La degradación y la esperanza del FA
Julio A. Louis - Voces - 12/13
Muchos de los que hemos participado en varios Congresos del FA, coincidimos en que éste ha sido el peor.
Si bien son erróneas las apreciaciones unilaterales (“todo es negro”, o “todo es blanco”) es evidente que en este Congreso ha predominado lo negativo, trasuntado en criterios antidemocráticos y pésima organización retroalimentados entre sí, y notorio retroceso ideológico
Lo positivo es que ante el acentuado proceso de derechización, de social-liberalización (más que de social-democratización), las grandes corrientes se han agrupado básicamente en tres: la defensora del sistema -molesta ante cualquier definición antiimperialista o contraria al gran capital- expresada en el Frente Líber Seregni y en la mayoría del Partido Socialista; las fuerzas centristas, encabezadas por el Partido Comunista y el MPP, empujando sin convicción a perfumar el documento central, pero a la vez promotoras del Dr. Vázquez, adalid del conservadurismo ideológico y de la alianza con el imperialismo norteamericano; y una renacida izquierda, plural, proveniente del “abajo que se mueve” en los Comités de Base, sindicatos, movimiento cooperativista, etc., en derredor de Constanza.
Los criterios antidemocráticos priman ya con anterioridad a las sesiones del Congreso. Se trabaja con dificultades en las Comisiones, soportando presiones, hasta que informan. Ahí comienzan a operar tres miembros designados centralmente, quienes se abrogan derechos para fijar qué cosas pueden “pasar” a las bases y qué cosas deben impedirse.
Claro está que en nombre de “la unidad”, la que también reclama el Dr. Vázquez, el mismo que gobernó sin atender a su fuerza política, contraviniendo sus principios y programa y hasta vetando una ley emanada de ella.
Hubo pésima organización de las Comisiones del Congreso; en el caso de economía con aportes de “los 8”, abandonados después fruto de “negociaciones” y presiones varias, fundamentados en el “consenso” defendido por V. Turianski, mediando la convocatoria urgente de un Plenario Nacional paralelo al Congreso
Y peor, recuento de votos sin garantías. En una época en que con mínima estructura se puede votar y saber al instante exactamente cuántos son los votantes, el recuento por quienes muchas veces ni explicaron los criterios a los congresales (por ejemplo, que no contaban los votos de quienes estaban de pie) no ha ofrecido garantías.
Si bien el Congreso adoptó el criterio de proclamar como pre-candidatos a Moreira y Vázquez, pasados a expedirse por uno u otro, quedó la duda de si Vázquez llegó a los dos tercios, esto es, el 66.66% por ciento con su 67%, dos tercios que en otras condiciones se erigía en el mínimo para ser proclamado candidato oficial.
Retroceso respecto a definiciones del Congreso del 2008, de un programa “pos-socialdemócrata” según Mujica. Otra vez, se ha “tirado la pelota para adelante” con ambigüedades que sirven a un roto como a un descosido.
Así, ha predominado “la unidad” en base a dejar que el próximo Presidente interprete las resoluciones
Lo positivo ha sido la amplitud de la rebelión de las bases. Pese a la disciplina exigida por las direcciones a sus afiliados –en especial del MPP y del PC- y al intento de despreciar el significado de la pre-candidatura de Constanza, el 43% de los congresales votaron en contra de tener que elegir entre uno y otro, y más de un 23% votaron por ella, con otro 10% de abstención.
La candidatura de Constanza es el nuevo “fitito” del que escribía despectivamente el Senador Michelini acerca de la pre-candidatura de Mujica en 2009. Con algunas diferencias: la solidez intelectual y la firmeza de la que hace gala Moreira, opuesta al bamboleo pequeño-burgués constante del hoy presidente y además, al hecho que su pre-candidatura atenta contra los aparatos partidarios, promovida desde las bases solo con el apoyo de algunos pequeños partidos
Queda planteada una lucha desigual. Entre el septuagenario ex presidente, y la primera aspirante mujer, adalid del cambio generacional; entre el conservadurismo ideológico (expresado en el veto al “aborto”) y el pensamiento de izquierda en proceso de reconstrucción y afirmación; entre el Presidente de la Fundación W. Wilson y aliado de Bush, y una consecuente antiimperialista; entre quien augura el renacimiento de viejos y nuevos problemas con los vecinos y el Mercosur y quien apuesta a la integración de Nuestra América. Y entre las tres corrientes en la interna.
El favoritismo de Vázquez para ganar las elecciones depende de los votos de Constanza.
Pero para su proyecto “unitario” y sin “atajos”, requerirá apartarse de la izquierda y contar con nuevos aliados, entre los cuales ya se apuntan el Partido Independiente y el Intendente Omar Lafluf.
El proyecto histórico del FA llegará a su fin, apostando en tiempos de crisis a las recetas que aplican los social-demócratas y social-liberales en Grecia, España o Francia.
La clase trabajadora y el pueblo o reaccionan rápidamente, o deberán hacer el aprendizaje doloroso de la frustración de un proyecto que nació antiimperialista y opuesto al gran capital.
@PostaPortenia - postaporteñ@ 1077 - 2013-12-09