‘Foreign Policy’: Detrás del asesinato del líder de Hezbolá está el Mossad
Publicado el 12/05/13
Hasan al Laqis, el líder de Hezbolá que perdió la vida el pasado 3 de diciembre en la capital libanesa, es solo uno de los muchos blancos que componen la secreta ‘Lista de Asesinatos’ del Mossad, según el periodista y escritor Ronen Bergman.
Los servicios de inteligencia de Israel, Mossad y Aman, están en plena ofensiva contra los líderes de lo que denomina ‘Frente Radical’ —Hezbolá, Yihad Islámica Palestina y Hamás— y las estructuras que las apoyan en Irán y Siria. Según sostiene Bergman en su artículo en la revista estadounidense ‘Foreign Policy‘, el objetivo de Tel Aviv es acabar con estas personas una a una.
“Estamos hablando sobre un número de organizaciones y personas involucradas en actividades nucleares o terroristas. No solo operan en el territorio de sus países, sino que han creado una red internacional, la más peligrosa y la más eficiente que he visto jamás. Su objetivo es construir una bomba nuclear y varios complejos de misiles —tanto de corto como de largo alcance— y efectuar ataques terroristas suicidas al nivel más alto posible”, comenta un oficial anónimo de la inteligencia israelí citado por Bergman.
Ya en 2004 el Mossad empezó a identificar a las figuras claves de esta coalición antiisraelí que tuvieran avanzadas capacidades operacionales, tecnológicas y organizativas. La lista estaba encabezada por dos personas: Imad Mugniya, el entonces comandante supremo militar de Hezbolá, y el general Mohamed Suleiman, un consejero especial del presidente Bashar al Assad. “Suleiman estaba encargado de los negocios oscuros de Al Assad, incluidas las comunicaciones con Hezbolá e Irán, y todo tipo de proyectos delicados. Era una figura en la que Al Assad se apoyaba”, comenta el exdirector del Mossad Meir Dagan.
La lista incluía también al general Hasan Tehrani Moghadam, el jefe del programa de misiles balísticos de Irán, y a Mahmud al Mabhu, uno de los fundadores del brazo armado de Hamás encargado de los vínculos estratégicos entre Hamás e Irán. Hasan al Laqis (también conocido como Hasan Lakis y Haj Hasan Hilu Laqis), el máximo responsable de Hezbolá del desarrollo de armamento y tecnologías avanzadas, también estaba en la lista.
Gracias a los esfuerzos de Al Laqis en el campo tecnológico, Hezbolá obtuvo “una potencia de fuego que no tienen el 90% de los países del mundo”, insiste Dagan. A mediados de los años 90 hubo voces dentro de Aman que consideraron a Al Laqis un blanco potencial, pero en aquel entonces Hezbolá no era una amenaza estratégica para Tel Aviv. A mediados de la primera década del siglo XXI, cuando la situación cambió y Hezbolá entró a formar parte del Parlamento libanés y obtuvo influencia a nivel mundial, el líder tecnológico del movimiento ya tomaba precauciones excepcionales de seguridad.
Fue en julio de 2006 cuando la inteligencia israelí llevó a cabo la primera operación destinada a acabar con Al Laqis, insiste Bergman. En aquel entonces un caza F-16 lanzó un misil contra su apartamento en Beirut, la capital del Líbano. Pero sobrevivió gracias a que en el momento del ataque no se encontraba en su domicilio. Sin embargo, su hijo murió en el ataque.
A finales de la década Israel intensificó sus esfuerzos hacia todos los miembros de la lista, asegura el periodista. Imad Mugniya murió por la explosión de un coche bomba en Damasco en febrero de 2008. Medio año después Mohamed Suleiman perdió la vida en una playa siria a manos de un francotirador. En enero de 2010 descubrieron el cuerpo de Mahmud al Mabhu en un hotel de Dubái: había sido envenenado, electrocutado y estrangulado. Hasan Tehrani Moghadam perdió la vida junto con otras 16 personas en la explosión de un almacén de armas en los alrededores de Teherán en noviembre de 2011. El 3 de diciembre de 2013 por la noche dos hombres enmascarados mataron a Al Laqis en el garaje de su propia casa en Beirut. Cabe destacar que Tel Aviv niega su implicación en todas estas muertes.