el valor de la tierra urbana. La concentración y los altos precios internacionales produjeron un enorme excedente que se volcó a la inversión inmobiliaria. Pero a falta de regulación estatal, una parte de las unidades construidas en torres o barrios cerrados permanecen desocupadas, como reserva de valor, mientras una cantidad equivalente o mayor de familias carece de recursos para acceder a la vivienda y se asientan de modo precario en terrenos de baja calidad, anegables y/o con acceso deficiente a los servicios esenciales. La explosión del consumo de un sector y la imposibilidad de equiparación para el resto constituye el caldo de cultivo para el surgimiento de una economía ilegal como forma de acceso a un universo tan dorado como prohibido. La regulación de ese mercado es una de las tareas principales de las policías, que reclutan varones jóvenes de esos sectores para delinquir. El diputado electo Felipe Solá merecería ser recordado en estos días. Como Secretario de Agricultura autorizó en 1996 a producir y comercializar la semilla y los productos y subproductos de la soja de Monsanto tolerante al herbicida glifosato. Como gobernador de Buenos Aires, impulsó en 2005 la ley por la que la represión de los consumidores y el comercio al menudeo de drogas cayó en manos de policías, fiscales y jueces provinciales, en los que se delegó el control social y los negocios.
Delegación o control
El esquema de gobernabilidad que Eduardo Duhalde implantó en Buenos Aires hace dos décadas tuvo más visibilidad que sus correlatos en Santa Fe y Córdoba, que no fueron diferentes. En cada caso, consistió en la delegación de la seguridad en la agencia policial, sin otra conducción política que el señalamiento tácito o explícito de la brecha social como territorio de su acción represiva, con algunos esporádicos intentos de reforma y la posterior restauración del esquema anterior. Lo fundamental no es el signo político del gobernador, porque el problema subyacente es estructural. Los dos presidentes Kirchner son los que mejor se aproximaron al abordaje de cada uno de esos problemas, pero en esta materia nada es suficiente. Las retenciones diferenciales para estimular otros cultivos que resistan el avance de la soja; la reindustrialización y el mejoramiento del empleo formal (que en los últimos años se estancó, en especial entre los jóvenes); la construcción de viviendas y los créditos blandos para ello; la oferta a precios accesibles de terrenos con los servicios básicos, la duplicación del universo alcanzado por el sistema jubilatorio, la transferencia directa de ingresos por medio de la asignación por cada hijo menor de 18 años, el regreso al sistema educativo de grandes contingentes que habían quedado al margen, el mayor control de las fuerzas de seguridad, el cuestionamiento a la lógica fallida de la “guerra a las drogas” son pasos apreciables. Pero no han tenido la extensión, la densidad y la persistencia necesarias para romper con la inercia favorable a los poderosos intereses que prosperan con el estado de cosas vigente, por lo cual la regresión es siempre posible. Las dificultades son enormes y se manifiestan de muy distintas formas. La resistencia a las retenciones casi acaba con el gobierno de CFK en 2008 y los intentos de reducir la gravitación del comercio exterior de soja están limitados por la importancia de los ingresos que permiten sostener los programas sociales, exhibiendo el peligro de impulsar una política de reparación con el mismo motor que dio fuerza al daño. Mientras otros países de la región han reprimarizado sus economías, en la Argentina creció la significación de las Manufacturas de Origen Industrial, pero el déficit de la balanza comercial de esas MOI consume la mayor parte del superávit total. La relación con las fuerzas de seguridad osciló entre la laxitud y el control por parte del poder político, según de qué ministrx dependieran. Esto impidió consolidar una política, si bien la diferencia con las fuerzas provinciales es sideral, aún en el peor momento. Desde la gestión de Aníbal Fernández hasta la de Sergio Berni, el gobierno nacional ha objetado el paradigma estadounidense de la denominada guerra contra las drogas, cuyo fracaso es ostensible. Sin embargo, hasta ahora no ha derogado la ley que penaliza la tenencia para el consumo, a pesar de que la Corte Suprema de Justicia la considera inconstitucional, no ha puesto en cuestión que se haya provincializado la represión del comercio minorista de estupefacientes, ni ha sabido crear una Agencia Nacional, como la que Gran Bretaña acaba de establecer, con cuatro comandos y sus respectivas áreas de responsabilidad: criminalidad organizada, delincuencia económica, fronteras y explotación infantil/protección online.
Las dos Córdobas
Según el periodista cordobés Dante Leguizamón, en el oeste de la ciudad y en la zona cercana al acuartelamiento fue evidente la organización y coordinación de los saqueos por la propia policía. Primero pasaban motos cuyos tripulantes sólo rompían las vidrieras, detrás otras motos que precedían a unas camionetas muy chetas en las que comenzaba a cargarse la mercadería saqueada, y recién después el contagio generalizado. Una vez cerrado el acuerdo con la aceptación de todas las condiciones de los alzados, De la Sota los envió a que hicieran lo que mejor saben y más les gusta. Como en una intensificación de la práctica cotidiana, usaron los peores modales para recuperar parte de los bienes robados en la zona que antes habían liberado. El antropólogo Pablo Semán tampoco cree en la espontaneidad del saqueo, pero prefiere detenerse sobre las condiciones estructurales que lo hacen posible. Especializado en temas de cultura popular, viaja a Córdoba varias veces por año. Es hijo del militante detenido-desaparecido Elías Semán, y vivió allí durante parte de su infancia, lo cual refuerza el interés de su visión. Semán compara con los bantustanes sudafricanos las ciudades dormitorio, o satélite, surgidas de la erradicación de villas que ocupaban terrenos apetecidos por la especulación inmobiliaria y del boom de la soja y la consolidación de la industria automotriz. Sus jóvenes pobladores son víctimas de retenes policiales sistemáticos “por portación de edad, cara, o zapatillas inconsistentes con el prejuicio del observador”, dice Semán. También el ex diputado radical y ex fiscal de Estado Miguel Ortiz Pellegrini dijo que las escenas nocturnas, con disparos que se escuchaban en diversos puntos de la ciudad, le hicieron recordar “a las películas del Apartheid”. La diferencia es que él representó en las negociaciones a los policías sublevados. Cada vez que Semán viaja a Córdoba le asombra “la debilidad relativa de la presencia numérica de aquellos sujetos que el racismo impiadoso de Córdoba podía llamar negrazones”, que fueron segregados en esas ciudades dormitorio. “En tiempos normales en Córdoba hay mucha policía en la calle.” Esa “gendarmería permanente, beligerante y numerosa” constituye un factor vital del orden social imperante, que aisló a los negros en las ciudades dormitorio. “Y es de esperar que si se ausenta, ese orden no funcione en automático.” La contraparte es Nueva Córdoba, “barrio emblemático de los beneficios del boom de la soja, con verdulerías decoradas al modo de Nueva York, vinerías finas, panaderías francesas, fotocopiadoras de lujo, casas de ropa de marca y locales nocturnos para la diversión de miles de estudiantes que vienen desde las prósperas localidades vinculadas a la expansión del agronegocio”. Esa población de estudiantes “no gasta menos de 20.000 pesos mensuales y viaja habitualmente a Estados Unidos, Europa y el Caribe”. Allí, hasta en los “puestos viles”, como dependientes de almacén, repositores o asistentes de limpieza se ve la presencia dominante de hijos de colonos gringos, más pobres, pero blancos. “La policía garantizaba ese orden, que se aceitaba con los recursos que el narcotráfico le derivaba a la policía y que ha perdido transitoriamente su lubricante”, a raíz de las denuncias sobre el narcoescándalo que lesionaron el pacto de delegación y gobernabilidad con el gobierno provincial (esto último no es cosecha de Semán sino propia). Cuando el reaseguro policial desaparece, emerge el carácter masivo del horror. “La Córdoba dividida y desigualada a la fuerza ha mostrado por un segundo la arquitectura y el dolor generalmente enmudecidos de su constitución social”, concluye el calificado observador.
El boom y el bang
Ciudad del boom, ciudad del bang es el título del documental de Martín Céspedes que puede verse en Internet (http://www.youtube.com/watch?v=si952Ed7Vu0). Se refiere a Rosario y su zona de influencia, Villa Gobernador Gálvez, Granadero Baigorria, Pérez y Arroyo Seco, con datos oficiales del Instituto de Estadísticas y Censos de la Gobernación de Santa Fe y del Club de Investigaciones Urbanas. Desde la crisis de 2001 y los presuntos asados de gato, hasta 2007, la extraordinaria renta sojera pobló la costa de edificios de lujo. Los permisos para construir esos edificios denominados multivivienda, con y sin locales, se multiplicaron por 7,6 comparando 2001 con 2007 y por cinco con 2012. Entre 2005 y 2013 la Municipalidad de Rosario autorizó la construcción de 3,6 millones de metros cuadrados, de los cuales el 79 por ciento en la zona céntrica. Esto representa el 14 por ciento de la superficie total del distrito. Esa es la ciudad abarcelonada que se muestra a los turistas, cuyo aflujo se duplicó. Pero según el censo nacional de 2010, casi el 20 por ciento de las viviendas particulares están vacías. Si allí se ve el boom, el bang se escucha al norte y al sur de la ciudad, donde se amontonan como pueden los desalojados por el movimiento de pinzas entre el avance de las tierras rurales y el de los barrios privados. Villa Moreno, en la periferia sur, desemboca “en un casino cinco estrellas con palmeras imitación Miami”, sostiene el documental, que la califica como zona liberada por los transas. “La vida narco proyecta imágenes de felicidad fulgurante para los miles de pibes de esta sociedad inflamada de consumo. También reparte plomo”, afirma otra placa. El dato no es secreto: con 183 homicidios, Rosario es la ciudad record del país. El film concluye con el inquietante vaticinio de un militante social del Bodegón Cultural casa de Pocho Lepratti: “El grado de violencia que crece en los barrios, en algún momento va a volver, lamentablemente de la peor manera”. Durante los 24 años de gobiernos justicialistas, la policía respondió a un esquema clásico que un funcionario judicial describe como “marcada de territorio o cancha, espacios y materias donde se podía delinquir y donde no, recaudación centralizada, distribución equitativa de lo producido por las economías delictuales y garantía de impunidad vía poder judicial controlado”.
Luego de los dos primeros años en que intentó romper con este esquema, controlar a la policía y modernizar la Justicia, Binner se rindió y designó como ministro de seguridad al director del registro civil, el abogado Alvaro Gaviola, sin la menor experiencia en la materia. “Esa fue una clara señal para la Policía Santafecina acerca de que había piedra libre para cualquier cosa. Y así ocurrió. Comenzó una feudalización de las cajas recaudatorias en las diversas áreas policiales. Obviamente, la que más comenzó a recaudar y a desmadrarse fue la de Drogas.” Este es el origen del descontrol, la multiplicación de la violencia y las muertes relacionadas con el control geográfico de la ciudad. Cuando la justicia y la policía federales comenzaron a desmantelarlo, Bonfatti denunció una injerencia del gobierno central. Hasta que le balearon la casa y entendió que el juego se estaba poniendo demasiado peligroso. “La ciudad estallada en los márgenes se cuela en la ciudad protegida, ciertos homicidios (que la prensa oficial llama ajustes de cuentas), aparecen rondando calles macro céntricas, y entonces el gobierno reacciona. La sangre no debe salpicar a la ciudad turística”, dice el funcionario judicial.
Aniversarios
Ayer se cumplieron tres años de la ocupación del Parque Indoamericano en la conurbanizada zona sur de la Ciudad Autónoma, donde se concentran la mayor cantidad de población por debajo del índice de pobreza, el más alto porcentaje de hogares hacinados, los mayores índices de precariedad en la construcción y de falta de acceso al agua de red y cloacas. Su motivo transparente fue el déficit habitacional, que afecta a cerca de medio millón de personas en la Capital y que permanece sin solución. La causa por la represión policial que causó la muerte de tres personas, no avanza. En cambio sí progresa la de la justicia porteña por usurpación contra los referentes sociales que en el peor momento de la crisis lograron abrir el diálogo con las autoridades políticas. La Nación y la Ciudad anunciaron entonces un plan conjunto de viviendas, pero tres años después ni siquiera definieron en qué terrenos se edificarían. Esta semana se cumplió además un año de la promulgación de la ley bonaerense de hábitat y vivienda, un moderno instrumento de regulación del uso de la tierra, que sin avasallar los intereses de los desarrolladores inmobiliarios, contempla también la problemática angustiante de la vivienda popular. Pero el gobierno provincial primero resistió su sanción, luego demoró su publicación en el Boletín Oficial y aún no la reglamentó, con lo cual es como si no existiera. Ese es el problema central que nadie enfrenta y que torna tan vergonzoso como incomprensible que el gobierno nacional haya suprimido la función social de la propiedad del proyecto de reforma, unificación y modernización de los códigos civil y comercial de la Nación.
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PROBLEMAS DE FONDO TRAS LAS CRISIS POLICIALES Y LOS SAQUEOS
Conurbanos
Los conflictos policiales y los saqueos pusieron a la vista una crisis de fondo, motivada por un modelo productivo que sólo fue atenuado en estos años. La brecha producida por el boom sojero en los conurbanos de Córdoba, Rosario y Buenos Aires, y el bang del delito regulado por una policía brava que sabe cómo negociar con los respectivos gobernadores, cualquiera sea su signo político. Sin reforma policial y acceso al suelo urbano no hay remedio contra el narcotráfico y la inseguridad.
Por Horacio Verbitsky
Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires tienen gobiernos de distinto signo. Las disidencias y rivalidades entre ellos y/o con el gobierno nacional monopolizan todos los análisis políticos. Pero estos movimientos de superficie, donde los actores políticos interactúan con consultores, hombres de negocios, eclesiásticos y periodistas, resultan trastornados por eclosiones como la de esta semana en Córdoba, con sus reverberaciones en Santa Fe y Buenos Aires, que se extendieron como un eco a otras provincias cuyas policías reclaman mejoras salariales, como San Juan, Chubut, La Rioja, Catamarca, Neuquén y Río Negro.
Las policías de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires son parte activa de redes de ilegalidad y mantienen una relación de equilibrio inestable con la conducción política. Pero mientras los gobernadores de Córdoba y Santa Fe debieron dejar caer a sus cúpulas policiales, cuyos jefes están detenidos por complicidad con el narcotráfico, el de Buenos Aires prefirió retener a la suya, pese al lapidario informe de la comisión senatorial investigadora que pidió la destitución de medio centenar de oficiales, incluidos el jefe de entonces y el actual. Cuando la negociación con el poder político no les resulta favorable, las policías pueden acudir a un relajamiento del control social, con las consecuencias que están a la vista. Estos estremecimientos se originan en los conurbanos de las provincias fundamentales del modelo productivo implantado desde mediados de la década de 1990, con la tremenda polarización clasista y el desplazamiento de poblaciones, cuyos efectos sólo fueron atenuados por los avances reparadores de la última década. Esto mide la fragilidad del terreno sobre el que está asentada la democracia que esta semana cumple 30 años; también la magnitud y la diversidad de conflictos siempre prestos a manifestarse en cuanto una merma en el crecimiento macroeconómico y la generación de empleo exacerba ánimos y requerimientos. Más aún si se acercan el verano y las fiestas de fin de año, y se repiten las
inundaciones y los cortes de luz y de agua, consecuencia de los temporales con los que cada vez más habrá que convivir debido al cambio climático y la imprevisión urbana de sus consecuencias. El gobernador de Córdoba desdeñó los indicios previos y se fue del país mientras fermentaba el conflicto y, luego de su precipitado regreso, descargó toda responsabilidad en el gobierno nacional, politiquerizando una situación propia y grave. El de Santa Fe detectó a tiempo la convocatoria a un acuartelamiento por parte del sindicato policial Apropol, denunció a sus jefes por instigación a cometer delitos y recurrió en forma discreta al gobierno nacional. Así, la movilización se produjo pero no hubo abandono del servicio como en Córdoba. El de Buenos Aires coordinó acciones desde el primer momento con la Nación y juntos establecieron un comando ubicado cerca del cruce estratégico entre las avenidas Ri-ccheri y Camino de Cintura, como para señalar el corrimiento del eje y el centro de gravedad. Es fácil perderse en las diferencias, pero más importantes son las similitudes de fondo, entre tres provincias de un mismo país, con un único esquema productivo.
Puntos en común
Con alta probabilidad dentro de dos años se medirán en las urnas el Peornismo Opositor, el acuerdo radical-socialista y el Frente para la Victoria, ninguno de los cuales tiene todavía un candidato que sobresalga en forma excluyente sobre el resto, lo cual hace previsible que esta vez funcione a pleno la ley electoral que creó las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. Pero en las provincias gobernadas tanto por el cordobesismo conservador de José de la Sota, el socialismo liberal de Antonio Bonfatti y Hermes
Binner y el peronismo de bajas calorías de Daniel Scioli, los cultivos transgénicos resistentes a su correspondiente herbicida se extendieron hasta la puerta de las ciudades, desplazando población y otras producciones de la agricultura de subsistencia y provisión para el consumo y encareciendo el valor de la tierra urbana. La concentración y los altos precios internacionales produjeron un enorme excedente que se volcó a la inversión inmobiliaria. Pero a falta de regulación estatal, una parte de las unidades construidas en torres o barrios cerrados permanecen desocupadas, como reserva de valor, mientras una cantidad equivalente o mayor de familias carece de recursos para acceder a la vivienda y se asientan de modo precario en terrenos de baja calidad, anegables y/o con acceso deficiente a los servicios esenciales. La explosión del consumo de un sector y la imposibilidad de equiparación para el resto constituye el caldo de cultivo para el surgimiento de una economía ilegal como forma de acceso a un universo tan dorado como prohibido. La regulación de ese mercado es una de las tareas principales de las policías, que reclutan varones jóvenes de esos sectores para delinquir. El diputado electo Felipe Solá merecería ser recordado en estos días. Como Secretario de Agricultura autorizó en 1996 a producir y comercializar la semilla y los productos y subproductos de la soja de Monsanto tolerante al herbicida glifosato. Como gobernador de Buenos Aires, impulsó en 2005 la ley por la que la represión de los consumidores y el comercio al menudeo de drogas cayó en manos de policías, fiscales y jueces provinciales, en los que se delegó el control social y los negocios.
Delegación o control
El esquema de gobernabilidad que Eduardo Duhalde implantó en Buenos Aires hace dos décadas tuvo más visibilidad que sus correlatos en Santa Fe y Córdoba, que no fueron diferentes. En cada caso, consistió en la delegación de la seguridad en la agencia policial, sin otra conducción política que el señalamiento tácito o explícito de la brecha social como territorio de su acción represiva, con algunos esporádicos intentos de reforma y la posterior restauración del esquema anterior. Lo fundamental no es el signo político del gobernador, porque el problema subyacente es estructural. Los dos presidentes Kirchner son los que mejor se aproximaron al abordaje de cada uno de esos problemas, pero en esta materia nada es suficiente. Las retenciones diferenciales para estimular otros cultivos que resistan el avance de la soja; la reindustrialización y el mejoramiento del empleo formal (que en los últimos años se estancó, en especial entre los jóvenes); la construcción de viviendas y los créditos blandos para ello; la oferta a precios accesibles de terrenos con los servicios básicos, la duplicación del universo alcanzado por el sistema jubilatorio, la transferencia directa de ingresos por medio de la asignación por cada hijo menor de 18 años, el regreso al sistema educativo de grandes contingentes que habían quedado al margen, el mayor control de las fuerzas de seguridad, el cuestionamiento a la lógica fallida de la “guerra a las drogas” son pasos apreciables. Pero no han tenido la extensión, la densidad y la persistencia necesarias para romper con la inercia favorable a los poderosos intereses que prosperan con el estado de cosas vigente, por lo cual la regresión es siempre posible. Las dificultades son enormes y se manifiestan de muy distintas formas. La resistencia a las retenciones casi acaba con el gobierno de CFK en 2008 y los intentos de reducir la gravitación del comercio exterior de soja están limitados por la importancia de los ingresos que permiten sostener los programas sociales, exhibiendo el peligro de impulsar una política de reparación con el mismo motor que dio fuerza al daño. Mientras otros países de la región han reprimarizado sus economías, en la Argentina creció la significación de las Manufacturas de Origen Industrial, pero el déficit de la balanza comercial de esas MOI consume la mayor parte del superávit total. La relación con las fuerzas de seguridad osciló entre la laxitud y el control por parte del poder político, según de qué ministrx dependieran. Esto impidió consolidar una política, si bien la diferencia con las fuerzas provinciales es sideral, aún en el peor momento. Desde la gestión de Aníbal Fernández hasta la de Sergio Berni, el gobierno nacional ha objetado el paradigma estadounidense de la denominada guerra contra las drogas, cuyo fracaso es ostensible. Sin embargo, hasta ahora no ha derogado la ley que penaliza la tenencia para el consumo, a pesar de que la Corte Suprema de Justicia la considera inconstitucional, no ha puesto en cuestión que se haya provincializado la represión del comercio minorista de estupefacientes, ni ha sabido crear una Agencia Nacional, como la que Gran Bretaña acaba de establecer, con cuatro comandos y sus respectivas áreas de responsabilidad: criminalidad organizada, delincuencia económica, fronteras y explotación infantil/protección online.
Las dos Córdobas
Según el periodista cordobés Dante Leguizamón, en el oeste de la ciudad y en la zona cercana al acuartelamiento fue evidente la organización y coordinación de los saqueos por la propia policía. Primero pasaban motos cuyos tripulantes sólo rompían las vidrieras, detrás otras motos que precedían a unas camionetas muy chetas en las que comenzaba a cargarse la mercadería saqueada, y recién después el contagio generalizado. Una vez cerrado el acuerdo con la aceptación de todas las condiciones de los alzados, De la Sota los envió a que hicieran lo que mejor saben y más les gusta. Como en una intensificación de la práctica cotidiana, usaron los peores modales para recuperar parte de los bienes robados en la zona que antes habían liberado. El antropólogo Pablo Semán tampoco cree en la espontaneidad del saqueo, pero prefiere detenerse sobre las condiciones estructurales que lo hacen posible. Especializado en temas de cultura popular, viaja a Córdoba varias veces por año. Es hijo del militante detenido-desaparecido Elías Semán, y vivió allí durante parte de su infancia, lo cual refuerza el interés de su visión. Semán compara con los bantustanes sudafricanos las ciudades dormitorio, o satélite, surgidas de la erradicación de villas que ocupaban terrenos apetecidos por la especulación inmobiliaria y del boom de la soja y la consolidación de la industria automotriz. Sus jóvenes pobladores son víctimas de retenes policiales sistemáticos “por portación de edad, cara, o zapatillas inconsistentes con el prejuicio del observador”, dice Semán. También el ex diputado radical y ex fiscal de Estado Miguel Ortiz Pellegrini dijo que las escenas nocturnas, con disparos que se escuchaban en diversos puntos de la ciudad, le hicieron recordar “a las películas del Apartheid”. La diferencia es que él representó en las negociaciones a los policías sublevados. Cada vez que Semán viaja a Córdoba le asombra “la debilidad relativa de la presencia numérica de aquellos sujetos que el racismo impiadoso de Córdoba podía llamar negrazones”, que fueron segregados en esas ciudades dormitorio. “En tiempos normales en Córdoba hay mucha policía en la calle.” Esa “gendarmería permanente, beligerante y numerosa” constituye un factor vital del orden social imperante, que aisló a los negros en las ciudades dormitorio. “Y es de esperar que si se ausenta, ese orden no funcione en automático.” La contraparte es Nueva Córdoba, “barrio emblemático de los beneficios del boom de la soja, con verdulerías decoradas al modo de Nueva York, vinerías finas, panaderías francesas, fotocopiadoras de lujo, casas de ropa de marca y locales nocturnos para la diversión de miles de estudiantes que vienen desde las prósperas localidades vinculadas a la expansión del agronegocio”. Esa población de estudiantes “no gasta menos de 20.000 pesos mensuales y viaja habitualmente a Estados Unidos, Europa y el Caribe”. Allí, hasta en los “puestos viles”, como dependientes de almacén, repositores o asistentes de limpieza se ve la presencia dominante de hijos de colonos gringos, más pobres, pero blancos. “La policía garantizaba ese orden, que se aceitaba con los recursos que el narcotráfico le derivaba a la policía y que ha perdido transitoriamente su lubricante”, a raíz de las denuncias sobre el narcoescándalo que lesionaron el pacto de delegación y gobernabilidad con el gobierno provincial (esto último no es cosecha de Semán sino propia). Cuando el reaseguro policial desaparece, emerge el carácter masivo del horror. “La Córdoba dividida y desigualada a la fuerza ha mostrado por un segundo la arquitectura y el dolor generalmente enmudecidos de su constitución social”, concluye el calificado observador.
El boom y el bang
Ciudad del boom, ciudad del bang es el título del documental de Martín Céspedes que puede verse en Internet (http://www.youtube.com/watch?v=si952Ed7Vu0). Se refiere a Rosario y su zona de influencia, Villa Gobernador Gálvez, Granadero Baigorria, Pérez y Arroyo Seco, con datos oficiales del Instituto de Estadísticas y Censos de la Gobernación de Santa Fe y del Club de Investigaciones Urbanas. Desde la crisis de 2001 y los presuntos asados de gato, hasta 2007, la extraordinaria renta sojera pobló la costa de edificios de lujo. Los permisos para construir esos edificios denominados multivivienda, con y sin locales, se multiplicaron por 7,6 comparando 2001 con 2007 y por cinco con 2012. Entre 2005 y 2013 la Municipalidad de Rosario autorizó la construcción de 3,6 millones de metros cuadrados, de los cuales el 79 por ciento en la zona céntrica. Esto representa el 14 por ciento de la superficie total del distrito. Esa es la ciudad abarcelonada que se muestra a los turistas, cuyo aflujo se duplicó. Pero según el censo nacional de 2010, casi el 20 por ciento de las viviendas particulares están vacías. Si allí se ve el boom, el bang se escucha al norte y al sur de la ciudad, donde se amontonan como pueden los desalojados por el movimiento de pinzas entre el avance de las tierras rurales y el de los barrios privados. Villa Moreno, en la periferia sur, desemboca “en un casino cinco estrellas con palmeras imitación Miami”, sostiene el documental, que la califica como zona liberada por los transas. “La vida narco proyecta imágenes de felicidad fulgurante para los miles de pibes de esta sociedad inflamada de consumo. También reparte plomo”, afirma otra placa. El dato no es secreto: con 183 homicidios, Rosario es la ciudad record del país. El film concluye con el inquietante vaticinio de un militante social del Bodegón Cultural casa de Pocho Lepratti: “El grado de violencia que crece en los barrios, en algún momento va a volver, lamentablemente de la peor manera”. Durante los 24 años de gobiernos justicialistas, la policía respondió a un esquema clásico que un funcionario judicial describe como “marcada de territorio o cancha, espacios y materias donde se podía delinquir y donde no, recaudación centralizada, distribución equitativa de lo producido por las economías delictuales y garantía de impunidad vía poder judicial controlado”.
Luego de los dos primeros años en que intentó romper con este esquema, controlar a la policía y modernizar la Justicia, Binner se rindió y designó como ministro de seguridad al director del registro civil, el abogado Alvaro Gaviola, sin la menor experiencia en la materia. “Esa fue una clara señal para la Policía Santafecina acerca de que había piedra libre para cualquier cosa. Y así ocurrió. Comenzó una feudalización de las cajas recaudatorias en las diversas áreas policiales. Obviamente, la que más comenzó a recaudar y a desmadrarse fue la de Drogas.” Este es el origen del descontrol, la multiplicación de la violencia y las muertes relacionadas con el control geográfico de la ciudad. Cuando la justicia y la policía federales comenzaron a desmantelarlo, Bonfatti denunció una injerencia del gobierno central. Hasta que le balearon la casa y entendió que el juego se estaba poniendo demasiado peligroso. “La ciudad estallada en los márgenes se cuela en la ciudad protegida, ciertos homicidios (que la prensa oficial llama ajustes de cuentas), aparecen rondando calles macro céntricas, y entonces el gobierno reacciona. La sangre no debe salpicar a la ciudad turística”, dice el funcionario judicial.
Aniversarios
Ayer se cumplieron tres años de la ocupación del Parque Indoamericano en la conurbanizada zona sur de la Ciudad Autónoma, donde se concentran la mayor cantidad de población por debajo del índice de pobreza, el más alto porcentaje de hogares hacinados, los mayores índices de precariedad en la construcción y de falta de acceso al agua de red y cloacas. Su motivo transparente fue el déficit habitacional, que afecta a cerca de medio millón de personas en la Capital y que permanece sin solución. La causa por la represión policial que causó la muerte de tres personas, no avanza. En cambio sí progresa la de la justicia porteña por usurpación contra los referentes sociales que en el peor momento de la crisis lograron abrir el diálogo con las autoridades políticas. La Nación y la Ciudad anunciaron entonces un plan conjunto de viviendas, pero tres años después ni siquiera definieron en qué terrenos se edificarían. Esta semana se cumplió además un año de la promulgación de la ley bonaerense de hábitat y vivienda, un moderno instrumento de regulación del uso de la tierra, que sin avasallar los intereses de los desarrolladores inmobiliarios, contempla también la problemática angustiante de la vivienda popular. Pero el gobierno provincial primero resistió su sanción, luego demoró su publicación en el Boletín Oficial y aún no la reglamentó, con lo cual es como si no existiera. Ese es el problema central que nadie enfrenta y que torna tan vergonzoso como incomprensible que el gobierno nacional haya suprimido la función social de la propiedad del proyecto de reforma, unificación y modernización de los códigos civil y comercial de la Nación.
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9 dic 2013
Brasil controlará un satélite propio para la seguridad de sus comunicaciones
Brasil controlará un satélite propio para la seguridad de sus comunicaciones
INFODEFENSA.COM – Telebrás y Visiona Tecnologia Espacial formalizaron el jueves el contrato para ejecutar el proyecto de Satélite Geoestacionario de Defensa y Comunicaciones Estatégicas (SGDC), cuyo valor es de 1.300 millones de reales brasileños (más de 570 millones de dólares). Si no hay contratiempos, el sistema estará listo a finales de 2016. En este programa, diseñado para asegurar las comunicaciones militares y civiles del país, participan los ministerios de Ciencia y Tecnología, Comunicaciones, y Defensa de Brasil.
El satélite será operado por Telebrás en banda Ka (civil) y por el Ministerio de Defensa en banda X (militar). Visiona –empresa conjunta de Embraer y Telebrás– será la encargada de integrar el sistema SGDC, con el que se ampliará el acceso a banda ancha de las regiones más remotas del país, a través del Programa Nacional de Banda Ancha (PNBL, por sus siglas en portugués), y se afianzará la soberanía brasileña de las comunicaciones en las Fuerzas Armadas.
Tras la firma del acuerdo, Visiona formalizará la contratación de proveedores e iniciará las actividades de desarrollo e integración del sistema. Las empresas seleccionadas son Thales Alenia Space (TAS) para el suministro del satélite, y Ariane Space para realizar el lanzamiento. El contrato con los proveedores también prevé la transferencia de tecnología a las empresas brasileñas. Esta última tarea será coordinada por la Agencia Espacial Brasileña (AEB, por sus siglas en portugués).
“El SGDC no solo satisfará las necesidades del Programa Nacional de Banda Ancha, a Telebrás, y a las comunicaciones estratégicas de las Fuerzas Armadas, sino que también representa una oportunidad para garantizar la soberanía de Brasil en sus telecomunicaciones estratégicas, tanto en el área civil como en el militar”, explica el presidente de Telebrás, Caio Bonilha.
Por su parte, el presiente de Visiona, Nelson Salgado, ha expresado que en su compañía se sienten “honrados de haber sido elegidos para proporcionar un sistema tan importante para el país”.
“Esperamos que este programa represente el inicio de un proceso de capacitación tecnológica de largo plazo, con el establecimiento de una empresa brasileña integradora de sistemas espaciales, un ejemplo de lo que Embraer representa para los segmentos aeronáutico y de defensa”, ha añadido Salgado.
Garantizar la soberanía nacional
El sistema SGDC asegurará las comunicaciones estratégicas del Gobierno y las comunicaciones militares. Será controlado desde Brasil en estaciones ubicadas en áreas militares, bajo la coordinación de Telebrás y el Ministerio de Defensa.
La adquisición de un satélite propio de comunicaciones civiles y militares brasileñas es una decisión estratégica para garantizar la soberanía nacional.
Actualmente los satélites que prestan servicio a Brasil, o están controlados por estaciones que están fuera del país o poseen el control de actitud en manos de empresas de capital extranjero. En cualquiera de los dos casos existe el riesgo de interrupciones en los servicios en una situación de conflicto internacional o debido a otros intereses políticos o económicos.
INFODEFENSA.COM – Telebrás y Visiona Tecnologia Espacial formalizaron el jueves el contrato para ejecutar el proyecto de Satélite Geoestacionario de Defensa y Comunicaciones Estatégicas (SGDC), cuyo valor es de 1.300 millones de reales brasileños (más de 570 millones de dólares). Si no hay contratiempos, el sistema estará listo a finales de 2016. En este programa, diseñado para asegurar las comunicaciones militares y civiles del país, participan los ministerios de Ciencia y Tecnología, Comunicaciones, y Defensa de Brasil.
El satélite será operado por Telebrás en banda Ka (civil) y por el Ministerio de Defensa en banda X (militar). Visiona –empresa conjunta de Embraer y Telebrás– será la encargada de integrar el sistema SGDC, con el que se ampliará el acceso a banda ancha de las regiones más remotas del país, a través del Programa Nacional de Banda Ancha (PNBL, por sus siglas en portugués), y se afianzará la soberanía brasileña de las comunicaciones en las Fuerzas Armadas.
Tras la firma del acuerdo, Visiona formalizará la contratación de proveedores e iniciará las actividades de desarrollo e integración del sistema. Las empresas seleccionadas son Thales Alenia Space (TAS) para el suministro del satélite, y Ariane Space para realizar el lanzamiento. El contrato con los proveedores también prevé la transferencia de tecnología a las empresas brasileñas. Esta última tarea será coordinada por la Agencia Espacial Brasileña (AEB, por sus siglas en portugués).
“El SGDC no solo satisfará las necesidades del Programa Nacional de Banda Ancha, a Telebrás, y a las comunicaciones estratégicas de las Fuerzas Armadas, sino que también representa una oportunidad para garantizar la soberanía de Brasil en sus telecomunicaciones estratégicas, tanto en el área civil como en el militar”, explica el presidente de Telebrás, Caio Bonilha.
Por su parte, el presiente de Visiona, Nelson Salgado, ha expresado que en su compañía se sienten “honrados de haber sido elegidos para proporcionar un sistema tan importante para el país”.
“Esperamos que este programa represente el inicio de un proceso de capacitación tecnológica de largo plazo, con el establecimiento de una empresa brasileña integradora de sistemas espaciales, un ejemplo de lo que Embraer representa para los segmentos aeronáutico y de defensa”, ha añadido Salgado.
Garantizar la soberanía nacional
El sistema SGDC asegurará las comunicaciones estratégicas del Gobierno y las comunicaciones militares. Será controlado desde Brasil en estaciones ubicadas en áreas militares, bajo la coordinación de Telebrás y el Ministerio de Defensa.
La adquisición de un satélite propio de comunicaciones civiles y militares brasileñas es una decisión estratégica para garantizar la soberanía nacional.
Actualmente los satélites que prestan servicio a Brasil, o están controlados por estaciones que están fuera del país o poseen el control de actitud en manos de empresas de capital extranjero. En cualquiera de los dos casos existe el riesgo de interrupciones en los servicios en una situación de conflicto internacional o debido a otros intereses políticos o económicos.
El bloque BRICS, un "tsunami económico" que se agiganta en el horizonte de EE.UU.
AFP / Alexander Joe
EE.UU. no se da cuenta del poder de las cinco naciones del BRICS que se convertirán en la próxima superpotencia económica del mundo desbancando a EE.UU., opinan los expertos.
"Según todas las evidencias disponibles, parece que este gigante económico va directo en esa dirección a medida que gana cada vez más fuerza", escribe el activista independiente Michael Payne en un artículo de Opednews.
El activista, cuyos artículos abarcan una amplia gama de temas, desde economía hasta política exterior, cita los siguientes indicadores económicos: la población total del BRICS asciende a casi 3.000 millones de personas (el 43% de la población del mundo) y presentó un PIB combinado de unos 15 billones de dólares en 2012 casi idéntico al PIB de EE.UU. de 15,68 billones de dólares en 2012, según The World Factbook de la CIA.
"La mala noticia para Estados Unidos es que el PIB combinado de esos países seguirá creciendo de manera constante en el futuro, mientras que el de EE.UU. se prevé que crezca lentamente en el mejor de los casos", destaca Payne.
"Al igual que EE.UU. [...], el BRICS es también un grupo de estados 'unidos' que combina varios elementos de poder en una sola entidad", agrega.
Según el activista, el problema principal de EE.UU. es que la primera economía mundial importa mucho más de lo que exporta, consume mucho más de lo que produce y gasta mucho más de lo que gana.
El BRICS controla las funciones económicas del mundo
"Si eso no es una receta para un eventual colapso financiero, entonces no sé qué es. El BRICS es un gigante económico emergente y si continúa su curso actual llegará a poder controlar las funciones económicas del mundo", explica Michael Payne.
"Estas naciones del BRICS, en su intento por convertirse en el número uno, saben que para hacerlo deben tener una moneda propia fuerte para competir y, eventualmente, reemplazar el dólar estadounidense como moneda de reserva principal en el mundo. Por lo tanto, están utilizando sus propias monedas cada vez más en los acuerdos comerciales entre ellos y otras naciones", indica Payne.
"El BRICS, junto con Irán y Venezuela, también se encuentra en el proceso de establecer un nuevo banco central global que pondrá en marcha una nueva moneda, llamada bricso para oponerse al dólar. Este es un acontecimiento ominoso y una amenaza directa para el futuro del dólar", subraya.
El analista destaca que ignorar o rechazar este nuevo consorcio de los que no están en la misma liga que EE.UU. sería "un error monumental".
"El BRICS es un elefante económico en una habitación con potencial para relegar a EE.UU. a la segunda posición. Esas naciones observan cómo Estados Unidos sigue soportando un gobierno inepto, sin visión de futuro, un gobierno advertido muchas veces para que reduzca drásticamente los gastos militares, achique la escala del imperio militar masivo, restringa la impresión ininterrumpida de dinero fiduciario, detenga la hemorragia del sector manufacturero de EE.UU., y comience el proceso para poner fin a la dependencia estadounidense del dólares prestados de China, Japón y otras naciones", dice Payne.
"Pero estos burócratas tontos de Washington se niegan a escuchar y no pueden ver el choque financiero de trenes hacia el que se dirigen", agregó.
"Es hora de prestar atención a los numerosos avisos, el BRICS es un tsunami económico masivo que se avecina en el horizonte de EE.UU. y como gane poder y fuerza, no habrá nada que lo detenga", resume Payne
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/economia/view/113227-brics-tsunami-economico-eeuu
EE.UU. no se da cuenta del poder de las cinco naciones del BRICS que se convertirán en la próxima superpotencia económica del mundo desbancando a EE.UU., opinan los expertos.
"Según todas las evidencias disponibles, parece que este gigante económico va directo en esa dirección a medida que gana cada vez más fuerza", escribe el activista independiente Michael Payne en un artículo de Opednews.
El activista, cuyos artículos abarcan una amplia gama de temas, desde economía hasta política exterior, cita los siguientes indicadores económicos: la población total del BRICS asciende a casi 3.000 millones de personas (el 43% de la población del mundo) y presentó un PIB combinado de unos 15 billones de dólares en 2012 casi idéntico al PIB de EE.UU. de 15,68 billones de dólares en 2012, según The World Factbook de la CIA.
"La mala noticia para Estados Unidos es que el PIB combinado de esos países seguirá creciendo de manera constante en el futuro, mientras que el de EE.UU. se prevé que crezca lentamente en el mejor de los casos", destaca Payne.
"Al igual que EE.UU. [...], el BRICS es también un grupo de estados 'unidos' que combina varios elementos de poder en una sola entidad", agrega.
Según el activista, el problema principal de EE.UU. es que la primera economía mundial importa mucho más de lo que exporta, consume mucho más de lo que produce y gasta mucho más de lo que gana.
El BRICS controla las funciones económicas del mundo
"Si eso no es una receta para un eventual colapso financiero, entonces no sé qué es. El BRICS es un gigante económico emergente y si continúa su curso actual llegará a poder controlar las funciones económicas del mundo", explica Michael Payne.
"Estas naciones del BRICS, en su intento por convertirse en el número uno, saben que para hacerlo deben tener una moneda propia fuerte para competir y, eventualmente, reemplazar el dólar estadounidense como moneda de reserva principal en el mundo. Por lo tanto, están utilizando sus propias monedas cada vez más en los acuerdos comerciales entre ellos y otras naciones", indica Payne.
"El BRICS, junto con Irán y Venezuela, también se encuentra en el proceso de establecer un nuevo banco central global que pondrá en marcha una nueva moneda, llamada bricso para oponerse al dólar. Este es un acontecimiento ominoso y una amenaza directa para el futuro del dólar", subraya.
El analista destaca que ignorar o rechazar este nuevo consorcio de los que no están en la misma liga que EE.UU. sería "un error monumental".
"El BRICS es un elefante económico en una habitación con potencial para relegar a EE.UU. a la segunda posición. Esas naciones observan cómo Estados Unidos sigue soportando un gobierno inepto, sin visión de futuro, un gobierno advertido muchas veces para que reduzca drásticamente los gastos militares, achique la escala del imperio militar masivo, restringa la impresión ininterrumpida de dinero fiduciario, detenga la hemorragia del sector manufacturero de EE.UU., y comience el proceso para poner fin a la dependencia estadounidense del dólares prestados de China, Japón y otras naciones", dice Payne.
"Pero estos burócratas tontos de Washington se niegan a escuchar y no pueden ver el choque financiero de trenes hacia el que se dirigen", agregó.
"Es hora de prestar atención a los numerosos avisos, el BRICS es un tsunami económico masivo que se avecina en el horizonte de EE.UU. y como gane poder y fuerza, no habrá nada que lo detenga", resume Payne
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/economia/view/113227-brics-tsunami-economico-eeuu
8 dic 2013
Invasión cibernáutica: ¿podrá la ONU defendernos?
ESPIONAJE
Invasión cibernáutica: ¿podrá la ONU defenderos?
02.12.2013
SANTIAGO (Uypress/Other News -Por Lidia Baltra*)- La inquietud y desconfianza hacia la administración de la Red de Redes o Internet por ICANN, una empresa privada norteamericana situada geográficamente en ese país, había surgido hace años y a nivel mundial se buscaba una forma más equitativa.
Pero este recelo quedó corto tras la revelación del masivo espionaje mundial con que el gobierno de Estados Unidos ha afrentado a tantos países y personajes so pretexto de prevenir actos terroristas.
Aparte de indignar a todos, la preocupación por el poder que Estados Unidos ejerce sobre las telecomunicaciones mundiales se ha multiplicado e intensificado.
Ya no es sólo que la Internet se maneje desde un sitio geográfico dentro de Estados Unidos y por una empresa sometida a sus leyes, sino que hoy sabemos que el gobierno de este país consiguió que los principales servidores de Internet, como Microsoft, Google, Apple, Facebook, Skype, Yahoo, Facebook, AOL, YouTube y PalTalk (una empresa más pequeña, pero que fue un medio de comunicación muy importante durante la primavera árabe y la guerra civil en Siria) hayan cedido a su ¿petición...? ¿orden tal vez...? de intervenir las cuentas de sus clientes privados.
COMBATIR EL TERRORISMO
Bajo la administración e George Bush se produjo el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York donde murieron cerca de 3.000 personas, y este gobierno culpó al árabe saudí Osama Bin Laden y su red yihadista Al Qaeda de tal crimen de lesa humanidad y ultraje a su soberanía.
Posteriormente, otras voces, generalmente silenciadas, surgieron para cuestionar esta afirmación (entre ellos, el libro "La gran impostura", del francés Thierry Meyssan, y los documentales "Zeitgeist" de Peter Joseph y "Fahrenheit 9/11" del norteamericano Michael Moore), proponiendo, en cambio, que se trató de un complot montado por Bush y cómplices sauditas a fin de desatar una política antiterrorista que le permitiera apoderarse de países de interés estratégico con el beneplácito de sus aliados mundiales. Ello le habría permitido invadir Irak, continuar su dominio sobre Afganistán y últimamente, controlar los países árabes que se levantaron en la "primavera árabe".
Si las transnacionales dominan el mundo con su mensaje neoliberal apoderándose de los medios masivos de comunicación (cadenas de televisión y sus empresas integradas), los países hegemónicos lo hacen a través del espionaje cibernáutico sobre las conversaciones privadas que los líderes mundiales mantienen, lo que les permiten planear estrategias con mayores ventajas que sus enemigos o que sus aliados.
Esto fue el gran escándalo que primero provocó el soldado estadounidense Manning al entregar documentos clasificados en grandes cantidades a Wikileaks, el sitio anti-secretos de Estado creado por el sueco Julián Assange. Seguidamente, el escándalo mayor lo provocó el ex agente de la CIA Edgar Snowden al denunciar los espionajes masivos que vía ciberespacio ha ejercido el gobierno de Barack Obama a países y personajes. Todos siguen perseguidos por sus respectivos gobiernos por sus aportes a la transparencia internacional.
MÁS SEGURIDAD, MENOS LIBERTAD
Teniendo Estados Unidos en su territorio la mayor parte de la infraestructura para el manejo de Internet a través de la empresa ICANN y contando con su gran desarrollo tecnológico, las leyes que protegían la libertad y la privacidad de las personas eran un gran escollo para este plan de espionaje. Por eso el gobierno norteamericano - bajo Bush y refrendado por Obama - realizó cambios importantes en las leyes de Inteligencia y Vigilancia de Extranjeros (FISA) y creó un programa secreto llamado PRISM que le permite intervenir directamente cuentas personales y así acceder a correos electrónicos, archivos compartidos, chats de voz y por escrito, videos, fotos, mensajes y blogs de ciudadanos estadunidenses y de otros países.
Ya no necesita de autorización de los servidores o proveedores de la web ni de autorizaciones judiciales, que hasta ahora daban privacidad a los usuarios de la Gran Red, es decir, a todos nosotros, pero entorpecían su acción en pro de la "seguridad nacional".
"No cabe duda que Internet ha dado poder a gente que no lo tenía al posibilitar el acceso de todo tipo de información a escala global. Pero al mismo tiempo hay un contrapeso de esto, un poder que lo utiliza para acumular información sobre todos nosotros y usarla en beneficio de los gobiernos y las grandes corporaciones. Hoy no se sabe cuál de estas dos fuerzas se va a imponer", expresó Julian Assange, desde su asilo en la Embajada de Ecuador en Londres, al diario La Jornada de México a comienzos de este año.
ONU Y DERECHO A LA PRIVACIDAD DIGITAL
Con el avance de estos espionajes ciberelectrónicos, el tema de quién debe manejar la Red de Redes y el debate mundial sobre la gobernanza de Internet (que comenzó en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información y la Comunicación en Ginebra y Túnez entre 2003 y 2005) parece juego de niños. Pero una reciente resolución de Naciones Unidas sobre el derecho a la privacidad en la era digital ha revitalizado el tema.
En el Foro para la Gobernanza de Internet FGI (grupo de discusión internacional surgido de aquella cumbre), se sugería que para una mayor equidad se entregara su administración a la ONU. Durante su reciente visita a nuestro país pregunté sobre esta moción a Frank La Rue, Relator Especial sobre Libertad de Expresión de este organismo, y opinó que no era la más conveniente puesto que la organización mundial está representada sólo por naciones, en circunstancias que quienes hacen uso de Internet son muchos otros actores.
Aclaró que el derecho a la privacidad de las personas o países es totalmente distinto al de libertad de expresión ya que los Estados sí pueden hacer "monitoreos" contra el crimen organizado, la pornografía o el terrorismo, aunque sujetos a procedimientos judiciales y/o parlamentarios que los regulen...
Como Estados Unidos olímpicamente ya se deshizo de todas estas "trabas", no quedaba más que considerar la solución propuesta por Brasil. Además de implantar una política pública dentro de su país, impulsó realizar un debate ético a nivel internacional - como el iniciado por el FGI - acerca de cómo administrar la Red de Redes en forma justa y equitativa.
Y parece que Naciones Unidas la consideró: el 26 de noviembre pasado la Asamblea General aprobó una resolución sobre el derecho a la privacidad en el mundo digital, promovido por Brasil y Alemania, los dos países que sufrieron el espionaje norteamericano incluso en la persona de sus jefas de gobierno. El representante alemán señaló en esa reunión que la "vigilancia ilícita e arbitraria y las intercepción de las comunicaciones violan la privacidad y podrían violar también la libertad de expresión."
Lamentablemente, las resoluciones de Naciones Unidas no siempre son aplicadas por los 193 países miembros, en especial por Estados Unidos que a menudo las desconoce. Conformémonos por el momento en considerarla como la primera norma ética de convivencia universal en la era digital. Y esperemos que respetada y desemboque pronto en nuevas normas más exigibles. 30 nov 13
*Periodista titulada en la Universidad de Chile con postgrado en Periodismo Internacional en la Universidad de Columbia. Dirigenta del Colegio de Periodistas (1981-1994), presidió el Tribunal de Ética y Disciplina del Colegio de Periodistas (1997-2004
Invasión cibernáutica: ¿podrá la ONU defenderos?
02.12.2013
SANTIAGO (Uypress/Other News -Por Lidia Baltra*)- La inquietud y desconfianza hacia la administración de la Red de Redes o Internet por ICANN, una empresa privada norteamericana situada geográficamente en ese país, había surgido hace años y a nivel mundial se buscaba una forma más equitativa.
Pero este recelo quedó corto tras la revelación del masivo espionaje mundial con que el gobierno de Estados Unidos ha afrentado a tantos países y personajes so pretexto de prevenir actos terroristas.
Aparte de indignar a todos, la preocupación por el poder que Estados Unidos ejerce sobre las telecomunicaciones mundiales se ha multiplicado e intensificado.
Ya no es sólo que la Internet se maneje desde un sitio geográfico dentro de Estados Unidos y por una empresa sometida a sus leyes, sino que hoy sabemos que el gobierno de este país consiguió que los principales servidores de Internet, como Microsoft, Google, Apple, Facebook, Skype, Yahoo, Facebook, AOL, YouTube y PalTalk (una empresa más pequeña, pero que fue un medio de comunicación muy importante durante la primavera árabe y la guerra civil en Siria) hayan cedido a su ¿petición...? ¿orden tal vez...? de intervenir las cuentas de sus clientes privados.
COMBATIR EL TERRORISMO
Bajo la administración e George Bush se produjo el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York donde murieron cerca de 3.000 personas, y este gobierno culpó al árabe saudí Osama Bin Laden y su red yihadista Al Qaeda de tal crimen de lesa humanidad y ultraje a su soberanía.
Posteriormente, otras voces, generalmente silenciadas, surgieron para cuestionar esta afirmación (entre ellos, el libro "La gran impostura", del francés Thierry Meyssan, y los documentales "Zeitgeist" de Peter Joseph y "Fahrenheit 9/11" del norteamericano Michael Moore), proponiendo, en cambio, que se trató de un complot montado por Bush y cómplices sauditas a fin de desatar una política antiterrorista que le permitiera apoderarse de países de interés estratégico con el beneplácito de sus aliados mundiales. Ello le habría permitido invadir Irak, continuar su dominio sobre Afganistán y últimamente, controlar los países árabes que se levantaron en la "primavera árabe".
Si las transnacionales dominan el mundo con su mensaje neoliberal apoderándose de los medios masivos de comunicación (cadenas de televisión y sus empresas integradas), los países hegemónicos lo hacen a través del espionaje cibernáutico sobre las conversaciones privadas que los líderes mundiales mantienen, lo que les permiten planear estrategias con mayores ventajas que sus enemigos o que sus aliados.
Esto fue el gran escándalo que primero provocó el soldado estadounidense Manning al entregar documentos clasificados en grandes cantidades a Wikileaks, el sitio anti-secretos de Estado creado por el sueco Julián Assange. Seguidamente, el escándalo mayor lo provocó el ex agente de la CIA Edgar Snowden al denunciar los espionajes masivos que vía ciberespacio ha ejercido el gobierno de Barack Obama a países y personajes. Todos siguen perseguidos por sus respectivos gobiernos por sus aportes a la transparencia internacional.
MÁS SEGURIDAD, MENOS LIBERTAD
Teniendo Estados Unidos en su territorio la mayor parte de la infraestructura para el manejo de Internet a través de la empresa ICANN y contando con su gran desarrollo tecnológico, las leyes que protegían la libertad y la privacidad de las personas eran un gran escollo para este plan de espionaje. Por eso el gobierno norteamericano - bajo Bush y refrendado por Obama - realizó cambios importantes en las leyes de Inteligencia y Vigilancia de Extranjeros (FISA) y creó un programa secreto llamado PRISM que le permite intervenir directamente cuentas personales y así acceder a correos electrónicos, archivos compartidos, chats de voz y por escrito, videos, fotos, mensajes y blogs de ciudadanos estadunidenses y de otros países.
Ya no necesita de autorización de los servidores o proveedores de la web ni de autorizaciones judiciales, que hasta ahora daban privacidad a los usuarios de la Gran Red, es decir, a todos nosotros, pero entorpecían su acción en pro de la "seguridad nacional".
"No cabe duda que Internet ha dado poder a gente que no lo tenía al posibilitar el acceso de todo tipo de información a escala global. Pero al mismo tiempo hay un contrapeso de esto, un poder que lo utiliza para acumular información sobre todos nosotros y usarla en beneficio de los gobiernos y las grandes corporaciones. Hoy no se sabe cuál de estas dos fuerzas se va a imponer", expresó Julian Assange, desde su asilo en la Embajada de Ecuador en Londres, al diario La Jornada de México a comienzos de este año.
ONU Y DERECHO A LA PRIVACIDAD DIGITAL
Con el avance de estos espionajes ciberelectrónicos, el tema de quién debe manejar la Red de Redes y el debate mundial sobre la gobernanza de Internet (que comenzó en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información y la Comunicación en Ginebra y Túnez entre 2003 y 2005) parece juego de niños. Pero una reciente resolución de Naciones Unidas sobre el derecho a la privacidad en la era digital ha revitalizado el tema.
En el Foro para la Gobernanza de Internet FGI (grupo de discusión internacional surgido de aquella cumbre), se sugería que para una mayor equidad se entregara su administración a la ONU. Durante su reciente visita a nuestro país pregunté sobre esta moción a Frank La Rue, Relator Especial sobre Libertad de Expresión de este organismo, y opinó que no era la más conveniente puesto que la organización mundial está representada sólo por naciones, en circunstancias que quienes hacen uso de Internet son muchos otros actores.
Aclaró que el derecho a la privacidad de las personas o países es totalmente distinto al de libertad de expresión ya que los Estados sí pueden hacer "monitoreos" contra el crimen organizado, la pornografía o el terrorismo, aunque sujetos a procedimientos judiciales y/o parlamentarios que los regulen...
Como Estados Unidos olímpicamente ya se deshizo de todas estas "trabas", no quedaba más que considerar la solución propuesta por Brasil. Además de implantar una política pública dentro de su país, impulsó realizar un debate ético a nivel internacional - como el iniciado por el FGI - acerca de cómo administrar la Red de Redes en forma justa y equitativa.
Y parece que Naciones Unidas la consideró: el 26 de noviembre pasado la Asamblea General aprobó una resolución sobre el derecho a la privacidad en el mundo digital, promovido por Brasil y Alemania, los dos países que sufrieron el espionaje norteamericano incluso en la persona de sus jefas de gobierno. El representante alemán señaló en esa reunión que la "vigilancia ilícita e arbitraria y las intercepción de las comunicaciones violan la privacidad y podrían violar también la libertad de expresión."
Lamentablemente, las resoluciones de Naciones Unidas no siempre son aplicadas por los 193 países miembros, en especial por Estados Unidos que a menudo las desconoce. Conformémonos por el momento en considerarla como la primera norma ética de convivencia universal en la era digital. Y esperemos que respetada y desemboque pronto en nuevas normas más exigibles. 30 nov 13
*Periodista titulada en la Universidad de Chile con postgrado en Periodismo Internacional en la Universidad de Columbia. Dirigenta del Colegio de Periodistas (1981-1994), presidió el Tribunal de Ética y Disciplina del Colegio de Periodistas (1997-2004
Detrás del asesinato del líder de Hezbolá está el Mossad
‘Foreign Policy’: Detrás del asesinato del líder de Hezbolá está el Mossad
Publicado el 12/05/13
Hasan al Laqis, el líder de Hezbolá que perdió la vida el pasado 3 de diciembre en la capital libanesa, es solo uno de los muchos blancos que componen la secreta ‘Lista de Asesinatos’ del Mossad, según el periodista y escritor Ronen Bergman.
Los servicios de inteligencia de Israel, Mossad y Aman, están en plena ofensiva contra los líderes de lo que denomina ‘Frente Radical’ —Hezbolá, Yihad Islámica Palestina y Hamás— y las estructuras que las apoyan en Irán y Siria. Según sostiene Bergman en su artículo en la revista estadounidense ‘Foreign Policy‘, el objetivo de Tel Aviv es acabar con estas personas una a una.
“Estamos hablando sobre un número de organizaciones y personas involucradas en actividades nucleares o terroristas. No solo operan en el territorio de sus países, sino que han creado una red internacional, la más peligrosa y la más eficiente que he visto jamás. Su objetivo es construir una bomba nuclear y varios complejos de misiles —tanto de corto como de largo alcance— y efectuar ataques terroristas suicidas al nivel más alto posible”, comenta un oficial anónimo de la inteligencia israelí citado por Bergman.
Ya en 2004 el Mossad empezó a identificar a las figuras claves de esta coalición antiisraelí que tuvieran avanzadas capacidades operacionales, tecnológicas y organizativas. La lista estaba encabezada por dos personas: Imad Mugniya, el entonces comandante supremo militar de Hezbolá, y el general Mohamed Suleiman, un consejero especial del presidente Bashar al Assad. “Suleiman estaba encargado de los negocios oscuros de Al Assad, incluidas las comunicaciones con Hezbolá e Irán, y todo tipo de proyectos delicados. Era una figura en la que Al Assad se apoyaba”, comenta el exdirector del Mossad Meir Dagan.
La lista incluía también al general Hasan Tehrani Moghadam, el jefe del programa de misiles balísticos de Irán, y a Mahmud al Mabhu, uno de los fundadores del brazo armado de Hamás encargado de los vínculos estratégicos entre Hamás e Irán. Hasan al Laqis (también conocido como Hasan Lakis y Haj Hasan Hilu Laqis), el máximo responsable de Hezbolá del desarrollo de armamento y tecnologías avanzadas, también estaba en la lista.
Gracias a los esfuerzos de Al Laqis en el campo tecnológico, Hezbolá obtuvo “una potencia de fuego que no tienen el 90% de los países del mundo”, insiste Dagan. A mediados de los años 90 hubo voces dentro de Aman que consideraron a Al Laqis un blanco potencial, pero en aquel entonces Hezbolá no era una amenaza estratégica para Tel Aviv. A mediados de la primera década del siglo XXI, cuando la situación cambió y Hezbolá entró a formar parte del Parlamento libanés y obtuvo influencia a nivel mundial, el líder tecnológico del movimiento ya tomaba precauciones excepcionales de seguridad.
Fue en julio de 2006 cuando la inteligencia israelí llevó a cabo la primera operación destinada a acabar con Al Laqis, insiste Bergman. En aquel entonces un caza F-16 lanzó un misil contra su apartamento en Beirut, la capital del Líbano. Pero sobrevivió gracias a que en el momento del ataque no se encontraba en su domicilio. Sin embargo, su hijo murió en el ataque.
A finales de la década Israel intensificó sus esfuerzos hacia todos los miembros de la lista, asegura el periodista. Imad Mugniya murió por la explosión de un coche bomba en Damasco en febrero de 2008. Medio año después Mohamed Suleiman perdió la vida en una playa siria a manos de un francotirador. En enero de 2010 descubrieron el cuerpo de Mahmud al Mabhu en un hotel de Dubái: había sido envenenado, electrocutado y estrangulado. Hasan Tehrani Moghadam perdió la vida junto con otras 16 personas en la explosión de un almacén de armas en los alrededores de Teherán en noviembre de 2011. El 3 de diciembre de 2013 por la noche dos hombres enmascarados mataron a Al Laqis en el garaje de su propia casa en Beirut. Cabe destacar que Tel Aviv niega su implicación en todas estas muertes.
Publicado el 12/05/13
Hasan al Laqis, el líder de Hezbolá que perdió la vida el pasado 3 de diciembre en la capital libanesa, es solo uno de los muchos blancos que componen la secreta ‘Lista de Asesinatos’ del Mossad, según el periodista y escritor Ronen Bergman.
Los servicios de inteligencia de Israel, Mossad y Aman, están en plena ofensiva contra los líderes de lo que denomina ‘Frente Radical’ —Hezbolá, Yihad Islámica Palestina y Hamás— y las estructuras que las apoyan en Irán y Siria. Según sostiene Bergman en su artículo en la revista estadounidense ‘Foreign Policy‘, el objetivo de Tel Aviv es acabar con estas personas una a una.
“Estamos hablando sobre un número de organizaciones y personas involucradas en actividades nucleares o terroristas. No solo operan en el territorio de sus países, sino que han creado una red internacional, la más peligrosa y la más eficiente que he visto jamás. Su objetivo es construir una bomba nuclear y varios complejos de misiles —tanto de corto como de largo alcance— y efectuar ataques terroristas suicidas al nivel más alto posible”, comenta un oficial anónimo de la inteligencia israelí citado por Bergman.
Ya en 2004 el Mossad empezó a identificar a las figuras claves de esta coalición antiisraelí que tuvieran avanzadas capacidades operacionales, tecnológicas y organizativas. La lista estaba encabezada por dos personas: Imad Mugniya, el entonces comandante supremo militar de Hezbolá, y el general Mohamed Suleiman, un consejero especial del presidente Bashar al Assad. “Suleiman estaba encargado de los negocios oscuros de Al Assad, incluidas las comunicaciones con Hezbolá e Irán, y todo tipo de proyectos delicados. Era una figura en la que Al Assad se apoyaba”, comenta el exdirector del Mossad Meir Dagan.
La lista incluía también al general Hasan Tehrani Moghadam, el jefe del programa de misiles balísticos de Irán, y a Mahmud al Mabhu, uno de los fundadores del brazo armado de Hamás encargado de los vínculos estratégicos entre Hamás e Irán. Hasan al Laqis (también conocido como Hasan Lakis y Haj Hasan Hilu Laqis), el máximo responsable de Hezbolá del desarrollo de armamento y tecnologías avanzadas, también estaba en la lista.
Gracias a los esfuerzos de Al Laqis en el campo tecnológico, Hezbolá obtuvo “una potencia de fuego que no tienen el 90% de los países del mundo”, insiste Dagan. A mediados de los años 90 hubo voces dentro de Aman que consideraron a Al Laqis un blanco potencial, pero en aquel entonces Hezbolá no era una amenaza estratégica para Tel Aviv. A mediados de la primera década del siglo XXI, cuando la situación cambió y Hezbolá entró a formar parte del Parlamento libanés y obtuvo influencia a nivel mundial, el líder tecnológico del movimiento ya tomaba precauciones excepcionales de seguridad.
Fue en julio de 2006 cuando la inteligencia israelí llevó a cabo la primera operación destinada a acabar con Al Laqis, insiste Bergman. En aquel entonces un caza F-16 lanzó un misil contra su apartamento en Beirut, la capital del Líbano. Pero sobrevivió gracias a que en el momento del ataque no se encontraba en su domicilio. Sin embargo, su hijo murió en el ataque.
A finales de la década Israel intensificó sus esfuerzos hacia todos los miembros de la lista, asegura el periodista. Imad Mugniya murió por la explosión de un coche bomba en Damasco en febrero de 2008. Medio año después Mohamed Suleiman perdió la vida en una playa siria a manos de un francotirador. En enero de 2010 descubrieron el cuerpo de Mahmud al Mabhu en un hotel de Dubái: había sido envenenado, electrocutado y estrangulado. Hasan Tehrani Moghadam perdió la vida junto con otras 16 personas en la explosión de un almacén de armas en los alrededores de Teherán en noviembre de 2011. El 3 de diciembre de 2013 por la noche dos hombres enmascarados mataron a Al Laqis en el garaje de su propia casa en Beirut. Cabe destacar que Tel Aviv niega su implicación en todas estas muertes.
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